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No tenga miedo de elegir un vino especial para una cena particular.

Siga estos consejos y


no se equivocará.

Aunque la combinación vino y comida es todo un arte, si se siguen ciertas recomendaciones, no


es difícil encontrar el vino adecuado para un plato particular. A continuación, 6 reglas
fundamentales para tener en cuenta antes de elegir un vino:

1. Armonía. En el maridaje, se busca que los sabores del vino y de la comida armonicen entre sí
y se puedan sentir y disfrutar tanto las notas características del vino como los sabores del plato.
Ninguno de los dos debe sobrepasar los sabores del otro. Tampoco debe salir un tercer sabor
desagradable.

2. Sabor y consistencia. Una buena combinación debe equilibrar dos elementos: los sabores
predominantes y la consistencia tanto del vino como de la comida. Así por ejemplo, un plato
preparado con pimiento se podría servir con un vino que tenga notas de esta verdura. Por otra
parte, la consistencia de un plato debe ser contrapesada con la del vino. Por ejemplo, un
pescado con una salsa blanca ligera se puede combinar con el cuerpo más espeso de un
Chardonnay.

3. Contraste y similitud. Hay dos formas de entrelazar un vino y una comida: por la semejanza
de sus sabores y también por su contraste. Los sabores similares se potencian y se refuerzan.
En cambio, al buscar sabores opuestos cada sabor juega su propio rol creando nuevas
sensaciones en el paladar.

4. Conozca los 4 sabores principales. Es importante saber que la percepción del sabor se
divide en cuatro elementos esenciales: ácido, amargo, dulce y salado. El vino tiene estos cuatro
elementos, que afectan su relación con la comida.

Acidez: La acidez se percibe en los costados de la lengua y es muy fácil de identificar. Es el


elemento que da la sensación de frescura. Si un vino presenta sabor ácido, potenciará ese gusto
de alimentos como el tomate, el limón y otros. Por otra parte, disminuye la sensación oleosa de
preparaciones con crema o queso. En general un vino con buena acidez resalta los sabores de
las comidas.

Dulzor: El sabor dulce es el primero que se percibe y llega directo a la punta de la lengua. Todos
los vinos tienen algún grado de dulzor, por que el azúcar es un elemento presente en la uva y en
la vinificación. Mientras menos dulzor tenga un vino se habla de que es más seco. Los vinos que
tienen más dulzor son los blancos como el Riesling y Gewürztraminer. Estos vinos por lo general
moderan comidas con muchas especias. También complementan platos agridulces. Por
contraste, se llevan bien con ingredientes salados.

Salado: Se percibe en la parte central y media de la lengua. Está presente en el vino, pero es
casi imperceptible. Si quiere aminorar la sensación de salado, utilice vinos ácidos, pues la
aminoran. Por otra parte, tenga en cuenta que la sal acentúa el sabor de los taninos y el alcohol.

Amargo: Se siente al interior de lengua, casi al final. El vino tinto, especialmente, presenta esta
característica principalmente por los taninos que posee. Estos elementos se llevan bien con los
sabores fuertes de la carne asada o los sabores ahumados. También se complementan bien con
ingredientes naturalmente amargos como la rúcula o espinacas.

5. Conozca los sabores y aromas de las cepas. Los distintos sabores y aromas de cada vino
dependen de la variedad de uva con la que se creó. Si usted conoce los sabores y perfumes de
la variedad, tendrá una guía certera de combinación, y podrá complementar y contrastar los
sabores de su comida.
Sauvignon Blanc
Cepa blanca de cuerpo ligero y aromas intensos a cítricos y a hierbas, especialmente a pasto
fresco. En algunos se pueden percibir notas a espárragos, especias, frutas tropicales, manzana,
humo, flores, lima, limón, miel, notas minerales. Presenta un buen nivel de acidez. Fermentado y
envejecido en roble, adquiere un tono tostado de color de nuez.

Chardonnay
Sus aromas típicos son las frutas tropicales como la piña, el plátano y la papaya, además del
durazno. Produce vinos de buen cuerpo, lo cual permite un envejecimiento en barricas de roble:
en este caso, el vino desarrolla aromas a miel, a cera de abeja, a mantequilla y vainilla. Presenta
una buena acidez.

Cepas tintas:
Cabernet Sauvignon
Es la cepa con más presencia de taninos, las sustancias que le entregan cuerpo y color al vino.
Los taninos también le dan cierta astringencia, que varía según la forma de vinificación y de
guarda. Sus sabores varían desde confitados de los climas más cálidos a notas de hierbas
propias de lugares más fríos. Entre sus principales aromas se encuentran guinda, cereza,
ciruela, chocolate negro, tabaco, menta, caramelo, pimienta, café y humo.

Merlot
Esta cepa tinta presenta menos intensidad de color que el Cabernet Sauvignon, así como menor
presencia de taninos. Entrega aromas a casis, confitura de bayas rojas y violeta. En su sabor se
pueden apreciar notas a ciruelas, guindas, rosas, pimienta negra, tabaco, vainilla, ceniza, té, y
canela, entre otras.

Carménère
Chile es el único lugar del mundo que produce Carménère, ya que esa cepa fue extinguida en
Europa por una plaga a principios del siglo XIX. Es parecida al Merlot, pero con taninos algo más
rústicos. Presenta aromas a especias, como pimienta negra y berries (como mora), vainilla,
tabaco y cacao.

Pinot Noir
Esta cepa de carga tánica baja da vinos de color delgado y de cuerpo medio-bajo. Sus aromas
son muy finos, como la violeta y la rosa, generalmente asociados a frutas rojas. Su astringencia
baja puede dar la impresión de un vino más ácido que los otros.

Malbec
Cepa representativa del viñedo argentino, entrega vinos con buen cuerpo, concentrados y
elegantes, con una alta presencia de taninos que lo hacen favorable para la guarda. Sus sabores
predominantes son la cereza, ciruela, té, tostado, cuero y tabaco.

Syrah
Esta cepa da resultados muy distintos según su lugar de plantación; puede dar vinos muy
gruesos como vinos de cuerpo medio. Generalmente ofrece aromas a ciruelas, zarzamora y
chocolate y perfumes silvestres.

6. Confíe en su gusto. Nadie tiene la última palabra en la combinación vino y comida.


Finalmente es un asunto de preferencias personales que se logran experimentando y confiando
en la propia elección.

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