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METODOLOGIA DEL ANALISIS DEL DISCURSO

Dr. Rafael Bello Díaz

¿Qué es el discurso?

¿En qué consiste el campo interdisciplinario de los estudios del discurso?

¿Cuáles son las estructuras lingüísticas propias del análisis del discurso?

¿Cómo se genera y se comprende en la mente lo hablado y escrito?

¿Cuál es la interacción entre estos procesos mentales?

¿Cuál es la relación entre la forma discursiva y el sentido?

¿Cómo influyen determinados aspectos de la interacción en la manera de


hablar?

¿Qué es el discurso?

Se entiende por discurso, tanto una forma específica del uso del lenguaje como
una forma específica de interacción social; de esta manera el discurso se expresa
como un evento comunicativo completo, en una situación social. Lo que distingue
el análisis del discurso de la gramática de la oración es que el análisis en la
práctica se concentra en los fenómenos detrás de la oración. Por supuesto las
palabras y oraciones declaradas son una parte integral del discurso, pero este no
se encuentra en si mismo solo en el conjunto de palabras y oraciones expresadas
en el texto y el habla; pues el significado del discurso es una estructura cognitiva,
por lo que hace sentido incluir en el concepto de discurso no solo elementos
observables de tipo verbales y no verbales, interacciones sociales y actos de
habla, sino además las representaciones cognitivas involucradas durante la
producción o comprensión del discurso. Un estudio adecuado de las relaciones
entre el discurso y la sociedad, presupone que el discurso se localiza en la
sociedad como una forma de práctica social o de interacción de un grupo social.

Análisis del Discurso

El Análisis del Discurso ha sido definido como un método, como una metodología
y como una técnica del análisis. Estas diferencias pueden ser tanto terminológicas
como epistemológicas. Los analistas del discurso admiten que el discurso es una
forma de uso del lenguaje; e incluyen estos componentes esenciales: quién utiliza
el lenguaje, cómo utiliza el lenguaje, por qué y cuándo utiliza el lenguaje. En
consecuencia el discurso como suceso de comunicación es una caracterización
que incorpora estos aspectos funcionales. Las personas utilizan el lenguaje para
comunicar ideas o creencias, expresar emociones y lo hacen como sucesos
sociales complejos. Los participantes interactúan, por lo tanto el discurso es una
interacción verbal. En consecuencia en esta aproximación al concepto de discurso
identificamos tres dimensiones importantes: el uso del lenguaje, la comunicación
de creencias o cognición y la interacción en situación de índole social. El Análisis
del Discurso es a su vez un campo de estudio y una técnica de análisis; en tanto
campos de estudio se destaca por su multidisciplinariedad y por la heterogeneidad
de corrientes que confluyen en este. El Análisis del Discurso no solo está
constituido por la convergencia de diferentes ciencias, sino que en el interior de
estas interdisciplinas pueden converger corrientes distintas. En cada investigación,
el problema de la hererogeneidad teórica se puede resolver mediante la
observación de un criterio de pertinencia y rigor que guie la selección de las
categorías apropiadas y el diseño de los procedimientos de análisis.

El Análisis del Discurso es una técnica de análisis muy precisa que resalta por su
ductulidad. Por un lado puede ser utilizada por metodologías hipotético-
deductivas, inductivas y abductivas; en las primeras la instancia de la construcción
teórica precede a la instancia de trabajo empírico, en las segundas, la instancia
del trabajo empírico precede a la instancia de la construcción teórica; en la última
ambas instancias se desarrollan paralelamente en un constante movimiento de
ida y vuelta. Por otro lado puede formar parte tanto de estrategias cualitativas
como cuantitativas. Esta dicotomía planteada como una separación de
metodologías, métodos o paradigmas, puede simplificar la productividad de esta
herramienta.

Texto y Conversación

El uso del lenguaje no se limita al lenguaje hablado, sino que incluye el lenguaje
escriturario o impreso; así como la comunicación y la interacción escrita. Al igual
que las conversaciones, los textos tienen usuarios, como son los autores y
lectores. De esta manera las similitudes entre los usos del lenguaje, la
comunicación y la interacción orales son suficientes para justificar la inclusión de
estas modalidades del discurso en una sola noción general de discurso. En
resumen el análisis del discurso estudia la conversación y el texto en contexto.

Las observaciones etnográficas, las revisiones históricas documentales, las


investigaciones sociales, etc., Se enfrentan a diálogos, textos escritos, entrevistas,
es decir, a un lenguaje. Además luego de la etapa de recolección y confección del
corpus que será sometido a análisis, las investigaciones producen textos acerca
de esos textos, en una doble hermenéutica. Además se agrega la opacidad del
discurso: conocemos que le lenguaje no es transparente, los signos no son
inocentes; además la connotación va en la denotación; que el lenguaje muestra
pero también distorsiona y oculta; que en ocasiones lo expresado refleja
directamente lo pensado, pero en ocasiones sólo es un indicio ligero, sutil y hasta
cínico. Esta opacidad plantea toda una línea de discusión semiológica que tiene
que ver con la relación de los signos y sus referentes. Al mismo tiempo la evidente
opacidad del lenguaje apertura una relación psicolingüística que supera la noción
saussuriana que considera al lenguaje como un código, transparente. Ya no es
suficiente la explicación de la comunicación humana como proceso de codificación
y decodificación, pues esta cuenta con un componente inferencial; lo que significa
que en ocasiones importa más la inferencia que los signos que provocan que el
significado literal de estos, o sea las palabras, signifiquen mucho más de lo que
dicen y expresan. Por tanto ante esta tricotomía, constituida por el análisis de los
discursos, la doble hermenéutica y la opacidad sígnica, resulta en la necesidad de
contar con herramientas de análisis que nos permita un soporte teórico y
metodológico.

En el discurso hablado los sonidos no ocurren aislados, pues generalmente están


acompañados por diversos tipos de actividad no verbal, como gestos, expresiones
faciales, posiciones corporales, proximidad, aplausos, risas y acciones que
acompañan a las conversaciones y por tanto requieren por derecho propio un
análisis del papel que juegan en el suceso de la comunicación como una totalidad.

Análisis del Discurso

Analizar discursos es una tendencia que ha logrado aceptación en las ciencias


sociales; en lingüística es un movimiento que está relacionado con la necesidad
de estudiar el lenguaje en uso. Es decir emisiones emitidas por los hablantes,
superando el principio de inmanencia tan propio de la lingüística saussuriana, cuyo
interés es el sistema formal del lenguaje, o lengua, antes que su uso, el habla. La
utilidad de la lectura de los discursos para la lectura de la realidad social se
relaciona con el giro discursivo. Esto implica un cambio epistémico radical en la
mirada científica. La dicotomía mente/mundo es reemplazada por la dualidad
discurso/mundo. Con esta visión el lenguaje no se considera exclusivamente un
vehículo que expresa y refleja nuestras ideas, sino en un factor que participa y
tiene injer4encia en la realidad social y que nos permite entender lo discursivo
como un modo de acción. En consecuencia lo social como objeto de observación
no puede ser separado ontológicamente de los discursos que circulan en la
sociedad. Estos discursos como las ideas son observables y constituyen una base
empírica más certera que la introspección racional. Este paradigma le reconoce al
lenguaje una función no solo referencial o informativa, o epistémica e interpretativa
sino además realizativa o creativa y generativa.
Pasos Metodológicos

La opacidad es una parte inherente al lenguaje y de la producción sígnica; por lo


que resulta importante analizar los discursos y tratar de leer la realidad social y
diada la opacidad que acompaña de manera natural a los procesos discursivos,
este análisis es útil y además necesario. Hay que considerar que lo que ocurre en
el nivel de circulación de los discursos no es necesariamente un reflejo de lo
ocurrido en el nivel de su producción, pues lo que quedan son: huellas, pistas,
síntomas que le analista debe saber describir e interpretar. Entonces al
comprender la opacidad llegamos a la justificación del análisis y a la comprensión
de que el discurso es una forma de acción, resultando en un sentido y un
propósito del análisis. Se debe aceptar la relatividad del dato discursivo pues el
analista debería asumir que el contenido manifiesto de un texto puede ser un dato
engañoso en ciertas circunstancias. Por tanto podernos distinguir tres situaciones
fundamentales, como claridad teórica previa al análisis:

El contenido de un texto, localizado en la superficie de la estructura textual, puede


resultar confuso, por ejemplo el uso del silencio en la comunicación humana
puede en ocasiones ser una marca de sumisión y en otras de protestas

En algunas ocasiones lo dicho puede resultar secundario. O distorsionador, donde


el lenguaje cumple una función ideológica al describir el mundo; cuando nos
llaman tercer mundo, por ejemplo.

Aspectos Explícitos e Implícitos del Discurso

Es posible constatar que todos los discursos poseen contenidos implícitos, desde
las formas más elementales, como pueden ser ironías o metáforas, hasta formas
más complejas. De esta manera aunque en teoría se pueda plantear la existencia
de un discurso transparente o que no contenga elementos implícitos, de manera
que su sentido coincida de manera exacta con su contenido explicito, en la
práctica esto no ocurre. Muy por el contrario en la práctica los discursos sociales
incluyen aspectos o contenidos implícitos que son precisos analizar, tanto para
determinar su sentido como para aprovechar el potencial de los mismos como vía
de acceso al conocimiento de la realidad social. Dentro de Los principios básicos
compartidos con los análisis del discurso implícito desde una perspectiva
sociológica, podemos citar: todos los discursos sociales contienen elementos
implícitos, por lo que uno de los objetivos del análisis del discurso es poner de
manifiesto sus contenidos implícitos. El discurso implícito está contenido en el
discurso explicito; por lo que su análisis puede apoyarse en indicios como son el
contexto, o los elementos no verbales como la prosodia, las vocalizaciones, los
gestos o la posición corporal, pero el mecanismo por el que se deriva el contenido
implícito a partir del contenido explicito no es la decodificación, sino la inferencia.
Para la inferencia del discurso implícito es preciso atender a las condiciones
contextuales de la enunciación. Los aspectos implícitos del discurso pueden
contradecir el discurso explicito, por lo que el discurso implícito generalmente
enriquece al discurso explicito, pues lo complementa y amplia. El discurso implícito
no puede considerarse como un discurso verdadero, que se encuentra oculto tras
el discurso explicito, ni el análisis como un desvelamiento de la verdad que se
encuentra oculta tras el discurso; cuando existe una contradicción, esta se
constituye en un elemento más del análisis. El discurso implícito adopta una
diversidad de formas, de manera que la determinación del tipo de discursos que
se encuentran implícitos, constituye uno de los objetivos del análisis.

Las Dimensiones del Discurso Implícito

El discurso implícito es todo aquello no dicho explícitamente pero contenido en el


discurso; la forma más superficial del discurso implícito es aquella en la que
intencionalmente se dice algo, pero no se hace de manera explícita, sino que se
da a entender a los receptores; es una forma indirecta de decir algo, se prefiere no
decir explícitamente algo pero forma parte de los que se quiere decir. A este tipo
de discurso implícito, dimensión inusitada, pues el productor del discurso espera
que los receptores interpreten estos mensajes implícitos. Una segunda dimensión
del discurso implícito surge al considerar lo no dicho, ni implícita ni explícitamente
como un posible mensaje implícito en el discurso. De esta manera lo no dicho
puede formar parte del discurso implícito siempre que se den las siguientes
condiciones: que se pueda imputar al productor del discurso una intención de
ocultación de lo no dicho. Que esta ocultación pueda producir un efecto de sentido
intencionalmente buscada.

Una tercera dimensión del discurso implícito, se puede encontrar si se tiene en


cuenta que no todo el discurso implícito es intencional, sino que de manera
implícita se puede decir cosas que no se quieren decir.

La Dimensión Insinuada del Discurso

El discurso implícito insinuado, es el más fácil de detectar, porque el emisor suele


dejar indicios que faciliten la inferencia a partir del discurso explicito. El discurso
implícito insinuado, se infiere de manera más directa del discurso explicito que las
otras dimensiones del discurso implícito. Así en este tipo de discurso implícito, lo
explicito invita a inferir lo implícito. La inferencia del discurso insinuado depende
de múltiples factores relativos al emisor, del receptor, la capacidad de
procesamiento de la información, la sensibilidad o la atención prestada a a
comunicación o incluso del contexto en que se ha producido el discurso.
La Dimensión Ocultada del Discurso

No resulta fácil encontrar discursos ocultados o silenciados, pues al tratarse de un


no discurso, de una omisión intencionada, el discurso ocultado suele pasar
desapercibido. En consecuencia el discurso ocultado es una forma de discurso
implícito intencional por lo que forma parte de estrategias argumentativas
manipuladas ideológicamente. Pero en otros casos los discursos ocultados
responden a estrategias discursivas de cortesía o prudenciales; la ocultación
tendría una intención discursiva similar a una negación ya que se trata de negar
una determinada realidad que contradice los propios argumentos. Pero la
ocultación tiene una mayor eficacia argumentativa que la negación ya que lo
ocultado pasa desapercibido. Así la ocultación tiene en ocasiones u contenido
similar a la negación, pero con un efecto discursivo diferente.

La Interpretación del Discurso Implícito

El análisis sociológico del discurso implícito se articula en dos operaciones: la


detección y la interpretación; el análisis del discurso implícito pone de manifiesto lo
que se dice sin decir lo que los discursos contienen , más allá de su contenido
explicito. De esta manera detectarlo ya es una parte del discurso implícito. Ahora
¿Cómo se detecta el discurso implícito?, la detección del discurso implícito solo se
puede realizar infiriéndolo del discurso explicito, por lo que esta detección requiere
de un trabajo sobre los textos analizados; de una lectura atenta de los textos,
siendo una lectura que respete la integridad de los textos, pues la disección de los
textos, como en otras prácticas analíticas, es un impedimento para la detección
del discurso implícito, en la medida que borra muchos indicios que permiten su
inferencia. Por lo que es conveniente dejar esta disección analítica para un
segundo momento del análisis e iniciar una lectura de los textos integralmente.
Además es una lectura que junto a los elementos textuales, atiende elementos no
verbales, como la prosodia, las vocalizaciones, gestos y posición corporal. Al final
la detección del discurso implícito requiere de una lectura comprensiva, de tal
manera que no se limite a una manera mecánica de lo que se dice, sino que
busque establecer el sentido de lo dicho. Así esta tipología se puede utilizar como
una guía para la detección del discurso implícito, preguntando al texto sobre
aquello que se dice implícitamente.

La detección del discurso implícito comenzará por alguna carencia de algo que se
dice sin estar explícitamente en el texto. Preguntándose al texto: ¿Qué se dice?
¿Por qué se quiere decir de esta manera? ¿Qué se insinúa? ¿Qué no se dice?
produciendo implícitamente un efecto de sentido, ¿Qué se oculta? ¿Qué se dice
implícitamente aunque no se quiera decir? Y finalmente ¿Qué se dice
implícitamente sin que haya ninguna intención de decirlo o de no decirlo. Pero el
análisis del discurso no se limita a su detección, sino que requiere interpretación,
la cual se refiere a tres elementos: intencionalidad ¿Qué se pretende con él?, los
efectos de sentido que produce y su extensión o generalización como tipo de
discurso.

Análisis Epistémico del Discurso

El ser humano adquiere la mayor parte de su conocimiento a través del discurso,


y situs inversus, necesitamos poseer un conocimiento del mundo para poder
producir y comprender el discurso. Cognitivamente existe una dependencia entre
conocimiento y discurso; la epistemología por definición se ocupa del
conocimiento pero no del discurso. Entre los aspectos importante tenemos:
Temas, estos representan para los hablantes la información más importante del
texto del discurso, estos temas organizan los significados locales y la coherencia
global del texto, pueden ser reconocidos por el hablante mediante una
organización explicita de los modelos mentales: Coherencia Local, el análisis de la
coherencia en la secuencia de proposiciones, tanto en modelos o en significados,
revela cómo el conocimiento se organiza. Descripción de los Autores, en su mayor
parte el discurso trata sobre las personas y por tanto establece ¿Cómo se retrata a
las personas? ¿Qué identidades y roles se le atribuyen? ¿Qué relaciones se
trazan entre ellas? ¿Qué afiliaciones se describen? Precisión y Detalle de la
Descripción, de particular relevancia son las variaciones en el nivel de detalle, o
granularidad, con el que se comunica el conocimiento, así como variaciones en el
grado de precisión de las descripciones. Implicaciones y Presuposiciones, la
mayor parte del conocimiento compartido de da en el discurso, y por consiguiente
no se afirma, ni tan siquiera se expresa, sino que se deja implícito. Argumentación,
las estructuras discursivas de tipo argumentativo, incluyen opiniones y también
representaciones sesgadas de la realidad. Los argumentos están basados en
premisas implícitas y explicitas y estas pueden ser representaciones compartidas.
Metáforas, las metáforas representan nuestra representación corporeizada,
experiencial y complejo; la elección de metáforas es crucial para la comprensión
de los hechos sociales y políticos. Modalidad, los hechos pueden presentarse con
diferentes rasgos de modalidad: como seguros, necesarios, probable son posibles,
dependiendo de los intereses de los autores. Retórica, los mecanismos retóricos
como las hipérboles o eufemismos, no tienen un propio contenido cognitivo, pero
otorgan o restan énfasis a las estructuras de conocimiento en el discurso.
Gramática, la sintaxis oracional puede servir para expresar qué conocimiento es
afirmado, presupuesto o recuperado, además señala de qué manera se distribuye
el conocimiento en el discurso, mediante oraciones principales o incrustadas,
construcciones en activa o pasiva, nominalizaciones, expresiones determinadas e
indeterminadas u orden de palabras; de igual manera la entonación, el acento y
volumen en el nivel fonológico. Léxico, un elemento fundamental en un análisis
semántico y lingüístico, es determinar el modo como los conceptos, significados e
ideas que se expresan en unidades léxicas. Estructuras Semióticas No Verbales,
adicionalmente a la formulación verbal, la expresión del conocimiento tiene otras
modalidades semióticas e incluye sistemas sígnicos no verbales, dibujos,
fotografías, gráficos y sonidos.

BIBLIOGRAFIA

ANEXOS

Ejemplos de análisis del discurso

1. Relaciones Estados Unidos de América-Republica de Cuba


Problema: ¿Qué rasgos tipifican la construcción del discurso periodístico
sobre el tema Cuba-EUA en los periódicos Listín Diario, El Caribe y Hoy en
2010 y 2011?
Objetivo General: Establecer una caracterización de los rasgos que tipifican
la construcción del discurso periodístico entre 2010 y 2011
Objetivos específicos: presentar una propuesta del análisis crítico del
discurso para determinar los rasgos que tipifican la construcción del
discurso periodístico. Demostrar la aplicabilidad de la propuesta diseñada
en el análisis de la muestra seleccionada con el fin de contribuir a la
comprensión de la manera en que el discurso contribuye a las motivaciones
hegemónicas de los Estados Unidos de América en relación con la
Republica de Cuba

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