Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. El pensamiento sistémico
Es una visión también centrada en el todo y no en las partes que conforman un sistema. Es la visión
holística como herramienta para alcanzar resultados que sumen más que las partes que los
componen, mediante el análisis a partir de los límites de los componentes, la organización de estos
y en el estudio de las conexiones de unas partes con otras.
Según W. Edward Deming, el padre de la calidad, los procesos de negocio que atraviesan
horizontalmente una organización son también sistemas dinámicos, pero las personas que dirigen y
ejecutan los procesos en estas organizaciones, no están preparadas para comprender este
pensamiento sistémico. El objetivo del pensamiento sistémico es resolver la complejidad y aplicado
a la gestión de empresas, resolver la complejidad debida a un entorno de mercado cada vez más
complejo. La relación de este pensamiento con BPM viene de la necesidad de dominar este tipo de
pensamiento para poder construir organizaciones gestionadas por procesos, obtener una
comprensión más profunda de los sucesos y sus relaciones y poder de esta manera influir o
interactuar con ellos.
Una de las principales diferencias entre el pensamiento tradicional y el sistémico es que el tradicional
usa una visión lineal, mientras que el sistémico hace uso de una visión circular para ayudarnos a
establecer las relaciones entre las partes. Es distinto del tradicional en la medida en que no estudia
las partes separadas que componen un sistema, sino que se centra en las interacciones entre las
partes del sistema.
Principios surgidos:
Todo sistema se basa en la interacción entre sus partes y esta propiedad es más determinante
que la cantidad de partes que lo compongan y su tamaño.
Lo obvio, a veces no es tan obvio, ni los criterios mayoritarios son siempre los más acertados.
Para poder influir sobre el sistema, debemos conocer su estructura, lo cual pasa por comprender
la complejidad de los procesos que lo conforman.
Causa y efecto no siempre están relacionados en el tiempo y en el espacio.
Con la descomposición de un sistema en sus partes esenciales no siempre podremos
comprender ni predecir su comportamiento.
Un sistema no puede crecer indefinidamente sin ajustar el mismo en su funcionamiento.
Nos es difícil determinar las consecuencias de nuestras acciones si estas no se visualizan a corto
plazo, lo cual nos crea problemas a largo plazo.
De igual manera, el no tener una visión global, la tendencia a estructurar y simplificar, nos causa
problemas en otras áreas de la empresa que no hemos predicho.
Las propiedades emergentes son intrínsecas a todo sistema complejo y pueden afectar al
sistema en distintos sentidos.
Considerar siempre los distintos puntos de vista es fundamental para comprender los sistemas.
Cuantas más partes e interconexiones tenga un sistema más estable será el mismo.
Cuantas más conexiones entre sistemas tengamos, más estables y redundantes serán los
mismos.
Los sistemas mantienen su estabilidad en base al feedback que obtienen de su entorno.
Influenciamos y somos influenciados por los sistemas de los que formamos parte.
Peter Fingar y la empresa como sistema
Fingar ahondaba en la necesidad de una visión de la empresa como sistema y señalaba a los
programadores y profesionales de TI como los principales poseedores de esta visión a la hora de
pensar en sistemas globales de la empresa, pues consideraba que los perfiles de personal de otros
departamentos como el de marketing, legal o financiero, se encuentran limitados a tareas específicas
de la empresa y no preparados en consecuencia para este tipo de pensamiento global y sistémico.
2. Modelado de negocios
Los modelos de negocio son la representación de la realidad de una organización y son utilizados
para entender cómo se organiza una empresa, cómo interactúa, que objetivos y estrategias persigue,
cuáles son las tareas y el trabajo que debe realizar para conseguir esos objetivos y como la empresa
creará valor a sus clientes. BPM hará uso de las herramientas de modelado de negocios porque son
una herramienta perfecta para analizar, planificar y tomar decisiones.
Los modelos de negocio representan de forma gráfica o verbal uno o más aspectos de una empresa
como:
Su propósito.
Estructura.
Funcionalidad.
Dinámica.
Lógica de negocio.
Componentes: fines, procesos, reglas de negocio, actores, etc.
a. Valor Y Ventaja Competitiva
Han existido diferentes formas de aportar valor a los clientes, pero hoy en día, para poder aportar
valor se debe disponer de una ventaja competitiva, es decir, que para poder tener éxito, nuestra
empresa debe hacer algo mejor que otras empresas, pudiendo encontrarse esta ventaja en la
orientación al cliente, en la mayor calidad de sus productos, en precios de venta más baratos o en
una posición de monopolio en el mercado. Sobre qué podemos hacer mejor que otros, debemos
recordar a Tracey y Weisman (1997) cuando decían que una empresa, para poder ser competitiva
debe escoger de entre alguno de estos aspectos, aquellos que le permitan ser mejor que ninguna
otra:
Cercanía al cliente. Liderazgo en clientes: con altos grados de calidad y servicio hacia los clientes
y su satisfacción.
Excelencia operacional. Liderazgo en Costes. Alta eficiencia y Mejora continua y en consecuencia,
menores costes de producción de los productos y servicios ofrecidos a los clientes.
Liderazgo en producto. Tener el mejor producto, con mejores características e innovaciones que
los de la competencia.
En los proyectos de BPM la propuesta de valor del proyecto nos asegurará que el beneficio de la
implementación de un proceso este alineado con los objetivos de negocio, que los procesos aporten
valor a nuestros clientes y stakeholders, en términos de aumento de ingresos, reducción de costes,
mayor grado de innovación en la organización, fidelización y satisfacción de clientes. Los procesos en
sí mismos, pueden ser considerados como cadenas de aportación de valor, en el sentido de que en
la secuencia de tareas de nuestro proceso, por lo que será obligación del equipo de proyecto y de sus
promotores, asegurar y comprobar que estos cumplan con la propuesta de valor especificada en el
modelo de negocio y la estrategia.
b. La cadena de valor
Conjunto de actividades que realiza la empresa para diseñar, producir, llevar al mercado, entregar y
apoyar sus productos. Las Cadenas de Valor, según Porter, son “la forma en que la empresa
desempeña sus actividades individuales, son un reflejo de su historia, de su estrategia, de su
enfoque para implementar la estrategia y las economías fundamentales para las actividades de la
misma.” Quien proporciona la ventaja competitiva son los procesos que ejecuta la empresa y es por
ello que estas buscan siempre nuevas formas de realizar sus procesos mejor que sus rivales. La
clave del éxito para alcanzar ventajas competitivas en una empresa, radica en escoger bien su
estrategia y centrase en ella.
La Cadena de Valor de una empresa se representa por una serie de funciones de negocio (gestión
de compras, recursos humanos, etc.), las cuales se pueden descomponer en unidades funcionales
más pequeñas. La Cadena de Valor se basa en la organización funcional de la empresa, donde las
actividades están organizadas en funciones de negocio.
La cadena de Valor básica está formada por:
Actividades Primarias: Son aquellas que tienen que ver con el desarrollo del producto, su
producción, su venta, la logística y comercialización así como los servicios de post-venta.
o Logística Interna: almacenamiento, inventarios, recibos.
o Operaciones: actividades de transformación.
o Logística externa: actividades de recopilación, almacenamiento y distribución física,
procesamiento de pedidos y entrega.
o Marketing y ventas: actividades para facilitar los medios de compra.
o Servicio Postventa: actividades para realizar y mantener valor.
Actividades de Apoyo: que sustentan las actividades primarias y se apoyan entre sí, como las
de recursos humanos, compras de bienes, materias primas y servicios, el desarrollo
tecnológico, etc.
o Aprovisionamiento: función de compras de abastecimientos.
o Recursos Humanos: selección, contratación, formación y desarrollo de personal.
o Tecnológicos: procedimientos, equipamiento, I+D, etc.
o Infraestructura: que apoyan a la cadena completa: administración, finanzas, contabilidad,
calidad, sistemas de información, legal, etc.
En la teoría de Porter, además de la Cadena de Valor de una empresa, tenemos que contemplar
también las cadenas de otras empresas, pues las empresas colaboran unas con otras en sistemas
abiertos, en la que cada una intenta alcanzar sus objetivos y en consecuencia, sus Cadenas de Valor
también están interrelacionadas. A este ecosistema de Cadenas de Valor interrelacionadas lo
denominamos Sistema de Valor y estará formado por Cadenas de Valor interrelacionadas, cada una
de las cuales está asociada con una empresa.
Cadena de valor de los proveedores: crean y aportan los abastecimientos o insumos que
nuestra empresa necesita.
Cadenas de valor de los canales: a través de los cuales entregamos los productos a nuestros
clientes y cuyos costos y márgenes de distribución, forman parte del precio que pagará
finalmente el cliente y afectarán por tanto a la satisfacción de este.
Cadenas de valor de compradores: son la fuente de diferenciación por excelencia, puesto que
en ellas la función del producto determinará las necesidades del cliente.
Los pasos generales a seguir para la construcción de la cadena de valor son los siguientes:
1) Diseñar la cadena de valor: capturando todo lo que se realice dentro de la empresa. Dividiendo
y aislando las actividades, atendiendo a las que tengan economías diferentes, tengan un alto
potencial de diferenciación o aquellas que tengan un alto impacto en el costo.
2) Analizar las conexiones: la cadena de valor no está formada por actividades interdependientes,
analizaremos las conexiones y relaciones entre ellas, buscando las ventajas competitivas en la
optimización y coordinación de las distintas actividades y que nos puede conducir a la
eliminación de actividades innecesarias.
3) Realizar benchmarking con nuestros competidores.
4) Evaluar el sistema de valor en su conjunto y las conexiones de nuestra cadena de valor con las
de proveedores y canal.
5) Analizar la cadena de valor del cliente.
El diseño de nuestra cadena y sistema de valor nos resultará de gran utilidad a la hora de definir los
procesos de nuestra empresa cuando iniciemos un proyecto de BPM y nos facilitará la tarea de
entender las relaciones entre las distintas actividades internas y externas de la empresa y como
estas están conectadas con otros recursos y actividades
A la hora de modelar los procesos de negocio, podemos hacerlo con diferentes niveles de detalle,
donde la suma de todos ellos, con su descomposición, conformará el “mapa de procesos”.
En el nivel estratégico definimos los procesos que son necesarios, los procesos más generales,
la arquitectura y coordinación ente los mismos y con otros procesos.
En el nivel táctico nos centramos en como diseñar y gestionar los procesos.
En el nivel operacional, vemos ya toda la complejidad y variaciones de los procesos, detallamos
las actividades a nivel de personas o sistemas que deberán realizar las actividades y que serán
el nivel más detallado del modelado.
A nivel táctico, decidimos como diseñar y gestionar los procesos así como la coordinación entre
los mismos. Aquí es donde se definen los procesos, siguiendo la lógica de la cadena de valor.
El modelo de referencia para la gestión de la Cadena de Valor y donde podremos encontrar estas
cadenas aplicadas a distintos tipos de empresas y sectores para la mejora de nuestra propia cadena
de valor es el Value Reference Model (VRM).