Está en la página 1de 4

Ana era una adolescente de 16 años, era morena cabello largo y negro, extrovertida,

amigable como cualquier otra chica de su edad, pero eso solo era en el colegio apenas

llegaba a su casa era una persona fría, grosera y amargada por mucho tiempo ha estado

viviendo con resentimiento hacia sus padres por el hecho de que la sobreprotejan y no la

dejan experimentar en mundo por sí misma. Ana no iba a fiestas ni nada de estas cosas

por el estilo. Un día su amigo Juan y su mejor amiga Mari la invitaron a una fiesta.

Pregunta a la cual sin pensar respondió con un NO!

Sus supuestos amigos le insistieron, pero Ana a pesar de que sus padres fuesen así con ella

siempre les ha hecho caso. Pero esta vez era la excepción. Juan y Mari lograron

convencerla de ir y pensaron en como pedirían el permiso, y así fue Ana pidió permiso a

sus padres para al centro comercial y comer helado, aunque se sintió un poco mal porque
no es de mentirles así mismo no le dio más vueltas al asunto, pues era su día de disfrutar.

Las hamburguesas estuvieron de maravilla y la fiesta estupenda. Su amigo Juan la invito a

caminar y hablar por el jardín, aunque ya estaba medio borracho, pero primero quiso dar

una fumadita…

De repente comenzó a tocar a Ana en sus partes, eso no era lo que ella quería del todo.

Entonces pensó “talvez mis padres tenían razón” “quizás soy muy joven para

experimentar por mí misma” y con lágrimas en los ojos le dijo a Juan que la llevara a su

casa porque no quería quedarse

Con mucha rabia Juan encendió el carro y comenzó a conducir a toda velocidad. Ana se

sentía muy asustada, pero entre más le rogaba que fuese más despacio Juan conducía más

y más rápido.

Ana vio una luz esplendorosa y única nunca antes vista y pidiéndole a Dios que les ayudara

porque iban a chocar.


Ella recibió todo el impacto, todo de repente se tornó oscuro. Aun consciente sintió que

alguien la saca del carro retorcido y escucho voces que decías que llamaran a la

ambulancia. Le pareció escuchar que había otro carro involucrado en el choque. Despertó

en el hospital viendo caras tristes. “estuviste en un choque terrible” le dijo alguien.

En medio de la confusión se enteró que Juan había muerto

Incluso hasta a ella misma le dijeron que hacían todo lo posible, pero que lo más probable

es que moriría también en poco tiempo. ¿Y la gente del otro carro? pregunto Ana

llorando. “También murieron” le contestaron y comenzó a rezar a Dios para que la

perdonara por lo que había hecho y que ella solo quería divertirse como nunca lo había

hecho.

Llamo entonces a una enfermera y le pidió que le hiciera un favor de decirles a los del

familiares de los del otro carro que la perdonaran y que quisiera devolverles a sus seres

queridos.

Le dio el número de su madre le pidió que los llamara y les avisara, y que les dijera que la
disculparan porque les había mentido y que se sentía culpable de que varios hayan

muerto. La enfermera callada y como una estatua y entonces Ana murió.

Un hombre que se dio cuenta de todo comenzó a cuestionarla del por qué no había

cumplido con la última voluntad de la niña.

La enfermera en estado de shock miro al hombre con los ojos llenos de tristeza y dolor le

dijo que la gente que iba en el otro carro eran sus padres que habían salido a buscarla.

También podría gustarte