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La novela recoge lo que la historia olvida

Por: Santiago Rios Castillo


Grado: 11-A
En la realidad de nuestra sociedad actual, abunda el pensamiento utilitarista sobre
las remuneraciones de nuestros actos, seria en este caso totalmente válido
pensarnos que beneficios tendrían para nosotros leer novelas, más allá de
entretener, en contraposición a los libros de historia. Para este posible
cuestionamiento, es pertinente poner en una balanza a la novela y a la historia,
pero no podríamos separarlas, por el contrario se trataría de una relación casi
dependiente. Para ejemplificar mejor esta posición, me gustaría centrarme en la
novela Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, pero no desde un
enfoque externo, partiendo de los supuestos que generan un panorama erróneo
de la novela, sino de la capacidad de esta para hacernos comprender la historia
de Colombia.
La novela cien años de soledad nos releva el verdadero impacto de la violencia
colombiana en la sociedad, una clara evidencia es la magnitud y la constancia de
la guerra bipartidista, pues es pertinente nombrar que el partido liberal y
conservador fueron los principales ejes en el enfrentamiento durante el siglo XX.
”Quiere decir –sonrió el coronel Aureliano Buendía cuando terminó la lectura –que
solo estamos luchando por el poder. Son reformas tácticas –replicó uno de los
delegados”1. La novela traza en su historia la degradación bélica de quienes
luchan en la guerra, el carácter deshumanizante del conflicto, así el
enfrentamiento que se plasma en cien años de soledad es meramente socio-
político y económico. Esta narración hace memoria a una violencia degradada,
que enfrentó la población, todo esto bajo los problemas de la tierra y los intereses
extranjeros, que se apoyaron en un sistema electoral, para ejercer una ideología
frente a la clase trabajadora, dejándolos a la deriva en cuanto a una posible
reivindicación social.
Se pude notar como Macondo solía ser un lugar donde reinaba la prosperidad y la
paz, hasta la llegada del ferrocarril, este lo podríamos definir desde mi punto de
vista como la afectación del tiempo, haciendo una metáfora para referirse a la
llegada de la modernidad a Macondo, trayendo consigo una oleada de impactos
industriales por parte de compañías extranjeras. Gabriel García Márquez presenta
en su obra, la matanza perpetrada por el ejército contra los trabajadores de la
United Fruit Company, huelga la cual fue contestada por el ejército nacional con
las armas, asesinando a un número incalculado de personas, algunos hablan de
miles, otros de unos pocos.

1GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. Cien años de soledad. Buenos Aires, Planeta,


2007. P. 273.
Como dije anteriormente, Colombia ha sido un país colmado tristemente por
guerras civiles, muchas de las cuales tiene raíz en los conflictos entre las ideas de
los dos partidos tradicionales, en este punto es donde se relaciona la novela, que
en este caso es puntualmente Cien años de soledad, y la historia, pero una
categoría histórica desde los tejidos más internos de las culturas, estaríamos
hablando de las tan nombradas realidades microscópicas, como lo afirmaba Jaime
Jaramillo Uribe, nos presentaríamos ante un escenario donde la historia toma el
protagonismo desde un punto de vista cotidiano y plenamente subjetivo, donde se
enmarca las vivencias y las pasiones más internas del hombre común, dejando
atrás los sucesos heroicos, y priorizando una mirada más encaminada a un ámbito
privado. “La historia se construye o reconstruye desde la experiencia del
protagonista o del testigo”2. En el fondo de la novela, García Márquez relaciona la
violencia y las ideologías extremistas con una lectura sobre el tiempo histórico,
sobre la construcción de la memoria y un factor fundamental, el paso del olvido. El
autor realiza un dialogo con el lector de manera indirecta, donde su principal
preocupación es su Colombia natal, que es imagen del recuerdo de sucesos
atroces, pero que han sido cegados para nuestros ojos.
¿Cómo es posible que una población aterrorizada por la violencia y la sed de
poder, pueda olvidar su historia? En cien años de soledad es clave comprender el
significado del olvido, que es constantemente mencionado en la obra, como la
peste del insomnio, hasta el ciclo de generaciones que se vive en Macondo,
dejando atrás aquellos atroces y dolorosos acontecimientos para vivir en el olvido
y la ignorancia. “No tengo aquí espacio para detallar todas las formas sutiles en
que las páginas de la novela modifican la verdad histórica tal como es contada en
los manuales, pero lo más interesante, para mí, son las formas en que no lo
hace”3. La novela tiene un toque magistral, y es que no evidencia la sociedad
colombiana coaccionada desde alguna ideología bipartidista, por el contrario,
surge una trama subjetiva, centrándose en una familia cotidiana, que se ve
envuelta en los vaivenes de las reformas políticas e industriales que afrontaron la
población colombiana durante el siglo XX.
Algunos críticos denuncian de que cien años de soledad carece de seriedad, pero
podemos afirmar que la obra crea una consciencia de la falsedad por parte de los
discursos históricos que se nos presentan para demostrarnos los hechos
ocurridos, en un lado se coloca el olvido como elemento fundamental y por otro el
rol del lenguaje para la creación y adaptación de posibles versiones históricas,
pudiendo afirmar por mi parte, que la novela demuestra lo ficticio, lo subjetivo y lo
posiblemente falso de toda historiografía. Partiendo desde esta lógica

2 MESA MEJÍA, Alberto Alejandro. La novela: relectura de la historia. 2001.


Disponible en internet:
http://biblioteca.ucp.edu.co/OJS/index.php/paginas/article/view/3358
3 VÁSQUEZ, Juan Gabriel. El arte de la distorsión. 31 enero 2007. Disponible en

internet: https://www.letraslibres.com/mexico-espana/el-arte-la-distorsion
argumentativa, la novela puede ingresar a las realidades más subjetivas de las
sociedades, cosa que los historiadores en sus libros no pueden hacer, podríamos
decir que los novelistas traspasan la barrera de formalismo que los libros de
historia no pueden, para leerse como cien años de soledad, como una parodia de
la historiografía en general, poniendo en tela de juicio tanto la fiabilidad de los
historiadores, como su límite en cuanto a la capacidad de retratar la realidad.
En conclusión, la novela de Gabriel García Márquez nos expone una realidad más
cotidiana de las eventualidades que sucedieron en el panorama colombiano
durante la violencia bipartidista entre las ideologías liberales y conservadoras,
haciendo hincapié en el trasfondo de los intereses de poder por parte de los
gobernantes, una sed de poder y dominación que sigue vigente en nuestra
sociedad, pero que ha sido opacada por la tradición latinoamericana de olvidar la
historia.

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