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Dra.

Tatiana Carrizo
Unidad 15: Niños, Niñas y adolescentes y Grupos vulnerables

- Ley 26.061 De Protección integral de Niñas, niños y adolescentes


Esta ley tiene por objeto la protección integral de niñas, niños y adolescentes del territorio de la República p/garantizar el
ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y los
tratados internacionales en los q la Nación se parte (art. 1)
Establece la aplicación obligatoria de la Convención s/Dºs del niño, y q las normas contenidas en el son de orden público,
irrenunciables, interdependientes e indivisibles (art. 2).
Define al interés superior del niño, como la máxima satisfacción integral y simultánea de los Dºs y gtías reconocidos en esta
ley debiéndose respetar:
1. Su condición de sujeto de Dº,
2. Su Dº a ser oído y a q su opinión sea tenida en cta,
3. Su edad y grado de madurez,
4. Su centro de vida, entendiéndose por tal, el lugar donde niños, niñas y adolescentes hubiesen transcurrido en
condiciones legítimas la mayor parte de su existencia.
En caso de conflicto entre los Dºs aquí consignados frente a otros Dºs igual// legítimos, prevalecerán los primeros (art. 3).
Art. 4 (Pol. Públicas): Las políticas públicas de la niñez y adolescencia se elaborarán de acuerdo a las siguientes pautas:
a) Fortalecimiento del rol de la familia en la efectivización de los Dºs de las niñas, niños y adolescentes;
b) Descentralización de los organismos de aplicación y de los planes y programas específicos de las distintas políticas de
protección de Dºs, a fin de garantizar mayor autonomía, agilidad y eficacia;
c) Gestión asociada de los organismos de gobierno en sus distintos niveles en coordinación con la sociedad civil, con
capacitación y fiscalización permanente;
d) Promoción de redes intersectoriales locales;
e) Propiciar la constitución de organizaciones y organismos para la defensa y protección de los derechos de las niñas, niños
y adolescentes.
Art. 5 (Responsabilidad Gubernamental): Los Organismos del Estado tienen la responsabilidad indelegable de establecer,
controlar y garantizar el cumplimiento de las políticas públicas con carácter federal.
En la formulación y ejecución de políticas públicas y su prestación, es prioritario p/los Organismos del Estado mantener
siempre presente el interés superior de las personas sujetos de esta ley y la asignación privilegiada de los recursos públicos
q las garanticen.
Toda acción u omisión q se oponga a este ppio constituye un acto contrario a los Dºs fundamentales de las niñas, niños y
adolescentes.
Las políticas públicas de los Organismos del Estado deben garantizar con absoluta prioridad el ejercicio de los Dºs de las
niñas, niños y adolescentes.
La prioridad absoluta implica:
1.- Protección y auxilio en cualquier circunstancia;
2.- Prioridad en la exigibilidad de la protección jurídica cuando sus Dºs colisionen con los intereses de los adultos, de las
personas jurídicas privadas o públicas;
3.- Preferencia en la atención, formulación y ejecución de las políticas públicas;
4.- Asignación privilegiada e intangibilidad de los recursos públicos q las garantice;
5.- Preferencia de atención en los servicios esenciales.
Art. 6 (Participación Comunitaria): La Comunidad, por motivos de solidaridad y en ejercicio de la democracia participativa,
debe y tiene Dº a ser parte activa en el logro de la vigencia plena y efectiva de los Dºs y garantías de las niñas, niños y
adolescentes.
Art. 7 (Responsabilidad Fliar): La flia es responsable en forma prioritaria de asegurar a las niñas, niños y adolescentes el
disfrute pleno y el efectivo ejercicio de sus Dºs y garantías.
El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo q respecta al cuidado, desarrollo y
educación integral de sus hijos.
Los Organismos del Estado deben asegurar políticas, programas y asistencia apropiados p/q la flia pueda asumir adecuada//
esta responsabilidad, y p/q los padres asuman, en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones.
Ppios, Dºs y Gtías: Dº a la vida y a una buena calidad de vida, Dº a la dignidad e integridad personal, Dº a la identidad, Dº a
la documentación, Dº a la Salud, Dº a la educación pública y gratuita, Prohibición de discriminar por estado de embarazo,
maternidad o paternidad, Dº a la libertad, Dº al deporte y juego recreativo, Dº al medio ambiente sano, Dº a opinar y ser
oído, Dº al trabajo de los adolescentes, Dº a los beneficios de la seguridad social.
Gtías Mínimas en los procedimientos judiciales o administrativos: Obligación del Estado de garantizar el libre acceso del
niño, niña o adolescente a la justicia, Dº a ser oído por autoridad competente, Dº a q su opinión sea tomada en cta al
momento de tomar una decisión q lo afecta, Dº a ser asistido por un letrado especializado en niñez (gratuita provista por el
Estado), Dº a participar activa// en todo el procedimiento, Dº a recurrir ante el superior por cualquier decisión q lo afecte).

Un modelo para armar y otro para desarmar - Beloff, Mary


Significado y alcances de la ratificación de la convención internacional s/los Dºs del Niño en el contexto latinoamericano
La Convención Internacional s/los Dºs del Niño fue adoptada por la Asamblea Gral de las NU el 20 de noviembre de 1989.
Su ratificación por más de 20 países (requisito p/entrar en vigencia) ocurrió menos de un año después. La Convención
resulta entonces el marco mínimo de reconocimiento y respeto a los Dºs de los niños en el q deben inscribirse las prácticas
y las políticas de los países q la han ratificado.
Práctica// en todo el mundo los niños son considerados las personas más vulnerables en relación con violaciones a los DH y
q requieren protección específica.
Es indudable q se han producido cambios importantes en la manera de concebir los Dºs de las personas menores de edad.
Tal transformación se conoce como la sustitución de la doctrina de la situación irregular por la doctrina de la protección
integral, q en otros términos significa pasar de una concepción de los menores como objetos de tutela y protección
segregativa, a considerar a niños y jóvenes como sujetos plenos de Dº.
En términos concretos de reconocimiento y goce de Dºs es posible relativizar el impacto real de la ratificación de la
convención en el contexto latinoamericano.
En relación al PJ, pese a la manifiesta contradicción de las leyes de menores sancionadas con anterioridad a la ratificación
de la convención, ningún tribunal ha declarado la inconstitucionalidad de esas leyes.
En relación a los poderes ejecutivo y legislativo, el proceso puede ser caracterizado como de triple vía. En algunos países la
ratificación no ha producido impacto alguno. En otros se ha llevado a cabo una adecuación mera// formal o eufemística de
las normas de Dº interno al instrumento internacional. Otros han realizado una adecuación sustancial de su orden jurídico
interno al instrumento internacional.
En el nivel de la adecuación sustancial, algunos países han optado por aprobar códigos o leyes integrales y otros por el
dictado de leyes específicas. Los primeros distinguen los aspectos relacionados con políticas públicas de aquellos
relacionados con la intervención del PJ. Los segundos, no están cumpliendo cabal// con el compromiso asumido al ratificar
la convención en el sentido de adoptar las medidas legislativas, administrativas o de otra índole necesarias p/hacer
efectivos todos los Dºs allí reconocidos.
En ambos casos, cuando no ha existido un profundo proceso de discusión y acuerdos básicos s/el modo de hacer efectiva en
el país la protección integral de Dºs, aparecen leyes q solo son una adaptación eufemística o, peor aún, dejan intactos
dispositivos del sistema anterior.
El sistema q se trata de superar con la Convención: “doctrina de la situación irregular”
Las leyes previas a la convención, conciben a los niños y a los jóvenes como objetos de protección a partir de una definición
negativa de estos actores sociales, definición basada en lo q no saben, no tienen o no son capaces.
El sistema de la situación irregular presenta las siguientes características:
En 1er lugar, estructura un sist. de justicia de menores q justifica las reacciones estatales coactivas frente a infractores (o
potenciales infractores) de la ley penal a partir de las ideas del tratamiento, la resocialización –o neutralización en su caso-
y, final//, de la defensa de la sociedad frente a los peligrosos. Desde la perspectiva de las teorías del castigo, tal justificación
ha sido llamada prevención especial y dio paso al reemplazo de las penas por medidas de seguridad, terapéuticas o
tutelares respecto de estos menores en situación irregular o en estado de abandono, riesgo o peligro moral o material, o en
las igual// vagas categorías de menores en circunstancias especial// difíciles o en situación de disfunción familiar.
El 2do rasgo es el argumento de la tutela, mediante el cual es posible obviar 2 cuestiones. 1ro, el hecho de q todos los Dºs
fundamentales de los que gozan los adultos no fueran reconocidos a los niños y a los jóvenes. 2do, el hecho de q las
consecuencias reales de esa forma de concebir y tratar a la infancia y la juventud solo reprodujera y ampliara la violencia y
marginalidad q se pretendía evitar con la intervención protectora del Estado.
Estas características explican y justifican la abolición del ppio de legalidad. De este modo se permite q las leyes contemplen
el mismo tratamiento tanto para niños y jóvenes q cometen delitos cuanto p/aquellos q se encuentran en situación de
amenaza o vulneración de sus Dºs fundamentales. Además posibilita q las reacciones estatales sean siempre por tiempo
indeterminado y solo limitadas por la mayoría de edad, oportunidad en la q cesa la disposición judicial s/el menor en
situación irregular.
El 3er rasgo de estas leyes es la singular función atribuida al juez de menores, quien deja de cumplir funciones de naturaleza
jurisdiccional p/cumplir funciones más propias de las políticas sociales, o de naturaleza tutelar o asistencial.
Sistemas inquisitivos y sistemas de menores basados en el sistema de la situación irregular se han ido alimentando
recíproca// en América Latina. Violaciones de todas las garantías individuales son compartidas por esos sistemas, razón por
la cual son de difícil o imposible compatibilización, desde el punto de vista jurídico, con el Estado de Dº.
El sistema q se debe implementar a partir de la convención: “sistema de protección integral de Dºs” El sistema de la
protección integral de Dºs de los niños surge de la CIDN, de instrumentos específicos regionales y universales de protección
de DH y de otros instrumentos internacionales q devienen obligatorios en la medida en q se convierten en costumbre
internacional. Estos instrumentos son:
• Reglas Mínimas de las NU p/la Administración de la Justicia de Menores (1985)
• Reglas de las UN p/la Protección de los Menores Privados de la Libertad (1990)
• Directrices de las NU p/la Prevención de la Delincuencia Juvenil, (1990)
• Otros instrumentos internacionales de protección de DH (art. 75 inc. 22 CN)
No es posible dar una definición acabada de protección integral de los Dºs de los niños, pero si es posible afirmar q
protección integral es protección de Dºs.
Protección integral como protección de Dºs es una noción abierta, en permanente búsqueda de nuevos y mejores
estándares. Deben pues considerarse incluidos todos los instrumentos internacionales de protección de DH suscriptos por
el país y q forman parte de la CN a partir de la reforma del año 1994 q sean aplicables.
La CIDN no prevé un órgano supranacional de carácter jurisdiccional encargado de aplicar el instrumento. Solo crea un
Comité de los Dºs del Niño q tiene la función de examinar los progresos realizados por los Estados Parte en el cumplimiento
de la Convención. A tal fin los Estados Parte deberán presentar c/5 años informes s/las medidas q hayan adoptado p/hacer
efectivos los Dºs reconocidos por la Convención y s/el progreso q hayan realizado en cuanto al goce de esos Dºs.
La CADH organiza un sistema americano de protección de los DH a través de la Comisión IDH y la Corte IDH. De este modo
se completa la noción de protección integral.

Opinión consultiva N° 17
En el año 2001 la Comisión IDH sometió a la Corte IDH una solicitud de opinión consultiva s/la interpretación de los arts. 8 y
25 de la Convención Americana, con el propósito de determinar si las medidas especiales establecidas en el art. 19 de la
misma Convención constituyen “límites al arbitrio o a la discrecionalidad de los Estados” en relación a niños, y asimismo
solicitó la formulación de criterios grales válidos s/la materia dentro del marco de la CADH.
La consulta tiene como antecedente el hecho de q en diversas legislaciones y prácticas de los países americanos, la
vigencia de los arts. 8 y 25 de la CADH no es plena respecto de los niños como sujetos y actores en jurisdicción penal, civil y
administrativa, por asumirse q la falta de plenitud de juicio de los menores puede hacer pasar a 2do plano dichas gtías, de
modo q pueden ser restringidas o menoscabadas. Por ende, tb sufrirían dicho menoscabo otros Dºs reconocidos cuya
vigencia depende de la efectividad de las garantías judiciales, como los Dºs a la integridad personal, a la libertad personal, a
la protección de la honra y la dignidad, y a la protección de la familia.
Específica//, la Comisión solicito a la Corte q se pronunciara s/la compatibilidad de las siguientes “medidas
especiales” q algunos estados adoptan en relación a los menores, con los arts. 8 y 25 de la CADH:
La separación de jóvenes y niños de sus padres y/o familiares, por considerarse, al arbitrio del órgano decisor y sin el debido
proceso legal, q sus familias no poseen las condiciones necesarias p/su educación y mantenimiento.
La supresión de la libertad a través de la internación de los menores en establecimientos de guardia o custodia, por
considerárselos abandonados o proclives a caer en situaciones de riesgo o ilegalidad; causales q no constituyen figuras
delictivas, sino condiciones personales o circunstanciales del menor.
La aceptación en sede penal de confesiones de menores, obtenidas sin las debidas garantías.
La tramitación de juicios o procedimientos administrativos en los q se determinan Dºs fundamentales del menor, sin la
garantía de defensa del menor.
La determinación en procedimientos administrativos y judiciales de Dºs y libertades sin la garantía del Dº a ser oído
personal// y la no consideración de la opinión y las preferencias del menor en esa determinación.
Opinión de la Corte Se entiende por niño o menor de edad a toda persona q no haya cumplido los 18 años, salvo q
hubiese alcanzado antes la mayoría de edad por mandato de ley.
Conforme a la normativa contemporánea del DIDH, en la cual se enmarca el art. 19 de la CADH, los niños son titulares de
Dºs y no solo objeto de protección.
La expresión interés superior del niño, consagrada en la Convención s/los Dºs del Niño, implica q el desarrollo de este y el
ejercicio pleno de sus Dºs deben ser considerados como criterios rectores p/la elaboración de normas y la aplicación de
estas en todos los órdenes relativos a la vida del niño.
El ppio de igualdad del art. 24 de la CADH no impide la adopción de reglas y medidas específicas en relación con los niños,
los cuales requieren un trato diferente en función de sus condiciones especiales. Ese trato debe orientarse a la protección
de los Dºs e intereses de los niños.
La familia constituye el ámbito primordial p/el desarrollo del niño y el ejercicio de sus Dºs. Por ello, el Estado debe apoyar y
fortalecer a la familia, a través de las diversas medidas q esta requiera p/el mejor cumplimiento de su función natural.
Debe preservarse y favorecerse la permanencia del niño en su núcleo, salvo q existan razones determinadas p/separarlo de
su familia, en función del interés superior de aquel. La separación debe ser excepcional y preferente// temporal.
En los procedimientos judiciales o administrativos en que se resuelven Dºs de los niños se deben observar los ppios y las
normas del debido proceso legal, esto abarca las reglas correspondientes al juez natural, es decir, competente,
independiente e imparcial, doble instancia, presunción de inocencia, contradicción y audiencia y defensa, atendiendo a las
particularidades q se derivan de la situación específica en q se encuentran los niños y q se proyecta razonable//, entre otras
materias, s/la intervención personal de dichos procedimientos y las medidas de protección q sea indispensable adoptar en
el desarrollo de estos.
Los menores de 18 años a los q se atribuya la comisión de una conducta delictuosa deben quedar sujetos a órganos
jurisdiccionales específicos distintos de los correspondientes a los mayores de edad. Las características de la intervención q
el Estado debe tener en el caso de los menores infractores deben reflejarse en la integración y el funcionamiento de estos
tribunales, así como en la naturaleza de las medidas q ellos pueden adoptar. La conducta q motive la intervención del
Estado debe hallarse descripta en la ley penal.
En otros casos, como son los de abandono, desvalimiento, riesgo o enfermedad, deben ser atendidos en norma diferente a
la q corresponde a los procedimientos aplicables a quienes incurren en conductas típicas. Sin embargo, en dichos casos es
preciso observar igual//, los ppios y las normas del debido proceso legal, atendiendo tb a las condiciones específicas en las q
se encuentren los niños.

Dºs Humanos de las personas de la 3ra edad y con capacidades diferentes (Wlasic)
Wlasic prefiere usar el término “personas de la 3ra edad” y no ancianos; y “personas con capacidades diferentes” y no
discapacitados o minusválidos; por considerar q esos términos tienen un contenido neta// discriminatorio.
La protección de las personas de la 3ra edad está consagrada en el art. 75 inc. 23 de la CN y en el art. 17 del Protocolo
Facultativo de San Salvador, q ordena “proporcionar instalaciones adecuadas, así como alimentación y atención médica
especializada a las personas de edad avanzada, q carezcan de ella y no se encuentren en condiciones de proporcionárselas
por sí mismas; ejecutar programas laborales específicos destinados a conceder a los ancianos la posibilidad de realizar una
actividad productiva; y estimular la formación de organizaciones sociales destinadas a mejorar la calidad de vida de los
ancianos”.
Se trata de procurar la inserción social del anciano.
La protección de las personas con capacidades diferentes está contenida en los siguientes arts:
• Art. 75 inc. 23 de la CN
• Art. 18 del Protocolo Facultativo de San Salvador, q reconoce a los minusválidos el Dº a una atención especial
p/alcanzar el máximo desarrollo de su personalidad; a q el Estado ejecute programas específicos, incluidos los de carácter
laboral, destinados a ese fin; a q su flia reciba formación p/solucionar sus problemas de convivencia y transformarse en
agentes activos de su desarrollo físico, mental y emocional; a ser incluidos en programas de desarrollo urbano p/solucionar
sus requerimientos y estimular la formación de organizaciones sociales p/q los minusválidos puedan desarrollar una vida
plena.
• Art. 23 de la Convención de los Dºs del Niño, establece q los niños mental o física// impedidos deberán disfrutar de
una vida plena y decente en condiciones q aseguren su dignidad, le permitan bastarse a sí mismos y faciliten su
participación activa en la comunidad. Reconoce el Dº a recibir cuidados especiales, a acceder a dichos cuidados en forma
gratuita, teniendo en cta la situación económica de los padres, a acceder a a la educación y capacitación y a tener los
debidos servicios de rehabilitación y preparación p/el empleo. El objeto será siempre procurar q el niño logre la integración
social y el desarrollo individual, incluido su desarrollo cultural y espiritual en la máxima medida posible, además se deberá
promover cooperación internacional en el intercambio de información vinculada al tratamiento integral de estos niños.

JURISPRUDENCIA
CSJN: Maldonado, Daniel Enrique y otros s/Robo Agravado (Armas) - 2005
Hechos: Un tribunal Oral de Menores condenó a un menor a la pena de prisión de 14 años en orden a los delitos de robo
con armas en concurso real con homicidio, cometido cdo tenía 16 años. El fiscal interpuso rec. de Casación. La Cámara de
Casación Penal casó la sentencia recurrida y condenó al menor a la pena de prisión perpetua. La defensa dedujo rec.
extraordinario. La CSJN dejó sin efecto la resolución recurrida:
Sumarios:
Corresponde dejar sin efecto la sentencia por la cual se condenó a un menor a la pena de prisión perpetua por considerarlo
autor del delito de robo con armas en concurso real con el de homicidio, si la imposición de dicha pena se fundó en el
fracaso del tratamiento tutelar evidenciado a través de la comisión de un nuevo delito, pues la valoración de un
procedimiento en trámite como un factor determinante p/elevar el monto de la pena resulta violatoria del ppio de
inocencia.
El art. 5 inc 6 de la CADH, en cuanto ordena q toda pena privativa de la libertad debe estar dirigida a la readaptación social
de los condenados, exige q el juez no se desentienda de sus posibles efectos, lo cual, en el caso del régimen penal de
menores, se traduce en el deber de fundamentar la necesidad de la privación de la libertad impuesta desde el pto de vista
de las posibilidades de resocialización, lo cual supone ponderar los posibles efectos nocivos del encarcelamiento.
Si bien los menores cuentan con los mismos Dºs constitucionales q los adultos, no es posible inferir de dicho ppio q frente a
la infracción de la ley penal aquellos deban ser tratados de igual modo q los adultos.
En el Dº Penal de Menores, no es posible eludir la limitación de la pena q se deriva de la consideración de la inmadurez
emocional y característica de los niños, es decir q, la reacción punitiva estatal debe ser inferior q la q correspondería, en
iguales circunstancias, respecto de un adulto.
La única vía p/determinar la pena correspondiente a un hecho cometido por un menor siguiendo los mismos criterios q los
q se utilizan respecto de un adulto, es prescindiendo del ppio de culpabilidad y apelando al concepto de peligrosidad.
La ley 22.278 en cto faculta al juez a ponderar la necesidad de la pena al momento de sentenciar a quien cometió un delito
cdo era menor de 18 años, se relaciona con el mandato de asegurar q esas penas atiendan a fines de resocialización,
conforme a lo establecido en el art. 40 inc. 1 de la Convención del Niño.
El Dº del imputado a ser oído antes de q se lo condene resulta tanto más importante cdo se trata de menores, pues p/ellos
se encuentra en juego incluso la posibilidad de q el tribunal resuelva prescindir de pena por estimarla innecesaria.
Resulta admisible el rec. extraordinario, ya q existe cuestión federal p/habilitar la vía extraordinaria en tanto, se encuentra
discutido el alcance de la Convención s/los Dºs del Niño como pauta interpretativa del régimen de penas a menores, y la
decisión recurrida ha sido contraria a la pretensión del recurrente.
Debe revocarse la sentencia q condenó a un menor a la pena de prisión perpetua, si la aplicación de tal sanción se fundó en
el fracaso del tratamiento tutelar evidenciado a través de la comisión de un nuevo delito.
La gtía del debido proceso legal exige q se asegure, como instancia previa, la audiencia a la q alude el art. 4 de la ley 22.278.
Si bien no puede atribuirse a la Convención s/los Dºs del Niño una prohibición absoluta de aplicar la prisión perpetua a
personas q, al momento de perpetrar el delito, eran menores de 18 años. Sí se deriva de dicho instrumento internacional
una regla de máxima prudencia en la imposición de la pena de prisión perpetua, q obliga a descartar fundada// la suficiencia
de las alternativas más leves.
En el pasaje del máximo de la escala penal aplicable a un menor a la pena de prisión perpetua, no puede justificarse sólo en
el comportamiento posterior del acusado (en el caso, el fracaso del tratamiento tutelar), pues ello implicaría una sanción sin
culpabilidad.
Lo q hizo entonces la CSJN fue revocar el fallo de la Cámara y fijar pautas p/q ésta dicte una nueva condena, q ya no podrá
ser perpetua.

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