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Universidad Mariano Gálvez De Guatemala

Psicología Laboral
Licda. Yesenia Velásquez
Sección B

Tema:
Tipos de contratos

Nombre: Carné:
Estefani Julia Lorena Estrada Solórzano. 5272-16-12938
Yocasta Melissa Suárez Romero. 5272-16-87
Jeyson Polando Archila 5272-16-6043
Bryan Polanco Archila, 5272-16-5208
Aranzasú Deyaniera Juárez Gómez. 5272-16-2690

Guatemala, 26 de Octubre, 2019


INTRODUCCIÓN

Contrato individual de trabajo es aquel por el cual una persona física denominada
el trabajador se compromete a realizar obras o servicios para una persona física o
jurídica denominada el empleador bajo la dependencia y subordinación de este,
quien, a su vez, se obliga al pago de una remuneración determinada.
Tipos de contratos
El contrato laboral:

El contrato laboral es el acuerdo al cual llegan empleado y empleador y a través del


que se establecen y formalizan los servicios y actividades a realizar para el segundo
por parte del empleado, así como la remuneración que va a recibir éste como pago
a sus servicios. Se establecen los derechos y obligaciones de cada una de las
partes, así como el consentimiento mutuo de la relación comercial y el objetivo de
dicha relación. Otros aspectos a tener en cuenta y que deben reflejarse claramente
en el contrato son su duración, la existencia o ausencia de un período de prueba, el
compromiso y la necesidad de preaviso en caso de querer terminar el acuerdo antes
del período acordado, las consecuencias de su incumplimiento por cualquiera de
las partes y cualquier otro acuerdo al que se llegue en el proceso de contratación.

1. Contrato indefinido

Se trata de un tipo de contrato que se establece sin una limitación temporal en lo


que respecta al período de realización del servicio. Dicho de otro modo, en este tipo
de contrato no se estipula una fecha de finalización. Supone la existencia de
estabilidad por parte del empleado, y en caso de que el empleador decida dar por
finalizada la relación laboral deberá indemnizar al susodicho.

Este tipo de contrato puede realizarse de forma únicamente verbal en algunos


casos, si bien siempre puede exigirse (y de hecho resulta recomendable) su
formalización por escrito. A su vez, la contratación indefinida supone una serie de
ventajas no solo para el empleado sino también para el empleador, al poder
beneficiarse de diversos tipos de ayuda o deducciones fiscales en función del tipo
de trabajador contratado.

2. Contrato temporal

El contrato temporal supone un pacto entre empleador y empleado en el que se


estipula la prestación de servicios durante un periodo temporal determinado. En
general, todos ellos deben ser realizados por escrito, si bien algunos de ellos
pueden bajo circunstancias específicas realizarse de manera oral. Los periodos de
prueba variarán en función del tiempo de contratación estipulada. Entre este tipo de
contratos se encuentran los siguientes:
 Contrato de obra o servicio determinado. Su objetivo es la realización de
obras o servicios con autonomía y sustantividad propias dentro de la
actividad de la empresa y cuya duración es incierta, no pudiendo ser superior
a tres años.
 Contrato eventual por circunstancias de la producción. Se realizan por
necesidades puntuales del mercado, como acumulación de tareas o exceso
de pedidos, aun tratándose de la actividad habitual de la empresa.
 Contrato de interinidad. Sirve para sustituir a trabajadores con derecho a
reserva del puesto de trabajo o para cubrir temporalmente un puesto durante
un proceso de selección o promoción de personal.
 Contratos temporales incentivados. Son contratos bonificados para la
contratación de ciertos colectivos que tienen más difícil el acceso al mercado
laboral. Por ejemplo, jóvenes sin experiencia laboral, mujeres víctimas de
violencia de género, discapacitados.
 Contrato de relevo. Se utiliza para sustituir a un trabajador de la empresa
que acede a la jubilación parcial. El trabajador sustituto ha de estar inscrito
como desempleado para poder realizarle este contrato.

3. Contrato para la formación y el aprendizaje. Este contrato pretende


favorecer la inserción laboral y la formación de las personas jóvenes en un
régimen que combina actividad laboral retribuida y actividad formativa. La
formación recibida permite obtener una titulación oficial en formación
profesional o un certificado de profesionalidad relacionado con la actividad
laboral desarrollada.
La duración mínima de este contrato es de un año y la máxima de tres, y se
podrá celebrar con trabajadores mayores de 16 años y menores de 25.
Además, la retribución del trabajador será proporcional al tiempo de trabajo
efectivo, según convenio y nunca por debajo de la parte proporcional del
salario mínimo interprofesional.

4. Contrato en prácticas. Estos contratos tienen como objetivo la adquisición


por parte de los trabajadores de práctica profesional relacionada con su
titulación. Para realizarlo, salvo excepciones, no pueden pasar más de cinco
años desde que el trabajador terminase sus estudios. Además, su duración
no podrá ser inferior a seis meses ni superior a dos años.
CONCLUSIÓN

El contrato de trabajo se perfecciona con el mero consentimiento del trabajador


y el empresario, de tal manera que, desde que las partes consienten en
contratar, quedan obligadas al cumplimiento de lo pactado y de las prestaciones
declaradas como accesorias por ley, costumbre o principios generales. Desde este
momento, el contrato comienza a producir sus efectos, salvo que las partes fijen
una fecha posterior

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