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291-304
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
A lo largo de su historia la psicología de ce dos mil años con los estudios de Galeno
la personalidad ha tenido como objetivo e Hipócrates sobre los cuatro humores tem-
principal la búsqueda de los elementos, ti- peramentales y que todavía no había llega-
pos o rasgos básicos con los que describir la do a su término. El concepto de tempera-
estructura de la personalidad. Allport mento se remonta así a los primeros intentos
(1973) afirmó que esa búsqueda empezó ha- hechos desde la medicina griega por descri-
bir los tipos básicos de la personalidad. Es-
Correspondencia: David L. Palenzuela tos tipos fueron cuatro (melancólico, coléri-
Facultad de Psicología co, flemático y sanguíneo) y han prevaleci-
Universidad de Salamanca
Avenida de La Merced, 109-131
do como unidades de análisis en el estudio
37005 Salamanca (Spain) de la personalidad durante siglos.
291
VERSIÓN ESPAÑOLA DEL PAVLOVIAN TEMPERAMENT SURVEY (PTS-S)
Sin embargo, en una etapa más reciente, de personalidad, como es el caso de Strelau
cuando en torno a los años 30 emergió el es- (1987a).
tudio de la personalidad como un área de la Con todo, si bien durante siglos el estudio
psicología con identidad propia, el concepto de la personalidad ha estado ligado al con-
de temperamento quedó relegado a un se- cepto de temperamento y éste, en su etapa
gundo plano si tenemos en cuenta, como ha contemporánea, ha ocupado un lugar en la
expresado Strelau (1987a), que no fue con- investigación de la personalidad dentro de
templado en la mayoría de las teorías de la las teorías de los rasgos, en el presente siglo
personalidad aparecidas en las décadas si- y en particular en las últimas décadas, los es-
guientes a esos años. Este fue el caso de las tudios sobre la personalidad y el tempera-
teorías psicoanalíticas, neopsicoanalíticas, mento parecen haber transcurrido por cami-
fenomenológicas, cognitivas y de las teorías nos diferentes, como se pone de manifiesto
del aprendizaje, especialmente de las teorí- en las revisiones de ambos campos (véase
as del aprendizaje social. por ejemplo Pervin, 1990, en relación con la
Ha sido dentro de las teorías de los ras- personalidad, y Strelau y Angleitner, 1991a,
gos, donde el concepto de temperamento ha en relación con el temperamento). Si a partir
recibido alguna atención, siendo considera- de los años 30 el estudio científico de la per-
do en algunos casos como una parte o ele- sonalidad fue creciendo progresivamente
mento de la estructura de la personalidad y impulsado por psicólogos como Allport,
en otros como sinónimo de personalidad. Murray y Cattell —entre otros—, ha sido a
Eysenck (1970), por ejemplo, ha estudiado partir de los años 50, como ha señalado Stre-
las bases biológicas —fisiológicas— de las lau (1991), cuando se ha producido un rena-
tres dimensiones de personalidad por él pos- cimiento en el estudio del temperamento im-
tuladas, utilizando personalidad y tempera- pulsado por un grupo diferente de psicólo-
mento como sinónimos. Estableció además gos, ajenos al campo de la personalidad,
una correspondencia entre las dimensiones dando lugar a una gran proliferación de teo-
de extraversión y neuroticismo con los cua- rías y distintas formas de entender el con-
tro temperamentos clásicos. Más reciente- cepto de temperamento, así como al desarro-
mente, algunos investigadores relacionados llo de una gran cantidad de instrumentos
con el modelo de los Cinco Grandes rasgos psicométricos para evaluarlo (véase por
de la personalidad los han considerado — ejemplo Goldsmith et al., 1987; Strelau,
con la excepción del rasgo apertura a la ex- 1991; Strelau y Angleitner, 1991a, 1991b).
periencia— como dimensiones tempera- En relación con este grupo de psicólogos
mentales. Hofstee (1991), en un intento de impulsores del enfoque contemporáneo en
recuperar el enfoque personológico ha ex- la investigación del temperamento, Strelau
presado que la personalidad es el estudio de (1991) ha distinguido, en un sentido muy
los rasgos y que el temperamento forma amplio, dos escuelas que, por otra parte, han
parte de la personalidad. Una postura simi- desarrollado su trabajo en un contexto de
lar ha sido también defendida por algunos aislamiento y de mutua ignorancia. Uno de
investigadores del temperamento como los grupos estaría representado por Alexan-
Buss (1991), que concibe la emocionalidad, der Thomas, Stella Chess y sus colegas en
la actividad y la sociabilidad como tres ras- Nueva York (E.E. U.U.), entre los que se
gos temperamentales de la personalidad. En podría considerar a Plomin, Buss, Golds-
cambio, otros investigadores han defendido mith o Rothbart. El otro grupo lo represen-
la idea del temperamento como un fenóme- tan Boris M. Teplov y Vulf S. Merlin en Ru-
no diferente —aunque complementario— al sia, entre los que también cabría mencionar
a Nebylitsyn, Ravich-Shcherbo, Simonov o ser que nos encontramos ante uno de los
Shlakhta. A pesar de que existen algunas di- conceptos sobre los que hay más acuerdo
ferencias entre estos grupos —de hecho que desacuerdo (Strelau y Angleitner,
también existen dentro de cada grupo, de 1994). Así, sea cual sea la teoría, el concep-
modo que algunos de los teóricos america- to de temperamento es utilizado para refe-
nos mencionados no se consideran pertene- rirse a las características de la conducta que
cientes al grupo de Thomas-Chess (ver Stre- están presentes desde la infancia y tienen
lau, 1991)— ambos compartieron un recha- una fuerte fundamentación biológica o he-
zo al enfoque constitucionalista del tempe- reditaria (Strelau, 1987a; Strelau y Angleit-
ramento de los años 40, representado por E. ner, 1994). También los aspectos emociona-
Kretschmer en Europa y W. H. Sheldon en les han estado muy vinculados al concepto
Norteamérica. de temperamento, estando presentes en casi
Habría que señalar, no obstante, que ese todas las teorías. De hecho, algunos teóricos
aislamiento entre el mundo occidental y an- como Allport, Gray, Mehrabian, Goldstein
glosajón, por un lado, y la Europa del Este, y Campos han tratado de limitar el tempera-
por otro, ha tenido algunas excepciones mento a las características emocionales (ver
(Strelau, 1991). Una de ellas sería la del gru- Strelau y Angleitner, 1991b). Strelau
po de Varsovia de Jan Strelau que en su teo- (1987b) ha considerado la emoción como
ría regulativa del temperamento ha tenido un concepto clave en la investigación del
en cuenta la investigación generada en la temperamento y en parte ha modificado su
Unión Soviética y la desarrollada en el mun- propia teoría para incluir la emotividad (ver
do occidental anglosajón, incluyendo al gru- Strelau, 1993). Otro aspecto que ha sido
po de Thomas-Chess. También habría que destacado para diferenciar el concepto de
considerar los esfuerzos realizados, desde temperamento del de personalidad es que el
una perspectiva biológica de la personali- primero describe características formales de
dad, por un grupo de psicólogos anglosajo- la conducta (v.g., fuerza, movilidad y reac-
nes como Hans J. Eysenck o Jeffrey A. Gray tividad), mientras que el segundo se refiere
para establecer un puente entre los concep- a contenidos específicos de la misma (v.g.,
tos pavlovianos y neopavlovianos del tem- amabilidad y responsabilidad).
peramento y las dimensiones de personali- Dentro de este resurgimiento del cons-
dad con base biológica por ellos postuladas, tructo de temperamento, la conceptualiza-
así como la colaboración de estos psicólogos ción de Pavlov ha alcanzado una gran popu-
de la Europa Occidental con el grupo de Var- laridad en la última década (Strelau, An-
sovia (v.g., Strelau y Eysenck, 1987). En la gleitner, Bantelmann y Ruch, 1990). Como
actualidad se está buscando una síntesis de han señalado Strelau et al. (1990) esto se ha
ambos enfoques, como puede verse en el ca- debido a que la tipología de Pavlov ofrece la
pítulo escrito por Jan Strelau y Robert Plo- interpretación fisiológica más adecuada de
min (1992) en relación con las teorías del los tipos temperamentales descritos por Hi-
temperamento de Strelau y sus colaborado- pócrates y Galeno, por un lado, y a que los
res (Strelau, 1983, 1993) por un lado, y las constructos de Pavlov de fuerza del Sistema
de Buss y Plomin (1984), por otro. Nervioso Central (SNC) e inhibición pro-
Más allá del aislamiento entre los propios tectiva están estrechamente relacionados
investigadores y de la diversidad teórica y con el concepto de arousal (activación) en-
conceptual en cuanto al modo de entender el fatizado en teorías biológicas de la persona-
concepto de temperamento y, en particular, lidad como la de Eysenck (ver Ruch, 1992
su relación con el de personalidad, parece para una comparación entre estas tres teorí-
as tipológicas del temperamento). De ahí truido varias versiones del PTS destinadas a
que la adaptación al castellano del único diversas culturas. La razón principal dada
instrumento psicométrico existente para por Strelau y sus colegas para cambiar la
medir los tipos temperamentales derivados denominación del cuestionario es que la
de la teoría pavloviana pueda ser de gran in- nueva denominación (PTS) se ajusta a lo
terés científico y profesional. que realmente pretende medir, los rasgos
Una razón más para la adaptación de un temperamentales descritos por Pavlov. Ade-
cuestionario sobre el temperamento pode- más, con ello se evita confundirlo con otra
mos encontrarla en el progresivo y amplio medida desarrollada por Strelau para medir
interés por el estudio de este concepto (véa- los constructos temperamentales pertene-
se por ejemplo Bates y Wachs, 1994), inclu- cientes a su propia teoría, conocida como te-
so desde perspectivas teóricas de la perso- oría regulativa del temperamento (Strelau,
nalidad muy influyentes que lo ignoraron 1993).
junto a los aspectos emocionales de la con-
ducta, como fue el caso de las teorías del Bases Teóricas del PTS
aprendizaje social. De este modo, en la re-
visión que Walter Mischel ha hecho re- Pavlov partió de la idea de que la con-
cientemente (Mischel y Shoda, 1995) de su ducta del hombre y de los animales está bá-
primera conceptualización de la personali- sicamente gobernada por el sistema nervio-
dad (Mischel, 1973), ha considerado los as- so. Por lo tanto, y dado que intentaba inves-
pectos emocionales y ha enfatizado el papel tigar las diferencias individuales en térmi-
que juega el temperamento en la determina- nos explicativos más que descriptivos, cen-
ción del sistema cognitivo-afectivo de la tró su interés en el estudio de los procesos
personalidad. Dada la enorme influencia del SNC. Para Pavlov estos procesos son
que Mischel viene teniendo en el campo de fundamentalmente: la excitación y la inhibi-
la personalidad en las últimas décadas, des- ción. Son dos procesos opuestos del SNC
de que se publicó su dura crítica a la teoría que interactúan mutuamente (la inhibición,
de los rasgos (Mischel, 1977), es posible por lo tanto, no se reduce a la mera ausencia
que su nueva conceptualización ejerza una de excitación). Estos dos procesos constitu-
influencia positiva por lo que respecta al yen la base de la tipología pavloviana. Sin
acercamiento entre los investigadores del embargo, la construcción de los tipos no se
temperamento y los de la personalidad. llevó a cabo directamente sobre los proce-
El propósito de este artículo es presentar sos sino sobre sus propiedades generales
una adaptación española del Pavlovian que, según Palvlov, constituirían las dimen-
Temperament Survey (PTS), que es un cues- siones temperamentales explicativas de la
tionario desarrollado por Jan Strelau y sus variabilidad de los sujetos. Pavlov distin-
colegas para medir el temperamento tal co- guió tres propiedades: fuerza, equilibrio y
mo fue conceptualizado por Pavlov (1951- movilidad. La fuerza se refiere a la capaci-
1952, citado en Strelau et al. 1990). El PTS, dad de trabajo de las células nerviosas (tan-
inicialmente desarrollado por Strelau (1972, to con respecto a la excitación como a la in-
citado en Strelau et al., 1990) y publicado hibición), el equilibrio alude al balance en-
en inglés (Strelau, 1983), era conocido co- tre los procesos de excitación e inhibición y,
mo Strelau Temperament Inventory (STI). por último, la movilidad hace referencia a la
Posteriormente fue revisado por Strelau et velocidad de los procesos nerviosos (veloci-
al. (1990), desarrollándose una nueva ver- dad de iniciación, terminación y transfor-
sión (STI-R), a partir de la cual se han cons- mación de la excitación y/o inhibición).
res). Se obtuvieron los datos en una muestra puntos (muy de acuerdo, de acuerdo, en de-
con un amplio rango de edades (entre 14 y sacuerdo y muy en desacuerdo), codifica-
83 años), siendo la media y la desviación tí- das de 4 hasta 1, de forma que los mayores
pica de la edad de los sujetos 31,27 y 13,88 valores indicasen mayores niveles en los
años respectivamente. No hay diferencias constructos.
significativas entre las medias de edad de
los varones y de las mujeres. Selección de los Items
Tabla 2
El análisis de los datos fue llevado a ca-
Composición de la muestra: sexo, edad y nivel bo en la Universidad de Bielefeld (Alema-
de estudios nia) mediante un programa especialmente
desarrollado para la codificación y el análi-
Varones Mujeres
Estudios Estudios
sis de los ítems del PTS (Strelau y Angleit-
Edad Primarios Medios Superiores Total Primarios Medios Superiores Total ner, 1994). En cada ítem, las omisiones fue-
Menos de 20 01 09 013 023 04 14 011 029 ron sustituidas por su media. Los criterios
20 - 30 07 17 122 146 05 29 077 111 básicos para seleccionar los ítems, funda-
31 - 40 07 16 013 036 12 20 017 049 mentados en la validación multirrasgo-mul-
Mas de 40 21 06 022 049 29 17 013 059
Total 36 48 170 254 50 80 118 248
timétodo, fueron los siguientes:
Tabla 3
al., en preparación). Asimismo la variabili-
Porcentajes de ítems del PTS-S comunes con dad relativa de las escalas es similar a la de
otras versiones otras versiones (Strelau y Angleitner, 1994;
Strelau, Angleitner y Newberry, en prepara-
Dimensiones
Versiones SE SI MO ción).
Alemana 54.5 59.1 59.1
En la Tabla 5 también figuran las medias
Polaca 45.5 54.5 54.5 y desviaciones típicas de las escalas del PTS-
Coreana 36.4 22.7 72.7 S, tanto para la muestra total como para las
Japonesa 40.9 18.2 59.1 muestras de varones y mujeres. De manera
Italiana 45.5 31.8 54.5
Rusa 45.5 40.9 63.6
convergente con otros trabajos (Newberry et
Húngara 72.7 63.6 59.1 al., en prensa; Strelau et al., 1990; Strelau y
Holandesa 45.5 36.4 77.3 Angleitner, 1994; Strelau et al., en prepara-
Australiana 31.8 36.4 54.5
ción), existe una relación significativa entre
Griega 54.5 36.4 72.7
Belga 59.1 40.9 72.7 el sexo y las escalas SE y SI —los varones
Británica 54.5 59.1 77.3 han obtenido valores promedio significativa-
mente más elevados que las mujeres—, pero
no con la escala MO (t515=9,59; p=0,0001;
Resultados y Discusión t515=4,87; p=0,0001 y t515=1,45;
p=0,1470, respectivamente). Esta diferencia
A continuación se presentan los primeros entre los hombres y las mujeres en la dimen-
datos psicométricos de la versión española sión de fuerza de excitación (SE) general-
del PTS. En la Tabla 4 aparece un resumen mente aparece en el resto de las versiones.
de los índices de discriminación de los No ocurre lo mismo con respecto a la di-
ítems (correlación corregida ítem-escala) de mensión fuerza de inhibición (SI): la dife-
cada escala. Como puede observarse, la dis- rencia a favor de los varones sólo aparece en
criminación de los ítems es moderadamente las versiones holandesa y húngara. Como en
alta. Los coeficientes alpha y los coeficien- el resto de las versiones, no se han encontra-
tes de variación (CV) de las escalas en am- do diferencias entre sexos en la dimensión de
bas muestras pueden verse en la Tabla 5. movilidad (MO). Globalmente, los resulta-
dos se asemejan a los obtenidos en otras ver-
Tabla 4 siones (Strelau et al., en preparación).
Valores máximo, mínimo y promedio de los Newberry et al. (en prensa) han sugerido
índices de discriminación (correlaciones
corregidas ítem-escala) de los ítems de las
que las diferencias en SE podrían estar rela-
escalas del PTS-S cionadas con el hecho de que los varones
son más asertivos y puntúan más alto que las
Escala Mínimo Máximo Medio mujeres en la dimensión búsqueda de sensa-
ciones, debido a que esas conductas estarían
SE 0.31 0.61 0.47
SI 0.31 0.50 0.39
facilitadas por un sistema nervioso más fuer-
MO 0.20 0.66 0.45 te (mayor fuerza de excitación). Sin embar-
go, como se desprende del meta-análisis re-
alizado por Feingold (1994) son todavía po-
Los valores indicativos de la fiabilidad cos los estudios que existen sobre las dife-
de las escalas son satisfactorios y similares rencias en personalidad asociadas al sexo.
a los obtenidos con el PTS en otras culturas Por ello, será necesario evaluar la interpreta-
(Strelau y Angleitner, 1994; Newberry et ción de Newberry y sus colegas con los da-
al., en prensa; Strelau et al., 1990; Strelau et tos aportados por futuras investigaciones.
Tabla 5
Medias, desviaciones típicas, coeficientes de variación y coeficientes alpha de Cronbach de las escalas
del PTS-S
SE 55.29 8.26 14.94 0.88 48.74 7.22 14.81 0.82 * 51.98 8.41 16.18 0.88
SI 60.96 6.85 11.24 0.84 58.06 6.63 11.42 0.81 * 59.50 6.89 11.58 0.83
MO 61.97 7.49 12.09 0.89 61.06 6.84 11.20 0.84 61.51 7.18 11.67 0.87
* Diferencia significativa entre las medias de los varones y las mujeres (p < .01).
Las tres escalas correlacionan significa- PTS (Strelau et al., en preparación). New-
tivamente entre sí y la magnitud de la corre- berry et al. (en prensa) han argumentado
lación es moderada-alta. Este patrón de in- que esta correlación puede deberse a que ca-
tercorrelaciones es similar al de otras ver- da una de ellas se apoya en la otra. Es decir,
siones (Strelau y Angleitner, 1994; Strelau el cambio de estímulos o actividad es en sí
et al., en preparación). Sin embargo, debido mismo una fuente de arousal por lo que la
a las diferencias encontradas entre sexos en SE facilitaría la expresión de la MO. Al
dos de las escalas, hemos analizado las in- mismo tiempo, si SE implica hambre de
tercorrelaciones entre las tres escalas y las estimulación así como tolerancia a la mis-
correlaciones de estas con la edad separa- ma, entonces la MO proporcionaría una vía
damente en la muestra de varones y en la de expresión para la SE. Como señalan es-
muestra de mujeres (ver Tabla 6). En la tos autores, esta explicación no impide el
muestra de varones existe una fuerte rela- considerar ambas dimensiones como inde-
ción entre las tres escalas, pero en la mues- pendientes desde una perspectiva teórica.
tra de mujeres sólo correlacionan significa- Un apoyo a esta independencia entre las es-
tivamente las escalas SE y SI con MO, calas SE y MO podemos encontrarlo en el
aunque en menor medida. hecho de que aparezca una diferencia entre
Este patrón de correlaciones inter-escalas sexos en SE, y no en MO. En próximos es-
diferenciado en función del sexo tampoco tudios, es necesario buscar las evidencias
es único de la versión española. Cabe desta- que nos permitan clarificar la relación entre
car la alta correlación de las escalas SE y las escalas SE y MO, así como sus relacio-
MO que aparece en las muestras de ambos nes diferenciales con otros constructos y
sexos en la mayoría de las versiones del criterios conductuales.
Tabla 6
Correlaciones entre las escalas del PTS-S y la edad de los sujetos
Por otra parte, las correlaciones de las nes y existe una gran variabilidad en cuanto
tres escalas con la edad también difieren al grado y signo de las correlaciones, es di-
considerablemente en función del sexo. En fícil hacer alguna interpretación de las rela-
la muestra de varones se han obtenido co- ciones entre la edad y las dimensiones del
rrelaciones negativas de todas las escalas PTS. Si acaso, sólo en las muestras de mu-
con la edad, lo cual indica que los niveles de jeres la correlación entre la SI y la edad pa-
las variables decrecen con la edad, especial- rece reflejar alguna consistencia entre las
mente de la variable SE. En la muestra de diferentes versiones, siendo la correlación
mujeres, sin embargo, sólo existe aso- positiva y no muy alta.
ciación significativa de la edad con la esca- Finalmente, en la Tabla 7 aparecen los ba-
la SI. Esta asociación es baja y, a diferencia remos de las escalas expresados en percenti-
de la muestra de varones, de sentido positi- les. Dadas las diferencias encontradas entre
vo. Puesto que estos resultados no son en sexos hemos presentado también los bare-
general coincidentes con los de otras versio- mos del PTS-S separados para cada sexo.
Tabla 7
Baremos de las escalas del PTS-S
99 73 74 82 78 85 86 68 72 80
95 65 70 73 68 71 74 59 69 71
90 62 67 69 65 68 70 57 65 69
80 58 64 66 61 65 66 54 63 66
70 56 62 64 59 63 64 52 61 64
60 54 61 63 57 62 63 50 60 63
50 51 59 62 55 61 62 48 58 61
40 49 58 60 53 59 61 46 56 59
30 47 56 58 50 58 59 45 54 57
20 44 53 55 48 56 56 42 52 55
10 41 51 52 44 52 52 39 50 52
05 38 48 49 42 50 49 36 46 49
01 35 39 45 36 38 45 32 39 44
A nuestro juicio, puesto que la investi- rencias entre sexos y grupos de edad en el
gación sobre esta escala se encuentra en un PTS-S como diferencias de temperamento,
estadio inicial y aún no se cuenta con re- es necesario esclarecer si dichas diferen-
plicaciones que puedan servir para contras- cias pueden ser atribuidas a sesgos en el
tar las interpretaciones que los diversos au- instrumento. Por otro, se habrá de profun-
tores han venido sugiriendo, las próximas dizar en el análisis de las relaciones de las
investigaciones deberían profundizar escalas SE y SI con otros constructos de
prioritariamente en algunas cuestiones re- personalidad como el autocontrol, la de-
lacionadas con validez. Por un lado, consi- mora de la gratificación o los estilos de
deramos que antes de interpretar las dife- afrontamiento.
Referencias
rdo
ma en que la gente reacciona a los aconteci-
cue
do
rdo
mientos cotidianos. No hay respuestas co-
uer
esa
cue
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nd
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esa
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mu
mu
Items de la Versión Española del 18. Las malas noticias hacen que me al-
Pavlovian Temperament Survey tere tanto que no puedo concentrar-
me en el trabajo. (SE-7)*
01. Vivir bajo grandes tensiones me 19. No me importa tener que trabajar, de
aturde fácilmente. (SE-4)* pronto, con gente desconocida. (MO-1)
02. Soy una persona reacia a correr gran- 20. Cuando le he encargado a alguien un
des riesgos. (SE-3)* trabajo, se me hace muy duro esperar
03. Cuando algo me preocupa o me emo- hasta que está terminado. (SI-4)*
ciona, encuentro muy difícil hacer las 21. Me resulta fácil hacer muchas cosas
cosas que tenía planeadas. (SE-7)* diferentes, una tras otra. (MO-3)
04. Puedo cambiar rápidamente de un 22. Prefiero leer el periódico con la radio
trabajo a otro. (MO-3) puesta. (SE-2)
05. No soy capaz de cambiar de una 23. En el trabajo, hago el descanso antes
emoción a otra. (MO-4)* de lo previsto porque en seguida me
06. Me resulta fácil adaptarme a cam- pongo a pensar en las cosas que voy
bios repentinos en mi programa de a hacer en ese rato. (SI-4)*
trabajo. (MO-1) 24. Que un plan se vuelva peligroso me
07. Me gusta ver que soy capaz de hacer parece una buena razón para abando-
varias cosas a la vez. (MO-5) narlo. (SE-1)*
08. No me gusta tomar decisiones que 25. La fatiga a menudo hace que cometa
puedan tener serias consecuencias. errores. (SE-6)*
(SE-3)* 26. Me resulta difícil adaptarme a nue-
09. No tengo ningún problema en cam- vos ambientes. (MO-2)*
biar rápidamente de una actividad a 27. Me acostumbro rápidamente a los lu-
otra. (MO-3) gares nuevos, aunque sólo vaya a pa-
10. Me resulta fácil controlar mis senti- sar unos días. (MO-2)
mientos cuando parece que contro- 28. Me encantan los retos que conllevan
larse es lo adecuado. (SI-5) los proyectos arriesgados. (SE-3)
11. Mi trabajo es menos eficaz cuando 29. Me resulta fácil alternar una activi-
hay mucho jaleo. (SE-5)* dad con otra muy distinta. (MO-3)
12. No soporto que me pidan que me 30. Me resulta fácil posponer algo hasta
ponga a hacer otra cosa cuando estoy que llega el momento de hacerlo.
leyendo o escribiendo. (SI-3)* (S1-2)
13. Me descompongo cuando tengo que tra- 31. Evito los ruidos cuando estoy leyen-
bajar en condiciones ruidosas. (SE-4)* do. (SE-2)*
14. Me adapto rápidamente cuando cam- 32. Pierdo la paciencia cuando no puedo
bio de trabajo. (MO-2) empezar a comer por esperar a otros.
15. Cuando sé que es necesario, me re- (SI-4)*
sulta fácil dejar de ver la tele o de es- 33. Me acostumbro rápidamente a las nue-
cuchar la radio. (SI-3) vas condiciones de trabajo. (MO-2)
16. Se me hace muy duro contener mi 34. Puedo pasar fácilmente de lo frívolo
irritación, incluso cuando es necesa- y divertido a los asuntos serios.
rio. (SI-5)* (MO-4)
17. Me gustan los trabajos que requieren 35. Cuando me enfado mucho, soy inca-
que me adapte a diversas activida- paz de poner en orden mis ideas.
des. (MO-3) (SE-5)*
36. A veces, me cuesta terminar las con- 53. Necesito mucho tiempo para pasar
versaciones aunque sepa que tengo de la tristeza a la alegría. (MO-4)*
otras cosas que hacer. (SI-3)* 54. No puedo pasar en un momento de la
37. En seguida puedo sentirme como en tristeza a la alegría, aunque se su-
casa en lugares desconocidos. (MO- ponga que es lo adecuado. (MO-4)*
2) 55. Cuando me apetece divertirme de
38. Si hace falta, puedo contenerme y no verdad, soy demasiado impaciente
expresar mi opinión aunque sepa que como para esperar a los demás. (SI-
estoy en lo cierto. (SI-1) 2)*
39. Me adapto con rapidez a los cambios 56. En los viajes largos por carretera ne-
de organización en el trabajo. (MO- cesito pararme a descansar. (SE-6)*
1) 57. La gente nota fácilmente mis disgus-
40. Cometo errores cuando estoy bajo tos, aunque yo pretenda disimular-
los efectos del estrés. (SE-5)* los. (SI-5)*
41. Soy capaz de resistir la tentación y 58. El peligro inesperado no me desa-
no escuchar una conversación ajena. lienta. (SE-1)
(SI-1) 59. Me resulta difícil dejar algo con lo
42. Puedo mantener la calma cuando es que esté disfrutando (p.ej., ver la te-
necesario. (SI-5) le) aunque otros me lo pidan. (SI-1)*
43. Me organizo rápidamente en caso de 60. Me resulta difícil interrumpir algo
tener una visita inesperada. (MO-1) que estoy haciendo aunque alguien
44. No me gusta hablar en público. (SE- me lo pida. (SI-3)*
2)* 61. Me cuesta mucho ajustar mi ritmo de
45. Soy capaz de controlarme cuando trabajo al de otra persona. (SI-2)*
tengo un comentario impertinente en 62. Me encanta hablar con mucha gente
la punta de la lengua. (SI-5) a la vez. (MO-5)
46. Se me hace muy duro controlar la 63. Soy capaz de leer tranquilamente
curiosidad cuando tengo la oportuni- hasta cuando hay niños chillando al-
dad de mirar cosas o notas de al- rededor. (SE-7)
guien. (SI-1)* 64. Cuando sé que es necesario, me re-
47. Puedo actuar de forma razonable sulta fácil dejar de hacer algo que me
aunque esté trabajando en una at- encanta. (SI-3)
mósfera agitada. (SE-5) 65. Si estoy de mal humor y me junto
48. La fatiga me vence después de un día con gente que está en plan optimista,
agotador. (SE-6)* me olvido rápidamente de mi enfado
49. Me resulta muy molesto haberme de- y me divierto en su compañía. (MO-
cidido a hacer algo y no poder hacer- 4)
lo por cualquier razón. (SI-2)* 66. Si pienso que los demás me están
50. Me trastornan bastante los cambios analizando, me pongo en tensión y
imprevistos en mi rutina. (MO-1)* pierdo la confianza en hacer bien lo
51. Me cuesta mucho dejar que los otros que esté haciendo. (SE-4)*
terminen lo que están diciendo. (SI-
4)* Nota. Los ítems señalados con un asteris-
52. Un peligro imprevisto me indicaría co (*) describen comportamientos
que no debo seguir con lo que estoy característicos de sujetos con bajos
haciendo. (SE-1)* niveles en los constructos.