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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA

Facultad de Recursos Naturales Renovables


Escuela Profesional de Ingeniería Forestal

Curso de Redacción Técnica

Tema: La Caoba.

Docente: Huertas Gamarra, Raúl Felipe


Alumno: Ospino Huansi, Roberto Flauber
Ciclo académico: 2019- 1
Fecha de Entrega: 09 de julio de 2019

TINGO MARIA, 2019


ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I : MARCO CONCEPTUAL ............................................................. 1
1.1 Hábitat de la Caoba .............................................................................. 1
1.2 Descripción botánica ............................................................................. 2
CAPITULO II : ECOLOGÍA................................................................................. 3
2.1 Distribución, clima y altitud ....................................................................... 3
2.2 Relieve ...................................................................................................... 3
2.3 Suelo…………………………………………………………………………….3
2.3 Asociación con otras especies arbóreas................................................... 4
CAPITULO III : SILVICULTURA GENERAL....................................................... 5
3.1 Fenología ................................................................................................. 5
3.2 Recolección de frutos y extracción de semillas ....................................... 6
3.3 Germinación…………………………………………………………………….7
3.4 Vivero……………………………………………………………………………8
CAPITULO IV: ESTABLECIMIENTO DE LA PLANTACIÓN…………………….10
4.1 Factores Meteorológicos……………………………………………………10
4.2 Factores Climáticos……………………………………………………………12
4.3 Factores Edáficos…………………………………………………………..…12
4.4 Factores Técnicos…………………………………………………………….14
CAPITULO V: CALIDAD DE LA MADERA Y USOS ....................................... 17
5.1. Calidad de la madera de Caoba ............................................................ 17
5.2 Usos de la madera de Caoba ................................................................ 17
5.3 Situación actua de la Caoba .................................................................. 18
CAPITULO VI: POTENCIALIDADES DE LA CAOBA ..................................... 19
CAPITULO VII: ASPECTOS ECONÓMICOS……………………………………..20
7.1 Análisis del Mercado………………………………………………………….20
7.2 Precios…………………………………………………………………………21
8. Conclusiones
9. Recomendaciones
10. Anexos
11. Bibliografía
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo de investigación aprenderemos a elaborar una monografía


encargado por el profesor de redacción técnica; siguiendo los pasos y normas
designadas, así poder adquirir nuevos conocimientos y llegar a finalizar con un
trabajo positivo.

Hemos abordado un tema de importancia en el ámbito forestal, hablamos de la


Swietenia macrophylla (caoba). Esta especie tiene la madera más fina del trópico
y es altamente cotizado en los mercados internacionales. A pesar de esta
consideración, en el Perú se ha hecho muy poco o tal vez nada por generar
tecnología que permita su repoblamiento, manejo y conservación; más por el
contrario, promover su extracción incontrolada fue la política principal de la
industria forestal peruana.

Entonces, introducir prácticas silvícolas con caoba en las actividades productivas


amazónicas no puede verse con tranquilidad, sino, como una necesidad y
alternativa para generar bienestar entre las comunidades nativas y agricultores
independientes, quienes deben recurrir a los conceptos clásicos del
aprovechamiento forestal irracional, que no es más, que el robo legalizado de los
recursos forestales en beneficio de grupos económicos, cuyo resultado es la
depredación y degradación del ecosistema amazónico, privando de fuente de
trabajo y de mejores condiciones de vida a las generaciones amazónicas
venideras.
CAPITULO I

MARCO CONCEPTUAL

1.1 Hábitat de la Caoba


El rango de distribución de la caoba comprende desde el sur de México pasando
por Belice, la costa Atlántica de Guatemala, Honduras, Nicaragua y el norte de
Costa Rica, luego en el Pacífico de Panamá, Atlántico de Colombia, Venezuela,
en la Amazonía Peruana, Boliviana y Brasileña. La familia de la caoba incluye
cerca de 50 géneros y 1000 especies (Navarro 1999).

Se encuentra desde la latitud 20º N. Se desarrolla en tierra bajas entre los 9 y


1500 msnm de altitud. Entre 1250 y 1500 msnm alcanza un mejor nivel de
desarrollo con precipitaciones que oscilan entre 1640 y 3000 mm y temperaturas
mayores de 24 ºC; no soporta las heladas. Crece en diversos tipos de suelos,
aunque prefiere suelos profundos, bien drenados y ricos en materia orgánica; su
desarrollo óptimo ocurre en suelos franco-arenosos o arcillosos, fértiles, de
origen calizo o aluvial, con buen drenaje interno y externo, un pH entre 6,9 y 7,7
y con pedregosidad baja o nula (CATIE 2000).

1.2 Descripción botánica


Es un árbol grande, que llega a alcanzar una altura de 35 hasta 60 m, y diámetros
de 75 a 250 cm; es de follaje perenne y puede ser caducifolio en las zonas más
secas de su distribución, su copa es ancha y redondeada. Presenta raíces
extendidas y profundas. La base del fuste presenta contrafuertes grandes y
tablares, bien conformados, de hasta 3 m de alto, sobre todo en los árboles
viejos. El tronco es recto, ligeramente acanalado, libre de ramas hasta un 50%
de su altura total; la corteza es profunda y ampliamente fisurada, áspera, de color
gris a pardo rojizo (Cárdenas y Vásquez 1987).

La corteza externa es agrietada de color marrón claro a rojizo, el ritidoma se


desprende en placas alargadas y la corteza interna es homogénea a fibrosa y de
color rosado blanquecino, tiene un sabor amargo y astringente. El grosor total de
la corteza es de 10 a 25 mm. Las ramitas terminales tienen sección circular, son
de color castaño claro cuando están secas, estas son menudamente lenticeladas
y glabras. Cada cierto tramo presentan cicatrices a consecuencia de la caída de
hojas (Reynel et al. 2003).

Las hojas de la caoba son compuestas paripinnadas, a veces imparipinnadas,


alternas y dispuestas en espiral, con tendencia a agruparse en los extremos de
las ramitas, miden de 12 a 40 cm de largo incluyendo el peciolo. Los foliolos se
presentan de 4 a 6 pares, pudiendo ser opuestos o subopuestos, son ovados y
asimétricos, tienen una longitud de 9 a 13 cm y un ancho de 3 a 4 cm. El ápice
de los foliolos es agudo, falcado, la base es obtusa o aguda, marcadamente
asimétrica y el borde es entero. Los nervios secundarios se presentan en 8 a 11
pares, son promínulos en ambas caras y los nervios terciarios se presentan en
forma reticulada (Esponera 1985).

La floración de la caoba comienza entre los 12 y 15 años y se produce a partir


de la caída de las hojas durante la estación seca, hasta inmediatamente después
de la aparición de nuevas hojas (Baima 2001). Esta especie se beneficia de los
periodos secos para la apertura de su fruto y la dispersión de sus semillas aladas
(Contente et al. 2011). Las flores comienzan aparecer de noviembre a marzo y
los frutos en marzo y de agosto hasta diciembre. El fruto es una cápsula erecta,
elongada a elongada ovoide, pardo grisácea, lisa o diminutivamente verrugosa,
de 10 a 22 cm de largo, 6 a 10 cm de ancho, con 4 a 5 valvas leñosas de 6 a 8
mm de grueso (CATIE 2000). Cada cápsula contiene entre 45 a 70 semillas. Las
semillas son aladas, livianas de 7,5 a 8,9 cm de largo y de 2,0 a 2,5 cm de ancho.
La especie está clasificada como abundante en términos de producción de
semillas (Contente et al. 2011).La madera es de densidad media a alta 0,5 –
0,7g/cm3 . Su color cambia de rojizo amarillento-marrón a rojizo-marrón oscuro.
El brillo natural que tiene le confiere su excepcional belleza, es de fácil
trabajabilidad y su acabado produce una superficie lisa y brillante; se emplea
principalmente para la fabricación de muebles, así como para todo tipo de
construcciones interiores y exteriores. Es una de las mejores y más valiosas
especies que existe en el mercado, por tanto es utilizada para acabados finos y
carpintería artística, maquetería y tallados (Cárdenas y Vásquez 1987;
Lamprecht 1990; Snook 1998; Grogan et al. 2004; Shono y Snook 2006).
CAPITULO II

ECOLOGÍA

2.1 Distribución, Clima y Altitud

La caoba tiene como habitad natural una amplia área de América tropical, desde
el paralelo 23° N en México, hasta los 18° S; pasando por todo el corredor
atlántico de Centro América y toda la región amazónica de América del sur, que
incluyen los países de Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia, Perú y Venezuela,
(Lam 1966).
En el Perú se encuentra en áreas protegidas como la Reserva del Pacaya –
Samiria en la Región Loreto. En su habitad natural se encontró densidades
desde menos de un árbol por hectárea, hasta 70 individuos (Gullison, et al,
1966).

2.2 Relieve

Crece en toda la región amazónica, con mayor predominancia en suelos con


fertilidad relativamente alta, humosa; suelos aluviales arcillo limosos o limo
arcillosos. También se le encuentra en suelos ácidos con pH de 4.5, con textura
que varía de franco a franco arcillosos; en algunos casos se le encuentra en
suelos franco arenosos, como es el caso de los árboles de caoba encontrados
en la localidad de San Antonio del Saniyacu, por la trocha carrosable Yurimaguas
– Balsa Puerto. Como componente del bosque primario se le encuentra en
lugares con relieve plano, ondulado, con pendientes mayores a 50% en la ladera
de los cerros. No soporta suelos mal drenados (Pérez, 2009).

2.3 Suelo
La caoba en su hábitat natural tiene un buen crecimiento en los suelos aluviales
de origen mixto, suelos volcánicos y suelos que se derivan de la piedra caliza,
granito, andesita y de las rocas sedimentarias, ígneas y metamórficas. Para
obtener un mejor crecimiento el suelo tiene que ser con buen drenaje, fértil e ir
de alcalino a neutro, el pH puede ir de 6.9-7.7. En plantaciones puede crecer en
suelos erosionados, arcillosos, arenoso. El pH puede llegar hasta 4.5.
Una de las principales razones por lo cual la caoba se ve afectada en su
crecimiento es la plaga del barrenador (Hypsipyla grandella). Cuando los árboles
aún son jóvenes son propensos a los incendios, ya en su madurez son más
resistentes. Los suelos compactados pueden ser un factor para que no crezca
de manera adecuada.

2.4 Asociación con otras especies arbórea

Dentro del bosque natural se asocia con especies forestales como Schweleira
sp (Ochabaja), Apouleia molaris (anacáspi). La especie vegetal más utilizada
como indicadora sobre la presencia de la caoba dentro del bosque primario es la
palmera conocida como Yarina (Phytelephas macrocarpa). Esta palmera crece
en manchales donde la fertilidad natural del suelo va de relativamente alta a alta
(Newton et al 1993).
En el fundo “Naranjo” ubicado a 6 km de la ciudad de Yurimaguas, se viene
desarrollando un trabajo de observación sobre asociaciones de caoba con otras
especies arbóreas. En este ensayo las asociaciones son las siguientes: 1)
plantones de caoba asociados con cítricos, 2) caobas con guanábana; 3) caoba
con Marupa y 4) caoba con Marupa más piñón. En la actualidad las asociaciones
tienen 2 años (17 febrero del 2012). Todas las plantas de caoba recibieron 10
gramos de “Carbaxin” en 20 litros de agua como insecticida para controlar la
broca (Hipsipyla grandella).Las evaluaciones se llevan a cabo trimestralmente.
Esta misma tendencia se observó en una plantación de caoba asociado con
Marupa en el Centro de Investigación y Enseñanza Agroforestal en Yurimaguas.
La asociación se hizo cuando las caobas tenían cuatro años de edad. El rápido
crecimiento en altura de la Marupa, hizo que en solo dos años seguidos al
trasplante, alcance la altura de la caoba. En esta asociación se observó que los
árboles de Caoba asociados con Marupa mejoraron largamente, mostrando una
frondosidad impresionante, indicando, que el ataque del barrenador de brotes
disminuye significativamente.
CAPITULO III

SILVICULTURA GENERAL

3.1 Fenología

La caoba florece y empiezan a mostrar los primeros frutos entre los meses de
diciembre a febrero. Los frutos inician su maduración en julio, prolongándose
hasta finales del mes de setiembre. En la zona de San Martín específicamente
en la ciudad de Tarapoto, donde existe árboles de caoba en los jardines o
huertos de las viviendas, se observó arboles de caoba mostrando sus frutos en
marzo, abril hasta junio. Es importante indicar, aparentemente como
consecuencia de los cambios climáticos, la caoba y otras especies arbóreas
como Cedrelinga catenaeformis (Tornillo) y Simarouba amara (Marupa) han
variado su época de floración y fructificación, manteniendo un retraso de 90 días
aproximadamente. Pero, lo que más preocupa, es la poca viabilidad germinativa
que presentan desde el año 2010. Semillas recientemente colectadas de estas
tres especies forestales y colocadas en el germinador, alcanzaron solo 30% de
germinación en promedio (Pérez, 2011).
Las características como la forma de fuste, hábito de ramificación, dirección de
la fibra y densidad básica, entre otras, son transmitidas a los individuos con alta
heredabilidad. Cuando se cuenta con muchos rodales de una especie, para el
caso de mejoramiento genético, se debe seleccionar aquella con las mejores
características (Jara 1995), pero este parámetro se ve influenciado por un efecto
ambiental mucho mayor si proviene de un bosque natural (Murillo 1990). Además
de la valoración fenotípica de los individuos, especialmente en especies
maderables, es necesario realizar una evaluación cuantitativa considerando
parámetros dasométricos como altura, DAP y altura comercial para tener una
referencia de las características que heredarán los nuevos individuos (Yépes
2006).
Según Mori (2009), al realizar un diagnóstico del estado poblacional de caoba en
las zonas de amortiguamiento y de aprovechamiento directo de la Reserva
Comunal de Purús, observó que el 76% de los árboles de caoba que fueron
evaluados en la zona (39 árboles) calificaron como semilleros debido a sus
cualidades fenotípicas sobresalientes. Por ejemplo, se encontró un mayor
número de individuos en diámetros mayores de 140 cm, las alturas comerciales
entre rangos de 5 m a 30 m con un promedio de 13,10 metros, las alturas totales
entre 15 m y 30 m con promedios de 22,90 m. Estas grandes dimensiones
indicaron individuos con buenas características en la zona. Los diámetros de
copa también fueron impresionantes en la mayoría de los casos, pues podían
llegar a ocupar círculos con diámetros entre 15 m y 33 m; esta característica
podría contribuir a una mayor producción de frutos.

3.2 Recolección de frutos y extracción de semillas

La recolección de frutos se realiza directamente de los árboles cuando éstas


iniciaron su apertura espontanea antes que la mayoría de ellos se abran, porque
las semillas se esparcen (Guillison et al 1992).
Después de colectado los frutos, lleve todos al sol para su secado
correspondiente y completar con la abertura capsular, de esta manera se
consigue la liberación de las semillas. Las semillas de caoba se pueden
almacenar y conservar. El mejor registro de almacenamiento indica el 89% de
viabilidad después de 1,638 días (poco más de 5 años) a 20°C y a 4% de
contenido de humedad (Silveri, 2000). Cuando las semillas no están
adecuadamente conservadas y almacenadas, pierde rápidamente su viabilidad
en 50% aproximadamente en un periodo de 2 meses o menos.
En casi en toda la Amazonía Peruana, la recolección de semillas de caoba lo
realizan los extractores de madera. Al derribar (talar) los árboles para extraer la
madera con fines comerciales, los frutos son recogidos del suelo y éstas a su
vez se abren mecánicamente con el auxilio de machetes para liberar las semillas,
posteriormente son embaladas en costales y ofertadas en el mercado Regional
a un precio promedio de S/ 350 Nuevos soles por kilo. Por tanto, las semillas que
llegan a los viveros y los nuevos plantones producidos, y que están siendo
comercializados con fines de reforestación, nadie o muy pocos conocen su
procedencia.
3.3 Germinación

Samaniego (1995) documentó que las semillas de caoba lograron mantener su


viabilidad después de 6 meses al ser almacenadas a una temperatura constante
de 15ºC, con un contenido de humedad de 4,8%. Estos resultados mostraron
que estas semillas germinan mejor en las cabinas de germinación a 30ºC, en un
sustrato de arena-tierra, 8 horas sin luz y 16 horas con luz, previa imbibición en
agua durante 24 horas como tratamiento pregerminativo. La germinación
aumentó en 9,2% en relación con la obtenida en la prueba de rutina.

Marzalina et al. (1997), con la finalidad de garantizar una alta viabilidad de las
semillas de caoba, llevaron a cabo estudios sobre el tamaño y la madurez de los
frutos. Encontraron que las frutas de tamaño grande (longitud que va desde
101,3 hasta 174,0 mm y un peso de 222-482 g) produjeron semillas con más alto
porcentaje de germinación en comparación con las semillas de frutas de tamaño
medianas y pequeñas. El contenido de humedad de las semillas disminuyó a
medida que los frutos se volvieron maduros. Los frutos que se mostraron
agrietados indicaron el estado de madurez completo. Las semillas de los frutos
que fueron abiertos fueron capaces de retener el 35% de contenido de humedad
después de 24 horas de secado ambiente, y mantuvieron una mayor viabilidad
en comparación con las semillas recolectadas de frutos que fueron agrietados
naturalmente.
Asimismo, Marzalina y Normah (2001) evaluaron el efecto de la desecación de
semillas de caoba para determinar la mejor condición para reducir el contenido
de humedad sin afectar la viabilidad. Utilizaron cuatro tipos de tratamientos en
semillas con y sin testa, temperatura ambiente de 28ºC (en incubadora), en
ambiente frío de 21ºC (en laboratorio), horno con circulación de aire a 35ºC, y
sílica gel (en el desecador a 25ºC). Los cuatro tratamientos mantuvieron altos
porcentajes de germinación de 70 a 78% para semillas con testa. Las semillas
sometidas a temperatura ambiente y frío tuvieron entre 55 a 70% de germinación.
Los tratamientos en el horno y la desecación con sílica gel incrementaron la tasa
de respiración especialmente para semillas sin testa. Se concluyó que las
semillas sin testa se pueden almacenar en un periodo de corto plazo si el
contenido de humedad es reducido gradualmente de 2 a 9% usando condiciones
ambientales de 21 a 28ºC.
Espinoza (2013) estudió la variación de semillas y germinación de 6 familias de
Swietenia macrophylla, provenientes de Campeche, y encontró diferencias
estadísticamente significativas en las variables estudiadas, en donde el largo de
semillas presentó menor variación con un promedio de 26,15 mm y el grueso de
semilla mostró un promedio de 6,55 mm. El porcentaje de germinación en
promedio fue de 68,58%. Concluyó que los resultados encontrados en esta
investigación aportarán conocimiento que será básico para el futuro del manejo
de la especie, siempre y cuando se busque correlacionar resultados con
desarrollo desde semillas hasta planta. Además las diferencias encontradas
sirven para aportar variación a otras descendencias para enriquecer el pool
genético de la especie en una prueba de conservación.

3.4 Vivero

Si la germinación de las semillas se realizaron en germinadores, la cría inicial de


las nuevas plantitas de caoba se recomienda realizarlo en el vivero, el cual es un
área ubicado en un lugar relativamente plano y tiene como infraestructura las
camas de recría y una cobertura comúnmente llamado tinglado, cubiertas con
hojas de palmera, o cualquier otro material que se pueda usar como sombra para
las plantas.
En las camas de recría se colocan bolsas plásticas llenas con suelo suelto, de
0,25 a un kilo de peso aproximadamente, fotos 7 y 8, donde son resembradas
las plantitas de caoba. También se pueden sembrar en tubetes de plástico de 4
pulgadas de largo por 1,5 de diámetro, lleno con substrato humoso.
La cobertura o tinglado que se coloca sobre las camas de recría, permite
proteger a las nuevas plantas de la excesiva luminosidad solar y las fuertes
lluvias. Esta cobertura puede alcanzar hasta 2 metros de alto, proporcionando a
este pequeño ecosistema de un ambiente controlado de temperatura y de
humedad.
El substrato puede estar constituido por una mezcla de: suelo (60%) y aserrín
(40%); o simplemente suelo suelto bien mullido. Para el caso de tubetes, se debe
preparar una mescla especial que contenga 90% de materia orgánica y 10% de
suelo.
Los laterales de las camas vivero pueden ser de diferentes materiales como:
madera, ladrillos, inclusive alambre, que permita estabilizar las bolsas plásticas
llenas con suelo, donde están sembradas las nuevas plantas.
CAPITULO IV
ESTABLECIMIENTO DE LA PLANTACIÓN

4.1 Factores Meteorológicos


a. Precipitación
La precipitación media anual es de 2200 mm, mientras que la media mensual
varía entre 80 milímetros en el mes más seco (agosto) y 280 en el mes más
húmedo (diciembre) como se aprecia en la figura 1, (Pérez 2009). Los datos que
se presentan en la figura, pertenecen a los registros meteorológicos de la
Estación San Ramón – Yurimaguas.

La distribución mensual de las precipitaciones en la zona de Yurimaguas indica


que entre los meses de Mayo a Setiembre, se considera la época de bajas
precipitaciones o “verano”; reportando el mes de Agosto precipitaciones menores
a 100 mm. Mientras que, de Octubre a Abril, el volumen de las precipitaciones
son mayores, considerando a estos meses de invierno.

Es importante indicar, que desde enero del año 2009 se observa una variación
muy acentuada de las precipitaciones. La precipitación acumulada anual del año
2009 llegó solo a 1700 milímetros, mientras que el año 2010, las precipitaciones
disminuyeron en un 40% con relación al promedio anual histórico.

Por lo tanto, para realizar actividades silviculturales con caoba, se debe conocer
muy bien los periodos de sequía y humedad de los sitios seleccionados.

b. Temperatura media

La temperatura media anual en la zona de Yurimaguas se viene incrementando


significativamente. Los datos que se presentan en el Grafico 02 han sufrido
cambios relevantes en corto tiempo. El año 2008, la temperatura media anual se
mantuvo en 26,8°C, comparado a la media histórica de 26°C. La verdad es que
estos datos registrados por la estación meteorológica de San Ramón en
Yurimaguas se deben tomar con mucho cuidado, ya que los equipos datan de la
década de 1980 y probablemente el mantenimiento y la calibración de los
equipos no se realizan oportunamente, pero de todas maneras son registros que
se deben considerar, mientras no existan nuevas fuentes de consulta y
demuestren lo contrario de los datos actuales. También es importante señalar
que las temperaturas mínimas son las que están mostrando mayor variación y
están afectando el promedio, el cual se está empezando a mantener sobre los
26,8ºC. Es posible que este incremento de décimas en la temperatura del
ambiente pueda tener repercusión negativa en el ecosistema de Yurimaguas y
alrededores. Estudios con caoba realizados bajo estas condiciones ambientales,
indican que esta planta viene desarrollándose sin ningún problema, habiendo
alcanzando a los 24 meses del trasplante una altura promedio de 5,8m.

c. Temperatura máxima

La variación máxima es de 2ºC aproximadamente entre los meses de Enero a


Diciembre. En este periodo las mayores temperaturas se registraron entre los
meses de Agosto a Octubre con un aproximado de 32º C, mientras que entre
Diciembre y Enero, la temperatura máxima se mantuvo en 30.5ºC
aproximadamente. Estos promedios se han visto alterados el 2009 y 2010,
porque las temperaturas máximas llegaron a 36°C bajo sombra.

d. Temperatura mínima

La temperatura mínima en la zona de Yurimaguas muestra sus valores más


bajos los meses de Junio a agosto, Grafico 04. El descenso de la temperatura
en estos meses se reporta en las mañanas, principalmente entre las 3 y 6 am.
Con abundante presencia de humedad sobre las hojas de las plantas en forma
de rocío. De igual manera, bajo estas condiciones de calor y temperaturas
relativamente bajas, las plantas de caoba no vieron afectados su crecimiento en
altura.
4.2 Factores Climáticos

a. Efecto de la precipitación

Los resultados indican que las precipitaciones pluviales muestran cierta


influencia en el accionar de la Hypsipyla grandella. Pero, este accionar no se
debe necesariamente a la presencia de lluvias, sino, al incremento de la
Humedad Relativa del ambiente. Esto se manifiesta en plantas de caoba jóvenes
menores a 7 metros de altura y 3 años de edad, quienes empiezan a mostrar
perforaciones en la parte apical del tallo ocasionado por las larvas de esta
mariposa en días sombríos y relativamente lluviosos.

b. Efecto de la temperatura ambiente

La variable que muestra mayor relación con el accionar del barrenador de brotes
de la caoba es la temperatura del ambiente. Por debajo de 25°C se reduce el
accionar de la Hypsipyla, mientras que por encima de ella, el accionar de este
insecto es devastador, ver Gráfico 07. Probablemente, esto explica por qué en
zonas calientes como la Amazonía peruana, la presencia de este insecto se
muestra en cantidades considerables y con alta frecuencias de ataque en plantas
jóvenes de caobas que hayan alcanzado entre 1 a 7 metros de altura.

4.3 Factores Edáficos

a. Elección del área y actividades preliminares

 Elegir áreas deforestadas, principalmente suelos que hayan sido


degradadas por el mal manejo agrícola y pecuario, o tal vez por el cultivo
de coca. Nunca elegir áreas boscosas de selva virgen, por las
consideraciones que se explican en el próximo capítulo.
 Realizar un levantamiento de micro zonificación del área. Identificar
claramente las áreas con problemas de drenaje, micro cuencas,
pendientes mayores a 25%, hormigueros, principalmente de la hormiga
cortadora de hoja y otros que puedan afectar el establecimiento de la
plantación.
 Determinar en el campo la orientación geográfica Este – Oeste, que
permita orientar la dirección que llevará la preparación del campo y el
establecimiento de la nueva plantación.

b. Demarcación del campo propiamente dicho

 Si el área a utilizar es una pastura degradada y no tiene otras especies


como cobertura vegetal del suelo, entonces, delimite el área a sembrar y
continúe con el estaquilleo. El estaquilleo consiste en colocar (prender)
estacas de 50 cm de largo a una distancia pre establecida, determinada
por el número de plantas a sembrar por hectárea. Por ejemplo, si vamos
a sembrar 400 plantas por hectárea, se puede colocar las estacas a un
distanciamiento de 5 por 5 metros, también puede ser de 10 metros entre
plantas por 2.5 metros entre líneas, ó 5 x 2.5 metros, en tres bolillos, en
este caso el número de plantas por hectárea será de 800 unidades.

Concluido el estaquilleo, inicie la apertura de los hoyos teniendo como indicador


cada uno de las estacas colocadas. Estos hoyos deben tener las dimensiones
siguientes 15 x 15 x 20 cm de profundidad, es decir, lo que puede sacar el bocado
de un cavador de 2 brazos o cucharas.

Si considera necesario, aplique un herbicida en la fila de los hoyos una semana


antes de la siembra de los plantones de caoba, o en todo caso deshierbe
manualmente. Esta práctica permite observar el avance de la obra al momento
del trasplante, y hacer las correcciones o cambio de plantones defectuosos por
otros más vigorosos.

 Si el área a utilizar es un bosque secundario, para preparar el campo


practique labores preliminares de la agricultura tradicional, rozo, tumba y
quema; si no lo quema, no hay problema.

Cuando la preparación del campo ha concluido con o sin quema y se hayan


colocado las estacas en su totalidad, pare un momento, elija un cultivo de ciclo
corto (caupí, maíz o arroz) dependiendo de las condiciones edáficas y siembre
antes de aperturar los hoyos, esta práctica ayudará a mantener las condiciones
ideales de temperatura y humedad del suelo durante el establecimiento de los
plantones de caoba.

4.4 Factores Técnicos


a. Densidad de Siembra

Hasta hace pocos años atrás (final del siglo pasado) se pensaba que establecer
plantaciones de caoba era un mito. Esto se debió, porque los conceptos que se
manejaban en el país y en el mundo sobre el cultivo de esta especie forestal eran
mayormente subjetivas y no encuadraba con la realidad. Siempre se miraba al
bosque como el indicador “ideal” de las poblaciones naturales de caobas (menor
de un árbol por hectárea), y la verdad es que estábamos equivocados. En el
pasado, es posible que la población de esta especie en su habitad natural era
mucho mayor por hectárea, pero, su continuo aprovechamiento que viene de
siglos atrás, ha diezmando las poblaciones naturales, llegando el número de
árboles a límites mínimos por área.

El comentario anterior explica entonces porque en nuestra época


contemporánea no existen altas poblaciones de caoba, y seguimos pensando
desde el punto de vista del presente, ignorando lo que hubo como poblaciones
de caoba en el pasado, ejemplo, las poblaciones naturales de caoba que hace
40 años existía en la zona reservada del Pacaya Samiria, pasaban las 10
unidades por hectárea, comparado con lo que existe en la actualidad y lo que
será en el futuro, donde la densidad será tan baja, probablemente se encontrará
un árbol de caoba cada 100 hectáreas.

Sembrar a alta densidad permite hacer un mejor control del ataque de plagas y
enfermedades, logrando en los 3 primeros años plantas vigorosas con alturas
superiores a 7 metros y 8 años después del trasplante ya se cuenta con
plantaciones boscosas de caoba plenamente establecido.

Esta premisa nos dice que en el pasado las poblaciones de caoba eran muy
altas, pero viene siendo explotada desde años inmemorables, por lo que su
población ha ido cada vez disminuyendo, mostrando densidades naturales
supuestamente bajas. Por tanto, se concluye remarcando que, la Amazonía fue
la región más rica en caoba, solo que estas altas poblaciones fueron afectadas
por el excesivo aprovechamiento de esta especie, para sostener el desarrollo de
los países europeos, siendo la caoba, uno de los recursos naturales amazónicos
más explotados para satisfacer las necesidades de esa época.

b. Corrección y abonamiento del Suelo

Poco se conoce sobre este tema, pero si nos fijamos sobre el habitad de la
caoba, encontramos que ella se desarrolla en diferentes tipos de suelos cuyas
reacciones químicas van desde muy ácidas, hasta básicas y una fertilidad natural
que también va de baja a alta.

En el Centro de Investigación y Producción Agroforestal de Yurimaguas, se


realizó ensayos sobre fertilización en caoba, inicialmente con fertilización
química hasta tres años después de establecido la plantación, después de este
tiempo se aplicó abono orgánico equivalente a 10 toneladas por hectárea.

Tres años después del establecimiento de la caoba, los resultados indican que
las plantas que recibieron fertilización química con NPK alcanzaron mayor
crecimiento en altura comparado a las otras formas de manejo. El tratamiento
testigo o reforestación convencional (sembrar caoba y luego abandonarla) para
que desarrolle junto al bosque secundario y el asociado con cultivos agrícolas
sin uso de fertilizantes, alcanzaron menor altura (2,49 y 3,6m), comparado al
tratamiento que viene recibiendo fertilización (6,48 m).

También es importante indicar que, las caobas fertilizadas se muestran más


vigorosas comparadas a las que no reciben fertilización. Medidas de altura
realizadas en las plantas de caoba de 18 meses de edad y 120 días después de
aplicado los fertilizantes, muestran que el segmento de crecimiento en las
plantas no abonadas (testigo), alcanzaron un incremento en altura de 75 cm en
promedio; mientras que las plantas abonadas con NPK en cantidades
equivalentes a 120, 60 y 220 kilos por hectárea, alcanzaron un incremento
promedio de 140 cm. Es importante indicar que en este corto tiempo después de
la aplicación del fertilizante, el potasio tiende a mostrar un efecto positivo en el
crecimiento en altura de la caoba comparado a los demás elementos, dando la
impresión, que responde mejor a este elemento en su etapa inicial de
crecimiento, lo que indicaría además, la fuerte deficiencia de este elemento en
los suelos ácidos de Yurimaguas; convirtiéndose en un elemento limitante para
el crecimiento rápido de árboles de caoba en sistemas agroforestales. También
es importante indicar que, las plantas de caoba fertilizadas soportan mejor los
embates de vientos fuertes en la zona, mientras que las plantas no abonadas
sufrieron resquebrajamientos continuos.
CAPITULO V

CALIDAD DE LA MADERA Y USOS

5.1. Calidad de la madera de Caoba

La madera de la caoba es moderadamente pesada (densidad de 0.63 g/cm3 ),


dura, resistente al deterioro por factores ambientales cuando está protegida de
la lluvia y de la humedad.

5.2 Usos de la madera de Caoba

La caoba por ser uno de los árboles más valiosos es considerada de gran
importancia dentro de las actividades en la industria forestal de muchos países
de América Latina, incluyendo a Perú. Por sus finos acabados, durabilidad y
trabajabilidad, es usada en la manufactura de muebles de alta calidad,
decoración de interiores, instrumentos musicales, en la ebanistería, para
molduras y paneles (Reynel et al. 2003).

Es una madera que se puede trabajar fácilmente en el aserrado, tiene un rápido


secado sin inconvenientes. Al momento de cepillar y pulir tiene una apariencia
preciosa, por estas razones tiene un valor muy alto en el mercado nacional e
internacional. Los exportadores pueden recibir hasta US$1700 por m3; y estos
precios pueden ser más altos en los Estados Unidos, donde la madera de un
árbol de caoba peruana puede venderse en US$11000 (EIA 2012).

La corteza tiene gran cantidad de taninos y se usa para curtir y teñir pieles. La
corteza y las semillas tienen uso medicinal contra la fiebre y la diarrea, fiebre
tifoidea; su semilla es sumamente amarga y astringente y se ha usado como
calmante del dolor de muelas. Contiene también un aceite con el que se pueden
preparar cosméticos (ACP 2007).
5.3 Situación actual de la Caoba

La caoba (Swietenia macrophylla – King), fue incluida en el capítulo II del CITES


en el año 2002 tanto por su alta demanda y aprecio en el mercado nacional e
internacional como por los usos más selectos que se le da a la madera. Esto
significa que, 14 industriales madereros que quieran exportar caoba, deben
realizar prácticas silviculturales con esta especie para asegurar su sostenibilidad.
El reto de los productores es entonces, implementar prácticas silviculturales con
caoba (Foto 5), en el marco de una actividad forestal ecológicamente estable y
que brinde rentabilidad económica (Arguelles et al, 1989).
CAPITULO VI

POTENCIALIDADES DE LA CAOBA

La caoba es considerada una de las mejores maderas del mundo. No presenta


olor o sabor característicos, su duramen varía de color, desde el rosado crema
hasta el rojo marrón oscuro en estado seco al aire, mientras su albura es
amarillenta o rosada cuando está fresca pero oscura a medida que seca y se
expone al sol.

Con esta madera se trabaja fácilmente en todos los aspectos, aunque en


ocasiones puede presentar tensión dejando al tornearla superficies vellosas.
Permite el labrado con herramientas manuales y con operaciones sencillas de
maquinado. Adicionalmente, y gracias a su naturaleza, ofrece buen acabado y
alto lustre; y además se puede clavar, atornillar, pegar y laquear sin mayores
dificultades. Su durabilidad natural tiene la propiedad de ser alta. Su duramen en
particular, resiste a la pudrición blanca y marrón, pero es susceptible al ataque
del gorgojo y de los hongos. No resiste a los perforadores marinos, y cuando es
sometida a sistemas de preservación e inmunización, es difícil de tratar
CAPITULO VII
ASPECTOS ECONÓMICOS

7.1 Análisis de Mercado

Para el periodo 1997–2006, la producción del Perú de caoba, en madera rolliza


y aserrada, fue muy variada. La madera rolliza alcanzó valores en el 3 rango de
117 188,83 y 10 415,92 m, y la madera 3 aserrada entre 9 990,33 y 77 552,18 m
para este periodo. Para el año 2005 fue de 3 3 44 246,05 m y para el año 2006
de 30 705,26 m, siendo madera aserrada comercial el principal producto
producido y exportado.

El volumen de producción de caoba en el departamento de San Martín para el


periodo 1997–2006, en madera rolliza, estaba en el rango de 3 3 18 500,42 m
para el año 1997 y 240,26 m para el año 2004; y en madera aserrada los
volúmenes de producción estuvieron en el rango que va de 3 3 9635,64 m a
104,42 m para los mismos años que los indicados para la madera rolliza.

El valor FOB de las exportaciones para el 2000 al 2006 tuvo un comportamiento


diferenciado, entre los años 2000 y 2002 éste creció, para declinar en el período
2003–2004, recuperándose lentamente en los años subsiguientes; este
comportamiento tiene que ver con las regulaciones internacionales y nacionales
dispuestas para esta especie forestal.

El valor promedio de estas exportaciones en el periodo 2000-2006 es de US$40


143 539, el cual representa aproximadamente el 23% del valor total de las
exportaciones de maderas. Estas cifras de producción y valor de las
exportaciones, relacionadas al contexto nacional, nos permiten inferir la fuerte
influencia de la especie en la economía nacional forestal.
7.2 Precio

Los precios internacionales de la caoba, medida por el valor FOB de las


exportaciones (en $) y los 3 volúmenes exportados (en m ), nos muestran una
tendencia creciente desde el año 2000, con una leve caída el año 2004,
llegándose a cotizar en 3 $1647 por m de madera aserrada.
8. Conclusiones

De acuerdo a los contenidos obtenidos se ha llegado a la conclusión de que la


monografía es un trabajo de investigación sumamente importante, ya que
gracias al desarrollo del trabajo encargado se aprenderá a formar una
monografía, que me servirá en el resto de mi vida universitaria y también como
profesional.

Quiero resaltar la poca atención que le dan a una especie tan fina como lo es la
Caoba, debemos de tomar conciencia y empezar a pensar en un futuro
sustentable y sostenible para las futuras generaciones y que mejor manera que
conservando y reforestando las fauna.

Para concluir debo resaltar sobre el valor forestal que tiene la Caoba y lo
importante que es conservar esta especie, ya que debido a la intensa extracción
por parte de los madereros o por factores naturales que podrían haber
influenciado la alteración de estos ecosistemas.
9. Recomendaciones

Las plantaciones con esta especie forestal requieren de promoción y asistencia


técnica, pues a la fecha existen problemas irresueltos como el ataque con
Hypsiphyla grandella que ataca el crecimiento de esta especie en diferentes
estadios de crecimiento, deformando el fuste del árbol y deteriorando el
rendimiento y calidad de la madera.

Fortalecer capacidades y concientizar a las comunidades sobre las ventajas de


conservar los árboles de caoba, para que ellos tomen la iniciativa de
empoderarse sobre el proceso de comercialización de las semillas.

Es necesario considerar el manejo de este recurso bajo el sistema de


agroforestería, con especies que se adapten a las condiciones de los suelos y a
las exigencias del mercado.

Continuar los ensayos de germinación de semillas evaluando otros parámetros


como temperatura, humedad y tipo de sustrato, que nos permitan tener una idea
más clara del comportamiento de las semillas.

Determinar calendarios fenológicos y rutas para establecer un programa


estructurado de cosecha de semillas.
10. Anexo
11. Bibliografía

1. Alegre, J. 1986. Agroforestry Sistem. Soil Science. Anual


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2. Budowski, G. 1965. Distribution of tropical american rainforest


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3. Denslow, J.S. 1987. Tropical rainforest gaps and tree species


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4. Guillison, R.E y P. Hubbell. 1992. Regeneración natural de la


Mara (Swietenia macrophylla) en el Bosque Chimanes,
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5. INRENA, 2006. Manual de procedimientos administrativos


para el aprovechamiento, transporte y exportación de la
caoba. Ministerio de Agricultura. Lima – Perú.

6. Pérez, J.M. 2008. Manejo de Seis especies forestales.


Centro de Investigación y Producción Agroforestal.
Prosae – Yurimaguas – Perú. Sin publicar.

7. Pérez, J.M. Observaciones de la floración y fructificación de


la Caoba entre la zona de alto Amazonas y San Martín.
Informe 6 pág. Prosae – Yurimaguas – Perú. Sin publicar.

8. William, I. 1932. Peruvian mahogany. Tropical Woods 31: 30 -37.


9. Snook, L.K.1996. Catastrophic disturbance, logging and the
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CITES. Botanical Journal of the linnean Society 122: 35 –
461.

10. Dourojeanni, M. J. Apuntes de Entomología Forestal Peruana.


6.2.1 Barreno de los brotes de las Meliaceae Hypsipyla
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11. Grogan, J., B. Paulo y Verissimo, A. 2002. Mogno na


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Brasil.

12. Acosta-López, F. D.; Carolina Orantes-García, C.; Garrido-


Ramírez, E.R. 2011. Germinación y crecimiento de
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en condiciones de vivero. Lacandonia 5(1): 13-20.

13. Cabrera, I.E.O. 2006. Estudio de la composición arbórea, fuente


semillera y calidad de la semilla de Caoba (Swietenia
macrophylla king.) y Santa María (Calophyllum brasiliense
var. rekoi standl.) en el Parque Nacional Laguna Lachuá, Cobán,
Alta Verapaz. Tesis de Ingeniero Agrónomo. Universidad
de San Carlos. Guatemala. 66 p

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