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¿Y si fueran estos los últimos días?

Hechos 1:10-11, "Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto
que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras
blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis
mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo,
así vendrá como le habéis visto ir al cielo".
Desde el momento exacto de la asunción de Jesús al cielo, empezó a correr un
tiempo profético, y es categórico que nada se interpone en el camino del regreso
de Jesús. Después de su vida perfecta, la muerte sacrificial por nosotros, la
resurrección de la tumba, y la ascensión al cielo para derramar su Espíritu en su
Iglesia, el siguiente gran movimiento en la historia del mundo es la segunda
venida de Cristo, Él lo prometió y su cumplimiento es incuestionable, en Juan
14:1-4, -el propio Jesús dice-: "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed
también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo
os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino".
Es bien cierto que en cada generación, debido a las circunstancias particulares
propias, estaban totalmente seguros de que la segunda venida del Señor
ocurriría en sus días. Nosotros no podemos predecir el tiempo exacto de su
segunda venida, hacerlo sería irresponsable y mentiroso, ya que el propio Jesús
manifestó en Mateo 24:36, "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles
de los cielos, sino sólo el Padre". Sin embargo En la era de la Iglesia, nosotros,
los hijos de Dios, no tenemos una lista definitiva de hechos incumplidos que
deban transcurrir antes de su regreso. Lo que la Biblia promete que ocurrirá al
final ya está sucediendo en una medida significativa alrededor del mundo de hoy,
y ha estado sucediendo, en cierto sentido, desde los primeros días de la iglesia.
¿Que vendría antes de su venida?
En Lucas 21: 7-24 nos da una lista de cosas acontecimientos que sucederán
antes, como preámbulo, a los días de su segunda venida.
Particularmente llama mi atención del capítulo 21 de Lucas los versos 25 al 28,
que dicen: Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la
tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las
olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que
sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran
gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra
cabeza, porque vuestra redención está cerca.
Y llaman particularmente mi atención debido a los acontecimientos recientes:
- 21 de agosto eclipse solar
- 25 de agosto Huracán Harvey, fue considerado como el huracán más
fuerte y con más daños materiales que ha tocado tierra en Texas, Estados
Unidos
- Los Huracanes Irma, Katia y José en la primera semana de Septiembre,
al respecto se dijo “Por primera vez en la historia moderna, tres huracanes
se encuentran alineados en el Atlántico de una manera peligrosa, según
Eric Blake, experto del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU”
- 6 de septiembre se registró la llamarada solar más potente de los últimos
12 años
- El 7 de septiembre México fue golpeado por un terremoto de magnitud
8,2, el más fuerte registrado en ese país desde 1985.
- En esta semana, el huracán María sería el huracán más feroz que haya
azotado Puerto Rico en 89 años
- Este martes 19 de septiembre, un nuevo terremoto de 7,1 grados azotó
México con un saldo inicial de 149 víctimas mortales.
Y solo me estoy refiriendo a las noticias más destacadas, porque por ejemplo
“Lista Mundial de la Persecución 2017” elaborada por la organización Puertas
Abiertas indica que “cerca de 215 millones de cristianos experimentan un alto
nivel de persecución por ser cristianos”. Solo en Nigeria 800 cristianos fueron
asesinados, 800 resultaron heridos, más de 100 iglesias cristianas fueron
destruidas en ataques implacables y más de 21000 personas han tenido que huir
de ese país para salvaguardar sus vidas.
Lo interesante es que la Biblia dice que cuando acontezcan todas estas cosas
nosotros los hijos de Dios, lejos de estar preocupados o temerosos debemos
estar erguidos y con la frente en alto, porque “He aquí yo vengo pronto, y mi
galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”
(Apocalipsis 22:12)
En otros siglos, en otros tiempos, seguramente otros como yo lo hago hoy,
estuvieron frente a hijos de Dios diciendo que la Venida de Jesús está cerca,
pero que tal que las señales que estamos viendo ahora si sean las señales
definitivas del fin de los tiempos, ya que sin ningún esfuerzo encajan
perfectamente con lo profetizado por el propio Jesús ante sus discípulos. Por eso
cabe plantearnos la pregunta con la que inicie este mensaje ¿Y si fueran estos
los últimos días?, la respuesta es fácil, ¡debemos estar listos!, pero ¿cómo nos
preparamos para la venida de Jesucristo? Lo veremos a continuación
1.- Andando en obediencia a la Palabra de Dios, para lo cual hay que
estudiarla y conocerla. Jesucristo mismo nos dio ejemplo de obediencia como lo
afirma en el libro de Hebreos 5:8-9: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció
aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna
salvación para todos los que le obedecen”.
De tal manera que así como Cristo fue obediente, nos exige obediencia como Él
mismo ratifica que es el autor de eterna salvación para los que le obedecen, lo
que por supuesto descarta a todos aquellos que no obedecen a su Palabra.
2.- Viviendo en santidad, sin dejarnos absorber por el mundo, para que cuando
Cristo regrese nos encuentre irreprensibles como lo exhortaba constantemente
el apóstol Pablo en sus cartas a la Iglesia, como en 1 Tesalonicenses 5:2 y 4:6
que dice así: “Pero vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá
como ladrón en la noche; Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para
que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque vosotros sois hijos de luz e
hijos del día, no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos
como los demás, sino velemos y seamos sobrios.”
Y la santidad es separarnos para Dios, es decir, que ya no podemos actuar, ni
vivir como el mundo lo hace sino bajo la Voluntad de Dios. La Palabra es muy
clara en Santiago 4:4, cuando expresa que quien es amigo del mundo es
enemigo de Dios, porque Él nos demanda sometimiento pleno a su Voluntad y
además que nos alejemos del pecado.
3.- Perseverando hasta el fin, Mateo 24:13 dice: “Mas el que persevere hasta
el fin, éste será salvo.” Perseverar significa mantenerse firme y constante en una
manera de ser, actuar u obrar. SI usted ha decido seguir a Cristo, debe
mantenerse firme en esa decisión y debe hacerlo a la manera de Dios, no a su
manera.
Si las señales que estamos viendo en la actualidad son las de los últimos días
su segunda venida es inminente, por tanto si usted está viviendo una vida
completamente ajustada a la voluntad de Dios no tiene nada de qué
preocuparse, todo lo contrario. Pero si estás caminando por caminos distintos a
la voluntad de Dios, les tengo una buena noticia, ¡aún hay tiempo para ponernos
a cuentas con nuestro Dios y Padre! Hoy es el día para que tus caminos, para
que tus decisiones, para que tu forma de actuar y de vivir se ciñan por completo
a Su voluntad.

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