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Carlos De Sanzo
Por eso, en Trueque Bernal resolvimos diseñar un sistema para optimizar estas compras
comunitarias.
En vez del típico listado, creamos una proveeduría con los artículos de mayor consumo y
donde los prosumidores puedan hacer sus compras a un precio acomodando.
Nuestros prosumidores compran los constantes y a su vez, con ese dinero, la proveeduría
adquiere los productos que ofrecemos, y a un precio menor al del comercio minorista. Así,
los prosumidores consiguen las materias primas para producir a un menor costo y al mismo
tiempo se proveen para el hogar de productos con precios muy competitivos.
Les doy un ejemplo: hace dos meses que tenemos la leche larga vida a 0,60 constantes
unos $30 que es un 30% menos que el valor minorista que anda en $45. Lo único que varió
es el valor del constante que pasó de $50 por unidad a 52 pesos.
Los precios se mantienen siempre iguales y el que compró constantes, aunque pase el
tiempo, no pierde ya que el constante se ajusta cada mes por el índice de precios
mayoristas.
Estamos yendo a los nodos para explicarlo y llevar el sistema. Por otra parte, el constante
está en papel de alta seguridad para evitar falsificaciones. Y por supuesto, es una iniciativa
de la Red Global de Trueque y el Programa de Autosuficiencia Regional.
Tenemos una proveeduría que es como un banco con un coeficiente de caja del 100%. Es
decir que por cada constante hay una mercancía en depósito.
Las mercancías, como decía Silvio Gesell, envejecen, por eso tenemos que renovarlas.
Pero, con cada renovación, se beneficia el consumidor con un descuento y la proveeduría
cubre sus costos administrativos. Todos nos beneficiamos incluso los comerciantes que
participan. Todo lo que hacemos se basa en un diseño ganar-ganar