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Nociones comunes-TdS PDF
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útiles
Índice
13
14 Nociones comunes
8 Véase, a este respecto, «Entre las calles, las aulas y otros lugares. Una
conversación acerca del saber y de la investigación en/para la acción
entre Madrid y Barcelona», en esta misma publicación, pp. 133-167.
9 Fundada y dirigida por el anómalo disidente socialista Raniero
Panzieri, se publicó de 1961 hasta 1965.
Prólogo 19
20 Ibidem.
Prólogo 25
21 Ibidem.
22 Sandra Harding, The Sciencie Question in Feminism, Cornell
University Press, Ithaca, 1986. Autoras como Nancy Hartsock, Hilary
Rose, Patricia Hill Collins y Dorothy Smith representarían la teoría del
26 Nociones comunes
El análisis institucional
Investigación-Acción Participante
43
44 Nociones comunes
social. Es ahí donde está hoy en día lo político. Es ahí donde hacer
encuesta cobra sentido, como toma de conciencia de la propia
potencia y fuerza de cooperación por parte de las nuevas
subjetividades, como posibilidad de que esta fuerza y de que
esta potencia pueda darse políticamente como antagonista.
Por lo tanto, decir que el lugar de constitución de lo políti-
co en la metrópoli postfordista es la cuenca de cooperación
social significa decir que es de ahí de donde hay que partir
para encontrar el cabo de la madeja de los procesos de pre-
carización, si no se quiere sólo comprender tales procesos,
sino también intervenir políticamente allí donde se da la
posibilidad de una subjetividad antagonista constituyente.
Simplificando: analizar una forma empresarial cualquie-
ra con un alto grado de precarización nos dirá algo sobre un
proceso abstracto que emplea de vez en cuando a distintos
sujetos, por ejemplo en ciclos semestrales o anuales, y nos
restituirá de algún modo una estructura sin sujetos o, por lo
menos, sin una forma de subjetividad que logre anclarse y,
por consiguiente, la crítica que cabrá efectuar podrá ser todo
lo radical que se quiera, pero seguirá siendo siempre abs-
tracta, estará vacía de vida y de riqueza subjetiva, será poli-
ticista y no (bio)política. Lo interesante es justo la operación
inversa: partir de una cuenca de cooperación y ver desde ahí
cuáles son los niveles de la cooperación misma, o las salidas
laborales y retributivas que se forman a partir de tal coope-
ración, o bien cómo la empresa desarrolla el control, la ges-
tión y la puesta a trabajar de los sujetos de una cuenca de
cooperación particular, o si tales sujetos consiguen gestionar
autónomamente su propia colocación en el proceso produc-
tivo, y qué fricciones, qué conflictos, viene a delinear todo
este proceso. Observar, por ejemplo, las modalidades bajo
las cuales un departamento de personal cualquiera de una
empresa que se encuentra en un proceso de reestructuración
suficientemente avanzado realiza sus propias selecciones de
personal no dejará de revelar cómo estas selecciones tienen
en cuenta los niveles de cooperación de los que los sujetos
aislados se hacen agentes, de acuerdo con la nueva regla que
cabría sintetizar en el enunciado «asalariar a uno para con-
tratar a muchos», dando así cuenta de cómo, a través de la
singularidad, un segmento productivo puede subsumir
saberes y aptitudes extendidas y construidas socialmente.
Errancias 49
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56 Nociones comunes
Primer punto
Segundo punto:
Tercer punto
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68 Nociones comunes
Encuesta y coinvestigación
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82 Nociones comunes
Caminar preguntando
cosa que se llama nombre; sin embargo, no siempre da, al mismo tiem-
po, existencia a un nombre que llame a la cosa. Y, creando, entre los infi-
nitos posibles, un nombre común, mi cerebro da existencia a una cosa
común que se llama nombre común; sin embargo, no siempre da exis-
tencia, al mismo tiempo, a un nombre común que llame a la existencia a
un algo común de un conjunto de cosas. Entonces, lo que da verdad al
nombre y al nombre común, lo que coloca nombre y cosa “aquí mismo”,
es precisamente ese “al mismo tiempo”», p. 19.
88 Nociones comunes
5 Sobre todas estas cuestiones, véase el vídeo y el libro que hemos edi-
tado bajo un mismo título: A la deriva (por los circuitos de la precariedad
femenina), cit.
De preguntas, ilusiones, enjambres y desiertos 89
Investigación y organización
93
94 Nociones comunes
II.
III.
IV.
así nos parece que no alcanza, pues preferimos sin dudar que la
vida desordene a la política antes que una «buena política»
logre ordenarla, desplazándola, proponiéndole problemas tras-
cendentes, determinando «prioridades» y obligaciones.
Pero adentrémonos en las preguntas de nuestra amiga:
¿por qué el Colectivo Situaciones va a buscar sitios de inter-
vención afuera? ¿Qué verdad se espera hallar en gente diferen-
te? ¿No se trata de una suerte de escape a la exigencia de poli-
tizar las «propias vidas» en lo que éstas tienen de cotidianas?
Aún más: ¿no hay en todo esto una renovación de la vieja
militancia (la clásica exterioridad) bajo nuevas formas, en la
medida en que —más allá de lenguajes y dispositivos recau-
chutados— se sigue yendo («acercando a») «desde afuera» a
«otros sitios» de los que se espera una solución más o menos
mágica para la propia constitución subjetiva y política?
Estas preguntas serían retóricas si sólo las formuláramos
para refutarlas. Resulta, sin embargo, que no es cierto que
sean preguntas que puedan ser eliminadas de una vez. Ellas
viven dentro nuestro y nos hablan de ciertas tendencias cuyo
control escapa completamente a nuestras intenciones mani-
fiestas. Una y otra vez debemos insistir sobre ellas, ya que no
hay antídoto definitivo y, más aún, se trata de tendencias
ampliamente favorecidas por la dinámica social dominante.
De hecho, el principal valor que tiene el formularlas es obli-
garnos a trabajar a fondo la cuestión de la exterioridad.
Sin embargo, hay otra imagen que habría que considerar.
No sólo la de puntos finitos escapando a su trágico destino de
exterioridad radical, y produciendo simulacros de «interiori-
dad» (la unión de lo «separado como separado» como dice
Guy Debord), sino también la de los puntos que precisan (y
trabajan para) hallar resonancias con las resonancias de otros.9
La distinción puede parecer hueca, sin embargo, describe
recorridos opuestos: mientras en la dispersión (exterioridad)
V.
Hasta Siempre,
29 de febrero de 2004
111
112 Nociones comunes
2 Grace Paley, «Della poesia delle donne e del mondo», en Piccoli con-
trattempi del vivere, Einaudi, Turín, 2003, p. 361.
3 Luce Irigaray, «Egales à qui?», en Critique, 1987.
El trabajo de Penélope 113
Lo amo, no me ama
Ética pelética
133
134 Nociones comunes
por otro lado, estaban las revistas, que eran más exteriores a
las luchas, pero tenían, no obstante, un feed back activo con
ellas e iban produciendo documentos sobre las mismas a
partir del trabajo de «equipos de base». Tampoco en ellas se
produce, en un primer momento, una formulación elabora-
da sobre procedimientos de construcción de teoría desde las
prácticas y a la vez de puesta en funcionamiento de la teoría
para la práctica.
Barcelona-Madrid,
entre septiembre del 2003 y junio del 2004.
8. Errancias
Colectivo Sin Ticket
[Bruselas]
Introducción
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168 Nociones comunes
Ciclo de autoformación
13 Esta propuesta vino, entre otras cosas, tras una serie de intervencio-
nes del CST de Lieja en el Consejo de Administracion de la SRWT
(Sociedad Regional Valona de Transportes, que gestiona la red de trans-
portes en la región valona) y de una acción matinal con objeto de inter-
pelar al ministro valón de transportes, José Darras (del partido ECOLO).
No obstante, la administración del Ministerio de Equipamientos y
Transportes que debía tramitar el proyecto, lo vió con malos ojos y tardó
dos años en aprobar el contrato de investigación.
14 Principalmente con gentes de proyectos de okupación que habían ido
apareciendo en el «barrio europeo» (zona de la ciudad de Bruselas
reservada a las residencias y hoteles de los funcionarios y cargos del
Parlamento europeo) durante la década de 1990.
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