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Campos 2014 LA Llama Divina. Nueva Mirada A Los Proc PDF
Campos 2014 LA Llama Divina. Nueva Mirada A Los Proc PDF
LA
la sociedad maya del siglo XVI, las causas de fondo inheren-
LA LLAMA DIVINA
tes al proceso de invasión, conquista y colonización que le per-
mitieron subsistir, culturalmente hablando. Es el escenario de un
cambio que cimbró las estructuras y la organización de la socie-
dad maya residente en Yucatán y que afectó los espacios de cul-
tura autónoma. Por ello, los profundos cambios en aspectos del
territorio, de las instituciones y del espacio religioso se transfor-
maron en factores de vulnerabilidad y condiciones inseguras. Las
Nueva mirada a los procesos e informaciones
LLAMA
sociedades no son pasivas ante estos procesos y generan mecanis-
mos que propician la supervivencia. Se analizarán las respuestas
que los mayas generaron en el ámbito ideológico para mitigar
el riesgo de desastre social y cultural que significaba la pérdida
o la supresión de elementos culturales propios necesarios para
la supervivencia del grupo: el espacio físico y los cambios en su
definición y concepción; el espacio humano y la presencia y orga- sobre idolatrías en Yucatán (1552-1562)
nización de la población. ¿Qué estrategias y prácticas culturales,
DIVINA
en el espacio religioso, pusieron en marcha los mayas yucatecos
del siglo XVI? Espacios y decisiones sobre elementos culturales
en un espacio de dominación y control cultural, con el análisis
de los documentos sobre las informaciones y procesos sobre ido-
latría que encabezó fray Diego de Landa en 1562.
La llama divina:
Nueva mirada a los
procesos e informaciones
sobre idolatrías en Yucatán
(1552-1562)
Primera edición:
ISBN: 978-607-837-142-2
Impreso en México
Tablas y cuadros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Parte I
Parte II
1
AGI, Justicia, 249, “Petición de Fray Diego de Landa, Mérida 15 septiem-
bre 1562” en Don Diego Quijada Alcalde Mayor de Yucatán, 1561-1565,
DDQAMY, France Scholes y Eleanor B. Adams eds., editorial Antigua
Librería Robredo de José Porrúa e Hijos, 2 vols., México, 1938, DDQAMY,
I, p.169.
11
2
Robert Patch, Maya and Spaniard in Yucatán, 1648-1812, Stanford Uni-
versity, Stanford, 1993, p.21.
3
V. Guillermo Bonfil, “La teoría del control cultural en el estudio de los
procesos étnicos”, en Revista Papeles de la Casa Chata, 2, nº 3, CIESAS,
México, 1987..
12
4
Guillermo Bonfil, “La teoría del control”, p.31.
5
Guillermo Bonfil, “La teoría del control”, p.28.
6
Guillermo Bonfil, “La teoría del control”, p.30.
13
7
En 1526 el Adelantado Montejo consiguió la autorización para la con-
quista, misma que comenzó hacia 1527 por la costa oriental, y tuvo que
abandonarla en 1529. La segunda inició en 1530 hasta que en 1534 de
nuevo los castellanos tuvieron que abandonar la península. La última
y definitiva entrada fue en 1540 y se dio por finalizada en 1547, con la
represión de la llamada “Gran Rebelión de los Mayas”.
8
Gustavo Wilches - Chaux, Auge, caída y levantada de Felipe Pinillo, mecánico
y soldador o yo voy a correr el riesgo, La Red, 1998, p.29.
9
V. Allan Lavell Thomas, “Ciencias Sociales y desastres naturales en
América Latina: un encuentro inconcluso”, en Andrew Markrey (comp.),
Los desastres no son naturales, LA RED/ITDG, Bogotá, 1993, pp.135-154;
Kenneth Hewitt et al., Interpretations of calamity, Allen and Irwin, New
York, 1983, en especial su artículo “The Idea of Calamity in a Techno-
cratic Age”, en Interpretations of calamity, pp. 3-32..
14
10
Como en otras investigaciones que he realizado, v. María Isabel Cam-
pos Goenaga, Entre crisis de subsistencia y crisis colonial: la sociedad yucateca
y los desastres en la coyuntura 1765-1774, ENAH-INAH, México, 2011; María
Isabel Campos Goenaga, “Sobre tempestades con remolino y plagas de
langosta. Siglos XVI al XVIII en la Península de Yucatán”, en Relaciones:
estudios de historia y sociedad 129 (23): 125-160, El Colegio de Michoacán,
Zamora, 2012.
11
Piers Blakie, Ferry Cannon, Ian Davis y Ben Wisner, Vulnerabilidad: el
Entorno Social, Político y Económico de los Desastres, LA RED y ITDG, Bogotá,
1996, p.34 ss.
15
12
David Arnold, La naturaleza como problema histórico. El medio, la cultura y
la expansión de Europa, FCE, México 2000.
13
Omar Darío Cardona, “La necesidad de repensar de manera holística
los conceptos de vulnerabilidad y riesgo. Una crítica y una revisión nece-
saria para la gestión”, 2001, versión revisada de 2003, p.12.
16
17
14
En los testimonios de Sotuta se declararon dos sacrificios en Oxkutz-
cab, número 12 y el número 20. Ver cuadro 2, y esos números de referen-
cias en el resto de cuadros.
15
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p. 147.
16
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras de Sotuta, Kanchunup, Mopila, Sahcabá, Yaxcabá, Usil y Tibolón,
agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.71-129, p. 84.
17
Ver declaración de Juan Ku, de Tixcamahel, en AGI, Justicia, 249. Re-
sidencia de Quijada, “Información hecha en el pueblo de Homún, sep-
tiembre 1562” en DDQAMY, I, p. 157.
18
18
Con el fin de ordenar la información que contienen las fuentes y para
facilitar el análisis, se elaboraron diversos cuadros, uno por Hocabá y
otro por Sotuta excepto los que se refieren a participantes en los sacrifi-
cios de la provincia de Sotuta ya que la fuente presenta las declaraciones
separadas por pueblos –cuadros 7 al 15–, y los asistentes a los sacrificios
que están en los cuadros del Anexo. Para el año de 1558 hay ocho casos;
en 1559 encontramos doce y cinco para 1560. También hay tres para 1552
y 1557 y un solo caso declarado para 1555 y 1561, ver Cuadro 1. NOTA:
se enumeró cada de ceremonia de las respectivas provincias, Hocabá y
Sotuta, y ese número de referencia aparece en la primera columna de
cada cuadro que contiene este libro. Por ello, se puede hacer el segui-
miento de cada elemento de la respectiva provincia, revisando el número
de referencia de la primera columna.
19
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.110 ss.
20
Hay ceremonias repetidas o descritas por distintos testigos que asis-
tieron o supieron de ellas. Por ejemplo en las fuentes para Sotuta –ver
Cuadro 2– se repiten las ceremonias número (25-26), (34-35), (36-38),
(37-39), (52-53), (71-74-75), (73-77), (81-88-92-96), y (101-102-103-104-
105-106). Por lo que respecta a los registros de Hocabá –ver Cuadro
1–, puede tratarse del mismo sacrificio los números (10-11) y (18-19).
Siempre que hay referencia a ellos en las notas a pie de página, apare-
cen entre paréntesis. A pesar de presentar eventos repetidos se incluyen
todas las ceremonias en los cuadros porque son los testimonios de dis-
tintos testigos y entre ellos complementan la información. Además, en
este libro no se trata de cuantificar el número de sacrificios realizados,
sino llevar a cabo un análisis de los elementos que entraron en juego en
dichos rituales.
19
21
Para marzo de 1562 hay cinco sacrificios; en abril hay seis; cuatro entre
abril y mayo; doce para mayo; cuatro entre mayo y junio; otros tres en
junio; cuatro entre junio y julio, y cuatro para julio. V. Cuadro 2.
22
El título de este último expediente es: “El Ilmo. y Rmo. Fray Francisco
de Toral, Primero Obispo de las Provincias de Yucatán, del Orden de
San Francisco contra el Padre Fray Diego de Landa, Provincial de el
mismo Orden en dichas Provincias, sobre haver exercitado [sic] el oficio
de Inquisidor e invocado el brazo seglar para castigar Indios Idólatras,
y otras cosas que resultan de el [sic] Proceso”.
23
Este grupo de documentos se publicó en 1938 por France V. Scholes y
Eleonor B. Adams, que los recopilaron en dos tomos con una pequeña
introducción, bajo el título de Don Diego Quijada Alcalde Mayor de Yuca-
tán 1561-1565, (DDQAMY ). Debido a que los documentos están trans-
critos con su título y los autores antes mencionados fueron los editores,
la forma en que los citaré será: signatura de archivo con el título del
documento, y después la referencia de la edición de Scholes y Adams con
tomo de la publicación y página.
20
24
La cabeza de proceso corresponde a la forma de la época: “En el pue-
blo de [...] cabecera de [...] encomendado a [...]”. AGI, Escribanía de
Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idólatras, agosto 1562” en
DDQAMY, I, pp. 75, 81, 85.
21
22
1
Frank Moya Pons, “El Caribe, Tierra Firme, Darién y Centroamérica”,
en Historia General de América Latina II. El primer contacto y la formación de
nuevas sociedades, F. Pease (director) y F. Moya Pons (codirector), edicio-
nes UNESCO - Editorial Trotta, Paris, 2000, pp. 109-134, pp. 119,130.
2
También aparecieron brotes epidémicos de viruela que fuentes indí-
genas registran en el katún 2 Ahau -junio de 1500 a febrero 1520- y que
Diego de Landa retoma en su crónica, Diego de Landa, Relación de las
cosas de Yucatán, Porrúa, México, 1982, p. 20. Ver una cronología de es-
tos eventos en María Isabel Campos Goenaga, Entre crisis de subsistencia,
pp.2019-228; y “Sobre tempestades con remolino”, pp.151-152.
25
3
Diego de Landa, Relación de las cosas, p. 25; Juan F. Molina Solís, Historia
de Yucatán durante la dominación española, 3 vol., Imprenta del Estado, Mé-
rida, 1904-1913; Ricardo Molina Hübbe, Las Hambres de Yucatán, Orien-
taciones, México, 1941, pp. 11-13; Gustavo Molina Font, La tragedia de
Yucatán, editorial Jus, México, 1941, p. 28.
4
Diego de Landa, Relación de las cosas, p. 25
5
Juan Francisco Molina Solís, Historia de Yucatán. Este texto también está
recopilado por Gustavo Molina Font, La tragedia de Yucatán, p. 28.
6
Diego de Landa, Relación de las cosas, p. 25
7
Diego de Landa, Relación de las cosas, p. 25.
26
8
“Las presiones dinámicas son procesos y actividades que “traducen” los
efectos de las causas de fondo en vulnerabilidad de condiciones insegu-
ras. Las presiones dinámicas canalizan las causas de fondo hacia formas
particulares de inseguridad que tienen que considerarse en relación con
los tipos de amenazas que afronta esta gente”, que pueden ser resultado
de presiones regionales o globales como aumento demográfico rápido,
epidemias, urbanización acelerada, guerra, ajuste estructural, explota-
ción económica, deforestación etcétera, en Piers Blakie et al. Vulnerabi-
lidad: el Entorno Social, p.49.
9
Estas causas de fondo o causas subyacentes son las más remotas en
el tiempo y son “un conjunto de procesos extensos, bien establecidos
dentro de una sociedad y la economía mundial. Las causas de fondo
más importantes que dan origen a la vulnerabilidad (y que reproducen
vulnerabilidad con el tiempo) son procesos económicos, demográficos y
políticos. […] las causas de fondo reflejan la distribución del poder en la
sociedad”, en Piers Blakie et al. Vulnerabilidad: el Entorno Social, pp.47-49.
10
Cuando el grupo toma las decisiones sobre elementos culturales que le
son propios, bien porque los produce o bien porque los conserva como
patrimonio preexistente, es decir cuando existe un núcleo específico
indispensable para el funcionamiento y continuidad del grupo étnico.
11
Guillermo Bonfil, “La teoría del control”, p.30.
27
12
Ver Robert D. Sak, “El significado de la territorialidad” en Región e
historia en México (1700-1850), Instituto Mora/UAM, México, 1991, pp.
194-202.
13
Sobre la relación entre las cosmovisiones y su reflejo en la organización
territorial, política, económica y social de una sociedad, en concreto
de la maya, ver entre otros María Montoliu Villar, “Reflexiones sobre el
concepto de la forma del universo entre los mayas”, Anales de Antropología,
tomo II, pp. 9-38, UNAM, México, 1983; Miguel León Portilla, Tiempo
y realidad en el pensamiento maya, UNAM, México, 1986; Miguel Rivera
Dorado, La religión maya, Alianza Universidad, Madrid, 1986.
28
14
Francisco de Solano, Ciudades Hispanoamericanas y pueblos de indios,
CSIC, Madrid, 1990 (Colección Biblioteca de América, 2), p. 355.
15
Felipe II promulgó en 1573 las “Ordenanzas de descubrimientos, nueva
población y pacificación de las Indias”, donde se sistematizó y ordenó
toda la experiencia que al respecto se obtuvo en lo que se llevaba de siglo.
Antes, fray Nicolás de Ovando fundó Santo Domingo sin normas espe-
cíficas. El Consejo de Indias no emitió normas concretas para ello. En
1513, en las instrucciones que recibió Pedrarias Dávila solo se le exigía
que los solares repartidos entre conquistadores fuesen dados por orden
y que una vez repartidos el pueblo “parezca ordenado”. El ordenamiento
que después del trazado con regla y compás, culminaría en la cuadrícula o
rejilla, se oponía a la estructura casi de laberinto de la ciudad medieval.
29
30
17
Francisco de Solano, Ciudades Hispanoamericanas, p. 81.
18
“Crónica de Chac - Xulub - Chen”, Crónicas de la Conquista, Agustín Yá-
ñez (introducción, selección y notas), UNAM, México, 1987 (Biblioteca
del estudiante universitario, 2), p. 178.
31
19
Robert S. Chamberlain, Conquista y colonización de Yucatán, 1517-1550,
Porrúa, México, 1982, pp. 210-243
20
Robert S. Chamberlain dice que de esta manera se describen los prime-
ros datos sobre cómo los mayas huyeron hacia las zonas que no estaban
bajo el dominio español en la parte oriental de la península y, como
se verá adelante, era un espacio con límites variables y tenía una gran
importancia en la vida de los pueblos indios durante la Colonia, En la
actualidad se denomina “zona de refugio”. V. Conquista y colonización,
pp. 224-225.
21
El autor de la narración es Ah Nakuk Pech perteneciente al linaje Pech,
que tenían el cuchcabal de Motul y en la época de la Conquista estaba
cargo de Chicxulub. También dice sobre el bautismo que “cuando entró
el agua en mi cabeza, y cuando recibí el bautismo, fui llamado don Pablo
Pech”, en “Crónica de Chac - Xulub - Chen”, p. 173.
22
“Crónica de Chac - Xulub - Chen”, p. 172.
32
33
23
Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, pp.257-263.
34
24
Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, pp.257-263.
25
Diego de Landa, Relación de las cosas, cap.p.31.
35
y dijo bien el Ave María y Pater Noster, Credo y Salve Regina”.26 Los
frailes decían en la homilía que “había de creer en un solo Dios
verdadero y guardar sus mandamientos, renegar del demonio
y de sus obras y no tornar más a sus idolatrías”,27 e instruían a
los nuevos cristianos en el comportamiento que deberían lle-
var en adelante. La preparación y el convencimiento no podían
ser muy profundos ya que los bautizos se realizaban en masa y
después de un tiempo relativamente corto de evangelización
y doctrina, “en menos de ocho meses bautizaron todas las [gen-
tes] que tocaban a la provincia de Campeche, llamadas de los
naturales Chikin Cheles, cuyo número de adultos fue más de
veinte mil, sin los niños, y niñas que eran muchos más”.28
Entre 1547 y 1552 comenzaron a consolidarse los elemen-
tos políticos, económicos y religiosos de dominio colonial y sur-
gió la necesidad de reglamentar diversos aspectos. Por un lado,
y con el fin de evitar la sobreexplotación y desaparición de la
población indígena, se reguló el tributo de los indios a los en-
comenderos y a la Corona con las tasaciones de 1548-1549. Las
tasaciones para Yucatán consolidaron la institución de la enco-
mienda otorgándole un marco legal y regularon el tributo indí-
gena en el espíritu de las Leyes Nuevas.29 Antes de las tasaciones,
los frailes elevaban quejas a la Corona en defensa de los indios,
pero no se detuvieron después de efectuadas. Fray Lorenzo de
Bienvenida en una carta a la Corona acusaba al Adelantado de
mala administración, venta de encomiendas, crueldad con los
indios en las guerras de conquista y de imponer tributos opresi-
vos a los mayas. Decía que, por estas razones expuestas, la pobla-
ción indígena de algunos distritos podía desaparecer, ya que a la
26
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada, “Declaración del testigo Juan
de Villalobos, 27 febrero 1565” en DDQAMY, I, p.60
27
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada, “Declaración del testigo Juan
de Villalobos, 27 febrero 1565” en DDQAMY, I, p.58
28
Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, p.256.
29
Manuela Cristina García Bernal, Yucatán, Población y encomienda en Yu-
catán bajo los Austrias, EEHA/CSIC, Sevilla, 1978, pp. 199, 378 ss.
36
30
“Fray Lorenzo de Bienvenida a la Corona, 10 de febrero de 1548”.
En 1550 fray Luís de Villalpando envió una similar: “Fray Luís de Vi-
llalpando a la Corona, Mérida 15 de octubre de 1550”, en Robert S.
Chamberlain, Conquista y colonización, pp. 298-299. En una carta anterior,
de julio de 1550, fray Luis de Villalpando, fray Diego de Béjar y fray
Miguel de Vera reiteraban muchos de los problemas ya denunciados en
las comunicaciones anteriores, sobre indígenas, españoles y el gobierno
de la provincia. Estos temas serían constantes en las cartas, peticiones
e informes entre la Corona, sus representantes y los distintos sectores
que habitaban la península, v. AGI, México, 280 en Documentos para la
historia de Yucatán, 1550-1560. (Primera serie) DHY I, France V. Scholes,
ed. Mérida, Pub. Carlos R. Menéndez, 1936, pp. 1- 4.
31
AGI, México, 299 en Robert S. Chamberlain, Conquista y colonización,
p. 292. En 1549 la audiencia de los Confines no estaba enterada del
cambio de jurisdicción y ratificó de forma provisional la tasación que el
Adelantado Montejo y los franciscanos habían elaborado, generando la
primera Matrícula de Tributarios de Yucatán.
37
32
Esto supuso que algunas de las tareas que realizaban las mujeres ma-
yas en las casas de los españoles, como parte del tributo y/o servicio
personal, estuvieran dedicadas a la transformación del maíz: molerlo y
elaborar tortillas.
38
33
Además de un inconveniente, la dispersión era un indicador de “no
civilización” que mostraba la necesidad de cambiar esa situación para
establecer las normas de convivencia tanto temporales como espirituales.
34
Los estudios ya clásicos sobre las congregaciones de pueblos indios
que es preciso tener en cuenta para realizar cualquier estudio sobre
ellas son el texto que Lesley Byrd Simpson publicó en 1934, Studies in the
administrations of the indians in New Spain, University of California Press,
Berkeley y Los Ángeles, 1934, pp.47-128 (Iberoamericana, 7), que fue
la primera vez que se trabajó el tema sobre la política de congregación
propiciada por la corona española entre 1590 y 1605; Howard Cline en
el artículo “Civil congregations of the Indias in New Spain, 1598-1606”
publicado en 1949 en la revista The Hispanic American Historical Review,
Vol. 29, No. 3 (Aug., 1949), pp. 349-369, del que hay una traducción in-
completa en el Boletín del AGN, complementa la información de Simpson.
Ernesto de la Torre Villar en 1975 publicó el trabajo “Las congregaciones
de indios como una fase de la política de población y colonización de
América” en Estudios sobre política indigenista española en América, Terceras
Jornadas Americanistas de la Universidad de Valladolid, Vol. 1, 1975
(Iniciación, pugna de ocupación, demografía, lingüística, sedentariza-
ción, condición jurídica del indio), ISBN 84-400-9170-2 , págs. 313-329,
donde señalaba las opiniones que tanto religiosos como autoridades
civiles manifestaron sobre lo benéfico de las congregaciones; Charles
Gibson en su libro de 1964, Los aztecas bajo el dominio español 1519 - 1810,
Siglo XXI ed., México, 1984, en el capítulo X sobre “La tierra”, trata el
problema de las congregaciones relacionándolo con la apropiación de
las tierras que quedaron libres tras las congregaciones. Enrique Semo
en 1973, en el apartado “La comunidad indígena en los siglos XVI y
XVII” de su libro Historia del capitalismo en México. Los orígenes 1521-1763,
Editorial Era, México, 1973, señala que las reducciones fueron una de
las “expresiones más salientes de los esfuerzos que realizaba la corona
para preservar y reorganizar a las comunidades”, esfuerzos “que tendían
a reunir los restos de la población indígena en nuevos pueblos e impedir
así su disgregación”. Dice que este proceso da la pauta para comprender
la organización de las comunidades de hoy; Peter Gerhard en 1977, en su
artículo “Congregaciones de indios en la Nueva España antes de 1570”
en Historia Mexicana, XXVI: 3 (103), pp. 347-395, señala que fueron dos
39
40
36
Aunque se emplearon ambos términos como sinónimos, a partir del
siglo XVII el término “reducción” se utilizó para designar al hecho de
volver a congregar a indígenas huidos a zonas fuera del control español,
mediante entradas en partidas religiosas o expediciones militares.
37
Para Yucatán existen otras ordenanzas posteriores: en 1567, Luis Cés-
pedes de Oviedo dictó unas en una visita que efectuó a Maní, AGI, Jus-
ticia, 252, fs.698-703; García Palacios en 1584 promulgó otras, AGI,
México, 364 y AGI, Indiferente general, 2987.
38
Para una descripción de cómo los franciscanos realizaban la congre-
gación de pueblos, ver Sergio Quezada, Pueblos y caciques yucatecos. 1550-
1580, El Colegio de México, México, 1993, v. p. 83 y ss.
39
V. Paul Kirkchhoff, “Mesoamérica. Sus límites geográficos, composi-
ción étnica y caracteres culturales”, en suplemento de Tlatoani, 3, ENAH-
Sociedad de Alumnos, México, 1960.
41
40
Pedro Bracamonte y Gabriela Solís, Espacios mayas de autonomía. El pacto
colonial en Yucatán, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, 1996,
p.60.
41
Según Sergio Quezada se trata de un multepal, que se asocia a Mayapán
en “The Maya Chronicles”, y multepal “se puede interpretar como reinar
de manera conjunta o mediante un gobierno confederado”, en Sergio
Quezada, Pueblos y caciques, p. 28.
42
A partir del siglo X llegaron a la península distintos grupos prove-
nientes del altiplano. Los Itzá, Xiu, Cocom se instalaron en Yucatán. A
mediados del siglo XI, Chichen Itzá se erigió en un gran centro político
que dominó hasta la mitad del siglo XIII, cuando se enfrentaron al señor
Cocom de Mayapán, Hunac Ceel. Mayapán se convirtió en el nuevo cen-
tro político que ejercía el poder a través de una confederación. En ella
42
estaban incluidos todos los señores de la zona. Según Landa, este fue un
periodo en el que se “se repartieron la tierra dando pueblos a cada uno
conforme a la antigüedad de su linaje”.V. Diego de Landa, La Relación de
las cosas, p. 13. Con las pugnas que el mismo fraile relata entre los Xiu y
los Cocom, se desintegró la confederación de Mayapán.
43
Gran señor, gobernante del cuchcabal o provincia.
44
Entidad política-territorial gobernada por el halach uinic. Provincia.
45
Para mostrar la organización espacial con la estructura territorial y
política, utilizaré tres textos que en ocasiones se contraponen, pero la
mayoría de las veces se complementan. Me refiero a los textos de Ralph
L. Roys, The Political Geography of the Yucatan Maya, Carnegie Institution
of Washington, Washington, 1957, pp. 6 y ss.; Sergio Quezada, Pueblos y
caciques; y Tsubasa Okoshi, “Los canules: análisis etnohistórico del Có-
dice Calkiní”, Tesis de doctorado, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM,
México, 1992.”.
46
Sergio Quezada, Pueblos y caciques, p. 36.
47
Tsubasa Okoshi, “Los canules”, pp. 267-268. (El énfasis es mío). Este
autor hace sus propuestas al analizar el Códice Calkiní.
43
48
Unidad básica de la estructura territorial del cuchcabal que aglutinaba
a las familias extensas.
49
Espacio territorial en el que el batab ejercía dominio político y admi-
nistrativo.
50
Quezada, Pueblos y caciques, p. 33.
51
“Tenían otro indio que era como regidor, que también le obedecían
aunque no le tributaban; en su lengua de ellos llaman Ah cuch cab; este
era como el señor que llaman ellos Batab, que tenía su voto como regidor
en Cabildo y sin su voto no se podía hacer nada, y el día de hoy se usa
que en cada pueblo haya dos o tres de estos para que entre ellos se rija el
pueblo y hagan lo que se ha de hacer”. V. Relaciones Histórico Geográficas
de la Gobernación de Yucatán I y II (RHGY), UNAM, México, 1983, RHGY,
II, p.86. V. RHGY, I, p. 123 y II, pp. 118, 267 y 322.
52
Sergio Quezada, Pueblos y caciques, pp. 40-41
53
Tsubasa Okoshi, “Los Canules”, pp.209-210. De hecho el Diccionario de
Motul designa varios significados al término cuchteel entre los que está el
que interpreta Okoshi, que tiene un sentido de jerarquía política, y tam-
bién, la acepción que toma Quezada con un sentido tanto político como
territorial: “parcialidad o parte de un pueblo que uno tiene a su cargo”.
44
54
Sergio Quezada, Pueblos y caciques, pp. 40-41
55
Quezada utiliza el sufijo -oob para el plural de los nombres en maya.
56
Sergio Quezada, Pueblos y caciques, pp. 16 y 42 y ss.
57
Los cuchcabal de Hocabá, Sotuta y Calotmul no tenían en este segundo
nivel de estructura a un batab ejerciendo el dominio, sino a un hol pop.
RHGY, I, pp.134 y 146.
58
Funcionarios asociados a las labores políticas, administrativas y econó-
micas del cuchteel. Sergio Quezada en Pueblos y caciques, califica al cuchteel
de institución política ya que los jefes familiares, a la vez que trataban
cuestiones políticas, administrativas y económicas, nombraban al ah kul
como su representante ante el batab. Tsubasa Okoshi está de acuerdo con
la interpretación que hace Ralph Roys del ah kul como el representante,
asistente o delegado del batab quien transmitía sus órdenes al pueblo,
ver Ralph Roys, The Indian Background of Colonial Yucatán, Washington,
Carnegie Institution of Washington, 1943 , p. 62. Era “un intermediario
entre gobernante y gobernados, representando el interés del primero
y no los del pueblo como asienta Quezada”, dice Tsubasa Okoshi, “Los
Canules”, pp.201-202. Por otro lado, Sergio Quezada en un artículo ante-
rior, “Encomienda, cabildo y gubernatura indígena en Yucatán”, Historia
Mexicana, XXXIV: 4 (136), 1985, pp.662-684, afirma que “cuando el batab
ejercía como juez en los asuntos civiles y criminales, lo asistía un grupo
de personas denominadas ah kuleloob que actuaban como defensores de
las partes en pleito y eran quienes ejecutaban las órdenes del batab”.
45
59
Existieron dos formas de organización política del cuchcabal. En una,
el halach uinic concentraba en su persona los las funciones de las esferas
religiosa y militar, mientras que las políticas y judiciales las ejercía de
manera mediada, a través del batab o del hol pop. A este tipo pertenecen
los de Maní, Sotuta, Motul, Hocabá, Tihosuco, Dzizantún, Ekbalam, Can
Pech, Cozumel y, posiblemente, Chetumal. En la otra forma, las funcio-
nes estaban depositadas en diferentes personas. Existía un personaje
reconocido como halach uinic con funciones políticas y de justicia, pero
también un jefe militar y otro religioso. Los tres compartían las res-
ponsabilidades. De este tipo posiblemente eran Sací, Popolá, Calotmul,
Calkiní, Chichen Itzá, Chancenote y, posiblemente, Chauac-ha, Sergio
Quezada, Pueblos y caciques, pp. 52 y ss.
60
Tsubasa Okoshi en su trabajo sobre el Códice Calkiní, utiliza el término
“provincia” refiriéndose a “todos aquellos territorios políticos goberna-
dos por un halach uinic, donde una jurisdicción y una provincia apuntan
a la misma entidad política, así como también aquellas provincias que
consisten en varias jurisdicciones, y tenían un batab como gobernante
superior”. Para este autor, jurisdicción y cuchcabal son términos equiva-
lentes. En los documentos aparece con el locativo “t” con el que se señala
“el lugar”, seguido del patronímico del gobernante supremo que la regía,
Tsubasa Okoshi, “Los Canules”, p.272.
61
Yalba uinicen quiere decir “hombre común o plebeyo”, según el Diccio-
nario de Motul.
46
62
Gabriela Solís Robleda, Bajo el signo de la compulsión. El trabajo forzoso
indígena en el sistema colonial yucateco. 1540-1730, CIESAS - Miguel Ángel
Porrúa - CONACULTA, México, 2000, p. 272 ss.
47
63
Los ch’ibal eran exogámicos.
64
Restall sostiene que el ch’ibal es una institución que trasciende la fa-
milia extensa y que es “más cercana a los clanes exogámicos que a los
linajes”, aunque mantenían características de ambos, Matthew Restall,
The Maya World. Yucatec Culture and Society, 1550-1850, Stanford University
Press, Stanford, 1997, p. 17.
65
Al parecer, no solo los vínculos consanguíneos de parentesco cohesio-
naban a estas unidades, sino que iban más allá. Paola Peniche prefiere
utilizar el término filiación, ya que “permite conectar dos campos, el pa-
rental y el político, mientras que el parentesco nos limita al ámbito de las
relaciones consanguíneas”. Paola Peniche Moreno, “Grupos de filiación
y movilidad poblacional. Los ch’ibales y la migración de los mayas en el
siglo XVIII”, en Desacatos, 13, invierno 2003, México”, pp.36-37.
66
Pedro Bracamonte y Sosa, Los mayas y la tierra. La propiedad indígena en
el Yucatán colonial, CIESAS - Miguel Ángel Porrúa - ICY, México, 2003,
pp. 108-109. Es necesario hablar del término tzucub que utilizaron Sergio
Quezada y Tsubasa Okoshi. Según el primero, tzucub fue una institución
pero “de carácter social, pues agrupaba a los bataboob y a los halach uini-
coob integrantes de un mismo linaje. La pertenencia de éstos al tzucub era
la que les permitía monopolizar el poder y les garantizaba controlar el
acceso a él”, Pueblos y caciques, p.16. Por su parte, Tsubasa Okoshi, coin-
cide con Quezada en la acepción del morfema tzuc como “cuenta para
pueblo, partes” que en el Diccionario de Motul aparece antepuesto a los
patronímicos de los linajes gobernantes, pero mientras Quezada llega
al concepto de “conjunto de pueblos gobernados por caciques pertene-
cientes a un linaje”, Okoshi analiza partes del Códice Pérez y concluye que
tzucub es “ser parte de”, y se aplicaba siempre al espacio territorial de un
pueblo para señalar que éste formaba parte de una jurisdicción, Tsubasa
Okoshi, “Los canules”, pp.248 y 263.
48
67
Sergio Quezada, Pueblos y caciques, p. 59
49
68
Sergio Quezada, Pueblos y caciques, pp. 61 y ss.
69
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun sobre la idolatría de los indios, septiembre 1562” en
DDQAMY, I, pp. 135-162.
50
70
Inga Clendinnen, Ambivalent Conquests: Maya and Spaniard in Yucatán,
1517-1570. Cambridge University Press, Cambridge, 1987, p.59; Nancy
Farriss, “Nucleation versus Dispersal: The Dynamics of Population Mo-
vement in Colonial Yucatán”, The Hispanic American Historical Review 58,
1978, pp. 87-216; Sergio Quezada, Pueblos y caciques, p. 82
71
V. Ralph Roys, The titles of Ebtun, Carnegie Institution of Washington,
Washington, 1939, pp.422-432; y “Land treaty of Maní” en Ralph Roys,
The indian Background of Colonial Yucatan, Carnegie Institution of Wash-
ington, Washington, 1943, pp.175-194.
72
Estos aspectos los trabajó en un artículo publicado en el año 2000 y
que posteriormente amplió en un libro del 2003, Pedro Bracamonte
51
52
76
Pedro Bracamonte y Gabriela Solís, Espacios mayas, pp. 135-136
77
Pedro Bracamonte y Gabriela Solis, Espacios mayas, pp. 151-175; Matthew
Restall, The Maya World, pp. 206-211; Robert Patch, Maya and Spaniard,
pp. 67-81. Estos autores representan el enfoque de la coexistencia entre
las tres formas antes descritas, pero hay otros autores que propugnan un
dominio casi absoluto de la tenencia comunal, por ejemplo Nancy Farriss
y también Sergio Quezada.
53
78
RHGY, II, pp.40-41. (El énfasis es mío)
79
RHGY, II, p. 86.
80
RHGY, I, pp. 96, 166, 180; RHGY, II, p. 84.
81
RHGY, I, p.71
54
82
Por ejemplo el pueblo de Cisteil, donde fue la rebelión de Jacinto
Canek en 1761. V. Nancy Farriss, “Nucleation versus Dispersal”, p. 210.
55
83
En específico, y solo como ejemplo, podemos pensar que los avances
en el ámbito de sistemas informáticos y TIC’s en general, permiten in-
cursionar hoy en día en problemas de población con mayor facilidad que
en la época en que estos no existían.
84
V. Helmut Wagner, Subsistence Potential Population Density of the Maya on
the Yucatan Peninsula and Causes for the Decline in Population in the Fisteenth
Century, International Congress of Americanists, XXXVIII, Sttugart -
Munich, 1968, Verhandlungen I, pp. 185-191; Sherburne F. Cook y W.
Borah, Ensayos sobre historia de la población: México y el Caribe II, Siglo XXI
editores, México, 1978, pp. 35-36, 48 y 71; M. C. García Bernal, Yucatán.
Población y encomienda, pp. 26-29 y 55-56; Francisco de Solano, “La po-
blación indígena en Yucatán durante la primera mitad del siglo XVII”
en Anuario de Estudios Americanos, XXVIII, Sevilla, 1971, pp. 165-200,
v. p.171; William Sanders, Cultural Ecology of the Maya Lowlands, en
Estudios de Cultura Maya 41 II, 1962, pp. 92-94; Frederick Lange, “Una ree-
valuación de la población del norte de Yucatán en el tiempo del contacto
español: 1528” en América Indígena, XXXI, n° 1 (enero 1971), pp. 127 ss.
56
MORLEY 1,600,000
8,000,000
WAGNER
10,000,000
KROEBER 280,000
JAKERMAN 1,375,000
LANGE 2,285,800
535 a 592
SANDERS 300,000
mil
85
Ruggiero Romano, Mecanismo y elementos del sistema económico colonial
americano, siglos XVI -XVIII, El Colegio de México/ FCE, México, 2004,
(Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Ensayos), p. 38-39.
86
Cecilia Rabell Romero, “El descenso de la población indígena durante
el siglo XVI y las cuentas del gran capitán”, en El poblamiento de México.
Una visión histórico - demográfica, vol. II, Secretaría de Gobernación, Mé-
xico, 1993, pp. 18-35.
57
CAMAVITO 500,000
ROYS 228,000
CHAMBERLAIN 230,000
87
87
Esta cifra la obtienen de las RHGY. La cantidad es sin Uaymil - Chetu-
mal a partir de 119,050 tributarios a los que se aplica un factor de conver-
sión de 4, Sherburne F. Cook y W. Borah, Ensayos II, pp. 64-71 y Manuela
Cristina García Bernal, Yucatán. Población y encomienda, pp. 55-56.
88
Sherburne F. Cook y W. Borah, Ensayos II, p. 48.
89
Diego de Landa, Relación de las cosas, p. 20
58
90
Arturo Erosa Barbachano, “Historia de las epidemias en Yucatán” en
Medico Moderno, Noviembre, s/f, pp. 14-26.
91
Virginia García Acosta, Juan Manuel Pérez Zevallos y América Molina
del Villar, Desastres agrícolas en México. Catálogo Histórico. Tomo I. Épocas pre-
hispánica y colonial, (958-1822), FCE/CIESAS, México, 2003; María Isabel
Campos Goenaga, “Cuando estaban enojados los dioses. El huracán de
1561: vulnerabilidad ideológica y prevención en la sociedad maya yuca-
teca” en Historia y desastres en América Latina-III, Virginia García-Acosta
(ed.), CIESAS/LA RED, México, 2008; María Isabel Campos Goenaga,
Entre crisis de subsistencia; María Isabel Campos Goenaga, “Sobre tempes-
tades con remolino”.
92
Para ampliar la información sobra la gran rebelión de 1546-1547, véase
a Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, pp.245-248. Robert S.
Chamberlain, Conquista y colonización, cap. XV, p. 258 donde se dice que
“Las campañas de represión, en la rebelión de los mayas, fueron lleva-
das a cabo en la parte principal, con mayor rigor que en cualesquiera
anteriores (excepto la de los Pachecos). El mismo Montejo el Sobrino
fue culpable de actos aislados de crueldad. En una ocasión hizo que a
la mayoría de unos veinticinco de los Cupul, que fueron capturados con
armas en las manos, se las cortaran sin misericordia”.
59
93
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.15.
60
94
Una Real Cédula del 26 de mayo de 1536 ordenaba a las autoridades
responsables realizar tasaciones fijas de los pueblos a la vez que estable-
cía las normas a que debía sujetarse la tasación. Las Leyes Nuevas de 1542
ratificaron la legislación anterior y la hicieron extensiva a toda la Amé-
rica española, Silvio Zavala, El servicio personal de los indios de la Nueva
España I, 1521-1550, El Colegio de México/ El Colegio Nacional, México,
1984, l, pp. 51 ss.; José Miranda, El tributo indígena en la Nueva España
durante el siglo XVI, El Colegio de México, México, 1980, pp. 93 y 99. Espe-
cíficamente para Yucatán, una cédula del 23 de abril de 1548 ordenaba
al virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, ver cuestiones de
concentración de población indígena y sobre tributos hacer una tasación
oficial “de conformidad con la capacidad de pago de cada pueblo indi-
vidual”, v. Richard S. Chamberlain, Conquista y colonización, pp. 292-293.
95
Equivalencias: una manta era igual a cuatro piernas; una pierna era
igual a un tributario entero o a dos medios tributarios.
61
96
Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, pp.303 y 385 y ss.
97
“Instrucciones de la Audiencia de México a Gaspar Juárez de Ávila,
México 22 agosto de 1550” en Rubio Mañé, Archivo I, p. 95, tomado de
Sherburne F. Cook y W. Borah, Ensayos II, p. 23
98
Las cantidades a tributar de maíz y frijol se consignaban en tierra cul-
tivada, en plantíos “un número determinado de fanegas de maíz y frijol
que tenía que plantarse anualmente”, y no por producto cosechado o en
grano como se establecería posteriormente. Estas cantidades así como
las arrobas de cera de abeja, miel, pescado o sal, se fijaban en relación al
tamaño de los pueblos, France V. Scholes y Ralph L. Roys, Los chontales
de Acalan - Tixchel, edición Mario Humberto Ruz, traducción M. H. Ruz
y Rosario Vega, UNAM (IIF/CEM) y CIESAS, México, 1996, p. 128.
99
Richard S. Chamberlain, Conquista y colonización, pp. 292-294; France
V. Scholes y Ralph L. Roys, Los chontales, p. 128; Sherburne F. Cook y W.
Borah, Ensayos II, p. 22; Manuela Cristina García Bernal, Yucatán, Pobla-
ción y encomienda, pp. 378-379.
62
100
Manuela Cristina García Bernal, Yucatán, Población y encomienda, p.
379.
101
La equivalencia era de un peso = ocho reales; un real = doce granos.
102
France V. Scholes y Ralph L. Roys, Los chontales, p. 128.
63
103
AGI, México, 3018, “Nombramiento e instrucciones al Licenciado
Tomás López, Oidor de la Audiencia de Guatemala, para la visita de
las provincias de Yucatán, Cozumel y Tabasco, Santiago de Guatemala,
9 de enero de 1552”, en DHY, I, pp. 16-18. Llegó a Yucatán el 13 de junio
de 1552.
104
AGI, Justicia, 1016, n°6 ramo 1. “Real Cédula que dispone y manda
la orden que se ha de tener sobre lo tocante a los servicios personales
de los indios, Valladolid, 22 de febrero de 1549” y AGI, Justicia, 1016,
n°6 ramo 1. “Real Cédula mandando al Lic. Cerrato, presidente de la
Audiencia de los Confines, que ha de guardar en la provincia de Yucatán
la cédula del 22 de febrero de 1549 sobre los servicios personales de los
indios, Madrid, 13 de diciembre de 1551” en DDQAMY, II, pp. 96-98 y
101, respectivamente.
105
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.30; Richard S. Chamberlain,
Conquista y colonización, p. 346.
106
Diego López Cogolludo, Historia de Yucatán, p.304.
64
107
Diego López de Cogolludo registró que en 1553, cuando se edificaba
el convento de Izamal y era guardián de dicho convento Diego de Landa,
“había mucha hambre en toda la tierra, tanto, que perecían muchos de
los naturales, y aún los españoles padecieron graves necesidades” y que
“seis meses que duró el hambre”, Diego López de Cogolludo, Historia
de Yucatán, p. 291. Fray Bernardo de Lizana da como fecha del hambre
1552, pero López Cogolludo se encarga de corregir los datos ya que
dice, fue en 1553 cuando tuvo lugar el Segundo Capítulo Custodial de la
orden franciscana en Yucatán, en la que se nombró guardián de Izamal
a fray Diego de Landa, Bernardo de Lizana, Historia de Yucatán: devo-
cionario de nuestra señora de Izamal y conquista espiritual. México, Imprenta
del Museo Nacional, 1893, C - I, 9; Diego López de Cogolludo, Historia de
Yucatán, p. 290.
108
“Se entienda que de aquí adelante los indios den tres tributos de man-
tas cada un año de cuatro en cuatro meses cada tributo, que sale cada
indio con tres piernas de mantas tejidas y la otra se les quite por el tejer
de esta que han de dar y que cese lo del hilo en lo cual podía haber y
había grandes inconvenientes y los indios ser defraudados”, AGI, Justicia,
1016, nº 6, ramo 1, “Traslado del concierto que se hizo entre la ciudad
de Mérida y los franciscanos de Yucatán sobre varios asuntos tocantes a
los indios. Mérida 27 de octubre de 1553” en DDQAMY, II, pp. 102-105.
109
AGI, Justicia, 244, “Nombramiento e Instrucción al licenciado Garcí
Jufre de Loaisa, oidor de la Audiencia de Guatemala, para visitar las
provincias de Yucatán, Santiago de Guatemala, 28 de marzo de 1560”
en DHY, I, pp. 85-87.
65
1553 Retasación y moderación de los 3 veces al año: cada 4 meses, “al tercio”
tributos
Prohibición de tasar y eliminación del
servicio personal de los indios en el
sistema de encomiendas
1554 En Mérida: Manta de 3 piernas, se les 3 veces al año: cada 4 meses, “al tercio”
elimina 1/4 de la manta
110
Manuela Cristina García Bernal, Yucatán, Población y encomienda, pp.
382-383.
111
France V. Scholes y Ralph L. Roys, Los chontales, p. 129.
112
Manuela Cristina García Bernal, Yucatán, Población y encomienda, p. 383.
66
67
113
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.148-149.
114
AGI, México, 364, “Carta de Fray Diego de Landa, Fray Francisco de
Navarro y Fray Hernando de Guevara al presidente y oidores del Consejo
de Indias, Mérida, 3 de abril de 1559”, en DHY, I, p.84
115
Estuvo como Alcalde Mayor de Yucatán entre 1556 y 1558.
68
116
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.80-81.
69
117
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.142-143
118
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.156-157
70
119
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.51.
120
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.89.
121
AGI, México, 2999, tomo D-1, “Real cédula para que las provincias
de Yucatán, Cozumel y Tabasco sean sujetas a la Audiencia de la Nueva
España, Toledo, 9 de enero de 1560”, en DHY, I, pp.8-9.
71
122
AGI, Justicia, 244, “Nombramiento e Instrucción al licenciado Garcí
Jufre de Loaisa, oidor de la Audiencia de Guatemala, para visitar las
provincias de Yucatán, Santiago de Guatemala, 28 de marzo de 1560”,
en DHY, I, p.85-87
123
Por ejemplo, a pesar de que las congregaciones fueron ordenadas por
López Medel en 1552 y sí se cumplieron en la mayor parte del territorio,
hay una Real Cédula fechada el 9 de enero de 1560, para que “se junten
los indios de la provincia de Yucatán en pueblos por la orden y conforme
a lo que está mandado”, AGI, México, 2999, T D-1, en DHY, I, p.78.
124
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.138.
125
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.110
126
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada, “Declaración del testigo
Juan de Villalobos, 27 febrero 1565” en DDQAMY, I, p.62.
72
127
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.152-153.
128
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.160.
129
Es una rama de ceiba espinosa, la Ceiba aesculifolia, en maya piim.
Concretamente esta especie se relaciona con la Ceiba pentandra, el yaxché,
solo que su tronco carece de espinas. V. J. Erick S. Thompson, Historia
y religión de los mayas, Siglo XXI ed., México, 1982. (Colección América
nuestra, América antigua, 7), p.222.
130
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.146.
73
131
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.137.
132
V. María Isabel Campos Goenaga, Entre crisis de subsistencia, cuadro 1
del anexo.
133
V. María Isabel Campos Goenaga y Massimo De Giuseppe, La cruz de
maíz: política, religión e identidad en México: entre la crisis colonial y la crisis de
la modernidad, ENAH-INAH, México, 2011; María Isabel Campos “Mayas:
percepción del riego y concepción de los desastres, Yucatán entre los
siglos XVI y XVIII”, pp. 123-162, en Miradas catalanas en la antropología
mexicana, Claudi Esteva, Josep Ligorred y María Isabel Campos (coord.),
ENAH - INAH/ Casal Catalá Península de Yucatán, México, 2012.
134
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idó-
latras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.81, 91.92, 96,102 y 116. V. María
Isabel Campos Goenaga, “Cuando estaban enojados”.
74
135
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.76-77.
136
Para nombrar los exhortos que tenían lugar después de las ceremo-
nias, utilizo la palabra sermón ya que define la intención de dichas plá-
ticas o discursos, aunque no se trata de doctrina cristiana.
137
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.108.
138 AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idó-
latras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.121.
75
139
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562”en DDQAMY, I, p.138.
140
El libro de los libros del Chilam Balam, Alfredo Barrera Vásquez y Silvia
Rendón, traductores, FCE, México, 1963, p.159: “Muy cuidadosamente
revisado, ha sido estampado en este libro por cuatro hombres de noble
linaje, venidos del cielo, jugo del cielo, rocío del cielo, Hombres Verda-
deros, Reyes de ésta tierra: Zacaalpuc, Hooltun-Balam, Hichchtun-Poot
y Ah Mex-Cuc-Chan”.
141
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.153. Respecto a
los linajes y su origen dice Landa: “Que tienen mucha cuenta con saber el
origen de sus linajes, especialmente si vienen de alguna casa de Mayapán;
y eso procuraban saberlo de los sacerdotes, que es una de sus ciencias, y
jáctanse mucho de los varones señalados que ha habido en sus linajes”,
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.41.
76
142
AGI, México, 2999, libro D-1, “Real Cédula nombrando al Doctor
Diego Quijada alcalde mayor de Yucatán. Toledo, 19 febrero 1560”, en
DDQAMY, I, pp.3-6.
143
Gobernó como Alcalde Mayor de Yucatán de 1561 a 1565.
144
Se apoyaba en una provisión de la Audiencia de los Confines: AGI, Es-
cribanía de Cámara 1009B, “Real provisión despachada por la Audiencia
de los Confines a las justicias de Yucatán para que den auxilio y ayuda
a los religiosos. Santiago de Guatemala, 28 de febrero de 1558” en DD-
QAMY, I, pp. 21-23. V. AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Petición
que presentó Fray Diego de Landa ante el doctor Quijada, pidiendo el
auxilio del brazo seglar para llevar presos a la ciudad de Mérida algunos
indios culpados en el asunto de la idolatría. Maní, 4 de julio de 1562” en
DDQAMY, I, pp. 69-71.
145
En ellas se autorizaba a los prelados para realizar casi todas las funcio-
nes episcopales, excepto la ordenación, en ausencia de obispos o cuando
la sede se encontrara a dos días de distancia. En 1517 el cardenal Cisne-
ros, inquisidor general de España, delegó facultades inquisitoriales a to-
dos los obispos de las Indias. En 1519 el provincial de la orden dominica
en las Indias, fray Pedro de Córdoba, recibió autoridad para establecer
77
78
149
V. mandamientos de prisión en las declaraciones. AGI, Justicia, 245.
Residencia de Quijada, “Declaración del testigo Bartolomé de Bohor-
ques, 2 enero 1565” en DDQAMY, I, pp.31-35.
150
Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, p.297.
79
151
Diego López de Cogolludo, Historia de Yucatán, p.294.
152
Guillermo Bonfil, “La teoría del control”, p.33
80
153
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562”en DDQAMY, I, p.106.
81
sus verdaderos dioses y los que les habían criado y dado ser
y aquello debían creer.154
154
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.107.
82
155
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada, “Declaración de algunos tes-
tigos” en DDQAMY, I, p.65. Consultar para otras descripciones del auto
de fe las declaraciones de Juan Villalobos, Francisco Orozco y Bartolomé
de Bohorques en DDQAMY, I, pp.65, 39 y 27.
156
Este hecho para los españoles era un castigo terrible de acuerdo a
la mentalidad de la época. No sabemos el impacto que pudo tener en la
mentalidad de los mayas, al respecto nos remitimos al estudio de Alberto
Ruz sobre las costumbres funerarias. Ruz, considerando la costumbre
de dejar junto con el cadáver diversos objetos como sus herramientas de
trabajo, atributos, y por el hecho de conservar al muerto y proporcio-
narle alguna clase de protección, plantea que el muerto experimenta
sensaciones, necesidades y sentimientos como los vivos. Dice que: “si la
creencia en la continuación de la vida material después de la muerte se
infiere de las prácticas funerarias (protección de la tumba, ofrendas de
útiles, armas, comida, bebida, acompañantes, etcétera) ... la creencia en
una supervivencia meramente espiritual no deja vestigios tangibles que
la arqueología pudiera descubrir e interpretar con absoluta seguridad”.
Respecto a la cremación, opina que pudo ser originada por la creencia
y propósito, que se registra en otras civilizaciones, de liberar el alma de
la envoltura material del cuerpo. Ver Alberto Ruz Lhuillier, Costumbres
funerarias de los antiguos mayas. FCE, México, 1989, pp. 190-191
83
157
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada, “Declaración de algunos
testigos” en DDQAMY, I, pp.28-29.
158
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Diligencias hechas por el Provin-
cial y el Obispo. Años 1562 y 1563” en DDQAMY, I, pp.192-197
159
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Diligencias hechas por el Provin-
cial y el Obispo. Años 1562 y 1563” en DDQAMY, I, p. 193
84
160
Los frailes que investigaron en Sotuta fueron: fray Diego de Landa,
fray Juan Pizarro, fray Francisco Aparicio, fray Antonio Verdugo y como
alguacil del Santo Oficio Ginés Alvarez. En Homun, fray Miguel de la
Puebla fue el juez principal, ayudado por fray Andrés de Bruselas y fray
Francisco de Santa Gadea, auxiliados por Antonio Quijada, español y
vecino de Homun, como alguacil.
161
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.150.
162
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Diligencias hechas por el Provin-
cial y el Obispo. Años 1562 y 1563” en DDQAMY, I, p. 191
163
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Pareceres de algunos españoles
sobre el castigo de los indios por idolatría, dados a solicitud del Obispo
Fray Francisco de Toral. Año de 1562” en DDQAMY, I, pp.130-134.
85
164
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.85.
165
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp. 130-140; 155-
156; 159,181.
86
1
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp. 135 ss.
2
Procesos básicos por los que se expresa la dinámica del control cultu-
ral. En el grupo dominante se producen imposición cuando este gru-
po introduce elementos culturales ajenos en el universo cultural del
grupo étnico dominado; supresión es el proceso por el que prohíben o
eliminan elementos culturales, capacidades de decisión, o ambas de la
cultura propia del grupo subalterno; finalmente, mediante el proceso de
enajenación el grupo dominante obtiene capacidad de decisión sobre
elementos culturales propios del grupo subalterno, aumentando así su
“control cultural”. Cuando el grupo dominado o subalterno actúa de
manera explícita o implícita, consciente o inconsciente, para preservar
los contenidos concretos del ámbito de su cultura autónoma, hablamos
de resistencia. Si lo que hace es adquirir una capacidad de decisión sobre
elementos culturales ajenos, se trata de apropiación. Será innovación
cuando un grupo étnico crea nuevos elementos culturales propios y pa-
san a formar parte de su cultura autónoma. V. Guillermo Bonfil, “La
teoría del control”, pp.34-35.
89
3
Virginia García Acosta afirma que “las estrategias adaptativas surgen
de contextos socio-culturales, espacial y temporalmente determinados.
Son construcciones culturales que un grupo, una comunidad o una so-
ciedad adopta y adapta para enfrentarse a las amenazas y, en términos
generales, para dar la cara a los desastres como procesos”, además son
generadas históricamente y diseñadas para resolver problemas espe-
cíficos y repetitivos. Virginia García Acosta, “Estrategias adaptativas y
amenazas climáticas”, en Javier Urbina y Julia Martínez (Eds.) Más allá
del cambio climático: las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global,
UNAM/SEMARNAT, México, 2007, pp. 1-17, v. pp. 11-13. Jimena Cuevas
afirma que “las estrategias surgen del espacio social que las produce,
cada sociedad las genera y se diferencian entre una sociedad y otra. Éstas
pueden ser estrategias políticas, económicas, sociales, culturales, espa-
ciales, adaptativas, educativas, religiosas, entre otras”, en Jimena Cuevas
“Aquí no pasa nada. Estrategias y prácticas espaciales para hacer frente a
fenómenos hidrometeorológicos en la Ciudad de San Francisco de Cam-
peche”, Tesis de Maestría en Antropología Social, CIESAS, México, 2010,
p. 101 ss. Sobre el tema, revisar Virginia García Acosta, Joel F. Audefroy y
Fernando Briones (coords.), Estrategias sociales de prevención y adaptación,
CIESAS, México, 2012.
4
V. Gustavo Wilches - Chaux, Auge, caída y levantada.
90
5
Al relacionar los elementos culturales y las decisiones se establecen
cuatro ámbitos o espacios dentro de la cultura total, diferenciados en
función del sistema de control cultural existente, cultura autónoma, cul-
tura apropiada –que conforman la cultura propia–, cultura impuesta y
cultura enajenada –formando la cultura ajena–. En este libro se trata de
la cultura propia.
6
El “control cultural” se entiende como sistema y proceso. Si lo estudia-
mos como sistema resulta posible diferenciar los ámbitos de la cultura y
establecer la estructura de las decisiones en un momento dado. Si lo ha-
cemos como proceso, ya no es una visión estática, adquiere movimiento
porque aparecen “las tensiones, las contradicciones y los conflictos que
caracterizan toda relación interétnica asimétrica”, Bonfil, “La teoría del
control”, p.40.
7
Los elementos culturales pueden ser propios ya que el grupo lo recibio
como patrimonio cultural y produce, reproduce, mantiene o transmite.
Los ajenos son los elementos que forman parte de la cultura que vive el
grupo, pero que no ha producido, ni reproducido, Bonfil, “La teoría del
control”, p. 23-43
8
Son muchos los autores interesados por este tema entre los que se en-
cuentran Rodolfo Stavenhagen y Margarita Nolasco, (comp.), Política
cultural para un país multiétnico, SEP/El Colegio de México/Universidad
91
92
11
Guillermo Bonfil, México profundo. Una civilización negada, México,
SEP/ CIESAS, 1987, pp.113 ss.
12
Sobre el concepto de resiliencia ver Karen I. Sudmeier-Rieux, “Resi-
lience - an emerging paradigm of danger or of hope?”, Disaster Prevention
and Management, Vol. 23 Iss: 1, 2014, pp.67 - 80; Siambabala Bernard
Manyena y Stuart Gordon, “Bridging the concepts of resilience, fragility
and stabilisation”, Disaster Prevention and Management, Vol. 24 Iss: 1, 2015,
pp.38 - 52
13
Pueden ser propias o ajenas. Las decisiones son propias cuando se dan
en cualquier instancia reconocida como instancia interna legítima del
grupo étnico.
93
14
Por ejemplo, la élite gobernante maya decidió que era fundamental
mantener las manifestaciones rituales de su religión para mantener en
funcionamiento el cosmos. Esto se hizo con las prácticas rituales y las
decisiones de utilizar lo que se encontraba al alcance, como los espacios
de las iglesias en tanto espacios sagrados.
94
95
96
97
98
15
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.135-162. V. Cua-
dro 1.
99
16
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.71-129. V. Cuadro 2.
17
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada. “Declaraciones de algu-
nos testigos” en DDQAMY, I, pp. 24-69; AGI, Escribanía de Cámara,
1009B,“Diligencias hechas por el Provincial y el Obispo. Años 1562 y
1563” en DDQAMY, I, pp. 189-233.
100
18
Libro de Chilam Balam de Chumayel, traducción del maya al castellano
por Antonio Mendiz Bolio, prólogo, introducción y notas de Mercedes
de la Garza, SEP, México, 1985, pp. 85 ss.
19
Libro de Chilam Balam, p.37
20
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.115.
21
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.49.
101
22
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.48.
23
RHGY, II, p. 198. V. Cuadros 22 y 23 sobre ofrendas no humanas.
24
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.50. V. Cuadros 24 y 25 para
ofrendas humanas.
102
25
Diego de Landa. Relación de las cosas, pp. 49,50 y 51. Una característica
sobresaliente e indispensable era que el sacrificado debía ser puro, no
podía estar contaminada. En los ritos de entrada los participantes del
sacrificio hacían ayunos y abstinencias para purificarse.
26
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano. Obras I. Barral editores, Barce-
lona, 1970, pp.174-175.
103
27
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano, p. 244
104
28
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano, p.170.
105
106
29
Roger Callois, El hombre y lo sagrado, FCE, México, 1984, pp.157-159.
30
Roger Callois, El hombre y lo sagrado, pp.29-31.
107
108
109
110
31
Mircea Eliade, Imágenes y símbolos, Taurus ediciones, Madrid, 1979,
pp.44-50; Johanna Broda, Stanislaw Iwaniszewski e Ismael Arturo Mon-
tero García, La montaña en el paisaje ritual, UAP-CONACULTA-INAH,
México, 2007; Johana Broda, “Observación de la naturaleza y ciencia
en el México prehispánico: algunas reflexiones generales y temáticas”, en
La relación hombre-naturaleza, reflexiones desde distintas perspectivas discipli-
narias, coordinación de Brigida von Mentz, CIESAS-Siglo XXI, México,
2013; Johana Broda, Convocar a los dioses: ofrendas mesoamericanas. Estudios
históricos, antropológicos y comparativos, Instituto Veracruzano de Cultura,
Xalapa 2013.
111
32
Por otra parte y como veremos más adelante, se incorporaron elemen-
tos cristianos a la antigua religión, lo que hace que se comparta en cierta
manera la esencia del espacio sagrado.
33
Ver los sacrificios números 16, 22 y 30 de la provincia de Hocabá, en el
Cuadro 3. En la provincia de Sotuta se declaron más rituales. Ver en
el Cuadro 4 los números: 1, 4, 5, 6, 7,10, 21, 22, 23, 31, (36-38), (37-39),
54, 55, 57, 68, 70, 71, 79, (81-88-92-96), 83, 97, 98, 99, 107, 109. Según las
declaraciones, todos ellos se celebraron en la iglesia. Cuando se hicieron
en espacios cercanos a ella, se especifica en los documentos.
34
Se refiere a Francisco Namon Iuit, cacique y gobernador de Hocabá
y su provincia, hijo de Nadzul Iuit, halach uinic del cuchcabal de Hocabá.
35
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.140.
36
Ver número 40 en el Cuadro 4.
112
37
Diego de Landa, Relación de las cosas, pp. 64 y ss.
38
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.48 : “[…] tenían los señores,
sacerdotes y gente principal oratorios e ídolos en casa”.
39
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.104,106-107
40
En casi todos los sacrificios están presentes los maestros de escuela,
alguaciles y mozos de escuela, personajes supuestamente incondiciona-
les de los frailes. Los cuadros que se presentan en el anexo, muestran a
todos los asistentes a los sacrificios. Por otro lado, en el texto se pueden
revisar los cuadros 5 y 6 sobre los oficiantes, los cuadros 7 al 15 sobre los
participantes y los cuadros 20 y 21 de los sacrificantes.
113
piación del espacio –en estos casos, ajeno para realizar prácticas
culturales propias–, se encontraban en circunstancias similares
a los espacios cerrados de las iglesias.
Otros lugares de sacrificio estaban en las afueras de los pue-
blos marcados por una cruz, como un símbolo católico sacro.41
La utilización de un espacio sagrado alejado del dominio coti-
diano, bien podía darse por motivos de seguridad en su relación
con lo sagrado o como práctica subversiva de resistencia cultu-
ral. Como dice Claudi Esteva Fabregat:
41
Ver cuadros 3 y 4 en el texto.
42
Claudi Esteva Fabregat, “Metáfora y dialéctica de la cruz en Mesoamé-
rica” separata de El folklore andaluz. Revista de cultura tradicional, 2ª época,
nº4, pp. 139-163, Sevilla, 1989, v. p.141.
43
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.63.
114
44
La península de Yucatán es una gran plataforma de rocas calcáreas
marinas que ha venido emergiendo de las aguas desde hace muchos
millones de años, siendo su parte norte la más reciente. La costa norte y
noroeste esta bordeada por cordones litorales y arrecifes de coral fran-
jean el este, la costa del mar de las Antillas, lo que la hace poco accesible
por mar. Es una llanura monótona, baja, con terrenos planos sobre una
plancha endurecida calcárea llamada “roca laja”. Se pueden encontrar
ciertas ondulaciones a manera de cerros bajos en la colindancia con
el Petén, al sur. En el sureste de Campeche y sureste de Quintana Roo
son comunes los terrenos planos de suelos muy arcillosos, originalmente
lechos de antiguas lagunas costeras. Una cordillera o cadena de lomas
115
116
47
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.114. V. p. 12 “Que Chichenizá
es un asiento muy bueno a diez leguas de Izamal y once de Valladolid,
donde dicen que reinaron tres señores hermanos que vinieron a aquella
tierra de la parte poniente, los cuales eran muy religiosos y que así edi-
ficaron muy lindos templos. […] describiremos el pozo donde echaban
hombres vivos en sacrificio y otras cosas preciosas”.
117
48
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp. 142,146,158.
49
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.137, 140-141,
158-159; AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios
idólatras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp. 76-77, 75, 106, 127, 121.
50
Hay que recordar la similitud de formas con la cruz foliada de Palen-
que, representaciones del dios del maíz
51
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp. 89, 113.
52
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.118.
53
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Testimonios de Bartolomé Rojo,
1562” en DDQAMY, I, p.163
54
“Quemaron una cruz pequeña que tomaron del altar con unos vari-
llos” o “fueron a quemar tres cruces a los demonios”, AGI, Escribanía de
Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idólatras, agosto 1562” en
DDQAMY, I, p.113.
118
55
Martha Ilia Nájera, El don de la sangre en el equilibrio cósmico.El sacrificio y
el autosacrificio sangriento entre los mayas. UNAM, CEM, México, 1987, p.51
56
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.146, 158; AGI,
Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idólatras,
agosto 1562” en DDQAMY, I ,p.89.
57
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.142
58
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.50.
59
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562”en DDQAMY, I, p.143. La pureza
ritual se extendía al agua -zuhuy ha- y al fuego –zuhuy kak–, entre otros
elementos. Al respecto ver J. Eric S. Thompson, Historia y religión, pp.
231-232
60
“Y lo puso delante de sesenta ídolos que tenían presentes en cuatro o
cinco cajetes”, AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información
hecha en el pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p.149.
119
61
Cataplasmas o parches.
62
RHGY, I, p.114. Ver también RHGY, I, pp.75 y 270, y RHGY, II, p.35,
entre otras.
120
2.2.3 Oficiante
63
Claudi Esteva Fabregat, Metáfora y dialéctica de la cruz, p.147.
121
64
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano, pp.166-167.
65
David E. Tavárez, “La idolatría letrada un análisis comparativo de tex-
tos clandestinos rituales y devocionales en comunidades nahuas y zapo-
tecas, 1613-1654” en Historia Mexicana, Vol. 49, Nº. 2, 1999 , pp.197-252,
v. p.199.
66
Ver los Cuadros 5 y 6 sobre los oficiantes en las provincias de Hocabá
y Sotuta, respectivamente.
122
67
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 100.
123
68
Las cuentas coloradas aparecen en los documentos varias veces, sobre
todo las utilizaron para pagar servicios a sacerdotes, para comprar vícti-
mas o para compensar a los familiares de algunas víctimas de los sacrifi-
cios. En RHGY, I, 271, aparecen como adornos en la indumentaria, como
tributo junto con piedras verdes (RHGY, II,126) y como ofrendas a los
difuntos “dentro estaban dos cabezas de muertos y dos cuzcas coloradas,
que son a manera de collares” (RHGY, II,171). Las piedras verdes (jade)
eran llamadas tun y las coloradas kan que eran de concha roja y “son
de valor y precio porque con ellas compran lo que ellos han menester”
(RHGY, II,323). También Landa dice que a los difuntos les ponían en la
boca “maíz molido que es su comida y bebida que llaman koyem” y tam-
bién algunas piedras de las que tienen por moneda, para que no les fal-
tase que comer en la otra vida, Diego de Landa, Relación de las cosas, p.59.
69
RHGY, II, p.86.
124
125
70
V. Sergio Quezada, Pueblos y caciques, pp. 50-58.
126
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
4 Lorenzo Cocom Juan Cime Juan Cime Francisco Uc
Juan Cime Luis Ku Luis Ku Francisco Uicab
5 Lorenzo Cocom Francisco Uicab
Juan Cime Luis Ku
6 Luis Ku
Francisco Uicab
7 Juan Cime
8 Francisco Uicab
Juan Cime
38 Diego Hoil Diego Hoil Diego Hoil Francisco Uicab
Diego Tzotz Diego Tzotz Diego Tzotz
39 Antonio Pech Francisco Uicab
Diego Tzotz
40 Lorenzo Cocom Lorenzo Cocom Lorenzo Cocom
Juan Cime Juan Cime
54 Antonio Pech Antonio Pech Francisco Uicab
Diego Tzotz Diego Tzotz
71
Diego de Landa, Relación de las cosas, pp.14-15.
72
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.114.
127
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
55 Lorenzo Cocom Lorenzo Cocom Francisco Uicab
Juan Cime Juan Cime Lorenzo Cocom
62 Juan Cime Juan Cime Francisco Uicab
73
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.49.
74
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.104-105.
75
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.79.
76
Ver los cuadros 7 al 15 sobre los participantes y las funciones que
ejercieron en las ceremonias. Los participantes de los diversos pueblos
128
de Sotuta, están separados así que cada cuadro muestra un pueblo y sus
ceremonias.
77
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homún, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp. 160-161; AGI,
Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idólatras,
agosto 1562” en DDQAMY, I, p.106,116.
78
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.114-115.
129
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
2 Juan Iuit Lorenzo Iuit Juan Iuit
Ah-kin Miz+
3 Juan B.Iuit Juan Chan
5 Juan Iuit Juan Iuit Lorenzo Iuit
6 Diego Iuit Francisco Chan
Diego Tzab
8 Juan Iuit Juan Iuit Diego Tzab
9 Diego Tzab Diego Tzab
10 Diego Tzab Francisco Chan Francisco Chan Diego Tzab
Francisco Chan
11 Juan Blanco Iuit Juan B.Iuit Juan B.Iuit
13 Lorenzo Iuit Juan Iuit Juan Iuit Francisco Can
Juan Iuit
19 Francisco Chan
20 Francisco Chan
Juan Iuit**
21 Luis Ku Ah-kin Puc+ Ah-kin .Puc+
Ah-kin Uicab+ Ah-kin Uicab+
23 Lorenzo Iuit Lorenzo Iuit Lorenzo Iuit Francisco Chan
Juan Iuit
24 Francisco Chan Francisco Chan
25 Francisco Chan Juan Iuit Ah-kin Couoh+
Francisco Chan
26 Gaspar Tun Gaspar Tun Gaspar Tun
Juan Iuit Juan Iuit Ah-kin Couoh+
27 Francisco Chan Francisco Chan
Juan Tzab
Francisco Che
28 Lorenzo Iuit Lzo.Iuit
31 Juan Iuit Juan Iuit Juan Iuit
32 Juan Iuit Francisco Chan Ah-kin Couoh+
Francisco Chan
Juan Tzab
Francisco Che
33 Juan Iuit Juan Iuit Ah-kin Couoh+
Francisco Chan Francisco Chan
130
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
9 Juan Chuil
Luis Nauat
17 Juan Kantun
Juan Tun
Pedro Huch’im
33 Francisco Na Luis Nauat Francisco Balam
Francisco Chuil Diego Canbal+
Francisco Tabim
Francisco Oy
35 Juan Chuil
Luis Nauat
52 Luis Nauat Luis Nauat Francisco Balam
Diego Cambal+
53 Juan Chuil Juan Chuil Francisco Balam
59 Diego Ix+
Diego Canbal+
Francisco Balam
Luis Nauat
61 Luis Nauat Luis Nauat Francisco Balam
Juan Chuil Juan Chuil
66 Luis Nauat Francisco Balam
67 Luis Nauat Francisco Balam
Juan Chuil
Francisco Balam
85 Juan May Luis Nauat Luis Nauat Francisco Balam
Gaspar Kumun
86 Luis Nauat Luis Nauat
Fco.Balam Francisco Balam
131
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
25 Pedro Tuyu Diego Tzuc
26 Juan May Juan May
Diego Tzuc Diego Tzuc
27 Pedro May Pedro May
Juan Dzul Juan Dzul
28 Juan May Diego Tzuc
Diego Tzuc
29 Pedro May Pedro May
Fco. Tuz Fco.Tuz
Pablo Ppiste
43 Juan Duzl Juan Duzl
Pedro May Pedro May
45 Diego Keuel Pedro May
Francisco Balam
Agustin May
76 Diego Tzuc
77 Juan Cauich Juan Cauich
Juan Canbal Juan Canbal
79
Al menos de decisión en el momento de utilizar espacios que estaban
a su cargo.
132
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
78 Diego Tzuc Diego Tzuc
Pedro May Pedro May
79 Pedro May Juan Cauich Pedro May Diego Tzuc
Agustin May Juan Cauich Juan Ppiste
Diego Keuel
Francisco Balam
80
Nancy Farriss, La sociedad maya, pp.513 ss.
81
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Diligencias hechas por el Provin-
cial en los años 1562 y 1563” en DDQAMY, I, p.190.
82
RHGY, I, p.304. Ver también RHGY I, pp. 180,198,251, y RHGY II,
pp.140, 158, 171, 336, entre otros.
133
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
10 Juan Pech Melchor Yqui Juan Pech
Juan Be Juan Be
11 Melchor Yam Melchor Yam Juan Pech
Melchor Be
16 Melchor Be Melchor Be Melchor Be
Juan Pech Juan Pech Juan Pech
18 Diego Couoh Diego Couoh Melchor Be
Diego Ix+
19 Melchor Be Melchor Be Diego Ix+
51 Diego Couoh Diego Couoh Melchor Be
Juan Pech
64 Diego Couoh Diego Couoh Melchor Be
Juan Pech
70 Melchor Yam Melchor Be Melchor Be Juan Pech
Melchor Be
Juan Pech
71 Juan Pech
Melchor Be
83 Juan Pech Melchor Yam
Juan Pech
89 Melchor Chan Diego Couoh Diego Couoh Juan Pech
Juan Pat Melchor Be
Juan Puc
Juan Pech
134
83
Ver Thubasa Okoshi, “Los canules”, pp. 195-198.
84
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp.140, 141, 142,
148, 149. Ver en el Cuadro 5 los números 5, 6, 8, 9, (10-11).
135
OFRECER Y/O
NUM SUJETAR ABRIR SACAR Corazón
QUEMAR
58 Martín Euan Martín Euan Gaspar Chin
Pedro Euan Pedro Euan Pedro Pech
81 Pedro Pech Pedro Euan Pedro Euan Gaspar Chim
Francisco Pot
Gaspar Chan
Juan Canbal
90 Diego Euan Diego Euan Gaspar Chim
Juan Cauich Juan Cauich Pedro Pech
95 Juan Couoh
96 Pedro Euan Pedro Euan Gaspar Chim
Pedro Pech
85
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.81.
86
Bautizado Juan Cocom.
87
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.93.
136
88
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp. 73.
89
Ver Richard S. Chamberlain, Conquista y colonización, p.258; Diego de
Landa, Relación de las cosas, p.27, “[…] él vio un gran árbol cerca del pue-
blo en el cual un capitán ahorcó muchas mujeres indias en sus ramas y
de los pies de ellas a los niños, sus hijos”.
90
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.60. En el Diccionario de Motul en-
contramos varias acepciones del morfema tab: “cordel o cuerda con que
los indios atan y llevan sus cargas a cuestas”, “atadero, cuerda, ramal, con
que se ata algo, y de que cuelga alguna cosa”, también es “horca donde
ahorcan los malhechores” y tab cal es “ahorcarse a sí mismo”.
137
2.2.4 La víctima
91
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano, p.244.
92
Se ofrendaron víctimas no humanas en las ceremonias rituales número
1,14,15, 21-23, 31, 32, 68, 82, 91, 95, 97-100-108 de Sotuta. En Hocabá,
fueron los rituales 1, 4, 9, 17, 22, 26, 29-31. Ver cuadros 16 para Sotuta
y 17 para Hocabá.
93
Para tener descripciones de los perros, puercos y venados ver RHGY,
I, pp.78, 239 y 240. Sobre las tortugas ver Diego de Landa, Relación de las
cosas, pp.123-124.
138
94
Cuadro 19, Hocabá, números 2, 3, 5, 6, 7, 8, (10-11), 13, 14, 15, (18-
19),23, 24 y 28. Cuadro 18, Sotuta, los números 12, (25-26), 27, 28, 41, 42,
43, 44, 48, (52-53), 70, (81-88-92-96), 84, 85, 89 y 94.
95
Cuadro 19, Hocabá, números 25, 27, 32 y 33. Cuadro 18, Sotuta, los
números 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 13, 16, 18, 19, 20, 30, 33, (34-35), (36-38),
(37-39), 40, 46, 49, 50, 51, 54, 55, 57, 58, 59, 60, 62, 63, 64, 65, 66, 69, 71,
(73-77), 76, 78, 79, 80, 83, 86, 90 y 93.
96
Cuadro 19, Hocabá, número 20; cuadro 18, Sotuta, los números 17, 29,
47, 56, 61, 67, (72-74-75) y 87.
97
Cuadro 19, Hocabá, número 21; 18, Sotuta, número 45.
98
Cuadro 19, Hocabá, número 12
139
NUM OFRENDA
1 2 perros
4 1 perro
9 1 perro
17 copal, cacao en pozol, venado en chacmol,
pan y tres cabezas venado
22 lumbres y candelas,comidas y bebidas
26 1 perro
99
Martín Alonso, Enciclopedia del idioma, diccionario histórico y moderno de
la lengua española (siglos XII al XX), Aguilar, Madrid, 1982, 3 tomos, t. III,
p. 2977
100
Martín Alonso, Enciclopedia del idioma, t. II, p. 2912.
101
Martín Alonso, Enciclopedia del idioma, t. II, p. 2858.
102
Martín Alonso, Enciclopedia del idioma, t. II, p. 2910.
103
Martín Alonso, Enciclopedia del idioma, t. II, p. 2680.
140
NUM OFRENDA
29 1 perro
30 quemar copal
31 1 perro
104
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 98.
105
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.152.
106
Cim es una raíz maya que tiene el sentido de “morir” o “matar”. Chich,
entre otros sentidos significa “abuela de parte de madre”, o “nieta de
abuelo, muger de su nieto, hijo de su hijo”, Diccionario de Motul. Es posible
que el sentido de la frase sea “matar a los pequeños”.
141
142
143
144
145
107
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios
idólatras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.106.
108
Cuadro 18, Sotuta, números 9, 10, 11, 13, 16, 17, 18, 19, (25-26), 30, 33,
(34-35), (36-38), 47, 48, (52-53), 58, 59, 60, 61, 65, (73-77), 78, 84, 90 y 94.
146
109
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 121.
110
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 116.
111
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 86.
112
Cuadro 18, Sotuta, sacrificios 29, 46, 49, 63, 74 y 93.
113
Posiblemente se refiere a Tikunché y Pustunich, batabil del cuchcabal
de Maní. El primero estaba gobernado por el tzucub de los Chan y el
segundo por el de los Xiu. Ver Sergio Quezada, Pueblos y caciques, pp.
231-232.
147
114
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 101.
115
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idó-
latras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 74. Ver sacrifició número 37 en el
Cuadro 18, sotuta.
116
Cuadro 18, Sotuta, números 12, 33, 50 y 57; cuadro 19, Hocabá, nú-
mero 24.
117
Barrera, Libro de los libros de Chilam Balam, p.133: “El Lenguaje de Zu-
yua y su significado” encontramos “El caballo blanco que se les pide es la
sandalia de fibra de henequén y la sonaja blanca dicha y la manta blanca,
son las Flores de Mayo de centro blanco, y la sangre cuajada en la flor
de la sonaja que se les pide, es el amarillo de oro que tiene en medio la
flor y simboliza que de la Flor de Mayo proviene la sangre de ofrendas,
la sangre de los huérfanos de madre, de los huérfanos de padre, de los
miserables”. Sobre el lenguaje de Zuyua v. Francesc Ligorred Perramon,
“El lenguaje de Zuyua y la resistencia literaria maya-yukateka colonial”
en Colonial Latin American Review, Nº. 1, 2000 , pp. 49-61; Alfredo López
Austin y Leonardo López, Mito y realidad de Zuyuá, FCE/El Colegio de
México, México 1999.
148
118
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp. 155-156.
119
Cuadro 18, Sotuta, números 50, 57.
120
V. Nancy Farriss, La sociedad maya, pp.270 ss.
121
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 102.
122
Cuadro 19, Hocabá, números 2, 3, 5, 8, 14, 19, 20, 21, 23, 25, 27, 28, 32
y 33; Cuadro 18, Sotuta, números 41, 42 y 76.
123
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p. 159.
149
señalaba, por ejemplo que “era natural del pueblo y era criado
en casa de Pedro Dzul [y] los propios en casa eran sus parientes
y se hallaron en el propio sacrificio y prestaron consentimiento
a que mataran los muchachos”.124
En algunas ocasiones podía haber premura para encontrar
víctimas que ofrendar. Podía ser el caso que la rapidez fuera
necesaria para pasar desapercibidos y no ser descubiertos, por
ser el día indicado o por ser una prolongada sequía. En estos
casos se aprovechaban circunstancias fortuitas como la visita de
un pariente, lo que sucedió con “un mancebo, natural del pue-
blo de Atekax, provincia de Maní, llamado Francisco Cauich,
el cual se había ido a holgar al dicho pueblo de Yaxcabá con
unos parientes que tenía en el dicho pueblo que se llaman Juan
Cauich.”125
También podía suceder que, como se hacía antiguamente,
un cacique enviaba a otro las víctimas como obsequio y se or-
ganizaba un sacrificio. Juan Tzabnal, hermano del cacique de
Sanahcat de la provincia de Hocabá, dijo que hubo un sacrificio
de seis niñas que, como le oyó decir a Lorenzo Iuit cacique de
Huhí, “las había enviado el cacique de Cansahcab que se llama
Francisco Chel, que decían ser de Cah, que ellos llaman la pro-
vincia de Izamal, porque así lo tenían de costumbre antigua-
mente enviarse unos caciques a otros a manera de presentes los
muchachos y muchachas para sacrificar.”126
124
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 84.
125
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 105.
126
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 152.
150
151
108, 109.
152
2.2.5 Sacrificante.
129
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano, pp.151-152.
130
Yolotl González Torres, El sacrificio humano entre los mexicas, FCE/
INAH, México, 1985, p.188.
131
Ver cuadros 20 y 21. En los cuadros solo está registrada la información
que se desprende de las declaraciones.
153
132
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.94, 99.
133
Los asistentes a las ceremonias rituales se detallan en las declaraciones
y están en los cuadros del anexo por pueblo.
134
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano, p.152.
135
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 123.
136
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp. 76, 77.
154
137
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.124.
138
Diego de Landa, Relación de las cosas, pp.58-59, “Que esta gente tenía
mucho, excesivo temor a la muerte y lo mostraban en todos los servicios
que a sus dioses hacían no eran por otro fin ni para otra cosa sino para
que les diesen salud y vidaq y mantenimientos”.
139
RHGY, I, p.164. V. RHGY, I, pp. 110, 183 y 412.
155
140
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp. 88, 100, 115.
156
141
Se refiere a la fase del desmonte de la tumba, roza y quema
142
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.40.
143
RHGY, I, p. 69 y 239. Ver la reconstrucción del calendario agrícola en
Campos Goenaga, Entre crisis de subsistencia, pp.36-37.
144
Para marzo de 1562 hay cinco; para abril hay seis; cuatro entre abril
y mayo; doce para mayo; cuatroentre los meses de mayo y junio; otros
tres para junio; cuatro entre junio y julio, y cuatro más para julio. Ver
el Cuadro 2 en las páginas anteriores, los números correspondientes al
año de 1562.
145
Ver la descripción de estos elementos y sus posibles efectos en María
Isabel Campos Goenaga “Cuando estaban enojados”; “Sobre vientos” y
Entre crisis de subsistencia.
146
Cuadro 2, Sotuta, los sacrificios número (36-38), (37-39), 40, 45, 46,
47, 48, 49, 50, 51 y (52-53).
157
147
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p.102.
148
María Isabel Campos Goenaga “Cuando estaban enojados”;
149
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 74.
158
150
RHGY, I, p.73.
151
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada.“Declaraciones de algunos
testigos. Juan de Villalobos, 1565” en DDQAMY, I, p.58.
152
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada.“Declaraciones de algunos
testigos. Juan de Villalobos, 1565” en DDQAMY, I, p.61.
153
RHGY, I, p. 286
154
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada.“Declaraciones de algunos
testigos. Juan de Villalobos, 1565” en DDQAMY, I, p.63.
159
ofreció al diablo cinco cuentas para que le diese salud a una en-
fermedad que tenía.”155
Las víctimas, objetos156 a sacrificar, que utilizaban en las
ofrendas eran aves, venados, copal, cuentas y cuzcas. Muchos
de estos rituales de sacrificante individual consistían en un au-
tosacrificio, práctica frecuente a tenor de las fuentes, según las
cuales “todos los más de los viejos [tenían] las orejas arpadas y
con la sangre que de ellas se sacaban untaban los ídolos.”157 Los
declarantes de Tekax afirmaban que desde que eran cristianos
no ofrecían a sus dioses la sangre sacada de sus orejas, lengua o
de “su natura”.158
Los elementos culturales relacionados con el sacrificante,
pertenecían al núcleo de cultura autónoma, de hecho, es el
punto medular de la estrategia y las prácticas culturales para
enfrentar los riesgos.
155
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada.“Declaraciones de algunos
testigos. Juan de Villalobos, 1565” en DDQAMY, I, p.60.
156
Animales, vegetales, animados o inanimados.
157
RHGY, II, p.87. V. RHGY, I, p.124.
158
AGI, Justicia, 245. Residencia de Quijada.“Declaraciones de algunos
testigos. Juan de Villalobos, 1565” en DDQAMY, I, pp. 58, 61, 62, 63 y 64.
159
Marcel Mauss, Lo sagrado y lo profano, p. 161.
160
160
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p. 142.
161
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p. 145.
161
162
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, pp.74-75.
163
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp. 152 y 160.
164
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 100.
165
Ver cuadros I y II del apéndice.
166
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, pp. 141, 147.
162
la tierra que tenían allí hecho”.167 Lo que comían era “la carne
de los animales que allí habían ofrecido.”168
Con esta información, se puede hablar de comidas y em-
briaguez rituales.169 La comida podía considerarse una comu-
nión del pueblo y gobernantes, la comunidad, con la divinidad
para obtener beneficios, y los gobernantes la legitimidad de sus
funciones al hacer de intermediarios con los dioses. En cuanto
a la embriaguez, Nancy Farriss afirma que “tenía la función
de facilitar el acceso a lo sobrenatural al provocar un estado de
conciencia alterado.”170
Las ordenanzas de Tomás López Medel prohibían la fabrica-
ción y consumo del balché o vino de la tierra y del vino de Castilla,
ya que el oidor afirmaba que les causaba muchas enfermedades
y los “distraían mucho de la doctrina cristiana, y renovaban con
las borracheras la memoria de sus gentilidades.”171 Parece ser
que los naturales tenían una opinión distinta a la del oidor Ló-
pez sobre lo dañino que era para la salud el balche, porque en las
Relaciones Histórico Geográficas se afirmaba que “vivían más y más
sanos antiguamente que ahora, y dicen que la causa es que anti-
guamente bebían un vino que ellos hacían de agua y miel y maíz
molido, y le echaban algunas raíces que los emborrachaba y ser-
vía de purga, lo cual ahora les es prohibido.”172 La característica
purgativa del balché propiciaba que al limpiarse físicamente, se
adquiriera el estado de pureza necesario para el sacrificio.
167
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p. 160.
168
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 104.
169
Los testigos declararon comida y bebida ritual después del sacrificio
en los siguientes: 2,3,5,6,8,9,11,13,21,23-25,31-33 en Hocabá. En Sotuta
1,21,92,100-102,106,108 y 109.
170
Nancy Farriss, La sociedad maya, p.311.
171
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.215.
172
RHGY, I. p.134. V. RHGY, I, pp.71, 96, 147, 166, 183, 201, 272, 320, 414,
y RHGY, II pp.84, 187 entre otros.
163
173
AGI, Justicia, 249. Residencia de Quijada, “Información hecha en el
pueblo de Homun, septiembre 1562” en DDQAMY, I, p. 148.
174
AGI, Escribanía de Cámara, 1009B, “Procesos contra los indios idóla-
tras, agosto 1562” en DDQAMY, I, p. 113.
175
Diego de Landa, Relación de las cosas, pp.50-51.
164
NUM FORMA
1 sacaron el corazón y los quemaron
9 sacaron el corazón
26 sacaron corazón
30 copal en cajete con brasas
con una capa se subió el humo
31 sacaron el corazón y los quemaron
[…] pensando que aquel ídolo les había de dar lo que les
faltaba de comida, mataba o hacía matar a un hombre in-
dio y le sacaban el corazón y se lo presentaba la dicho ídolo,
quemándoselo delante, que era su sacrificio y ceremonia,
diciendo y rezando en su lengua: ku ah tepale,176 y por el
propio tenor lo ofrecía al ídolo, diciéndole en la lengua:
176
K’u ahtepale, sagrado señor.
165
177
Esta frase no se ha podido ser reconstruir, pero de ella se puede re-
conocer la palabra Ix kanleox, que parece ser el nombre de una deidad
asociada con el sur.
178
RHGY, II, p. 323
179
Diego de Landa, Relación de las cosas, p.50.
166
NUM FORMA
1 al modo antiguo
2 al modo antiguo
3 al modo antiguo
15 al modo antiguo
21 extraer corazón
22 crucifixión
31 comieron y bebieron
32 comieron y bebieron
68 comieron y bebieron al modo antiguo
91 al modo antiguo y quemaron candela
97 al modo antiguo
98 al modo antiguo extracción corazón
99 al modo antiguo
100 al modo antiguo
101 al modo antiguo
102 al modo antiguo, quemaron una cruz
103 al modo antiguo, quemaron una cruz
104 al modo antiguo, quemaron una cruz
105 al modo antiguo, quemaron una cruz
106 al modo antiguo, quemaron una cruz
107 al modo antiguo, quemaron una cruz
108 al modo antiguo
109 al modo antiguo, comida y bebida
180
Tuvo el poder político de Mayapán en el Katun 8 Ahau,1185-1204.
167
ser halach uinic y ahau, pero cuando regresó del cenote de Chi-
chén Itzá con un mensaje de los dioses, fue llamado halach uinic
y ahau.181 La Relación de la Villa de Valladolid dice que todos los
señores de esas provincias:
181
El libro de Chilam Balam, p.48.
182
RHGY, II, p. 38.
168
183
Cuadros 22 y 24, Hocabá, números 1, 2, 3, 5, 6, 8, 9, (10-11), 13, 15,
20, 21, 23, 24, 25, 26, 27, 31, 32 y 33. Cuadros 23 y 25, Sotuta, ceremonias
números 5, 9, 12, 13, 16, 17, 18, 19, 20, 21, (25-26), 27, 28, 29, 30, 33, 35,
(36-38), 39, 43, 44, 45, 47, 48, 49, 51, (52-53),54, 56, 57, 58, 59, 61, 63, 64,
65, 66, 67, 76, 77, 78, 79, 80, (81-88-92-96), 90, 93, 94 y 98.
184
Cuadros 23 y 25, Sotuta, ceremonias números 4, 6, 7, 8, 10, 11, 22, 40,
55, 62, 69, 70, 71, 83, 85, 86 y 89.
185
Cuadros 22 y 24, Hocabá, número 28.
186
Cuadros 22 y 24, Hocabá, números 7 y 14; Cuadros 23 y 25, Sotuta,
ceremonias números 42, 46 y (72-74-75).
187
Cuadros 22 y 24, Hocabá, número 20.
188
Cuadro 22: 1, 9, 26 y 31. Cuadro 23: 21 y 98.
189
Cuadro 23: 22.
169
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