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CARACTERIZACIÓN PROCESOS PROPIOS DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS

DEL CARIBE COLOMBIANO


Las Instituciones de Educación Superior en Colombia se rigen por la Ley 30 de 1992 y para regir la
autonomía en sus procesos por lo que en los artículos 28 y 29 de esta Ley se da la facultad a las
Universidades para organizar sus estatutos, designar sus autoridades y la aplicación de estrategias
en pro del desarrollo de su proyecto educativo institucional, así pues a continuación se detallan los
mencionados ítems:

CAPITULO VI
Autonomía de las Instituciones de Educación Superior.
Artículo 28. La autonomía universitaria consagrada en la Constitución Política de Colombia y de
conformidad con la presente Ley, reconoce a las universidades el derecho a darse y modificar sus
estatutos, designar sus autoridades académicas y administrativas, crear, organizar y desarrollar sus
programas académicos, definir y organizar sus labores formativas, académicas, docentes,
científicas y culturales, otorgar los títulos correspondientes, seleccionar a sus profesores, admitir a
sus alumnos y adoptar sus correspondientes regímenes y establecer, arbitrar y aplicar sus recursos
para el cumplimiento de su misión social y de su función institucional.
Artículo 29. La autonomía de las instituciones universitarias o escuelas tecnológicas y de las
instituciones técnicas profesionales estará determinada por su campo de acción y de acuerdo con
la presente Ley en los siguientes aspectos:
a) Darse y modificar sus estatutos.
b) Designar sus autoridades académicas y administrativas.
c) Crear, desarrollar sus programas académicos, lo mismo que expedir los correspondientes
títulos.
d) Definir y organizar sus labores formativas, académicas, docentes, científicas, culturales y de
extensión.
e) Seleccionar y vincular a sus docentes, lo mismo que a sus alumnos.
f) Adoptar el régimen de alumnos y docentes.
g) Arbitrar y aplicar sus recursos para el cumplimiento de su misión social y de su función
institucional.
Parágrafo. Para el desarrollo de lo contemplado en los literales a) y e) se requiere notificación al
Ministro de Educación Nacional, a través del Instituto Colombiano para el Fomento de la
Educación Superior (Icfes).
Universidades Públicas del Caribe Colombiano: Caracterización

Se hace una caracterización de las Universidades públicas del Caribe Colombiano en la que
se tienen en cuenta la historia, misión, visión, proyecto educativo institucional, estructura
organizacional y reformas estatutarias.

Universidad
Universidad Universidad
popular del
del Magdalena del Atlántico
cesar

Universidad Univeridad de Universidad


de Córdoba Cartagena de Sucre

Universidad
de La Guajira

UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA


Historia
La educación superior en Santa Marta durante el siglo XIX, igual que en las demás ciudades del
país, se hacía a través de seminarios, dirigidos por clérigos. El seminario contaba con una
estructura institucional y de recursos heredada de la colonia española, se denominaba Colegio
Seminario San Juan Nepomuceno y funcionó desde 1811, aunque desde el siglo XVII una real
cédula había autorizado dos cátedras para formación en esta ciudad. Las guerras internas que
sobrevinieron al país por la independencia no permitieron consolidar al seminario sino hasta la
segunda república, luego de vencidos los ejércitos de la reconquista española. En 1824 se reabrió
como un colegio nacional producto de la política del presidente Bolívar y el vicepresidente
Santander, quienes buscaban la apertura de colegios universitarios en las provincias de la extensa
Colombia de la época, conformada por los actuales países de Colombia, Ecuador y Venezuela. Sin
embargo, la educación ofrecida en el Colegio Seminario sólo sería del nivel primario y secundario,
hasta la creación de la Universidad del Magdalena e Istmo o Universidad del Segundo Distrito, a la
que fue adscrita el Colegio seminario samario en 1828.

A comienzos de la década de 1830 y luego de diversos levantamientos políticos y militares que


vivió la Costa contra el sistema político administrativo centralista, algunos directivos religiosos y
políticos de la provincia de Santa Marta, solicitaron y obtuvieron la autorización para crear
cátedras civiles o seculares, diferentes de la profesión religiosa. Este proceso contó con el apoyo
de élites ilustradas de la provincia, que veían en el Colegio Universitario un escenario de formación
que pudiera representar eficazmente los intereses locales frente al resto del país y así mismo
permitiera acceder a la educación superior, a aquellos estudiantes que no podían costearse la
educación en la capital del país o en Cartagena. El Colegio Universitario Samario obtuvo
adicionalmente, para esta misma época financiación directa del Gobierno Central en un monto
similar a las universidades centrales (Primer, segundo y tercer distrito), y al Colegio Universitario
de Antioquia (antecedente de la actual Universidad de Antioquia).

El Colegio Seminario funcionó hasta 1850, fecha durante la cual estuvo ofreciendo formación
universitaria sin titular directamente a sus estudiantes, trámite que debía hacerse a través de la
Universidad del Magdalena e Istmo con sede en Cartagena. La formación en esta primera
institución se hizo a través de cátedras en educación básica primaria, secundaria y de formación
general, así como cátedras universitarias en Derecho (la mayor parte), Medicina (en algunos de
esos años, a partir de 1835) y una cátedra en teneduría de libros (lo que actualmente llamamos
contaduría). Esta institución sobrevivió a pesar del permanente clima de inestabilidad financiera y
política, bajo la sabia dirección del abogado samario Esteban Díazgranados Díazgranados, quien se
dedicó al trabajo docente en la ciudad durante más de quince años, continuando la trayectoria de
directivo universitario que había iniciado en su Universidad de origen, el Colegio Mayor del
Rosario.

El profesor Diazgranados estuvo involucrado en movimientos políticos anticentralistas y militó en


las filas de grupos santanderistas, luego liberales, que tuvieron gran relevancia en la política
provincial, que durante ese siglo rápidamente cambiaba de la plaza pública al campo de batalla. La
confrontación política e ideológica que vivía el país en el siglo XIX, manifiesta en partidos
antagónicos desde mediados del siglo, llevaron a que las propuestas de secularización o laicización
fueran adoptadas en todo el país, lo que se tradujo en la desaparición de los tres distritos
universitarios, quedando momentáneamente a cargo del Estado Central tres colegios
universitarios del nivel nacional que le sobrevivieron por poco tiempo.

En la Costa se creó el Colegio Nacional de Cartagena y en Santa Marta el Colegio Provincial


Santander, que fue instaurado por la Asamblea Provincial en 1850, como una institución
diferenciada del Colegio Seminario, que siguió encargándose exclusivamente de la formación de
religiosos. Sin embargo, rápidamente el discurso liberal se radicalizó con el apoyo ideológico
conservador, ya que ambos partidos concebían la intervención estatal en temas educativos, como
una intromisión indebida en asuntos particulares de los ciudadanos; como consecuencia de ello los
colegios nacionales desaparecieron en todo el país. La educación superior sólo existió en ese
momento, a través de colegios universitarios que fueran pagados por la propia provincia o por los
particulares, lo que consolidó una endeble oferta universitaria en Bogotá durante dos décadas
(1850 y 1860).

En la provincia de Santa Marta se crearon luego del Colegio Provincial Santander dos colegios
provinciales más, uno de nombre Colegio Bolívar, de personas conservadoras y católicas, con una
brevísima existencia en 1853, y que al parecer sólo pretendía aprovecharse de la posibilidad de
graduar estudiantes que concedió la libérrima legislación universitaria de 1850. El otro surgió en
1857 y se denominó Colegio provincial Salazar, entidad dirigida por el abogado Eduardo Salazar.
Las instituciones educativas creadas en la década de 1850, carecieron de la estabilidad que
generan los ingresos constantes y una dirección continua. En ellos fue permanente la disputa con
autoridades eclesiales por los recursos que había manejado la Iglesia Católica para el Colegio
Seminario y que debían transferirse por ley a los colegios provinciales. Sin embargo, este proceso
parece que no concluyó a cabalidad, y aún en 1865 cuando se creó una nueva institución
universitaria estatal del nivel federal, el Instituto Magdalena, los recursos del Colegio Provincial
Santander eran aún redimidos frente al Estado Federal del Magdalena por los deudores de tal
institución. El Instituto Magdalena surgió, probablemente, en imitación al nuevo cambio en la
concepción sobre la educación superior que se daba en el país, ya que el Congreso de la República
estudió durante cuatro años (desde 1864), la creación del Instituto Nacional de Artes y Oficios
(que sólo se vino a concretar en Bogotá para 1867).

El Instituto Magdalena se diferenció de las anteriores, porque nació consciente de las dificultades
financieras tratando de salvar estas restricciones buscando fuentes de financiación diversas. Por
eso operó con base en recaudos e imposición tributaria directa a actividades comerciales, para lo
cual el rector del Instituto fue dotado de un poder de jurisdicción coactiva como rector
recaudador. Esta institución fue reemplazada por otra que heredó su estructura institucional y
financiera en 1868, la Universidad del Estado Federal del Magdalena. Esta universidad continuó
formando profesionales hasta 1871, año en que una ley federal determinó su cierre y estuvo a
cargo de dirigir la educación primaria y secundaria de la época y formó abogados, médicos y
literatos, así como angloparlantes y tenedores de libros. El cierre de esta institución estuvo
avalado por políticos locales que apoyaban un discurso de constitución de nación centralista, los
cuales consideraban que la educación superior debía realizarse exclusivamente a través de la
Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia, vedando el acceso a la educación
superior en la propia ciudad.

Noventa años después, en 1962 se reinstauró la Universidad del Magdalena, luego de sucesivos
intentos infructuosos para reabrir la Universidad, uno de los cuales dio lugar a la apertura del Liceo
Celedón. La nueva Universidad, esta vez del nivel departamental, se llamó Universidad Tecnológica
del Magdalena, su oferta académica se enfocó en Agronomía hasta 1969. A partir de este año
empezó a ofrecer Economía Agrícola, en 1970, Administración Agropecuaria y en 1972
Administración Agropecuaria en jornada nocturna. Al año siguiente ofreció Ingeniería Pesquera,
que sigue siendo la única ingeniería de su tipo en el país. La Universidad había iniciado labores en
su sede histórica, el claustro San Juan Nepomuceno, pero a finales de esa primera década se
trasladó al campus San Pedro Alejandrino.

La Universidad amplió su oferta a través de la Facultad de Educación en el año 1973, la cual se


había formado por una institución universitaria que empezó a operar sin licencia en la ciudad, y
rápidamente se constituyó por el número de estudiantes y egresados, en la más grande facultad
de la Universidad. A comienzos de la década de 1980, luego de la concesión del premio Nobel de
literatura al coterráneo cataquero, el Consejo Superior de la época adoptó el nombre de
Universidad Tecnológica Gabriel García Márquez que duró sólo un año, y retornó a su
denominación original, que sólo vino a variar a finales de esa década (1988), cuando se transformó
de institución tecnológica a universidad y adoptó su nombre actual: Universidad del Magdalena.

En la década de los ochentas, la Universidad emergió con relativa calma del período convulsionado
que vivió la universidad latinoamericana en los setentas, gracias a la dirección del rector de la
época Adolfo Charrys Castañeda. Sin embargo, las grandes demandas sindicales empezaron a
afectar la gobernabilidad de la institución que llevaron al Instituto Colombiano para el fomento de
la educación Superior , ICFES, a intervenir la Universidad para hacerse cargo de ella en los
primeros años de la década. Luego de la aplicación de paliativos que no resolvieron su crisis
crónica en los años subsiguientes, a comienzos de los noventas, el rector Gustavo Cotes Blanco
propuso una severa reforma académica y administrativa a través de mesas de trabajo concertadas,
y diseñó consensuadamente estrategias de planeación institucional que fueron acogidas y
determinaron el rumbo de la siguiente administración rectoral que le sucedió, la del Ingeniero
Oswaldo Pérez Molina, quien se encargó de ejecutar varias de las recomendaciones formuladas en
el proceso liderado por el Doctor Cotes Blanco, entre esas, el impulso a la Educación a Distancia y
la oferta de programas de postgrado en convenio con universidades del extranjero.

Posteriormente en la década de 1990, se hizo la apertura del programa de Ingeniería Civil junto
con la amplia oferta de la modalidad a distancia, que llegó a tener más estudiantes que la
educación presencial. Sin embargo, el crecimiento fue realizado sin planeación, lo que a la postre
derivó en situaciones de desfinanciación, que conllevó a la pérdida de dinámica administrativa por
saturación de la oferta y la rigidez institucional que no permitió comprender esta situación,
afectando los procesos académicos. Las altas cargas laborales y prestacionales, producto de
desmedidas concesiones a trabajadores oficiales y su ilegal extensión a empleados públicos de la
Universidad, bajo la amenaza de paro, llevaron a la renuncia sucesiva de cinco rectores entre los
años de 1996 y 1997.

En este período en el que se consideraba la viabilidad de la liquidación institucional como


alternativa por parte del ICFES, se entregó la rectoría a Carlos Eduardo Caicedo Omar, quien
devolvió la estabilidad institucional perdida, a través de la aplicación, de un proceso de
reestructuración financiera, como resultado de mesas de trabajo en las que se diagnosticaron las
causas de la crisis institucional. Este proceso fue complementado a partir de 2000 con la
reestructuración académica, que al igual que la primera fase del proceso, contó con el amplio
apoyo de la comunidad estudiantil y ciudadana. Esta fase institucional se denominó la
"Refundación" de la Universidad del Magdalena: un proyecto colectivo.

Posteriormente la Universidad empezó a cambiar los pobres resultados consolidados a mitad de


los años 90, con sólo ocho programas académicos abiertos, una población de dos milestudiantes,
ningún grupo de investigación y un déficit de $26 mil millones de pesos,a una universidad de
nueve mil estudiantes, 43 grupos de investigación, 24 programas académicos y elun saneamiento
de su pasivo. Esta es la universidad del presente, consciente de la dinámica institucional, cuyos
momentos de estabilidad y crecimiento, han sido producto de la participación, el consenso y el
trabajo conjunto por la comunidad educativa del Magdalena e igualmente consciente de la
fragilidad a la que puede conducir una administración que se preste a los desmanes y la injerencia
política en sus decisiones internas tal como pasó en múltiples momentos del siglo XIX y en la
década de 1980 con la intervención que la llevó a su desaparición momentánea.

Misión

Formar ciudadanos éticos y humanistas, líderes y emprendedores, de alta calidad profesional,


sentido de pertenencia, responsabilidad social y ambiental, capaces de generar desarrollo, en la
Región Caribe y el país, traducido en oportunidades de progreso y prosperidad para la sociedad en
un ambiente de equidad, paz, convivencia y respeto a los derechos humanos.
Visión
En el 2019, la Universidad del Magdalena es reconocida a nivel nacional e internacional por su alta
calidad, la formación avanzada y el desarrollo humano de sus actores, su organización dinámica, su
moderno campus y por su compromiso con la investigación, innovación, la responsabilidad social y
ambiental.

Valores institucionales

La Universidad del Magdalena reconoce y promueve entre los miembros de su comunidad los
siguientes valores:

 Responsabilidad: Asumida como el reconocimiento y aceptación de las consecuencias de


los actos y también como la dedicación y el interés máximo otorgado al cumplimiento de
los deberes y funciones.
 Honestidad: En el sentido de ajustar el comportamiento y actos a los dictámenes éticos de
validez universal que propendan por una sana convivencia social, un alto desarrollo
espiritual y una transparencia total en las relaciones sociales, laborales y, en el manejo de
los bienes y asuntos públicos y particulares.
 Compromiso: Entendido como la identificación de las personas con las políticas, objetivos,
metas, programas, estrategias y proyectos de desarrollo de la Universidad.
 Tolerancia: Nacida del reconocimiento de la pluralidad y diversidad del ser humano
acorde con los derechos fundamentales consagrados en nuestra Carta Magna y los
acuerdos internacionales.
 Solidaridad: Expresada en el reconocimiento al otro, el desarrollo de la sensibilidad social
en la disposición de ayuda a los demás y al trabajo en equipo.
 Esfuerzo o tenacidad: Entendido como la perseverancia en el logro de metas individuales y
grupales socialmente deseables y necesarias.
 Respeto: En el sentido del acatamiento de las leyes, normas, reglamentos y
reconocimiento de los derechos de las personas y el reconocimiento ético y estético que
se hace de las condiciones de una persona por sus atributos y acciones en la sociedad.

Principios

La Universidad en cumplimiento de sus funciones atenderá la gestión en orden a lograr resultados


que expresen los siguientes principios:

 Autonomía: es la capacidad de organizarse y regularse según sus estatutos, sus objetivos,


su proyecto educativo y niveles de formación, de acuerdo con la Constitución Política y la
ley.
 Calidad: corresponde a los más altos estándares en los procesos institucionales que
garanticen el cumplimiento del objeto y misión.
 Descentralización: la organización académico administrativa se guía por criterios de
descentralización y desconcentración de funciones en las Facultades, Escuelas y
Programas, teniendo en cuenta los principios de colaboración e integración entre las
mismas.
 Eficiencia: es la óptima asignación, administración, destinación y utilización de los recursos
institucionales en el marco de los objetivos, planes, programas y proyectos de la
Universidad.
 Equidad: entendida como la contribución al acceso a la educación pública superior, a los
bienes y servicios que ofrece la Universidad y a la permanencia en el proceso educativo
con criterios de favorabilidad, teniendo en cuenta las capacidades y necesidades de las
personas.
 Evaluación: la gestión y resultados de las acciones institucionales serán valorados y
calificados, con el fin de establecer el nivel, calidad, cantidad, oportunidad y pertinencia
de las acciones de las diferentes dependencias e instancias de la Universidad. En
desarrollo de este principio deberán ser actualizados los sistemas de gestión de calidad,
autoevaluación y acreditación, modelo estándar de control interno y la evaluación del
desempeño de los funcionarios de la Institución.
 Gestión Administrativa: los procesos, procedimientos y actividades de apoyo serán
ejecutados con base en criterios de eficiencia, economía, celeridad, igualdad,
imparcialidad, publicidad, contradicción, descentralización y desconcentración de
funciones.
 Libertad de pensamiento y pluralismo ideológico: en la Institución se estimulará y
protegerá la libertad de pensamientos y sentimientos, así como la libre expresión dentro
de los cánones de respeto las ideas y sentimientos ajenos, la integridad personal, la
protección de los bienes de la Universidad y el respeto a las normas que expida para
regular las relaciones entre sus integrantes, y, por consiguiente, proscribe toda forma de
sectarismo y dogmatismo.
 Libertad de cátedra y de aprendizaje: el profesor goza de discrecionalidad en la
exposición y argumentación de sus conocimientos, teniendo en cuenta el contenido
programático mínimo que debe acatar, con base en los principios éticos, pedagógicos,
culturales y científicos, y , el alumno está en la libertad de controvertir dichas
explicaciones con fundamento en iguales principios, acceso a las fuentes del conocimiento
disponibles y utilización de las mismas en la ampliación y profundización de sus saberes.
 Participación: es el derecho a participar en forma individual o colectiva en la vida
institucional, mediante los mecanismos consagrados en la Constitución, las leyes y las
normas de la Institución.
 Planeación: la Institución se rige por un plan de desarrollo decenal aprobado por el
Consejo Superior, los planes de los procesos misionales y sus planes de acción.
 Regionalización: es la presencia de la Institución en los territorios para promover el acceso
a la educación superior y acciones académicas, de investigación y extensión que
contribuyan al desarrollo económico y social de sus poblaciones, y a la protección y
cuidado del ambiente.
 Responsabilidad social: los integrantes de la Universidad son servidores de los intereses
públicos y en tal calidad contribuyen a la transformación social y productiva del país,
desde un contexto de identidad nacional y proyección internacional, buscando la
inclusión, cohesión, progreso y bienestar social.
 Asociación: todas las personas que sean parte de la Universidad tienen derecho a
promover, organizar y participar activamente en grupos de interés para la defensa de la
autonomía universitaria, el fortalecimiento de los procesos misionales, estratégicos, de
apoyo y evaluación, la libertad de pensamiento, el desarrollo de actividades académicas,
científicas, de extensión o interés universitario y, la defensa de los principios
institucionales.

Proyecto Educativo Institucional

La Universidad del Magdalena, atendiendo a las exigencias y desafíos planteados a la Educación


Superior en el ámbito nacional e internacional y a la necesidad de redimensionar su accionar hacia
la consolidación de un proyecto de universidad de calidad, ha emprendido la tarea de actualizar su
Proyecto Educativo Institucional, como horizonte para avanzar en el mejoramiento de las
funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión asumidas en los procesos formativos
y en la articulación con la sociedad.

El documento a descargar es el resultado de un proceso de reflexión permanente desarrollado en


espacios de discusión colectivos, en los que participaron, diferentes integrantes de la comunidad
universitaria, quienes desde una posición crítica frente a la propuesta educativa en desarrollo, han
posibilitado acuerdos sobre el deber ser del desarrollo institucional.

El proyecto educativo de la Universidad del Magdalena que hoy se presenta, da a conocer la


identidad y pertinencia de la Institución, responde a las necesidades y expectativas sociales y
aporta los criterios organizacionales que permiten realizar con eficacia, eficiencia y transparencia,
las diferentes actividades del quehacer universitario.

El PEI es referente esencial para la planeación institucional y, en consecuencia, se considera


necesario tomarlo como documento orientador para la construcción de los planes de desarrollo,
de gobierno y acción de la Universidad, mediante los cuales se establece la temporalidad para el
cumplimiento de la Visión y los propósitos consagrados en él.

Propósitos Institucionales

 Desarrollar procesos de formación con calidad que permitan a los estudiantes su plena
realización personal y profesional y su inserción exitosa en el mundo del trabajo.
 Lograr la acreditación por alta calidad de los programas y la Institución en el ámbito
nacional e Internacional.
 Promover la investigación como generadora de conocimiento, del desarrollo curricular y
de la articulación con el contexto.
 Fortalecer los programas y proyectos de extensión y proyección social, tanto solidaria
como contratada, para aportar al desarrollo de las comunidades e instituciones locales,
regionales y nacionales e incidir en las políticas públicas.
 Promover y fortalecer una comunidad académica, con profesores altamente calificados e
integrados a redes académicas nacionales e internacionales, que sean reconocidos como
pares en los procesos de evaluación, de producción académica y desarrollo de programas
e instituciones.
 Consolidar los programas y proyectos de cooperación nacional e internacional, la
conformación de redes académicas y el intercambio institucional.
 Ofrecer y/o administrar programas de educación en las modalidades formales e
informales, y para el trabajo y el desarrollo humano, que se soporten con la utilización de
ambientes virtuales y otras estrategias tecnológicas de comunicación e información que
permitan una amplia participación de las personas interesadas.
 Contribuir a la formación de nuevos ciudadanos que aporten a la consolidación de la
democracia, respeten los derechos humanos y se comprometan con la convivencia
pacífica.
 Promover el desarrollo de estrategias y proyectos que conlleven al mejoramiento de la
calidad de la educación preescolar, básica y media.
 Fortalecer la financiación concurrente a través del compromiso de la nación, el
departamento, el Distrito Especial de Santa Marta, los municipios y el sector privado en la
entrega de aportes para el desarrollo de la Universidad.
 Fortalecer las relaciones de la universidad con los distintos entes y sectores del Estado, y el
sector productivo, con miras a garantizar la construcción e implementación de un
proyecto regional y nacional de desarrollo social y sostenible para la sociedad.
 Integrar y/o asociar la Universidad a corporaciones, fundaciones nacionales e
internacionales y otras instituciones públicas o de economía mixta que aporten al
desarrollo de las comunidades para apalancar la solución a problemáticas cruciales.
 Impulsar procesos de organización y capacitación de las comunidades de base, con el fin
de hacer posible la construcción de una mejor sociedad civil.
 Participar activamente en la vida social, política, cultural y económica del territorio, la
región y el país, buscando responder a las necesidades de transformación que demanda la
sociedad.
 Promover y apoyar la conformación y consolidación de asociaciones de los diferentes
estamentos vinculados a la comunidad universitaria en aras de contribuir al
fortalecimiento y desarrollo institucional y del contexto.

Políticas y lineamientos para el desarrollo de la docencia

Entendiendo que la docencia, como función esencial de la educación superior, “no sólo abarca la
enseñanza sino todas sus actividades conexas, como la planeación y evaluación curricular, la
preparación de clases, la gestión docente, la evaluación de la enseñanza y la evaluación del
aprendizaje” su desarrollo implica una verdadera organización académica que la Universidad del
Magdalena logra a través de sus políticas en:

Alta formación y movilidad docente

La Universidad del Magdalena en su búsqueda permanente de la excelencia académica promoverá


e implementará estrategias para la formación avanzada de los docentes en maestrías y doctorados
e igualmente incentivará la movilidad académica nacional e internacional de sus docentes con el
fin de mejorar sus competencias pedagógicas, profesionales, científicas y humanas, teniendo en
cuenta los siguientes lineamientos:
 Establecer y fortalecer convenios interinstitucionales de carácter nacional e internacional,
con el fin de ofrecer programas que incentiven la formación docente en Maestrías y
Doctorados en las diversas áreas, disciplinas y campos del conocimiento, facilitando la
movilidad y el intercambio académico.
 Gestionar y financiar con recursos propios o de cooperación nacional e internacional la
formación avanzada de docentes en maestrías y doctorados.
 Fortalecer las estrategias de formación y financiación que permitan a los docentes el
aprendizaje y apropiación de una segunda lengua.
 Determinar estrategias que permitan el intercambio de docentes.
 Establecer las necesidades académicas, profesionales e investigativas de los docentes y la
Institución y establecer criterios de selección para la participación de los docentes en los
programas de intercambio.
 Fomentar la participación de docentes en redes y proyectos nacionales e internacionales
que hagan visible y facilite su participación en acciones de otras instituciones.

Vinculación de docentes con alta formación

La Universidad promoverá la formación y vinculación de docentes con alta titulación para


fomentar la oferta de una formación académica de calidad, que propenda por el desarrollo de la
investigación y la extensión de manera trascendental en el ámbito local, regional y nacional. Para
tal fin, se definen los siguientes lineamientos:

 Definir criterios institucionales que permitan la vinculación de docentes con alta titulación
académica, para el desarrollo del conocimiento, la investigación y la extensión.
 Ofrecer condiciones e incentivos que atraigan y mantengan la vinculación de docentes con
altos niveles de formación en la Institución.

Apoyo a la productividad académica y formación continua

La Institución propiciará y apoyará la producción académica, investigativa y científica de los


docentes a través de la consolidación del sistema de investigación, extensión, comunicaciones y
publicaciones. Así mismo ofrecerá una gama de posibilidades para su actualización y cualificación
que propenda por el mejoramiento continuo de la calidad educativa y su crecimiento personal, a
través de los siguientes lineamientos:

 Garantizar la logística y el soporte económico para las diferentes etapas del proceso de
obtención de patentes solicitadas por los docentes.
 Reconocer el tiempo de dedicación del docente a la investigación y la producción de guías,
módulos, libros de texto, artículos, producción de software, material digital, multimedia y
audiovisual.
 Promover espacios de socialización que permitan intercambiar la producción académica e
investigativa de los docentes, con el fin de establecer la creación de equipos
interdisciplinarios y la consolidación de comunidad académica.
 Incentivar y apoyar la participación de los docentes en diversos eventos académicos de
carácter regional, nacional e internacional.
 Promover la creación de espacios de cualificación docente en los temas referentes a la
práctica docente (diseños curriculares, metodologías de enseñanza y aprendizaje,
evaluación, entre otras), al desarrollo investigativo y en temas pertinentes para las
diversas áreas de conocimiento según los requerimientos.
 Capacitar y aportar recursos para la utilización de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones TIC’s como una herramienta de soporte para la docencia.
 Garantizar recursos económicos para soportar las publicaciones de los docentes y grupos
de investigación.

Políticas y lineamientos para diseños pedagógicos y curriculares

Los diseños pedagógicos y curriculares, que se asuman desde las diversas facultades y programas
académicos deben responder a los interrogantes básicos de la pedagogía: ¿Qué tipo de hombre y
de mujer se pretende formar? ¿Por qué se forma? ¿Para qué se forma? ¿Cómo se forma? ¿Con
qué se forma? Con base en lo anterior, las políticas y lineamientos académicos para diseños
pedagógicos y curriculares, tendrán las siguientes características:

En relación al tipo de hombres y mujeres que se pretenden formar

La Universidad del Magdalena estará en la búsqueda permanente de formar un hombre y una


mujer integral que desarrolle capacidades de liderazgo, valores ciudadanos y competencias
profesionales, a través de los siguientes lineamientos:

 Fomentar el perfil del estudiante como investigador, con visión global, con capacidad de
renovarse, de autoformarse, con sentido de pertenencia, alta calidad académica y sentido
político; de tal manera que la toma de decisiones esté caracterizada por su capacidad
analítica-crítica.
 Desarrollar la capacidad argumentativa y discursiva del estudiante, de manera tal que
pueda asumir posiciones personales frente a temas diversos, respetar las apreciaciones de
los demás para llegar a acuerdos comunes, en una relación armoniosa con el medio del
cual forme parte.
 Considerar al estudiante como actor en la comunidad regional, nacional e internacional,
para que a través del fomento de la conciencia ciudadana y del proceso de formación
pueda intervenir en beneficio de ella.
 Promover el sentido de la competencia, competitividad y emprendimiento, como ejes
fundamentales del impacto social.
 Desarrollar en el estudiante el pensamiento crítico como herramienta fundamental para
enfrentar los retos de la sociedad moderna, en sus ámbitos políticos, económicos,
sociales, culturales.
En relación con el por qué se forma ese tipo de hombre y mujer

La Universidad tendrá en cuenta las características del entorno para orientar el proceso de
formación, siguiendo los lineamientos enumerados a continuación en búsqueda de:

 Propender por la construcción de una sociedad justa, con sentido de equidad,


democrática, pluralista e incluyente.
 Contribuir a la construcción de una sociedad, acorde con las tendencias actuales y los
escenarios cambiantes de la sociedad del conocimiento y la globalización.
 Fomentar el acercamiento de la universidad al sector productivo.
 Contextualizar la formación de los futuros profesionales para dar respuestas a las
exigencias y necesidades de un mundo cambiante que requiere de hombres y mujeres con
capacidad de adaptación, transferencia de saberes y comprometidos con la
transformación de la sociedad o el entorno mediato donde se desarrolle.

En relación con el para qué se forma ese tipo de hombre/mujer

La Universidad del Magdalena propenderá por generar cambios significativos en el ámbito local,
regional y nacional, teniendo en cuenta los siguientes lineamientos:

 Contribuir al desarrollo humano, económico, social y político a través de la generación de


conocimiento científico, tecnológico, social y cultural para responder a la solución de las
problemáticas que afectan las comunidades en las cuales se halla inmersa la Universidad,
aportando de esta manera al mejoramiento de la calidad de vida.
 Sensibilizar a la comunidad universitaria para desarrollar en ella sentido de pertenencia
que contribuya a generar cambios positivos a su interior y en el entorno regional.
 Estimular el emprendimiento para que contribuya a generar en el estudiante capacidades
de liderazgo con conciencia social, independencia y autonomía.
 Resaltar el pilar fundamental de la educación sobre aprender a ser y vivir juntos, para que
permita lograr acciones que propendan por el mejoramiento de la convivencia pacífica,
elevando la calidad de vida y el desarrollo sostenible de la comunidad.
 Generar cambio social a partir de la formación de un ser competitivo, con capacidad ética;
con un alto potencial cognitivo y profesional.

En relación con el cómo se forma ese tipo de hombre y de mujer

La Universidad determinará la metodología apropiada que favorezca la formación del estudiante


de acuerdo con el desarrollo de las siguientes acciones:

 Incorporar en los proyectos curriculares, la interdisciplinariedad y el aprendizaje


autónomo, que consolide la postura crítico-analítica del estudiante sobre su papel
profesional e investigativo, de manera que reconozca las necesidades y realidades del
entorno socio-político en el cual se desenvuelve.
 Establecer propuestas académicas que permitan la flexibilidad curricular, innovando en los
procesos pedagógicos, y fortaleciendo los perfiles de formación, al tiempo que se
consolida la misión y visión institucional.
 Establecer e implementar criterios sobre la naturaleza y puesta en marcha de los ciclos de
formación para que éstos se articulen sólidamente con la estructuración del perfil
profesional, permitiendo la flexibilidad curricular.
 Cualificar docentes en la práctica de las metodologías que fundamentan el modelo
pedagógico avalado por la Universidad.
 Reafirmar la propuesta del modelo curricular institucional de formación por ciclos y ejes
transversales y articularlo al modelo pedagógico, planteado por la Universidad desde la
Reforma Académica.
 Desarrollar estrategias de enseñanza y aprendizaje que le permitan a los diversos actores,
adquirir las competencias requeridas en cada ciclo, acordes con cada eje de formación.

En relación con el con qué se forma ese tipo de hombre y de /mujer

La institución establecerá estrategias pedagógicas y espacios pertinentes que faciliten la formación


integral, siguiendo estos lineamientos:

 Establecer y fortalecer convenios con universidades, e instituciones educativas de alta


calidad y el sector empresarial público y privado.
 Construir una infraestructura adecuada donde se generen espacios para la interacción e
interlocución permanente en diversos escenarios en donde los recursos tecnológicos, y
didácticos faciliten el monitoreo y la actualización constante de los distintos actores que
participan en los procesos pedagógicos y curriculares.
 Organizar eventos para difundir los conocimientos apropiados por los estudiantes en
ciencia, técnica y tecnología.
 Ofrecer soporte técnico y académico en ambientes virtuales a la estructura curricular por
ciclos propedéuticos, articulado con el sistema académico de la modalidad presencial, de
tal manera que permita la obtención de títulos por ciclo, con posibilidades para
estudiantes de ambas modalidades, con programas que respondan a la vocación
productiva de la región y el país.

Políticas y lineamientos para la formación integral

La Formación Integral es transversal a todas las actividades de formación y la entendemos como


conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que los estudiantes desarrollan a través de la
formación disciplinar y todas las prácticas y actividades curriculares. A través de éste proceso se
busca formar seres humanos en todas sus dimensiones: físico-corporal, intelectiva-racional,
afectiva-emocional, axiológica, comunicativa-interactiva, estética-artística y política-social. Se
logrará a través de las siguientes políticas y lineamientos:
Desarrollo de la formación integral y la cultura ciudadana

La Universidad impulsará la formación integral y el desarrollo de la cultura ciudadana que


promueva el liderazgo, y la toma de conciencia social, política, cultural y ambiental de los
miembros de la comunidad académica. Para tal fin define los siguientes lineamientos:

 Desarrollar un currículo académico articulado a la promoción de la acción social desde la


formación integral de los estudiantes de la Universidad del Magdalena y desde los
primeros estadios de la formación universitaria hasta la culminación de la misma.
 Diseñar estrategias pedagógicas para la formación integral y ciudadana acordes con el
perfil profesional de los estudiantes desde una perspectiva disciplinar e interdisciplinar.
 Promover la participación institucional universitaria en el proceso de formación social y
política de los estudiantes y en el desarrollo local y regional de los contextos profesionales
en donde se desenvuelven o desenvolverán los egresados del alma mater.
 Promover las experiencias de liderazgo eficaz en la gestión pública a nivel local y regional.

Fortalecimiento de los espacios para la formación integral

La Universidad del Magdalena propiciará escenarios pedagógicos, disciplinares, culturales,


deportivos y políticos, desde los cuales los estudiantes pueden acceder, no solo a conocimientos
específicos de su área de formación, sino que además, con sentido crítico y autonomía, decidan
cómo construir su proyecto de vida. De allí que se plantean los siguientes lineamientos:

 Fomentar la iniciativa ciudadana para debatir o resolver los problemas del desarrollo del
territorio.
 Promover la valoración cultural del patrimonio y la cultura caribe para el manejo de los
bienes y recursos públicos.
 Participar en los procesos de interlocución entre gobierno y sectores de la ciudad y la
región.
 Velar por el mejoramiento de los espacios físicos que permitan el desarrollo deportivo y
cultural de los estudiantes.

Coherencia entre los componentes del currículo con la intencionalidad de la formación integral

La Universidad considera que la formación integral no solo corresponde a un contenido curricular


en particular sino a la coherencia global de los componentes del currículo con un ideal de persona
compartido por la comunidad universitaria. Para lograr la coherencia entre los componentes del
currículo y el propósito de la formación integral se definirán los siguientes lineamientos:

 Determinar que los contenidos programáticos de las diferentes cátedras ofrecidas desde
los programas, deben contemplar elementos sólidos y claros que fortalezcan la
intencionalidad de la formación integral.
 Fortalecer y mejorar permanentemente, a través de un proceso de investigación, la
administración y contenidos de las cátedras y espacios para la formación integral,
garantizando una inducción e información efectiva a los estudiantes.
 Articular los programas existentes de extensión hacia la comunidad en las diferentes
facultades, con el eje de Formación Integral y Ciudadana. Esta articulación se caracterizará
por el sentido crítico social que permita la participación estudiantil en los diferentes
ámbitos del contexto regional y local.
 Consolidar el carácter de electivo de la formación integral.
 Garantizar que en los ámbitos del contexto regional y local en los cuales se precisa la
participación de los estudiantes correspondan con el escenario académico de su
formación profesional y con implicaciones de las prácticas democráticas a nivel nacional y
a nivel internacional desde la perspectiva del mundo contemporáneo

Políticas y lineamientos académicos para educación en ambientes virtuales

Los ambientes virtuales se constituyen en un proyecto innovador que responde a las necesidades
de ampliación de oferta académica y de cobertura con amplias posibilidades de estándares de
calidad y a la creación de nuevos espacios educativos. La implementación de este proceso en los
niveles de pregrado, postgrado y además en las modalidades presencial y a distancia, permitirán
una oferta curricular más flexible, amplia y eficiente. Estos espacios de formación se fundamentan
en un modelo de educación autónoma y colaborativa, que integran materiales interactivos y
plataformas educativas que privilegian una amplia variedad de medios que permiten al estudiante
desarrollarse en su entorno según sus potencialidades.

La educación en ambientes virtuales de la Universidad del Magdalena, seguirá las siguientes


políticas y lineamientos:

Aseguramiento para la implementación de las tic`s en los procesos académicos

La Institución propenderá por la adquisición y uso de las Tecnologías de la Información y la


Comunicación -TIC’s en los procesos académicos, de una manera eficiente, teniendo en cuenta:

 Adquirir la infraestructura de hardware y software necesarias, para garantizar una óptima


implementación y utilización de las TIC’s.
 Diseñar estrategias que permitan el acceso a los recursos informáticos tanto de docentes
como de estudiantes con el fin de masificar el uso de las TIC’s.
 Cualificar al equipo docente en el uso de las tecnologías informáticas aplicadas a la
educación, brindando así oportunidades para el ingreso a cursos que lo preparen para tal
fin.
 Diseñar espacios en la plataforma para brindar asesorías académicas y de soporte técnico
que ayuden a reducir la deserción estudiantil.
 Promover la cualificación y producción de materiales en ambientes virtuales por parte de
los docentes.
 Vincular docentes nacionales e internacionales con alta titulación y experiencia en
Ambientes Virtuales de Aprendizaje - AVA.
 Establecer convenios con los sectores empresariales y estatales de carácter local, regional,
nacional e internacional para la realización de prácticas laborales y profesionales que se
desarrollen en los programas de la modalidad a distancia bajo la metodología de AVA.
 Participar en redes nacionales e internacionales que impulsen el desarrollo de los
ambientes virtuales.

Impacto y pertinencia de la metodología AVA en la institución

La institución propenderá porque se incorporen metodologías y tecnologías actuales que


garanticen la óptima utilización de los AVA, y de los recursos dispuestos para tal fin, por tanto
debe:

 Actualizar permanentemente los diversos materiales educativos, los contenidos de los


programas de acuerdo con los planes de estudio y los procesos de evaluación, buscando la
consistencia con el modelo pedagógico para AVA.
 Lograr la calidad, accesibilidad y pertinencia de la infraestructura que posee la institución,
tales como: bibliotecas electrónicas, laboratorios virtuales, talleres y redes de
comunicación, entre otros.

Políticas y lineamientos para la evaluación, autoevaluación y acreditación

Políticas y lineamientos para la evaluación

La institución establecerá un sistema de autoevaluación y aseguramiento de la calidad para


garantizar y poder dar fe del cumplimiento de las funciones que le son propias a las Instituciones
de educación superior. Dicho sistema tendrá como paradigma la excelencia académica, para lo
cual se organizará como un órgano que interactúa con los demás sistemas institucionales y en
función de las políticas y normatividad del Estado en materia de calidad de la educación superior,
las tendencias globales en desarrollo humano, ciencia y tecnología, las necesidades locales y
regionales y del Plan de Desarrollo de la Universidad.

La evaluación del aprendizaje

Se entiende por evaluación del aprendizaje la acción académica por medio de la cual se produce
información que permite valorar el aprendizaje en proceso y los resultados del mismo, con el fin
de comprender la eficiencia y eficacia de la formación académica, al identificar las deficiencias y
avances, que sirven de fundamento para transformar y mejorar el proceso con la toma de
decisiones coherentes y oportunas.

En la evaluación los estudiantes no han de ser solo objetos de la evaluación, en tanto que ellos
pueden hacer parte de ella a través de creativos e innovadores eventos de autoevaluación, e
inclusive, sus propios compañeros, a través de co-evaluadores puedan dar cuenta del avance y
calidad de la formación. Para lograrlo se han definido, los siguientes lineamientos:
 Asumir la evaluación del aprendizaje como una acción académica que permite identificar
las deficiencias y avances de los estudiantes, así como, la valoración del aprendizaje como
fundamento para transformar el proceso y la toma de decisiones coherentes y oportunas.
 Adoptar la evaluación del aprendizaje como parte del proceso didáctico destacando su
importancia y la posibilidad de constituirse en punto de partida para revisar el avance
académico de los estudiantes.
 Percibir la evaluación del aprendizaje como una oportunidad para la reflexión y análisis de
los factores incidentes en los procesos formativos que posibiliten la formulación de
propuestas de investigación.
 Identificar las dificultades del estudiante y del proceso de enseñanza de manera que se
tomen los correctivos para favorecer la apropiación significativa del conocimiento.
 Privilegiar las pruebas de análisis, comprensión y aplicación a contextos particulares que
permitan la estructuración de propuestas, la observación, interpretación, argumentación
crítica y no limitarse solamente a la verificación de información memorizada.
 Propiciar ambientes de reflexión y discusión que permitan el análisis crítico de los factores
que optimizan u obstaculizan el aprendizaje, y la retroalimentación oportuna.
 Introducir pruebas objetivas como instrumento de evaluación con el propósito de facilitar
la familiarización y dominio de preguntas tipo -ECAES- Exámenes de Estado de Calidad de
la Educación Superior.
 Promover la creación de espacios de análisis, evaluación y decisión sobre los resultados de
la evaluación del aprendizaje.

La evaluación de desempeño del docente

La evaluación del desempeño docente se constituye en un proceso fundamental que permite la


definición de estrategias orientadas a elevar la calidad de la docencia y en un elemento sustantivo
de las políticas de desarrollo académico institucional orientada hacia la construcción de una
cultura académica de excelencia. En la Institución se asumirá la evaluación de desempeño docente
como un proceso integral, formativo y permanente que somete a juicio el cumplimiento y la
calidad de las actividades del profesor, la cual se desarrolla en forma periódica y sistemática.

A partir de esta conceptualización se permite plantear los siguientes lineamientos:

 Asumir la evaluación del desempeño docente como un proceso sistémico conducente a la


definición de estrategias orientadas a elevar la calidad de la docencia.
 Establecer un Sistema de Evaluación del Desempeño Docente dinámico y eficaz, que dé
cuenta de la calidad de la docencia, que se constituya en referente para la toma de
decisiones, el mejoramiento continuo y que permita dar fe pública ante la evaluación
externa de pares.
 Considerar la evaluación docente como un elemento sustantivo de las políticas de
desarrollo académico institucional orientada hacia la construcción de una cultura
académica de excelencia.
 Asumir la evaluación de desempeño docente como un proceso integral, formativo,
periódico y sistemático que somete a juicio el cumplimiento y calidad de las actividades
académicas efectuadas por el profesor.
 Valorar la labor de los profesores e impulsar la búsqueda y promoción de la excelencia
académica, el cumplimiento de los planes de desarrollo, programas y proyectos
institucionales.
 Considerar los diferentes factores que comprometen la docencia universitaria y ponderar
su valor relativo con base en las políticas de desarrollo académico institucional.
 Establecer espacios de cualificación para docentes acorde con los resultados de la
evaluación.

La evaluación de desempeño de los administrativos

La Universidad del Magdalena entenderá como evaluación del desempeño la apreciación


sistemática del nivel de competencia que evidencie cada persona en función de las actividades que
cumple, de las metas y resultados que debe alcanzar y de su potencial de desarrollo. Es un proceso
que sirve para juzgar o estimar el valor, la excelencia o cualidades de una persona y sobretodo su
contribución a la organización. Es así como la Institución evaluará las competencias básicas de los
Funcionarios Públicos no Docentes siguiendo los lineamientos citados a continuación:

 Aplicar la evaluación del desempeño a todos los funcionarios públicos no docentes de la


Universidad del Magdalena en todos sus niveles.
 Implementar el esquema de evaluación por competencias, entendiendo las competencias
laborales como la capacidad de una persona para desempeñar, en diferentes contextos y
con base en los requerimientos de calidad y resultados esperados en el sector público, las
funciones inherentes a un empleo.
 Determinar que las comunicaciones oficiales generadas por el procedimiento de
evaluación del desempeño administrativo, se tramitan y administren por medio del GD-
P01- Procedimiento para el control de comunicaciones oficiales.
 Establecer como única herramienta de evaluación, el modelo de evaluación de desempeño
integral; que consta de tres aspectos: Esquema de evaluación de desempeño por
indicadores, esquema de evaluación de desempeño por organismos de control, esquema
de evaluación de competencia.
 Determinar la frecuencia de evaluación semestralmente (6 meses) la cuál será aplicada
por el jefe de dependencia, con el fin de retroalimentar el proceso y mejorar los
resultados arrojados por la evaluación.
 Emplear los resultados obtenidos de la evaluación como insumo para complementar el
programa de capacitación, al igual que sirva de referente para incentivar a los funcionarios
destacados en su labor y desempeño. Finalmente que permita la toma de decisiones hacia
el mejoramiento y cumplimiento de las funciones.
Fortalecimiento del sistema de autoevaluación y aseguramiento de la calidad

La Universidad fortalecerá el Sistema de Autoevaluación y Aseguramiento de la Calidad para


garantizar la eficacia, eficiencia, capacidad, pertinencia y calidad de los procesos, para el
cumplimiento de las funciones que le son propias a las Instituciones de Educación Superior.

Para tal fin ha definido los siguientes lineamientos:

 Asumir la autoevaluación como una acción permanente en la institución que oriente la


transformación de los procesos académicos y la gestión administrativa con miras a la
consolidación de la calidad.
 Adoptar la evaluación y la autoevaluación con fines de acreditación institucional y de
programas (a nivel de pregrado y postgrado, presencial, a distancia y en ambientes
virtuales), como elemento dinamizador de la excelencia académica derivada del examen
objetivo y sistemático de las circunstancias internas y externas, legitimado por la
comunidad académica en el marco de la autorregulación universitaria.
 Cumplir las normas y directrices formuladas a nivel nacional e internacional para el
desarrollo de procesos orientados hacia la acreditación, acogiendo las políticas del Estado
en materia de calidad de la educación superior, las tendencias globales en desarrollo
humano, ciencia y tecnología y las necesidades locales y regionales.
 Ejecutar y garantizar el cumplimiento de las políticas que en materia de acreditación se
encuentran consignadas en los Planes de: desarrollo, Gobierno, Acción, Mejoramiento
Institucional y la implementación de los planes de mejoramiento y del Plan Sectorial de
Autoevaluación y Acreditación.
 Fortalecer la estructura y funciones de los Comités de autoevaluación y acreditación de los
programas y la Institución.

Políticas y lineamientos para la acreditación

La acreditación propenderá por:

 Ser un medio para que la Universidad del Magdalena rinda cuentas y garantice ante la
sociedad y el Estado; la idoneidad, solidez y calidad institucional y de los programas que
ella ofrece.
 Brindar información confiable a los usuarios del servicio educativo del nivel superior y
alimentar el Sistema Nacional de Información creado por la Ley.
 Consolidar la creación de comunidades académicas que promuevan la generación de
conocimiento y su contribución a la formulación de políticas relacionadas con la calidad y
pertinencia de los programas y las instituciones, tanto en el ámbito nacional como
internacional.
 Ser un incentivo para los académicos, en el sentido de permitirles destacar la credibilidad
de su trabajo y el reconocimiento de sus logros.
 Crear oportunidades de intercambio con miembros de las comunidades académicas de las
instituciones acreditadas en el ámbito nacional e internacional.
 Establecer relaciones con pares académicos y agencias internacionales de acreditación.
 Garantizar el impacto de la comunidad académica en el contexto social en el cual se ubica.

La Universidad del Magdalena alcanzará lo anterior, siguiendo las políticas enunciadas a


continuación:

Desarrollo de la cultura de la acreditación permanente

La Universidad del Magdalena implementará políticas institucionales de autoevaluación y


acreditación para promover el desarrollo de la cultura de la evaluación permanente, como
estrategia para favorecer la calidad de la educación en la institución, a través de los siguientes
lineamientos:

 Crear directrices para la consolidación de comunidades y redes académicas que


promuevan la generación de conocimiento y la formulación de políticas en materia de
acreditación.
 Acompañar los procesos de autoevaluación de los diferentes programas y diseñar un
sistema de indicadores que permita hacer seguimiento a los avances en los planes de
mejoramiento.
 Determinar programas de acompañamiento para la renovación de acreditación de los
programas acreditados.
 Implementar un sistema integral de información y documentación institucional que
faciliten el acopio, procesamiento y disponibilidad de la información asociada a los
indicadores de acreditación.
 Crear estrategias de comunicación y socialización que permitan conocer los
requerimientos y avances que se tienen en el proceso de autoevaluación y acreditación de
los programas y la institución.
Estructura Organizacional
AUTONOMÍA UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA

UNIVERSIDAD DE ATLÁNTICO

Historia

La Universidad del Atlántico, se crea a finales de la primera mitad del siglo XX, como respuesta a la
necesidad de formar profesionales que fueran capaces de afrontar los retos implícitos en cada uno
de los cambios que en el ámbito urbano, empresarial y comercial, experimentaba la ciudad,
dinamismo que se logra gracias a la privilegiada ubicación geográfica, que identificó a Barranquilla,
como el puerto marítimo y fluvial más importante del Caribe colombiano.

Dada la imperiosa necesidad de formar ingenieros, y ante la ausencia de una universidad, se


establece a través de la ordenanza Nº 24 del año de 1941 el Instituto de Tecnología, el que a su
vez propone una educación industrial con el ánimo de estimular la formación de jóvenes que
respondieran en calidad de operarios a las necesidades de la naciente vocación industrial. En el
año de 1943, se crearon las facultades de Ingeniería Química y Química y Farmacia, y se anuncia, la
Facultad de Comercio y Finanzas, los cuales en su conjunto, le dan origen a la Institución
Politécnica del Caribe, creada por la ordenanza Nº 36 de 1945.

Una vez dadas las condiciones, fue el barranquillero Julio Enrique Blanco, filósofo visionario del
siglo XX, quien propuso la creación de la Universidad del Atlántico, idea que rápidamente se hizo
realidad a través de ordenanza Nº 42, proferida por la Asamblea Departamental el 15 de junio del
año 1946, teniendo como sede principal las instalaciones ubicadas en la Cra. 43 entre calles 50 y
51. Las primeras facultades formaban profesionales en áreas como Ingeniería (1943), Química y
Farmacia (1943), Ciencias Económicas (1950), Arquitectura (1955), Derecho (1958), Instituto
Pestalozzi como anexo de la Escuela Superior de Idiomas de la Universidad Pedagógica del Caribe
(1960), Facultad de Educación (1963), Dietética y Nutrición (1971), Bellas Artes (1971) Ciencias
Básicas (1991), Ciencias Humanas (1992), Ingeniería se transforma en Ingenierías (1992).

A nivel regional, se establecen alianzas estratégicas que hacen posible el surgimiento del Sistema
Universitario Estatal, S U E Caribe, lo que a su vez permitió la puesta en marcha de los primeros
borradores para avanzar en la construcción colaborativa de los primeros programas de Maestrías
en Educación, Física y Ciencias Ambientales, producto de lo anterior, hoy son una realidad los
programas de maestrías y doctorados ofertados para la cualificación de los profesionales de la
región y el país.

Desde su creación, la Universidad del Atlántico, ha entregado a la sociedad más de 50.000


egresados, en su mayoría han ocupado importantes cargos públicos y privados en el orden
departamental, regional y nacional. 15.522 estudiantes matriculados en la institución, de los
cuales, el 80% pertenece a los estratos 1 y 2, lo que evidencia, que es la opción de cualificación
pública de mayor reconocimiento y aceptación en el Caribe Colombiano.

Los nuevos retos: avanzar con dinamismo, motivados por una transición que abandona un modelo
orgánico de Universidad centralizado, rígido y burocrático, hacia uno democrático, flexible,
participativo eficiente y trasparente, donde la planeación estratégica, la calidad académica, la
rendición de cuentas y la vocación de lo público, sean los referentes que acompañen a cada
miembro de su comunidad, en armonía con lo establecido en la Autonomía Universitaria.

Misión

Somos una universidad pública que forma profesionales integrales e investigadores(as) en


ejercicio autónomo de la responsabilidad social y en búsqueda de la excelencia académica para
propiciar el desarrollo humano, la democracia participativa, la sostenibilidad ambiental y el avance
de las ciencias, la tecnología, la innovación y las artes en la región Caribe colombiana y el país.

Visión

Somos la universidad líder en el conocimiento y determinantes para el desarrollo de la región


Caribe.

Principios institucionales y valores éticos

La Ley 30 de 1992 en su Art. 4° reza que la Educación Superior, sin perjuicio de los fines específicos
de cada campo del saber, despertará en los educandos un espíritu reflexivo, orientado al logro de
la autonomía personal, en un marco de libertad de pensamiento y de pluralismo ideológico que
tenga en cuenta la universalidad de los saberes y la particularidad de las formas culturales
existentes en el país. Por ello, la Educación Superior se desarrollará en un marco de libertades de
enseñanza, de aprendizaje, de investigación y de cátedra. La Universidad en el cumplimiento de su
Misión y en concordancia con los principios orientadores de la educación superior colombiana
asume los siguientes principios y valores:

Principios

El Acuerdo Superior No. 004 del 15 de Febrero de 2007 expresa que “…La Institución promueve la
creación, el desarrollo y la adaptación del conocimiento en beneficio del crecimiento humano y
científico; la reafirmación de los valores de la nacionalidad, en su diversidad étnica y cultural; el
respeto a las diferentes ideologías; la expansión de las áreas de creación y disfrute de la cultura; la
protección y el aprovechamiento nacional de los recursos naturales, en el horizonte de la ecoética.
La Universidad se reconoce como espacio de controversia racional, regida por el respeto a las
libertades de conciencia, opinión, información, enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra,
orientadas por las exigencias de los criterios éticos que se traducen en una real convivencia
universitaria”. En consecuencia propugnará entre otros por los siguientes principios: …Igualdad,
Responsabilidad Social, Participación...”

Valores éticos

El Acuerdo Superior No. 000011 del 28 de Noviembre de 2008 expresa que “…por Valores se
entienden aquellas formas de ser y de actuar de las personas que son altamente deseables como
atributos o cualidades nuestras y de los demás, por cuanto posibilitan la construcción de una
convivencia gratificante en el marco de la dignidad humana” entre estos destacamos y aplicamos:
“…Honradez, Transparencia, Respeto, Lealtad, Tolerancia…”

Propósitos

Los siguientes propósitos expresan las grandes intenciones para el cumplimiento de la misión de la
Universidad:

a) Estimular y favorecer la reflexión permanente, proactiva y proyectiva, en forma organizada, en


busca de consensos sobre la Universidad del Atlántico, su misión y visión, sus principios, valores y
objetivos, en busca de la excelencia en la calidad de la educación como parte integral de la calidad
de vida.

b) Ser cada vez más universal, sobre la base de nuevos conocimientos, modelos teóricos,
tecnologías y técnicas, asumiendo la educación superior como un componente fundamental de la
integración e inserción en la comunidad científica internacional, preservando y difundiendo las
diversas expresiones culturales locales, regionales, nacionales.

c) Facilitar y estimular la creatividad, la innovación, la flexibilidad, la integración a nivel


multidisciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario, la pasión y el entusiasmo en las
actividades de investigación, enseñanza, aprendizaje y proyección social.

d) Contribuir en la reconstrucción de la cohesión social de Colombia y la generalización de los


valores y principios éticos fundamentales para la convivencia pacífica y solidaria, el bienestar
material y espiritual, el respeto de lo público, la transparencia y el decoro, la protección y
conservación del ambiente y el mejoramiento de la calidad de vida.

e) Contribuir en la incorporación de la localidad, de la región y del país en la sociedad del


conocimiento y sus complejidades, exigencias y diversidades.

f) Aportar en la comprensión, fomento, preservación y difusión de las diversas expresiones


culturales en el plano local, regional, nacional e internacional.

g) Asumir y fortalecer las relaciones con el sector productivo y el estado, en todas sus formas y
expresiones, a través de diálogos y actividades conducentes a mutuos beneficios.

h) Trabajar por la equidad social, particularmente en la educación y el trabajo.

i) Contribuir al desarrollo armónico e integral de los estudiantes y demás actores de la vida


universitaria.

j) Formar una conciencia sobre la identidad cultural caribeña para la autonomía de la región,
conservando la unidad nacional.

k) Formar personas con una profunda autoestima, autovaloración y autoconocimiento, capaces de


comunicar sana y equilibradamente sus afectos positivos y negativos y de recibirlos de la misma
manera, con un alto nivel de tolerancia y respeto de la diferencia.

l) Contribuir a la formación de seres humanos con autonomía ética que se guíen por principios
relacionados con la justicia, los derechos humanos, los deberes o responsabilidades, el respeto, la
solidaridad, los intereses generales del progreso de la sociedad y la realización personal y social
del ser humano con sentido de pertenencia a la Patria y guiados por criterios humanistas con
proyección universal.

m) Aportar a la formación de seres humanos que sientan satisfacción por el trabajo en equipo,
impulsándolos conscientemente hacia la participación en grupos de trabajo inter y
multidisciplinarios para enriquecer sus capacidades humanas.

n) Promover la formación y consolidación de comunidades académicas y científicas, articulándolas


con sus homólogas a nivel regional, nacional e internacional para presentar propuestas de
soluciones a los problemas que afecten el progreso de la región Caribe y el país.

o) Formar personas con una cultura de autocuidado de la salud en todas sus dimensiones, que
desarrollen actividad física, recreación, deporte y adecuada utilización del tiempo libre.

p) Formar hombres y mujeres que se integren consciente y afectivamente con el medio natural
para que ayuden a la conservación y protección del medio ambiente y al mejoramiento de la
calidad de vida de la población.

Políticas
Las políticas, están expresadas en la normatividad institucional vigente que orienta los procesos
misionales de la Universidad del Atlántico.

Programa de desarrollo docente

Desarrollo de la misión

Cumplir con la filosofía de la misión institucional, requiere asumir con convicción los siguientes
aspectos fundamentales:

Formación integral

Asumimos la educación desde una perspectiva holística, como un todo, integral, que se manifiesta
en los siguientes cuatro pilares básicos de la educación:

 Aprender a ser, para que florezca en mejor forma la propia personalidad y se esté en
condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y responsabilidad
personal.
 Aprender a con-vivir, desarrollando la comprensión del otro y las formas de
interdependencia, realizando proyectos comunes y preparándose para tratar los
conflictos, respetando los valores del pluralismo, el entendimiento mutuo y la paz.
 Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia, con
profundidad en los conocimientos en torno a problemas e interrogantes.
 Aprender a hacer, adquiriendo no sólo una calificación profesional sino, más bien,
competencias que capaciten al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y
a trabajar en equipo. En tal sentido, los diferentes programas académicos que ofrece la
Universidad del Atlántico deben transformarse gradualmente, superando los tradicionales
planes de estudio diseñados sobre asignaturas aisladas, para pasar a unos que posibiliten
la flexibilización e internacionalización de los currículos, la movilidad internacional y la
formación integral, procesos que deben integrar alternativas tecnológicas que posibiliten
al acceso a los ambientes virtuales de aprendizaje.

En esta perspectiva pueden asumirse ciertos niveles de integración, tales como:

 Multidisciplinariedad, La integración alrededor de interrogantes que requieran


información y ayuda en varias disciplinas para avanzar hacia la explicación de nuevos
conocimientos. Interdisciplinariedad, consiste en que un problema de investigación puede
ser examinado, compartido y desarrollado por varias disciplinas.
 Transdisciplinariedad, es una etapa superior de integración, en la cual se construyen
sistemas teóricos totales, sin fronteras sólidas entre las disciplinas. Los procesos
misionales basados en estos tipos de integración permiten a la comunidad académica
potencializar a los más altos niveles de competencia.
Investigación

La Universidad asume la investigación como una práctica académica generadora de campos de


saber, conocimientos, productos y servicios, de conformidad con lo expresado en el Estatuto de la
Investigación en la Universidad del Atlántico. La investigación se desarrollará en todos los niveles
de formación y se apoya en la relación programas académicos, grupos de investigación y centros
de investigación, teniendo en cuenta las áreas estratégicas determinadas en las agendas
regionales.

Extensión

La Universidad asume la extensión como un sistema que se articula orgánicamente en el ámbito


interno con los programas de extensión y proyección social de las Facultades y en el ámbito
externo con los actores sociales y las instituciones públicas y privadas de los sectores académico y
productivo del orden nacional e internacional.

Enseñanza y aprendizaje, profesores y estudiantes

La enseñanza en la Universidad del Atlántico debe orientarse por los principios de la formación
integral establecidos en el PEI, además de aplicar y desarrollar pedagogías que estimulen y
favorezcan en estudiantes y profesores procesos y actividades esenciales, tales como:

 El desarrollo de la capacidad y la actitud de aprender, investigar, construir e innovar, en


correspondencia con los continuos cambios.
 El aprendizaje del trabajo en equipo, la autonomía intelectual y la responsabilidad
individual y colectiva.

Autoevaluación institucional y acreditación

La Universidad del Atlántico ha adoptado el modelo del CNA para la autoevaluación y acreditación
de programas académicos e institucionales. Se operativiza el Acuerdo Superior 007 de 2000 a
través de la Resolución Rectoral No. 000841 del 5 de Octubre de 2007 donde se crea el Comité
General de Autoevaluación Institucional y Acreditación. A su vez las Facultades dinamizan los
procesos misionales y administrativos a través de resolución rectoral, para la institucionalización
de los Comités de Autoevaluación con fines de Acreditación de Programas Académicos e
Institucional.
Estructura Organizacional

Naturaleza, Autonomía, Domicilio y campos de acción

Naturaleza: La Universidad del Atlántico es un ente universitario autónomo de educación superior,


con fundamento, en el artículo 69 de la constitución política y en armonía con la Ley 30 de 1992 y
el artículo 40 de la Ley 489 de 1998, no hace parte de ninguna de las Ramas del Poder Público, ni
es establecimiento público, por ser un Ente de régimen jurídico especial, de carácter público,
creado por ordenanza del Departamento del Atlántico, integrado al sistema de universidades
estatales, y vinculado al Ministerio de Educación Nacional en lo referente a las políticas y
planeación del Sector Educativo.

Autonomía: La Universidad del Atlántico es autónoma de acuerdo con lo prescrito en el Artículo


69 de la constitución política de Colombia y del Artículo 28 de la Ley 30 de 1992. Su autonomía se
fundamenta en la constitución y la ley, y se desarrolla con la participación democrática de todos
sus estamentos.
Autonomía académica: La Universidad del Atlántico tiene libertad y capacidad para:

a) Crear, planificar, organizar, desarrollar y evaluar sus programas académicos, en armonía


con los desafíos de la sociedad del conocimiento en los ámbitos de la investigación, la
extensión y la proyección social.
b) Planificar, organizar, desarrollar y evaluar la labor docente, científica, cultural, de la
extensión y la proyección social.
c) Establecer los requisitos para la expedición de títulos de pregrado y postgrado, en
concordancia con las normas legales.
d) Adquirir, sustituir y controlar los recursos didácticos que beneficien la labor la docencia,
investigación, extensión y de proyección social.
e) Adoptar la reglamentación y medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los
principios misionales.
f) Identificar competencias para determinar el ámbito de sus servicios a la comunidad.

Autonomía administrativa: La Universidad del Atlántico tiene capacidad para:

a) Adoptar su régimen administrativo y gobernarse designando sus propias autoridades de


conformidad con la normatividad legal vigente.
b) Organizar y modificar su estructura administrativa en niveles de autoridad y operativos,
definición de cargos y asignación de funciones.
c) Planificar sus estrategias de desarrollo institucional en armonía con sus principios, fines
funciones.
d) Autoevaluar sus principios, fines y funciones con la participación de todos sus estamentos
como tarea permanente y criterio institucional para el proceso de acreditación.
e) Interrelacionar sus principios, fines y funciones con otras universidades, entidades o
institutos de carácter público o privado, tanto nacionales como extranjeras que permitan
la flexibilidad y la movilidad de la comunidad académica, a través de convenios, contratos
y otros mecanismos legales.

Autonomía financiera y presupuestal: En cumplimiento de lo establecido en la Constitución


Política, la Ley 30 de 1992 y las normas legales vigentes, la Universidad del Atlántico tiene libertad
y capacidad para:

a) Elaborar, aprobar, ejecutar, modificar y liquidar su propio presupuesto de acuerdo con sus
fines y funciones, teniendo en cuenta su naturaleza y régimen jurídico especial.
b) Adoptar su régimen financiero con sistemas y estrategias aprobadas.
c) Utilizar y disponer racionalmente de los bienes y rentas que conforman su patrimonio.
d) Captar sus propios recursos mediante las actividades que para el efecto considere
pertinentes y sean adecuadas a su naturaleza, principios, fines y funciones.
e) Para la administración y manejo de los recursos generados por las actividades académicas,
de investigación, de extensión, consultorías y de prestación de servicios, la Universidad
podrá crear fondos especiales y/o participar en corporaciones y fundaciones, con el fin de
garantizar el fortalecimiento de las actividades inherentes a su naturaleza. Su
administración y control se harán conforme a la Ley.

UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

Somos una institución de Educación superior, cuyo principal objetivo es la formación integral y
búsqueda del desarrollo del ser humano. La Universidad Popular del Cesar se sustenta en la
docencia, la investigación y la proyección social, comprometida con el logro constante de la
calidad. Buscamos que nuestros egresados sean hombres y mujeres comprometidos con el
desarrollo humano, científico, tecnológico, cultural y artístico de la región, con una visión global y
guiados por un proyecto de vida.

Historia

En el año 1824 nace en Valledupar, la primera escuela regida por el método Lancasteriano. Como
un reconocimiento a la heroína María Concepción Loperena de Fernández de Castro por el
Vicepresidente de la República General Francisco de Paula Santander. En dicho claustro (Antiguo
convento de Santo Domingo) recibieron las primeras enseñanzas, connotados ciudadanos que se
distinguieron más tarde en la vida republicana del país.

En el Siglo XIX Valledupar permaneció aislada por la falta de vías de comunicación. La educación
decae; a pesar de algunos esfuerzos que se hacen en el sector privado. Era más fácil enviar a los
jóvenes a estudiar fuera del país que a la capital de la República y, en efecto, algunas familias
privilegiadas lo lograron. La costumbre era que los hijos varones quienes accedieran a la
Universidad, mientras que a las mujeres se les reservaba para las labores hogareñas. Además, el
ambiente cultural conservaba las tradiciones rurales al igual que en las demás zonas agropecuarias
del país.

Durante la administración de Alfonso López Pumarejo, específicamente en 1936 se fundan el


Colegio Nacional Loperena y la Escuela de Artes y Oficios. Años más tarde, antes de la creación del
Departamento del Cesar un grupo de ilustres ciudadanos de Valledupar planteó la necesidad de
fundar un centro de estudios universitario. Con la fundación del Departamento del Cesar surgen
movimientos culturales de diversa índole que aglutinan la idea de crear en la ciudad un centro de
educación superior, los primeros intentos se canalizan a través de la Casa de la Cultura y la
creación de una Seccional de la Universidad Santo Tomás en Valledupar con programas a nivel
intermedio, cuyo intento fracasó por no contar con los recursos económicos necesarios, los cuales
debían ser autorizados por la Asamblea Departamental.

En 1971, siendo Gobernador del Departamento, el doctor José Antonio Murgas y por iniciativa del
Secretario de Educación Departamental, se invitó al Director del Instituto Colombiano para el
Fomento de la Educación Superior, ICFES, con el fin de escuchar los planteamientos acerca de las
ventajas que le traería a esta región la creación de un instituto de carreras intermedias, que
interpretara en materia educativa las necesidades de la región tan rica en recursos naturales.
Iniciativa que inquieta pero resulta infructuosa, por no lograr el apoyo suficiente de la clase
dirigente y empresarial del Departamento.

En 1973, siendo gobernador don Manuel Germán Cuello Gutiérrez nace el Instituto Tecnológico
Universitario del Cesar, ITUCE. El gobernador recoge la idea del diputado a la Asamblea
Departamental Jaime Gnecco Hernández, quien presentó la ordenanza para crear un Instituto
Politécnico de Carreras Intermedias.

El ITUCE funcionó dos años durante los cuales ofreció los programas de Administración de
Empresas, Administración Agropecuaria y Técnicas de la Construcción, pero por decisión del
movimiento estudiantil, que se gestó debido a que no había continuidad en los programas de
carreras intermedias para continuar una carrera profesional, optaron por cerrarlo, prefiriendo
perder dos o tres semestres. Dadas estas circunstancias el movimiento desplegó una campaña
para la conversión del ITUCE en una universidad con programas académicos completos.

En 1975 se intentó crear una universidad de carácter privado por iniciativa liderada por Jorge
Dangond Daza que aglutinaba dos vertientes algodoneras y ganaderas. Universidad que debería
dar cobertura a los bachilleres de la región y los programas que ofrecería deberían estar
adaptados a las necesidades y potencialidades de la región como son la agroindustria y la minería.
Esta idea se aplazó porque las encuestas y estudios realizados, por un lado, y la aceptabilidad de
los estamentos estudiantiles por otro, consideraron que no existían las condiciones necesarias
para llevar a cabo el proyecto.

Otro intento de concretar una iniciativa para abrir un Instituto de Carreras Intermedias de carácter
privado, que funcionó durante dos años consecutivos, pero que también fracasó.

El rector del ITUCE, doctor Alonso Fernández Oñate en 1976, encabezó un movimiento cívico para
convertir el instituto en universidad. En el movimiento logró aglutinar parlamentarios,
profesionales, entidades cívicas y los gobiernos municipal y departamental; el comité organizador
del dicho movimiento, encomendó al doctor Jaime Murgas Arzuaga, representante a la cámara, la
misión de presentar el proyecto de ley ante el Congreso de la República para crear la Universidad
Popular del Cesar. Como efectivamente se dio mediante la Ley 34 del 19 de noviembre de ese año.

La Universidad Popular del Cesar se creó “como establecimiento público autónomo con personería
jurídica cuyo objetivo primordial será la investigación y la docencia a través de programas que
conduzcan a la obtención de licenciaturas, grados profesionales y títulos académicos como el de
doctor”.

El artículo 2º de la Ley de creación de la Universidad establece que la naturaleza jurídica, la


organización administrativa y la estructura académica o programas de estudio e investigación de
las facultades, institutos, escuelas y departamentos de la Universidad Popular del Cesar serán los
mismos de la Universidad Nacional de Colombia de conformidad con la Ley 65 de 1963 y demás
disposiciones legales excepto su Consejo Superior Universitario.
Es importante destacar que el artículo 4º de la citada de la Ley de creación de la Universidad
ordena que ésta para establecer las carreras, los programas e investigaciones que más convengan
a las condiciones sociales, naturales, culturales y económicas del departamento, debe buscar la
asistencia y colaboración del Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior,
ICFES. Así mismo el artículo 5º también ordena que el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA,
preste asistencia científica y técnica a la Universidad de acuerdo a los convenios recíprocos que
permanentemente celebren.

Las asistencias autorizadas por la Ley Orgánica de la Universidad en los artículos 2º, 4º y 5º no han
sido efectivas, porque si bien es cierto, en un comienzo se buscó la asesoría de la Universidad
Nacional de Colombia, sus recomendaciones no fueron tenidas en cuenta y no se continuó con el
aprovechamiento de dichas asesorías. En cuanto al ICFES su asistencia ha sido poco efectiva y más
bien generó malestar por su injerencia en los asuntos internos de la Universidad con
desconocimiento de la problemática y cultura regional. En cuanto a la asesoría del ICA, no se
encontraron datos disponibles, tal vez debido a que no hay programas afines con la actividad y
objeto del Instituto.

La Universidad inició labores el 1º de agosto de 1977 con tres Facultades: Ciencias de la Salud,
Ciencias Administrativas y Contables y Ciencias de la Educación, a las cuales estaban adscritos
cuatro programas académicos: Enfermería, Administración de Empresas y Contaduría Pública, y
Matemáticas y Física, respectivamente. Se inscribieron para acceder a los programas ofrecidos 173
aspirantes siendo la mayoría para el programa de Contaduría Pública con el 39.3%, para el
programa de Administración de Empresas el 25.4%, para Matemáticas y Física el 18.5% y el 16.8%
para el programa de Enfermería. Del total sólo 94 fueron admitidos y matriculados, su distribución
fue la siguiente: Contaduría Pública 34, Administración de Empresas 23, Matemáticas y Física 16 y
Enfermería 21. Esta población estudiantil fue atendida por 13 profesores: 3 de tiempo completo, 1
de medio tiempo y 9 catedráticos.

No se encuentran evidencias de estudios de factibilidad para la creación de esos programas, lo


cual ha generado críticas y polémicas acerca de la pertinencia de los mismos para la satisfacción de
las necesidades de la región, debido a que el Departamento y sus zonas de influencia son
netamente agropecuarios y mineros; factor que no se tuvo en cuenta en la implementación de los
programas.

Dado que estaba vigente el Decreto 80 de 1980, el cual regulaba la Educación Superior en
Colombia en todos sus aspectos; la Universidad en el momento del inicio de sus labores, se rigió
por dicha legislación. Razón por la cual se elaboraron: el Estatuto Orgánico, el Estatuto Docente, el
Estatuto Estudiantil, la Estructura Orgánica, su Manual de Funciones acorde con la legislación
vigente y adoptada por el Consejo Superior Universitario, lo cual le permitió desarrollar las
funciones sustantivas como docencia, investigación y extensión de la Educación Superior.

El humanismo constitucional, que pone al individuo en el núcleo de la sociedad y al aparato estatal


a su servicio, que influyó de manera tan decidida en el nuevo orden jurídico fundado a partir de la
Carta del 91, introdujo nuevos parámetros de interpretación y culturización jurídico – política que
posibilitan una conveniente asimilación de transformaciones institucionales y un consecuente
cambio de la mentalidad frente a los retos y responsabilidades que de allí se desprenden.

En el Artículo 69 de la Constitución Política, el constituyente de 1991, reconoce y garantiza la


autonomía universitaria, entendida esta como la legítima capacidad que tienen dichas
instituciones para auto-determinarse. En desarrollo de este principio, el legislador expidió la ley 30
de 1992, por la cual organizó el servicio público de la educación superior y estableció el régimen
especial que ordenó el Constituyente para las universidades del Estado. La ley 30 expresa el
mandato constitucional acerca de la autonomía universitaria en su artículo 28: “La autonomía
universitaria consagrada en la Constitución Política de Colombia y de conformidad con la presente
Ley, reconoce a las universidades el derecho a darse y modificar sus estatutos, designar sus
autoridades académicas y administrativas, crear, organizar y desarrollar sus programas
académicos, definir y organizar sus labores formativas, académicas, docentes, científicas y
culturales, otorgar los títulos correspondientes, seleccionar a sus profesores, admitir a sus
alumnos y adoptar sus correspondientes regímenes y establecer, arbitrar y aplicar sus recursos
para el cumplimiento de su misión social y de su función institucional”. Los artículos 19 y 20 de la
Ley 30 de 1992 establecen el reconocimiento a las Universidades como tales mediante el
Ministerio de Educación Nacional, una vez se han cumplido los requisitos que para el efecto se
exigen. La Resolución 03272 del 25 de junio de 1993 emanada del Ministerio de Educación
Nacional reconoce institucionalmente como Universidad a la Universidad Popular del Cesar.
Condición esta, suficiente y necesaria para seguir funcionando como Universidad. No obstante en
dicho reconocimiento se hicieron varias recomendaciones, que entre otras fueron: la elaboración
de un plan de desarrollo que comprendiera como mínimo un sistema de autoevaluación
institucional, un plan de publicaciones para la divulgación de la producción investigativa, un plan
de cualificación y actualización docente, formulación y ejecución de un plan de inversiones para
los laboratorios, actualización de los recursos bibliográficos y de hemeroteca, redes de
información, además del mejoramiento de la planta física, construcción sede única.

Lo anterior dividió el devenir histórico de la universidad en dos: antes y después de la Constitución


de 1991. Fue así como la Sentencia C-220 del 29 de abril de 1997 ratifica la autonomía
universitaria y aclara la facultad de autodeterminación. Con base en lo anterior, a partir año 1998
en la Universidad Popular del Cesar se comienzan a implementar nuevas carreras, tales como
Licenciatura en Matemáticas e Informática, Licenciatura en Lengua Castellana e Inglés,
Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, Instrumentación Quirúrgica,
Microbiología, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Ambiental y Sanitaria,
Economía, Administración de Comercio Internacional, Derecho y Sociología. Aunque el programa
de Ingeniería Agroindustrial fue creado en diciembre de 1994 y comenzó a funcionar en el primer
semestre de 1995. En la actualidad la Universidad tiene seis (6) facultades y dieciocho (18)
programas.
Misión

La Universidad Popular del Cesar, como institución de educación superior oficial del orden
nacional, forma personas responsables social y culturalmente; con una educación de calidad,
integral e inclusiva, rigor científico y tecnológico; mediante las diferentes modalidades y
metodologías de educación, a través de programas pertinentes al contexto, dentro de la
diversidad de campos disciplinares, en un marco de libertad de pensamiento; que consolide la
construcción de saberes, para contribuir a la solución de problemas y conflictos, en un ambiente
sostenible, con visibilidad nacional e internacional.

Visión

En el año 2025, la Universidad Popular del Cesar será una Institución de Educación Superior de alta
calidad, incluyente y transformadora; comprometida en el desarrollo sustentable de la Región, con
visibilidad nacional y alcance internacional.

Valores Institucionales

 La Responsabilidad es el cumplimiento de la tarea o labor asignada, asumida de manera


libre y autónoma, y como compromiso individual, colectivo o social, desde la posición que
cada grupo, individuo o estamento ocupe, para generar un clima de confianza. La
Responsabilidad es la conciencia acerca de las consecuencias de todas nuestras
actuaciones y la libre voluntad para realizarlas.
 La Honestidad les da honor y decoro a las actividades realizadas, porque genera confianza,
respeto y consideración por el trabajo. Es el valor que les da decoro y pudor a nuestras
acciones y nos hace dignos de merecer honor, respeto y consideración.
 La Justicia corresponde a la Universidad ser depositaria de la aplicación de la Justicia,
entendida ésta como todas las acciones públicas y privadas dirigidas a los individuos para
garantizar la igualdad, el respeto, la integridad, el libre desarrollo de la personalidad y el
respeto por la vida, las creencias, los credos políticos, los derechos humanos, y el disfrute
de condiciones de dignidad para estudiantes, profesores y administrativos, a la luz de su
misión y visión en el marco legal y constitucional que nos rige. La Justicia considerada por
los antiguos como la más excelsa de todas las virtudes, es un valor que nos inclina a dar a
cada quien lo que le corresponde como propio según la recta razón.
 Lealtad y Veracidad son todas aquellas formas de actuar donde priman la verdad, el
compromiso de la palabra, el respeto por las normas y la inviolabilidad a la vida privada y a
los procesos reservados para cada uno en el cumplimiento de su trabajo.
 La Solidaridad es el apoyo mutuo, la realización de actos de beneficios comunes y sociales
que favorezcan a los de menores recursos y capacidades y que potencialicen el
acercamiento, la paz, la convivencia y el reconocimiento del otro y el servicio. Es el valor
que lleva a los miembros de una sociedad a unirse para realizar acciones positivas y evitar
las malas.
 La Fidelidad es valor determinante de las actitudes y compromisos de los miembros de la
organización, con su naturaleza y razón de ser, con su misión y su visión.
 Corresponde a los estamentos de la Universidad Popular del Cesar ser fieles a su
Institución, entendida la Fidelidad como el compromiso con la Universidad en las
realizaciones de las acciones y valores dedicados a la organización, respetando su nombre,
funcionarios, misión y visión que la hagan grande y reconocida por otros.
 La Prudencia es el ejercicio pensado del ser y del actuar para el respeto de los otros;
implica callar cuando no corresponde ni por autoridad ni por trabajo, o delatar o hablar o
escribir o dar información sobre lo que no se me pregunta. La Prudencia es el valor del
discernimiento sobre el bien y la forma para llevarlo a cabo y permite distinguir entre lo
bueno y lo malo.
 La Tolerancia es la práctica del reconocimiento del otro sin discriminación; corresponde a
la Universidad Popular del Cesar impulsar este valor como esencia del Pluralismo, de la
Libertad y de la Autonomía. La Tolerancia virtud que se alcanza cuando se acepta al otro
sin ninguna discriminación de tipo social o personal.

Estructura Organizacional
PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL

Es el instrumento que diseña la Universidad Popular del Cesar, considerado la carta de


navegación u horizonte, que a partir de los lineamientos definidos en él, define sus políticas y
líneas de acción para garantizar la continuidad de los principios filosóficos y pedagógicos que
motivaron la creación de la institución. Es por esto, que toda la comunidad universitaria debe
identificarse con su misión, visión, políticas y objetivos, con ellas construya y desarrolle
acciones que hagan factible el espíritu de vida y de formación upecista a través de: su ser
universitario, su ser profesional y su ser humanístico.

El Proyecto Educativo Upecista es, entonces, una elaboración conceptual e ideológica que
invita a compartir esfuerzos, a armonizar la vida social y a ordenar el quehacer universitario en
la igualdad de propósitos y en la diversidad de estrategias, con el ánimo de defender y
acrecentar la herencia histórico cultural, dejando de lado el conformismo, la pasividad y el
asentimiento que ha hecho del ambiente universitario el facilismo, o pacto tácito entre sus
miembros. Indiscutiblemente, la Universidad Popular Cesar con el fin de garantizar la igualdad
de propósitos, debe buscar la unificación de criterios para la identidad de la Institución como
una sola Universidad al servicio de la sociedad colombiana.

La diversidad de estrategias como el diseño de las acciones con que la Sede Principal, su
Seccional y demás Sedes, harán operativo y funcionales los elementos de la identidad upecista
para coordinar su planeación y desarrollo en consonancia con su entorno, sus posibilidades
físicas, económicas y sus propios indicadores de oportunidad y de tiempo. En efecto, con base
en lo expuesto formula su Proyecto Educativo Institucional para llegar al proceso de
acreditación que considera la Ley 30 de 1992, en su Capítulo V, la Ley 115 de 1994, y la Ley
1188 de 2008, y el Decreto 1295 de 2010. En definitiva, el Proyecto Educativo Upecista es uno
en su fundamentalidad y múltiple en su operatividad. Con base en estas dos condiciones,
radican su lógica y funcionalidad.

Filosofía Institucional

La Universidad Popular del Cesar, parte de una filosofía de la educación que identifica a la
Universidad, esto es, la visión del sujeto, de los fines y de los medio educativos. El pedagogo
Guilles Ferry… “Afirma que lo que se tiene que hacer como formadora es permitirle al que se
forma, encontrar su propia forma, transformarse con su propia dinámica, su propio desarrollo,
esto no quiere decir que lo haga solo, aunque tampoco desde fuera”.

Habría que decir también que la Universidad desarrollaría la formación mediante la aplicación
de su modelo pedagógico cognitivo contextual dentro del enfoque constructivista a través de
la estrategia metodológica del aprendizaje significativo que permita el enriquecimiento del
mundo físico y social, potenciando así su crecimiento personal, memoria semántica y
funcionalidad de lo aprendido.
AUTONOMÍA DEL SABER

La Universidad Popular del Cesar, distingue entre la autonomía endógena y la exógena. La


primera, le permite fijar sus propias normas, métodos y propósitos; le faculta para crear y
potenciar condiciones para la libre cátedra, la libertad de enfoques, metodologías criterios de
evaluación académica, investigación y aportar los medios necesarios para el ejercicio científico
con fines formativos y de desarrollo de la ciencia y el hombre.

La segunda es la consagrada en la Constitución Política de Colombia y la Ley 30 de 1992 que le


reconoce el derecho a darse y modificar sus estatutos, designar sus autoridades académicas y
administrativas, crear, organizar y desarrollar sus programas académicos, definir y organizar
sus labores formativas, académicas, docentes, científicas y culturales; otorgar los títulos
correspondientes, seleccionar a sus profesores, admitir a sus alumnos y adoptar sus
correspondientes regímenes, establecer, arbitrar y aplicar sus recursos para el cumplimiento
de su misión social y de su función Institucional.
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

En la década de los años cincuenta el bacteriólogo Elías Bechara Zainúm presentó la idea de
crear una institución que permitiera el ingreso a la educación superior de los jóvenes
bachilleres del departamento de Córdoba, que por sus escasos recursos económicos no podían
viajar a otras regiones del país. Su escenario fueron los salones de la Sociedad de Mejoras
Públicas de Montería, la misma que más tarde tendría que prestar sus muebles de oficina y sus
máquinas de escribir para iniciar este grato recorrido de 35 años de historia.

Con el apoyo desinteresado de un grupo de profesionales, comenzó a perfilarse la creación de


una universidad con vocación agropecuaria, teniendo en cuenta que en Córdoba la agricultura
y la ganadería han sido siempre los renglones más importantes en la actividad empresarial. Se
recuerdan entre ellos los nombres del médico veterinario Julio César Cervantes Lagares y de
los ingenieros agrónomos Limberto Sáenz Alarcón y Hernando Rodríguez Romero.

Después de conseguir el respaldo de los parlamentarios, el primer paso fue la aprobación por
la Asamblea Departamental de Córdoba de la ordenanza número 6 de 1962, que crea la
Universidad de Córdoba y autoriza su funcionamiento. En ese mismo año, después de grandes
esfuerzos, se expide la Ley 103 de 1962, que crea en Montería las Facultades de Ingeniería
Agronómica y Medicina Veterinaria y Zootecnia, como dependencias de la Universidad
Nacional de Colombia, con sede en Bogotá.

El siguiente paso fue conseguir que el gobierno nacional dictara el decreto 0319 de 1964, por
medio del cual se otorgó personería jurídica a la Universidad de Córdoba. Sin embargo, el
logro más importante fue la aprobación de la Ley 37 del 3 de agosto de 1966 que le dió a la
Universidad de Córdoba el carácter de Entidad Autónoma Descentralizada, regida por el
Decreto Ley 0277 de 1958, que reglamentaba el funcionamiento de las universidades
departamentales. Pero no fue hasta el fallo del Consejo de Estado a favor de su creación, en
mayo de 1970, que la Universidad de Córdoba nació verdaderamente a la vida jurídica.

Testigo de esa gesta fue el periodista Rafael Yances Pinedo, quien en marzo de 1965 escribió
en Integración: "Sin embargo, la casi totalidad de los cordobeses ignora la existencia de la
Universidad de Córdoba. Es más, la mayoría de los cordobeses ignora también que se trata de
la obra material e intelectual del doctor Elías Bechara. Desde hace más de diez años, este
hombre carismático andaba pregonando la necesidad de crear y organizar la Universidad de
Córdoba. Por sus gestiones y sus impulsos, fueron expedidos acuerdos, ordenanzas y leyes,
que permitieron este hecho de una Universidad.".

En marzo de 1964 fue nombrado como primer rector de la Universidad de Córdoba el doctor
Elías Bechara Zainúm, por parte del gobernador de esa época, doctor Germán Bula Hoyos. Las
primeras oficinas funcionaron en el segundo piso de la Escuela de Bellas Artes, ubicada en la
carrera segunda entre calles 28 y 29. Las inscripciones se abrieron el 16 de marzo de ese año,
con valor de treinta pesos, y el primero en hacerlo fue Alfredo Jairo Petro Silva, hoy médico
veterinario zootecnista. Se inscribieron en total 101 estudiantes, 50 para la facultad de
Ingeniería Agronómica y 51 para Medicina Veterinaria y Zootecnia, de los cuales 65 pasaron
los exámenes de ingreso y las entrevistas.

De esa primera inscripción el rector fundador, Elías Bechara Zainúm, dejó anotadas las
deficiencias en la enseñanza del bachillerato en entrevista al periódico "La Salle" de Montería:
"Las pruebas escritas arrojaron saldos demostrativos, en líneas generales, de una ausencia
absoluta de sintaxis, serios errores ortográficos, deficiencias matemáticas que se explican,
lamentablemente, en una aguda impreparación".

Puerta a puerta se solicitó la colaboración ad honoren para constituir el primer cuerpo de


profesores de la naciente Alma mater. Dieron su aceptación Limberto Sáenz Alarcón,
Hernando Rodríguez Romero, Eduardo Blanco Niño, José Londoño, Julio Badel, Orlando
Mendoza, Manuel H. Iriarte y José Venancio Palacios, para Ingeniería Agronómica; y Julio
Cervantes Lagares, Leopoldo Martínez Granados, Mario Giraldo, Miguel Fadul, Marcos Díaz
Castillo y Rafael Caneda Bossa, para Medicina Veterinaria y Zootecnia. En el mes de julio de
1964 fue nombrado Washington Vergara, "El Toto", como el primer síndico de la institución.

Las clases se iniciaron el 6 de abril de 1964, en dos aulas cedidas en el Colegio Nacional José
María Córdoba por su rector, el licenciado Eduardo Blanco Niño. Igualmente fueron
trasladadas allí las oficinas que funcionaban en la escuela de Bellas Artes. Fueron designados
Julio Cervantes Lagares como decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, y
Hernando Rodríguez Romero como decano de la Facultad de Ingeniería Agronómica. En uno
de los dos tableros de clases se escribió la frase emblema de nuestra universidad: "Se ha
encendido una antorcha. Que no se extinga".

Para el año de 1965 el número de estudiantes obligó al Consejo Directivo de la Universidad


Nacional de Córdoba a autorizar el traslado a la Plaza de Ferias de Montería, situada en la
salida a Cereté, que a pesar de las incomodidades, por no ser un recinto adecuado para las
labores académicas, se constituyó en un hito en la historia de la naciente Institución.

La época de la Plaza de Ferias consolida a la Universidad de Córdoba como un hecho


irreversible en el panorama educativo de Córdoba y es aceptada sin reservas por la sociedad
monteriana, que hasta ese momento era esceptica sobre los propósitos que animaron a su
creación. Como dijo el mismo rector fundador, doctor Elías Bechara Zainúm, "para esa época
muchos no creyeron en élla; otros la ignoraban, conociéndola, y los más la señalaron como
una aventura".

En ese año comenzó a funcionar la Escuela de Bachilleres Topógrafos, creada mediante


acuerdo No. 002 de Febrero 5 de 1965 del Consejo Directivo. Su primer director fue el
ingeniero civil Demetrio Alvarez. Esta escuela tuvo vida propia hasta el año 1977, cuando se
canceló el programa académico y sus docentes y equipos fueron asignados a la Facultad de
Agronomía y se convirtió en el Departamento de Topografía. Posteriormente se cambió la
denominación de la Facultad de Ingeniería Agronómica por la de Ciencias Agrícolas y se creó el
Departamento de Agronomía. Además fue adscrito a esta facultad el programa de Ingeniería
de Alimentos, que funciona en la subsede de Berástegui, lugar adonde fue traslada la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Nuevos profesores se sumaron a este esfuerzo creador. En 1965 los docentes de la Facultad de
Agronomía eran los ingenieros agrónomos Hernando Rodríguez Romero (Decano), Limberto
Saénz Alarcón (Secretario), Miguel Angel Cabeza, Demetrio Díaz Mena, Angel Espinosa Jiménez
y Favio Briceño Patiño; los ingenieros civiles José Venancio Palacios , Ramiro Sánchez
Kerguelén y Rodolfo Bechara; el arquitecto Alberto Londoño; el licenciado en matemática y
física Lázaro Gastelbondo Viloria y el abogado Aquiles Colón García, primer Secretario General
de la Universidad de Córdoba.

En la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia estaban los médicos veterinarios


zootecnistas César Tulio Arrieta (Decano), Eduardo Pereira Campo (Secretario), Luis Víctor
Ariza Prada, y Reynaldo Rubio; el ingeniero agrónomo Libardo Escobar; los médicos Manuel
Encinales, Ramiro Bustos Berrocal y Hugo Corrales; los ingenieros civiles Rodrigo Uricochea y
Demetrio Alvarez; los químicos farmacéutas Rafael Caneda Bossa y Braulio Angulo De la Cruz;
el entomólogo Orlando Mendoza y el abogado Aquiles Colón García.

Y en la Escuela de Bachilleres Topógrafos los profesores eran el ingeniero civil Demetrio


Alvarez (Director), los licenciados Rafael Cardona (Secretario), Gustavo Ossío, Stephany Adams
y Lázaro Gastelbondo; el químico Braulio Angulo De la Cruz; el arquitecto Alberto Londoño y el
sacerdote Elías Alarcón.

En 1965 había 75 estudiantes en Ingeniería Agronómica, 57 en Medicina Veterinaria y


Zootecnia y 29 en la recién creada Escuela de Bachilleres Topógrafos.

La Finca Nueva York.

En el año de 1965 se adquirió la finca Nueva York, con una extensión aproximada de 60
hectáreas, en donde está localizada actualmente la Universidad de Córdoba, en el kilómetro 3
de la vía a Cereté. Ese mismo año se colocó la primera piedra de las nuevas edificaciones por
parte del rector Elías Bechara Zainúm, en presencia del gobernador Ramón Berrocal Failach,
de representantes de la iglesia, de los profesores y de los estudiantes, y de invitados
especiales.

En marzo de 1968 se trasladó la Universidad a este sitio, el cual ocupa actualmente. Sus dos
primeras edificaciones aún se conservan en funcionamiento, y fueron construidas en forma
paralela, con figura rectangular, utilizando estructuras metálicas, techo de eternit y ventanas
con grandes calados para permitir la aireación. En la primera funcionaron la rectoría,
secretaría general, pagaduría, biblioteca, planeación, escuela de topografía y las aulas de
clases de estudios generales. La otra fue dedicada a los laboratorios de química, biología,
fisiología, parasitología y suelos, además de la sedes de las facultades y del almacén.
Igualmente se había levantado el anfiteatro para las clases de anatomía de la Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Además del área para la construcción de las obras civiles, se reservaron la mayor parte de los
terrenos para los cultivos que demandaba la formación de los ingenieros agrónomos y otra
para el pastoreo de ganado vacuno. Por convenio con el Instituto Colombiano de
Construcciones Escolares (ICCE), una apreciable extensión se destinó a la construcción del
Inem Lorenzo María Lleras, que es nuestro actual vecino. A la orilla del río Sinú se inició la
siembra de un vivero, especialmente con árboles maderables, cuya iniciativa y desarrollo
estuvo a cargo de Carlos Pontón, sin duda una de los personajes más recordados en la historia
de la Universidad por sus aportes en este campo. Después de jubilarse, regresó a su nativo
Mompóx para crear en el extenso patio de su casa el más completo vivero de flora tropical, el
cual donó a su patria chica antes de morir.

En el año de 1971, por gestión del decano encargado de la Facultad de Medicina Veterinaria y
Zootecnia, Carlos Crismatt Mouthon, se realizó la construcción de la sede de esa facultad a la
entrada de la Universidad, la que comprendía clínicas para pequeños animales, quirófano,
farmacia, sala de profesores y oficinas administrativas. En este proyecto tuvo vital
participación el arquitecto Marcos Lora. En esas instalaciones funciona actualmente la
Facultad de Ciencias de la Salud.

Al analizar los hechos que llevaron a la fundación y marcaron los primeros pasos de la
Universidad de Córdoba, se debe tener en cuenta que la década de los años sesenta fue una
de la de mayores cambios en la historia de la humanidad: el concierto de Woodstock, el más
famoso festival rock de la historia; los Beatles, el inmortal cuarteto de Liverpool; los Hippies y
su movimiento libertario y pacifista; McLuhan y su tésis de la aldea global; la revuelta de París,
con Daniel El Rojo; el movimiento liberador de la Primavera de Praga aplastado por los
tanques Rusos; y el asesinato de John F. Kennedy, el presidente norteamericano que apoyó la
invasión de Bahía Cochinos en Cuba e impulsó la Alianza para el Progreso.

La ciudad de Montería era apenas una pequeña población, apasible, sin alcantarillado ni
pavimento en sus calles. Circulaban en la ciudad cientos de bicicletas; las golondrinas dormían
por millares en los cables del alumbrado público; los taxis eran los legendarios Jeeps Willys; se
había acabado la subienda del bocachico por el Río Sinú y los teléfonos eran de tres números.
Entonces sus gentes percibían a la universidad como el centro de los paros y pedreas que se
registraban a nivel nacional e internacional, generando recelos hacia una idea que era
considerada entonces como una aventura.

Los estudiantes de la Universidad de Córdoba empezaron a realizar desde 1967 la Semana


Universitaria, con el evento central del Reinado Universitario, como una manera de acercar a
la comunidad cordobesa, y especialmente a la monteriana, a su Alma mater. Para el primer
evento fueron utilizadas las instalaciones del antiguo Club Tuminá, gracias a que algunos
directivos y profesores eran miembros de esa organización. Pero en 1968 le fueron negadas de
plano todas las posibilidades por los diferentes centros sociales de Montería y los actos se
realizaron en las recien construidas instalaciones de la Finca Nueva York.
Sobre esta situación, el ya mencionado periodista Rafael Yances Pinedo escribió en Integración
de marzo 23 de 1965: "Para el estamento opresor que vegeta en la burocracia, en las juntas,
en los clubes, en el sector privado, la Universidad de Córdoba es un cultivo de subversión".

La Reinas de los Universitarios fueron Adelaida Martínez, en 1967; Myrian Ferreira, en 1968; y
Magola Lora, en 1969.

Por otra parte, el Ministerio de Agricultura tenía destacado en la Zona Agropecuaria de


Montería al doctor Julio Cervantes Lagares, uno de los motores del proyecto de la Universidad,
quien fue el primer decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. El doctor
Cervantes fue además activo dirigente de nuestro béisbol e impulsor del proyecto del
Matadero Frigorífico del Sinú. Igualmente, en el Instituto Zooprofiláctico Colombiano laboraba
Leopoldo Martínez Granados, quien fue por muchos años profesor de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia, y cuya colaboración permitió que sus laboratorios prestaran un gran
apoyo a la Universidad de Córdoba.

En el año de 1962 se creó el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, con sede en el Centro de
Investigaciones Turipaná, situado entre los corregimientos de Mateo Gómez y El Retiro de los
Indios, en donde se vincularon profesionales posgraduados del sector agropecuario, que
fueron decisivos en la formación de los nuevos agrónomos y veterinarios. Se recuerdan los
nombres de Clímaco Casalett, Libardo Escobar, Reynaldo Rubio, Jaime Vergara, Alfredo
Serrano y Luis Carlos Caraballo. La Granja de Turipaná contaba entonces con muchos
programas que incidieron notablemente en los primeros años de formación de la Universidad
de Córdoba, entre los que se recuerdan los de arroz, suelos, pastos y forrajes, maíz y sorgo,
certificación de semillas, hortalizas y frutales, leguminosas de grano, entomología y malezas,
producción de cosechas, ganado de leche, ganado de carne, medicina veterinaria y porcinos.

La Universidad Nacional de Colombia, con sede en Bogotá, de la cual la Universidad de


Córdoba fue una dependencia en sus comienzos, también se vinculó a la tarea académica
mediante el desplazamiento de profesores para hacer cursos especiales. Es de grata
recordación el nombre de Antonio José Reverand, profesor emérito de la Facultad de
Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional, descendiente del médico de Bolívar en San
Pedro Alejandrino, que apoyó con su sabiduría, ejemplo y consejo a los profesores y
estudiantes de los primeros años.

El final de los años sesenta está marcado por el cogobierno en la universidades colombianas.
Este fenómeno es más relevante en la Universidad Nacional de Córdoba, en donde directivos,
profesores y estudiantes, en comunión tripartita, estaban convencidos de que era la única vía
para salir de la encrucijada en que se encontraba la educación superior en Colombia.
En estas fechas aparece el primer mártir de la Universidad de Córdoba, el jóven Pedro
Armando Quintero Amarís, estudiante de agronomía, quien es muerto en Montería durante
las marchas del 13 de marzo de 1969, en respaldo a las accciones públicas de los estudiantes
del Instituto Técnico Agrícola de Lorica (ITAL), para evitar su traslado al corregimiento de
Berástegui, en terrenos del antiguo Instituto Colombiano de Construcciones Escolares (ICCE).

El rector Jorge Gánem Robles escribió en 1973 en la Revista No. 1 de la Universidad de


Córdoba: "La participación de estudiantes y profesores en forma paritaria ha sido norma de la
Universidad, tanto en los organismos de decisión como de gobierno; el establecimiento de
normas y reglamentos que garanticen la libertad de cátedra, la libertad de expresión de todos
los sectores conducidos por los diferentes pensamientos o corrientes ideológicas, la
preservación y defensa de la autonomía, la escogencia de sus directivos cómo decanos y otros
por sistemas democráticos, la presencia de estudiantes y profesores en los comités de
admisión, de bienestar, el diálogo permanente, también se han constituído, para las directivas
de la Universidad, en la más bella y provechosa experiencia que jamás haya podido llevarse a
cabo".

La Sede de Berástegui.

En el año 1976 el Ministerio de Educación a través del fenecido Instituto Colombiano de


Construcciones Escolares (ICCE), donó unas instalaciones locativas y terrenos a la Universidad
de Córdoba, ubicados en el corregimiento de Berástegui, jurisdicción del municipio de Ciénaga
de Oro, distante 29 kilómetros de la ciudad de Montería sobre la carretera que conduce a la
Troncal de Occidente.

Por iniciativa de los decanos César Ballut Baquero y Hernando Martínez Coneo, egresados de
la misma Universidad, se acordó y realizó el traslado de las instalaciones de la Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia a esta nueva sede.

Con posterioridad, en 1994 se inició en esta sede el programa de Ingeniería de Alimentos,


adscrito a la Facultad de Ciencias Agrícolas. En la actualidad está para entregarse el más
moderno laboratorio de tecnología de alimentos.

Allí existe una clínica para la hospitalización y tratamiento de pequeños y grandes animales;
laboratorio clínico y parasitológico; quirófano para cirugía de pequeños animales y servicio de
consulta externa. Igualmente porquerizas para la venta de pies de cría de especies
promisorias; galpones para el engorde de pollos, destinados al consumo humano, y
laboratorio de lechería para la producción de derivados lácteos.

Los años 80's y 90's.

La constitución política de 1991 abrió nuevos horizontes a la universidad colombiana. La


autonomía universitaria fue la piedra angular que permitió visionar de manera diferente el
papel de las universidades en el desarrollo local y regional.
La gestión del rector Angel Villadiego Hernández fue el comienzo del camino para una
universidad moderna y comprometida con las necesidades del departamento de Córdoba y su
zona de influencia. Debe destacarse primordialmente el aumento en el presupuesto de la
Universidad, que durante su período como rector pasó de 2.600 millones en 1992 a 24.000
millones de pesos en 1997.

Además adelantó importantes obras materiales como la terminación de la Biblioteca Central,


dotada de un amplio y confortable Auditorio; el edificio de Informática e Idiomas, y el
gimnasio para el programa de Cultura Física. Igualmente conectó la Universidad de Córdoba a
través de la Red Telemática de Internet, la gran autopista de la información mundial que ha
revolucionado los conceptos de investigación y docencia.

Como gran aporte a la proyección social de la Universidad, en este período se puso en marcha
el Centro Regional de Educación a Distancia (CREAD), que permitió la profesionalización de
docentes de todos los municipios del departamento de Córdoba, así como el inicio en 1993 de
los programas de posgrado.

Cronología.

1962

La Asamblea Departamental de Córdoba, mediante de la Ordenanza número 6, aprobó la


creación de la Universidad de Córdoba y autorizó su funcionamiento.

Se expidió la Ley 103, que crea en Montería las Facultades de Ingeniería Agronómica y
Medicina Veterinaria y Zootecnia, como dependencias de la Universidad Nacional de
Colombia, con sede en Bogotá.

1964

El 6 de abril de 1964 se iniciaron las clases en las aulas del Colegio Nacional José María
Córdoba. La vocación agropecuaria del departamento de Córdoba fue decisiva para que las
primeras facultades fueran las de Ingeniería Agronómica y Medicina Veterinaria y Zootecnia.

1965

La Universidad Nacional de Córdoba se traslada a los recintos de la Plaza de Ferias, en la salida


hacia Cereté.

Comenzó a funcionar la Escuela de Bachilleres Topógrafos, creada mediante acuerdo del


Consejo Académico No. 002 de Febrero 5 de ese mismo año. Su primer director fue el
ingeniero civil Demetrio Alvarez.
1966

Se expidió Ley 37 del 3 de agosto, que le dio a la Universidad de Córdoba el carácter de


Entidad Autónoma Descentralizada, regida por el decreto ley 0277 de 1958, que reglamentaba
la orientación de las universidades departamentales.

1967

Se construyeron los dos primeros bloques en la Finca Nueva York, para uso administrativo,
laboratorios y aulas, que aún están en funcionamiento. También se levantó el primer
anfiteatro para anatomía animal.

Comenzó a funcionar el Departamento de Bienestar Estudiantil.

1968

La Universidad Nacional de Córdoba se trasladó a su actual ubicación, en la Finca Nueva York,


en el kilómetro 3 de la vía a Cereté.

Fueron creados los Estudios Generales, una modalidad académica en que los estudiantes de
las dos facultades debían cursar durante el primer semestre las mismas asignaturas. Este
sistema fue abolido a partir de 1971.

Se creó la Oficina de Registro y Admisiones.

Se inició el programa de Biología y Química.

1970

En el mes de mayo, el Consejo de Estado falló a favor de la creación de la Universidad de


Córdoba y le dio vida jurídica.

1971

Se creó el Departamento Central de Ciencias y Humanidades, mediante Resolución 217 de la


Rectoría.

Se suprimieron los estudios generales.

A partir del segundo semestre, se semestralizaron los períodos académicos para las carreras
existentes, que antes eran anuales.

Se dictó el primer estatuto profesoral y se creó el Comité de Personal Docente.

Se desmontó la departamentalización y se restableció el sistema de facultades.


1972

En febrero, en la rectoría de Jorge Ganem Robles, se creó la Facultad de Educación, hecho


considerado como otro hito en la historia de nuestra Universidad. Se le adscribió el programa
de Biología y Química. Su primer decano fue el licenciado Manuel Martínez Oviedo .

En el segundo semestre, se iniciaron los programas de Matemáticas y Física y Ciencias Sociales,


adscritos a la Facultad de Educación. Esta facultad también maneja actualmente los programas
de Educación Infantil; Cultura Física; Informática Educativa y Medios Audiovisuales; Español y
Literatura e Inglés.

1973

Se inició la construcción del actual Edificio Administrativo.

En el primer semestre se crea el Preescolar de la Universidad de Córdoba.

1975

En febrero inició labores la Facultad de Enfermería, cuya licencia fue otorgada por el Instituto
Colombiano para el Fomento de la Educación Superior, mediante acuerdo No 116 del 13 de
junio del mismo año. Posteriormente se denominó Facultad de Ciencias de la Salud y también
ofrece el programa de Regencia en Farmacia.

1967

Mediante la Ley 3a, se creó el Instituto Universitario Lácides C. Bersal (INSTUL), con sede en
Lorica, el cual funciona como una seccional de la Universidad de Córdoba. Allí se desarrollan
los programas de Acuicultura y Español y Literatura.

1984

Se creó la Facultad de Ciencias, mediante acuerdo No. 014 del 23 de julio del Consejo Superior
de la Universidad, y luego recibió la aprobación del Ministerio de Educación Nacional
mediante decreto 2448 de octubre 1 del mismo año. Actualmente la Facultad de Ciencias
administra las carreras de Física, Geografía, Química e Ingeniería Industrial.

1987

Se creó el programa de Acuicultura, cuya sede es el Instul en Lorica, adscrito inicialmente a la


Facultad de Ciencias, pero que fue trasladado en 1998 a la Facultad de Medicina Veterinaria y
Zootecnia.

1989

Se adoptó el himno de la Universidad de Córdoba, creación del músico Dioniso Tiburcio


Romero.
1993

Se iniciaron los programas de posgrado, inicialmente en convenio con otras universidades.

1994

Es nombrado por el Consejo Superior de la Universidad de Córdoba Angel Villadiego


Hernández, como el primer Rector escogido en consulta popular por votación directa de la
comunidad universitaria.

Se inició el programa de Ingeniería de Alimentos en la sede de Berástegui, adscrito a la


Facultad de Ciencias Agrícolas.

Se aprobó por el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES) el


programa de licenciatura en Informática Educativa y Medios Audiovisuales, adscrito a la
Facultad de Educación y dirigido por el Departamento de Informática.

1996

Se inició el programa de Cultura Física, con énfasis en Educación Física, Recreación y Deportes,
adscrito a la Facultad de Educación.

1997

Es nombrado por el Consejo Superior de la Universidad de Córdoba Eduardo González Rada,


como el segundo Rector escogido en consulta popular por votación directa.

Se iniciaron los programas de Geografía y Español y Literatura, el primero adscrito a la


Facultad de Ciencias e Ingenierías y el segundo a la Facultad de Educación.

1998

El Centro Regional de Educación a Distancia (CREAD) se transformó en el Instituto de


Educación Superior a Distancia (IDESAD).

La Facultad de Ciencias se convierte en Facultad de Ciencias e Ingenierías y la de Educación en


Facultad de Educación y Ciencias Humanas.

Se crearon los programas de Ingeniería Industrial, Física, Química e Inglés, dependientes los
tres primeros de la Facultad de Ciencias e Ingenierías y el último de la Facultad de Educación.

Es adscrito a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia el programa de Acuicultura, cuya


sede es el Instul en Lorica, perteneciente en sus inicios a la Facultad de Ciencias.

Creación de la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Administrativas.


ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL

Misión

La Universidad de Córdoba es una institución pública de educación superior que forma


integralmente personas capaces de interactuar en un mundo globalizado, desde el campo de las
ciencias básicas, asociadas a la producción agroindustrial, las ingenierías, las ciencias sociales,
humanas, la educación y la salud; genera conocimiento en ciencia, tecnología, arte y cultura y
contribuye al desarrollo humano y a la sostenibilidad ambiental de la región y del país.

Visión

Ser reconocida como una de las mejores instituciones públicas de educación superior del país por
la calidad de sus procesos académicos y de gestión institucional, orientada al mejoramiento de la
calidad de vida de la región, mediante la ejecución y aplicación de proyectos de investigación y
extensión en cooperación con el sector productivo.

La Universidad de Córdoba, en su condición de Institución Pública de Educación Superior,


responde al compromiso misional de atender la función social de oferta y demanda permanente
de formación del recurso humano en el ámbito técnico, tecnológico, profesional y de postgrado
con criterios de calidad y excelencia académica, conforme a las exigencias culturales y ambientales
de la región y el país.
Políticas y Objetivos

Política de cobertura

La oferta de los programas académicos, el desarrollo de la investigación y la extensión, atiende


prioritariamente los problemas, potencialidades y demandas sociales identificadas en su área de
influencia, con modalidades y niveles de atención que más se ajusten a las particularidades de la
región, sobre los principios de equidad, eficiencia, calidad y beneficio social.

En este sentido, la política de la oferta educativa es flexible, continua, permanente y diversificada,


que consulta los equilibrios de la oferta y la demanda del mercado laboral, estimulando y
apoyando, mediante criterios y mecanismos de subsidiaridad y complementariedad, la apertura y
funcionamiento de aquellos programas que, por su naturaleza son de alto costo para la institución,
pero necesarios para el desarrollo científico, tecnológico, social y cultural.

Con base en estos criterios y principios, la Universidad de Córdoba establece un sistema de oferta
académica para atender la demanda social de su respectiva área de influencia, según estudios de
factibilidad.

El aumento de la cobertura responde a criterios de educación continuada y a la formación para la


vida, priorizando la apertura de programas de pregrado y postgrado propios, dirigidos a las
necesidades de formación, perfeccionamiento y cualificación de profesionales en áreas
específicas, identificadas en las líneas de investigación.

La Universidad de Córdoba implementa programas de nivel tecnológico, y organiza sus programas


en ciclos propedéuticos, diversificando la oferta en el nivel profesional, a través de las
modalidades presenciales y a distancia con el apoyo del componente de educación virtual.

Políticas de demanda educativa

En su calidad de ente público, la Universidad de Córdoba propicia condiciones que faciliten el


ingreso y permanencia de los aspirantes provenientes de los estratos socioeconómicos de
menores recursos, bajo los principios de la excelencia

Proyecto Educativo Institucional - PEI

Académica. La Universidad de Córdoba, también tendrá como política utilizar criterios de equidad
social para el ingreso a los programas académicos.

Es política de la Universidad adelantar acciones con el fin de vincular a los mejores estudiantes por
zonas o municipios y a los jóvenes más destacados en el campo de las artes, la ciencia, la
tecnología, las humanidades y el deporte.

Políticas y Objetivos
Políticas de calidad

La oferta académica y la ampliación de cobertura se enmarcan en los estándares e indicadores de


calidad que requiere la educación superior, de conformidad con la capacidad física, logística y
humana de la institución.

Los procesos de selección y admisión de estudiantes de la Universidad de Córdoba en todas las


modalidades y niveles de su oferta académica, obedece a un sistema fundamentado en los méritos
académicos que garanticen la transparencia, objetividad, igualdad y equidad.

La apertura, cierre o modificación de todo programa académico requiere un proyecto que


justifique su viabilidad y factibilidad académica, económica y social.

La evaluación de la gestión académica y administrativa se implementa mediante un sistema de


indicadores de calidad, logros y grados de ejecución, para mejorar y reorientar los procesos
académicos.

La Universidad promueve en la comunidad universitaria la cultura de la calidad del medio


ambiente, dentro y fuera de la institución

Objetivos

Ampliar y fortalecer la infraestructura técnica de equipos y laboratorios para el trabajo académico.

Adecuar las condiciones de la planta física y de los ambientes de estudios.

Mantener un número de docentes de planta en la Universidad de Córdoba, de acuerdo con las


necesidades del desarrollo académico de la institución.

Adelantar el trabajo de diseño y rediseño curricular en las instancias académicas.

Capacitar a docentes y estudiantes en investigación y trabajo en equipo.

Consolidar grupos integrados por docentes y estudiantes dedicados a investigación y/o extensión.

Proyecto Educativo Institucional - PEI

Desarrollar programas para fomentar la cultura de conservación del medio ambiente.

Formación integral

La Universidad de Córdoba tiene como finalidad la formación integral y permanente de hombres y


mujeres autónomos, con competencias conceptuales, metodológicas, políticas, éticas, estéticas y
de interacción social y cultural; con espíritu crítico - transformador y con una perspectiva sistémica
de su proyecto de vida y de su contexto para contribuir al desarrollo sostenible en el ámbito
regional, nacional e internacional.
Políticas y Objetivos

Políticas

Los planes de estudios de los programas académicos de pregrado están estructurados en un


diseño curricular en el que se definen las áreas, campos, núcleos o componentes de formación, de
acuerdo con las normas y disposiciones vigentes.

De conformidad con la naturaleza del programa, los planes de estudio de pregrado incorporan y
relacionan las ciencias exactas, naturales, humanas y el componente de contexto, en la
perspectiva de desarrollar en los educandos una formación integral sustentada en las
competencias del saber conocer, saber ser, saber hacer y saber interactuar.

Los diseños curriculares contemplan estrategias pedagógicas, que proporcionan al estudiante


estructuras y operaciones de pensamiento para el desarrollo de los conceptos y categorías
esenciales de las ciencias sobre las cuales se fundamenta el ejercicio profesional, de manera que
facilite al educando habilidades para aprender a aprender.

Objetivos

Propiciar espacios para la convivencia, la comunicación, la relación interpersonal de la comunidad


académica.

Desarrollar las competencias para la comunicación, la convivencia, la afectividad, el saber y en el


saber - hacer de la profesión en la cual se forman los estudiantes de la Universidad de Córdoba.

Desarrollar programas y proyectos que involucren a los miembros de la comunidad universitaria


en torno de actividades académicas, culturales, artísticas, deportivas y de bienestar.

Orientar la organización y estructura de los currículos, atendiendo criterios de flexibilidad para


garantizar el trabajo autónomo de estudiantes y la posibilidad de espacios y tiempos para que el
docente articule su quehacer a la investigación, la extensión y otras actividades complementarias.

Diseñar y rediseñar los planes curriculares articulando docencia, investigación y extensión.

Trabajo académico

La Universidad de Córdoba propicia el logro de los principios y objetivos de la Educación Superior,


basada en la idoneidad académica, en las competencias científicas, tecnológicas y pedagógicas, en
el compromiso ético y moral, y en la motivación de sus profesores, como criterios esenciales que
le imprimen calidad, eficiencia, eficacia y pertinencia al proceso docente-educativo.

Políticas y Objetivos

Políticas
El proceso docente-educativo debe garantizar la calidad académica, la contextualización, y las
competencias disciplinares, profesionales, técnicas y actitudinales, en los estudiantes.

La Universidad impulsa la formación metodológica de sus docentes para un desempeño eficiente


en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la educación presencial y a distancia.

Objetivos

Desarrollar procesos académicos que permitan el perfeccionamiento continuo en lo pedagógico y


didáctico.

Aplicar y/o construir métodos científicamente fundamentados que mejoren el proceso docente
educativo.

Propiciar las condiciones de recursos tecnológicos de información y comunicaciones que hagan


posible la vinculación tanto de la educación presencial, como a distancia a las estrategias del
aprendizaje autónomo.

Desarrollar procesos de formación de los profesores en los aspectos conceptuales, metodológicos


y operativos intrínsecos a la política de flexibilidad.

ESTATUTOS

Estatuto General Acuerdo N°0021/1994


Estatuto de Planeación Acuerdo N°006/2014
Estatuto de Investigación y Extensión Acuerdo N°003/2002
Estatuto de Extensión Acuerdo N°160
Personal docente Acuerdo N°055/2003
Estatuto personal administrativo Acuerdo 006/2006

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

La Universidad de Cartagena ha sido el espacio de formación de los jóvenes del Caribe


colombiano desde el siglo XIX. Su historia e importancia se expresan desde los albores de la
independencia y en el sueño de los libertadores Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander,
organizadores del novel Estado colombiano. Ellos visionaron la educación como el medio ideal
para la formación de las nuevas generaciones que conducirían los destinos de la República.

En este contexto, se gestaron las universidades públicas. La Universidad del Magdalena e


Istmo fue una de estas, creada por el Decreto de 6 de octubre de 1827. Abre sus puertas el 11
de noviembre de 1828 en su sede actual, el vetusto claustro del Convento de San Agustín. El
primer nombre de la Universidad revelaba su cobertura, el Magdalena, territorio que
comprendía en esa época todo el Caribe colombiano, incluida Panamá. Con el tiempo, la
Universidad recibió otros nombres, entre ellos Universidad del Segundo Distrito, Colegio
Provincial de Cartagena, Instituto Boliviano, Colegio del Departamento, Colegio Fernández de
Madrid, Universidad de Bolívar y por último Universidad de Cartagena.

Durante el siglo XIX, y a medida que avanzaba la construcción del Estado, fue centro formativo
del pensamiento político colombiano pues a ella asistían estudiantes de todas las regiones que
terminaron desempeñando altos cargos públicos de representación nacional; entre ellos el
cuatro veces presidente de la República y padre de la Constitución de 1886, Rafael Núñez
Moledo.

Los primeros programas académicos con los que inició la Universidad, fueron la Escuela de
Filosofía y Letras, la Escuela de Medicina y la Escuela de Jurisprudencia. Ya en el siglo XX,
asumiendo las dinámicas de transformación de la educación superior, la Universidad inicia un
proceso de modernización en respuesta a la realidad industrial que experimentaba el país y la
región; expandiéndose, diversificándose y asumiendo el ingreso de nuevos grupos sociales
como la mujer.

La Universidad de Cartagena en 2015, conmemora su aniversario 188 manteniendo su


liderazgo, reconocimiento social y prestigio académico con programas en diferentes disciplinas
y ciencias, institutos y 90 grupos de investigación que promueven la transformación social en
la región, liderando proyectos educativos de maestrías y doctorados de las más altas
calidades.

La Universidad ha comprendido que para estar a la altura de los tiempos, como reza su
eslogan, hay que asumir los retos que le impone el tiempo. Por ello no solo forma a distancia a
través de las tecnologías de la información sino que, además, se ha apropiado de las mismas
desde la radio y la televisión; así, fomenta su desarrollo para integrar a sus proyectos
académicos a las comunidades.

Hoy, a tono con los tiempos, el Alma Mater asume un nuevo reto: el de mantenerse como la
mejor no solo por el prestigio histórico que contribuyó con el desarrollo nacional, sino porque
la globalización exige que ello se traduzca en calidad, asumida desde la propuesta académica y
desde el apoyo sostenido en los procesos internos que conduzcan a la satisfacción de quienes
por una u otra razón relacionen sus intereses con la Institución. He aquí no solo la Universidad
soñada por los libertadores, sino por cada uno de los que día a día la hemos construido.

Misión

La Universidad de Cartagena, como institución pública, mediante el cumplimiento de sus


funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión, y su proceso de
internacionalización, forma profesionales competentes en distintas áreas del conocimiento,
con fundamentación científica, humanística, ética, cultural y axiológica. Esto les permite
ejercer una ciudadanía responsable, contribuir con la transformación social, y liderar procesos
de desarrollo empresarial, ambiental y cultural en los contextos de su acción institucional.
Visión

En 2027, la Universidad de Cartagena continuará consolidándose como una de las más


importantes instituciones de educación superior del país, y con una amplia proyección
internacional. Para ello, trabaja en el mejoramiento continuo de sus procesos académicos,
investigativos, administrativos, financieros, de proyección social, desarrollo tecnológico,
internacionalización; con una clara vinculación al desarrollo social, político, cultural, ambiental
y económico de Cartagena, Bolívar, la región Caribe y Colombia.

Objetivos

Para lograr su misión, la Universidad de Cartagena cumple con los siguientes objetivos:

 Impartir educación superior como medio eficaz para la realización plena del hombre
colombiano, con miras a configurar una sociedad más justa, equilibrada y autónoma,
enmarcada dignamente en la comunidad internacional.
 Elaborar y proponer políticas, planes, programas y proyectos orientados a resolver
problemas regionales de la comunidad en su área de influencia y participar en ello.
 Establecer una política permanente de orientación docente y capacitación profesional,
la cual debe fomentar el desarrollo personal, la práctica de la enseñanza y la
investigación, en busca de un mejoramiento de la calidad institucional.
 Propiciar el intercambio científico, tecnológico y cultural, con el propósito de
mantener una actualización permanente que garantice la adecuada orientación del
desarrollo de la región Caribe y del país.
 Armonizar su acción académica, administrativa, investigativa y de extensión con otras
instituciones educativas y entidades de carácter público y privado a nivel nacional e
internacional.
 Garantizar el cumplimiento de los programas de formación, en sus diversos niveles y
modalidades, de acuerdo con lo establecido en las normas académicas.
 Impulsar en sus programas académicos el desarrollo del hombre, con base en sólidos
componentes de formación humanística, instrucción cívica y en los principios y valores
de la participación ciudadana.
 Fomentar, de conformidad con las necesidades y demandas de la región y del país,
nuevas áreas del saber que permitan el desarrollo cualitativo y cuantitativo de las
comunidades en su zona de influencia.
 Propender por la conservación del patrimonio histórico y cultural de Cartagena. De la
región Caribe y del país, mediante acciones y programas educativos tendientes a ese
fin.
 Promover un ambiente sano, mediante acciones y programas de educación y cultura
ecológica.
 Ofrecer un adecuado servicio de información y documentación.
ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL

UNIVERSIDAD DE SUCRE

La Universidad de Sucre nace como respuesta a una necesidad presente en la región Sucreña y es
así como el 1 de octubre de 1977, el Gobernador del departamento de Sucre, Don Rafael Vivero
Percy, asesorado por La Asociación de Departamentos de la Costa Atlántica, (SIPUR) presentó a la
Honorable Asamblea de Sucre la exposición de motivos del proyecto de ordenanza por el cual
solicitaba se le revistiera a la persona en el cargo de Gobernador del departamento las facultades
para crear, organizar, reglamentar y poner en funcionamiento un Instituto de Educación Superior
que sería llamado Universidad Tecnológica de Sucre. El 11 de octubre de 1977, el 15 y 18 de
noviembre del mismo año se dieron los debates reglamentarios.
El 24 de noviembre de 1977, el entonces Gobernador del departamento de Sucre, Don Ramiro
Torres Vergara, sancionó el acto legislativo más importante en el renglón de la educación sucreña:
La creación de la Universidad de Sucre (Ordenanza 01 de 1977), y le confirió facultades al
Gobernador para organizar y reglamentar el funcionamiento de la Institución. El 7 de diciembre de
1977 y mediante convenio con la Universidad Nacional de Colombia se nombró a Víctor Albis
González como Rector y se inició la organización académica y administrativa. El 5 de agosto de
1978, con la presencia del Director del ICFES, y los Rectores de las Universidades de la Costa se
inauguró la Universidad de Sucre y con ella la iniciación de labores académicas.

La institución confirmó su carácter de Universidad, el día 3 de abril de 1995, cuando el Consejo


Nacional de Educación Superior (CESU), mediante resolución Nº 1064 del Ministerio de Educación
Nacional le dio este reconocimiento. Se Iniciaron labores académicas con los programas de
Licenciatura en Matemáticas, Tecnología en Enfermería, Ingeniería Agrícola y Tecnología en
Producción Agropecuaria.

La Universidad de Sucre tiene personería jurídica, autonomía académica y administrativa


conforme a la Ley 30 de 1992, es de naturaleza pública vinculada al Ministerio de Educación
Nacional en lo que tiene que ver con políticas y planeación del sector educativo, con el sistema
nacional de Ciencia y tecnología y con el sistema de acreditación.

MISIÓN

Somos una Universidad pública con talento humano cualificado y reconocimiento social que,
mediante actividades de docencia, investigación, extensión y proyección social, forma
profesionales idóneos, críticos e íntegros, basados en currículos flexibles en un ambiente de
pluralismo ideológico y de excelencia académica, capaces de articular el conocimiento científico,
tecnológico y cultural con el desarrollo socioeconómico sostenible, para el mejoramiento de la
calidad de vida de la población sucreña y la región Caribe.

VISIÓN

Al 2021 la Universidad de Sucre será reconocida nacional e internacionalmente como miembro de


la sociedad del conocimiento, por la calidad de sus procesos académicos de docencia,
investigación, extensión y proyección social y los articulará con el desarrollo socioeconómico de
Colombia.

PRINCIPIOS ÉTICOS DE LA FUNCIÓN Y EL SERVICIO INSTITUCIONAL

 Equidad
 Calidad en el servicio
 Trabajo en equipo
 Libertad, participación y democracia
 Universalidad del conocimiento
 Pertinencia y pertenencia
 Dignidad humana
 Ambientalmente justa
 Responsabilidad social

VALORES ÉTICOS DEL SERVIDOR PÚBLICO DE LA UNIVERSIDAD DE SUCRE

 Respeto
 Honestidad
 Responsabilidad
 Tolerancia
 Trasparencia
 Compromiso
 Integridad

ORGANIGRAMA INSITUCIONAL

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA

Misión

La Universidad de La Guajira, como Institución de Educación superior estatal de mayor


cobertura en el departamento, se nutre de diferentes campos de la ciencia y la tecnología;
forma profesionales que perciben, aprenden, aplican y transforman los saberes y la cultura a
través de las funciones que le son propias: el desarrollo y la difusión de la ciencia y la
tecnología y la formación de científicos; el fomento y el desarrollo de la actividad económica y
la formación de emprendedores; el desarrollo y la transmisión de la cultura; la
profesionalización y el compromiso social; con una organización académico-administrativa
soportada en procedimientos que la dinamizan para proyectarse hacia el entorno.

Se autocontrasta en la multiculturalidad con miras al etnodesarrollo, por lo cual diseña y


ejecuta estrategias que la hacen competitiva, eficiente y eficaz. En consecuencia, ante los
problemas sociales y culturales forma y educa técnicos, tecnólogos y profesionales
comprometidos consigo mismos, con el entorno local, regional, nacional e internacional,
afianzando la colombianidad.

Visión

En el siglo XXI la Universidad de La Guajira será el centro de la cultura regional, con


reconocimiento local, nacional e internacional; con Acreditación de Alta Calidad e
institucional; formadora de personas integradoras, dedicadas a la academia, a la investigación
y a la producción intelectual, comprometidas con el entorno con el fin de contribuir a mejorar
la calidad de vida de los ciudadanos.

Establecerá convenios e intercambios interinstitucionales, internacionales y fronterizos; y


aplicará los adelantos tecnológicos en todos los campos del saber para ser más competitiva
frente a las exigencias de la globalización.

Valores

 Honradez
 Tolerancia
 Austeridad
 Lealtad
 Solidaridad, afectividad y trabajo en equipo
 Equidad

Control Interno

Funciones

Recomendar pautas para la determinación, implantación, adaptación complementario y


mejoramiento permanente del Sistema de Control Interno de conformidad con las normas
vigentes.

Aportar elementos de juicio para la toma de decisiones relacionadas con la adopción y ejecución
de los procedimientos y técnicas requeridas en el Control Académico y Administrativo.

Revisar y el evaluar el Plan de Trabajo anual presentado por el jefe de Control Interno, para
aportar conceptos concretos que le permitan al señor Rector adoptarlos y ordenar su ejecución.
Asesorar al Rector en la definición de planes estratégicos y en la evaluación del estado de
cumplimiento de las normas y objetivos propuestos.

Todas las demás funciones inherentes a este comité.

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