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CROWDSOURCING Y TRANSMEDIALIDAD EN
PROYECTOS MILITANTES
UNED
Curso 2017-2018
1. INTRODUCCIÓN: ACTIVISMO EN LA ERA DIGITAL.
Ante esta nueva situación es importante resaltar dos elementos comunicacionales que
ponen en tela de juicio las ventajas de vivir en una sociedad globalizada: la necesidad de
generar un nuevo pensamiento crítico compartido y la evidencia de las desigualdades e
injusticias cometidas contra parte o la totalidad de la población mundial.
El hecho de que gracias a internet podamos acceder a gran cantidad de datos no garantiza
que esa información sea legítima para emitir juicios válidos basados en el ejercicio de la
razón. La proliferación de fake news o de manipulaciones de la verdad fruto de intereses
concretos1 ha generado un nuevo estatuto de incertidumbre entre aquellos ciudadanos que
han sido capaces de advertir en este nuevo contexto una serie de peligros derivados de un
consumo acrítico de la información. Es esencial, pues, que para que esa ingente cantidad
de información disponible para todos se convierta en conocimiento real, se transforme
mediante el ejercicio de la reflexión y la crítica, de tal manera que se requiere un nuevo
pensamiento crítico.
Carlos Saiz (2012) expone que para llevar a cabo esta tarea se debe acometer una serie de
pasos. El primero de ellos consiste en la «Identificación de los elementos de un
razonamiento» (ibíd., 23-25). ¿Pero qué ocurre cuando partimos de ideas falsas, de
falacias fruto de la construcción de una sociedad moldeada por los intereses de ciertas
clases sociales y económicas para su propio beneficio? Pues evidentemente las
conclusiones obtenidas serán erróneas no por el método de razonamiento ejercido, sino
porque el punto de partida no es válido.
1
Bajo el nombre de posverdad se conocerá el resultado de este nuevo fenómeno.
por una estructuración que se rige por los principios del sistema capitalista. Esto provoca
que se privilegie algunas formas de la verdad frente a otras, lo que provoca un nuevo
estatuto de desigualdad. Así lo defiende Slavoj Žižek (2005), quien pone en evidencia la
forma en la que se produce el consenso en nuestros días y promueve una desconfianza
plena de los mecanismos de las clases superiores a la hora de imponer, de forma invisible,
sus preceptos rectores entre las clases inferiores.
Es evidente que estamos asistiendo a una crisis identitaria global en cuanto han coincidido
la toma de conciencia de clase mundializada y una recesión económica. Todo ha
contribuido a un replanteamiento del sistema vigente. Esto ha conllevado un nuevo estado
de movilización social para luchar contras las formas hegemónicas del poder.
Movimientos como Occupy Wall Street o el 15-M en España vienen a demostrar la
voluntad de contravenir un orden capitalista impuesto cuyas consecuencias se estaban
haciendo sentir de forma grave entre ciertos sectores sociales, especialmente los
considerados más débiles.
2. TRANSMEDIA MILITANTE.
Por transmedia storytelling vamos a partir de la tradicional definición dada por Robert
Pratten como «telling a story across multiple platforms, preferably allowing audience
participation, such that each successive platform heightens the audience enjoyment»
(2015). La multiplicación de plataformas que podemos encontrar hoy en día y sus
2
Para un estudio complejo de este fenómeno en diferentes ámbitos culturales véase la monografía
editada por Elixabete Ansa Goicoechea y Óscar Ariel Cabezas (2014).
características nos ha llevado a entender la narración fuera de su concepción
unidireccional clásica; ahora es un proceso multilineal e interactivo.
Es por ello que la transmedialidad ha sido vista por proyectos de diversa índole para
arremeter contra preceptos de la sociedad actual que de alguna forma violentaban algunos
principios fundamentales. Proyectos como La Primavera Rosa
(www.laprimaverarosa.com), dedicado a denunciar la violación sistemática de derechos
LGBTI en el mundo, vienen a demostrar la importancia de este vehículo para que su
mensaje llegue lo más lejos posible: mientras más canales se usen, más usuarios finales
se podrá alcanzar.
Pero lo más interesante para nuestro ensayo es ver cómo dicha interpelación al usuario a
veces deriva en la activación de su conciencia política, y además movilizándose para la
acción. No hablamos de reclutamiento, sino de reconocimiento en el proyecto transmedia
de un señas identitarias que le apelan como ciudadano, como miembro de una polis global
donde las realidades, cercanas o no, de repente no le son indiferentes. Gracias a este
fenómeno movilizador es posible ir más allá de la mera adquisición de una conciencia
política o de clase, sino que además se invita a ser actor en alguna de las actividades que
se estén llevando a cabo dentro de la estrategia transmedia diseñada por el equipo
creativo.
Estamos hablando en todo momento de proyectos que hacen referencia al mundo real,
teniendo en cuenta las complejidades que conlleva este término al hablar de transmedia,
puesto que para Henry Jenkins (2007) representa solo un proceso donde los elementos
ficcionales que se dispersan por diferentes canales para lograr una experiencia unificada
de entretenimiento. Ya desde esta definición canónica se excluye el género documental,
entendiéndolo como aquel que tiene una base verificable y anclada en un momento
histórico concreto. Pero hacer esto es reducir su capacidad narrativa, ya que esta
reducción a la ficción excluye múltiples variantes. A este respecto, pues, nos acogemos a
la visión de Marie-Laure Ryan (2014) o Carlo Scolari (2012) cuando defienden que
transmedia también es aplicable al mundo factual.
Es precisamente desde este prisma, el de la conexión del relato con el mundo factual al
que la narración refleja, desde el que se debe abordar el activismo transmedial, ya que su
objetivo final es modificar –mediante la denuncia y otro tipo de acciones- algún aspecto
de la realidad. Gracias a esta vinculación con lo real es como el espectador se ve impelido
a actuar de alguna forma, y es precisamente así como el crowdsourcing –o creación
colaborativa- toma razón de ser y se desarrolla en estos proyectos.
Jeff Howe (2006), al crear este término, define como al crowdsourcing como la deriva
natural de la exportación del modelo del software libre a cualquier ámbito productivo.3
Entre las características de este modelo, se hallan las siguientes, todas aplicables al mundo
de los proyectos de activismo transmedia:
- De transparencia, como por ejemplo en el uso del código abierto. Para fomentar
la participación de los miembros de una comunidad es imprescindible que tengan
acceso y conocimiento de las herramientas a su disposición así como del modo de
empleo.
- De colaboración, ya que debe permitir construir un proyecto en común a través de
la suma de esfuerzos.
3
Francisco David Martínez y Jordi Alberich, partiendo de este trabajo y otros, desarrolla esta idea,
incluyendo «a) los antecedentes y fundamentos del movimiento por una cultura libre fijados a través de
la Free Software Foundation y la Open Source Initiative, b) los sistemas Copyright versus Copyleft, GNU
General Public License, y de licencias Creative Commons, así como c) las propuestas y estrategias
colaborativas por el Conocimiento libre, tales como las desarrolladas por la Open Knowledge Foundation
o por Science Comons, entre otras a destacar» (2013:86-87).
- De participación, ya que sin la participación no tiene sentido el crowdsourcing,
puesto que por su propia definición precisa de varios integrantes en el equipo
desarrollador del proyecto.
- De libertad, tanto en el uso como en la libre adscripción por cualquier miembro
de la comunidad que decida contribuir.
Teniendo en cuenta estos factores, está claro que el activismo encuentra en esta nueva
filosofía colaborativa un modelo absolutamente útil para llevar a cabo la lucha por la
consecución de sus objetivos. A estas características que debe aunar el proyecto se le debe
sumar una serie de factores, siguiendo lo expuesto por Francisco David Martínez y Jordi
Alberich: «a) la existencia de un gran grupo de colaboradores, b) un coordinador y c) un
medio de comunicación para estar interconectados, así como desde una necesaria
concepción comunitaria de los bienes culturales en la sociedad red» (2013:93).
Gracias a esta filosofía es posible encontrar proyectos tan interesantes como el de Ciutat
Morta, generados para cuestionar ciertas actuaciones por parte del sector público en
contra de los intereses de los ciudadanos. Dada la naturaleza del proyecto, criticar al
sistema, decidió adoptar las vías de la transmedialidad, el crowdfunding (o
micromecenazgo) y el crowdsourcing como vías de desarrollo.
Ciutat Morta es una película documental española creada bajo la dirección de Xavier
Artigas y Xapo Ortega en el año 2013. En ella se narra el caso del 4F, en la que la
celebración de una fiesta en los alrededores de un teatro barcelonés, en una casa ocupada,
se vio interrumpida por una carga policial. En el alboroto cayeron varios objetos de la
azotea de la casa ocupada, ocasionando el impacto de una maceta el coma a un agente
que iba sin casco. Entre las detenciones efectuadas, se envió a tres jóvenes a la cárcel,
acusándoles del perjuicio ocasionado al policía. Tras dos años encerrados, se les condena
por la agresión, culpando a uno de ellos, Rodrigo Lanza, por haber lanzado una piedra a
la víctima desde una distancia de 10 metros.
El documental traza una reescritura de los hechos afirmados por la fiscalía, partiendo de
la premisa de que el enjuiciamiento y sentencia de estos jóvenes respondía a una política
de limpieza de Barcelona con el objetivo de gentrificar algunos barrios céntricos de la
ciudad condal.
El documental plantea que los otros dos jóvenes –Patricia Heras y Alfredo Pestana- fueron
detenidos por su forma de vestir, siendo todo el enjuiciamiento realmente contra un
colectivo, y no contra individuos concretos, a modo de ajusticiar el daño ocasionado al
policía. Estos jóvenes fueron detenidos e interrogados por policías, sometiéndoles a
torturas con el fin de ajustar sus declaraciones a un plan prestablecido. Así lo demuestra
el que dos de los policías que participaron en dicho interrogatorio –y luego declararon en
el juicio- fueran condenados a prisión con condenas de dos años por haber participado en
otro interrogatorio torturando a un joven extranjero.
Es importante resaltar este dato porque significa que el proyecto estuvo vivo durante años.
Por ejemplo, se incluyeron las imágenes del preestreno en el metraje final de Ciutat
Morta, lo que acerca el proyecto a la filosofía del software libre.
También es reseñable la transmedialidad del proyecto. Además del preestreno, con ese
acto simbólico-performativo mediante la ocupación, se editó un libro, se organizaron
4
https://www.verkami.com/projects/13186-ciutat-morta-cronica-del-caso-4f
5
El metraje emitido no fue el íntegro, ya que tuvo un recorte de 5 minutos en cumplimiento de una
sentencia judicial. Este veredicto fue visto por algunos como una forma de censura.
múltiples presentaciones –muchas en casas ocupadas- y se editó un DVD. A esto hay que
sumar el trabajo realizado desde la cuenta Twitter, tanto por los organizadores como por
los seguidores, así como diarios afines como Diagonal o el semanario La Directa.
5. CONCLUSIONES.
Sin este cuestionamiento, es imposible educar para un futuro, puesto que a menudo los
presupuestos educativos son erróneos al estar sometidos a una manipulación que «utiliza
técnicas ocultas para convencer y someter a otros» (Aparici y García Martín, 2017:30).
El cuestionamiento pues de los medios de comunicación se hace imprescindible para
desvelar las estrategias involucradas por influyentes grupos de poder, y dada la influencia
en los procesos educativos es necesario que estemos en alerta, puesto que como bien dicen
Roberto Aparici y David García Martín «educar no es manipular» (ibíd..).
Si seguimos lo expuesto por Mario Kaplún (1998) cuando afirma que debemos estar
abiertos a la experiencia en la educación, disminuyendo la autoridad tradicional del libro
de texto, creemos que es lícito reclamar este nuevo tipo de narrativas transmedia y
crowdsourcing para generar una nueva educación y, con ello, una nueva sociedad.
BIBLIOGRAFÍA:
Ansa Goicoechea, E. y Ariel Cabezas, Ó. (eds.) (2014). Efectos de imagen. ¿Qué fue y
qué es el cine militante? Santiago: Lom.
Aparici, R. y García Marín, D. (2017). Comunicar y educar en el mundo que viene.
Barcelona: Gedisa.
Aparici, R. y García Marín, D. (coords.) (2017). ¡Sonríe, te están puntuando! Narrativa
digital interactiva en la era de Black Mirror. Barcelona: Gedisa.
Bourdieu, P. y Passeron, J.C. (1996). La reproducción. Elementos para una teoría del
sistema de enseñanza. México: Fontamara.