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ABRIL 2008

NECESIDADES NUTRICIONALES PARA


AVICULTURA: POLLOS DE CARNE Y AVES DE
PUESTA

NORMAS FEDNA
NECESIDADES NUTRICIONALES PARA AVICULTURA
NORMAS FEDNA

Elaboradas por:

R. Lázaro, y G.G. Mateos


UPM

En colaboración con:

A. Barroeta y J.I. Barragan


UAB y AECA

Patrocinadas por:

NANTA, S.A. NUTRECO PRRC TROUW NUTRITION

Abril 2008
NORMAS FEDNA PARA LA FORMULACIÓN DE PIENSOS
2. Avicultura

Empresas colaboradoras:

Avena Nutrició, S.L. Nanta, S.A.


Cantos Blancos, S.A. Nuri y Espadaler, S.L.
Cargill, S.A. Nutreco Servicios, S.A.
Coren, S.C.L. Pascual de Aranda, S.A.
Corporació Alimentaria Guissona, S.A. Productos Florida S.A.
Dagu, S.A. Piensos del Segre, S.A.
Granjas Crusvi, S.A. Saprogal, S.A.
Grupo AN-CACECO Trouw Nutrition, S.A.
Hibramer, S.A. Vall Companys, S.A.
Ibérica Nutrición Animal, S.A.

Técnicos participantes:

N. Amela J. Méndez
X. Arbe S. Pedret
E. Borja P. Pérez de Ayala
J. Capdevila M. Pontes
J. Carrizo J. Ribó
J. Coma F. Roig
P.F. García Andrés I. Riu
F. Gil E. Sánchez
M. Gorrachategui F. Sánchez
J. Gracia G. Santomá
ÍNDICE
NORMAS FEDNA: Avicultura Páginas
PRESENTACIÓN………………………………………………………………………. 3
UNIDADES DE VALORACIÓN
Energía……………………………………………………………………………… 4
Proteína y aminoácidos………………………………………………….. 6
Fibra…………………………………………………………………………………. 7
Macrominerales………………………………………………………………… 8
Vitaminas y oligoelementos……………………………………………. 10
Grasa añadida y ácido linoleico………………………………………. 12
Pigmentación de la canal y de la yema… .......................... 13
NECESIDADES NUTRICIONALES
Pollos de carne………………………………………………………………… 15
Tabla 1.- Recomendaciones para piensos de
pollos de carne…………………………………………………… 22
Tabla 2.- Recomendaciones para pollos
camperos de crecimiento medio………………………… 23
Tabla 3.- Recomendaciones para pollos
camperos de crecimiento lento…………………………. 24
Tabla 4.- Recomendaciones prácticas de
vitaminas y microminerales para pollos de
carne……………………………………………………………………… 25
Pollitas de recría …………………………………………………………. 26
Tabla 5.- Recomendaciones para piensos de
recría de pollitas rubias………………………………………… 29
Tabla 6.- Recomendaciones prácticas de
vitaminas y microminerales para pollitas ligeras… 30
Gallinas ponedoras ……………………………………………………… 31
Tabla 7.- Recomendaciones para piensos de
ponedoras rubias…………………………………………………… 39
Tabla 8.- Recomendaciones para piensos de
ponedoras rubias sobre suelo………………………………. 40
Tabla 9.- Recomendaciones prácticas de
vitaminas y microminerales para ponedoras y
reproductoras pesadas………………………………………… 41
Pollitas y reproductoras pesadas ………………………………… 42
Tabla 10.- Recomendaciones para piensos de
reproductoras pesadas y machos reproductores… 45
ÍNDICE
NORMAS FEDNA: Avicultura Páginas

ANEXOS........................................................................... 47
Anexo 1.- Cálculo de necesidades energéticas diárias
A.- Aves en crecimiento: pollos de carne y pollitas
rubias y pesadas……………………………………………………… 49
B.- Aves en puesta: gallinas ponedoras y
reproductoras pesadas……………………………………………… 53
Anexo 2.- Cálculo de necesidades diarias de lisina
A.- Pollos de carne………………………………………………………. 56
B.- Pollitas rubias y pesadas................................... 57
C.- Aves en puesta: gallinas ponedoras y
reproductoras pesadas……………………………………………… 59
Anexo 3.- Estimación de la proteína ideal en aves…………… 63
REFERENCIAS …………………………………………………………………………… 65
NORMAS FEDNA: Avicultura 3

NORMAS FEDNA PARA LA FORMULACIÓN DE PIENSOS


2. Avicultura

PRESENTACIÓN

El objetivo de esta publicación es proporcionar información


básica que permita al nutricionista mejorar la eficiencia productiva de
sus explotaciones. Para la elaboración de esta guía hemos revisado la
información disponible en los diversos países productores de aves. La
bibliografía es exhaustiva pero no siempre aplicable a las condiciones
de nuestro país. En el pollo de carne, parte de la información es
antigua y no se corresponde con las necesidades nutricionales del
pollo actual. Además, en muchos casos no se tiene en cuenta que las
necesidades varían en función del tipo de pollo (asador vs. despiece),
los objetivos de producción (mínimo coste vs. producción de piezas
nobles) y sobre todo de la genética (p. ej., Cobb vs. Ross). Los
cambios genéticos que están ocurriendo en producción aviar, en
especial en el pollo broiler, afectan año a año de forma notable las
necesidades y recomendaciones (Pilbrow y Morris, 1974; Ross, 2002,
2006, 2007b; Cobb, 2004, 2006a). En aves de puesta, gran parte de
la información (Estados Unidos, Países Bajos, etc) procede de estirpes
blancas que tienen menores necesidades de mantenimiento y para
producción de masa de huevo que las rubias. La información se ha
particularizado y ajustado en base a parámetros productivos
estándares bajo condiciones españolas. Para ello se han utilizado
datos proporcionados por empresas y técnicos del sector que han
colaborado en la elaboración de estas normas. Para facilitar el trabajo
del nutricionista, el presente documento incluye información básica
(anexos 1 a 3) que permite recalcular, mediante extrapolación, las
necesidades bajo distintas circunstancias productivas.

Los datos que se aportan en las tablas no se corresponden con


necesidades mínimas obtenidas en estaciones experimentales o
laboratorios universitarios sino con recomendaciones prácticas en
condiciones de campo. Las normas cubren los apartados de energía
4 NORMAS FEDNA: Avicultura

(EMAn), proteína (aminoácidos esenciales), fibra, macrominerales


(calcio, fósforo, sodio, potasio y cloro), microelementos (vitaminas y
minerales traza), ácido linoleico y pigmentación bajo sistemas de
producción con manejo adecuado y estado sanitario óptimo. Genética
y tipo de animal, manejo, medio ambiente y objetivos de producción
modifican de forma sustancial las necesidades de las aves. Es misión
de cada nutricionista ajustar estos estándares a su granja o
integración particular.

UNIDADES DE VALORACIÓN

Energía

La predicción de las necesidades energéticas y consumo de


pienso se expresan en energía metabolizable aparente (EMA) ya que
en aves heces y orina se excretan conjuntamente. Para su
determinación se mide el consumo de alimento, la producción de
excreta y la energía de combustión (energía bruta) de ambos (Hill y
Anderson, 1958). Si se utiliza un marcador indigestible (óxido de
cromo, cenizas insolubles en ácido, etc) no es necesario medir ni la
cantidad de pienso consumido ni la de heces excretadas. Los valores
de EMA a su vez pueden expresarse corregidos en nitrógeno (EMAn;
retención nitrogenada cero) para lo que se determina la cantidad de
nitrógeno (N) retenido como proteína tisular o excretada como ácido
úrico. La corrección aumenta con la excreción de ácido úrico (i.e.,
movilización de proteína tisular cuando el consumo es inferior a las
necesidades de mantenimiento). Para calcular la EMAn se añade o
sustrae 8,22 kcal por cada g de N excretado o retenido,
respectivamente, ya que se asume que ésta es la cantidad de energía
que corresponde a 1 g de N excretado bajo forma de ácido úrico. En
aves en crecimiento (balance de N positivo) el valor de EMA es mayor
que el de EMAn (de Blas et al., 1990). Los valores de EMA dependen
del nivel de ingestión de pienso; a menor consumo menor es la EMA
ya que las pérdidas endógenas aumentan. En condiciones prácticas se
asume que la EMAn de un pienso es aproximadamente un 94% de la
EMA.

La mayoría de las tablas de avicultura expresan las necesidades


y el contenido energético de los ingredientes en EMAn.
Recientemente, López y Leeson (2008) han criticado esta corrección
NORMAS FEDNA: Avicultura 5

en N para piensos equilibrados ya que estiman que penaliza a los


ingredientes ricos en proteína una vez mezclados con otras materias
primas en piensos comerciales.

El sistema de EM verdadera (EMV) de Sibbald (1976) corrige por


pérdidas endógenas (energía en excreta de origen no alimenticio) en
gallos adultos, donde las necesidades para crecimiento son mínimas.
En la actualidad, los valores de EMVn obtenidos en laboratorios
americanos (p. ej., Universidad de Georgia) son equivalentes a los
valores de EMAn de otras tablas. La razón es que en la determinación
de la EMVn se utilizan gallos adultos mientras que en los trabajos
básicos de EMAn se utilizaron pollos jóvenes. Además los valores de
EMVn obtenidos en el laboratorio para las diversas materias primas
se corrigen en base a la EMAn del maíz (Dale, comunicación
personal). Este sistema no se ha implantado en Europa debido a
problemas relacionados con la metodología utilizada y el bienestar
animal.

El sistema de energía neta fue introducido en la década de 1940


en Estados Unidos (Fraps, 1946) y propuesto posteriormente en
Europa por De Groote (1974a,b). Este sistema, aunque debería ser el
método de elección en nutrición práctica, ha tenido un escaso
desarrollo y no disponemos de datos suficientes que permitan su
utilización práctica.

En la valoración de las necesidades energéticas de las aves y el


contenido en EMAn de los alimentos no se ha tenido en cuenta el
posible efecto beneficioso de las enzimas exógenas, en especial de las
carbohidrasas, sobre la digestibilidad de la energía. La razón es la
dificultad de valorar el beneficio de una forma científica ya que este
va a depender de numerosos factores relacionados con el ave y con el
tipo de dieta. En general, el efecto de las enzimas es superior en
pollos que en ponedoras, con cebada que con trigo, con cereales de
poca calidad de nueva cosecha que con cereales de calidad
almacenados durante más de 30 días y, sobre todo, es superior
cuando se adicionan a piensos con elevados contenidos de grasa
saturada.
6 NORMAS FEDNA: Avicultura

Proteína y aminoácidos

Las especies domésticas no tienen necesidades específicas en


proteína bruta (PB) sino en aminoácidos. Sin embargo, y como
medida de seguridad, este trabajo incluye un mínimo y un máximo en
PB para cada tipo de producción; el mínimo reduce la posibilidad de
que un quinto aminoácido esencial no contemplado en formulación
limite la productividad y el máximo ayuda a controlar la
contaminación ambiental y a reducir la incidencia de camas húmedas
y huevos sucios. Las aves, al igual que el resto de especies, no
pueden almacenar el exceso de proteína como tal sino que precisan
transformarla en grasa. Para ello deben desaminar la molécula y
eliminar el amonio (NH3) liberado. La presencia de NH3 en el
organismo es perjudicial y su eliminación en forma de ácido úrico es
energéticamente cara y precisa de agua adicional. El límite superior
de PB recomendado en estas tablas pretende maximizar la
rentabilidad de las producciones. Si la reducción de la contaminación
ambiental es un objetivo prioritario, estos niveles pueden reducirse
en 1 a 3 puntos dependiendo del tipo de ave y del sistema de
producción.

Las tablas de necesidades de aves incluyen valores para los


cuatro aminoácidos disponibles en forma cristalina expresadas en las
mismas unidades que aparecen en las Tablas FEDNA (2003): 1) total
y 2) digestibilidad real. Los dos aminoácidos que normalmente limitan
la producción en aves son la lisina (Lys) y los aminoácidos azufrados,
seguidos de cerca por la treonina (Thr). En piensos basados en maíz
el cuarto aminoácido limitante suele ser el triptófano (Trp) mientras
que en piensos basados en trigo o cebada, Valina (Val) e Isoleucina
(Ile) ocupan ese lugar. Finalmente, en piensos basados en sorgo,
probablemente sea la Arginina (Arg) el aminoácido a vigilar. Las
necesidades en Lys se han determinado en base a publicaciones
científicas y experiencias prácticas. Para predecir y calcular el resto
de aminoácidos esenciales se ha utilizado el concepto de proteína
ideal utilizando como base la información de Baker y su grupo de la
Universidad de Illinois (Baker y Han, 1994; Baker et al., 1996, 2002;
Baker, 1997, 2003), de otros investigadores (Leclercq, 1998; Mack et
al., 1999; Coon, 2004; Rostagno et al., 2005) y de casas comerciales
(Ross, 2006a; Cobb, 2004, 2006a). Para aves de puesta y
reproductoras pesadas se han tenido en cuenta las publicaciones del
NORMAS FEDNA: Avicultura 7

NRC (1994), Daghir (1995), Coon (2004), Leeson y Summers (2005)


y Rostagno (2005), así como las recomendaciones de Lohman
(2005a, 2007), Hy-Line (2005), Isabrown (2005), Ross (2005, 2007)
y Cobb (2006b). La Lys ha sido en todos los casos el aminoácido de
referencia. En el anexo 3 se ofrece el perfil de proteína ideal,
incluyendo la relación de Arg, Ile, Val y leucina (Leu), con respecto a
la Lys para los diversos tipos de producción (broilers, pollitas,
ponedoras y reproductoras pesadas).

Fibra

Las necesidades en fibra bruta (FB) y sus efectos sobre la


fisiología digestiva, la salud intestinal y la productividad de las aves
no están bien documentadas. El pensamiento más extendido es que
los piensos para aves deben incluir el nivel mínimo posible de FB y se
acepta que su inclusión reduce la palatabilidad y la digestibilidad de
los piensos para avicultura. De aquí que sea frecuente limitar el nivel
de fibra en los piensos comerciales. De hecho, en piensos de primera
edad el nivel de FB puede ser inferior al 2,5%. Es posible que el
exceso de ingredientes fibrosos reduzca el consumo y la digestibilidad
de los nutrientes pero informaciones recientes indican que el nivel
aceptable es superior al estimado hasta ahora y que en todo caso
depende del tipo de fibra considerado (González-Alvarado et al.,
2007). Un mínimo de fibra favorece el desarrollo y la actividad de la
molleja y estimula la motilidad intestinal, el reflujo de la digesta y la
producción de ácidos y enzimas digestivos (Jiménez-Moreno et al.,
2008). Todo ello beneficia los procesos de calcificación (mejora de la
solubilidad de las sales minerales) y la utilización de la proteína de
origen vegetal (reducción del pH y activación de la pepsina) en
primeras edades. La inclusión de niveles moderados de fibra de
calidad puede ayudar a modificar el perfil de la flora intestinal,
especialmente a nivel de los ciegos, aumentando la flora celulolítica a
expensas de la flora proteolítica. Como consecuencia, niveles
adecuados de fibra pueden aumentar ligeramente la producción de
ácido butírico y reducir el pH, ayudando así en el control de
salmonela spp y otros microorganismos patógenos.

Es difícil hacer recomendaciones prácticas en relación con el


suministro de fibra en base al comportamiento de las aves ya que
depende del objetivo prioritario: a) mejora del bienestar animal, de la
8 NORMAS FEDNA: Avicultura

fisiología intestinal y del control de la flora microbiana y b) mejora de


la digestibilidad de los nutrientes y del consumo de pienso. Recientes
ensayos de nuestro departamento (Mateos et al., 2006a, 2007)
indican que el pollito, hasta 21 d de edad, crece más y convierte
mejor con dietas que contienen 3,5% de FB (en base a 5% de
cascarilla de soja o cascarilla de avena añadida) que con dietas
controles basadas en harina de pescado, arroz y concentrado proteico
de soja con 1,5% de FB. Teniendo en cuenta los precios relativos
actuales de cereales y sus subproductos y la nueva legislación en
relación con el bienestar, cabe esperar que en el futuro los niveles de
inclusión de FB y FND en piensos para aves, especialmente de
ponedoras y reproductoras pesadas, aumenten. Nuestras
recomendaciones en FB incluyen un nivel mínimo, para asegurar el
confort intestinal, estimular el desarrollo de la molleja y potenciar los
movimientos de la digesta, así como un nivel máximo para no
penalizar el consumo voluntario de pienso.

Macrominerales

Las necesidades de calcio (Ca) y fósforo (P) se han estimado en


base a las recomendaciones del NRC (1994), Larbier y Leclercq
(1994), Moran y Todd (1994), Chen y Moran (1995) Summers
(1995), Van der Klis y Versteegh (1996), Leeson y Summers (2005),
Rostagno et al. (2005), Ross (2006, 2007a,b), Cobb (2004, 2006a,b),
Babcock (2007) y otros manuales comerciales e incluyen, en caso de
considerarlo necesario, un amplio margen de seguridad. Es
recomendable evitar excesos minerales por su efecto negativo sobre
el consumo en pollos y ponedoras y la incidencia de urolitiasis en
pollitas (caso del Ca), la calidad de la excreta (relación Ca:P y
balance electrolítico) y sobre los procesos de calcificación ósea y de
formación de la cáscara (caso del P). Además, un exceso de Ca puede
dar lugar a la formación de jabones cálcicos que reducen la
digestibilidad de la grasa dietética, especialmente cuando se utilizan
grasas saturadas. El problema es de escasa importancia práctica en
dietas para pollos basadas en aceites insaturados, así como en aves
adultas ya que los jabones cálcicos formados se disocian en intestino,
debido al pH del mismo. Las necesidades se expresan en Ca total
dada la escasa información existente sobre la disponibilidad para aves
de este mineral en los diversos ingredientes. Se sabe que las fuentes
NORMAS FEDNA: Avicultura 9

de origen mineral y animal se absorben mejor que las de origen


vegetal y el Ca de los fosfatos mejor que el de los carbonatos.

En España es aún frecuente evaluar las necesidades en P de las


aves en base a P disponible. Este sistema de valoración se basa en
comparar la disponibilidad del P de los diversos ingredientes con los
de una fuente patrón, normalmente el fosfato bicálcico o el fosfato
monocálcico. Por tanto, puede ocurrir que ciertas fuentes minerales
tengan un valor de P disponible superior al 100%, lo que no tiene
sentido biológico. Las necesidades en P digestible se basan en los
valores totales y de digestibilidad de las materias primas recogidas en
las Tablas FEDNA (2003) y se refieren a piensos sin fitasas añadidas.
La utilización de enzimas a la dosis óptima permite reducir el nivel de
P total en 0,09-0,10 unidades porcentuales, el P digestible en 0,06-
0,075, el de P disponible en 0,08 y el de Ca en 0,03. Los niveles
máximos de fosfato monocálcico y fosfato bicálcico que nos podemos
ahorrar con el uso de fitasas a las dosis normalmente recomendadas
son 4,4 y 6,4 kg/t, respectivamente. En situaciones de alto precio de
los fosfatos minerales, es económicamente recomendable utilizar
dosis de fitasas superiores a las recomendadas por el fabricante. En
estos casos ha de tenerse en cuenta que la actividad de las fitasas no
es lineal y que dosis superiores a las recomendadas en situaciones
normales tienen menor eficacia (al menos un 50% inferior). Además,
es preciso que las materias primas aporten un mínimo de fitatos
(0,25%), sustrato sin el cual las fitasas no pueden actuar.

Las necesidades en sodio (Na+) han sido estimadas en base a los


datos del NRC (1994) y trabajos más recientes (Teeter, 1997;
Oviedo-Rondón et al., 2001; Vieira et al., 2003; Borges et al.,
2003a,b, 2004; Leeson y Summers, 2001, 2005) así como de datos
prácticos obtenidos en condiciones de campo. Las recomendaciones
en Na+ son altas y probablemente superiores a las necesidades
mínimas en aves adultas. Un exceso de Na+ dará lugar a camas
húmedas, especialmente durante el invierno en naves mal aisladas.
Sin embargo, un exceso moderado de Na+ puede aumentar el
consumo de agua y quizás ligeramente el de pienso. Un mayor
consumo de agua es de particular interés en pollitos muy jóvenes y
en situaciones de verano ya que el jadeo y la evaporación del agua
en las vías respiratorias es el único mecanismo del que dispone el ave
para reducir el estrés calórico. Probablemente, sea aconsejable elevar
10 NORMAS FEDNA: Avicultura

ligeramente los niveles recomendados cuando se utiliza monensina


como coccidiostato y reducirlos cuando se utilice lasalocid o
maduramicina. Sin embargo, no todos los autores están de acuerdo
en la necesidad de modificar las necesidades en Na+ (y el equilibrio
electrolítico) en función del coccidiostato utilizado. Las
recomendaciones en cloro (Cl ) y potasio (K ) están basadas en el
- +

NRC (1994) y los trabajos de Oviedo-Rondón et al. (2001) y de


Murakami et al. (2003). Dada la falta de datos sobre el contenido en
estos minerales de los ingredientes de uso común en los piensos, los
valores indicados son meramente orientativos.

El exceso de cationes (Na+ + K+) aumenta el consumo de agua y


reduce la calidad de las deyecciones mientras que el exceso de
aniones (Cl-) tiende a reducir el consumo de pienso y a perjudicar los
procesos de calcificación. Valores lógicos de equilibrio electrolítico
están en torno a 200-250 meq/kg en aves de carne y entre 175-225
meq/kg en aves de puesta. En su trabajo original, Mongin (1981)
recomienda un balance en pollos en crecimiento en torno a 250
meq/kg. Sin embargo, Borges et al. (2004) observan en broilers
sujetos a estrés calórico valores óptimos entre 120 y 240 meq/kg,
indicando que 360 meq/kg eran excesivos. Sin embargo, no
disponemos de datos suficientes para hacer recomendaciones
prácticas sobre las necesidades en Na+ + K+ - Cl-. La falta de datos
sobre el contenido en electrolitos de los diversos ingredientes se
paliará en parte en la tercera edición de las Tablas FEDNA de
Composición de Alimentos a editar en 2009. Parte de estos datos
están ya disponibles (Mateos et al., 2006b).

Vitaminas y oligoelementos

No existe acuerdo entre autores sobre la composición óptima de


los correctores destinados a estas especies (Ward, 1993; Villamide y
Fraga, 1999; Allard, 2005; Basurto, 2005). De hecho no se conocen
en detalle las necesidades de las aves según tipo de producción para
la mayoría de las vitaminas y microminerales. Los microelementos
más estudiados en los últimos años han sido las vitaminas E, C, D y
colina en broilers y ponedoras, la biotina y el ácido fólico en
reproductoras y el Mn, Zn y Se en todo tipo de aves. El problema se
complica con la reciente oferta de minerales en forma orgánica cuya
disponibilidad, aunque variable, suele ser superior al de las sales
NORMAS FEDNA: Avicultura 11

metálicas. La composición de los correctores recomendada en esta


monografía se basa en estudios científicos realizados sobre niveles de
inclusión que evitan la aparición de síntomas de deficiencia clásicos.
Incluyen márgenes de seguridad para evitar la aparición de
problemas subclínicos en condiciones de manejo estándar (Mateos et
al., 2004). Debe tenerse en cuenta que las recomendaciones no
tienen en cuenta las necesidades extras del animal en relación con la
potenciación del sistema inmune bajo situaciones de estrés (vitamina
A, C y E y Zn y Se, entre otros), el enriquecimiento o mejora de la
calida de la canal y de la carne (vitamina E, Mn, Cr y Se, entre otros)
u otras nuevas aplicaciones de los microelementos. En este estudio se
han tenido en cuenta las recomendaciones de Whitehead y
Portsmouth (1989) y de Whitehead (1993), la composición de los
correctores comercializados en España y en Portugal (Villamide y
Fraga, 1999), datos americanos (Ward, 1993, 1996; Brister, ; Allard,
2005; Aburto, 2005; Rostagno et al., 2005) así como observaciones
prácticas de los autores.

Dado el desconocimiento sobre necesidades de las aves en


microelementos en función de los objetivos de producción, las tablas
de recomendaciones incluyen un rango y un valor medio para cada
nutriente. La composición de los correctores comerciales y las
recomendaciones prácticas publicadas por diversas instituciones caen
en su mayoría dentro de estos rangos. Los técnicos interesados
pueden moverse con cierta tranquilidad dentro de estos valores en
función de su experiencia, sus necesidades y sus objetivos. No se
recomienda diseñar correctores cuyo contenido en microelementos
esté muy alejado del rango indicado. Los niveles recomendados
representan valores lógicos a utilizar en caso de carecer de
experiencia en esta área de conocimiento. En la elaboración de estas
tablas no se ha tenido en cuenta el contenido en oligoelementos y
vitaminas de los ingredientes utilizados en fabricación debido a la alta
variabilidad tanto en composición como en disponibilidad. La
excepción es la colina ya que su disponibilidad en forma líquida, el
coste elevado y el alto contenido de ciertas materias primas, lo hacen
recomendable. Así, la inclusión de colina mediante el corrector puede
reducirse de forma apreciable cuando se utilizan niveles elevados de
DDGS de maíz, aceite de soja cruda, soja integral o simplemente
harina de soja. Además, caso de utilizarse colina sólida, parte de la
misma puede ser reemplazada de forma económica por la betaína
12 NORMAS FEDNA: Avicultura

que actúa como donador de grupos metilos. Debe tenerse en cuenta


que la función esencial de la betaína es la de donador de grupos
metilo y que no puede sustituir a la colina (o a la metionina) en otras
funciones fisiológicas. También, la necesidad de aportar biotina extra
con el corrector es superior en dietas basadas en trigo que en dietas
basadas en maíz, lo que se debe a que en el caso del trigo la biotina
se encuentra enlazada de forma covalente con la fracción fibrosa por
lo que no es disponible para el ave. Las recomendaciones de biotina
de las tablas se basan en dietas trigo-harina de soja y, por tanto, no
se ha tenido en cuenta la mayor disponibilidad de esta vitamina en
piensos basados en maíz.

Grasa añadida y ácido linoléico

Las necesidades en ácido linoleico (C18:2) han sido estudiadas


con cierto detalle en ponedoras pero no así en aves de carne. Existen
amplias discrepancias entre investigadores e industria en relación con
los niveles a utilizar. En ponedoras, la mayoría de los trabajos
científicos publicados indican que para maximizar la puesta y el
tamaño del huevo, las aves no precisan más de 1,10% de C18:2
(Jensen y Shutze, 1963; NRC, 1994; Grobas et al., 1999a, b, c,
2001; Safaa et al., 2008a). Sin embargo, las empresas
suministradoras de genética (Hy-Line, 2005; IsaBrown, 2005;
Lohman, 2007) y los técnicos de la industria recomiendan niveles
superiores, a menudo por encima del 1,5-1,6%. Las razones de estas
discrepancias no son conocidas pero pueden explicarse, en base a dos
razonamientos. En primer lugar, el contenido en C18:2 de las
materias primas de naturaleza no lipídica es inferior a lo indicado en
la mayoría de las tablas ya que no todo el extracto etéreo analizado
en el laboratorio se corresponde con grasa verdadera (Fedna 2003).
Por tanto, el contenido real de C18:2 de los piensos es inferior al
formulado. En segundo lugar, para elevar el nivel de C18:2 del pienso
utilizamos normalmente grasas vegetales insaturadas y es sabido que
la grasa añadida mejora el tamaño del huevo (Grobas et al.,
1999b,c). Por tanto, la mejora observada en el tamaño del huevo al
elevar el nivel de C18:2 puede deberse a la grasa añadida “per se” y
no al ácido graso.

En pollos de carne el nivel de C18:2 recomendado está en torno


al 1% (NRC, 1994). Trabajos recientes indican que este nivel
NORMAS FEDNA: Avicultura 13

sobreestima las necesidades del ave en crecimiento. En cualquier


caso, las dietas comerciales utilizadas en nuestro país, aún las
basadas en cereales blancos, cumplen con las necesidades mínimas
de C18:2. Un problema a considerar es el efecto del exceso de C18:2
en piensos de terminado (> 28 días) sobre la calidad de la canal. Este
problema se plantea más frecuentemente con pollos de peso excesivo
en verano, como consecuencia de la mayor fluidez de la grasa
abdominal a altas temperaturas cuando la canal no guarda la cadena
de frío. En cualquier caso, niveles de C18:2 inferiores al 1,8-2,0% no
deberían dar problemas a este particular especialmente si la relación
ácidos grasos insaturados:saturados del pienso es baja. Se estima
que son precisos al menos 14 días para reducir el nivel de C18:2 en
la grasa abdominal del pollo a niveles adecuados, en caso de haber
estado alimentados con anterioridad con piensos que contuvieran
más del 2,5% de C18:2.

Pigmentación de la canal y de la yema

Pollos y ponedoras son animales de grasa amarilla capaces de


absorber intactas las xantofilas. Estos pigmentos se depositan
posteriormente en tarsos y grasa a la que dan un color característico,
función del tipo de xantofila utilizado. En España es frecuente utilizar
en formulación práctica los conceptos de xantofilas amarillas (XAMAS)
y xantofilas rojas (XAROS). Esta división no tiene valor científico
alguno aunque facilita la formulación práctica. Dentro de las XAMAS
se incluyen normalmente la luteína, la zeaxantina y el pigmento
artificial apoéster del ácido carotenoico y dentro de las XAROS se
incluyen derivados del pimentón y el pigmento artificial cantaxantina.
Es obvio que la eficacia de pigmentación difiere notablemente entre
fuentes, procesos de estabilización utilizados y productos
comerciales, pero este estudio comparativo no es el objetivo de esta
monografía.

En España existen dos mercados para el pollo: blanco y amarillo.


En el caso del pollo blanco debe evitarse la utilización de
pigmentantes o de ingredientes que contengan xantofilas de cualquier
tipo (p. ej., maíz que aporta aproximadamente 15 a 20 mg de
XAMAS/kg de pienso) durante toda la vida del ave (mercados muy
exigentes) o utilizar niveles muy reducidos (< 20-30% maíz) y sólo
en el pienso iniciación (1 a 18 días). En mercados de pollo
14 NORMAS FEDNA: Avicultura

pigmentado, el nivel a utilizar depende del nivel de pigmentación


deseada. Como norma, 30 a 40 mg de luteina (XAMAS)/kg y 3 a 4
mg de cantaxantina (XAROS)/kg suministrados durante un mínimo de
4 semanas, previo al sacrificio son suficientes para una excelente
pigmentación. Debe tenerse en cuenta que la presencia de grasa en
el pienso mejora la absorción de los pigmentos y, por tanto, la
pigmentación.

En ponedoras, las necesidades en xantofilas dependen del


destino del huevo. Para consumo en cáscara, el objetivo es alcanzar
un valor de 11 a 12 (según mercado) de la escala de Roche. En estos
casos la apreciación visual es determinante y los valores aceptables
para el consumidor se consiguen con 2,2-3,5 mg de XAROS y 4 a 7
mg de XAMAS/kg de pienso. En el caso de huevos destinados a la
industria de ovoproductos, la saturación real y no la valoración visual
es importante. Además, en este caso la importancia de la uniformidad
del color de la yema de cada huevo individual es mínima. Por ello,
para alcanzar la misma pigmentación se precisa igual o incluso menos
pigmentación para ovoproductos que para huevos en cáscara. Caso
de que el ovoproducto vaya destinado a la industria de la pasta, se
recomienda elevar el nivel de pigmentación amarillo por encima de
los 25-40 mg/kg (según mercado de destino) sin que sea preciso ni
aconsejable la utilización de pigmentos rojos.
NORMAS FEDNA: Avicultura 15

NECESIDADES NUTRICIONALES

Pollos de carne

Las necesidades nutricionales de pollos de carne se detallan en la


tabla 1. Los niveles recomendados están indicados para estirpes
modernas con un crecimiento diario superior a los 60 g/d. Los
cálculos teóricos que justifican estas necesidades energéticas en
función del consumo se detallan en el anexo 1. Un principio básico de
la nutrición es que el pollo regula el consumo en función de sus
necesidades energéticas por lo que es posible modificar la
concentración en EMAn de los piensos dentro de amplios rangos en
función de los precios relativos de los ingredientes. Sin embargo,
cada día es más evidente que el pollo actual tiende a sobreconsumir,
lo que redunda en unas mayores ganancias diarias y mayor
deposición de grasa en la canal. Es importante tener en cuenta que
tanto las características como la presentación del pienso determinan
el consumo. Así, diversos investigadores (Amerah et al., 2007a,b;
Mateos et al., 2007; Corchero et al., 2008) han mostrado que la
presentación en migas o en microgránulo mejora el consumo hasta
en un 15-25% con diferencias más notables en los primeros 25 días
de vida. Las diferencias a favor del gránulo son muy importantes a
nivel de ganancia diaria y menos a nivel de índice de conversión, lo
que indica que la granulación favorece el consumo y reduce las
pérdidas de pienso, con escaso efecto sobre la digestibilidad per se.
Ensayos realizados en nuestro laboratorio han mostrado de forma
clara que el efecto beneficioso de la miga depende de la calidad de la
misma y se pierde en parte con la edad, una vez que todas las aves
reciben un pienso granulado común (Corchero et al., 2008). En
alimentación práctica, la forma de presentar el pienso está
adquiriendo mayor importancia día a día. Se considera que durante
los 15 primeros días de vida el pollito precisa un microgránulo de no
más de 2 mm de diámetro o una miga uniforme, “fina” y “sin finos”.
A partir de los 15-18 días de vida el pollito acepta gránulos de
tamaño superior (2,5 a 3 mm Ø de corta longitud) y a partir de los
22-25 días puede suministrársele un gránulo de 3 a 3,5 mm de
diámetro. Es muy importante que el porcentaje de finos a la altura
del comedero no supere el 60%.
16 NORMAS FEDNA: Avicultura

Es previsible que en el futuro los precios favorezcan el uso de


materias primas de baja energía (coproductos de cereales) con
respecto a grasas y cereales y que, por tanto, se tienda a reducir el
nivel energético de los piensos. Con piensos granulados, una
reducción de la energía no supone problema alguno. Sin embargo, en
ningún caso deberíamos utilizar en producción intensiva y con
estirpes modernas menos de 2.870 kcal EMAn/kg en iniciación y de
3.030 kcal EMAn/kg en acabado. Niveles inferiores pueden afectar el
crecimiento diario y probablemente el índice de conversión
energético. Con la presentación en harina, el consumo de piensos
bajos en energía se resiente y la eficacia alimenticia empeora. En
estos casos, es recomendable utilizar niveles superiores de EMAn. Por
otro lado, en épocas de calor, puede ser de interés elevar en 30-50
kcal el nivel energético del pienso en base a grasa pero siempre que
los costes económicos no se disparen, y que se mantenga la calidad
del gránulo y la relación EMAn:aminoácidos.

Las necesidades en aminoácidos esenciales totales y digestibles


se detallan en la tabla 1 donde se expresan en porcentaje de la dieta
para facilitar su utilización práctica. Estas mismas necesidades para
pollos camperos de crecimiento medio y lento se detallan en las
tablas 2 y 3, respectivamente. Los valores recomendados de los
distintos aminoácidos se han obtenido en base a calcular las
necesidades y los consumos de proteína y Lys indicados en el anexo 2
con aplicación posterior del concepto de proteína ideal del anexo 3.
Dos puntos claves a considerar en relación con las necesidades en
aminoácidos son 1) las necesidades en Lys son superiores en pollos
de rápido crecimiento ya que la Lys es componente clave de las
proteínas musculares y 2) en ciertas situaciones, como en épocas de
calor, es importante considerar las necesidades en un quinto
aminoácido esencial. Glicina + serina (Gly + Ser), Ile, Val y Arg son
aminoácidos candidatos a este quinto lugar según edad del ave,
ingredientes del pienso y condiciones ambientales.

En condiciones de altas temperaturas las necesidades


energéticas se reducen ya que no hace falta quemar energía para
producir calor y como consecuencia el pollo come menos. Sin
embargo, las necesidades en aminoácidos para formar proteína
permanecen constantes por lo que su concentración en el pienso debe
aumentar. En verano, cuando las temperaturas en el interior de la
NORMAS FEDNA: Avicultura 17

nave superan los 30 ºC es conveniente elevar el nivel de Lys (y por


consiguiente del resto de aminoácidos esenciales) en un 2-4% a
partir de los 10-15 días de edad, manteniendo constante el nivel de
PB. A efectos prácticos, el estrés térmico se puede definir en función
de que los pollos jadeen o no. Cuando el pollo inicia el jadeo (ºC de
temperatura + % de humedad > 105; p.e., 35 ºC y 70% H) podría
interesar aumentar la concentración energética del pienso en 50 kcal
EMn/kg en base a grasas, así como añadir cantidades moderadas de
ClK (1 a 2 kg/m3 de agua) a fin de aumentar el consumo de agua y
favorecer el balance electrolítico (Deyhim y Teeter, 1991; Soutyrine
et al., 1998). Es importante considerar que en condiciones extremas
de calor, el jadeo supone un gasto energético importante. Sin
embargo, en situación de estrés calórico el consumo voluntario de
pienso no viene regulado por las necesidades energéticas. Bajo estas
circunstancias, la energía y no los aminoácidos es el principal
limitante del crecimiento (o de la producción de huevos). Por tanto,
en condiciones extremas de calor, el elevar el nivel de aminoácidos
en relación con la energía podría incluso ser perjudicial. En caso de
calor intenso, la medida práctica de mayor impacto a fin de mejorar
la productividad es probablemente retirar el pienso durante las horas
previas al golpe de calor.

En estas tablas no se ha tenido en cuenta el posible efecto


beneficioso de las fitasas u otras enzimas tipo hidrocarbonasas (þ-
glucanasas y xilanasas) sobre la utilización de la fracción proteica del
pienso. La razón es que la bibliografía existente no nos permite
cuantificar de forma precisa el efecto sobre la disponibilidad de cada
aminoácido particular. Por último ha de tenerse en cuenta que si se
aumenta o reduce el valor energético de los piensos, por razones
económicas o coste de oportunidad de las materias primas, es
necesario modificar en la misma proporción los niveles de
aminoácidos.

Las necesidades del pollo de carne en PB son muy limitadas,


siempre que se cumplan los requerimientos en aminoácidos indicados
anteriormente. No se han observado problemas de productividad con
piensos equilibrados con 20,5% de PB en iniciación y 17,5% a partir
de los 21 días de edad. Los niveles mínimos de PB a utilizar son
ligeramente más elevados para índices de conversión que para
crecimiento y superiores cuando el objetivo es mejorar la calidad de
18 NORMAS FEDNA: Avicultura

la canal que cuando solo buscamos buena productividad. Por tanto el


nivel mínimo a recomendar depende del objetivo del programa de
nutrición. Bedford y Summers (1985) estiman que el pienso debe
suministrar un mínimo de PB y que este mínimo debe cumplir que el
índice entre aminoácidos esenciales y no esenciales esté en torno al
55:45. Una reducción excesiva del nivel proteico puede provocar
carencia, sobre todo en primeras edades, en Gly + Ser, Arg u otros
aminoácidos. Por tanto, es conveniente mantener un mínimo de PB
en todos los piensos, especialmente cuando el objetivo es mejorar el
porcentaje de partes nobles de la canal.

No se conocen bien las necesidades en FB o en FND de los pollos


de carne. Las aves son animales omnívoros y por tanto su aparato
digestivo está preparado para procesar alimentos con ciertas
cantidades de fibra. Sin embargo, el pollo actual basa gran parte de
sus resultados de crecimiento en su capacidad de consumo por lo que
el exceso de fibra es perjudicial. Se ha demostrado que dietas
excesivamente bajas en fibra (< 2,1 a 2,5% FB) reducen el tamaño
de la molleja e inciden negativamente sobre la motilidad y la salud
intestinal de las aves (Mateos et al., 2006a,b). Parte de este
problema se puede soslayar introduciendo en el pienso cantidades
crecientes de trigo entero (5 a 20%) en función de la edad. Esta
práctica es común en diversos países europeos (Dinamarca,
Inglaterra, etc) y se ha utilizado a veces, no siempre con buenos
resultados económicos, en nuestro país. Es probable que los efectos
beneficiosos sobre la salud intestinal de la inclusión de grano entero,
la adición de fibra insoluble, el suministro del pienso en harina en vez
de gránulo y el tamaño grosero de los ingredientes tengan en común
su acción dinamizadora del desarrollo de la molleja, el órgano director
del peristaltismo intestinal y del funcionamiento correcto del aparato
digestivo (Jímenez-Moreno et al., 2008b). Por otro lado, las
necesidades en ácido linoleico para un crecimiento óptimo son
limitadas e inferiores en cualquier caso a las recomendaciones del
NRC (1994). De hecho, no se han observado problemas de ningún
tipo con niveles inferiores al 0,7%.

La concentración de Ca y P total de los piensos actuales es


inferior a las recomendaciones de hace unas décadas. Dos razones
son la mayor disponibilidad de las fuentes de P actuales (fosfatos
mono-bicálcicos y fosfatos monocálcicos) y el uso de fitasas.
NORMAS FEDNA: Avicultura 19

También, el conocimiento actual de las necesidades de las aves según


su estadío de producción ha mejorado. Niveles de Ca inferiores al
0,60% en presencia de 0,30% de P digestible a partir de los 28 d de
edad, no afectan la productividad del broiler a nivel de campo. Sin
embargo, pueden perjudicar de forma notable la calidad del esqueleto
lo que resulta en mayor incidencia de roturas de patas y alas rojizas
en matadero. La utilización de fitasas mejora de forma notable y
consistente la utilización del fósforo fítico de los piensos. Tres puntos
a considerar en relación con el uso de fitasas son: a) la eficacia
depende de la dosis utilizada, 2) se precisa un nivel de fitatos mínimo
en la dieta y 3) la edad del ave y el tipo de alimentación puede
afectar los resultados. La eficacia de las fitasas (por unidad de
actividad) es superior con dosis bajas que con dosis altas aunque a
menudo es rentable económicamente la utilización de dosis
superiores a las recomendadas. En cualquier caso, las fitasas precisan
de una concentración mínima de fitatos para ejercer su actividad,
cantidad que estimamos en un 0,25%. Por último, debemos tener
cuidado con la idoneidad de las dietas de iniciación en relación con la
actividad de las fitasas. En numerosas ocasiones los piensos de
primera edad son pobres en fibra y se presentan en forma de migas
en base a partículas muy finas. Bajo estas circunstancias, la actividad
de la molleja es reducida y el pH es excesivamente alto lo que puede
afectar a la solubilidad de las fuentes minerales, la actividad de la
fitasa añadida y por ende, a la disponibilidad y absorción del P. A este
particular, debe tenerse en cuenta que ciertas estirpes podrían ser
más sensibles que otras a esta problemática en los primeros días de
vida.

En avicultura de carne, el equilibrio electrolítico (Na+ + K+ - Cl-)


parece jugar un papel importante en relación con el consumo de
pienso y la incidencia de camas húmedas. Diversos autores (Mongin,
1981; Vieira et al., 2003; Borges et al., 2003a,b, 2004) han
propuesto modular el equilibrio electrolítico de la dieta para mejorar
la productividad. En el pollito recién nacido (1 a 7 d de vida) balances
electrolíticos superiores a 225 mEq/kg han resultado en mejoras
notables del crecimiento. Vieira et al. (2003) proponen en pollos de
carne de 1 a 21 d una relación Na+ + K+ - Cl- superior a 200 meq/kg.
Es muy probable que niveles altos sean más favorables en épocas de
calor ya que aumentan el consumo de agua. Sin embargo, no
20 NORMAS FEDNA: Avicultura

contamos con información suficiente para poder recomendar unos


niveles u otros en las actuales condiciones productivas españolas.

En los últimos años ha habido un interés creciente en desarrollar


piensos adecuados para la fisiología digestiva del pollito durante la
primera semana de vida (Penz, 1998; Mateos et al., 2007). Un punto
clave en estos piensos es la presentación; los pollitos recién
eclosionados comen más con piensos en gránulo de pequeño tamaño
que con piensos en harina, con presentaciones en forma de migas de
calidad en una posición intermedia (Corchero et al., 2008). Las
características nutricionales de este tipo de piensos se detallan en la
tabla 1. A notar que el objetivo fundamental del preiniciador no es
que el pollito crezca mucho con buenas conversiones en esa semana
sino potenciar el desarrollo del tracto gastrointestinal. Por tanto, en
estos piensos no es necesario utilizar altas concentraciones
energéticas. Puntos a considerar en la formulación del preiniciador
son la utilización de 1) grasas insaturadas de calidad, 2) fuentes
proteicas con niveles limitados en factores antinutricionales
(especialmente de inhibidores de la tripsina) y 3) niveles elevados de
Na+ para favorecer ingestas altas de agua y pienso. Debe tenerse en
cuenta que el pollito joven tiene unas necesidades mínimas en fibra
(> 2% FB) a fin de favorecer la motilidad intestinal, el desarrollo de
la molleja y la producción de ácido clorhídrico y de enzimas
digestivas.

En los últimos 20 años ha aumentado el interés por la producción


de pollos camperos donde se utilizan aves con menor potencial de
crecimiento que precisan piensos con menor densidad nutricional. En
las tablas 2 y 3 se ofrecen las recomendaciones estándar para pollos
de crecimiento medio sin acceso a parque (Tabla 2) y de crecimiento
lento (2,25 kg a 81 d de edad) con acceso a parque (Tabla 3). En
este último caso el objetivo no es alcanzar el peso al sacrificio en el
menor tiempo posible. Ha de tenerse en cuenta el carácter orientativo
de estas recomendaciones ya que dependen de factores tales como
los objetivos de producción, las condiciones ambientales y la genética
utilizada. En la producción de pollos muy pesados en base a estirpes
blancas comerciales (> 3,5 kg; caso del “capón de Navidad”) se
recomienda modificar la estrategia nutricional suministrando durante
las tres primeras semanas de vida un pienso de arranque de baja
energía (2.850 kcal EMAn y 1,0% Lys total), rico en Ca y P digestible
NORMAS FEDNA: Avicultura 21

(1,0% y 0,42%, respectivamente) a fin de reducir la velocidad de


crecimiento inicial y la mortalidad en las últimas fases de cría.

Se tienen pocos datos recientes sobre las necesidades del pollo


broiler en vitaminas y elementos traza. La riqueza de los correctores
en ciertos microelementos ha aumentado de forma considerable en
los últimos años, especialmente en aquellas vitaminas y
microminerales relacionadas con la inmunidad o con los fenómenos
de oxidación. Sin embargo, estos mayores aportes no siempre están
justificados. En cualquier caso, las recomendaciones que se ofrecen
en la tabla 4 deben ser tomadas con precaución. Carecemos de
información sobre las necesidades en vitaminas y microminerales
para pollos camperos. Dado que son aves menos productivas, con
mayores consumos por unidad de producción, y en situaciones de cría
menos estresante, parece razonable utilizar niveles de inclusión en la
parte baja del rango recomendado para el pollo estándar. La
excepción podría ser el nivel de vitamina E que podría elevarse (>
150 mg/kg) en las dos últimas semanas de vida para mejorar el
aspecto y la calidad de la canal en el lineal de la gran superficie.
22 NORMAS FEDNA: Avicultura

Tabla 1.- Recomendaciones para piensos de pollos de carne.

Preiniciado Inicio Crecimiento Acabado


Edad días 0-7 0-15 16-37 38-44
EMAn kcal/k 3.000 >3.000 >3.140 >3.170
Ác. linoleico, mín % 1,50 0,50 0,50 0,40
1,2
max. % - - 2,6 2,0
Almidón % 37 36 34 34
Fibra bruta, mín. % 2,3 3,0 3,0 3,0
máx. % 3,8 4,2 4,3 4,5
Proteína bruta, mín. % 21,8 21,0 19,7 18,2
máx. % 23 23,5 22,8 21,0
3 1
Lys total % 1,38 1,32 1,20 1,07
3
Lys dig. % 1,27 1,19 1,06 0,91
Met total % 0,51 0,49 0,45 0,40
Met dig. % 0,47 0,45 0,41 0,35
Met+cys total % 1,01 0,97 0,90 0,79
Met+cys dig. % 0,93 0,87 0,80 0,69
Thr total % 0,86 0,84 0,77 0,68
Thr dig. % 0,80 0,75 0,68 0,59
Trp total % 0,23 0,22 0,21 0,18
Trp dig. % 0,21 0,20 0,18 0,16
Ile total % 0,91 0,87 0,82 0,71
Arg total % 1,45 1,39 1,25 1,12
Calcio, mín. % 1,0 0,95 0,90 0,86
máx. % 1,1 1,05 1,00 1,00
Fósforo total % 0,69 0,65 0,60 0,56
4
Fósforo disp. % 0,45 0,45 0,43 0,38
4
Fósforo dig. % 0,40 0,39 0,37 0,33
Cloro, mín. % 0,17 0,17 0,16 0,15
máx. % 0,27 0,28 0,30 0,30
Sodio, mín. % 0,22 0,17 0,16 0,14
máx. % 0,25 0,20 0,18 0,16
5
Sal , mín. % 0,35 0,30 0,25 0,23
Potasio, mín. % 0,51 0,50 0,46 0,40
máx. % 1,15 1,10 1,05 1,00
Colina total mg/kg 1.340 1.250 1.200 1.100
Colina añadida mg/kg 300 260 230 140
1
Reducir el nivel en verano.
2
Reducir a 1,9% caso de realizar entresacas a partir de los 28-30 días de vida si hay problemas de grasa
líquida.
3
Numerosos nutricionistas estiman que el nivel de Lys puede reducirse en un 5% en pollo asador y según
estirpe de pollo.
4
Reducir 0,08% de P disponible y 0,06% de P digestible cuando se utilicen fitasas exógenas.
5
Reducir, en caso de utilizar bicarbonato sódico, de forma proporcional. También pueden reducirse a
partir de los 16 días en 0,02% en caso de camas húmedas.
NORMAS FEDNA: Avicultura 23

Tabla 2.- Recomendaciones para piensos de pollos camperos de


crecimiento medio.

Inicio Crecimiento Acabado Finaliz.


Edad días 0-18 18-33 33-46 > 46
EMAn kcal/kg 2.820 2.860 2.970 3.080
Ác. linoleico, mín. % 0,9 0,85 0,80 0,75
1
máx. % - - 2,4 1,90
Almidón % 42 40 42 44
Fibra bruta, mín. % 2,5 3,2 3,2 3,2
máx. % 4,0 4,5 4,5 4,6
Proteína bruta, mín. % 20,5 18,5 17 16,5
máx. % 22 21 20 19
Lys total % 1,12 1,06 1,01 0,90
Lys dig. % 1,0 0,93 0,88 0,82
Met total % 0,42 0,40 0,38 0,34
Met dig. % 0,38 0,35 0,34 0,31
Met+cys total % 0,82 0,79 0,75 0,67
Met+cys dig. % 0,74 0,71 0,67 0,61
Thr total % 0,68 0,67 0,63 0,56
Thr dig. % 0,62 0,59 0,56 0,51
Trp total % 0,18 0,18 0,17 0,16
Trp dig. % 0,17 0,16 0,15 0,14
Ile total % 0,74 0,72 0,68 0,60
Arg total % 1,17 1,13 1,06 0,95
Calcio, mín. % 1,0 0,95 0,90 0,85
máx. % 1,2 1,1 1,05 1,00
Fósforo total % 0,68 0,65 0,60 0,55
1
Fósforo disp. % 0,45 0,43 0,41 0,39
1
Fósforo dig. % 0,39 0,38 0,36 0,34
Cloro, mín. % 0,16 0,15 0,15 0,14
máx. % 0,22 0,24 0,26 0,28
Sodio, mín. % 0,17 0,16 0,15 0,14
máx. % 0,19 0,19 0,18 0,17
2
Sal , mín. % 0,35 0,28 0,24 0,21
Potasio, mín. % 0,65 0,63 0,62 0,60
máx. % 1,10 1,10 1,05 1,05
Colina total mg/kg 1.300 1.200 1.100 1.000
Colina añadida mg/kg 300 270 220 180
1
Reducir 0,08% de P disponible y 0,06% de P digestible cuando se utilicen fitasas exógenas.
2
Reducir en caso de utilizar bicarbonato sódico de forma proporcional. Reducir en 0,02% a partir de los
18 d en caso de heces pastosas.
24 NORMAS FEDNA: Avicultura

Tabla 3.- Recomendaciones para piensos de pollos camperos de


crecimiento lento.

Inicio Crecimiento Acabado Finaliz.


Edad días 0-28 29-52 53-76 > 77
EMAn kcal/kg 2.800 2.870 2.940 2.950
Ác. linoleico, mín. % 0,95 0,85 0,85 0,85
máx. % - - 2,10 1,70
Almidón % 45 43 45 45
Fibra bruta, mín. % 2,5 3,25 3,3 3,3
máx. % 4,1 4,6 4,8 5,0
Proteína bruta, mín. % 19,5 17,0 16 15
máx. % 21,5 19,5 18 17
Lys total % 1,05 0,90 0,84 0,72
Lys dig. % 0,96 0,81 0,76 0,66
Met total % 0,40 0,34 0,32 0,29
Met dig. % 0,36 0,31 0,29 0,26
Met+cys total % 0,80 0,70 0,66 0,59
Met+cys dig. % 0,74 0,64 0,61 0,54
Thr total % 0,67 0,59 0,55 0,48
Thr dig. % 0,61 0,53 0,50 0,42
Trp total % 0,18 0,16 0,15 0,13
Trp dig. % 0,16 0,15 0,14 0,12
Ile total % 0,70 0,61 0,57 0,50
Arg total % 1,12 0,97 0,90 0,77
Calcio, mín. % 1,0 0,82 0,65 0,62
máx. % 1,2 1,05 0,85 0,83
Fósforo total % 0,65 0,60 0,57 0,52
1
Fósforo disp. % 0,42 0,37 0,35 0,32
1
Fósforo dig. % 0,36 0,31 0,29 0,27
Cloro, mín. % 0,16 0,15 0,15 0,14
máx. % 0,22 0,25 0,26 0,28
Sodio, mín. % 0,17 0,16 0,15 0,14
máx. % 0,19 0,19 0,18 0,17
2
Sal , mín. % 0,35 0,30 0,26 0,22
Potasio, mín. % 0,65 0,63 0,62 0,60
máx. % 1,15 1,15 1,10 1,0
Colina total mg/kg 1.300 1.300 1.100 1.000
Colina añadida mg/kg 300 270 220 180
1
Reducir 0,08% de P disponible y 0,06% de P digestible cuando se utilicen fitasas exógenas.
2
Reducir en caso de utilizar bicarbonato sódico, de forma proporcional. Reducir en 0,02% a partir de los
28 d en caso de heces pastosas.
NORMAS FEDNA: Avicultura 25

Tabla 4. Recomendaciones prácticas de vitaminas y microminerales


para pollos de carne.

0 a 18 d 18 a 35 d > 35 d
Rango Recom. Rango Recom. Rango Recom.
Vitamina A 103 UI 9-15 11 8-12 9 6-8 7
Vitamina D3 103 UI 3-3,8 3,5 2,4-3 2,8 1,5-2,5 2
Vitamina E UI 20-45 35 15-30 26 10-25 20
Vitamina K3 mg/kg 2-3,1 2,5 1,8-2,5 2,2 1,4-2,0 1,7
Tiamina (B1) mg/kg 1-2,5 1,8 0,5-1,8 1,3 0,3-0,5 0,3
Riboflavina (B2) mg/kg 5-7,5 6 4-7,0 5,5 2-4 3
Piridoxina (B6) mg/kg 2,5-4 2,8 2,3-3,0 2,4 0,5-1,0 0,6
Cobalamina (B12) µg/kg 16-22 16 13-16 15 6-10 8
Ácido fólico mg/kg 1-1,5 1 0,6-1,0 0,7 0,3-0,6 0,30
Niacina mg/kg 40-65 46 30-40 35 15-25 20
Ácido pantoténico mg/kg 10-16 12 10-12 10 6-10 8
Biotina µg/kg 90-180 120 70-100 95 10-25 20
Colina mg/kg 300-500 320 150-300 250 50-150 175
Fe mg/kg 20-50 32 15-40 27 10-30 20
Cu mg/kg 5-10 7 4-8 6 3-6 4
Zn mg/kg 60-85 72 50-70 62 40-60 52
Mn mg/kg 70-120 85 60-100 70 50-75 60
Co mg/kg 0-0,05 0,05 0-0,05 0,05 0-0,05 -
Se mg/kg 0,25-0,3 0,3 0,2-0,32 0,3 0,2-0,3 0,3
I mg/kg 0,6-1,2 1 0,5-0,9 0,8 0,4-0,7 0,5
26 NORMAS FEDNA: Avicultura

Pollitas de recría

No existen trabajos comparativos sobre necesidades de las


pollitas en función de las estirpes (blancas o rubias) pero se estima
que las diferencias son limitadas y que quedan compensadas en gran
medida por diferencias en el consumo voluntario. Las pollitas rubias
consumen cerca de 6,5 kg de pienso para alcanzar un peso vivo
medio de 1,53 kg a las 18 semanas de edad. En pollitas blancas los
valores estimados son 6,0 kg de pienso y 1,26-1,32 kg de peso vivo
en función de la estirpe, las condiciones de temperatura y la densidad
energética de los piensos. Es importante tener en cuenta que la
consecución de los objetivos de producción (uniformidad y peso vivo
medio a una edad determinada) de las diversas estirpes están más
relacionadas con la instauración de un programa de sanidad y manejo
adecuado (calidad de la pollita al nacimiento, programa de
vacunación, cortes de pico óptimos, densidades adecuadas, etc), que
con cambios en la composición del pienso. Asimismo, pensamos que
se carece de información suficiente para recomendar distintas
composiciones del pienso en función de la estirpe considerada. Las
recomendaciones nutricionales del presente estudio están basadas en
los siguientes criterios u objetivos de producción:

a) Pollita de 0 a 5 semanas de vida:


- Asegurar el acceso rápido a pienso y agua para conseguir un
buen desarrollo de las vellosidades intestinales y un crecimiento
rápido. La calidad de la fracción proteica y mineral del pienso son
claves en esta fase. A veces se recomienda suministrar de 0 a 2
semanas de vida un pienso de características nutritivas similares al
de iniciación de pollos broilers.

- Obtener pollitas uniformes y con un peso corporal medio


ligeramente superior al estándar de la casa a las 5 semanas. El
objetivo final es lograr un desarrollo armónico de los tejidos óseo y
muscular con un crecimiento limitado del tejido graso (Kwakkel,
1993).

b) Pollita de más de 10 semanas de vida:

- Mantener la uniformidad con pesos vivos a las 17 semanas


ligeramente superiores al estándar comercial. Asegurar un buen
NORMAS FEDNA: Avicultura 27

desarrollo del aparato digestivo para maximizar el consumo en inicio


de puesta evitando en todo caso el exceso de grasa.

Las recomendaciones exigen utilizar niveles elevados de


nutrientes y materias primas de calidad en las primeras semanas de
vida, y piensos bajos en energía con niveles proteicos reducidos y
altos contenidos en materias primas fibrosas de calidad a partir de las
10 semanas, para estimular el desarrollo de la molleja y aumentar la
capacidad de ingestión de la futura ponedora (Scheideler et al., 1998;
Martini et al., 2002). A partir de las 16-17 semanas de edad, en
función del programa de luz utilizado, se inicia el desarrollo del
aparato reproductor por lo que se precisa un aporte extra de
nutrientes. Además, debe tenerse en cuenta que la yema, que es rica
en grasa, inicia su desarrollo y crecimiento 9 días antes de la
oviposición. Por tanto, las pollitas deben recibir un pienso comercial
rico en nutrientes al menos una semana antes del inicio de la puesta.
De aquí, que la utilización de piensos de prepuesta con una
composición intermedia entre un pienso de pollitas y uno de inicio de
puesta sea cuestionable. Las recomendaciones nutricionales para
pollitas comerciales destinadas a la producción de huevo rubio se
detallan en la tabla 5 y han tenido en cuenta los trabajos del NRC
(1994), Daghir (1995), Rostagno et al. (2005) y Leeson y Summers
(2005). Además, se han considerado las recomendaciones de las
casas de genética de aves de puesta (Hy-Line, 2005; Isabrown,
2005; Lohman, 2005a, 2007; Babcock, 2007 y otras).

Las necesidades energéticas de las pollitas varían con la edad. La


concentración energética del pienso debe ser elevada en las primeras
semanas de vida (2.900-2.920 kcal EMAn/kg de 0 a 5 sem) y
relativamente reducidas a partir de las 10 semanas (2.700 a 2.750
kcal EMAn/kg). Tal y como se indicó al estudiar el programa de
alimentación de los pollos broilers, es recomendable la utilización de
piensos en miga fina, uniforme y sin polvo, durante al menos las 3
primeras semanas de vida. Trabajos realizados en nuestro laboratorio
(Frikha et al., 2008) han demostrado que de 0 a 5 semanas de vida
las pollitas responden con mayores pesos y ligeramente mejor
uniformidad a piensos en migas o gránulo fino (2 mm Ø) que a
piensos en harina. También responden mejor a piensos concentrados
que a piensos bajos en energía (2.940 vs. 2.840 kcal EMAn/kg). En la
práctica, debido a la falta de disponibilidad de ingredientes
28 NORMAS FEDNA: Avicultura

adecuados, no es posible formular piensos razonables (< 2.700 kcal


EMAn y < 15% PB) de 10 a 17 semanas de edad. Niveles altos de
energía y de PB en estos piensos no son recomendables aún cuando
el coste de las materias primas así lo aconseje.

Las necesidades en aminoácidos esenciales de las pollitas no han


sido muy estudiadas. Como en otro tipo de producciones, los niveles
a utilizar dependen de los objetivos marcados, que normalmente
están en relación con el peso vivo a lograr y la uniformidad del lote.
En la tabla 5 se detallan las recomendaciones prácticas para pollitas
rubias de 0 a 17 semanas de vida. Las recomendaciones en
macrominerales y las necesidades en vitaminas y microminerales
figuran a título orientativo en las tablas 5 y 6, respectivamente.
NORMAS FEDNA: Avicultura 29

Tabla 5. Recomendaciones para piensos de recría de pollitas rubias.

Edad, Inicio
0-51,2 5-102 10-17
semanas puesta
EMAn kcal/kg 2.920 2.810 <2.740 2.780
Grasa añadida % 2 1 1 >2,5
Ác. linoleico % 1 1 0,9 1,35
Almidón % 38 36 34 33
Fibra bruta, mín. % 3 3,4 3,9 3,3
máx. % 4,1 5,7 6,4 5,2
Prot. bruta % 18,8 16,9 15 16,4
Lys total % 1,08 0,88 0,67 0,78
Lys dig. % 0,95 0,74 0,55 0,60
Met total % 0,47 0,4 0,33 0,38
Met dig. % 0,41 0,34 0,27 0,31
Met+cys total % 0,81 0,69 0,58 0,66
Met+cys dig. % 0,70 0,59 0,48 0,58
Thr total % 0,71 0,61 0,5 0,55
Thr dig. % 0,63 0,52 0,41 0,52
Trp total % 0,20 0,17 0,15 0,17
Trp dig. % 0,18 0,15 0,13 0,14
Ile total % 0,72 0,60 0,55 0,65
Arg total % 1,14 0,94 0,83 0,84
Calcio3 , mín. % 1 0,95 0,9 2,85
máx. % 1,1 1,1 1,15 3,5
3
P total % 0,63 0,5 0,5 0,6
P disp.3 % 0,44 0,42 0,38 0,4
P dig.3 % 0,38 0,35 0,32 0,33
Sodio % 0,17 0,15 0,15 0,15
Potasio, mín. % 0,5 0,5 0,48 0,5
máx. 1,1 1,1 1,1 1,1
Cloro, mín. % 0,15 0,15 0,15 0,16
máx. 0,26 0,28 0,29 0,27
Colina total mg/kg 1.260 1.240 1.200 1.150
Colina añadida mg/kg 250 220 200 200
Sal, mín. % 0,3 0,28 0,26 0,24
1
Es recomendable suministrar un pienso más fuerte (2.960 kcal EMAn/kg y 1,20% Lys total) en
forma de migas durante las dos primeras semanas de vida.
2
No cambiar al siguiente pienso si no se alcanza un peso por encima de las recomendaciones de
la casa genética.
3
El Ca puede reducirse en 0,03%, el P disp. en 0,08% y el P dig. en 0,07% caso de utilizar
fitasas.
30 NORMAS FEDNA: Avicultura

Tabla 6. Recomendaciones prácticas de vitaminas y microminerales


para pollitas1.

0 a 6 sem 6 a 17 sem
Rango Recom. Rango Recom.
3
Vitamina A 10 UI 8-12 10 7-10 8,0
Vitamina D3 103 UI 2,2-3 2,6 1,7-2,7 2,2
Vitamina E UI 10-20 20 10-18 15
Vitamina K3 mg/kg 2,2-3 2,7 1,8-2,6 2,0
Tiamina (B1) mg/kg 1-2 1,5 0,7-2,0 1,1
Riboflavina (B2) mg/kg 3-7 5,0 2-6 4,2
Piridoxina (B6) mg/kg 1,8-2,6 2,3 1,5-2,5 1,8
Cobalamina (B12) µg/kg 12-16 15 8-12 10
Ácido fólico mg/kg 0,5-1 0,6 0,3-0,6 0,3
Niacina mg/kg 25-31 30 15-25 22
Ácido pantoténico mg/kg 6-10 9 5-8 7
Biotina µg/kg 50-100 75 30-80 40
Colina mg/kg 150-300 250 75-220 100
Fe mg/kg 40-50 40 35-45 35
Cu mg/kg 6-9 8 6-8 7
Zn mg/kg 50-65 62 40-60 55
Mn mg/kg 60-85 78 50-70 65
Co mg/kg 0-0,05 0,05 0-0,1 0,05
Se mg/kg 0,2-0,3 0,3 0,2-0,3 0,3
I mg/kg 0,5-0,9 0,6 0,4-0,7 0,4
1
Niveles superiores dentro del rango para pollitas reproductoras.
NORMAS FEDNA: Avicultura 31

Gallinas ponedoras

Las necesidades nutricionales de gallinas ponedoras rubias en


batería se detallan en la tabla 7. Los valores pueden ajustarse para
estirpes blancas (Leghorn) teniendo en cuenta las menores
necesidades de conservación y el menor tamaño del huevo de estas
últimas. A igualdad de concentración energética del pienso, las
estirpes blancas necesitan aproximadamente un 10% más de
aminoácidos esenciales y minerales que las rubias (siempre en
función del consumo voluntario de pienso que es 10 a 15 g inferior en
aves blancas). Uno de los problemas más graves con el que se
enfrenta el nutricionista es el reducido consumo de las aves en el
inicio de puesta, muchas veces por debajo de las necesidades. La
genética actual ha conseguido aves muy productivas (> 95% en el
pico de puesta) que ponen rápidamente huevos de gran tamaño.
Además, la búsqueda de una mejor eficacia alimenticia ha originado
gallinas de menos peso con escasa capacidad de consumo. Esta
problemática es más acusada en el caso de: 1) aves blancas, 2)
pollitas mal recriadas con escaso desarrollo corporal a las 17 semanas
de vida, 3) inicio de puesta y 4) condiciones de alta temperatura
ambiental. En estos casos, el desajuste entre consumo y necesidades
es difícil de manejar lo que a menudo resulta en caídas espontáneas
de la puesta y producción de huevos de escaso tamaño durante todo
el ciclo productivo. La única solución parcial al problema en estos
lotes es la utilización de piensos más concentrados, con la inclusión
de niveles altos de grasa y preferiblemente en forma de migas. Caso
de encontrarnos con este tipo de situación, es recomendable revisar
el programa de cría (manejo y alimentación) de las pollitas.

No se sabe con detalle cuál es el tamaño de partícula óptimo en


piensos para aves de puesta. De hecho, existen muy pocos trabajos a
este particular y los resultados de los mismos son muy divergentes.
De hecho, algunos autores indican que la molienda fina aumenta el
consumo de forma desaforada mientras que otros trabajos indican el
efecto contrario. Ensayos realizados en nuestro laboratorio (Safaa et
al., 2007) indican que la ponedora se adapta bien a moliendas de
maíz y trigo entre 6 y 10 mm. Las aves son granívoras y por tanto
están bien adaptadas a la utilización de partículas groseras. Sin
embargo, un tamaño excesivo puede favorecer la selección por el ave
lo que no es aconsejable. En cualquier caso, se prefieren tamaños de
32 NORMAS FEDNA: Avicultura

partícula uniformes con ausencia de finos y de granos enteros. Por


otro lado, la presentación en migas facilita el consumo de pienso lo
que puede ser beneficioso en inicios de puesta en verano. Sin
embargo, piensos en migas pueden aumentar también el consumo de
agua y por tanto la humedad de las heces. En piensos basados en
cereales, las migas no parecen ser una alternativa atractiva debido al
coste energético de la granulación.

Las ponedoras rubias se adaptan bien a amplios rangos de


concentración energética del alimento, excepto quizás en el inicio de
puesta en verano cuando las necesidades pueden ser superiores al
consumo. En puesta, la concentración energética óptima del pienso
entre límites razonables (2.600 y 2.900 kcal EMAn/kg) viene marcado
por el coste relativo de los ingredientes y el objetivo deseado en
cuanto a índices de conversión. En cualquier caso, piensos poco
concentrados tienden a reducir el consumo energético, especialmente
en verano. En general, los mejores resultados económicos se
obtienen con temperaturas en el interior de la granja en los niveles
superiores del rango óptimo (> 26-27ºC). Sin embargo, cuando el
tamaño del huevo es prioritario, caso de España, temperaturas
inferiores pueden ser más recomendables. Una fórmula aceptada
para calcular las necesidades energéticas de ponedoras en zonas de
termo neutralidad (20-28ºC) es la siguiente:

EMAn (kcal/kg) = PV0,75 (143,7 – 1,612 T ºC) + 5 x PV, g + MH, g x


1,62/0,63

dónde, PV es la ganancia de peso, MH la masa de huevo diaria


producida expresada en g y 1,62 son las kcal de energía bruta
contenidas en 1 g de huevo.

Las necesidades en PB y aminoácidos de las ponedoras están


bien documentadas, aunque muchos de los trabajos han sido
realizados con estirpes blancas. Dependen del objetivo marcado y son
superiores para maximizar el tamaño del huevo que para conseguir
buenos índices de puesta. Por ello, los niveles de aminoácidos a
utilizar dependen en gran medida del valor de venta relativo entre
huevos medianos (M) y superextras (XL>73 g), especialmente en los
primeros meses de puesta. Una vez decidido el nivel de Met, principal
NORMAS FEDNA: Avicultura 33

aminoácido limitante para tamaño de huevo, el resto de aminoácidos


se determina en base al criterio de proteína ideal.

Al igual que el resto de aves, la ponedora no precisa proteína


sino aminoácidos esenciales, siempre y cuando haya suficiente
cantidad de N para satisfacer las necesidades en aminoácidos no
limitantes. Por tanto, no sería necesario establecer límites en cuanto
a necesidades proteicas. Sin embargo, niveles reducidos de PB en el
pienso (<16%) tienden a reducir el porcentaje de huevos XL debido a
deficiencias en un quinto aminoácido limitante por lo que es
recomendable exigir un mínimo. En aves de puesta, este quinto
aminoácido no es fácil de determinar ya que depende de los
ingredientes utilizados. Arg, Ile y Val son a menudo considerados
limitantes tras la Met y la Lys, incluso por delante de la Thr y del Trp.
Niveles excesivos de PB garantizan que las necesidades en estos
otros aminoácidos esenciales quedan cubiertas pero obligan a las
aves a desaminar el exceso de N con aumento en la incidencia de
huevos sucios y la contaminación ambiental. Los niveles máximos de
PB recomendados se ofrecen con carácter meramente orientativo.

En formulación práctica bajo condiciones españolas es muy


frecuente la utilización de niveles de PB y aminoácidos muy
superiores a los recomendados. De hecho, no es raro encontrar
fórmulas con niveles de PB superiores al 18-19% y de Met superiores
al 0,46%. La razón podría radicar en que un exceso de Met, el
aminoácido normalmente limitante en producción de huevos, puede
beneficiar a aquellas aves de un lote determinado que por razones no
controladas o por la propia variabilidad genética del lote ingieren
menos Met de la necesaria. Por ello, un exceso de Met sobre las
recomendaciones podría aumentar el porcentaje de huevos de mayor
tamaño. Probablemente estos niveles sólo se justifiquen en aves
escasas de peso en inicio de puesta, con consumos muy bajos y
cuando el tamaño del huevo es un objetivo proritario.

Las necesidades en FB o FND de las ponedoras no han sido


determinadas pero las aves tienden a ingerir mayores cantidades de
cama cuando los piensos son pobres en este nutriente (Hetland y
Svihus, 2007). Además, niveles excesivamente bajos de fibra inciden
negativamente sobre el fisiologismo digestivo y el bienestar del ave lo
que resulta en pobre consistencia de las excretas y mayor incidencia
34 NORMAS FEDNA: Avicultura

de picaje. Por contra, niveles altos de fibra afectan al consumo y caso


de que esta fibra esté unida a la proteína u otros nutrientes, reducen
el valor nutricional del pienso. Por ello los valores máximos y mínimos
de fibra recomendados se ofrecen a efectos orientativos y no
deberían ser tenidos en cuenta de una forma estricta cuando
incrementan en exceso el precio del pienso.

En el texto se incluyen recomendaciones mínimas de ácido


linoleico. Nuestras recomendaciones son inferiores a los niveles
normalmente recomendados por la industria para maximizar el
tamaño del huevo. En general, los técnicos formulan con niveles de
ácido linoleico superiores al 1,5-1,7%, especialmente en aves jóvenes
(Leeson y Summers, 2005; Lohman, 2005a; Hy-Line, 2005). Es muy
probable que niveles en torno al 1,2-1,3% permitan maximizar el
tamaño del huevo siempre que los niveles de grasa añadida sean
superiores al 2,5-3%. En la práctica, cuando el nutricionista eleva el
nivel de linoleico por encima del 1,3% sube al mismo tiempo el nivel
de grasa añadida. Por tanto, en condiciones de campo los efectos del
ácido linoleico, nivel de grasa añadida y concentración en energía
neta del pienso están confundidos.

Las necesidades minerales de las aves en relación con la calidad


de la cáscara han sido estudiadas por numerosos investigadores. Sin
embargo, no disponemos de información suficiente que permita
reducir mediante modificaciones nutricionales los problemas de
cáscara frecuentes en gallinas de más de 50 semanas de edad.
Trabajos recientes de nuestro laboratorio (Safaa et al., 2008b) han
mostrado que niveles de Ca inferiores al 3,5% reducen la
productividad y la calidad de la cáscara del huevo en gallinas rubias
de más de 50 semanas de edad. En el inicio de la puesta es
recomendable no excederse en el nivel de Ca a utilizar (< 3,75%) ya
que el exceso reduce el consumo y aumenta la humedad de las heces
(Leeson y Summers, 2005). En aves viejas, el exceso de Ca (> 4,5%)
no parece crear perjuicio alguno (Babcock, 2007).

Es una práctica común de la industria utilizar un porcentaje del


carbonato cálcico de la dieta en forma granular (aproximadamente un
30 a 60% del total en función de la edad). La razón de esta práctica
es mejorar la disponibilidad del Ca ya que las partículas groseras se
solubilizan más lentamente y permanecen por períodos más largos de
NORMAS FEDNA: Avicultura 35

tiempo en la molleja que las finas, lo que permite al ave disponer de


Ca de origen dietético durante parte del ciclo de oscuridad. Sin
embargo, experiencias realizadas en nuestro laboratorio (Safaa et al.,
2008b) han mostrado que este efecto no es muy importante. De
hecho, piensos en migas donde todo el carbonato cálcico se incluye
en harina no presentan más problemas de cáscara que piensos en
harina de calidad similar.

Probablemente, la mejor práctica para reducir la incidencia de


huevos fisurados y de cáscaras blandas al final del ciclo de puesta sea
cuidar con detalle los piensos de pollitas y el manejo de las mismas
previo al pico de puesta. Un problema frecuente a este particular
ocurre con la utilización no controlada de los llamados piensos
“prepuesta”. Estos piensos se caracterizan por su nivel limitado en Ca
(en torno al 2-2,5%) y se recomiendan desde la entrada en nave
hasta el inicio de la puesta. Sin embargo, es frecuente encontrarnos
con lotes que, por problemas de logística o adelantamiento de la
puesta, están consumiendo este pienso bajo en Ca con puestas
superiores al 10%. En estos casos hay gallinas que han puesto hasta
10 huevos consumiendo piensos deficientes en Ca y por tanto se
están descalcificando. Desafortunadamente el problema no será
evidente hasta el final del ciclo de puesta, cuando estas aves no
puedan hacer uso del Ca medular que se les supone deberían tener.

El porcentaje de gallinas ponedoras sobre suelo o criadas en


libertad con acceso a parque es limitado en nuestro país pero su
número ha aumentado de forma considerable en la Unión Europea en
los últimos años. Dados los objetivos de la legislación vigente es de
esperar que la tendencia a aumentar continúe en los próximos años.
Desde un puento de vista nutricional la producción de huevos en
suelo difiere de la producción de huevos en jaula en tres aspectos
fundamentales: 1) las necesidades de conservación son superiores,
fundamentalmente debido a la mayor actividad física, 2) la
importancia relativa del tamaño del huevo es menor, ya que el
consumidor no paga extra por el mayor gramaje, 3) la necesidad de
cuidar la calidad de las heces es mayor, ya que camas en mal estado
reducen la productividad y afectan a la calidad del huevo (mayor
porcentaje de sucios). Las aves comen para satisfacer sus
necesidades energéticas y por tanto cabe esperar que las ponedoras
sobre suelo consuman en torno a un 10% más de pienso que sus
36 NORMAS FEDNA: Avicultura

compañeras en batería. Dado que el tamaño del huevo no es clave y


que el consumo es mayor, parece aconsejable reducir el nivel de Met
y del resto de aminoácidos esenciales en al menos un 10-15%. Sin
embargo, llama la atención que las empresas suministradoras de
genética recomienden para estas aves piensos de composición
nutricional similar a los de ponedoras en jaulas convencionales
(Lohman, 2005b). Una posible explicación para este exceso de
proteína es la mayor incidencia de problemas de canibalismo
atribuible a piensos bajos en PB en lotes de aves en libertad pero con
escaso espacio disponible. En la tabla 8 se detallan nuestras
recomendaciones para gallinas sobre suelo, entendiendo que en estos
valores hemos tenido también en cuenta el criterio de las empresas
suministradoras de gallinas rubias para producción en parques.
Niveles de PB, aminoácidos, Ca y P digestible inferiores a los
recomendados en esta tabla deberían dar resultados técnicos
aceptables.

La producción de huevos ecológicos no es importante en España


pero probablemente aumente en el futuro. La nutrición de estas aves
se complica, no tanto por falta de conocimientos sino por el exceso de
normas que impiden el uso de numerosas materias primas
tradicionales (harinas vegetales obtenidas con solventes, materias
primas procedentes de organismos genéticamente modificados y
aminoácidos, enzimas y vitaminas de síntesis química entre otros).

En nuestro país existe un gran interés por obtener huevos de


gran tamaño al inicio de la puesta, ya que se valora de forma
descompensada el huevo XL. Los factores claves a considerar a este
particular son 1) nivel de Met, aminoácido normalmente limitante en
producción de huevos, 2) nivel de ácido linoleico, 3) nivel de grasa
añadida y 4) nivel energético del pienso. Puntos importantes a
considerar son los siguientes:
- Una subida del nivel de Met a fin de aumentar el tamaño del
huevo debe ir acompañado de una subida del resto de los
aminoácidos esenciales, cumpliendo siempre con el concepto de
proteína ideal.
- Un nivel reducido (< 1,1-1,2%) de C18:2 afecta al tamaño de
la yema y por ende al tamaño de la clara. Dado el desconocimiento
existente sobre el contenido real en C18:2 de las diversas materias
primas y la gran variabilidad existente (p. ej., contenido en grasa y
NORMAS FEDNA: Avicultura 37

por tanto en ácido linoleico del maíz y de la soja integral) se


recomienda un mínimo en la práctica del 1,30-1,35%.
- La inclusión de grasa en el pienso (> 3%) aumenta el tamaño
del huevo. El aumento del tamaño se debe tanto a la mayor cantidad
de yema como de clara (Grobas et al., 1999b,c, 2001). Por tanto, el
efecto beneficioso de la inclusión de grasa es más importante en
explotaciones cuyos huevos van destinados al consumo en cáscara
que cuando el destino es la industria de ovoproductos. Si el nivel de
C18:2 no alcanza el mínimo necesario (1,1-1,2%), la adición de grasa
extra no tiene efecto alguno.
- Niveles altos de energía en el pienso tienden a mejorar
ligeramente el tamaño del huevo. El efecto puede deberse a dos
factores: 1) mayor nivel de grasa añadida de estos piensos y 2)
mayor peso corporal de las gallinas. Se sabe que el tamaño del huevo
depende en parte del peso vivo de las aves.

Es importante tener en cuenta que, a efectos prácticos, el factor


que más influye sobre el tamaño del huevo es el peso de la pollita al
final de la recría. Además, estas pollitas deberían haber alcanzado un
peso adecuado (y óptimo desarrollo corporal) a las 5 semanas de
vida. Pollitas que van mal de peso a edades tempranas pueden
alcanzar el peso marcado por la genética a las 18 semanas mediante
manipulaciones nutritivas, pero si este aumento se debe a
acumulación de grasa, no se conseguirán los objetivos marcados en
relación con la puesta y el tamaño de huevo.

Al final del ciclo de puesta los mayores problemas están


relacionados con la calidad de la cáscara que puede complicarse si el
porcentaje de huevos de tamaño excesivo es elevado. Factores claves
son: 1) nivel y fuente de Ca, 2) nivel de P digestible, 3) nivel de Cl- y
4) porcentaje de huevos excesivamente grandes. Puntos a considerar
son los siguientes:
- Utilizar niveles de Ca superiores al 4,0-4,3%. Además, parte de
este Ca (40-70%) debe suministrarse en forma grosera (> 3-5 mm
de diámetro). El efecto positivo del Ca granular sobre la productividad
y la calidad de la cáscara parece deberse a dos factores: 1)
solubilidad más lenta que permite al ave disponer de Ca dietético en
las primeras horas de oscuridad y 2) mejor textura del pienso que
favorece la fluidez del mismo por los transportadores de la granja y
reduce la posibilidad de que parte de las aves se queden sin pienso
38 NORMAS FEDNA: Avicultura

en momentos determinados. Por tanto, el aporte de Ca grosero es


una práctica a recomendar.
- Utilizar niveles apropiados de P digestible. Al final del ciclo de
puesta tanto el defecto como el exceso de P perjudica la calidad de la
cáscara. Sin embargo, el problema por defecto es mucho más grave
que el problema por exceso.
- Reducir el nivel de Cl- del pienso. El exceso reduce el equilibrio
electrolítico, aumenta la acidosis y perjudica ligeramente los procesos
de calcificación. A este particular, la utilización de bicarbonato sódico
puede ayudar ya que añade el Na+ necesario para la productividad
del ave sin aumentar el nivel de Cl-.
- Reducir los niveles de Met y grasa añadida al pienso para
reducir la incidencia de huevos de excesivo tamaño. La reducción
debe ser controlada para que ni la puesta ni el porcentaje de huevos
XL se vea afectada. Niveles de Met en torno al 0,30% y de grasa
añadida inferiores al 0,5% ayudan a este particular.

Desde el punto de vista práctico, la mejora del manejo ayuda a


reducir los problemas de rotura de cáscara en aves viejas. Así, el
suministro de 60 a 90 minutos extras de luz durante la noche, puede
mejorar el aporte cálcico y reducir la incidencia del problema,
especialmente durante el verano. Asimismo, debe controlarse el
contenido en Na+ y otros macrominerales del agua disponible.
Excesos de Na+ y Mg2+ reducen la calidad de la cáscara.

Las necesidades en vitaminas y microminerales de las ponedoras


se detallan en la tabla 9. Dentro del rango indicado, los nutricionistas
son libres de utilizar un nivel u otro en función de los objetivos de
producción, margen de seguridad requerido, período de caducidad y
condiciones de almacenaje del corrector en cuestión. Entre los
aditivos utilizados destaca el uso de pigmentantes para mejorar la
aceptación del huevo. En piensos con más de un 30-40% de maíz no
sería necesario añadir pigmentación amarilla adicional (luteina o
zeaxantina) al pienso. Se considera que 4 a 7 mg de luteína junto a
2,2 a 3,5 mg/kg de un pigmentante rojo (normalmente la
cantaxantina) son suficientes para una buena pigmentación de la
yema. Por otro lado, debe evitarse el exceso de luteína (XAMAS) ya
que puede diluir la apreciación del color de la yema por el ojo
humano. En la tabla 7 se incluyen recomendaciones a este particular.
NORMAS FEDNA: Avicultura 39

Tabla 7. Recomendaciones para piensos de ponedoras rubias.


Inicio Final
Prepuesta1
2 Problemas
puesta puesta
Edad semanas 17 –inicio <45 >45 cáscara
EMAn kcal/kg 2.780 >2.750 2.730 2.700
3
Grasa añadida % 2,5 >3,0 >1,5 <1,0
Ácido linoleico % 1,35 1,35 >1,20 >1,1 <1,3
Almidón % 33 35 35 35
Fibra bruta, mín. % 3,3 3,6 3,6 3,6
máx. % 5,2 5,6 5,8 60
Proteína bruta % 16,4 16,5 15,8 15
Lys % 0,78 0,80 0,71 0,68
Lys dig. % 0,61 0,67 0,60 0,56
Met % 0,38 0,40 0,35 0,33
Met dig. % 0,31 0,34 0,30 0,27
Met+cys % 0,66 0,69 0,62 0,59
Met+cys dig. % 0,58 0,60 0,53 0,50
Thr % 0,55 0,57 0,50 0,48
Thr dig. % 0,52 0,48 0,43 0,40
Trp % 0,17 0,17 0,16 0,15
Trp dig. 0,14 0,14 0,13 0,12
Ile total % 0,65 0,67 0,60 0,57
Arg total % 0,84 0,86 0,76 0,73
4,5
Calcio , mín. % 2,85 3,70 3,90 4,20
máx. % 3,50 3,85 4,20 4,50
5
P total % 0,60 0,57 0,52 0,50
5
P disp. , mín. % 0,40 0,37 0,32 0,29
máx. % 0,45 0,40 0,38 0,32
P dig4, mín. % 0,33 0,31 0,27 0,23
máx. % 0,38 0,33 0,32 0,26
6
Sodio % 0,15 0,16 0,15 0,14
7
Potasio , mín % 0,50 0,5 0,5 0,5
máx. % 1,1 1,0 1,0 0,9
Cloro, mín. % 0,15 0,15 0,14 0,15
máx. % 0,27 0,26 0,23 0,20
Colina ppm 1.150 1.250 1.200 1.250
Colina añadida mg/kg 200 250 180 200
Xant. Amarillas mg/kg >4 <9 >6 <9 >6 <9 >6 <9
Xant. Rojas mg/kg >2,5 2,5-3,0 2,5-3,0 2,5-3,0
Sal, mín. % 0,24 0,22 0,20 0,108
1
Este pienso no es necesario. Se recomienda pasar directamente del pienso de pollitas al de puesta.
2
Consumos estimados de 108 g en inicio y 115 g en final de puesta. En caso de consumos inferiores se
recomienda elevar proporcionalmente el nivel de aminoácidos.
3
Incluye la grasa añadida en materias primas tales como el haba integral, gérmenes grasos, etc.
4
Utilizar un 30-70% de carbonato en forma de sémola (según edad) para facilitar la fluidez del pienso y
mejorar la calidad de la cáscara.
5
El Ca puede reducirse en 0,03%, el P disp. en 0,08% y el P dig. en 0,07% si se usan fitasas.
6
Reducir en 0,02% en caso de problemas de heces húmedas. Utilizar bicarbonato para cumplir con el
mínimo de Na.
7
Reducir el máximo a 0,85% en caso de heces húmedas.
40 NORMAS FEDNA: Avicultura

Tabla 8. Recomendaciones para piensos de ponedoras rubias sobre


suelo.

Inicio Final
Prepuesta Problemas
puesta puesta
17 - inicio <45 >45 cáscara
EMAn kcal/kg 2.750 >2.750 2.730 2.700
Grasa añadida % - - <2,0 <0,7
Ác. linoleico % 1,2 1,30 1,2 >1,0 <1,2
Almidón % 32 34 34 34
Fibra bruta, mín. % 3,6 3,7 3,8 3,8
máx. 6,0 5,8 6,0 6,3
Proteína bruta % 16,2 16,0 15,5 15,0
Lys % 0,71 0,74 0,68 0,65
Lys dig. % 0,58 0,60 0,56 0,51
Met % 0,33 0,34 0,32 0,31
Met dig. % 0,26 0,30 0,28 0,26
Met+cys % 0,59 0,62 0,58 0,56
Met+cys dig. % 0,49 0,54 0,50 0,46
Thr % 0,51 0,51 0,48 0,46
Thr dig. % 0,41 0,43 0,40 0,36
Trp % 0,15 0,16 0,15 0,14
Trp dig. % 0,13 0,13 0,12 0,11
Ile total % 0,67 0,60 0,57 0,54
Arg total % 0,86 0,76 0,73 0,70
Calcio1,2, mín. % 2,7 3,5 3,7 3,9
máx. % 3,2 3,8 4,1 4,3
P total 1 % >0,59 >0,56 0,51 <0,49
P disp.1, mín. % 0,37 0,36 0,33 0,27
máx. % 0,41 0,39 0,36 0,29
1
P dig. , mín. % 0,31 0,30 0,28 0,21
máx. % 0,34 0,33 0,30 0,25
3
Sodio % 0,16 0,15 0,14 0,13
Potasio4, mín. % 0,50 0,45 0,45 0,45
máx. % 0,90 0,90 0,90 0,90
Cloro, mín. % 0,15 0,15 0,14 0,14
máx. % 0,26 0,24 0,22 0,19
Colina mg/kg 1.130 1.200 1.180 1.230
Xant. amarillas mg/kg >4 <9 >6 <9 >6 <9 >6 <9
Xant. rojas mg/kg >2,5 >2,5 >2,5 >2,5
Sal, mín. % 0,22 0,21 0,19 0,105
1
El Ca puede reducirse en 0,03% y el P disp. en 0,07% si se usan fitasas.
2
Añadir un 30-60% de del carbonato en forma grosera (> 4 mm Ø).
3
Reducir en 0,02% en caso de problemas de heces húmedas.
4
Reducir el máximo a 0,75% en caso de heces húmedas.
5
Utilizar bicarbonato para cumplir con el mínimo de Na.
NORMAS FEDNA: Avicultura 41

Tabla 9. Recomendaciones prácticas de vitaminas y microminerales


para ponedoras y reproductoras pesadas.

Reproductoras
Ponedoras
pesadas
Rango Recom. Rango Recom.
3
Vitamina A 10 UI 8-10 9,1 10-13,0 11
Vitamina D3 103 UI 2,1-2,9 2,7 2,4-3,0 2,8
Vitamina E UI 8-20 12 15-50 30
Vitamina K3 mg/kg 1,4-2,1 1,7 2-3 2,1
Tiamina (B1) mg/kg 0,4-1,5 1,0 0,5-1,9 1,1
Riboflavina (B2) mg/kg 4-6 4,0 8-12 9
Piridoxina (B6) mg/kg 1,5-3,0 1,8 2,5-6 3
Cobalamina (B12) µg/kg 9-15 10 15-22 17
Ácido fólico mg/kg 0,2-0,6 0,4 0,7-2 1,1
Niacina mg/kg 18-35 20 15-32 25
Ácido pantoténico mg/kg 7-10 8 10-15 12
Biotina µg/kg 35-80 50 70-150 110
Colina mg/kg 150-250 2301 160-300 250
Fe mg/kg 25-50 32 30-70 35
Cu mg/kg 5-9 7 6-12 8
Zn mg/kg 50-70 65 60-90 80
Mn mg/kg 70-100 85 80-100 90
Co mg/kg 0-0,1 0,05 0-0,05 0,05
Se mg/kg 0,2-0,3 0,3 0,2-0,35 0,3
I mg/kg 0,4-1 0,7 0,5-1,3 1,0
1
Elevar en caso de hígados grasos o aves engrasadas
42 NORMAS FEDNA: Avicultura

Pollitas y reproductoras pesadas

La mejora continuada en el apetito y crecimiento del pollo broiler


lleva consigo la necesidad de restringir el consumo durante la recría y
la puesta de las reproductoras pesadas. La restricción del consumo se
acentúa año tras año y se inicia cada vez a edades más tempranas. El
objetivo a conseguir es que el ave pese a las 22 semanas de vida lo
que va a pesar su descendencia a las 6 semanas (Leeson y Summers,
2005). Los objetivos de producción son conseguir más de 170 huevos
y 135-140 pollitos a las 64 semanas. Para ello se precisa que las
reproductoras alcancen un pico de puesta cercano al 85% y que la
mortalidad durante el ciclo no supere el 8-10%.

Las necesidades nutricionales de pollitas, reproductoras pesadas


y machos se detallan en la tabla 10. Las recomendaciones se refieren
a pollitas y gallinas mantenidas en naves con temperatura y manejo
adecuados. La información existente es limitada y los valores
indicados se basan en las recomendaciones del NRC (1994), Mateos y
Piquer (1994), Daghir (1995), Leeson y Summers (2005) y Rostagno
et al. (2005) así como los manuales de las casas de genética (Cobb,
2006b; Ross, 2005, 2007b y otros). En alimentación de reproductoras
pesadas es necesaria la colaboración entre el nutricionista y el técnico
de campo. De nada vale que el nutricionista ajuste con errores
mínimos las necesidades en aminoácidos de un lote de reproductoras,
si el técnico de campo decide arbitrariamente subir o bajar el
consumo en 2-4 g. Por ello, las informaciones y recomendaciones de
los técnicos obtenidas en situaciones prácticas también han sido
consideradas.

Se estima que las reproductoras pesadas precisan 460-475 kcal


EMAn en el pico de puesta, en función de la temperatura ambiental,
el peso y la productividad. Dado que los piensos comerciales tienen
una concentración energética en torno a las 2.760-2.800 kcal
EMAn/kg, se estiman unos consumos diarios de 167-172 g de pienso.
Para calcular las necesidades en EMAn de las reproductoras, Coon et
al. (2006) proponen la siguiente ecuación:

EMAn = PV0,75 [111,02 – 0,49 T + 0,049 (T – 22,072)] + (1/0,77 +


ERg + 1/0,37 x ERp) x A PV + 1,5/0,73 x MH
NORMAS FEDNA: Avicultura 43

Donde T es la temperatura expresada en grado centígrados y ERg y


ERp es la energía retenida como grasa o proteína en kcal.

Las reproductoras pesadas se adaptan bien a amplios rangos de


concentración energética de los piensos. En nuestras
recomendaciones utilizamos un nivel energético de 2.800 kcal
EMAn/kg que es un valor de uso común en la industria en inicio de
puesta. Niveles inferiores no suponen problema alguno desde el
punto de vista productivo siempre que se ajuste el consumo de forma
proporcional. Las necesidades en PB de reproductoras pesadas en el
pico de puesta se estiman entre 19 y 22 g/día (Leeson y Summers,
2005; Ross, 2005; Cobb, 2006b). A efectos prácticos se recomienda
un consumo diario de proteína equilibrada en torno a 18 g (20
semanas de vida) y 26 g (35 semanas de vida) diarios (Mateos y
Piquer, 1994; Cobb, 2006b) que se corresponden con consumos de
Lys y Met+Cys digestible superiores a los 950 y 820 mg/ave/día en el
pico de puesta, respectivamente.

Las necesidades nutricionales de los machos reproductores son


claramente inferiores en cantidad y calidad a la de las hembras.
Niveles energéticos en torno a las 2.600 kcal EM/kg de peso y de Lys
total en torno a 0,50% son suficientes. El problema es que, con la
disponibilidad y precios actuales de las materias primas, no es fácil
formular con niveles nutricionales tan reducidos. Esta situación junto
con dificultades relacionadas con la logística, hace que el uso de
piensos especiales para machos en España sea prácticamente nulo.

Las necesidades en macrominerales de las reproductoras


pesadas quedan reflejadas en la tabla 10. Una ligera carencia de Ca
(inferior a 4,4-4,9 g/d) reduce la calidad de la cáscara y la viabilidad
del pollito. Por contra, un exceso puede perjudicar la calidad de la
cama especialmente al inicio de puesta. Asimismo, tanto el exceso
como el defecto de P perjudican la calidad de la cáscara y, por ende,
la viabilidad del embrión. Una deficiencia en ácido linoleico (< 1%) se
traduce en huevos de menor tamaño, incubabilidad reducida y menos
pollitos nacidos vivos viables.

El programa de alimentación de reproductoras pesadas busca


altos índices de puesta con huevos de buena cáscara y tamaño
aceptable. Igualmente importante es que estos huevos produzcan un
44 NORMAS FEDNA: Avicultura

elevado número de pollitos vigorosos. Por ello, el contenido en


vitaminas y microminerales de los correctores es de vital importancia.
En la tabla 9 se ofrecen las recomendaciones en vitaminas y
microminerales de las pollitas y reproductoras pesadas en base a
revisiones publicadas (Whitehead y Portsmouth, 1989; Whitehead,
1993; Mateos y Piquer, 1994; NRC, 1994; Rostagno et al., 2005;
Ward, 1993, 1996), a las recomendaciones de las casas comerciales
(Cobb, 2006a; Ross, 2005 y 2007) y a la composición de los
correctores comercializados en la Península Ibérica en el momento
actual. En numerosos casos se están recomendando aportes extras
de vitaminas desde el inicio hasta el pico de puesta. Sin embargo, no
existen suficientes datos científicos que avalen o condenen esta
práctica.
NORMAS FEDNA: Avicultura 45

Tabla 10. Recomendaciones para piensos de reproductoras pesadas


y machos reproductores.

Iniciación Recría Prepuesta Puesta


Machos
6/8- 17-a 1er
Edad semana 0-6/81 >22 adultos
16/17 huevo
EMAn kcal/kg 2.810 2.700 2.790 2.800 2.700
Extracto etéreo % 3,0–4,5 >2,8 >3,8 4,5–6,5 >2,0
Ác. linoleico % 1 0,9 1,20 1,25 0,75
Almidón % 36,0 35,0 35 35,0 34
Fibra bruta, mín. 3,5 3,9 4,0 3,5 3,5
%
máx. 5,3 7,0 6,5 5,5 5,5
FND % 10-12 >12,5 >10,5 >10,2 >10,5
Prot. bruta, mín. 18,4 14,6 15,0 14,5 11
%
máx. 19,3 16,5 16,5 16,4 14,5
Lys % 0,94 0,66 0,68 0,70 0,50
Lys dig. % 0,82 0,55 0,58 0,61 0,41
Met % 0,39 0,27 0,31 0,32 0,21
Met dig. % 0,35 0,24 0,27 0,29 0,18
Met+cys % 0,75 0,52 0,58 0,59 0,41
Met+cys dig. % 0,66 0,47 0,51 0,52 0,38
Thr % 0,66 0,48 0,49 0,50 0,41
Thr dig. % 0,58 0,41 0,43 0,44 0,36
Trp % 0,18 0,14 0,15 0,15 0,14
Trp dig. % 0,16 0,12 0,13 0,13 0,12
Ile total % 0,79 0,47 0,54 0,55 0,43
Arg total % 1,02 0,73 0,72 0,74 0,63
Calcio, mín. 0,95 0,90 2,15 3,0 0,80
%
máx. 1,10 1,05 2,7 3,3 1,10
P total % 0,57 0,56 0,56 0,53 0,50
P disp. % 0,45 0,38 0,38 0,35 0,37
P dig. % 0,39 0,32 0,32 0,28 0,30
Sodio, mín. 0,16 0,15 0,14 0,15 0,16
%
máx. 0,19 0,17 0,17 0,16 0,19
Cloro, mín. 0,15 0,15 0,14 0,15 0,16
%
máx. 0,25 0,29 0,28 0,26 0,26
Potasio % 0,48 0,45 0,55 0,55 0,48
Colina total mg/kg 1.290 1.260 1.150 1.100 1.020
Colina añadida mg/kg 275 230 220 250 220
Sal, mín. % 0,30 0,27 0,25 0,20 0,24
1
Puede ser aconsejable utilizar un pienso similar al de pollitos para pollitas de 0 a 2 semanas de edad. En
este caso, los niveles de aminoácidos desde 12 a 7/8 semanas pueden reducirse en un 4-5%.
ANEXOS
NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 1 49

ANEXO 1.- CÁLCULO DE LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS


DIARIAS

Aves en crecimiento: pollos de carne y pollitas rubias y


pesadas.

Necesidades de mantenimiento
113 kcal EMAn/kg PV0,75 y día
(Scott et al., 1982; De Blas et al., 1990; Chwalibog, 1991; Sakomura
et al., 2003; Sakomura et al., 2005a)

Donde:
PV: peso vivo en kg

Necesidades de termorregulación
Aumentar o reducir 4-5 kcal EMAn/kg PV0,75 y día por cada oC por
debajo o por encima de 23oC, respectivamente (rango válido de 15 a
30oC en aves a partir de los 21 días de vida)
(Emmans, 1974; Sakomura et al., 2003; Sakomura et al., 2005a)

Donde:
PV: peso vivo en kg

Necesidades para crecimiento


13,4 kcal EMAn/g G y día + 12 kcal EM/g P y día
(Chwalibog, 1991; Sakomura et al., 2005a)

Donde:
G: grasa retenida, g/d = GMD x % grasa /100
P: proteína retenida, g/d= GMD x % proteína /100
GMD: ganancia media diaria en g

Se han considerado eficacias medias de retención de la grasa


y la proteína de 70 y 47%, respectivamente (Chwalibog, 1991;
Klasing, 1998; Sakomura et al., 2003; Sakomura et al., 2005a) sobre
el calor de combustión de ambos (9,4 kcal/g grasa y 5,7 kcal/g
proteína), resultando coeficientes medios de 13,4 kcal/g para la grasa
y 12 kcal/g para la proteína.
50 NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 1

Necesidades energéticas totales (kcal EMAn/d y ave)1 y consumo de


pienso (g/d y ave)2 en pollos de carne (machos y hembras) en
condiciones óptimas de termoneutralidad y manejo.

Periodo, d 0-7 7-14 14-21 21-28 28-35 35-42 42-49


PV inicio, kg 0,042 0,160 0,420 0,840 1,350 1,950 2,550
PV fin, kg 0,160 0,420 0,840 1,350 1,950 2,550 3,060
PV medio, kg 0,101 0,290 0,630 1,095 1,650 2,250 2,805
Mantenimiento, 20 45 80 121 164 208 245
kcal EMAn/d
GMD, g 17 37 60 73 86 86 73
Grasa, %3 8,5 9,4 11,0 13,0 14,5 15,0 15,6
Proteína, %3 14,7 15,2 17,0 19,0 19,5 19,7 19,5
Crecimiento, 49 114 211 293 367 375 323
kcal EMAn/d
Total1, kcal 69 159 291 414 532 583 568
EMAn/d
kcal EMAn/ kg 3.050 2.980 3.130 3.130 3.130 3.150 3.150
pienso
CMD2, g 23 53 93 132 170 185 180
1 0,75
EMAn (kcal/d) = (113 x PV ) + (13,4 x G) + (12 x P)
PV: peso vivo en kg
G: grasa retenida, g/d = GMD x % grasa /100
P: proteína retenida, g/d= GMD x % proteína /100
GMD: ganancia media diaria en g
2
CMD = (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
3
Larbier y Leclerck, 1994; Villaverde et al., 2005
NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 1 51

Necesidades energéticas totales (kcal EMAn/d y ave)1 y consumo de


pienso (g/d y ave)2 en pollitas rubias en condiciones óptimas de
termoneutralidad y manejo.

Periodo, sem 0-5 5-10 10-17 17-1% puesta


PV inicio, kg 0,035 0,375 0,880 1,430
PV fin, kg 0,375 0,880 1,430 1,530
PV medio, kg 0,205 0,628 1,155 1,480
Mantenimiento, kcal 34 80 126 152
EMAn/d
GMD, g 10 14 11 7
Grasa, %3 13 14 15 17
Proteína, %3 17 16 15,5 15,3
Crecimiento, kcal 37 55 43 29
EMAn/d
Total1, kcal EMAn/d 71 134 169 181
kcal EMAn/ kg pienso 2.980 2.810 2.740 2.780
CMD2, g 24 48 62 65
1
EMAn (kcal/d) = (113 x PV0,75) + (13,4 x G) + (12 x P)
PV: peso vivo en kg
G: grasa retenida, g/d = GMD x % grasa /100
P: proteína retenida, g/d= GMD x % proteína /100
GMD: ganancia media diaria en g
2
CMD= (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
52 NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 1

Necesidades energéticas totales (kcal EMAn/d y ave)1 y consumo de


pienso (g/d y ave)2 en pollitas de reproductoras pesadas en
condiciones óptimas de termoneutralidad y manejo.

Periodo, sem. 0-7 7-17 17-23


PV inicio, kg 0,038 0,700 1,700
PV fin, kg 0,700 1,700 2,560
PV medio, kg 0,369 1,200 2,130
Mantenimiento, kcal EMAn/d 53 130 199
GMD, g 13 14 20
Grasa, % 3 10 9,3 9,2
Proteína, % 3 16 16,2 17
Crecimiento, kcal EMAn/d 44 46 67
Total1, kcal EMAn/d 98 175 266
kcal EMAn/ kg pienso 2.815 2.690 2.790
CMD2, g 35 65 95
1
EMAn (kcal/d) = (113 x PV0,75) + (13,4 x G) + (12 x P)
PV: peso vivo en kg
G: grasa retenida, g/d = GMD x % grasa /100
P: proteína retenida, g/d= GMD x % proteína /100
GMD: ganancia media diaria en g
2
CMD = (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 1 53

Aves en puesta: gallinas ponedoras y reproductoras pesadas

Necesidades de mantenimiento
125 kcal EMAn/kg PV0,75 y día
(Burlacu y Baltac, 1971; Emmans, 1974; NRC, 1984, 1994; Rostagno
et al., 2005; Sakomura et al., 2003; Sakomura et al., 2005b; Rabello
et al, 2006; Hy-Line brown, 2007)
Donde:
PV: peso vivo en kg

Necesidades para termorregulación


Aumentar o reducir 2 kcal EMAn/kg PV y día por cada oC por debajo o
por encima de 21oC, respectivamente (rango válido de 15 a 30oC)
(Emmans, 1974; NRC, 1984, 1994; Rostagno et al., 2005; Sakomura
et al., 2005b; Rabello et al., 2006; Hy-Line brown, 2007)

Donde:
PV: peso vivo en kg

Necesidades para crecimiento


5 kcal EMAn/g GMD y día
(Leeson et al., 1973; Emmans, 1974; NRC, 1984, 1994; Sakomura et
al., 2003; Rostagno et al., 2005; Sakomura et al., 2005b; Rabello et
al., 2006; Hy-Line brown, 2007)
Donde:
GMD: ganancia media diaria en g

Se considera que la carne de gallina ponedora y reproductora


tiene un contenido energético medio de unas 4 kcal/g (Smith, 1972;
Emmans, 1974) y una eficacia media de conversión de la EMAn del
pienso en carne de un 80% (Waring y Brown, 1965, 1967;
Grimbergen, 1970; Burlacu y Baltac, 1971; De Groote, 1974;
Sakomura et al., 2003). Por tanto, se necesitan 5 kcal para la
producción de 1 g de carne.

Necesidades para producción de huevo


2 kcal EMAn/g MH y día
(Leeson et al., 1973; ARC, 1975; Emmans, 1974; NRC, 1984, 1994;
Rostagno et al., 2005; Sakomura et al., 2005b; Rabello et al., 2006;
Hy-Line brown, 2007)
54 NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 1

Donde:
MH: masa diaria de huevo en g

Se considera que un huevo tiene un contenido energético de


1,6 kcal/g (Brody, 1945; Romanoff y Romanoff, 1949; Tasaki y Sasa,
1970; Grimbergen, 1970) y una eficacia media de conversión de la
EMAn del pienso en huevo de un 80% (Waring y Brown, 1965, 1967;
Grimbergen, 1970; Burlacu y Baltac, 1971). Por tanto, se necesitan 2
kcal para la producción de 1 g de huevo.

Necesidades energéticas totales (kcal EMAn/d)1 y consumo de pienso


(g/d)2 en ponedoras rubias en condiciones óptimas de
termoneutralidad y manejo.

Periodo, semanas 1%-32 32-44 44-55 55-70


PV inicio, kg 1,530 1,900 1,920 1,930
PV fin, kg 1,900 1,920 1,930 1,940
PV medio, kg 1,715 1,910 1,925 1,935
Mantenimiento, kcal EMAn/d 187 203 204 205
GMD3, g 4,1 0,2 0,1 0,1
Crecimiento, kcal EMAn/d 20 1,2 0,6 0,5
IP, % 79 93 88 82
PH, g 57 64 65 67
MH, g/d 45 59 58 55
Producción huevo, kcal EMAn/d 90 119 115 109
Total1, kcal EMAn/d 298 323 320 315
kcal EMAn/ kg pienso 2.770 2.750 2.730 2.700
CMD2, g 108 117 117 117
1
EMAn (kcal/d) = (125 x PV0,75) + (5 x GMD) + (2 x MH)
PV: peso vivo en kg; GMD: ganancia media diaria en g
IP: índice de puesta en %; PH: peso del huevo en g
MH = (IP/100) x PH
MH: masa de huevo en g/d
2
CMD = (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
3
Se estima 19% de grasa y 15,2% de proteína (Sakomura et al., 2005b)
NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 1 55

Necesidades energéticas totales (kcal EMAn/d)1 y consumo de pienso


(g/d)2 en reproductoras pesadas en condiciones óptimas de
termoneutralidad y manejo.

Periodo, semanas 23-40 40-65


PV inicio, kg 2,560 3,565
PV fin, kg 3,565 3,870
PV medio, kg 3,062 3,717
Mantenimiento, kcal EMAn/d 289 335
GMD3, g 8,4 1,7
Crecimiento, kcal EMAn/d 42 9
IP, % 64 59
PH, g 58 66
MH, g/d 37 39
Producción huevo, kcal EMAn/d 75 78
Total1, kcal EMAn/d 406 421
kcal EMAn/ kg pienso 2.800 2.800
CMD2, g 145 150
1
EMAn (kcal/d) = (125 x PV0,75) + (5 x GMD) + (2 x MH)
PV: peso vivo en kg
GMD: ganancia media diaria en g
IP: índice de puesta en %
PH: peso del huevo en g
MH = (IP/100) x PH
MH: masa de huevo en g/d
2
CMD = (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
3
Se estima 15% de grasa y 16% de proteína (Rabello et al., 2006)
56 NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 2

Anexo 2.-Cálculo de las necesidades diarias de lisina

Aves en crecimiento: pollos de carne y pollitas rubias y pesadas.

Pollos de carne
1,26 – (0,009 x edad media en días) % Lys Dig.
(Han y Baker, 1991, 1993 y 1994; NRC, 1994; Emmert y Baker,
1997; Hruby et al., 1995; Leeson y Summers, 2001; Baker, 2003;
Rostagno et al., 2005)
Lys dig., %

1,25

1,15

1,05

0,95

0,85

0,75
0 7 14 21 28 35 42 49 Edad, días
Han y Baker, hembras Han y Baker, machos

Leeson y Summers Ecuación media

Necesidades diarias de Lys Dig. (%) según ecuaciones propuestas por


distintos autores.

Han y Baker Han y Baker Leeson y


Edad, Edad, Ecuación
91-03; 91-03; Summers,
sem. días media4
hembras1 machos2 013
1 3,5 1,07 1,18 1,28 1,23
2 10,5 1,02 1,11 1,21 1,17
3 17,5 0,97 1,05 1,15 1,10
4 24,5 0,92 0,98 1,09 1,04
5 31,5 0,86 0,92 1,02 0,98
6 38,5 0,81 0,85 0,96 0,91
7 45,5 0,76 0,79 0,90 0,85
1
% Lys Dig. = 1,097 – (0,0074 x edad, días)
2
% Lys Dig. = 1,211 – (0,00928 x edad, días)
3
% Lys Dig. = 1,308 – (0,009 x edad, días)
4
% Lys Dig. = 1,26 – (0,009 x edad, días)
NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 2 57

En el caso del pollo de carne las necesidades de Lys aumentan


cuando el objetivo pasa de maximizar ganancia de peso a optimizar el
índice de conversión o a maximizar el rendimiento de pechuga.

Pollitas rubias y pesadas

Necesidades de mantenimiento
100 mg de Lys digestible verdadera/kg PV0,75 y día
(Fisher, 1998; Edwards et al., 1999; Rostagno et al, 2005)

Para los cálculos de Lys total se ha asumido una digestibilidad


verdadera media de los piensos o materias primas más comúnmente
utilizadas del 85-89% (NRC, 1994).

Necesidades para ganancia de peso


20 mg de Lys digestible verdadera/g GMD y día
(Emmert y Baker, 1997; Leeson y Summers, 2001;
Rostagno et al, 2005)

Donde:
GMD: ganancia media diaria en g

Para los cálculos se estima que el tejido depositado contiene


como media 12 mg de lisina /g (Sklan y Noy, 2005) y que la eficacia
de utilización de la lisina para crecimiento es del 60-66% (Fisher,
1980; Sklan y Noy, 2005). Con lo que las necesidades varían entre
18,2 mg Lys Dig./g de GMD (12 mg Lys/g GMD/0,66) y 20 mg Lys
Dig./g de GMD (12 mg Lys/g GMD/0,6).
58 NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 2

Necesidades totales de Lys digestible verdadera (Lys Dig.)1 para


pollitas rubias en crecimiento.

Periodo, semanas 0-5 5-10 10-17 17-1%


puesta
PV inicio, kg 0,035 0,375 0,880 1,430
PV fin, kg 0,375 0,880 1,430 1,530
PV medio, kg 0,205 0,628 1,155 1,480
Mantenimiento, mg Lys Dig./d 30 70 111 134
GMD, g 10 14 11 7
Crecimiento, mg Lys Dig./d 194 289 225 143
Total1, mg Lys Dig./d 225 359 336 277
kcal EMAn/ kg pienso 2.980 2.800 2.740 2.780
CMD2, g 24 48 62 65
Lys Dig., % pienso 0,91 0,75 0,54 0,43
Lys total, % pienso 1,06 0,87 0,65 0,50

Necesidades totales de Lys digestible verdadera (Lys Dig.)1 para


pollitas reproductoras pesadas en crecimiento.

Periodo, semanas 0-7 7-17 17-23


PV inicio, kg 0,038 0,700 1,700
PV fin, kg 0,700 1,700 2,560
PV medio, kg 0,369 1,200 2,130
Mantenimiento, mg Lys Dig./d 47 115 176
GMD, g 13 14 20
Crecimiento, mg Lys Dig./d 270 286 409
Total1, mg Lys Dig./d 318 400 586
kcal EMAn/ kg pienso 2.810 2.650 2.760
CMD2, g 35 66 96
Lys Dig., % pienso 0,91 0,61 0,61
Lys total, % pienso 1,03 0,73 0,73

1
Lys digestible verdadera (% pienso) = ((0,1 x PV0,75) + (0,20 x GMD)) x
100/CMD
PV: peso vivo en kg
GMD: ganancia media diaria en kg
2
CMD = (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 2 59

Aves en puesta: gallinas ponedoras y reproductoras pesadas

Necesidades de mantenimiento
100 mg de Lys digestible verdadera/kg PV0,75 y día
(Fisher, 1998; Edwards et al., 1999; Rostagno et al, 2005)

Para los cálculos de Lys total se ha asumido una digestibilidad


verdadera media de los piensos o materias primas más comúnmente
utilizadas del 85-89% (NRC, 1994).

Necesidades para ganancia de peso


20 mg de Lys digestible verdadera/g GMD y día
(Emmert y Baker, 1997; Leeson y Summers, 2001;
Rostagno et al, 2005)
Donde:
GMD: ganancia media diaria en g
Para los cálculos se estima que el tejido depositado contiene como
media 12 mg de lisina /g (Sklan y Noy, 2005) y que la eficacia de
utilización de la lisina para crecimiento es del 60-66% (Fisher, 1980;
Sklan y Noy, 2005). Con lo que las necesidades varían entre 18,2 mg
Lys Dig./g de GMD (12 mg Lys/g GMD/0,66) y 20 mg Lys Dig./g de
GMD (12 mg Lys/g GMD/0,6).

Necesidades para producción de huevo


10-11,5 mg Lys Dig./g de MH y d
(Fisher, 1998; Rostagno et al, 2005)
Donde:
MH: masa de huevo en g

Se asume que el huevo presenta un porcentaje medio de proteína


de 11,25 % con un contenido de lisina de 416 mg/g N (De Blas y
Mateos, 1991) y que la eficacia de la utilización de lisina para la
deposición de proteína en el huevo es en torno al 75% (McDonald y
Morris, 1985). Con lo que las necesidades serían:
416 mg Lys/g N/6,25 = 66,6 mg Lys/g proteína huevo
66,6 mg Lys/g proteína huevo x 0,1125 =7,49 mg Lys/g huevo
7,49 mg Lys/g huevo/0,75 (eficacia)=10 mg Lys Dig./g de huevo

Los valores recomendados en la bibliografía varían entre 9 y 11,6


mg Lys Dig./g de huevo y día (Fisher, 1998; Rostagno et al, 2005).
60 NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 2

Necesidades totales de Lys digestible verdadera (Lys Dig.)1 para


ponedoras rubias

Periodo, semanas 23-40 32-44 44-55 55-70


PV inicio, kg 1,530 1,900 1,920 1,930
PV fin, kg 1,900 1,920 1,930 1,940
PV medio, kg 1,715 1,910 1,925 1,935
Mantenimiento, mg Lys Dig./d 150 162 163 164
GMD, g 4,1 0,2 0,1 0,1
Crecimiento, mg Lys Dig./d 81 5 3 2
IP, % 79 93 88 82
PH, g 57 64 65 67
MH, g/d 45 59 58 55
Producción huevo, mg Lys Dig./d 451 593 578 547
Total1, mg/d 682 760 744 713
kcal EMAn/ kg pienso 2.760 2.750 2.730 2.700
CMD2, g 108 117 117 117
Lys Dig., % pienso 0,63 0,65 0,63 0,61
Lys total, % pienso 0,78 0,80 0,74 0,72
1
Lys digestible verdadera (%) = ((0,1 x PV0,75) + (0,20 x GMD) + (0,010 x
MH)) x 100/CMD
Se estiman 10 mg Lys Dig./g de MH y d
PV: peso vivo en kg
GMD: ganancia media diaria en kg
MH: masa de huevo diaria en g
2
CMD = (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 2 61

Necesidades totales de Lys digestible verdadera (Lys Dig.)1 para


reproductoras pesadas.

Periodo, semanas 23-40 40-65


PV inicio, kg 2,560 3,565
PV fin, kg 3,565 3,870
PV medio, kg 3,062 3,717
Mantenimiento, mg Lys Dig./d 231 268
GMD, g 8,4 1,7
Crecimiento, mg Lys Dig./d 169 35
IP, % 64 59
PH, g 58 66
MH, g/d 37 39
Producción huevo, mg Lys Dig./d 373 390
Total1, mg/d 774 692
kcal EMAn/ kg pienso 2.760 2.750
CMD2, g 147 147
Lys Dig., % pienso 0,56 0,51
Lys total, % pienso 0,65 0,58
1
Lys digestible verdadera (%) = ((0,1 x PV0,75) + (0,20 x GMD) + (0,0115 x
MH)) x 100/CMD
Se estiman 11,5 mg Lys Dig./g de MH y d
PV: peso vivo en kg
GMD: ganancia media diaria en kg
MH: masa de huevo diaria en g
2
CMD = (necesidades energéticas (kcal/d) / kcal EMAn/kg pienso) x 103 g/kg
CMD: consumo medio diario en g
62 NORMAS FEDNA: Avicultura. ANEXO 3

Anexo 3.- Estimación de la proteína ideal en aves

La aplicación del concepto de proteína ideal facilita la expresión


de las necesidades en aminoácidos de las distintas especies
domésticas. La base de este concepto es que la proteína de la carne y
de los huevos producidos por todas las aves del mundo tienen un
perfil similar de aminoácidos. Los valores establecidos para el perfil
de la proteína ideal en pollos se han determinado a partir de distintas
publicaciones de centros de investigación (NRC, 1994; Pack, 1996;
Baker, 2003; Coon 2004; Leeson y Summers, 2005; Samadi y
Liebert, 2008) y compañías de genética (Cobb, 2004, 2006a; Ross,
2002, 2007b y otros). Dichos valores pueden aplicarse tanto para el
cálculo de aminoácidos totales como de digestibles. En este trabajo
se expresan en términos digestibles. Trabajos realizados en Estados
Unidos (Edwards y Baker, 1999; Baker, 2003) muestran que las
necesidades en Lys para conservación eran superiores a las asumidas
y que el perfil de la mayoría de los aminoácidos en relación a la
misma, excepto para el caso de la Thr, no variaba con la edad. De
aquí que estos autores recomienden un sólo perfil ideal de la proteína
en broilers. Sin embargo, en esta monografía establecemos ligeras
diferencias en función de la edad del pollo.

Es de destacar la problemática existente a la hora de valorar el


perfil ideal de la proteína para pollos en relación con la Thr. Baker y
su grupo en la Universidad de Illinois estiman unas necesidades en
Thr en relación con la Lys del 56% de 1 a 21 d de edad y del 58% a
partir de esa edad (Baker, 2003). Sin embargo, otros autores (Pack,
1996) han estimado necesidades en torno al 66 y 70%,
respectivamente.

El balance de proteína ideal para pollitas y gallinas ponedoras se


ha basado en datos de Combs (1968), De Blas y Mateos (1990), NRC
(1994), Rostagno et al. (2005), Corzo et al. (2008), Bregendahl et al.
(2008) y los estándares de Isabrown (2005), Hy-Line (2005),
Lohmann (2005a,b, 2007) y Babcock (2007). El balance de proteína
ideal para reproductoras pesadas se ha estimado en base al NRC
(1994), Mateos y Piquer (1994), Coon (2004), Coon et al. (2006),
Leeson y Summers (2005), Rostagno et al. (2005) y a los estándares
de Cobb (2006b) y Ross (2005 y 2007a).
NORMAS FEDNA: Avicultura.ANEXO 3 63

Balance de “proteína ideal” en aminoácidos digestibles: pollos


y pollitas ligeras.

Pollos Pollitas puesta


1-3 3-6 0-5 5-10 10-17
sem sem sem sem sem
Lys 100 100 100 100 100
Met 37 38 43 45 48
Met + Cys 73 76 73 79 86
Thr 63 64,5 66 70 75
Trp 16 17,5 19 20 23
Ile 66 67 67 68 70
Arg 105 106 106 106 107
Val 77 77 82 80 79
Leu 107 107 106 107 108

Balance de “proteína ideal” en aminoácidos digestibles:


pollitas y reproductoras pesadas y ponedoras.

Pollitas pesadas y reproductoras Ponedoras


1-7 sem 8-20 sem Puesta > 17 sem
Lys 100 100 100 100
Met 43 44 46 49
Met + Cys 80 82 83 87
Thr 71 75 72 70
Trp 19 21 22 20
Ile 70 68 78 85
Arg 109 110 105 110
Val 82 82 82 98
Leu 108 110 107 108
64 NORMAS FEDNA: Avicultura

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