CONCLUSIONES

El Salto cualitativo de la Democracia

En la coincidencia del anhelo por conseguir una verdadera democracia, ha de darse una alianza de los sectores
político, económico y ciudadano. Sólo eso proporcionará el nivel de viabilidad y consenso imprescindibles a la hora de
afrontar efectivamente este reto en el que está en juego la convivencia. El equilibrio entre la autoridad moral y la
competencia técnica es fundamental para ello.
Las instituciones y agentes democráticos no son intocables ni incuestionables y han de responder a la realidad y
necesidades del pueblo del que forman parte y al servicio del cual están. Han de someterse a revisión su constitución y
su actuación en base a la sensibilidad con respecto al bien común, la rendición de cuentas, la competencia y la
transparencia. Y esto ha de estar establecido y regulado en las reglas del juego democrático a todos los efectos.
Pensar la democracia en clave de paz es hablar de calidad de la convivencia y de desarrollo. Un desarrollo que
posibilite las condiciones de igualdad de los ciudadanos y el reconocimiento de la dignidad imprescindibles para
implementar un marco político. Éste ha de apoyarse en los mínimos de justicia, y posibilitar la realización del proyecto
de vida de cada persona y cada grupo humano, desde el respeto al pluralismo y el disenso.