Con el objetivo de tomar conciencia sobre la necesidad de preservar la salud de nuestro
planeta, cada 28 de enero se conmemora el Día Mundial de Reducción de Emisiones de CO2, una fecha clave con la que la Naciones Unidas llama la atención sobre los efectos negativos que tienen estas emisiones, y que constituyen uno de los principales factores desencadenantes del cambio climático.
A continuación, técnicas para reducir las emisiones de CO2 en tu día a día:
Concienciarnos del problema. Conocerlo es el primer paso para poder hacerle frente. Apostar por la movilidad sostenible. Utilizar transporte público, ir en bicicleta o a pie siempre que sea posible, ayuda a reducir emisiones. Mejorar nuestra eficiencia energética. El derroche de energía incrementa las emisiones y gases que causan el calentamiento global. Ahorrar agua. Ten en cuenta que es un recurso limitado y es fundamental para la vida. Además, las reservas de agua minimizan el efecto de estas emisiones. Aumentar el uso de energías renovables. Las energías renovables evitan la emisión de CO2 y el gasto de combustibles fósiles. Priorizar productos de proximidad. Su consumo supone una huella de carbono más baja, al reducirse la necesidad y distancias de transporte. Plantar árboles. Retienen y neutralizan el CO2 y, al filtrar y enfriar el aire, contribuyen a paliar el problema. Reducir el consumo de elementos, bienes y servicios superfluos evita la producción y generación de emisiones. Reutilizar. Es fundamental para aprovechar y alargar al máximo la vida útil de los productos. Reciclar. Permite dar una segunda vida a los materiales de los productos de los que nos desprendemos y luchar contra el cambio climático.
La Huella de Carbono de Un Humano Es Una Medida Que Evalúa La Cantidad de Gases de Efecto Invernadero Que Se Generan A Lo Largo de La Vida de Una Persona Debido A Sus Actividades y Elecciones