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Los canales de calcio son canales iónicos (estructuras macromoleculares transmembrana,

provistas de un poro y situadas en la membrana plasmática de las células) que permiten la


entrada de iones Ca2+ al citosol y por tanto, hacen que aumente la concentración intracelular
de este ion, produciendo una despolarización, lo que constituye una señal para la activación
de muchas funciones celulares.
El calcio está más concentrado fuera de la célula que dentro, de manera que existe
una diferencia de potencial (potencial de acción) a ambos lados de la membrana. Cuando los
canales de calcio se abren, el ion Ca 2+ tiende a entrar pasivamente en la célula, ya que
pueden penetrar a través de dichos canales; por tanto las concentraciones de Ca 2+ tienden a
igualarse a ambos lados de la membrana, produciéndose una despolarización; al igual que
sucede con los canales de sodio. La despolarización que producen los canales de calcio es
menos acentuada que la producida por los canales de sodio, porque la concentración
intracelular de calcio (3 mM) no es tan grande como la concentración extracelular de sodio
(145 mM).
Cuando un impulso nervioso generado por el sistema nervioso central (o un estimulador
nervioso periférico), es propagado a la terminación nerviosa, este potencial de acción nervioso
induce un cambio en la permeabilidad de los canales de calcio, iniciándose la despolarización
y permitiendo el influjo de iones de calcio.
Los iones de calcio promueven la fusión de la membrana de la vesícula sináptica con la
membrana terminal del axón en la neurona, provocando la liberación de la acetilcolina a
la hendidura sináptica por un mecanismo de exocitosis.
Una vez la acetilcolina entra en la hendidura sináptica, se puede unir a los receptores
colinérgicos, cuya unión es muy breve (1 ms) ya que es rápidamente metabolizada por
la enzima acetilcolinesterasa, a colina y acetato. La colina es nuevamente retomada y
reutilizada para nueva síntesis de acetilcolina.
Los receptores colinérgicos los podemos clasificar como muscarínicos y nicotínicos:

 Receptores muscarínicos. Encontramos los receptores muscarínicos en


el corazón (bradicardia), en músculo liso de tracto gastrointestinal (peristalsis y relajación
de esfínteres), glándulas exocrinas (aumento de secreciones), bronquios (espasmo
bronquial), tracto urinario, ojo (contracción del músculo circular del iris), etc.
La atropina bloquea los efectos muscarínicos de la acetilcolina, pero la intensidad de la
respuesta depende de la dosis. Dosis bajas bloquearán los receptores muscarínicos
cardíacos, pero no las respuestas del músculo liso.

 Receptores nicotínicos. Los receptores nicotínicos se encuentran en los ganglios


autónomos (simpáticos y parasimpáticos) y en la unión neuromuscular. Parece que los
receptores nicotínicos de la unión mioneural y de los ganglios tienen algunas diferencias y
de ahí sus distintas respuestas ante una misma droga.1

Calcio y contracción muscular


La contracción muscular es el proceso fisiológico en el que los músculos desarrollan tensión y
se acortan o estiran (o bien pueden permanecer de la misma longitud) por razón de un previo estímulo
de extensión12. Estas contracciones producen la fuerza motora de casi todos los músculos superiores El
aumento de calcio citoplasmático es el principal responsable de la contracción muscular. Cuando
llega un impulso nervioso a la membrana de la fibra muscular, concretamente mediante la
liberación del neurotransmisora acetilcolina, ésta se despolariza produciendo una entrada de calcio
desde el espacio extracelular. Este impulso se transmite a lo largo de la membrana llegando al
retículo sarcoplásmico, desde donde se libera calcio al citoplasma.

El calcio en la coagulación sanguínea La coagulación se define como el proceso enzimático a través


del cual la proteína soluble presente en el plasma llamada fibrinógeno, experimenta un cambio
químico que la convierte en insoluble y le proporciona la capacidad para entrelazarse con otras
moléculas iguales formando una red tridimensional de fibrina, en la cual quedan atrapadas algunas
sales, agua y células sanguíneas. La cascada de coagulación se divide arbitrariamente en tres vías:
las vías de iniciación intrínseca y extrínseca, y la vía de terminación o vía común donde las dos
anteriores convergen. Cada reacción en estas vías provoca el ensamble de una enzima (factor de
coagulación activado), una pro‐enzima o factor de coagulación inactivado el cual funciona como
sustrato, y un cofactor. El ensamblaje se da en general sobre una superficie aniónica, por ejemplo
fosfolípidos de membranas de restos celulares o plaquetas activadas. La estabilización de estas
uniones cruzadas se da a través de puentes formados por iones Ca2+. De esta forma el calcio actua
como gatillo, disparando la coagulación sanguínea. El calcio extracelular tiene un papel dual en
este proceso. Cuando ocurre una lesión en el organismo, el calcio activa un set de proteasas, a
través del desdoblamiento de una serie de proteínas multidominio, y simultáneamente une
dominios localmente a fragmentos celulares y membranas (fosfolípidos). Este efecto se
desencadena como consecuencia de sitios de unión que se encuentran muy expuestos en las
proteínas de la cascada de coagulación, estos sitios están compuestos por un aminoácido especial
llamado g‐carboxigutamina (Gla). Estas proenzimas tienen secuencias ricas en Gla provocando que
la unión con calcio transforme un segmento polimérico con conformación aleatoria en un
segmento altamente organizado, el cual mantiene en su organización a los iones calcio
parcialmente expuestos de tal forma que permite la unión con los fosfolípidos u otros aniónes en
los tejidos dañados. Por ejemplo, la proteasa multidominio, protrombina, reajusta sus
interacciones dominio‐dominio para que la hidrólisis necesaria para formar el coágulo se pueda
llevar a cabo.

Calcio en lo cardiovascular
El calcio (Ca++) juega un papel muy importante en el mantenimiento y regulaciÛn de la funciÛn
cardiaca normal. La fuerza de contracciÛn

mioc·rdica se altera por cambios en la entrada de calcio a la cÈlula, los niveles de calcio en los sitios
de almacenamiento y sensibilidad de calcio por

las proteÌnas contr·ctiles.

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