Todos los que estamos implicados de cierta manera o
procuramos ser lo en algún período como líderes o directivos en una entidad, debemos tener presente que hay que estar preparados para enfrentar todas las situaciones que se puedan presentar y que seguramente nos van a poner a prueba como líderes, y en términos generales a la organización, como un ente permanente en el tiempo.
Es importante que hagamos un análisis de las dimensiones de
las situaciones en que nos encontramos, que analicemos los síntomas y causas, y podamos conceptualizar la consecuencia que dichas situaciones pueden afectar a la organización.
Uno de los primeros aspectos que tenemos que evaluar, es
convencernos de que desde un punto de vista personal hasta el organizacional, pertenecemos a un entorno que es dinámico por excelencia, y que lo podemos observar si analizamos inclusive desde la prehistoria. El hombre se ha tenido que adaptar a los cambios. Así mismo las organizaciones no escapan de esta realidad. Ellas persistirán en el tiempo en tanto tengan una buena capacidad de adaptarse a los cambios de su entorno.
Una de las situaciones que debemos seguramente enfrentar es
lo que llamamos “crisis”, como indica el autor, al traer esta palabra a relucir inmediatamente la asociamos mentalmente a situaciones desagradables, “ambiente en decadencia, de pérdidas, de caos, etc.” No obstante, más bien, dicha crisis debemos verla como una oportunidad que se nos presenta para nosotros como líderes y la empresa como parte de un ambiente, poder demostrar y sacar a relucir todo el potencial que dentro de ellos se encuentra. Yo me atrevería a citar un dicho: “No hay mal que por bien no venga”, es decir, a lo mejor estar en crisis es la oportunidad que necesitábamos para poder replantear situaciones, manejar otras alternativas, aumentar nuestros conocimientos, medir hasta dónde nosotros somos capaces de llegar, etc. El cambio es más bien una consecuencia de las crisis.
Definitivamente la manera como afrontemos las crisis, nos va a
indicar la estatura que tenemos como líderes o gerentes para poder enfrentarla, “Yo soy del tamaño del compromiso”, un dicho que muy bien puede mencionarse. Afrontemos las crisis primeramente centrándonos en los objetivos, administrándolos perfectamente, fomentando la participación de nuestro equipo de trabajo, ya que sin ellos no podemos enfrentar las situaciones críticas. Pienso yo, si bien es cierto que las situaciones nuevas nos producen miedo, no menos es cierto que éste debemos dominarlo y no dejar que éste nos domine. Debemos de transmitir sensación de seguridad a nuestro equipo, si ellos nos ven seguros ellos también se sentirán así.
Otro elemento a manejar ante situaciones de cambio es el
elemento de comunicación, rompamos el paradigma el cual plantea que sólo informamos hasta un cierto nivel, debemos de mantener informado a todo nuestro equipo ya que mientras más tengamos comunicación, el equipo sabrá las consecuencias y los motivará a proponer las mejores ideas para la resolución de la crisis, así mismo el manejar la comunicación permitirá demostrar que realmente todos son importantes aumentando entonces el sentido de pertenencia hacia la organización y aumentando el autoestima de quienes participan en ella
Administrativamente hablando, y para de alguna manera
relacionar el contenido de la lectura con otros conceptos similares , se maneja un término muy conocido: “Control Interno”, como un medio para poder alcanzar los fines organizacionales. El control interno maneja lo que se conoce como filosofía de la organización, indicando que la gerencia debe de transmitir los mejores valores a sus trabajadores, sentido de responsabilidad, pertinencia y la filosofía de la gerencia, es decir, la forma de cómo la gerencia afronta las situaciones: con agresividad, con pasividad, etc. Logrando de alguna manera que los trabajadores se sientan también identificados con quienes los dirigen, pienso es sumamente importante.
El control interno también plantea como uno de sus
componentes, la evaluación del riesgo, y allí me detengo porque dentro de él se maneja lo que se llama la resistencia a los cambios, como una situación que impide que la empresa pueda lograr sus objetivos. Se indica que la resistencia al cambio es un riesgo de tipo interno al que no podemos dejar que domine en nuestra organización.
A manera de cierre, me permito plantear mis conclusiones con
respecto a la lectura, y es que siempre nos vamos a encontrar con situaciones de cambio, crisis, etc, lo importante es la manera en que nosotros entendamos que dichas crisis serán fuentes de oportunidades para nosotros crecer como gerentes o líderes, y por ende las organizaciones como tales. Hagamos una gestión participativa a través del apoyo que le demos a nuestros subordinados como elementos que participan dentro de un sistema llamado organización. Que pongamos en práctica los mejores conocimientos y fomentemos el trabajo en equipo para obtener los mayores logros. Que no hagamos resistencia al cambio, ya que forman parte de la dinámica de un mundo y de una sociedad cada vez más cambiante.