Está en la página 1de 10

Reis.

Revista Española de Investigaciones


Sociológicas
ISSN: 0210-5233
consejo.editorial@cis.es
Centro de Investigaciones Sociológicas
España

ROIZ, Miguel
Reseña de "Sociologías de la situación" de E. GOFFMAN, H. SACKS, A. CICOUREL y M. POLLNER
Reis. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, núm. 94, 2001, pp. 219-227
Centro de Investigaciones Sociológicas
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99717902013

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
CRÍTICA DE LIBROS

tan poderosa e influyente como es la nes de carácter cualitativo se limitan a


de la producción y la programación resaltar la importancia de algunos
televisivas. Naturalmente, ése es el programas o a aventurar razonables
lenguaje que necesitan oír los empre- conjeturas sobre la posible evolución
sarios sin escrúpulos para disfrazar la de las tendencias que pueden obser-
bazofia bajo la vestidura de respetabi- varse. Sin embargo, son muchas las
lidad social. preguntas que se pueden hacer sobre
Una parrilla ideal, como la que el los condicionamientos de esa interac-
Anuario propone, sería, pues, aquella ción en la que diversos grupos socia-
que reuniera más audiencia en las dis- les se hallan comprometidos, movidos
tintas franjas horarias. Naturalmente, por intereses opuestos, coordinados o
esa simplificación impone un menos- complementarios.
precio a un planteamiento más creati- El Anuario de la televisión 2001 de
vo y exigente, limita el esfuerzo por GECA, al fin y al cabo una descrip-
contribuir a la dignificación de la ción de la difusión social de la televi-
propia producción y por cooperar sión en España, no pretende respon-
con la toma de conciencia de la pro- der ese tipo de preguntas, pero sí
pia audiencia. Por supuesto que la ofrece los datos de cuya interpreta-
televisión generalista es, ante todo, ción dependen las respuestas que se
entretenimiento. Pero también hay pueden hacer y que siempre serán
grados, estilos y diferencias en el variadas y complejas. En todo caso, es
modo de entretenerse. En el análisis el principal documento analítico y
cualitativo y crítico de esos aspectos estadístico que se publica en nuestro
que no son marginales es donde se país sobre el desarrollo de la industria
advierte que el esfuerzo imaginativo y televisiva en sus diversos aspectos y
analítico de GECA elude, no sin sobre el grado de aceptación y los
habilidad, los caminos que conducen cambios en las preferencias de los
al compromiso creativo. espectadores a la oferta televisiva.
La descripción es, pues, tan funcio-
nal como sea posible. Las apreciacio- Luis NÚÑEZ LADEVÉZE

E. GOFFMAN, H. SACKS, A. CICOUREL y M. POLLNER


Sociologías de la situación
(Edición, traducción e introducción de Félix Díaz,
Madrid, Ediciones La Piqueta, 2000)

En este libro se publican seis artícu- sociológica como en el interaccionis-


los escritos por sociólogos que perte- mo simbólico, y que suelen denomi-
necen a las diversas perspectivas inspi- narse en conjunto «sociologías de la
radas tanto en la fenomenología vida cotidiana» o bien «constructivis-

219
CRÍTICA DE LIBROS

mo social», aunque incluyen también ción, reclaman la necesidad de inves-


corrientes como el sociodramatismo, tigar los entornos inmediatos de la
la etnometodología o el contextualis- acción y, sobre todo, la interacción
mo. Todos estos escritos son poco social. Por ello, su preferencia por la
conocidos en España y no han sido elección de objetos pequeños de la
traducidos hasta ahora, puesto que vida cotidiana, aunque no por ello
proceden bien de revistas especializa- menos importantes que otros más
das en inglés o francés y, en algún estudiados de la Estructura Social,
caso, de obras generales. como los encuentros, las relaciones en
La amplia, documentada e incisiva público, las conversaciones cotidianas
introducción del compilador, que o los rituales de la interacción, pres-
titula «Planteamientos contextuales y tando una especial atención a los
metodológicos: la ubicua relevancia actores en situación, su asunción de
de los contextos presenciales», ofrece los roles y, naturalmente, los proble-
un marcado interés al lector, sobre mas de identidad.
todo al no especializado en estas Las corrientes contextualistas perte-
corrientes, ya que presenta el perfil de necen por derecho propio al campo
los cuatro sociólogos norteamericanos de las ciencias sociales, pero específi-
incluidos en la compilación junto con camente a aquellas no convencionales
un resumen de sus textos, y comple- y no neopositivistas, y, por lo tanto,
mentado con una amplia y actualiza- son claramente innovadoras. Un
da bibliografía en castellano y en aspecto de gran relevancia es su consi-
inglés. deración de que los fenómenos socia-
Pero lo más interesante del texto les son constitutivamente inseparables
del compilador-prologuista es su de los entornos de la interacción den-
reflexión acerca del valor y extensión tro de los que se producen y, por ello,
de los planteamientos contextuales y entran dentro del campo del estudio
etnometodológicos en la sociología del orden social y, también, por lo
norteamericana a partir de sus inicios tanto, del de la Estructura Social.
en los años cincuenta, así como su Las Sociologías de la situación han
entronque o crítica con otras perspec- surgido principalmente a partir de las
tivas teóricas. metodologías cualitativas aplicadas al
Estos nuevos y audaces plantea- estudio de la realidad social, con gran
mientos, sin duda, han revolucionado influencia de las técnicas de observa-
en determinado sentido la sociología ción y del análisis del habla. Yo creo
occidental, sobre todo por su énfasis que se han inspirado en buena parte
en la vida cotidiana, los análisis micro- en las teorías del lenguaje, y en con-
sociológicos y una aguda crítica de los creto de la pragmática anglosajona,
métodos y técnicas neofuncionalistas, así como de la filosofía del lenguaje
en especial de los cuantitativos, como (H. Heidegger, L. Wittgenstein).
la encuesta y los sondeos de opinión. Su surgimiento tuvo lugar en los
Los sociólogos contextualistas, por espacios académicos de las Universi-
poner una etiqueta general y con dades californianas de Berkeley y Los
todas las limitaciones de la defini- Angeles, sobre todo en la última

220
CRÍTICA DE LIBROS

desde la creación por H. Blumer del — Bastante impacto en los años


Departamento de Sociología, al que ochenta y noventa de la corriente
muy pronto se trasladaron H. Sacks específicamente etnometodológica
(en el año 1960) y E. Goffman (en sobre los estudios sociales de la cien-
1962). Sin embargo, posteriormente, cia, así como sobre las descripciones
Sacks se trasladó a Los Angeles, for- analíticas del arte de descubrir e
mando un equipo muy creativo con inventar.
H. Garfinkel. — Estudios aplicados centrados en
Estas nuevas perspectivas suelen la exploración de campos institucio-
preocuparse en sus análisis de los sis- nales determinados y desarrollando
temas locales de relevancia interaccio- métodos de observación e interpreta-
nal, así como de las maneras como se ción locales, destacando los realizados
cumplen las normas dentro de los por A. Cicourel y H. Mehan sobre las
denominados «entornos de la interac- instituciones médica y escolar.
ción», observados muy detalladamen- — Finalmente, hay que destacar
te desde una perspectiva microsocio- también la decisiva influencia que
lógica. Según el compilador, estas han tenido todos estos autores sobre
corrientes han tenido mucha influen- la nueva psicología discursiva británi-
cia en determinados ámbitos acadé- ca de carácter crítico, e inspirada en
micos, desarrollando una visión los principios del contextualismo ela-
sociológica claramente alternativa, e borado tanto por E. Goffman como
incluso subversiva, a la sociología por H. Sacks y M. Pollner.
mayoritaria heredera de la tradición
estructural-funcionalista. Repecto de los seis artículos selec-
Los cuarenta años que median entre cionados, se trata de un ramillete muy
su surgimiento y la actualidad permi- cuidado dentro del que se tratan dife-
ten ya hacer un balance, que parece ser rentes aspectos de la reivindicación
—aunque con matices— positivo res- epistemológica, teórica y metodológi-
pecto de sus logros, que el prologuista ca de estas corrientes. Incluyen, por lo
sintetiza en los siguientes puntos: tanto, contribuciones fundamentales
y, desde luego, fundacionales.
— Una expansión del estudio del El artículo de E. Goffman, «Rubor
habla en interacción y del análisis de y organización social», inaugura esta
las conversaciones, así como de los compilación y, tratándose de este
rituales de la interacción, que se han autor, naturalmente de forma brillan-
ampliado a diferentes ámbitos, como te. Además de ser claramente identifi-
hospitales, oficinas, cárceles, tanato- cable (¿quién no ha pasado por lo
rios, etc. menos una vez en la vida por la amar-
— Ciertos análisis de la expresión ga experiencia del rubor?), el rubor
de la identidad y de la interpretación señala una estrecha relación entre
del orden social en sus constituciones identidad e interacción, ya que en
naturales, aunque de menor relevan- cualquier encuentro cara a cara existe
cia que lo anterior, realizados sobre la posibilidad de que surja el rubor y,
todo por H. Sacks. con ello, el sonrojo característico.

221
CRÍTICA DE LIBROS

Según Goffman, el rubor se mani- una metáfora metodológica, natural-


fiesta siempre que un individuo ha mente) que maneje, categorice y diga
proyectado en un encuentro defini- cosas sobre un determinado tipo de
ciones incompatibles de sí mismo acontecimiento que no se ha visto ni
ante los presentes. A pesar de lo cual observado directamente, siempre que
suele presentarse asociado sólo a cier- se la suministren datos sobre el pro-
tos lugares o entornos sociales, y ceso.
siempre pone de relieve y expresa que En las personas normales, cualquier
existen conflictos de identidad entre momento de su conducta tiene que
principios personales contrapuestos. ver tanto con el anterior como con el
El rubor ilustra la forma como cada posterior, de forma que desde un aná-
individuo maneja su identidad ante lisis lógico de estas secuencias se pue-
los demás, enlazando, pues, con algu- den realizar inferencias válidas con
nas conclusiones del mismo tenor que algún objetivo. Supone, como ejem-
este autor nos ha ofrecido en La pre- plo, que cuando un marido ha gol-
sentación de la persona en la vida coti- peado a su mujer se debe a que antes
diana, libro con el que encuentro han tenido una fuerte discusión y
cierto enlace, por lo menos metodo- antes un conflicto, y que seguramente
lógico. después alguien llamará a la policía y
La aparición del rubor suele revelar ésta se presentará en la casa.
la mayor o menor oscilación del yo En la sociología tradicional, gene-
del sujeto, que se corresponde necesa- ralmente los materiales recogidos
riamente con los cambios de su com- científicamente permiten hacer infe-
portamiento ante los presentes en rencias directas, es decir, que si algo
determinada situación y dentro del ha sucedido nuestro problema meto-
contexto de las instituciones sociales dológico es explicarlo por medio de
que más ha estudiado Goffman: hos- variables. Pero Sacks aboga por el
pitales, escuelas, vestíbulos, cafeterías, procedimiento inverso en la investi-
ascensores... gación de las rutinas cotidianas, de
H. Sacks, en «La máquina de hacer forma que uno pueda elegir entre dis-
inferencias», parte del análisis de una tintos hechos según la presencia o
conversación cotidiana acerca de un ausencia de una explicación plausible,
problema familiar y conyugal para y poniendo como ejemplos experien-
debatir uno de los problemas que más cias de litigios e informes forenses.
gustan a los conversacionalistas: el de Sacks lo expresa claramente en un
cómo ocurre el fenómeno de la inter- párrafo: «los hechos y las explicacio-
acción. nes tienen una relación de ida y vuel-
Se supone que se manifiesta como ta... al menos en esta sociedad».
«secuencias reales» o procedimientos Nuevamente, H. Sacks, en «Sobre
que permiten simultáneamente hacer muestreo y subjetividad», plantea el
inferencias desde las causas a los efec- problema de la construcción de la
tos, y viceversa. De aquí surge la idea realidad, suponiendo que cuando un
de Sacks de que es posible construir investigador se enfrenta a los fenóme-
una máquina (yo lo interpreto como nos sociales siempre busca un orden,

222
CRÍTICA DE LIBROS

o se cree él mismo que existe este noce que la estadística representa uno
orden. Pero a menudo, y a pesar de de los métodos por los que se puede
que se llegue a realizar una investiga- llegar a interpretar el orden social,
ción minuciosa, dicho orden no se sobre todo porque permite llegar a
logra localizar. obtener descripciones claras y com-
Sacks supone que se puede explicar prensibles de los fenómenos sociales.
por el hecho de que determinados Pero —aclara el autor— la estadística
fenómenos sociales son aleatorios, sólo permite captar la organización
pueden o no tener un orden, o bien general, que representa un vicio de
éste surge cuando menos se espera esta técnica, y que se aprecia por la
encontrarlo. extremada monotonía que tiene la
La problemática es, pues, bien rele- interpretación que resulta de ello.
vante, teniendo sobre todo en cuenta Además, Sacks critica —en mi opi-
que los estudios sociológicos se basan nión gratuitamente— a Durkheim
en la reconstrucción de la realidad por la forma como elimina de su teo-
social, en función no tanto de un ría el problema de la subjetividad al
modelo previo, sino más bien de colocarse en el lugar del «nosotros»
cómo se podría hacer tal reconstruc- (los sociólogos que conocemos el
ción. poder que tiene la sociedad sobre
Este autor lo ilustra haciendo una nuestras mentes) estudiando —y
crítica a la investigación convencional frente— al «ellos».
por medio de encuestas extensivas. Pero hace lo mismo con Weber, del
Según sus observaciones, los cuestio- que no comprende su extremado
narios permiten obtener resultados —en su opinión— énfasis en enume-
ordenados pero que tienen al mismo rar las diversas restricciones que cree
tiempo numerosas restricciones, debi- existen para lograr elaborar una cien-
do a las técnicas estadísticas que se cia social objetiva.
aplican. Éstas, según Sacks, sirven Su postura parece ser relativista, al
más para justificar que se ha realizado indicar que los sociólogos sabemos lo
una investigación «decente» que para que cualquier miembro de nuestro
reconstruir la realidad. Incluso lanza grupo y sociedad sabe, y por lo tanto
la afirmación de que muchos de estos sólo es a través de nuestro sentido
estudios son en todas partes malos común como podemos interpretar los
desde una perspectiva epistemológi- hechos sociales. Aunque, prosigue, lo
co-crítica. que se deriva de ello es dar una con-
Los estudios por entrevista perso- testación a la pregunta de ¿qué es una
nal, prosigue, suponen además una explicación?
aproximación muy ocasional a la Su respuesta se centra en reconocer
estructura social, sobre todo porque que el sociólogo trabaja construyendo
tienden a ser extremadamente genera- conceptos, supuestos, modelos, varia-
les, y por ello generalizables, y porque bles, etc., y que es posteriormente
no suelen basarse en una organización cuando intenta ver si se parece o no a lo
adecuada del muestreo. que quiere que se parezca, con lo que se
A pesar de esta crítica, Sacks reco- mezcla inevitablemente lo objetivo con

223
CRÍTICA DE LIBROS

lo subjetivo. Por lo tanto, según este La misma problemática surge tam-


criterio, para interpretar no se necesitan bién cuando intentamos interpretar
medios sofisticados, sino que lo que diferentes personas el contenido de
hay que hacer es mirar a los objetos que documentos objetivos como pueden
se investiga tal como los mira la gente ser informes escritos o cintas de
normal, los no sociólogos. Y así, según vídeo.
este autor, se sabe con certeza cómo dar Cicourel muestra más adelante sus
una explicación convincente. preocupaciones sobre las propiedades
En «Algunas cuestiones de teoría y de la vida cotidiana. Criticando los
método», A. Cicourel vuelve, como problemas sociales que sirven como
Sacks lo ha hecho antes, a plantear la punto de partida de muchas de las
crítica a la forma convencional de investigaciones que realizamos los
hacer sociología empírica, aunque sociólogos, los valora como «instan-
centrándolo esta vez en conocer cuá- cias obvias del mundo real». Conside-
les son las actividades que el sociólo- ra, además, que para comprenderlos
go etiqueta dentro del campo de la hay que examinar previamente las
«Estructura Social». propiedades de las rutinas de la vida
Para alcanzar la objetividad, los cotidiana, como las conversaciones
sociólogos conocemos por experiencia naturales. Estas rutinas son las que
los principios que permiten hacer ofrecen materiales verdaderos para
inferencias sobre acontecimientos o poder construir descripciones signifi-
hechos que sucedieron. Algunos cativas de la Estructura Social.
ejemplos pueden ser: los resultados de El autor asegura que si queremos
cuestionarios o las tablas del censo, dar sentido a lo que tenemos y a lo
que pueden describir adecuadamente que hacemos se requiere un aparato
fenómenos verificables. teórico más sofisticado que el que
Cicourel indica que tiene muchas suele utilizarse por la sociología con-
dudas acerca de la posibilidad de que vencional. Y sugiere seguir el modelo
el investigador de un fenómeno y el de Sacks respecto de la posibilidad de
lector del estudio o informe den el construir un artefacto capaz de pro-
mismo significado a los datos obteni- ducir secuencias conversacionales que
dos, y ello aunque sean miembros del pudieran ser reconocidas por miem-
mismo grupo social o de la misma bros de la sociedad, y consideradas
sociedad. «correctas» o «apropiadas», sobre
Expone el ejemplo de que cuando objetos y acontecimientos conocidos.
se da un diálogo conflictivo entre un En su opinión, el problema meto-
joven y un policía sobre si el tono del dológico clave para los sociólogos es
primero significa o no una amenaza a el de la traducción de las ocurrencias
la autoridad, aspecto que tiene mucha o sucesos naturales al lenguaje espe-
relevancia y efectos en la vida prácti- cializado o técnico. La solución que
ca, no es fácil hacer inferencias puesto propone se fundamenta en el modelo
que los puntos de vista, tanto de los lingüístico-etnográfico, usando las
participantes como de los observado- expectativas contextuales previas
res, son divergentes. como esquema de la interpretación de

224
CRÍTICA DE LIBROS

los hallazgos, considerados como posturas ante el mismo hecho. Apro-


datos. Su alternativa parte de obser- vecha para ilustrar este principio
var las limitaciones y las dependen- diversos ejemplos recogidos de una
cias de cada estrategia metodológica. investigación realizada sobre los juz-
Y señala también que la estructura gados de tráfico municipales en Esta-
social que el sociólogo quiere conocer dos Unidos.
presupone siempre el conocimiento Al desarrollar este concepto de
de las expectativas del contexto, y que «razón mundana», Pollner no vacila
los miembros del grupo deben utili- en referirse a los maestros de la feno-
zar como esquemas de interpretación. menología sociológica, concretamente
En «El razonamiento mundano», a A. Schutz y M. Merleau-Ponty.
M. Pollner parte del principio de que Desde esta perspectiva filosófica, afir-
cuando alguien plantea sus metodolo- ma que el carácter del mundo coti-
gías interpretativas siempre se basa en diano es el que se da por supuesto
suposiciones sobre el carácter inter- desde nuestro sentido común, porque
subjetivo de los acontecimientos, aquél está siempre compartido, y una
oscilando las posturas bien en consi- prueba de ello es que los actos lin-
derar que nunca estamos en contacto güísticos son inteligibles sin excep-
con el mundo en sí, o bien suponer ción para todos los miembros de un
que puesto que estamos en situación mismo grupo social.
podemos conocer el mundo compar- Como estos supuestos mundanos
tido con los otros. son incorregibles, los podemos valo-
La clave del punto de vista que rar como si fueran prejuicios. Aunque
adopta Pollner está en creer que igual las personas podemos neutralizarlos,
que los antropólogos pueden estudiar usando diferentes habilidades cotidia-
una tribu extraña y ajena desde sus nas que hemos aprendido durante el
suposiciones, también los sociólogos proceso de socialización.
podemos hacer algo análogo. Cuando Cuando se dan diferentes percep-
hacemos inferencias sobre nuestro ciones sobre una misma realidad, la
mundo social, siempre intentamos solución a las versiones divergentes
especificar y detallar lo que presupo- debe fundamentarse en hacer conje-
ne el actor cuando asume su mundo turas sobre la inoperancia de algunas
intersubjetivo. de las suposiciones que damos por
Sin embargo, es un hecho verifica- verdaderas.
do que varias personas que observan Para Pollner, finalmente, los «razo-
simultáneamente un «mundo» social, namientos mundanos» son importan-
lo experimentan, y por lo tanto lo tes para el etnometodólogo, ya que
describen, de manera distinta y fre- tienen capacidad para dar a conocer
cuentemente contradictoria. como acontecimientos sorprendentes
Pollner cree que se debe esta carac- las diferentes experiencias y las expli-
terística a que existe una «razón mun- caciones divergentes de dos personas
dana» que nos sirve de guía para la que observan el mismo «mundo»,
interpretación, pero que al mismo pero del que dan diferentes versiones.
tiempo nos permite adoptar distintas En el último artículo, de E. Goff-

225
CRÍTICA DE LIBROS

man, titulado «Microsociología e his- social y las situaciones de interacción


toria», se glosa el concepto-clave de cara a cara.
«microsociología» dando dos acepcio- En conjunto, el libro reseñado
nes: una con el significado derivado tiene un gran valor para la sociología,
de las ciencias físicas y de la bioquí- porque reivindica el marcado carácter
mica, y otra relativa al análisis de las subversivo que tienen estas nuevas
interacciones sociales, siendo esta corrientes teóricas constructivistas y/o
última acepción la que tiene más situacionistas, al criticar tanto la epis-
interés para la sociología. temología subyacente a los conceptos
Parece que el concepto procede de y modelos como la metodología que
la Antropología Cultural, y se basa en se aplica a la recogida de los datos,
considerar que un hecho o producto todo ello referido a los estudios neo-
social no es significativo por su ori- positivistas. Creo que ha quedado
gen e historia, sino que su importan- bastante claro que todos los autores
cia deriva de su papel en la vida incluidos en esta compilación inten-
social. tan trastocar de una u otra manera el
Este autor destaca, además, que en orden de la sociología empírica, cali-
los últimos decenios los historiadores ficándolo como poco correcto e inefi-
han ido ampliando sus objetos de caz, y planteando la necesidad de sus-
investigación a aspectos que antes tituirlo por otro, del que facilitan
sólo interesaban a los sociólogos: algunas pistas.
como la vida cotidiana, las clases La elección de los artículos ha sido
sociales o las circunstancias de las muy cuidada, en mi opinión, puesto
vidas de las mujeres. Por lo tanto, se que dentro de todos ellos se incluyen
ha logrado una permeabilidad entre críticas basadas en la teoría del cono-
historiadores, sociólogos y antropólo- cimiento de fundamento fenomeno-
gos, en un nuevo campo que se puede lógico. Tienen, pues, gran utilidad
denominar propiamente como «mi- para quienes quieran conocer algunos
crosociología». de los postulados de las nuevas pers-
Goffman reivindica la necesidad de pectivas constructivistas.
realizar «microanálisis», justificando Sin duda, la mayoría de estos auto-
el estudio de fenómenos pequeños res dan un fuerte varapalo contra la
por la imposibilidad de la sociología sociología empírica, y tanto la cuanti-
de poder hacer inferencias a gran tativa como la cualitativa, en base a
escala en el ámbito de la sociología considerar que es demasiado implíci-
empírica convencional. ta, que generaliza en exceso, que utili-
A pesar de esta reivindicación del za conceptos y variables poco defini-
concepto, el autor cree que todavía dos y menos verificados, y que recoge
son imprecisos los conceptos que uti- datos cuya identidad con los objetos
lizamos en el campo del análisis que estudia es dudosa.
microsociológico. El problema más Un aspecto muy interesante de
grave para poder realizar una inter- estas nuevas corrientes, y que las reva-
pretación radica en lograr encontrar loriza, es su fundamento en las teorías
las mediaciones entre el orden macro- lingüísticas, sobre todo las anglosajo-

226
CRÍTICA DE LIBROS

nas y norteamericanas, desde Ch. de Cicourel y de Goffman, y que


Morris a B. L. Whorf, sobre todo intentan —con fundamentos y auda-
porque desde la lingüística se pueden cia— la elaboración de una sociología
elaborar métodos capaces de hacer micro, más concreta e inmediata, a la
emerger el significado de las acciones que se llega a conceptualizar con
y hechos culturales (que ellos aplican, mayor profundidad y rigor, las solu-
naturalmente, a la vida cotidiana). ciones que plantean estos autores
Valoran especialmente las distincio- tampoco ofrecen alternativas globales
nes que hacen los antropólogos del demasiado claras y sí crean nuevas
habla entre las interpretaciones emic y dudas sobre la validez teórica y meto-
etic de los hechos culturales, y el pro- dológica de la sociología como cien-
blema de fondo de la construcción y cia social concreta, en el sentido de
reconstrucción del orden social. Medina Echevarría.
Las tesis expresadas consolidan la En su mayoría, los ejemplos que
idea de que la «sociología convencio- ponen en los textos son pequeñas
nal», y que identifican claramente sociologías de la interacción en for-
con la herencia del estructural-fun- mas diversas: conversaciones, debates
cionalismo norteamericano, aunque sobre significados, visiones contra-
está muy formalizada por medio de puestas de un mismo hecho y cons-
conceptos y modelos analíticos, sigue trucciones de identidades en situa-
siendo poco rigurosa epistemológica- ción, aspectos que si bien amplían la
mente. Esta problemática, en su opi- visión de lo social y de lo cultural, su
nión, se vincula con la dialéctica alcance interpretativo sobre la Estruc-
acción/conocimiento y, sobre todo, tura Social lo considero como limita-
debe centrarse en el análisis de las do y, sobre todo, delimitado (por la
conductas y la descripción de los perspectiva micro adoptada como
hechos y las inferencias que se pue- única).
den realizar de los mismos. Sin embargo, estas modestas obser-
Por lo tanto, desde la perspectiva vaciones no invalidan, sino que, creo,
constructivista se puede llegar a revalorizan, sus propuestas contra el
reconstruir la sociología occidental, y modo de hacer sociología «al uso», el
en aspectos concretos como la elec- «convencional», claramente anclado
ción de objeto, la recogida de los en unos conceptos y métodos muy
datos y la aplicación de métodos estereotipados y, por ello, estériles en
microsociológicos. buena medida para poder alcanzar
Sin embargo, y a pesar de que reco- una interpretación adecuada y correc-
nozco la singularidad de estos plan- ta de ciertos hechos colectivos.
teamientos, que conocía sobre todo
anteriormente por la magnífica obra Miguel ROIZ

227

También podría gustarte