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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS EXACTAS E INGENIERÍAS.

DISPOSITIVOS DE PROTECCIÓN ELÉCTRICA

INTEGRANTES: Zúñiga Regin Armando

MAESTRO: Vega Gómez Carlos Jesahel

LABORATORIO DE ELECTRONICA I

FECHA: 06/12/13
OBJETIVO

Son dispositivos encargados de des energizar un sistema, circuito o artefacto,

cuando en ellos se alteran las condiciones normales de funcionamiento. Como

su nombre lo indica, estos aparatos protegen las instalaciones para evitar

daños mayores que redunden en pérdidas económicas. Algunos de ellos están

diseñados para detectar fallas que podrían provocar daños a las personas.

Cuando ocurre esta eventualidad, desconectan el circuito. Entre una gran

variedad de dispositivos de protección, los más utilizados son los “Interruptores

Termomagnético” o “Disyuntores” y los “Interruptores o Protectores

Diferenciales.

INTRODUCCIÓN

Interruptor Termomagnético o Disyuntor

Es un dispositivo de protección provisto de un comando manual y cuya función

consiste en desconectar automáticamente una instalación o un circuito,

mediante la acción de un elemento bimetálico y un elemento electromagnético,

cuando la corriente que circula por él excede un valor preestablecido en un

tiempo dado.

La protección térmica está formada por un bimetal, dos láminas de material con

distinto coeficiente de dilatación a la temperatura, rodeadas de un material

resistivo. La protección magnética está formada por una bobina, un núcleo

móvil y un juego de contactos para cerrar o interrumpir el circuito.


El principio de funcionamiento se basa en dos efectos que produce la corriente

eléctrica al circular: el efecto térmico o calórico y el efecto magnético. El diseño

de un disyuntor considera esos dos efectos para que, de acuerdo a un

determinado valor de corriente, su funcionamiento sea normal, pero al

excederse sea detectado por cualquiera de los dos mecanismos.

Un exceso de corriente producirá aumento de temperatura y, por consiguiente,

dilatación del bimetal, el cual activará el dispositivo de desconexión. Del mismo

modo, el aumento de corriente produce atracción del núcleo, el cual activará el

dispositivo de desconexión. En ambos casos, el disyuntor cuenta con un

sistema de enclavamiento mecánico o traba que impide la reconexión

automática del dispositivo. Para restablecer el paso de energía debe eliminarse

la causa que provocó el exceso de corriente, destrabar el mecanismo bajando

la palanca manualmente y luego volviéndola a subir.

Las causas del exceso de corriente pueden ser una falla de cortocircuito,

provocado por la unión de dos conductores activos a potencial diferente – como

fase y neutro - , o la unión de un conductor activo que pase por la carcasa

metálica de un artefacto conectado a tierra. Otra causa de exceso de corriente

puede ser una sobrecarga, que consiste en un aumento de la potencia por

exceso de artefactos o porque un artefacto tiene una instalación deficiente.

Esta situación se produce frecuentemente al conectar estufas o calefactores

eléctricos en circuitos de menor corriente nominal.

Por sus características de operación, el elemento bimetálico del disyuntor actúa

en forma lenta, por lo que se presta especialmente para la protección de


sobrecargas; en cambio, el sistema magnético es de acción rápida y protege

eficazmente del cortocircuito.

PARTES DE UN MAGNETOTERMICO
Variando las características de estos sistemas se pueden obtener disyuntores

de diversas velocidades de operación, lo que permitirá ubicarlos en diferentes

partes de una instalación y, de este modo, optimizar la protección.

Los disyuntores se conectan en serie, en la fase, entre el punto de alimentación

y los posibles puntos de falla, con el objeto de delimitar la falla en un área

reducida. La protección que esté más próxima al punto de falla debe operar

primero y si ésta, por cualquier motivo, no actúa dentro de su tiempo normal, la

que sigue debe hacerlo. El ideal es que la falla sea despejada en el disyuntor
más cercano. Si se consigue este objetivo, los cortes de energía son

sectorizados y la detección de la falla se hace más fácil.

INTERRUPTOR O PROTECTOR DIFERENCIAL

Es un dispositivo de protección diseñado para desenergizar un circuito cuando

en él exista una falla a tierra. Opera cuando la suma vectorial de las corrientes

a través de los conductores del circuito es mayor que un valor preestablecido.

Su principio de funcionamiento está basado en la ley de Kirchhoff que dice que

la suma vectorial de las corrientes en un circuito (entrando o saliendo) es igual

a cero. En condiciones normales de funcionamiento, estas corrientes suman

cero; al existir una falla a tierra que afecte a los conductores activos, por

pequeña que sea, esta ley no se cumplirá.

ESQUEMA INTERNO DE UN INTERRUPTOR DIFERENCIAL


La parte principal del dispositivo diferencial consta de un transformador de

corriente de núcleo toroidal; esta forma de núcleo permite un mejor rendimiento


del protector. Un devanado en el núcleo capta la corriente de diferencia y, por

medio del electroimán, activa la apertura del circuito.

CORTACIRCUITOS FUSIBLES DE BAJA TENSIÓN

Los cortacircuitos fusibles son el medio más antiguo de protección de los

circuitos eléctricos y se basan en la fusión por efecto de Joule de un hilo o

lámina intercalada en la línea como punto débil.

Los cortacircuitos fusibles o simplemente fusibles son de formas y tamaños

muy diferentes según sea la intensidad para la que deben fundirse, la tensión

de los circuitos donde se empleen y el lugar donde se coloquen. El conductor

fusible tiene sección circular cuando la corriente que controla es pequeña, o

está formado por láminas si la corriente es grande. En ambos casos el material

de que están formados es siempre un metal o aleación de bajo punto de fusión

a base de plomo, estaño, zinc, etc. fundamentalmente encontraremos dos tipos

de fusibles en las instalaciones de baja tensión:

• gl (fusible de empleo general)

• aM (fusible de acompañamiento de Motor)

Los fusibles de tipo gl se utilizan en la protección de líneas, estando diseñada

su curva de fusión "intensidad-tiempo" para una respuesta lenta en las

sobrecargas, y rápida frente a los cortocircuitos. Los fusibles de tipo aM,

especialmente diseñados para la protección de motores, tienen una respuesta

extremadamente lenta frente a las sobrecargas, y rápida frente a los

cortocircuitos. Las intensidades de hasta diez veces la nominal (10 In) deben

ser desconectadas por los aparatos de protección propios del motor, mientras

que las intensidades superiores deberán ser interrumpidas por los fusibles aM.
La intensidad nominal de un fusible, así como su poder de corte, son las dos

características que definen a un fusible.

La intensidad nominal es la intensidad normal de funcionamiento para la cual el

fusible ha sido proyectado, y el poder de corte es la intensidad máxima de

cortocircuito capaz de poder ser interrumpida por el fusible. Para una misma

intensidad nominal, el tamaño de un fusible depende del poder de corte para el

que ha sido diseñado, normalmente comprendido entre 6.000 y 100.000 A.

REDES TÉRMICOS BIMETÁLICOS

Los relés térmicos bimetálicos constituyen el sistema más simple y conocido de

la protección térmica por control indirecto, es decir, por calentamiento del motor

a través de su consumo. Los bimetales están formados por la soldadura al

vacío de dos láminas de materiales de muy diferente coeficiente de dilatación

Al pasar la corriente eléctrica, los bimetales se calientan y se curvan, con un

grado de curvatura que depende del valor de la corriente y del tiempo.

En caso de sobrecarga, al cabo de un determinado tiempo definido por su

curva característica, los bimetales accionan un mecanismo de disparo y

provocan la apertura de un contacto, a través del cual se alimenta la bobina del

contacto de maniobra. Este abre y desconecta el motor. En los relés térmicos

diferenciales se dispone de un sistema mecánico diferencial para la protección

contra fallos de fase. Si durante la marcha del motor se interrumpe una fase

(p.e. L3), el bimetal de esta fase se enfría y desplaza hacia la izquierda la

regleta superior. Con ello se consigue una carrera adicional en el extremo de la

palanca, de forma que con una menor deformación de los otros dos bimetales

se produce el disparo. El efecto resultante es un desplazamiento de la curva de


disparo según la línea de trazos de la curva característica, de forma que éste

se produce con una intensidad inferior a la nominal (generalmente a 0,85 de la

nominal). Se trata, pues, de una protección contra fallos de fase muy relativa,

ya que el tiempo de disparo depende de la intensidad que esté consumiendo el

motor. Si en el momento del fallo de fase esta intensidad fuera inferior al valor

ajustado en el relé, éste no dispararía o lo haría en un tiempo muy grande. En

cualquier caso se trata de un disparo lento, ya que incluso con la intensidad

nominal habría que esperar un tiempo de aproximadamente 100 segundos.

PROTECCIÓN CON SONDAS TÉRMICAS

La protección con sondas térmicas constituye un magnífico sistema de

protección contra las sobrecargas térmicas suaves y prolongadas. La sonda es

como un termómetro que mide de forma directa la temperatura del

arrollamiento del motor, acusando también la influencia de otros factores

externos, tales como una temperatura ambiente excesiva o una refrigeración

insuficiente.

Aunque hay varios tipos de sondas, las más utilizadas son las de coeficiente de

temperatura positivo (CTP) o termistancias, las cuales se caracterizan por

provocar un aumento brusco de su resistencia cuando la temperatura llega a un

valor determinado, llamado "temperatura nominal de funcionamiento" (TNF).

Para este valor, la termistancia, conectada a un relé electrónico especial,

provoca el disparo del contacto de maniobra.

Como las sondas miden exclusivamente la temperatura del punto en que hacen

contacto, es necesario colocarlas en los puntos más críticos del arrollamiento

del motor; generalmente en el fondo de las ranuras o en las cabezas de bobina


del lado de salida del aire. Esto obliga a efectuar su montaje de forma

cuidadosa durante la fase de bobinado del motor para asegurar un buen

contacto térmico. Además de los problemas que lleva la colocación de la sonda

hay otro factor que condiciona decisivamente este sistema de protección. A

pesar de su pequeña masa (como una cabeza de cerilla), la sonda reacciona

con un cierto retardo definido por su constante de tiempo térmica, que en la

práctica suele ser del orden de 8 a 10 segundos.

CONCLUSIÓN

Existe diversos tipos de protección eléctrica depende del tipo de circuito o de la

instalación es el dispositivo de protección eléctrica que se debe de usar.

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