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Tema: La Caoba.
MARCO CONCEPTUAL
ECOLOGÍA
La caoba tiene como habitad natural una amplia área de América tropical, desde
el paralelo 23° N en México, hasta los 18° S; pasando por todo el corredor
atlántico de Centro América y toda la región amazónica de América del sur, que
incluyen los países de Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia, Perú y Venezuela,
(Lam 1966).
En el Perú se encuentra en áreas protegidas como la Reserva del Pacaya –
Samiria en la Región Loreto. En su habitad natural se encontró densidades
desde menos de un árbol por hectárea, hasta 70 individuos (Gullison, et al,
1966).
2.2 Relieve
2.3 Suelo
La caoba en su hábitat natural tiene un buen crecimiento en los suelos aluviales
de origen mixto, suelos volcánicos y suelos que se derivan de la piedra caliza,
granito, andesita y de las rocas sedimentarias, ígneas y metamórficas. Para
obtener un mejor crecimiento el suelo tiene que ser con buen drenaje, fértil e ir
de alcalino a neutro, el pH puede ir de 6.9-7.7. En plantaciones puede crecer en
suelos erosionados, arcillosos, arenoso. El pH puede llegar hasta 4.5.
Una de las principales razones por lo cual la caoba se ve afectada en su
crecimiento es la plaga del barrenador (Hypsipyla grandella). Cuando los árboles
aún son jóvenes son propensos a los incendios, ya en su madurez son más
resistentes. Los suelos compactados pueden ser un factor para que no crezca
de manera adecuada.
Dentro del bosque natural se asocia con especies forestales como Schweleira
sp (Ochabaja), Apouleia molaris (anacáspi). La especie vegetal más utilizada
como indicadora sobre la presencia de la caoba dentro del bosque primario es la
palmera conocida como Yarina (Phytelephas macrocarpa). Esta palmera crece
en manchales donde la fertilidad natural del suelo va de relativamente alta a alta
(Newton et al 1993).
En el fundo “Naranjo” ubicado a 6 km de la ciudad de Yurimaguas, se viene
desarrollando un trabajo de observación sobre asociaciones de caoba con otras
especies arbóreas. En este ensayo las asociaciones son las siguientes: 1)
plantones de caoba asociados con cítricos, 2) caobas con guanábana; 3) caoba
con Marupa y 4) caoba con Marupa más piñón. En la actualidad las asociaciones
tienen 2 años (17 febrero del 2012). Todas las plantas de caoba recibieron 10
gramos de “Carbaxin” en 20 litros de agua como insecticida para controlar la
broca (Hipsipyla grandella).Las evaluaciones se llevan a cabo trimestralmente.
Esta misma tendencia se observó en una plantación de caoba asociado con
Marupa en el Centro de Investigación y Enseñanza Agroforestal en Yurimaguas.
La asociación se hizo cuando las caobas tenían cuatro años de edad. El rápido
crecimiento en altura de la Marupa, hizo que en solo dos años seguidos al
trasplante, alcance la altura de la caoba. En esta asociación se observó que los
árboles de Caoba asociados con Marupa mejoraron largamente, mostrando una
frondosidad impresionante, indicando, que el ataque del barrenador de brotes
disminuye significativamente.
CAPITULO III
SILVICULTURA GENERAL
3.1 Fenología
La caoba florece y empiezan a mostrar los primeros frutos entre los meses de
diciembre a febrero. Los frutos inician su maduración en julio, prolongándose
hasta finales del mes de setiembre. En la zona de San Martín específicamente
en la ciudad de Tarapoto, donde existe árboles de caoba en los jardines o
huertos de las viviendas, se observó arboles de caoba mostrando sus frutos en
marzo, abril hasta junio. Es importante indicar, aparentemente como
consecuencia de los cambios climáticos, la caoba y otras especies arbóreas
como Cedrelinga catenaeformis (Tornillo) y Simarouba amara (Marupa) han
variado su época de floración y fructificación, manteniendo un retraso de 90 días
aproximadamente. Pero, lo que más preocupa, es la poca viabilidad germinativa
que presentan desde el año 2010. Semillas recientemente colectadas de estas
tres especies forestales y colocadas en el germinador, alcanzaron solo 30% de
germinación en promedio (Pérez, 2011).
Las características como la forma de fuste, hábito de ramificación, dirección de
la fibra y densidad básica, entre otras, son transmitidas a los individuos con alta
heredabilidad. Cuando se cuenta con muchos rodales de una especie, para el
caso de mejoramiento genético, se debe seleccionar aquella con las mejores
características (Jara 1995), pero este parámetro se ve influenciado por un efecto
ambiental mucho mayor si proviene de un bosque natural (Murillo 1990). Además
de la valoración fenotípica de los individuos, especialmente en especies
maderables, es necesario realizar una evaluación cuantitativa considerando
parámetros dasométricos como altura, DAP y altura comercial para tener una
referencia de las características que heredarán los nuevos individuos (Yépes
2006).
Según Mori (2009), al realizar un diagnóstico del estado poblacional de caoba en
las zonas de amortiguamiento y de aprovechamiento directo de la Reserva
Comunal de Purús, observó que el 76% de los árboles de caoba que fueron
evaluados en la zona (39 árboles) calificaron como semilleros debido a sus
cualidades fenotípicas sobresalientes. Por ejemplo, se encontró un mayor
número de individuos en diámetros mayores de 140 cm, las alturas comerciales
entre rangos de 5 m a 30 m con un promedio de 13,10 metros, las alturas totales
entre 15 m y 30 m con promedios de 22,90 m. Estas grandes dimensiones
indicaron individuos con buenas características en la zona. Los diámetros de
copa también fueron impresionantes en la mayoría de los casos, pues podían
llegar a ocupar círculos con diámetros entre 15 m y 33 m; esta característica
podría contribuir a una mayor producción de frutos.
Marzalina et al. (1997), con la finalidad de garantizar una alta viabilidad de las
semillas de caoba, llevaron a cabo estudios sobre el tamaño y la madurez de los
frutos. Encontraron que las frutas de tamaño grande (longitud que va desde
101,3 hasta 174,0 mm y un peso de 222-482 g) produjeron semillas con más alto
porcentaje de germinación en comparación con las semillas de frutas de tamaño
medianas y pequeñas. El contenido de humedad de las semillas disminuyó a
medida que los frutos se volvieron maduros. Los frutos que se mostraron
agrietados indicaron el estado de madurez completo. Las semillas de los frutos
que fueron abiertos fueron capaces de retener el 35% de contenido de humedad
después de 24 horas de secado ambiente, y mantuvieron una mayor viabilidad
en comparación con las semillas recolectadas de frutos que fueron agrietados
naturalmente.
Asimismo, Marzalina y Normah (2001) evaluaron el efecto de la desecación de
semillas de caoba para determinar la mejor condición para reducir el contenido
de humedad sin afectar la viabilidad. Utilizaron cuatro tipos de tratamientos en
semillas con y sin testa, temperatura ambiente de 28ºC (en incubadora), en
ambiente frío de 21ºC (en laboratorio), horno con circulación de aire a 35ºC, y
sílica gel (en el desecador a 25ºC). Los cuatro tratamientos mantuvieron altos
porcentajes de germinación de 70 a 78% para semillas con testa. Las semillas
sometidas a temperatura ambiente y frío tuvieron entre 55 a 70% de germinación.
Los tratamientos en el horno y la desecación con sílica gel incrementaron la tasa
de respiración especialmente para semillas sin testa. Se concluyó que las
semillas sin testa se pueden almacenar en un periodo de corto plazo si el
contenido de humedad es reducido gradualmente de 2 a 9% usando condiciones
ambientales de 21 a 28ºC.
Espinoza (2013) estudió la variación de semillas y germinación de 6 familias de
Swietenia macrophylla, provenientes de Campeche, y encontró diferencias
estadísticamente significativas en las variables estudiadas, en donde el largo de
semillas presentó menor variación con un promedio de 26,15 mm y el grueso de
semilla mostró un promedio de 6,55 mm. El porcentaje de germinación en
promedio fue de 68,58%. Concluyó que los resultados encontrados en esta
investigación aportarán conocimiento que será básico para el futuro del manejo
de la especie, siempre y cuando se busque correlacionar resultados con
desarrollo desde semillas hasta planta. Además las diferencias encontradas
sirven para aportar variación a otras descendencias para enriquecer el pool
genético de la especie en una prueba de conservación.
3.4 Vivero
Es importante indicar, que desde enero del año 2009 se observa una variación
muy acentuada de las precipitaciones. La precipitación acumulada anual del año
2009 llegó solo a 1700 milímetros, mientras que el año 2010, las precipitaciones
disminuyeron en un 40% con relación al promedio anual histórico.
Por lo tanto, para realizar actividades silviculturales con caoba, se debe conocer
muy bien los periodos de sequía y humedad de los sitios seleccionados.
b. Temperatura media
c. Temperatura máxima
d. Temperatura mínima
a. Efecto de la precipitación
La variable que muestra mayor relación con el accionar del barrenador de brotes
de la caoba es la temperatura del ambiente. Por debajo de 25°C se reduce el
accionar de la Hypsipyla, mientras que por encima de ella, el accionar de este
insecto es devastador, ver Gráfico 07. Probablemente, esto explica por qué en
zonas calientes como la Amazonía peruana, la presencia de este insecto se
muestra en cantidades considerables y con alta frecuencias de ataque en plantas
jóvenes de caobas que hayan alcanzado entre 1 a 7 metros de altura.
Hasta hace pocos años atrás (final del siglo pasado) se pensaba que establecer
plantaciones de caoba era un mito. Esto se debió, porque los conceptos que se
manejaban en el país y en el mundo sobre el cultivo de esta especie forestal eran
mayormente subjetivas y no encuadraba con la realidad. Siempre se miraba al
bosque como el indicador “ideal” de las poblaciones naturales de caobas (menor
de un árbol por hectárea), y la verdad es que estábamos equivocados. En el
pasado, es posible que la población de esta especie en su habitad natural era
mucho mayor por hectárea, pero, su continuo aprovechamiento que viene de
siglos atrás, ha diezmando las poblaciones naturales, llegando el número de
árboles a límites mínimos por área.
Sembrar a alta densidad permite hacer un mejor control del ataque de plagas y
enfermedades, logrando en los 3 primeros años plantas vigorosas con alturas
superiores a 7 metros y 8 años después del trasplante ya se cuenta con
plantaciones boscosas de caoba plenamente establecido.
Esta premisa nos dice que en el pasado las poblaciones de caoba eran muy
altas, pero viene siendo explotada desde años inmemorables, por lo que su
población ha ido cada vez disminuyendo, mostrando densidades naturales
supuestamente bajas. Por tanto, se concluye remarcando que, la Amazonía fue
la región más rica en caoba, solo que estas altas poblaciones fueron afectadas
por el excesivo aprovechamiento de esta especie, para sostener el desarrollo de
los países europeos, siendo la caoba, uno de los recursos naturales amazónicos
más explotados para satisfacer las necesidades de esa época.
Poco se conoce sobre este tema, pero si nos fijamos sobre el habitad de la
caoba, encontramos que ella se desarrolla en diferentes tipos de suelos cuyas
reacciones químicas van desde muy ácidas, hasta básicas y una fertilidad natural
que también va de baja a alta.
Tres años después del establecimiento de la caoba, los resultados indican que
las plantas que recibieron fertilización química con NPK alcanzaron mayor
crecimiento en altura comparado a las otras formas de manejo. El tratamiento
testigo o reforestación convencional (sembrar caoba y luego abandonarla) para
que desarrolle junto al bosque secundario y el asociado con cultivos agrícolas
sin uso de fertilizantes, alcanzaron menor altura (2,49 y 3,6m), comparado al
tratamiento que viene recibiendo fertilización (6,48 m).
La caoba por ser uno de los árboles más valiosos es considerada de gran
importancia dentro de las actividades en la industria forestal de muchos países
de América Latina, incluyendo a Perú. Por sus finos acabados, durabilidad y
trabajabilidad, es usada en la manufactura de muebles de alta calidad,
decoración de interiores, instrumentos musicales, en la ebanistería, para
molduras y paneles (Reynel et al. 2003).
La corteza tiene gran cantidad de taninos y se usa para curtir y teñir pieles. La
corteza y las semillas tienen uso medicinal contra la fiebre y la diarrea, fiebre
tifoidea; su semilla es sumamente amarga y astringente y se ha usado como
calmante del dolor de muelas. Contiene también un aceite con el que se pueden
preparar cosméticos (ACP 2007).
5.3 Situación actual de la Caoba
POTENCIALIDADES DE LA CAOBA
Quiero resaltar la poca atención que le dan a una especie tan fina como lo es la
Caoba, debemos de tomar conciencia y empezar a pensar en un futuro
sustentable y sostenible para las futuras generaciones y que mejor manera que
conservando y reforestando las fauna.
Para concluir debo resaltar sobre el valor forestal que tiene la Caoba y lo
importante que es conservar esta especie, ya que debido a la intensa extracción
por parte de los madereros o por factores naturales que podrían haber
influenciado la alteración de estos ecosistemas.
9. Recomendaciones