besaron tus pupilas en la boca de lumbre de un silencio acariciado por los trigales de la luna las horas quebradas escondieron su nostalgia en su bolsillo eterno
En largo suspiro viajaste con el viento
bajo la sombra de un arco iris las dolorosas campanadas repicaron en la estación de un sábado de julio
Tu claridad de despedida se escucho a través de tu ave María y aún tu canción se escucha en tu final definitivo
Tu perfil de gentil maestra
quedo anclado en el corazón de tantas generaciones a quienes orientaste con ternura
Los ruiseñores al alba de medio día
trinarán en festiva serenata de gloria y al filo del anochecer florido recordaremos el paisaje de tu rostro tus manos bondadosas repartiendo ramas de cariño
Cajamarca ya no escuchara tu voz
ya no verá tus ojos indagar sobre el génesis del ser y la lluvia ya no te escuchará preguntar por el espino en el corazón del capullo y la flor sólo verá crecer tu imagen a través del rayo del sol en un retacito del alma
Tus queridos familiares
se balancean en tu apacible corazón en la hondura de un mes libertario recordando tu inagotable fortaleza y tu consejo matutino
Solo tu espíritu indómito
sólo tu palabra patria sólo tu oración de costumbre sólo tus valores hecho canciones sólo tu franqueza sólo tu carcajada resonara en ele silencio
Dolicita: todas tus manos amigas
se entrecruzan el fraternal compañía y hoy en sacrosanto mensaje las tantas voces te dicen ¡hasta luego! ¡adiós maestra! Que remendaste la humilde con tu constancia ¡adiós hermana! Que pintaste con oraciones las flores del horizonte ¡adiós amiga! Que llenaste de jardines de colores la noche y cantaste tantos versos de cariño ¡adiós dama de alba! Que en limpio coraje ofreciste al pueblo tu corazón y tu vida
Dolicita: este día el frío a caricia
la soledad que se nubla y las colegiales alas de música llevan a la artista en el corazón de su canto