Reactivos químicos

Estos reactivos permiten atacar químicamente la probeta de ensayo y posteriormente

realizar estudios sobre ella, como por ejemplo en el análisis metalográfico. Cabe recalcar
que estos reactivos sirven para cada metal en específico, por ejemplo, el reactivo Nital
4 sirve para aceros de bajo carbono de acuerdo a la norma ASTME 407, y por el contrario
el Nital 2 que son aleaciones de hierros o simplemente hierros fundidos, que sirve para
aceros de medio y alto contenido de carbono. Para utilizar cualquier tipo de reactivo
primero se debe determinar el porcentaje de carbono de cada material para luego
escoger el reactivo adecuado.
De acuerdo con el procedimiento de los reactivos en la probeta, se ataca químicamente
una vez que la probeta ha sido preparada anteriormente, se vierte una gota del reactivo
en la probeta y así analizar el tiempo de duración del reactivo con respecto a la probeta
a analizar. Es muy importante retirar todo el residuo de reactivo para que el material no
se queme, y para finalizar, observamos un tono opaco en el material que nos indica que
el material ya está listo para ser analizado.
Microscopio metalográfico

Una vez seca la probeta se procede al análisis metalográfico del mismo. Básicamente
está constituido por un dispositivo de iluminación, un vidrio plano o prisma de reflexión,
el ocular y el objetivo. El aumento de la imagen observada viene dado por el producto
de los aumentos del objetivo por los del ocular. Introducimos la probeta en el
microscopio y conjuntamente con una cámara digital instala podemos proyectar el
aumento del microscopio en un computador que debe tener ciertas características para
que exista esta interacción entre el computador y el microscopio como es una tarjeta de
video, una aplicación instalada en el computador, entre otros, para hacer su respectivo
análisis. Cabe recalcar que el microscopio que el laboratorio ofrece puede trabajar hasta
400 aumentos.

Péndulo de Charpy

Esta máquina sirve para medir la resistencia al impacto de un material. Se realiza

ensayando un material específico en dos casos, uno a temperatura ambiente que se
ensaya con probetas pequeñas de 55 mm y el otro a -30°C. Se realiza un destaje en V en
el canal por donde el martillo va a impactar contra el material. Cuando el martillo está
en su posición inicial, encerada y con el bloqueo de movimiento se procede a dejar caer
el martillo contra la probeta para su posterior análisis. En la parte posterior de la
maquina se puede observar una escala graduada, que mide la energía potencial, que
viene dado en función de la altura entre el martillo y la probeta. Esta escala está dada
en Joules y Kilogramo/m.
Maquina rotativa por fricción o fatiga de polímeros

Esta máquina nos ayuda a determinar la vida útil de un material. Básicamente, el

material se somete a la conocida fatiga rotativa que consiste en colocar sobre un lado la
mordaza y sobre el otro lado el motor por el cual va a girar hasta que el material se
fatigue y se rompa.
También esta máquina permite contar el número de revoluciones o ciclos antes de que
el material se rompa para futuros estudios del material.
 Máquina de fatiga flexionante

Esta máquina sirve tanto para el análisis por fatiga de polímero como de metales. Está
conformado por un sistema biela-manivela y nos ayuda a determinar la resistencia de
un material al someter a una fatiga flexionante. Al igual que la maquina rotativa por
fricción, esta máquina también cuenta con un contabilizador de vueltas para determinar
cuántas revoluciones soporta el metal o polímero antes de romperse.