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Promoción de cerveza.
Fuente de vino para los peregrinos del Camino de Santiago. En el cartel se indica:
"A beber sin abusar / le invitamos con agrado / para poderlo llevar / el vino ha de
ser comprado".
Gratuidad1 es un concepto económico: la dispensación de un bien o un servicio sin
contraprestación o contrapartida aparente por parte del beneficiario, especialmente
cuando no hay precio o éste no se sustancia en un pago o cargo pecuniario que éste
haya de afrontar.
Gratis (del latin gratis, contracción de gratiis "por gratitud, a cambio de nada",
ablativo de gratiae, plural de gratia) comparte etimología con las distintas
acepciones de los términos "gracias" y "gracia" ("favor, estima, cualidad
agradable, buen deseo, gratitud", que en latín eclesiástico se usa para traducir el
término griego χάρισμα -kharisma-, derivado de gratus -"grato, agradable,
placentero", de la raíz preindoeuropea *gwreto-, forma en sufijo de la raíz *gwere-
-"favorecer"-).2 La expresión latina gratis pro Deo ("gratuitamente por el amor de
Dios"), utilizada desde la Edad Media, se emplea en la actualidad con sentido
irónico.3 La primera acepción del DRAE para la palabra "gratuito" es "de balde4 o
de gracia";5 recogiéndose como segunda acepción "arbitrario, sin fundamento",
proponiéndose como ejemplos las expresiones "acusación gratuita" y "suposición
gratuita".6
Índice
1 Economía
1.1 TANSTAAFL
2 Gratuidad de los sacramentos
3 Cultura de la gratuidad
4 Gratis contra libre
5 Véase también
6 Referencias
Economía
Es una noción ambigua, ya que en realidad ningún bien económico es gratuito
socialmente, puesto que todos tienen algún coste de producción o alguna
externalidad, y por tanto alguien tiene que asumirlos, aunque no los pague
directamente el consumidor (en el caso de que un bien no tenga coste alguno para
nadie, no es un bien económico sino uno de los llamados bienes libres).
También ocurre que el que disfruta de un bien o servicio gratuito afronta al menos
un coste de oportunidad (diferencia entre el valor del bien obtenido y el del bien
al que se renuncia por el hecho de aceptarlo).
Los bienes comunes y los bienes públicos pueden ser o no de acceso gratuito.8
TANSTAAFL
Robert A. Heinlein popularizó en 1966 (en su novela La Luna es una cruel amante) el
adagio preexistente (atestiguado al menos desde 1938) There Ain't No Such Thing As
A Free Lunch ("no hay tal cosa como un almuerzo gratis" -equivalente a las
expresiones castellanas "nadie da nada por nada" o "nadie da duros a peseta"-),
reducida al acrónimo TANSTAAFL.9 Retomado por Milton Friedman, se utiliza en
manuales de economía.
Cultura de la gratuidad
Frente al contenido de pago,10 la cultura de la gratuidad (gratiskultur)11 es la
que predomina en Internet. En palabras de Chris Anderson: "quien quiera estar
presente en la Red, tiene que ofrecer su contenido de forma gratuita".12
Véanse también: Freemium, Paga lo que quieras, Paga lo que puedas, Pay what you
want y Pay what you can.
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