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TEMAS
1.- Adaptación a nivel Celular
2.- Evidencias del ADN como material genético
Las estructuras que permiten a una célula adaptarse a su medio pueden estar
en distintos niveles, algunos de los cuales vamos a revisar a continuación.
Desmosomas.
Uniones estrechas.
Uniones en hendidura.
Las células conectadas por uniones estrechas sellan cavidades corporales. Por
ejemplo, las uniones de este tipo entre las células que revisten el intestino
impiden que las sustancias contenidas en este órgano pasen al interior del
cuerpo o al torrente sanguíneo rodeando las células. Así, la lámina de células
actúa como una barrera selectiva. Las sustancias alimenticias que el cuerpo
requiere deben ser transportadas a través de las membranas plasmáticas de las
células intestinales antes de pasar a la sangre. Esto ayuda a impedir que
toxinas y otros materiales indeseables lleguen a la sangre misma.
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Por mucho tiempo se desconoció la existencia del ADN como material genético.
Es más, se postulaba a las proteínas como las moléculas responsables de
transmitir la información de una generación a otra.
Uno de los primeros aportes los entregó Robert Feulgen, un químico alemán
que desarrolló una tinción específica para ácidos nucleicos. Este reactivo
produce una tinción que es proporcional a la cantidad de ácido nucleico que se
encuentra en la célula.
Al aplicar este reactivo a las células se encontró que las que pertenecían a la
misma especie presentaban la misma tinción, o sea, la cantidad de ADN era
constante. En el caso de aplicarla a células de distintas especies la coloración es
diferente. Es decir, la cantidad es distinta entre especies diferentes.
Esto constituyó una primera idea respecto a la naturaleza del material genético,
aunque en esta época era fuerte la idea de que las proteínas constituían este
material.
Griffith observó que cuando una mezcla de células de la cepa lisa (S) muertas
por calor y células de la cepa rugosa (R) vivas se inyectaba en ratones, una
elevada proporción de éstos morían. Posteriormente, Griffith pudo aislar
bacterias de la cepa lisa vivas a partir de los ratones muertos.
Como ni la cepa S muerta por calor ni la cepa R viva podían convertirse por sí
mismas en la forma virulenta viva cuando se inyectaban, algo en las células
muertas por calor parecía convertir a las células avirulentas a la forma letal.
Se pensó que este fenómeno, llamado transformación, era causado por alguna
sustancia química presente en las bacterias muertas, la cual “transformaba”
una cepa relacionada en una nueva forma genéticamente estable.