Satélites.

Los satélites son objetos de pequeño tamaño que orbitan alrededor de un objeto astronómico de
mayor tamaño, tal es el caso de la luna, la cual es un satélite natural de la tierra, así como la tierra y
los planetas son satélites del sol. En cuanto a los satélites artificiales tenemos maquinas las cuales
orbitan alrededor de la tierra, estas máquinas deben tener características especificas para poder
estar por largos periodos de tiempo en el espacio y conservar su buen funcionamiento.
Pero ¿Cómo lograr mantener un satélite artificial en el espacio sin caer a la superficie de la tierra?
Primero que nada, hay que mencionar un dato muy interesante, la curvatura de la tierra desciende
5m por cada 8km de tangente a la superficie. Explicado de una manera más sencilla esto es el
tiempo en el que un objeto lanzado recorrería 8km durante un segundo mismo que tarda 5 metros en
descender, esto es nada más y nada menos que 29, 000 kilómetros por hora, una velocidad bastante
alta.
Todo sucede así: entre mayor sea la velocidad en la que yo lanzo un objeto más lejos caerá, pero si
un objeto alcanzará una velocidad tal como la mencionada anteriormente este podría coincidir con la
curvatura de la tierra. Con los satélites sucede algo similar solo que estos se encuentran lo
suficientemente alto para que no tengan resistencia del aire.
En los satélites hay expresadas muchas cualidades de la mecánica como la caída libre un estado
constante en que se encuentran, o como la conservación de la energía, en una órbita circular la
energía cinética, la energía potencial, su rapidez en todos los puntos de la órbita y la distancia entre
el satélite y el centro del cuerpo que lo atraen son los mismos. Además de que la fuerza debida a la
atracción gravitacional de la tierra proporciona la aceleración centrípeta que mantiene a un satélite
en órbita. Siendo la fuerza de atracción gravitacional la única que actúa sobre el satélite .
Muchos satélites tienen orbitas casi circulares y las orbitas de los planetas alrededor del sol también
lo son. Pero cabe resaltar que la orbita de la tierra es elíptica, aunque es casi circular, esta tiene
forma de un ovalo para lograr esto el objeto se lanza a una velocidad mayor que 8,000 km/s para
que este se aleje de la tierra y así pierda velocidad, pero este mismo al caer de regreso a la tierra
gana de nuevo su velocidad, así se incorpora de nuevo y recupera su velocidad inicial.
Y en cuanto a la conservación de la energía en una órbita elíptica, la rapidez y la distancia si
cambian, y en cuanto a su energía cinética esta aumenta a su máximo al estar en el punto más cerca
de la tierra, pero disminuye al alejarse de ella, esto no influye en que la suma de la energía cinética y
potencial en cualquier punto es la misma, conservando así la energía.
Un satélite en orbita circular se mueve en dirección perpendicular a la fuerza de gravedad,
recordando que un satélite siempre conserva la gravedad, esta lo suficientemente alto como para no
tener resistencia del aire, pero si lo suficientemente cerca de la tierra para conservar su aceleración,
puesto que un satélite posee una aceleración muy similar a la que se tiene al nivel del mar.
Entre más cercano a la tierra este un satélite menor será su periodo, pero entre más alejado este su
periodo aumentara, tal es el caso de la Luna cuyo periodo es de 27.3 días, esto nos dice que entre
mayor sea la órbita la rapidez será más baja y los periodos más largos.
Si el satélite se encuentra lo suficientemente abajo para rozar la atmosfera, su energía mecánica
disminuirá, causado por el trabajo negativo efectuando por la resistencia del aire, consecuencia de
esto el satélite caerá a la tierra o se quemará en el camino.
Según la siguiente formula podemos observar que el radio y la velocidad están totalmente
relacionados, no se pueden tomar valores independientes. Pero un dato muy interesante es que la
masa no esta relacionada, lo que nos dice que la velocidad del satélite no depende de su masa

Los satélites geoestacionarios se encuentran en una orbita de más de 35 000 km de altura, estos se
ubican sobre el ecuador terrestre y se mueven a la misma velocidad de la tierra lo que nos hace ver
un satélite desde cualquier posición de la tierra como un punto fijo.
La tierra cuenta con más de 3000 satélites que orbitan al redor de ella, en los cuales su
funcionamiento es recibir, amplificar y mandar las señales a las estaciones terrestres.
Podemos imaginarnos como Newton pensó en toda la teoría de como un objeto podría orbitar
alrededor de la tierra, y pasar tantos años para que por fin satélites artificiales sean mandados a
grandes alturas.
Arduo trabajo para poder calcular y descubrir como un objeto podría estar ahí considerando tantas
variables y con el riego latente de cometer un error por un descuido, pero al pasar del tiempo
tenemos una gran cantidad de ellos en el espacio, cada día mejorando y yendo de la mano con la
ciencia.
Pues esto nos demuestra como podemos llevar las leyes de la física llegan más allá de nuestro
planeta, adentrándonos cada vez en el inmenso universo, convirtiendo la ficción en realidad.
No podemos decir más que los satélites son proyectiles que caen alrededor de la tierra, en vez de
caer hacia ella y que significan una invención de gran trascendencia en la tecnología y han ayudado
con en las telecomunicaciones, monitoreando el clima terrestre, militares, estudiando la superficie
terrestre, previniendo catástrofes naturales y muchas utilidades más. Si se apagaran los satélites, el
mundo cambiaría de manera radical sin ellos no tendríamos acceso a Wifi a el GPS del carro.

Bibliografía:
Young, H., Freedman R. (2018). Física universitaria con física moderna.
México. Primera edición. Pearson. (Páginas 407-410).
Hewitt P. (2007). Física conceptual. México.
Décima edición. Person educación. (Paginas 184-201).