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Tema: narración
Área: Taller y comprensión y redacción
Docente: Juan Carlos Zantalla
Integrantes:
- Ortega Condori Cristian Vladimir
- Sardón Yucra Moisés Rodrigo
- Paredes Quispe Aylwin
-
NARRACION
1. Definición y características:
La narración es el tipo de secuencia que ha generado más estudios, análisis y reflexiones, desde los
antiguos retóricos hasta los estudiosos de las tipologías textuales de nuestros días. Y no es
extraño. Las formas narrativas – ficciones o relatos reales que explican un hecho interesante –
constituyen una parte muy importante de la totalidad de los discursos que puede “consumir”
cualquier persona durante su vida. Esta presencia de la narración en ámbitos tan diversos explica
la fascinación que ha ejercido entre investigadores de campos muy variados y las aproximaciones
que se le han hecho desde prismas muy diferentes.
Para nosotros, estos elementos comunes se pueden reducir a los tres siguientes:
Actor fijo.
Proceso orientado y complicado.
Evaluación.
I.Actor fijo: un actor estable a lo largo de la secuencia narrativa favorece la necesaria unidad de
acción. Este actor puede ser polimórfico: individual o colectivo, agente o paciente. En cuanto a su
condición, suele tratarse de una persona o de un ser antropomórfico, o en el caso de que no lo
sea, la acción de dicho actor tiene que afectar a personas. En ese sentido, bremond habla de la
implicación “de interés humano” que hay en todo relato, y van dijk de la referencia que este tipo
de texto hace a acciones de personas, como característica fundamental.
Por otra parte, el actor estable – el sujeto de la narración – se tiene que transformar durante la
secuencia. Adam puntualiza que esta transformación a lo largo del tiempo garantiza realmente la
unidad de acción y da como denotadores de la transformación la diferencia entre los predicados
de “ser”, “tener” o “hacer”, que definen al actor al principio de la secuencia, en el momento inicial
del relato, y los que lo definen al final de la secuencia, en el momento final del relato. El esquema
que propone es el siguiente:
II.Proceso orientado y complicado: toda narración incluye una orientación hacia un final y su
complicación. El hecho que estén orientados hacia un final implica un carácter temporal y una
integración, propiciados por la permanencia del sujeto y las relaciones de causa – efecto que se
establecen entre los predicados, en cuanto al carácter temporal de todo relato. Bremond, que
afirma su necesidad – “donde no hay sucesión no hay relato” – o ricoeur, que comenta el anexo
entre hechos en narración – “todo aquello que se explica pasa en el tiempo, se toma tiempo y se
desarrolla temporalmente; y lo que se desarrolla en el tiempo puede ser explicado”. Van dijk, lo
consideran formando parte del conjunto de circunstancias o marco – situación, lugar, hora – en el
que se inserta todo suceso.
III.Evaluación: esta es una de las claves de la especialidad de la narración y el motor que genera el
relato. A pesar de ello, no es condición necesaria que sea explicita y a menudo sucede que la
evaluación final se infiere del relato pero no se incluye en el. Su existencia es desiciva, ya que
impulsa al narrador a explicar los hechos: es, pues, su punto de partida y no solamente eso, sino
que le da sentido. por esta razón, revaz dice que en la narración se pasa en una linealidad –
“cronología de los acontecimientos” – a un todo – “dar sentido” – mediante la evaluación final o
moralidad. Según esta autora, la moralidad tiene por función explicar la finalidad del relato y
conferir un sentido a la historia; de aquí la percepción de la dimensión argumentativa que tiene
toda la narración.
2. Esquema de la secuencia:
Este esquema señala que hay una transformación de los predicados mediante un proceso y, por
consiguiente, una situación que se modifica en el tiempo. En realidad se trata de las tres partes
clásicas de la narración que todavía hoy se aconseja que respeten los estudiantes de guionaje
audiovisual, a quienes se recomienda que antes de empezar la escritura de un guion se centren en
una idea que compone un conflicto lo bastante grave como para cambiar una situación:
“mi mujer me ha abandonado”
“tengo cáncer en el pecho”
“hoy en día es difícil robar banco”
Probablemente la explicación mas clara de las tres frases o partes nos la da todorov: “un relato
ideal comienza por una situación estable que alguna fuerza perturba. El segundo equilibrio es
parecido al primero, pero ambos no son idénticos. Hay, pues, dos tipos de episodios en un relato:
los que describen un estado (de equilibrio o desequilibrio) y los que describen el paso de un
estado al otro”. El esquema arbóreo que recoge todos estos elementos es el siguiente:
Narración
Historia moralidad
Trama conclusión
Episodio evaluación
Marco suceso
Complicación resolución
Adam, que se sirve de este esquema de van dijk en Le récit (1984), propone posteriormente otro,
aprovechando las propuestas de labov (1972) y de isenberg. Este segundo esquema es el que
conservara para explicar la “secuencia narrativa”, y se configura de la siguiente manera:
Pn1. Una situación inicial u orientación, donde se caracterizan los actores, las
propiedades del tiempo, lugar y otras circunstancias.
Pn2. Una complicación que modifica el estado precedente y desencadena el relato.
Pn3. Una reacción o evaluación mental o accionar de los que de una u otra forma han
sido afectados por Pn2.
Pn4. una resolución o nuevo elemento modificador, aparecido en la situación creada a
partir de la reacción a Pn2.
Pn5. Una situación final, donde se establece un estado nuevo y diferente del nuevo y
diferente del primero.
Pn6. Una moralidad o evaluación final, que da – explícita o implícitamente – el sentido
configuracional de la secuencia.
Las narraciones que se utilizan en la publicidad radiofónica son breves y normalmente su guion es
una pequeña anécdota humorística, en la que la complicación se resuelve también con la acción
benéfica del producto.
3. Estructuras gramaticales:
Núcleo clasificador. Como reducción de un texto narrativo, seleccionamos una frase con los
elementos gramaticales: S + hacer (pasado) + CCL + CCF, como por ejemplo: “las tormentas
alteraron ayer la jornada en Guipuzcoa”. En este esquema, el elemento determinante es el verbo,
que está en tiempo pasado (narrar consiste en explicar un acontecimiento que el narrador ha
seleccionado por su interés entre todos los posibles, por lo tanto, es un acontecimiento que ya ha
sucedido), y es de acción (precisamente, es esta acción “X” la que desencadena la trama).
Igualmente es propia de la narración la inserción de las circunstancias de tiempo y lugar, en
cambio, que los tiempos verbales utilizados en una secuencia constituyen solo uno de los indicios
que hay que tener en cuenta para clasificarla y propone el cuadro de hopper, en el que la
oposición entre el aspecto perfectivo propio de la narración y el aspecto imperfectivo propio de la
descripción se establece mediante muchas otras oposiciones:
Aspecto perfectivo aspecto imperfectivo________
- Sucesión cronológica. - simultaneidad
- Sucesivo visto integrando un todo - no necesario
(su ejecución es necesaria para
Que se produzca el suceso
Siguiente)
- Identidad de sujeto en el - cambio de sujeto
episodio
- Sujeto presupuesto, elementos - elementos nuevos en posición
Nuevos en el predicado de sujeto
- Tema = humano - variedad de temas
- Sucesos dinámicos, “cinéticos” - situaciones estáticas, descriptivas
- Primer plano: suceso - segundo plano: estado o situación
Indispensable para la narración necesarios para comprender
Actitudes, motivos, etc.
4. Cohesión y coherencias textuales:
En esta narración se pueden utilizar los elementos cohesionadores comunes a cualquier otro tipo
de texto, pero ciertas características del texto narrativo favorecen el uso de determinadas
estrategias cohesivas. Por ejemplo, el hecho de que en la narración haya un actor fijo obliga a usar
la referencia, la repetición léxica, la sinonimia léxica o textual.
5. Rasgos pragmáticos:
De acuerdo con cicerón, en una narración tenemos que encontrar las características pragmáticas
de: la concisión (muy de acuerdo con la máxima cantidad de Grice, según la cual tenemos que
tender a la economía de esfuerzos y no dar nunca demasiada información ni demasiado poca), la
claridad (ya defendida para los oradores en general por Aristóteles) y la verosimilitud (para lo que
expliquemos sea plausible).
Adam añade a estos tres puntos de interés, como cuarta regla pragmática que se ha de aplicar
indefectiblemente.
¿de verdad?
Pero nunca:
¿y que mas?
¿y entonces que paso?
Ya hemos visto que, para conseguir este interés máximo del receptor, los medios de comunicación
suelen recurrir a un conflicto, a unos seres humanos en una situación límite, como en el caso de
muchas telenovelas. En ellas encontramos seres de ficción:
Pereira afirma que aquella tarde el tiempo cambio. De golpe la brisa atlántica se paró. Del océano
llegaba una espesa cortina de niebla y la cuidad se vio envuelta en un sudario de humedad.