La agricultura es un sector importante para la región de ALC, en términos de su contribución a la

producción y el empleo, y como fuente de ingresos en divisas. En la mayoría de los países de

América Latina y el Caribe, el sector ha crecido rápidamente en las últimas dos décadas, pero se
espera que la desaceleración de la demanda de fuentes nacionales y extranjeras contribuya a un
crecimiento de la producción más lento en la próxima década.

El comercio moderará la desaceleración de la producción. Si bien se espera que el comercio

mundial de productos agrícolas disminuya, la ventaja comparativa de la región de ALC en muchos
de estos productos significa que puede capturar una mayor participación en los mercados
mundiales. Para varios productos, como el maíz, el arroz y la carne de res, un mayor crecimiento
de la demanda en el extranjero que en el país significa que una mayor parte de la producción se
destinará a la exportación. Para la mayoría de los productos exportados, la mayoría de las
exportaciones se destinan a mercados fuera de la región de ALC, lo que subraya la importancia
para los países de ALC de la apertura comercial a nivel mundial.

El crecimiento agrícola puede ser respaldado por políticas que apoyen el crecimiento sostenible de
la productividad. Sin embargo, menos de la mitad de todo el apoyo presupuestario brindado al
sector se presenta en forma de inversiones estratégicas que podrían aumentar la productividad
agrícola de manera sostenible, como I + D, infraestructura rural y otras inversiones en el entorno
propicio para la agricultura. Varios gobiernos están gastando poco en tales bienes públicos.

Al mismo tiempo, el crecimiento agrícola debe hacerse más sostenible para el medio ambiente. La
región de ALC es abundante en tierra y agua, pero los problemas ambientales persisten, en
particular la erosión del suelo, mientras que la deforestación sigue siendo un gran desafío. Se han
adoptado una serie de políticas para mejorar el desempeño ambiental de la agricultura de ALC,
como la agricultura de conservación. Estos trabajan junto con políticas para mitigar el cambio
climático, como la agricultura climáticamente inteligente. Un mayor énfasis en la evaluación del
programa ayudaría a guiar estas iniciativas a largo plazo.

Los beneficios del crecimiento agrícola también pueden extenderse más ampliamente. Las fuertes
oportunidades de crecimiento en cultivos de frutas y hortalizas de alto valor brindan
oportunidades para los pequeños agricultores, pero las políticas hacia los pequeños productores
deberán diferenciarse de acuerdo con sus recursos y su potencial de mercado. Se necesitan
políticas similares para abordar la "feminización" de la agricultura, ya que los hombres abandonan
el sector. Por lo general, las mujeres tienen menos acceso a servicios que aumentarían su
productividad, como los servicios de educación, crédito y extensión.