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Abuelita Opalina

Título: Abuelita Opalina

Autora: María Puncel

Ilustraciones: Margarita Puncel

Editorial: Sm (Barco de Vapor)

Número de páginas: 91

Resumen detallado
Este libro cuenta la historia de una niña llamada Isa que vivía en Brincalapiedra con
sus padres. Isa iba a la escuela, como todos los niños de su edad. Le encantaban
las apalabras, aprender e inventar cosas, dejar volar su imaginación. Un buen día,
su profesora, la señorita Laura, les dijo que tendrían que pensar, para escribir una
redacción al día siguiente, cómo era su abuela, qué cosas le gustan, cómo se viste,
etc., pero Isa corrió hacia la señorita Laura para decirle que ella no tenía abuela. La
seño se quedó unos segundos pensativa, y al cabo de un instante le dijo a la niña
que podía inventarse a su abuela, así sería mucho más divertido.

Al salir de clase Isa fue pensando cómo quería que fuese su abuela. Cuando llegó a
casa preguntó a su madre, porque lo primero que necesitaba era un nombre. Se
puso a pensar, pero ninguno le parecía el adecuado, hasta que su mamá le mandó
coger un bote de vitaminas que estaba al lado de un tarro de Opalina. Nada más
oírlo Isa supo que sería el nombre perfecto para su abuelita, y a raíz de ahí se puso
a pensar. Estuvo dándole vuelta, recordando cómo eran las abuelas de sus amigos,
y de cada una de ellas cogió lo que más le gustaba.

Llegó la hora de ir al colegio, Isa cogió su cartera y se fue con sus ideas para la
escuela. Al llegar escribió la redacción y posteriormente la leyó. Sus compañeros se
enfadaron mucho al ver que la abuela que Isa había descrito tenía todo lo que
tenían sus abuelas. Ellos enfurecidos, cuando llegó la hora de comer, como hacían
siempre, se fueron cada uno a su casa, y como no, les contaron a sus abuelas lo
que había ocurrido en clase. Isa se sintió fatal, ella no quiso ofender a nadie, pero
sus compañeros tenían que entender que ella no tenía abuela.

A raíz de ahí las abuelas de los compañeros de Isa le empezaron a tratar como a
una nieta más. La niña se agobió mucho porque de no tener abuela pasó a tener,
por lo menos seis o siete.

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