Está en la página 1de 1

�Vivimos en una �poca ilustrada?, se pregunta Kant.

No, pero vivimos en una �poca


de Ilustraci�n, responde. Afirmaci�n que viene acompa�ada de cumplidos para un
monarca ilustrado de su pa�s y de su tiempo, Federico II de Prusia. �Cu�n
aut�nticos son esos cumplidos, o cu�n prudenciales son? Nunca lo sabremos.
En 1784 fue publicada la respuesta del fil�sofo alem�n Immanuel Kant, a la pregunta
�Qu� es la ilustraci�n?:

�La ilustraci�n es la salida del hombre de su condici�n de menor de edad, de la


cual �l mismo es culpable. La minor�a de edad es la incapacidad de servirse de su
propio entendimiento, sin la direcci�n de otro. Uno mismo es culpable de esta
minor�a de edad, cuando la causa de ella no radica en una falta de entendimiento,
sino en la falta de decisi�n y valor para servirse de �l con independencia, sin la
conducci�n de otro. �Sapere aude! �Ten el valor de servirte de tu propio
entendimiento! Es, pues, la divisa de la ilustraci�n�.

Salvo excepciones, que como en todo existen, no se piensa mucho por s� mismo. Es
m�s c�modo ser seguidor, adepto, gregario. Cansa y cuesta menos. En t�rminos de
Ortega y Gasset es m�s f�cil ser hombre masa, repetir y repetirse, ser estereotipo,
que intentar marcar diferencia. Para el pensador espa�ol �ser diferente es
indecente. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y
selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre
el riesgo de ser eliminado�.

Nos han hecho creer que nos independizamos, que no somos colonia, pero la realidad
nos muestra otra cosa. En temas como m�sica, derecho, teor�as econ�micas, formas y
estilos de vida, seguimos copiando de Europa y Norteam�rica. A muchos
profesionales, en especial abogados y economistas, les encanta seguir siendo
evangelizados, adoctrinados por textos, universidades y autores extranjeros. Y por
eso, a toda hora, estamos copiando, adoptando modelos jur�dicos y econ�micos de
otros pa�ses totalmente distintos al nuestro; o contratando costosas y a veces
in�tiles consultor�as y asesor�as externas.

Obvio que hay que viajar, escuchar y leer a otros, pero ello no significa ser
turiferarios, incensarios ni verlos como amos y se�ores ni rendirles adoraci�n y
pleites�a, como si fueran seres superiores. De esas experiencias se debe adaptar lo
que sea aplicable a nuestra idiosincrasia, pero no adoptar por esnobismo.

Invito para que en 2018 despertemos, hagamos a un lado el velo de la minor�a de


edad, y nos atrevamos a pensar.
�Sapere aude!

También podría gustarte