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LA SANTA EUCARISTÍA

LO CONCERNIENTE
A LA SANTA EUCARISTÍA

La Santa Comunión normalmente es el servicio principal de la


adoración Cristiana en el día del Señor y en otras fiestas designadas y
Días Santos. Se proporcionan dos formas de la liturgia, comúnmente
llamadas la Cena del Señor o la Sagrada Eucaristía.

El Texto Estándar Anglicano esencialmente es el servicio de la Santa


Comunión del Libro de Oración Común de 1662 y los libros sucesores
de 1928, 1929 y 1962. Este Rito se presenta en Inglés contemporáneo
y en el orden de la Santa Comunión que es común entre asociados
ecuménicos y Anglicanos de todo el mundo, desde finales del siglo
veinte. Dicho Rito puede ser ajustado en su contenido y orden
original, para igualar al libro de 1662 o posteriores; las Instrucciones
Adicionales brindan una guía clara sobre cómo se debe lograr esto.
De manera similar, hay instrucciones sobre cómo se puede abreviar el
Texto Estándar Anglicano cuando sea apropiado para la misión y el
ministerio local.

El Texto Antiguo Renovado se extrae de las liturgias de la Iglesia


Primitiva, refleja la influencia del consenso ecuménico del siglo
veinte e incluye elementos de la piedad Anglicana histórica.

Una serie completa de instrucciones adicionales sobre la Santa


Comunión se encuentra después del Texto Antiguo Renovado.

104 | LA SANTA EUCARISTÍA


EL ORDEN DE LA ADMINISTRACIÓN DE

LA CENA DEL SEÑOR


o
LA SANTA COMUNIÓN,
COMÚNMENTE LLAMADA
LA SANTA EUCARISTÍA
Texto Estándar Anglicano
Un himno, salmo, o antífona puede ser cantado.

ACLAMACIÓN
El Pueblo de pie, el Celebrante dice éste o un saludo estacional (páginas 145-146)

Bendito sea Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.


Pueblo Y bendito sea su reino, ahora y por siempre.  Amén.

En la estación de Cuaresma

Celebrante Bendigan al Señor, quien perdona todos nuestros pecados.


Pueblo Para siempre es su misericordia.

Desde el día de Pascua hasta la víspera de Pentecostés

Celebrante ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado!


Pueblo ¡Es verdad, el Señor ha resucitado! ¡Aleluya!

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 105


COLECTA POR LA PUREZA
El Celebrante ora (y el Pueblo puede ser invitado a orar conjuntamente)
Dios Todopoderoso, para ti todo corazón está al descubierto,
todo deseo es conocido y no hay secretos ocultos: Purifica los
pensamientos de nuestros corazones por la inspiración de tu
Santo Espíritu, para que perfectamente te amemos y dignamente
exaltemos tu santo Nombre; por Cristo nuestro Señor.  Amén.

EL RESUMEN DE LA LEY
Luego sigue el Resumen de la Ley, o El Decálogo (página 100).

Escuchen lo que nuestro Señor Jesucristo dice:


Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con
toda tu mente. Éste es el primero y gran mandamiento. Y el segundo
es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos
dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. MATEO 22:37-40t

EL KYRIE
El Celebrante y el Pueblo oran

Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad. Kyrie eleison.


Cristo, ten piedad de nosotros. o Cristo, ten piedad. o Cristo eleison.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad. Kyrie eleison.

o esto

EL TRISAGIO
Santo Dios,
Santo Poderoso,
Santo Inmortal,
Ten piedad de nosotros.

106 | LA SANTA EUCARISTÍA


GLORIA IN EXCELSIS
Puede cantarse o decirse el Gloria o algún otro canto de alabanza, todos de pie. Es
apropiado omitir el canto de alabanza durante las estaciones penitenciales y en los
días designados para el ayuno.

Gloria a Dios en las alturas,


y paz a su pueblo en la tierra.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso,
te adoramos, te damos gracias,
te alabamos por tu gloria.
Señor Jesucristo, Hijo único del Padre,
Señor Dios, Cordero de Dios,
tú que quitas el pecado del mundo:
ten piedad de nosotros;
tú que estás sentado a la diestra del Padre:
atiende nuestra súplica.
Porque sólo tú eres Santo,
solo tú eres el Señor,
solo tú eres el Altísimo,
Jesucristo,
con el Espíritu Santo,
en la gloria de Dios Padre. Amén.

COL ECTA DEL DÍA


El Celebrante dice al Pueblo

El Señor sea con ustedes.


Pueblo Y con tu espíritu.
Oficiante Oremos.

El Celebrante ora la Colecta.

Pueblo Amén.

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 107


LECTURAS
Lectura de _____________.
Según se indique, se leen una o más Lecciones, el Lector dirá primeramente
Puede añadirse la referencia al capítulo y versículo.
Después de cada Lección el Lector puede decir
Palabra del Señor.
Pueblo Demos gracias a Dios.

O el Lector puede decir Aquí termina la lectura.


Puede seguir un momento de silencio.

Un salmo, himno, o antífona puede seguir a cada lectura.

Todos de pie, el Diácono o Presbítero lee el Evangelio, diciendo primero


Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según _____________.
Pueblo Gloria a ti, Cristo Señor.

Después del Evangelio, el Lector dice

El Evangelio del Señor.


Pueblo Te alabamos, Cristo Señor.

EL SERMÓN
EL CREDO NICENO
Los Domingos, los días de Fiesta Mayor y en otros momentos designados, puestos todos
de pie para recitar el Credo Niceno, el Celebrante dice primero

Confesemos nuestra fe con las palabras del Credo Niceno:

108 | LA SANTA EUCARISTÍA


Celebrante y el Pueblo
Creemos en un solo Dios,
Padre, Todopoderoso,
creador de cielo y tierra,
de todo lo que es, visible e invisible.

Creemos en un solo Señor, Jesucristo,


Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos,
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre;
por quien todo fue hecho.
Que por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo,
por el Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.
Por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado.
Al tercer día resucitó según las Escrituras;
ascendió al cielo
y está sentado a la diestra del Padre.
De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo, el Señor, dador de vida,


que procede del Padre [y del Hijo],†
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creemos en la iglesia que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos,
y la vida del mundo futuro. Amén.
† La frase “y del Hijo” (del Latín filioque) no está en el texto Griego original. Ver la
resolución del Colegio de Obispos sobre el filioque en Documentos Fundacionales (página 768).

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 109


O R A CI Ó N D E L O S F I E L E S
El Diácono u otra persona designada dice estas oraciones, o la Oración de los Fieles
en el Texto Antiguo Renovado.

Oremos por la Iglesia y por el mundo.


Dios todopoderoso y eterno, en tu santa Palabra nos enseñas a
ofrecer oraciones, súplicas y dar gracias por todas las personas.
Humildemente te pedimos recibas nuestras oraciones. Inspira
continuamente a la Iglesia universal con el espíritu de verdad, unidad
y concordia; y concede que todos los que confiesan tu santo Nombre
concuerden en la verdad de tu santa Palabra, viviendo en unidad y
amor piadoso.

Silencio
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Te rogamos para que conduzcas a las naciones del mundo en el


camino de la justicia; y guíes y dirijas a sus líderes, especialmente N,
nuestro Presidente/Soberano/Primer Ministro, que tu pueblo pueda
disfrutar de las bendiciones de libertad y paz. Concede que nuestros
líderes puedan administrar imparcialmente la justicia, defiendan la
integridad y la verdad, contengan la maldad y el vicio, y protejan la
verdadera religión y la virtud.

Silencio
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Da tu gracia, Padre celestial, a todos los Obispos, Presbíteros y


Diáconos, especialmente a tu siervo(s) N, nuestro Arzobispo/ Obispo/
Presbítero/ Diácono, etc., para que, por su vida y enseñanza, puedan
proclamar tu verdad y Palabra vivificante, que correctamente y
debidamente administren tus santos Sacramentos. Y a todo

110 | LA SANTA EUCARISTÍA


tu pueblo da tu gracia celestial, especialmente a esta Congregación,
para que con corazones reverentes y obedientes podamos escuchar y
recibir tu santa Palabra, y servirte en santidad y justicia todos los días
de nuestras vidas.

Silencio
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Prospera, te rogamos, a todos los que proclaman el Evangelio de tu


reino en todo el mundo, y fortalénos para cumplir tu gran comisión,
haciendo discípulos de todas las naciones, bautizándolos y
enseñándoles a obedecer todo lo que has mandado.

Silencio
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Te pedimos que por tu bondad, oh Señor, consueles y sostengas a


todos los que en esta vida transitoria están en problemas, dolor,
necesidad, enfermedad o cualquier otra adversidad
[especialmente _____________].

Silencio
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Recordamos ante ti a todos tus siervos que han partido de esta vida
en tu fe y temor, [especialmente _____________,] para que tu
voluntad se cumpla en ellos; y te pedimos que nos des la gracia de
seguir los buenos ejemplos de [N., y] todos tus santos, para que con
ellos, seamos partícipes de tu reino celestial.

Silencio

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 111


Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Se pueden agregar oraciones adicionales.

El Celebrante concluye con esta o alguna otra Colecta apropiada.

Padre Celestial, escucha nuestras oraciones por Jesucristo, nuestro


único Mediador y Defensor, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.  Amén.

El Celebrante entonces puede decir la Exhortación.

CONFESIÓN Y ABSOLUCIÓN DE PECADO


El Diácono u otra persona designada dice lo siguiente

Todos los que verdadera y sinceramente se arrepienten de sus


pecados, quienes buscan vivir en amor y caridad con su prójimo, y
que tienen la intención de vivir la vida nueva, siguiendo la ley de
Dios, y andando en sus santos caminos: acérquense con fe y hagan
su humilde confesión a Dios todopoderoso.

Confesemos humildemente nuestros pecados a Dios


Todopoderoso.
Silencio

El diácono y el pueblo se arrodillan cuando les sea posible y oran

Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo,


creador y juez de todos nosotros:
Reconocemos y lamentamos los muchos pecados y ofensas,
que hemos cometido en pensamiento, palabra y acciones

112 | LA SANTA EUCARISTÍA


en contra de tu divina majestad,
provocando justamente tu ira y juicio contra nosotros.
Lamentamos profundamente nuestras transgresiones;
la carga de ella es más de lo que podemos soportar.
Ten piedad de nosotros,
Ten piedad de nosotros, Padre misericordioso;
por tu Hijo nuestro Señor Jesucristo,
perdónanos todo lo pasado;
y concédenos que siempre podamos servirte y complacerte
con un cambio de vida,
para honra y gloria de tu Nombre;
mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

El Obispo o el Presbítero puesto de pie dice

Dios todopoderoso, Padre celestial, que en su gran misericordia, ha


prometido el perdón de los pecados de todos los que con sincero
arrepentimiento y verdadera fe se vuelven a él, tenga misericordia de
ustedes, los perdone y libre de todos sus pecados, los reafirme y
fortalezca en toda bondad, y los conduzca a la vida eterna; mediante
Jesucristo nuestro Señor.  Amén.

PALABRAS DE CONSUELO
El Celebrante puede decir entonces una o más de las siguientes sentencias, diciendo
primero

Escuchen la Palabra de Dios aquellos que verdaderamente


acuden a él.
Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados, que yo los
haré descansar. MATEO 11:28

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo


unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. JUAN 3:16T

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 113


Este mensaje es fiel y digno de ser recibido por todos: que Cristo
Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy
el primero. 1 TIMOTEO 1:15

Si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo


el justo. Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente
por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 JUAN 2:1-2T

LA PAZ
Celebrante La Paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.

Los Ministros y el Pueblo pueden saludarse mutuamente en el nombre del Señor.

OFERTORIO
El Celebrante puede comenzar el Ofertorio con uno de los textos previstos de la Escritura.

Durante el Ofertorio un himno, salmo, o antífona puede ser cantado. El Diácono o el


Presbítero prepara la Santa Mesa para la celebración. Representantes de la
congregación pueden traer al Diácono o al Presbítero las ofrendas del Pueblo de pan y
vino, dinero u otros regalos.
El pueblo se pone de pie mientras se presentan las ofrendas. Se puede decir lo siguiente.

Celebrante Tuya es, oh Señor, la magnificencia, el poder, la gloria, la


victoria y el honor; porque todas las cosas que están en
los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, Señor, es el
reino ¡Eres excelso, soberano sobre todas las cosas!
Porque todo es tuyo, oh Señor.
Pueblo Y de lo tuyo te damos.
1 CRÓNICAS 29:11, 14T

114 | LA SANTA EUCARISTÍA


EL SURSUM CORDA
El pueblo permanece de pie. El Celebrante de frente al pueblo, canta o dice

El Señor sea con ustedes.


Pueblo Y con tu espíritu.
Celebrante Elevemos los corazones.
Pueblo Los elevamos al Señor.
Celebrante Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Pueblo Es justo darle gracias y alabanza.

El Celebrante continúa
En verdad es justo, nuestro deber y nuestro gozo, darte gracias, en
todo tiempo y lugar, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de
la tierra.

Aquí normalmente se canta o se dice un Prefacio Propio (páginas 152-158).

Por tanto te alabamos, uniendo nuestras voces con los Ángeles y


Arcángeles, y con todos los coros celestiales, quienes por siempre
proclaman la gloria de tu Nombre, con este himno:

EL SANCTUS
Celebrante y Pueblo

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo, llenos


están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
El pueblo se arrodilla o permanece de pie. El Celebrante continúa

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 115


Toda la alabanza y la gloria son tuyas, oh Dios nuestro, Padre
celestial, porque en tu bondad y por nuestra redención, entregaste a
tu único Hijo Jesucristo para que sufriera muerte en la Cruz. Él hizo
allí, mediante la única ofrenda de sí mismo, un completo, perfecto y
suficiente sacrificio, ofrenda y satisfacción por los pecados de todo
el mundo; y él instituyó, y en su santo Evangelio nos mandó
continuar un memorial perpetuo de su preciosa muerte y sacrificio,
hasta su segunda venida.

Así que ahora, oh Padre misericordioso, en tu gran bondad, te


pedimos que con tu Palabra y Espíritu Santo, bendigas y santifiques
estos dones de pan y vino, para que recibiéndolos conforme a la santa
institución de tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo, en memorial de su
pasión y muerte, seamos partícipes de su muy bendito Cuerpo y
Sangre. †

Al decir las palabras relativas al pan, el Celebrante toma el pan o impone su mano sobre
él, aquí * puede partir el pan; y en las palabras relativas a la copa, se sostiene o se coloca
una mano sobre ella y cualquier recipiente extra que contenga el vino para ser consagrado.

Porque en la noche en que fue traicionado, nuestro Señor Jesucristo


tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, * y lo dio a sus
discípulos diciendo, “Tomen y coman, éste es mi Cuerpo, que por
ustedes es entregado: Hagan esto como memorial mío.”

Del mismo modo, después de la cena, Jesús tomó la copa, y


habiendo dado gracias, lo dio a ellos, diciendo, “Beban esto, todos
ustedes; porque ésta es mi Sangre del Nuevo Pacto, que es
derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los
pecados: Cada vez que lo beban, háganlo como memorial mío.” ‡

† Este párrafo no aparece en el Libro de Oración Común de 1662, pero el


consenso ecuménico espera su uso.
‡ En el Orden de 1662, la Distribución de la Comunión ocurre aquí. Luego se dice
la oración del Padre Nuestro. El resto de la Oración de Consagración sigue a la
oración del Padre Nuestro como una oración alternativa de Poscomunión.

116 | LA SANTA EUCARISTÍA


Por lo tanto, oh Señor y Padre celestial, según la institución de tu
amado Hijo nuestro Salvador Jesucristo, nosotros, tus humildes
siervos celebramos ante tu Divina Majestad y hacemos aquí con
estos dones santos, el memorial que tu Hijo nos ha mandado hacer,
recordando su bendita pasión y preciosa muerte, su poderosa
resurrección y gloriosa ascensión y su promesa de volver otra vez.

Y deseamos sinceramente que tu bondad paternal acepte en tu gran


bondad este, nuestro sacrificio de alabanza y acción de gracias; te
suplicamos nos concedas, que por los méritos y la muerte de tu Hijo
Jesucristo, mediante la fe en su Sangre, nosotros y toda tu Iglesia,
podamos obtener el perdón de nuestros pecados y todos los demás
beneficios de su pasión.

Y aquí, oh Señor, nos presentamos y hacemos ofrenda de nosotros


mismos, de nuestras almas y cuerpos, para ser un sacrificio razonable,
santo y vivo. Te suplicamos humildemente que todos los que
participan de esta Santa Comunión, reciban dignamente el
preciosísimo Cuerpo y Sangre de tu Hijo Jesucristo, que sean llenos
de tu gracia y bendición celestial, y sean hechos un solo cuerpo con
él, para que él habite en nosotros y nosotros en él.

Y aunque, a causa de nuestros muchos pecados, somos indignos para


ofrecer sacrificio alguno, sin embargo te suplicamos aceptes esto, que
es nuestra labor y servicio que te debemos, no por nuestros méritos,
sino perdonando nuestras ofensas, mediante Jesucristo nuestro
Señor.

Por él, y con él, y en él, en la unidad de el Espíritu Santo, tuyo sea
todo honor y gloria, Padre Todopoderoso, ahora y por siempre.
Amén.

EL PADRE NUESTRO
El Celebrante luego dice

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 117


Y ahora, nos atrevemos a orar, como nos enseñó nuestro Salvador
Cristo:
Celebrante y Pueblo juntos oran

Padre nuestro que estás en el Padre nuestro que estás en los


cielo, santificado sea tu cielos, santificado sea tu
Nombre, venga tu reino, Nombre, venga tu reino,
hágase tu voluntad, en la hágase tu voluntad, en la
tierra como en el cielo. tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de Danos hoy nuestro pan de
cada día. Perdona nuestras cada día. Y perdona
ofensas, como también nuestros pecados así como
nosotros perdonamos a los perdonamos a los que pecan
que nos ofenden. contra nosotros.
No nos dejes caer en tentación, Sálvanos del momento de la
y líbranos del mal. prueba, y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino, tuyo es Porque tuyo es el reino, el
el poder, y tuya es la gloria, poder, y la gloria, ahora y
ahora y por siempre. Amén. por siempre. Amén.

LA FRACCIÓN
Si el Pan consagrado no ha sido partido antes, el Celebrante lo parte ahora.
Se mantiene un periodo de silencio.

Entonces se puede cantar o decir


Celebrante [Aleluya.] Cristo nuestra Pascua se ha sacrificado
por nosotros.
Pueblo Celebremos la fiesta. [Aleluya.]

o esto
Celebrante [Aleluya.] Cristo nuestro Cordero Pascual, ha sido
sacrificado, una vez para siempre en la cruz.
Pueblo Celebremos la fiesta. [Aleluya.]

118 | LA SANTA EUCARISTÍA


En Cuaresma, el Aleluya se omite, también puede ser omitido en otras ocasiones,
excepto durante la Estación de Pascua.

ORACIÓN DE HUMILDE ACCESO


Celebrante y Pueblo juntos pueden decir

Oh Señor misericordioso, no nos atrevemos a acercarnos a ésta


tu mesa, confiando en nuestra rectitud,
sino en tu abundante misericordia.
No somos dignos aun de recoger las
migajas que caen de tu mesa;
pero tú eres el mismo Señor,
cuya naturaleza es siempre tener misericordia.
Concédenos, por tanto, bondadoso Señor,
comer la carne de tu amado Hijo Jesucristo,
y beber su sangre,
para que nuestros cuerpos pecaminosos
sean limpios por su cuerpo,
y nuestras almas sean lavadas mediante su preciosa sangre,
para que siempre vivamos en él y él en nosotros.  Amén.

AGNUS DEI
Aquí se puede cantar o decir la siguiente antífona u otra adecuada

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;


ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;
danos tu paz.

MINISTRACIÓN DE LA COMUNIÓN
De frente al pueblo, el Celebrante puede decir la siguiente invitación

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 119


Los dones de Dios para el pueblo de Dios. [Tómenlos en memoria
de que Cristo murió por ustedes y aliméntense de él en sus
corazones, por fe y con agradecimiento.]

o ésto

He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Bienaventurados los que son invitados a la cena de bodas del
Cordero. JUAN 1:29T, APOCALIPSIS 19:9

Los Ministros reciben el Sacramento en ambas especies y enseguida lo dan al Pueblo.

Se da el Pan y la Copa a los comulgantes con estas palabras

El cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, [el cual fue entregado por ti,
preserve tu cuerpo y alma para la vida eterna. Toma y come esto en
memoria de que Cristo murió por ti, aliméntate de él en tu corazón
con fe, con acción de gracias.]

La sangre de nuestro Señor Jesucristo, [que fue derramada por ti,


preserve tu cuerpo y alma para la vida eterna. Bebe esto en
memoria de que la sangre de Cristo fue derramada por ti, y sé
agradecido]

Durante la ministración de la Comunión, pueden cantarse himnos, salmos o antífonas.

El Celebrante puede ofrecer un versículo de la Escritura al concluir la Comunión.

ORACIÓN DE POSCOMUNIÓN
Después de la Comunión, el Celebrante dice

Oremos.

Celebrante y Pueblo dicen juntos lo siguiente, o la Oración de Poscomunión del Texto


Antiguo Renovado

120 | LA SANTA EUCARISTÍA


Dios todopoderoso y eterno,
te damos gracias porque nos has nutrido, en estos santos
misterios, con el alimento espiritual del preciosísimo
Cuerpo y Sangre de tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo;
y porque nos aseguras, a través de este sacramento tu favor y
bondad hacia nosotros:
que somos verdaderos miembros del cuerpo místico de tu
Hijo, en comunión bendita con todos tus fieles;
y que por medio de la esperanza, también somos
herederos, de tu reino eterno.
Te suplicamos humildemente, Padre celestial,
nos ayudes con tu gracia,
para que podamos continuar en esa santa comunión,
y hagamos todas esas buenas obras que tú nos has
encomendado;
por Jesucristo nuestro Señor,
a quien contigo y el Espíritu Santo,
sea todo honor y gloria, ahora y por siempre. Amén.

BENDICIÓN
El Obispo cuando esté presente, o el Presbítero, da ésta o alguna otra bendición

La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus


corazones y sus pensamientos en el conocimiento y amor de Dios, y
de su Hijo Jesucristo nuestro Señor; y la bendición de Dios
Todopoderoso, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, sea con
ustedes, y more con ustedes eternamente.  Amén.

Un himno, salmo o antífona puede ser cantado después de la Bendición (o después de la


Despedida).

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 121


DESPEDIDA
El Diácono, o el Presbítero, puede despedir al Pueblo con estas palabras

Salgamos en nombre de Cristo.


Pueblo Demos gracias a Dios.

o esto

Diácono Salgamos en paz para amar y servir al Señor.


Pueblo Demos gracias a Dios.

o esto

Diácono Salgamos al mundo, regocijándonos en el poder del


Espíritu Santo.
Pueblo Demos gracias a Dios.

o esto

Diácono Bendigamos al Señor.


Pueblo Demos gracias a Dios.

Desde la Vigilia Pascual hasta el Día de Pentecostés, se puede añadir “Aleluya,


aleluya” a cualquiera de las despedidas. Puede agregarse en otras ocasiones, excepto
durante la Cuaresma y en otras ocasiones penitenciales.
El Pueblo responde

Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

122 | LA SANTA EUCARISTÍA


EL ORDEN DE LA ADMINISTRACIÓN DE

LA CENA DEL SEÑOR


o
LA SANTA COMUNIÓN,
COMÚNMENTE LLAMADA
LA SANTA EUCARISTÍA
Texto Antiguo Renovado
Un himno, salmo, o antífona puede ser cantado.

ACLAMACIÓN
El Pueblo de pie, el Celebrante dice éste o un saludo estacional (páginas 145-146)

Bendito sea Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.


Pueblo Y bendito sea su reino, ahora y por siempre.  Amén.

En la estación de Cuaresma

Celebrante Bendigan al Señor, quien perdona todos nuestros pecados.


Pueblo Para siempre es su misericordia.

Desde el día de Pascua hasta la víspera de Pentecostés

Celebrante ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado!


Pueblo ¡Es verdad, el Señor ha resucitado! ¡Aleluya!

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 105


COLECTA POR LA PUREZA
El Celebrante ora (y el Pueblo puede ser invitado a orar conjuntamente)
Dios Todopoderoso, para ti todo corazón está al descubierto,
todo deseo es conocido y no hay secretos ocultos: Purifica los
pensamientos de nuestros corazones por la inspiración de tu
Santo Espíritu, para que perfectamente te amemos y dignamente
exaltemos tu santo Nombre; por Cristo nuestro Señor.  Amén.

EL RESUMEN DE LA LEY
Luego sigue el Resumen de la Ley, o El Decálogo (página 100).

Escuchen lo que nuestro Señor Jesucristo dice:


Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con
toda tu mente. Éste es el primero y gran mandamiento. Y el segundo
es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos
dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. MATEO 22:37-40t

EL KYRIE
El Celebrante y el Pueblo oran

Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad. Kyrie eleison.


Cristo, ten piedad de nosotros. o Cristo, ten piedad. o Cristo eleison.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad. Kyrie eleison.

o esto

EL TRISAGIO
Santo Dios,
Santo Poderoso,
Santo Inmortal,
Ten piedad de nosotros.

106 | LA SANTA EUCARISTÍA


GLORIA IN EXCELSIS
Puede cantarse o decirse el Gloria o algún otro canto de alabanza, todos de pie. Es
apropiado omitir el canto de alabanza durante las estaciones penitenciales y en los
días designados para el ayuno.

Gloria a Dios en las alturas,


y paz a su pueblo en la tierra.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso,
te adoramos, te damos gracias,
te alabamos por tu gloria.
Señor Jesucristo, Hijo único del Padre,
Señor Dios, Cordero de Dios,
tú que quitas el pecado del mundo:
ten piedad de nosotros;
tú que estás sentado a la diestra del Padre:
atiende nuestra súplica.
Porque sólo tú eres Santo,
solo tú eres el Señor,
solo tú eres el Altísimo,
Jesucristo,
con el Espíritu Santo,
en la gloria de Dios Padre. Amén.

COL ECTA DEL DÍA


El Celebrante dice al Pueblo

El Señor sea con ustedes.


Pueblo Y con tu espíritu.
Oficiante Oremos.

El Celebrante ora la Colecta.

Pueblo Amén.

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 107


LECTURAS
Lectura de _____________.
Según se indique, se leen una o más Lecciones, el Lector dirá primeramente
Puede añadirse la referencia al capítulo y versículo.
Después de cada Lección el Lector puede decir
Palabra del Señor.
Pueblo Demos gracias a Dios.

O el Lector puede decir Aquí termina la lectura.


Puede seguir un momento de silencio.

Un salmo, himno, o antífona puede seguir a cada lectura.

Todos de pie, el Diácono o Presbítero lee el Evangelio, diciendo primero


Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según _____________.
Pueblo Gloria a ti, Cristo Señor.

Después del Evangelio, el Lector dice

El Evangelio del Señor.


Pueblo Te alabamos, Cristo Señor.

EL SERMÓN
EL CREDO NICENO
Los Domingos, los días de Fiesta Mayor y en otros momentos designados, puestos todos
de pie para recitar el Credo Niceno, el Celebrante dice primero

Confesemos nuestra fe con las palabras del Credo Niceno:

108 | LA SANTA EUCARISTÍA


Celebrante y el Pueblo
Creemos en un solo Dios,
Padre, Todopoderoso,
creador de cielo y tierra,
de todo lo que es, visible e invisible.

Creemos en un solo Señor, Jesucristo,


Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos,
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre;
por quien todo fue hecho.
Que por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo,
por el Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.
Por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado.
Al tercer día resucitó según las Escrituras;
ascendió al cielo
y está sentado a la diestra del Padre.
De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo, el Señor, dador de vida,


que procede del Padre [y del Hijo],†
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creemos en la iglesia que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos,
y la vida del mundo futuro. Amén.
† La frase “y del Hijo” (del Latín filioque) no está en el texto Griego original. Ver la
resolución del Colegio de Obispos sobre el filioque en Documentos Fundacionales (página 768).

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ESTÁNDAR ANGLICANO 109


O R A CI Ó N D E L O S F I E L E S
El Diácono u otra persona designada dice estas oraciones, o la Oración de los Fieles en
el Texto Estándar Anglicano. El lector hace una pausa después de cada plegaria y el
pueblo puede agregar peticiones, ya sea en silencio o en voz alta.

Oremos por la Iglesia y por el mundo, diciendo,


“escucha nuestra oración.”

Por la paz de todo el mundo y por el bienestar y la unidad del


pueblo de Dios.
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Por N., nuestro Arzobispo, y N., nuestro Obispo, y por todos


los clérigos y el pueblo de nuestra Diócesis y Congregación.
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Por todos aquellos que anuncian el Evangelio localmente y en el


extranjero; y por todos los que enseñan y discipulan a los demás.
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Por nuestros hermanos y hermanas en Cristo quienes son


perseguidos por su fe.
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Por nuestra nación, por aquellos que tienen autoridad, y por


todos los servidores públicos [especialmente _____________].
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

110 | LA SANTA EUCARISTÍA


Por todos aquellos que están en problemas, tristeza, necesidad,
enfermedad o cualquier otra adversidad. [especialmente ______].
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Por todos aquellos que han partido de esta vida con la firme
esperanza de la resurrección, [especialmente ______,] en acción de
gracias oremos.
Lector Señor, en tu misericordia:
Pueblo Escucha nuestra oración.

Se pueden agregar peticiones adicionales. Acción de gracias también pueden ser incluidas.

El Celebrante concluye con esta o alguna otra Colecta apropiada.

Padre Celestial, concede estas oraciones por Jesucristo, nuestro único


Mediador y Defensor, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.  Amén.

El Celebrante luego puede decir la Exhortación.

CONFESIÓN Y ABSOLUCIÓN DE PECADO


El Diácono u otra persona designada dice lo siguiente

Confesemos humildemente nuestros pecados a Dios Todopoderoso.


Silencio

El diácono y el pueblo se arrodillan cuando sea posible y oran

Dios de misericordia,
confesamos que hemos pecado contra ti
en pensamiento, palabra y obra,
por lo que hemos hecho,
y por lo que hemos dejado de hacer.

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ANTIGUO RENOVADO 111


No te hemos amado con todo el corazón;
no hemos amado a nuestro prójimo
como a nosotros mismos.
Verdaderamente lo sentimos y
humildemente estamos arrepentidos.
Por amor de tu Hijo Jesucristo,
ten piedad de nosotros y perdónanos;
así tu voluntad será nuestro gozo y andaremos por tus
caminos, para gloria de tu Nombre. Amén.

El Obispo o el Presbítero puesto de pie dice

Dios todopoderoso, Padre celestial, que en su gran misericordia, ha


prometido el perdón de los pecados de todos los que con sincero
arrepentimiento y verdadera fe se vuelven a él, tenga misericordia de
ustedes, los perdone y libre de todos sus pecados, los reafirme y
fortalezca en toda bondad, y los conduzca a la vida eterna; mediante
Jesucristo nuestro Señor.  Amén.

PALABRAS DE CONSUELO
El Celebrante puede decir entonces una o más de las siguientes sentencias, diciendo
primero

Escuchen la Palabra de Dios aquellos que verdaderamente


acuden a él.
Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados, que yo los
haré descansar. MATEO 11:28

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo


unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. JUAN 3:16T

112 | LA SANTA EUCARISTÍA


Este mensaje es fiel y digno de ser recibido por todos: que Cristo
Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy
el primero. 1 TIMOTEO 1:15

Si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo


el justo. Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente
por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 JUAN 2:1-2T

LA PAZ
Celebrante La Paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.

Luego los Ministros y el Pueblo pueden saludarse mutuamente en el nombre del Señor.

OFERTORIO
El Celebrante puede comenzar el Ofertorio con uno de los textos previstos de la Escritura.

Durante el Ofertorio un himno, salmo, o antífona puede ser cantado. El Diácono o el


Presbítero prepara la Santa Mesa para la celebración. Representantes de la
congregación pueden traer al Diácono o al Presbítero las ofrendas del Pueblo de pan y
vino, dinero u otros regalos.
El pueblo se pone de pie mientras se presentan las ofrendas. Se puede decir lo siguiente.

Celebrante Tuya es, oh Señor, la magnificencia, el poder, la gloria, la


victoria y el honor; porque todas las cosas que están en
los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, Señor, es el
reino ¡Eres excelso, soberano sobre todas las cosas!
Porque todo es tuyo, oh Señor.
Pueblo Y de lo tuyo te damos.
1 CRÓNICAS 29:11, 14T

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ANTIGUO RENOVADO 113


EL SURSUM CORDA
El pueblo permanece de pie. El Celebrante de frente al pueblo, canta o dice

El Señor sea con ustedes.


Pueblo Y con tu espíritu.
Celebrante Elevemos los corazones.
Pueblo Los elevamos al Señor.
Celebrante Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Pueblo Es justo darle gracias y alabanza.

El Celebrante continúa
En verdad es justo, nuestro deber y nuestra gozo, darte gracias, en
todo tiempo y lugar, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de
la tierra.

Aquí normalmente se canta o se dice un Prefacio Propio (páginas 152-158).

Por tanto te alabamos, uniendo nuestras voces con los Ángeles y


Arcángeles, y con todos los coros celestiales, proclamando la
gloria de tu Nombre, por siempre cantan este himno:

EL SANCTUS
Celebrante y Pueblo

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,


llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
El pueblo se arrodilla o permanece de pie. El Celebrante continúa

Padre Santo y bondadoso: En tu amor infinito nos hiciste para ti; y


cuando pecamos contra ti y quedamos esclavos del mal y de la
114 | LA SANTA EUCARISTÍA
muerte, tú, en tu misericordia, para nuestra salvación, enviaste al
mundo a Jesucristo tu Hijo único. Por el Espíritu Santo se encarnó
de la Virgen María y habitó entre nosotros. En obediencia a tu
voluntad, extendió sus brazos sobre la Cruz y se ofreció una vez y
para siempre, para que con su sufrimiento y muerte podamos ser
salvos. Por su resurrección rompió las cadenas de la muerte,
aplastando bajo sus pies al infierno y a Satanás. Como nuestro gran
sumo sacerdote, ascendió a tu diestra en gloria, para que pudiéramos
ir con confianza ante el trono de la gracia.

Al decir las palabras relativas al pan, el Celebrante toma el pan o impone su mano sobre
él, aquí * puede partir el pan; y en las palabras relativas a la copa, se sostiene o se coloca
una mano sobre ella y cualquier recipiente extra que contenga el vino para ser consagrado.

En la noche que fue traicionado, nuestro Señor Jesucristo tomó pan;


y habiendo dado gracias, lo partió,* y lo dio a sus discípulos
diciendo, “Tomen y coman, éste es mi Cuerpo, que por ustedes es
entregado: Hagan esto como memorial mío.”

Del mismo modo, después de la cena, Jesús tomó la copa, y


habiendo dado gracias, lo dio a ellos, diciendo, “Beban esto, todos
ustedes; porque ésta es mi Sangre del Nuevo Pacto, que es
derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los
pecados: Cada vez que lo beban, háganlo como memorial mío.”

Por tanto, proclamamos el misterio de fe:


Celebrante y Pueblo

Cristo ha muerto.
Cristo ha resucitado.
Cristo volverá.
Celebramos el memorial de nuestra redención, oh Padre, en este
sacrificio de alabanza y acción de gracias, y te ofrecemos estos dones.

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ANTIGUO RENOVADO 115


Santifícalos con tu Palabra y Espíritu Santo para que sean para tu
pueblo el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo Jesucristo. Santifícanos
también, para que podamos recibir dignamente este santo
Sacramento, y seamos un solo cuerpo con él, para que él pueda
morar en nosotros y nosotros en él. En la plenitud de los tiempos,
pon todas las cosas en sujeción bajo tu Cristo y llévanos con todos
tus santos al gozo de tu reino celestial, donde veremos a nuestro
Señor cara a cara.

Todo esto lo pedimos por medio de tu Hijo Jesucristo: por él, y con
él, y en él, en la unidad del Espíritu Santo, todo el honor y la gloria
son tuyos, Padre Todopoderoso, ahora y por siempre.  Amén.

EL PADRE NUESTRO
El Celebrante entonces dice
Y ahora, nos atrevemos a orar, como nos enseñó nuestro Salvador
Cristo:
Celebrante y Pueblo juntos oran

Padre nuestro que estás en el Padre nuestro que estás en los


cielo, santificado sea tu cielos, santificado sea tu
Nombre, venga tu reino, Nombre, venga tu reino,
hágase tu voluntad, en la hágase tu voluntad, en la
tierra como en el cielo. tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de Danos hoy nuestro pan de
cada día. Perdona nuestras cada día. Y perdona
ofensas, como también nuestros pecados así como
nosotros perdonamos a los perdonamos a los que pecan
que nos ofenden. contra nosotros.
No nos dejes caer en tentación, Sálvanos del momento de la
y líbranos del mal. prueba, y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino, tuyo es Porque tuyo es el reino, el
el poder, y tuya es la gloria, poder, y la gloria, ahora y
ahora y por siempre. Amén. por siempre. Amén.

116 | LA SANTA EUCARISTÍA


LA FRACCIÓN
Si el Pan consagrado no ha sido partido antes, el Celebrante lo parte ahora.
Se mantiene un periodo de silencio.

Luego se puede cantar o decir


Celebrante [Aleluya.] Cristo nuestra Pascua se ha sacrificado
por nosotros.
Pueblo Celebremos la fiesta. [Aleluya.]

o esto
Celebrante [Aleluya.] Cristo nuestro Cordero Pascual, ha sido
sacrificado, una vez para siempre en la cruz.
Pueblo Celebremos la fiesta. [Aleluya.]

En Cuaresma, el Aleluya es omitido, también puede ser omitido en otras ocasiones,


excepto durante la Estación de Pascua.

ORACIÓN DE HUMILDE ACCESO


Celebrante y Pueblo juntos pueden decir

Oh Señor misericordioso, no nos atrevemos a acercarnos a ésta


tu mesa, confiando en nuestra rectitud,
sino en tu abundante misericordia.
No somos dignos ni aun de recoger las
migajas que caen de tu mesa;
pero tú eres el mismo Señor,
cuya naturaleza es siempre tener misericordia.
Concédenos, por tanto, bondadoso Señor,
comer la carne de tu amado Hijo Jesucristo,
y beber su sangre,
que nuestros cuerpos pecaminosos
sean limpios por su cuerpo,
y nuestras almas sean lavadas mediante su preciosa sangre,
para que siempre vivamos en él y él en nosotros.  Amén.

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ANTIGUO RENOVADO 117


EL AGNUS DEI
Aquí se puede cantar o decir la siguiente antífona u otra adecuada

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;


ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;
danos tu paz.

MINISTRACIÓN DE LA COMUNIÓN
De frente al pueblo, el Celebrante puede decir la siguiente invitación

Los dones de Dios para el pueblo de Dios. [Tómenlos en memoria de


que Cristo murió por ustedes y aliméntense de él en sus corazones,
por fe y con agradecimiento.]

o esto

He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Bienaventurados los que son invitados a la cena de bodas del
Cordero. JUAN 1:29T, APOCALIPSIS 19:9

Los Ministros reciben el Sacramento en ambas especies y enseguida lo dan al Pueblo.

Se da el Pan y la Copa a los comulgantes con estas palabras

El Cuerpo de Cristo, pan del cielo.

La Sangre de Cristo, la copa de salvación.


Durante la ministración de la Comunión, pueden cantarse himnos, salmos o antífonas.

El Celebrante puede ofrecer un versículo de la Escritura al concluir la Comunión.

118 | LA SANTA EUCARISTÍA


ORACIÓN DE POSCOMUNIÓN
Después de la Comunión, el Celebrante dice

Oremos.

Celebrante y Pueblo dicen juntos lo siguiente, o la Oración de Poscomunión del Texto


Estándar Anglicano

Padre Celestial,
te agradecemos por nutrirnos con el alimento espiritual
del preciosísimo cuerpo y sangre
de tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo;
y porque nos aseguras, en estos santos misterios
que somos miembros vivos del Cuerpo de tu Hijo,
y herederos de tu Reino eterno.
Y ahora, Padre, envíanos para hacer el trabajo que tú
nos has encomendado, para amarte
y servirte como fieles testigos de Cristo nuestro Señor.
A él, a ti y al Espíritu Santo,
sea todo honor y gloria, ahora y por siempre. Amén.

BENDICIÓN
El Obispo cuando esté presente, o el Presbítero, da esta o alguna otra bendición

La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus


corazones y sus pensamientos en el conocimiento y amor de Dios, y
de su Hijo Jesucristo nuestro Señor; y la bendición de Dios
Todopoderoso, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, sea con
ustedes, y more con ustedes eternamente.  Amén.

Un himno, salmo o antífona puede ser cantado después de la Bendición (o después de la


Despedida).

LA SANTA EUCARISTÍA | TEXTO ANTIGUO RENOVADO 119


DESPEDIDA
El Diácono, o el Presbítero, puede despedir al Pueblo con estas palabras

Salgamos en nombre de Cristo.


Pueblo Demos gracias a Dios.

o esto

Diácono Salgamos en paz para amar y servir al Señor.


Pueblo Demos gracias a Dios.

o esto

Diácono Salgamos al mundo, regocijándonos en el poder del


Espíritu Santo.
Pueblo Demos gracias a Dios.

o esto

Diácono Bendigamos al Señor.


Pueblo Demos gracias a Dios.

Desde la Vigilia Pascual hasta el Día de Pentecostés, se puede añadir “Aleluya,


aleluya” a cualquiera de las despedidas. Puede agregarse en otras oportunidades, excepto
durante la Cuaresma y en otras ocasiones penitenciales.
El Pueblo responde

Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

120 | LA SANTA EUCARISTÍA


INDICACIONES ADICIONALES
CONCERNIENTE A LA SANTA COMUNIÓN
Antes de la celebración de la Santa Comunión, la Santa Mesa
debe cubrirse con un paño limpio y blanco.

Las rúbricas que indican estar de pie o de rodillas implican realizarlo


“cuando sea posible.”

Cuando se usa el saludo “El Señor sea con ustedes”, la respuesta


puede ser “Y también contigo” en lugar de “Y con tu espíritu.”

Un Orden Penitencial, para ser usado en la apertura de la liturgia, o


para usarse en otras ocasiones, se puede organizar de la siguiente
manera:
La Aclamación
La Colecta por la Pureza

Enseguida estando de rodillas:

El Decálogo o El Resumen de la Ley


[La Exhortación]
La Confesión y Absolución [y Las Palabras de Consuelo]
El Kyrie
La Colecta del Día

El Credo de Atanasio (página 769) puede ser usado en lugar del


Credo Niceno en el Domingo de Trinidad y en otras ocasiones
apropiadas.

La Oración de los Fieles en el Texto Estándar Anglicano se pueden


omitir los silencios y las frases “Señor en tu misericordia: escucha
nuestra oración”

INDICACIONES ADICIONALES | 121


Tanto en el Texto Estándar Anglicano como en el Texto Antiguo
Renovado, se pueden usar otras formas de la Oración de los Fieles,
con tal que lo concerniente a lo siguiente sea incluido:

La Iglesia universal, el clero y el pueblo


La misión de la Iglesia
La nación y todas las autoridades
Los pueblos del mundo
La comunidad local
Por aquellos que sufren y aquellos en cualquier
necesidad o dificultad. De manera agradecida
recordando a los fieles difuntos y todas las
bendiciones de nuestras vidas.

Tradicionalmente la Exhortación se lee el Primer Domingo de


Adviento, el Primer Domingo de Cuaresma y el Domingo de
Trinidad.

Puede sustituirse la Confesión que esta prevista en la liturgia, por la


Confesión de la Oración Matutina, o de cualquier texto Eucarístico.

Cuando el pan y el vino son colocados sobre la Santa Mesa por el


Diácono, es costumbre añadir un poco de agua al vino por el
Celebrante, u otra persona designada.

En el Texto Estándar Anglicano, la palabra “ofrenda” puede


ser sustituida por la palabra “oblación.”

En el Texto Estándar Anglicano, está permitido reemplazar el


párrafo que comienza “Por lo tanto, oh Señor y Padre celestial,” con
esta aclamación tradicional:
Celebrante
Por tanto, proclamamos el misterio de fe:
Celebrante y Pueblo
Cristo ha muerto.
Cristo ha resucitado.
Cristo volverá.
122 | LA SANTA EUCARISTÍA
En la Oración de Humilde Acceso, puede insertarse “Fuera de tu
gracia,” al comienzo de la frase: “No somos dignos ni aun de
recoger las migajas que caen de tu mesa; pero tú eres el mismo
Señor, cuya naturaleza es siempre tener misericordia.”

Las palabras que se usan cuando se da el Pan y la Copa a los


comulgantes pueden tomarse de cualquier Texto Eucarístico.

Cuando el Presbítero es asistido por un Diácono u otro Presbítero,


es costumbre que el Presbítero que preside administre el Pan
consagrado. La administración de Pan y vino consagrados por
Presbítero, Diáconos y laicos autorizados será determinada por el
Ordinario.

Si el Pan o el Vino consagrados no son suficientes para el


número de comulgantes, el Celebrante regresa a la Santa Mesa y
consagra más de uno o ambos elementos diciendo,

“Escúchanos, oh Padre celestial, y con tu Palabra y Espíritu


Santo bendice y santifica este Pan [Vino] para que, también, sea
el Sacramento del precioso Cuerpo [Sangre] de tu Hijo nuestro
Señor Jesucristo, quien tomó el Pan [la Copa] y dijo, “Este es mi
Cuerpo [Sangre].”

Si queda pan o vino consagrado después de la comunión, puede


guardarse en un lugar seguro para su futura recepción. Aparte de
lo que se ha reservado, el Presbítero o el Diácono y otros
comulgantes consumirán reverentemente el Pan consagrado
restante, ya sea después de la Ministración de la Comunión o
después de la Despedida. El vino consagrado debe ser consumido
igualmente, excepto cuando de otra manera lo reglamente y
autorice el Obispo.

En la despedida en la Estación de Pascua, se agrega habitualmente,


“Aleluya, aleluya” al comienzo del verso cuando el Diácono lo dice, o
al final del verso cuando el Diácono lo canta.

INDICACIONES ADICIONALES | 123


En ausencia de un Presbítero, el Obispo puede, a su discreción,
autorizar a un Diácono a distribuir la Santa Comunión a la
Congregación del Pan y Vino consagrados. En esta situación, el
Diácono puede decir todo lo que está indicado hasta el Ofertorio,
aunque no puede pronunciar una absolución después de la
Confesión. Después del ofertorio, el Diácono coloca con reverencia
el Sacramento consagrado sobre la Santa Mesa. El Diácono guía al
pueblo en la oración del Padre Nuestro. Omitiendo la fracción del
pan, el Diácono procede con el resto de la liturgia. No hay bendición
al final de la liturgia.

EL ORDEN DE LA SANTA COMUNIÓN


SEGÚN
EL LIBRO DE ORACIÓN COMÚN 1662
El Texto Estándar Anglicano se puede reorganizar para reflejar el
orden de 1662 de la siguiente manera:
El Padre Nuestro
La Colecta por la Pureza
El Decálogo
La Colecta del Día
Las Lecturas
El Credo Niceno
El Sermón
El Ofertorio
La Oración de los Fieles
La Exhortación
La Confesión y Absolución de Pecado
Las Palabras de Consuelo
El Sursum Corda
El Sanctus

124 | LA SANTA EUCARISTÍA


La Oración de Humilde Acceso
La Oración de Consagración y la
Ministración de la Comunión
(llevando el orden de acuerdo con la nota al pie de página)
El Padre Nuestro
La Oración de Poscomunión
El Gloria in Excelsis
La Bendición

SOBRE LA DISCIPLINA EN LA
SANTA COMUNIÓN
Si el Presbítero sabe que una persona que está viviendo una vida
notoriamente mala, y tiene la intención de venir a la Comunión, el
Presbítero instruirá en privado a esa persona para que no venga a la
Mesa del Señor hasta que haya dado pruebas claras de
arrepentimiento y enmienda de vida. El Presbítero seguirá el mismo
procedimiento con aquellos que han hecho mal a su prójimo y son
un escándalo para otros miembros de la Congregación, no
permitiendo que esas personas reciban la Comunión hasta que hayan
restituido el mal que han hecho.

Cuando el Presbítero ve que hay enemistad entre miembros de la


Congregación, el Presbítero les hablará en privado a cada uno de
ellos diciéndoles que no pueden recibir la Comunión hasta que se
hayan perdonado mutuamente. Y si la persona o las personas de un
lado realmente perdonan a los demás, y desean y prometen
compensar sus faltas, pero los del otro lado se niegan a perdonar, el
Presbítero permitirá que los penitentes vengan a la Comunión, pero
no a aquellos que son obstinados.

En todos estos casos, el Presbítero debe notificar al Obispo tan


pronto como sea posible (en un plazo máximo de catorce días)
explicando los motivos para negarles la Comunión.

INDICACIONES ADICIONALES | 125


126 | LA SANTA EUCARISTÍA
TEXTOS EUCARÍSTICOS
SUPLEMENTARIOS

SALUTACIONES ESTACIONALES
La Aclamación de apertura puede ser reemplada por un saludo apropiado para la
estación o la ocasión, de la siguiente manera:

PARA ADVIENTO
Celebrante Sí, el Señor viene pronto.
Pueblo Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
APOCALIPSIS 22:20

PARA EL TIEMPO DE NAVIDAD y


LA FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DE CRISTO
Celebrante Porque un niño nos ha nacido,
Pueblo Un hijo nos es dado.
ISAÍAS 9:6T

DESDE LA FIESTA DE LA EPIFANÍA hasta


EL FINAL DE LA EPIFANÍA
Celebrante Te he puesto como luz de las naciones,
Pueblo Para que seas mi salvación hasta lo último de la tierra.
ISAÍAS 49:6

TEXTOS SUPLEMENTARIOS | 127


DESDE EL MIÉRCOLES DE CENIZA hasta
LA VÍSPERA DEL DOMINGO DE RAMOS o para otras
OCASIONES PENITENCIALES
Celebrante Bendigan al Señor, quien perdona todos nuestros pecados.
Pueblo Para siempre es su misericordia.

PARA LA SEMANA SANTA


Celebrante Bendito sea nuestro Dios.
Pueblo Ahora y por siempre. Amén.

DESDE LA VÍSPERA DE PASCUA hasta


LA VÍSPERA DE PENTECOSTÉS
Celebrante ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado!
Pueblo ¡Es verdad el Señor ha resucitado! ¡Aleluya!

PARA EL DÍA DE PENTECOSTÉS, y


OCASIONES DE CONFIRMACIÓN y ORDENACIÓN
Celebrante El Señor derramará su Espíritu sobre toda carne,
Pueblo Y profetizarán sus hijos y sus hijas.
Celebrante Sus ancianos tendrán sueños,
Pueblo Y sus jóvenes verán visiones.
Celebrante Y conocerán que en medio de ustedes está el Señor,
Pueblo Que él es el Señor su Dios, y no hay otro.
Celebrante Y ésto sucederá
Pueblo Que cualquiera que invocare el nombre del Señor
será salvo.
JOEL 2:27-28, 32T; HECHOS 2:17, 21T

PARA EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS y


OTRAS OCASIONES APROPIADAS
Celebrante Digno eres, Señor nuestro Dios,
Pueblo De recibir la gloria, la honra y el poder.
APOCALIPSIS 4:11

128 | LA SANTA EUCARISTÍA


LA EXHORTACIÓN
Amados hermanos en el Señor: si tienen la intención de venir a tomar
la Santa Comunión del Cuerpo y la Sangre de nuestro Salvador
Jesucristo, deben tener en cuenta que en su Primera Carta a los
Corintios San Pablo nos exhorta con diligencia para examinarnos a
nosotros mismos, antes de pretender comer de este Pan y beber de
esta Copa. Porque así como el beneficio es grande, si recibimos este
santo Sacramento con un corazón verdaderamente penitente y una fe
viva, espiritualmente al comer su Carne y al beber su Sangre, para que
podamos ser hechos uno con Cristo y él con nosotros; así mismo el
peligro es grande, si recibimos estos dones indignamente. Porque
entonces nos hacemos culpables de profanar el Cuerpo y la Sangre de
Cristo nuestro Salvador, pues comemos y bebemos para nuestra
propia condenación.

Por lo tanto, ustedes deben juzgarse a sí mismos para que no sean


juzgados por el Señor. En primer lugar, examinen su vida a la luz de
los mandamientos de Dios. Donde fuere que le hayan ofendido, ya
sea por pensamiento, palabra, u obra, confiesen sus pecados a Dios
Todopoderoso, con el pleno propósito de enmendar sus vidas. Estén
listos para hacer la restitución por todos los agravios y daños que
hayan cometido en contra de los demás; listos también para perdonar
a los que les hayan ofendido: porque de lo contrario, si indignamente
reciben la Santa Comunión, aumentarán su propia condenación. Por
lo tanto, arrepiéntanse de sus pecados o por el contrario, no se
acerquen a esta Santa Mesa de Dios.

TEXTOS SUPLEMENTARIOS | 129


Si han llegado en este día con una conciencia atribulada, con la
necesidad de ayuda y consejo, vengan a mí o a algún otro Presbítero
y confiesen sus pecados, para que puedan recibir piadoso consejo,
dirección y absolución. Al hacerlo su conciencia estará satisfecha y
cualquier prejuicio o duda serán eliminados.

Sobre todo, cada uno de nosotros debe dar humildes y cordiales


gracias a Dios por la redención del mundo, por la pasión y muerte de
nuestro Salvador Jesucristo. Él se humilló a sí mismo hasta la muerte
de cruz, por nosotros pecadores que yacíamos en las tinieblas y en la
sombra de muerte, para hacernos hijos de Dios y exaltarnos a la vida
eterna.

Debido a su excepcional amor por nosotros, nuestro Salvador


Jesucristo ha instituido y ordenado estos santos misterios como
prenda de su amor, para un continuo memorial de su muerte y
pasión, para nuestro gran e infinito consuelo.

Por tanto demos a él, con el Padre y el Espíritu Santo, gracias


continuas, como es nuestro deber y nuestro gozo, sometiéndonos
por completo a su santa voluntad y esforzándonos por servirle en
santidad y justicia todos los días de nuestra vida. Amén.

130 | LA SANTA EUCARISTÍA


VERSÍCULOS PARA EL OFERTORIO

Tengan presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo, “Hay más
bendición en dar que en recibir.” HECHOS 20:35

Que su luz brille delante de todos, para que vean sus buenas obras, y
glorifiquen a su Padre que está en los cielos. MATEO 5:16

No hagan tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido


corrompe, donde ladrones entran y roban; más bien hagan
tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corrompe,
donde ladrones no entran ni roban; Porque donde está
tu tesoro, allí está tu corazón. MATEO 6:19-21

No todo el que me dice, “Señor, Señor,” entrará en el reino de los


cielos; más bien el que haga la voluntad de mi Padre que está en los
cielos. MATEO 7:21

El que siembra escasamente, también cosechará escasamente; y el que


siembra en abundancia, en abundancia también cosechará. Cada uno
dé como propuso en su corazón: no con tristeza o por necesidad;
porque Dios ama el dador alegre. 2 CORINTIOS 9:6-7

Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos,


especialmente a los de la familia de la fe. GÁLATAS 6:10

Porque Dios no es injusto para olvidar sus acciones y el trabajo de


amor que han mostrado a su nombre, habiendo servido y sirviendo
aun a los santos. HEBREOS 6:10

No se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen; porque


de tales sacrificios Dios se agrada. HEBREOS 13:16

TEXTOS SUPLEMENTARIOS | 131


Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a
su hermano teniendo necesidades, y le cierra su corazón,
¿cómo mora el amor de Dios en él? 1 JUAN 3:17

No apartes tu rostro del pobre, y Dios no apartará el


suyo de ti. Se misericordioso según lo que poseas y
según tus posibilidades. Si tienes mucho, da en
abundancia; si tienes poco, no tengas miedo de dar
poco de buena gana. TOBÍAS 4:8-9

Y respondiendo el Rey, les dirá, “En Verdad les digo


que todo lo que han hecho por uno de mis hermanos,
aun por el más pequeño, para mí lo han hecho.” MATEO 25:40

¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo


creerán en aquel de quién no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay
quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como
está escrito, ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz,
de los que proclaman las buenas nuevas! ROMANOS 10:14-15

Jesús les decía, “Verdaderamente es mucho el grano,


mas los trabajadores son pocos; por tanto, rueguen al Señor
de la cosecha que envíe trabajadores a sus campos.” LUCAS 10:2

Nadie se presentará delante del Señor con las manos vacías;


cada uno con su ofrenda, conforme a la bendición que
el Señor tu Dios te hubiere dado. DEUTERONOMIO 16:16-17

Ofrece a Dios sacrificios de alabanza,


y cumple tus promesas al Altísimo. SALMO 50:14

Den al Señor la honra debida a su nombre;


traigan ofrendas, y vengan a sus atrios. SALMO 96:8

132 | LA SANTA EUCARISTÍA


Vivan en amor, como también Cristo nos amó,
y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda
y sacrificio a Dios, de aroma agradable. EFESIOS 5:2

Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios, que
presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios;
esta es su verdadera adoración. ROMANOS 12:1

Porque ya saben de la gracia de nuestro Señor Jesucristo, quien


siendo rico, por amor a ustedes se hizo pobre, para que con su
pobreza fueran enriquecidos. 2 CORINTIOS 8:9

Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo


adquirido, para que anuncien las obras maravillosas de aquel que los
ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. 1 PEDRO 2:9

TEXTOS SUPLEMENTARIOS | 133


PREFACIOS PROPIOS

EL DÍA DEL SEÑOR


Por nuestro Señor Jesucristo; quién en el primer día de la semana
venció la muerte y el sepulcro, y por su gloriosa resurrección abrió
para nosotros el camino de la vida eterna.

EN CUALQUIER TIEMPO
Por Jesucristo nuestro Señor; porque él es tu Palabra viva desde
antes de todos los tiempos y por todas las edades; por él creaste
todas las cosas, y por él haces todas las cosas nuevas.

o ésto

Porque tú eres la fuente de luz y vida; nos hiciste a tu imagen y


nos llamaste a una nueva vida en Jesucristo nuestro Señor.

ADVIENTO
Porque enviaste a tu amado Hijo para redimirnos del pecado y la
muerte, para hacernos en él herederos de la vida eterna; para que,
cuando venga de nuevo con poder y gran gloria a juzgar al mundo,
podamos sin vergüenza ni temor regocijarnos para contemplar su
regreso.

NAVIDAD
Porque nos diste a tu Hijo único, Jesucristo, para que naciera por
nosotros; quien, por el Espíritu Santo y la virgen María, su madre,
fue hecho verdaderamente hombre, sin mancha de pecado, para que
pudiéramos ser limpios del pecado y el derecho de convertirnos en
sus hijos.

134 | LA SANTA EUCARISTÍA


EPIFANÍA
Por Jesucristo nuestro Señor, quien asumió nuestra carne mortal,
para revelar su gloria, para sacarnos de las tinieblas y entrar a su luz
gloriosa.

P R E S E N T A C I Ó N, A N U N C I A C I Ó N y
TRANSFIGURACIÓN
Porque en el misterio de la Palabra hecha carne, has hecho que brille
una nueva luz en nuestros corazones, para darnos el conocimiento de
tu gloria en la faz de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

CUARESMA
Ofreciste a tu pueblo fiel limpiarle sus corazones y preparlos con
gozo para la fiesta de la Pascua; para que, fervientes en oración y en
obras de misericordia, y renovados por tu Palabra y Sacramentos,
puedan llegar a la plenitud de la gracia que has preparado para los
que te aman.

SEMANA SANTA
Por medio de Jesucristo nuestro Señor. Quien por nuestros pecados
fue elevado en lo alto de la Cruz para poder atraer al mundo entero
hacia sí mismo; y por su sufrimiento y muerte se convirtió en el
autor de la salvación eterna para todos los que confían en él.

JUEVES SANTO

Por medio de Jesucristo nuestro Señor. Quien habiendo amado a los


suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el final; y la noche
antes de sufrir, instituyó estos santos misterios para que nosotros,
recibiendo los beneficios de su pasión y resurrección, fuésemos
partícipes de su naturaleza divina.

TEXTOS SUPLEMENTARIOS | 135


PASCUA
Pero principalmente tenemos que alabarte por la gloriosa
resurrección de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor; porque él es el
verdadero Cordero Pascual que fue ofrecido por nosotros y ha
quitado el pecado del mundo, quien por su muerte ha destruido la
muerte, y por su resurrección ha ganado para nosotros a la vida
eterna.

ASCENSIÓN
Por medio de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, quien después
de su gloriosa resurrección, se apareció a sus Apóstoles, y en
presencia de ellos ascendió al cielo, a preparar lugar para nosotros,
para que donde él esté, allí también nosotros podamos ascender y
reinar con él en gloria.

PENTECOSTÉS

Por medio de Jesucristo nuestro Señor; que de acuerdo a su fiel


promesa, el Espíritu Santo descendió del cielo, iluminando a los
discípulos, para enseñarles y guiarlos a toda verdad, dándoles valor y
celo ferviente para predicar el Evangelio a todas las naciones, por el
cual hemos sido sacados de las tinieblas y el error a la luz clara y al
verdadero conocimiento de ti, y de tu Hijo Jesucristo.

DOMINGO DE TRINIDAD
Quien, con tu coeterno Hijo y el Espíritu Santo, eres un solo Dios,
un solo Señor, en Trinidad de Personas y en Unidad de Substancia.
Porque lo que creemos de tu gloria, oh Padre, lo mismo creemos de
tu Hijo, y del Espíritu Santo, sin ninguna diferencia o desigualdad.

136 | LA SANTA EUCARISTÍA


TODOS LOS SANTOS
Porque en la multitud de tus santos, nos has rodeado de una gran
nube de testigos para que, regocijándonos en su comunión,
podamos correr con paciencia la carrera que tenemos por delante,
y, junto con ellos, podamos recibir la corona de gloria que no se
desvanecerá.

CRISTO REY
Por medio de tu Hijo unigénito Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de
señores, porque lo has sentado a tu diestra en gloria, y has puesto
todas las cosas en sujeción bajo sus pies, para que te las presente a ti,
oh Padre, perfectamente restauradas en belleza, verdad y amor.

APÓSTOLES y ORDENACIONES
Por medio del gran pastor de tu rebaño, Jesucristo nuestro Señor,
quien después de su resurrección envió a sus apóstoles a predicar el
Evangelio y enseñar a todas las naciones, y prometió estar con ellos
siempre hasta la consumación de los tiempos.

DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA


Por medio de Jesucristo, nuestro gran Sumo Sacerdote, en quien
somos edificados como piedras vivas de un templo santo, para
que podamos ofrecerte un sacrificio de alabanza y acción de
gracias que sea santo y agradable a tus ojos.

BAUTISMO
Porque en Jesucristo, nuestro Señor, nos has recibido como tus
hijos e hijas, nos has hecho ciudadanos de tu reino y nos has dado
el Espíritu Santo para guiarnos a toda verdad.

TEXTOS SUPLEMENTARIOS | 137


SANTO MATRIMONIO
Porque en el amor de esposa y esposo nos has dado una imagen
de la Jerusalén celestial, ataviada como una novia para su novio,
tu Hijo Jesucristo nuestro Señor, quien la ama y se entregó a sí
mismo por ella, para que toda la creación sea renovada.

ENTIERRO o CONMEMORACIÓN DE
LOS FIELES DIFUNTOS
Por nuestro Señor Jesucristo, quien resucitó victorioso de la muerte
y nos conforta con la bendita esperanza de la vida eterna. Porque
para tu pueblo fiel, oh Señor, la vida cambia, más no termina; y
cuando nuestro cuerpo mortal muera, esté preparada para nosotros
una morada eterna en los cielos.

OCASIONES PENITENCIALES
Por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien fue tentado en todos
los sentidos como nosotros, pero no pecó. Por su gracia somos
capaces de triunfar sobre todo mal y vivir ya no solo para nosotros,
sino para aquel que murió por nosotros y resucitó.

DÍAS DE ROGATIVA o
DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS
Porque las maravillas de tu Creación reflejan tu bondad y hermosura;
y tus dones del sol y la lluvia, del tiempo de siembra y de cosecha,
manifiestan tu amor y cuidado constantes por todo lo que has hecho.

DÍA DE CANADÁ o
DÍA DE LA INDEPENDENCIA
Porque nos has hecho a tu imagen para que podamos servirte en
la tierra en libertad, justicia y paz; y nos has dado la esperanza de
nuestra ciudadanía eterna contigo en tu reino celestial.

138 | LA SANTA EUCARISTÍA


DÍA DEL MEMORIAL O
DÍA DE LOS CAÍDOS

Porque por el sacrificio de tu Hijo en la Cruz, todos los que se


vuelvan hacia él en la tribulación de la guerra encontrarán su paz
con él en el paraíso.

DE UN MÁRTIR

Por el testimonio de tus mártires, que tomaron su cruz y te


siguieron hasta la muerte, y revelaron tu poder perfeccionado en
la debilidad humana.

DE UN MISIONERO O EVANGELISTA
Por los dones de tu Espíritu Santo, derramados sobre profetas y
evangelistas para proclamar el Evangelio hasta los confines de la
tierra, y para traer a todos los pueblos bajo el reinado de Jesucristo
nuestro Señor.

DE UN PASTOR
Por medio de Jesucristo, el gran pastor de las ovejas; en él llamas
pastores fieles y los unges con tu Espíritu Santo, para alimentar a tu
rebaño con la Palabra y el Sacramento, y para guiarlos en el camino
de la vida eterna.

DE UN MAESTRO DE LA FE
Porque tú has impartido dones de sabiduría y conocimiento, a
aquellos que enseñan el Evangelio en palabra y obra para edificar el
cuerpo de Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y el
conocimiento del Hijo de Dios.

TEXTOS SUPLEMENTARIOS | 139


DE UN MONJE O RELIGIOSO
Por llamar a la vida consagrada a aquellos que dejan todo por el bien
de tu reino, y por quienes muestran en este mundo una anticipación
de la vida abundante que prometes en la era venidera.

DE UN ECUMENISTA

Por medio de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo; en él nos llevas al


conocimiento de tu verdad y nos unes por el vínculo de una Fe y un
Bautismo para que podamos amarnos y manifestar tu amor al
mundo.

DE UN RENOVADOR DE LA SOCIEDAD
Porque nunca te apartas de nosotros y continuamente envías entre
nosotros a aquellos que buscan justicia, defienden a los oprimidos,
alimentan a los pobres y vendan a los quebrantados de corazón.

DE UN REFORMADOR DE LA IGLESIA
Porque tú, el maestro constructor, nunca abandonas a tu Iglesia, que
has construido con piedras vivas; llamas a tus fieles servidores para
que restauren sus muros antiguos y reparen sus murallas rotas, para
que pueda ser un santo templo de tu presencia.

EN CUALQUIER CONMEMORACIÓN
Por la gracia y la virtud que se manifiesta en [N. y todos] tus santos,
que han sido los vasos elegidos de tu amor, y las luces del mundo en
la generación que les tocó vivir.

140 | LA SANTA EUCARISTÍA

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