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PASO RESTRINGIDO

ADVERTENCIA

Mi ciudad está sitiada por estremecimientos,

en los bordes del río

bebemos agua de una gotera que emana

la saliva insípida de la duda.

Las muchachas aguardan en las plazas públicas

a que las miren de todas partes, de todas formas,

pero que las miren con los ojos febriles

y les arranquen de a poquito la piel,

de a poquito el suspiro,

para besarles el pecho nocturno

de tantos labios como besos de humo,

y no pendan de un nudo en el cuello

aquí donde nadie las reconoce

-en su vestido ya renunciaron a la mortalidad-

A mi ciudad no le hacen falta falsos profetas,

reptiles de ultratumba con corbata,

-los fantasmas ni espantan-

asustan más los muertos como flores,

sembrados en todas partes


en fosas sin firma

hecho trizas ahí abajo está mi compañero de clase,

la vecina, el amigo de mi padre.

Al final de esa fosa también estamos nosotros

sin reconocer qué mano corresponde a cuál brazo.

A mi ciudad le hacen falta tejados

donde los gatos anden firmes

y compongan canciones

“a la luna que siempre se quiebra”.

La neblina es la fábula de las almas

que vagan a la media noche,

flotan en la luz de las farolas

permanecen expectantes,

hundidas en el asfalto que se cuartea,

los edificios tienen lepra de tanto resanar los muros:

pintar para olvidar

que de lunes a viernes todo es gris

porque la rutina me tiene atiborrada

de subir el mismo cerro

sin correr, gritar, ni empujar la escena.

Los sábados la ciudad se pinta de amarillo


porque se trata del peatón que va al bar o al café

donde se roban el auto de un mesero,

-yo el domingo me deshago de este cuerpo-

y si resucito quiero ser el edificio más alto después de catedral.

A mi ciudad no le hacen falta personajes ilustres,

no reconozco qué Comala es este

aunque todo lo que respira y camina aquí

intenta no derrumbarse.

Mi ciudad tenía un nombre,

apacible como los brazos de mi abuela,

en algún lugar, tal vez hubo un nombre

que venía desde mi voz

era una espiral en el aire,

gritaba y corría, empujaba la suave tarde

que se despedaza en mis manos.


CRUCE DE CAMINOS

Hace tiempo que no sé dónde estoy parada

o sobre cual superficie,

pero busco una línea

entre los azulejos,

las puertas del ropero que no uso

o los retratos de la sala.

Mataron a Luisa esa tarde,

en silencio

-amordazada-

pensaron que era otra,

confundieron su cuerpo con carroña

No vio como llegaron los coyotes

y se treparon en la alacena

y se treparon a su cama

y se treparon en su cuerpo

quemaron su espalda

En este cuarto de hospital

estamos ella y yo,


suspendidas

la cara pintada

y los hombros derribados

por el líquido de una jeringa

que congela los tendones.

Aquí sólo aguardamos el epitafio.


GLORIETA

El orden de los días es un aturdimiento, el choque,

el estruendo, el chasquido metálico del crucero,

el semáforo que parpadea su luz roja,

la línea punteada y blanca que no acaba.

La glorieta es un molino

tritura la Ciudad

el murmullo humea día a día,

es un lienzo de una sola gama,

el sol escala por los trajes de los pasajeros.

La vibración urbana ensordece mis oídos,

giran los edificios, los parques, las escaleras,

postes, banquetas, los faroles inservibles,

el eje donde la tierra se sostiene es esta Ciudad

yo giro aquí, en el juego del asfalto,

en la lluvia que empaña cristales.

Escribo:

inútil, casa, cotidiano…

¿Todas las palabras son una sola?


Se agrietan en el desfiladero de la red,

sumergidas en las aguas verdes de las alcantarillas,

en un azaroso círculo de púas del que no escaparán versos con alas

ni los hombres que soñaron ser pájaro.


DERRUMBE

La luminiscencia de esta habitación,

es la carne del insomnio,

ahí los párpados ya no tienen órbita.

La espalda del que sueña otra Ciudad

-no habita aquí-

y siempre la sueña con sus caminos empinados,

bajo otra lluvia estancada en los adoquines,

con gente que camina a ninguna parte,

su fantasía es un derrumbe nocturno.

Por la noche rezarán los civiles

intentarán esparcir la solidez en los edificios,

en las manos de los muertos

sus oraciones acabarán hechas polvo por el soñante

y sus bocas recitarán como áridos nidos, una salmodia:

Oh señor, yo quiero que tú creas que creo en ti

porque el tiempo existe,

y creo en los prados verdes, porque vive la ciudad

y todo en ella se derriba como migajas de pan


socórreme del maligno que ha encarnado en el derrumbe

Los hombres saben que la sangre se evapora,

y es el alimento de los encabezados en el rumor de la mañana,

y no basta medir

la distancia

de una

curva,

ni desviarse y coronar el auto en un accidente de Avenida

porque quien sueña esta ciudad jamás despierta.


BIFURCACIÓN

Desenvuelvo para ustedes mi lengua que ya ha probado la viscosidad de la poesía.

Ojos que miran como vidrio,

lente,

lupa,

telescopio

en las terrazas de una balada a la medianoche.

Tengo años enferma,

no entendí bien qué padezco

así que me amputaron los dedos

y mi lecho son todos ustedes.

Andariega de ciudades,

-siempre estoy huyendo-

pero me detengo a las seis de la tarde en Acueducto,

es en la tarde cuando desvanezco y no soy forma ni fluido,

soy la suspensión del tiempo

el verso que no me deja dormir y lo repito en sueños y lo olvido al día siguiente,

y hay que volver a soñar que camino en callejones coloridos,

que en cada sueño visito otra ciudad y nadie me conoce y a nadie quiero.

A veces me canso de los lunes como Dios se cansa de mirarme,


porque los lunes hay que rehacer el mundo

y cultivar la perversidad en la comisura de unos labios.

No quiero permanecer aquí como la centena de mariposas,

pero el resto de mi cuerpo es tan pesado que no asciende,

y toco el suelo con las puntas porque son el ancla que me ase al mundo,

donde me paro a las cinco de la mañana, me quemo la boca con el café.

Limpio mis estantes cada que siento culpa

y maldigo y perforo las noches de quienes han roído mis esquinas submarinas,

subterráneas de amantes.

La luz sobre mi rostro arrastra, mengua, arrasa con la saliva de mis palabras,

todavía no descubro quién soy

los lunes María,

los martes Beatriz,

los miércoles y jueves Penélope,

los viernes, sábado y domingo:

soy Salomé

-porque me cuesta ser franca-

Estoy cavando en mi vientre

porque es el único sitio donde sepultaré la palabra ilusión

que nunca debiera pronunciarse en la faz de todos mis versos.


SIMULACRO

Habito en la emergencia,

en el vaivén de los pasillos blancos

ando por el techo como gato en búsqueda

en el clamor del silencio.

En este suelo, donde yace lo desconocido

donde se han arrastrado cuerpos

y mueren tantos pensando en que se interrumpen el acto

y se detiene todo

y todo está bien

y las luces se encienden

las risas se extinguen por una voz autoritaria

disipan la tortura y acaba en un: buenas noches.

Habito en una larga pesadilla

de la que se erigen muros imposibles,

el lunes y el martes,

un sueño de azulejos donde mi reflejo no existe

y me crecen nudos en el cuerpo.


Ayer intenté fugarme
-no pude-
crecen los muros

pero las torres no encuentran su sitio

somos equinos mansos

palabras al margen

mundíferos en la marquesina.

Comienza el incendio

voces que dicen salgan

voces que contestan no

mi estómago es una cascada,

ya retomó su color purpúreo

-color angustia-

agua tan dentro de mí que no apaga el fuego

los rostros se han vuelto ceniza

desde los labios descarnados una bala cae:

polvo somos y en memoria nos convertiremos.


SALIDA DE EMERGENCIA

Necesito la renuncia, el caos,

el suelo que se tambalea

no queda lugar para nadie

en esta esquina desdicha

-desarticulada-

La forma no comienza aquí,

está en otra Ciudad,

donde los pájaros llevan colgado del pico

las ruinas rojas, espinas de un tiempo turbio.

Flotamos térreos en un gran mar.

Ayer se acabó el mundo

hizo estruendo

estalló la entraña

todas las venas quedaron vacías

hicieron un eco de gritos.

Hoy rehicimos el mundo,

profanamos el sol atándolo a los postes,


cortamos de un tajo la carne de lo impuro

al final vino Dios a despojarnos de su torpe paraíso.


DANGER

Enciende un cigarro

y aprieta los labios

fotografía en blanco (fotografía en negro)

todos los sitios del mundo son un laberinto.

Encapuchado en primera plana:

I shot in the chest and other in the temple

¿Cuál es el sinónimo del asesino y cuál el de la víctima?

Toro desbocado

silencio

jaguar en llamas

ahogo

víbora asfixiante

cifra

HOMICIDA yDIFUNTO

I always go to war:

Extranjero asesina a un hombre afuera del consulado

todos los laberintos del mundo se incendiaron

escapa

vierte la bilis donde no la encuentren (nunca)


olvida tu nombre

oculta la demencia en un disparo.


MAREA ALTA

El océano no es patrimonio de Dios

no está bendito / nadie lo ampara.

50,100, 150, 200, 250 metros

descender

un agujero negro, clorhídrico

¿Cuánto hay que beber para abastecerse?

no-emisión

instrucciones fallidas

no-emisión

cetáceos nocturnos rodean el submarino

no escucho voces, sólo el movimiento del agua.

Mi nombre nunca apareció en las noticias:

Búsqueda:

anónimos a abordo.

Algo punza entre el abismo:

Pez flama

Pez fulgor

Pez brasa
Pez destello

Pez ardor

Pez llama

Pez estruendo

Quince días bajo el mar

emisión:

-sin sobrevivientes-
CURVA

Anochece sobre los cuerpos adormecidos,

pestilencia al fondo

el autobús no se detiene

-es el lomo de alguna bestia-

El televisor falla

ya han transcurrido tres películas

-ninguna completa-

dos palabras: ruido blanco

la oscuridad es el pretexto de los forajidos

tormenta de piedras y balas

los cuerpos entumidos, pecho tierra.

La bestia se abalanza con todos dentro,

la carretera se ilumina

con hombres a cuestas, la bestia avanza,

esquiva todo intento de fuego, piedra o disparo

50 kilómetros de distancia

-ruido blanco-

una bala basta para enderezar la curva.


DOBLE CIRCULACIÓN

Aturdimiento de neumáticos

resonancia de asfalto, luz en verde, casi cíclica

los ciudadanos están hechos de combustible

-suicidas-

incineran los edificios,

ataque de los no-zombies

asalto a las afueras de la Ciudad

¿Cómo bombea la sangre?

Floto en ambos sentidos

diestra y siniestra

¿cómo bombea la sangre de una Ciudad fantasma?

Floto entre el estrépito de un auto frente a otro.

-paralelismo pulmonar-

crecen bronquios después de la tormenta,

las onomatopeyas se extinguieron,

se ha fundado una Ciudad muda.


ENTRONQUE

El reflector sobre una calle vacía

-la madrugada es grisácea-

el meridiano dibujado con tinta invisible

Metrópoli de los nadie.

Una Ciudad sin esquinas donde caen muertas las palomas,

fusiladas por recibir alimento de los desconocidos.

smog y lágrimas de un ácido aún no descubierto

una Ciudad sin raptos, una Ciudad con reclusos

El volante cubierto de piel

-no hay giros-

una sola dirección,

la lluvia muerde desde los techos donde se arroja la oscuridad furtiva

la lluvia acecha las voluntades de los peatones

y el meridiano trazado es la Avenida

atropello de vapor y estruendo clavado en un cristal

-el sonido empaña los edificios-

recubre la grieta donde escapan los reclusos

llamada telefónica:

deja usted el dinero en esta dirección o lo mato


llamada telefónica:

si avisa usted a la policía lo enviamos por partes

llamada telefónica:

la línea ha sido cortada

Un foco sobre un cuerpo en un lote baldío

un lote baldío acordonado:

PRECAUCIÓN
NO PASAR

6 AM

las grandes ciudades y los hombres funcionan por circuitos

-introspección-

no tengo claro donde inicia o termina

debajo de cuál farola tenía que vender mi alma

venderla porque no se hace otra cosa desde el siglo pasado

Tránsito, vaivén de esporas lumínicas

el centro de la ciudad es la fracción:

8 AM

existen los fantasmas virtuales

Las fronteras son el invento

-la guerra es la fibra-

no investigue por su parte

no haga llamadas

no cuestione a las autoridades

NO PASE

no es bienvenido

Los fantasmas virtuales son la nación de los crueles,


patria del perverso

10 AM

-sopor-

escaleras

Cortocircuito

NO PASE

no es bienvenido

explosión: periodista asesinada.


RETORNO

Una cápsula

Depósito de órganos

-mala construcción-

Una cápsula como caja de Pandora

-liberación-

Cuerpos fabricados de ponzoña

Los restos de la Ciudad son demolidos por terroristas

Helicópteros sin hélice / helicópteros con alas de mosca

No hay inicio ni final en las ciudades espejo

Dónde hay que volver si todos los sitios del mundo se extinguieron

-propiedad privada-

La mirada puesta sobre el retrovisor:

el manubrio no tiene frenos

-propiedad privada-

la palabra orfandad es una Ciudad en obra negra

Cuarto con ventanas donde pasa el viento/tiempo/acierto

Una cápsula contenida

-polvo del inicio-.


SÓLO VUELTA A LA IZQUIERDA

Asfalto rodeado por un salario mínimo

El tic tac de Catedral

Una hora / una ciudad en pausa

vampiros con portafolio / roedores en una gran sala

Una ciudad en pausa

-ruta de evacuación-

Tres meses hablando de frente a un fantasma

Tres meses hablando

-alteración del orden público-

La finitud es el extremo de la calzada

Estampida de panfletos y ruido

-sonido de sirenas lastimeras-

La estática contenida en el tic tac

Empujan la puerta

-no hay nadie dentro-

Es mejor provocar un incendio

Es mejor acabar con la Ciudad.


ZONA DE NIEBLA

Tirita la Ciudad

Muy al norte, muy al sur

Civiles cubiertos de blancura

Tránsito, móviles a pie

-evasión tonal-

Sólo hay luz

Anochece sobre los maullidos de un gato

No hay inicio

-derrape-

El accidente perfecto ocurre doblando la esquina

En el impacto de un transeúnte y otro

-colisión-

Una chispa emana a la altura del rascacielos

No es luz, es el manto de los sonámbulos

Los ojos vendados por un Dios pleno

-casi luminoso-

Derrape en 200 metros

-sentido contrario-

Accidente deja tres muertos.


PENDIENTE

PROHIBIDO MASCOTAS

El flujo vial a cuatro patas

A ocho patas / a cien pies

Aljibe donde se gestan todos los seres

El sino de los rincones / la pesadumbre de casa

Domaron los civiles a los que no se les aproximaban

-semejanza-

La imagen del agua o el espejo

-especie-

Bicho ahora y bicho siempre

Todas las salidas clausuradas

Nadie puede hacerse cargo de un mutante

Hay que llenar el vacío/espacio/abismo

Hay que relamer los ángulos donde hemos llamado a la muerte

Media vida juntos / o tres años / o robo / o atropello

En la lejanía de la Ciudad los hombres ladran

Y todo parece irrisorio

-da vuelta en la esquina-


Se escapan a raudales los canes y felinos

Fundarán la Ciudad nueva


CRUCE PEATONAL
HOTEL A 50 METROS
PARADA DE AUTOBÚS

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