Medalla milagrosa

Fue una experiencia que pudimos vivir el día viernes 30 de agosto del 2019 este día
entramos a un lugar donde nos recibió la directora del lugar llamado la medalla milagrosa
donde tiene como misión son obras caritativas, en la cual desean brindar ayuda a personas
pobres y necesitadas. En la bienvenida la monja o directora del lugar nos da a conocer que
en ese lugar les abren las puertas a las personas de la calle o que están en rehabilitación,
ellos los llaman Hermanos de la calle son seres humanos igual que nosotros, pero por sus
decisiones ya no pueden estar en la sociedad son excluidos.

Las primeras actividades a realizar fueron el integrarnos con las personas que estaban en el
patio esperando una clase de aeróbicos con rumba donde saludamos a los hermanos de la
calle y donde tomamos la clase con ellos bailando y haciendo un poco de cardio con el
profesor donde las chicas no excluyeron a los hombres de calle por que no ay tanta
diferencia entre nosotros solo que ellos han cometido errores donde la sociedad ya no los
quieren donde ya han perdido sus familias por tomar caminos que después de tiempo se han
arrepentido.

En un tiempo un psicólogo nos habló de las diferencias que ay entre nosotros y ellos que
nosotros tenemos un hogar ellos no nosotros podemos seguir el camino del estudio ellos no
pueden lograr hacerlo por que no es que no quieran solo que para ellos se les ha ido el
tiempo sus decisiones del consumo de drogas los llevo a no poder seguir una vida común
estando en una prisión llamada adición donde han querido salir, pero no han podido.

Luego un joven trabajador social hiso una dinámica donde era pasar de un puesto a otro con
las palabras derecha, izquierda y tormenta donde debíamos buscar otro puesto con el fin de
poder convivir con los hermanos de la calle. Ellos tenían una obra o relato de lo que le avía
pasado a alguno de ellos la historia representaba que un joven por ser rebelde decidió
consumir drogas en su casa roba los objetos de valor para venderlos e ir donde un jibaro
que le compraba la droga su padre preocupado lo buscaba y lo saco de aquel lugar donde
estaba metido.

En un momento nos dividimos en varios grupos donde se unían dos o tres hermanos de la
calle donde contaban sus anécdotas como un hombre de 56 años llamado Rene que desde
los 9 años probo la marihuana donde por seguir su adición a temprana edad cogió el camino
de la calle donde lleva mas de 40 años donde se rebusca la vida en el reciclaje o un hombre
de 37 años llamado Michael que por sus amigos probo la marihuana por sus amigos me dijo
que se arrepiente de siempre estar en la calle solo por la decisión de querer probar algo que
él no quería.