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# <center>La mujer venezolana: la mujer sin hombre</center>

<div class="text-justify">Probablemente, al leer el titulo pueda causar ceño fruncido a más


de uno, quizás algunas mujeres de dicha nacionalidad que tengan a su respetiva pareja,
algunos chicos que tengan a una mujer de pareja, o quizás algunos hijos varones cuyas
madres no tengan pareja, afirmen que ellos serían “el hombre que les hace compañía”. La
afirmación del título corresponde a la conclusión de Alejandro Moreno, sacerdote, filósofo
y licenciado en psicología. Pero, ¿De qué va tal afirmación? En su trabajo titulado *“La
familia popular venezolana”* lo explica a detalle, como está estructurada la familia
venezolana, haciendo especial énfasis en la organización familiar de los barrios pero que,
en menor medida, puede verse en diferentes estratos sociales. Dicha organización seria
la **matricentrista** (también llamada matrifocal o matrilineal), (no confundir con
matriarcado donde la mujer tiene un poder de gobierno en la comunidad). En el
matricentrismo, gran parte del poder está en la madre, pero esto no la define. Lo que
caracteriza este modelo familiar seria que, debido a la ausencia del padre (ya sea
emocional o física) haga que la el único nexo relevante sea el de la madre con sus hijos.

No es para nadie que en los barrios predominan las mujeres con uno o varios hijos
(de varios padres), que no tenga pareja o esta sea, en consecuencia, poco estable.
Recordemos que la pareja, citando a Moreno

>“cumple la necesidad de satisfacer las necesidades básicas, económicas, sociales,


afectivas, etc. de uno y del otro miembro” Moreno, pg9.

Pero, al no tener una pareja, **¿Cómo estas mujeres satisfacen estas necesidades?**
Pues fácil:** a través de sus hijos, especialmente, el hijo varón**. El hijo es un vínculo
impuesto por la naturaleza, imposible de romper y que perdura a través del tiempo. Se da
entonces una suerte de “incesto emocional”:

> “El incesto emocional es un tipo de abuso en el que un padre busca en su hijo el apoyo
emocional que normalmente sería proporcionado por otro adulto. Se piensan que los
efectos del incesto emocional en los niños cuando se hacen adultos se parecen a los del
incesto real, aunque en un menor grado.” Wikipedia

Pero, *¿Por qué estas mujeres se les dificultan tanto no tener pareja? ¿Y por qué a
las que sí tienen, cumplen un rol tan ausente?* Más adelante se explicara.
Por consiguiente, la mujer cría a su hijo para que este siempre sea su hijo, y por
ende ella siempre se definirá como madre y no como mujer, y no vivirá como

> “una mujer pura y simple, en una sexualidad autónoma uno de cuyos aspectos sea la
maternidad” Ibídem pg. 10.

Así pues, el varón venezolano tampoco se definiría como hombre, sino siempre
como hijo, ya que este es su vínculo más fuerte y estable. El hijo también canaliza sus
necesidades afectivas hacia la madre, y ni si quiera una esposa podría suplantar ese
papel, haciendo de sus otras relaciones superficiales (aunque él no s e de cuenta).

En el ámbito de la paternidad, el hijo no significa igual para el varón que para la


mujer: para él será una prueba de su masculinidad, para ella será su identidad. Cuando la
compañera le da un hijo, esta pasara ser la madre de su hijo, siempre la madre,

>“los hijos son fundamentalmente hijos de la madre”. Ibídem pag 12.

Creo que a este punto más de uno le sonara familiar, ya que más de una vez se
han dicho cosas como “madre solo es una” “padre cualquiera, madre una sola” “madre es
madre” frases tan normalizadas, que las percibimos como una verdad indiscutible,
naturalizadas por este modelo familiar.

Dado que predomina el modelo materno, en el proceso de identificación sexual,


según Moreno, intervendrían varios mecanismos:

 Que existan hermanos de diferentes sexos que permita la diferenciación


sexual, ya que aparte de las diferencias físicas, la madre trata diferente al
hijo según su sexo
 La presencia de otras figuras paternas en el hogar o en sus cercanías
 El machismo, del cual, dada sus particularidades, se explicara brevemente.

Puede que se piense que en Venezuela no existe machismo, ya que este


generalmente se asocia con países como México donde o varios países Árabes donde a
las mujeres se les prohíba una infinidad de cosas, donde las mujeres sufren de maltrataos
físicos y psicológicos y se impone el dominio del hombre solo por ser hombre (sexo
“fuerte”) atribuyéndole mayor libertad sexual que la mujer, este machismo Moreno lo
bautiza como **machismo de origen paterno**. Sin embargo, esa forma si se presenta
en Venezuela, pero no de la misma forma (esto no quiere decir que no existan crímenes
donde maten a las mujeres por razones machistas a pesar de la falta de estadísticas). El
machismo venezolano, principalmente el de las áreas populares, es llamado
**machismo-sexo**, que es de origen materno. Para Moreno, la necesidad de este tipo
de machismo es demostrar constantemente que se pertenece al sexo masculino, en una
especie de “lucha” contra la homosexualidad.

Ahora, ¿Qué pasa con las hijas? Si el sentido del vínculo de la madre con el hijo
es la satisfacción de sus necesidades, la de la madre con su hija será la reproducción de
ella, la *“mujer-madre”*. La hija, a diferencia de su madre, está destinada a hacer su
propia familia, que serán sus hijos. Sera una madre, pero sin esposo, una madre
abandonada. De ahí que las madres tomen tanta importancia que sus hijas aprendan los
labores del hogar y sea más permisiva con sus hijos varones: sus hijas, formadoras de
familia no pueden tener el lujo de no saber esas cosas, su hijo, en cambio, no tendrá esa
necesidad, ya que la madre siempre “estará con él”. Quizás más de uno se percatara de
esto en su familia o con familiares cercanos. En el caso que la mujer no tenga hijos
varones, la hija también servirá para satisfacer la necesidad de su madre, pero en menor
escala.

Con todo esto explicado, se puede entender el interrogante anterior sobre la


dificultad de tener pareja o la ausencia emocional cuando esta esta físicamente presente;
la mujer ve al hombre como un instrumento para ser madre y el hombre se reafirmar como
varón al tener a su hijo aunque con la mujer “poseída” debe bastar. Y como lo menciona
moreno “ninguna guerra se gana con una sola batalla”. El hogar solo pertenece a la mujer
y a sus hijos, ella es quien fija los límites y pone las normas. Aquí es donde el hombre
extranjero o que realmente desea ejercer su paternidad sufre, ya que es constantemente
alejado. En un caso personal, este modelo de vida no lo vi en mi familia materna ya que
mi Abuelo es italiano, y si tiene un rol activo como padre, proveedor y participe del hogar
con diferentes tareas, de allí que mi madre criara a mi hermano sin esa diferenciación tan
marcada (también influiría que mi familia no pertenece, no por lo menos la generación de
mi madre, a las clases populares).Pero del lado paterno si lo he notado, son mis tías
quienes atienden la casa y se encargan sin chistar de la visitas y del resto de sus
hermanos.

Entre otros aspectos que trata Alejandro, está la relación con los hermanos, donde
los que realmente importan son los hermanos maternos, y la relación del varón con el
padre donde, si bien siempre pondrá a su madre en un pedestal, este no va a dejar de
quererlo o ansia tener un vínculo con él, el niño o el adulto sufre por esta separación, ya
que el padre es parte de él. Moreno trata otras cosas así como el origen de este modelo,
pero esto es la idea principal de su texto. El recalca, que si bien muchos autores se
centran en las consecuencias de esta dinámica familiar, hay que aceptarlo como realidad
y pudiendo rescatar algunos aspectos de él. No es algo que se pueda cambiar tan fácil ya
que arrastramos esto desde la época de la colonial. El primer paso, es estar consciente
de esta realidad para poder trabajar en ello. También es de resaltar, que muchas de estas
cosas no se hacen de forma consiente, esta tan naturalizado esto en nuestra sociedad
que no se nos hace anormal o problemático, más de una vez hemos oído o dicho “madre
es una”, “padre puede ser cualquiera”, o condenando a una mujer que deja a sus hijos
pero sin que nos cause mayor problema un padre que lo haga. En nuestro lenguaje
también esta esto presente: cuando insultamos, ¿Qué decimos? Insultamos a la madre,
porque es lo que “más nos duele” o cuando queremos magnificar algo decimos “madre de
fiesta” en contraposición con otros países como México con expresiones “que padre
aquella fiesta”. Es difícil, sin duda, cuestionarnos nuestra familia y más aún la figura de
nuestra madre, y diría que es uno de los aspectos más difíciles de las carreras
sociales/humanas, (y donde radica gran parte de su dificultad): estudias y cuestionas los
aspectos más íntimos de tu vida, lo que te hace “ser tú”. </div>

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