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El discípulo de Cristo

TITULO: Viviendo el discipulado cristiano

TEXTO:

«Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Lucas
9:23).«Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo» (Lucas 14:27).

1. EL SIGNIFICADO, REFERENCIAS Y OBJETIVOS

Discípulo significa: El que aprende y sigue al maestro.

- Existe una gran diferencia entre ser alumno y discípulo. El alumno aprende la teoría y no necesariamente observa al
maestro como el modelo para seguir (ejemplo de cualquier disciplina secular: medicina, derecho, arquitectura…). En
cambio, el discípulo de Jesucristo aprende del Maestro, no solamente de sus enseñanzas sino de su ejemplo de vida,
procurando seguirle, hasta conseguir ser como él (éste es el concepto bíblico de aprendizaje, o discipulado).

- Fue la recomendación del apóstol Pedro a los cristianos del primer siglo: «Dejándonos ejemplo, para que sigáis sus
pisadas» (1 P. 2:21).
Cristiano significa: Seguidor de Cristo.
- Jesucristo es nuestro Maestro, de quien debemos aprender y a quien debemos seguir:«Yo soy la luz del mundo; el que
me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12). Aquel que se llame cristiano, pero no
siga a Jesucristo, está incurriendo en una grave contradicción personal… Seguir a Jesucristo significa aprender de Él, de
sus enseñanzas, y llevar a la práctica diaria su propio ejemplo de vida.
Discipulado cristiano significa: proceso de aprendizaje, en el cual todo cristiano fiel recibe las enseñanzas del Maestro
Jesucristo. Y en este proceso procura seguirle, teniendo presente su modelo de vida para poder imitarle. No fue otra la
invitación del Maestro: «Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis» (Juan
13:15).

- El discipulado cristiano conlleva crecimiento espiritual: desarrollo, cambio, progreso, madurez, transformación... Todas
éstas son palabras asociadas al proceso de aprendizaje que el discípulo (seguidor de Cristo) experimenta, teniendo
como referencia al Maestro Jesucristo.

JESUCRISTO, SU PERSONA Y OBRA: REFERENCIAS VITALES

«No cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo» (Hechos 5:42).

- Los primeros discípulos no tenían otra referencia de predicación y enseñanza que no fuera Jesucristo: su persona y
obra.

- Todo aquel que desee seguir a Jesucristo, pues, habrá de conocer y mantener una compresión adecuada de las
diferentes facetas de la vida de Jesucristo.

1ª Venida (el Maestro se despojó de su gloria, en un extraordinario acto de humillación).«Y aquel Verbo fue hecho carne,
y habitó entre nosotros» (Jn. 1:14).

- La venida de Jesucristo marca un punto de inflexión en la historia de la Humanidad.

Modelo de vida y enseñanza (es importante lo que dijo, pero también lo que hizo. El maestro dejó un modelo práctico de
vida, para que aprendamos de él). «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo» (1 P. 2:21).

- Hemos de aprender de la manera que Cristo vivió, e imitar su ejemplo de vida.

Muerte en la cruz (un maestro que se entregó por nosotros: un verdadero acto de amor).«Siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros» (Ro. 5:8).

- La cruz de Cristo es el núcleo del Evangelio, y el eje central desde donde Dios aplica su gracia especial, a todo aquel
que desee recibirla.

Resurrección de Cristo (no tenemos un maestro muerto). «Resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras» (1 Co. 15:4).

- La resurrección de Jesucristo es la base de nuestra esperanza.


Mediador e intercesor (tenemos hoy un maestro vivo y activo). «Viviendo siempre para interceder por ellos» (He. 7:25).

- Cristo es el mediador entre Dios y los hombres, y también intercede por sus hijos constantemente. De manera que
nuestra relación con Dios sólo es posible a través de Cristo.

Su mensaje: el Evangelio (el mensaje que el Maestro predicó, es el mismo que ha de predicar su discípulo). «Cree en el
Señor Jesucristo, y serás salvo» (Hch. 16:31).

- El mensaje de la salvación ha de permanecer cada día claro en la mente del discípulo, para poder proclamarlo con
frescura a los demás. Su centro: Jesucristo.

2ª Venida (el Maestro regresará para buscar a sus discípulos). «He aquí yo vengo pronto» (Ap. 22:12).

- El regreso de Jesucristo provee esperanza y consuelo a todo discípulo suyo.

El discípulo de Cristo debe tener bien integradas las enseñanzas centrales acerca de la persona y obra de Cristo,
comprendidas entre su primera y segunda venida.

LAS TRES DIMENSIONES DE LA REDENCIÓN

«Reconciliados con Dios» (Romanos 5:10).

Tres estados consecuentes a la reconciliación con Dios:

A. Salvación (aspecto pasado): Comprende la conversión a Dios, la liberación del infierno y del poder del pecado, y el
nacimiento espiritual, con el objeto de poder vivir en santidad. En este aspecto pasado es donde recibimos la nueva vida
en Cristo: «Nos salvó» (Tit. 3:5).
B. Santificación (aspecto presente): Vivimos separados del pecado para el servicio exclusivo del Maestro, en sujeción a
la perfecta voluntad de Dios. Implica obediencia, crecimiento y madurez espiritual. «La voluntad de Dios es vuestra
santificación» (1 Tes. 4:3).
C. Glorificación (aspecto futuro): Contempla el regreso del Maestro y el estado de eternidad. La futura y completa
glorificación de los hijos de Dios, a la imagen de Cristo, será entonces efectuada. Por este motivo el discípulo de Cristo
ha de vivir con perspectiva de eternidad. «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra» (Co. 3:2).

- Si bien el discipulado cristiano basa su aprendizaje teniendo en cuenta estos tres aspectos mencionados, no obstante
el discipulado se centra más bien en el aspecto presente, esto es, tiene que ver mayormente con la santificación.

OBJETIVOS DEL DISCIPULADO

El propósito de ser discípulo de Cristo es:

- Conocer al Maestro, su doctrina y ejemplo. Para seguir al Maestro Jesucristo hay que conocerlo. Y para conocerlo es
preciso leer su vida, meditar en sus enseñanzas, y contemplar su ejemplo.
- Desarrollar el carácter del Maestro. Son los rasgos su carácter moral, actitudes, formas de trato con los demás,
reacciones, etc.
- Obedecer a la Palabra del Maestro. Significa conocer, aprender y seguir sus enseñanzas, registradas éstas en la Biblia:
la Palabra de Dios.
- Adorar y servir al Maestro. Es lograr una permanente actitud de reconocimiento de su persona y obra, que a la vez se
manifieste en una vida de agradecimiento práctico.
- Crecer espiritualmente. La vida espiritual es crecimiento. El cristiano crece o se estanca, no hay término medio.
- Santificarse. La evolución del discípulo de Cristo conlleva un cambio favorable, en el cual se despoja de los hábitos
pasados, costumbres impropias, y procura no darle lugar al pecado.
- Desarrollar los dones concedidos por el Espíritu Santo. El discípulo posee capacidades dadas por Dios, y son las que
ha de utilizar par la obra del ministerio.
- Obtener un ministerio más eficaz. El discípulo no se conforma con la mediocridad cristiana, sino que ha de buscar la
excelencia, y ésta proviene sólo del poder del Espíritu Santo.
- Adquirir madurez espiritual. Es uno del los objetivos centrados en la persona, en el ser interior: alcanzar la madurez
espiritual. Cuando uno es adulto ya no piensa igual que cuando era niño, no habla de la misma forma, y comprende la
vida con mayor discernimiento.

El discipulado conlleva una evolución progresiva.

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