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Orozco Ramos Diana Jacqueline

Bioética, equidad y justicia social


Existen diferencias en el estado de salud de las personas según distintos atributos
socioeconómicos, sociodemográficos, geográficos, étnicos o de género. Sin
embargo existe un desinterés respecto a la equidad en salud por parte de las
personas que trabajan en esta área.
Cuando surge la bioética tomo como principal los derechos de los pacientes y
dilemas éticas. Actualmente se encuentra en dilemas por el uso de tecnología en
los tratamientos, se otorgas más peso a algunos grupos sobre el resto de la
población. Pone atención en la salud y no sólo en los servicios de atención de salud.
Incluye todos los determinantes de la salud y tiene por conceptos clave los de
equidad, igualdad y justicia.
La bioética surge para “humanizar” la relación médico-paciente. El discurso bioético
ha reordenado los temas tradicionales generando nuevas síntesis, las cuales se
centran en dilemas humanos y no en rígidas fronteras de especialidades. Las
diferencias en salud causadas por estilos de vida libremente elegidos serían justas,
en tanto las restricciones a la libertad de elección generarían desigualdades
injustas.
Existe un acuerdo en aceptar cierto grado de desigualdad en salud, pero existe
desacuerdo en torno a que grado de desigualdad es moralmente aceptable. Para la
equidad horizontal entregar recursos equivalentes para iguales niveles de
necesidad y recursos diferentes para distintos niveles de necesidad. Mientras que
la equidad vertical tiene un mayor poder redistributivo.
Whitehead considera que las desigualdades en salud que resultan de condiciones
socioeconómicas y ambientales externas al individuo, incluidos los estilos de vida,
serían consideradas por muchos como injustas, ya que la mayoría de estas con-
diciones serían evitables.
Para las políticas públicas demostrar que una situación es inequitativa, en orden a
asignar recursos para disminuir esas disparidades. Considerando tres criterios
evitabilidad, elección y agente responsable. Una situación inequitativa sería aquella
en que las diferencias en la distribución de un bien, son financiera, técnica y
moralmente evitables, no reflejan libre elección, y las demandas debieran identificar
un agente responsable.
Focalizar las acciones en la población pobre tendría como resultado probable una
disminución de las desigualdades de salud entre los pobres y los ricos, pero
presenta dos problemas:
1. Implica excluir a la población que se encuentra inmediatamente después del
límite de pobreza definido, empeorando sus condiciones.
Orozco Ramos Diana Jacqueline

2. Sociedades con una mayor desigualdad en el ingreso tendrían una mayor


desigualdad en salud, independientemente de los niveles de ingreso de esa
sociedad en su conjunto.
Identificar la salud como un fenómeno multidimensional ayuda a comprender que
no depende exclusiva ni mayoritariamente del acceso a los servicios de atención de
salud.
Comentario
Me parece que esta lectura mantiene una relación con las analizadas anteriormente
en relación a que siempre el resolver el tema de la “enfermedad” tiene más
preponderancia sobre otras cuestiones como las socioeconómicas, el padecimiento
o los recursos necesarios. Es en mayor medida porque siempre se quiere recuperar
la salud del usuario.
Puedo decir que es verdad que no se tiene una equidad con respecto a la salud y
los sectores más pobres son los menos favorecidos en ocasiones, sin embargo para
tener una adecuada distribución, acorde a lo que entendí del texto, no basta con
darle mayor preferencia al sector más limitado pues entonces habría un intercambio
donde aquellos que están en una línea más alta que ellos empeorarían su situación
de accesibilidad a la salud. Regresando al principio, donde un sector siempre se
encuentra por debajo de lo justo para recibir el apoyo.
Finalmente la bioética se da como un medio para sensibilizar la relación entre
paciente y profesional de la salud, partiendo de dilemas centrados en las personas
y no meramente en el campo médico.

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