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así somos Nº 15

Mujeres que paren patria


Niña wayúu. Fotografía: Miguel García Moya

E d i t o r i a l

Una revolución debe asentarse en las más radicales, vuelvo otra vez, las más radicales tradiciones –fíjate– tradiciones,
estoy hablando de una revolución que se afinque en lo tradicional, pareciera una contradicción pero no lo es.
Hugo Rafael Chávez Frías

En nuestra avanzada por las comunidades para la conformación de las Escuelas Nacionales de las Culturas Populares, son
centenares los y las compatriotas reunidas debatiendo sobre las características que deben tener estos nuevos espacios para
el compartir de nuestros saberes ancestrales. La mayoría son casi siempre mujeres. En sus ojos de mujeres artesanas vemos
la fuerza de nuestro Libertador Simón Bolívar y vemos el profundo amor por esta patria bonita que tanto nos pidió Hugo

así somos
Chávez. También sentimos con ellas la imperiosa necesidad de seguir luchando por un país sin exclusión alguna, sobre todo
de las más grandes de todas, la de ser pobres, la de ser mujer, la de ser indígena, la de ser negra…
Mujeres que le han parido a esta patria variopinta su diversidad de seres humanos, mujeres que por donde metamos la

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mirada en este territorio sostienen nuestras devociones religiosas, nuestros mitos, el arte de transformar las fibras que da la
naturaleza, el canto que estremece al pueblo en su llamado, la danza que recorre nuestras calles y las que eligen los colores
de sus casas que avivan nuestra mirada desde las carreteras. Son ellas quienes calman y sanan nuestros dolores desde que
nacemos, que saben dónde está la planta que cura, la oración que reconforta, la voz milagrosa que nos adormece cuya 01
melodía nos trae los más increíbles sueños, que habrán de ser interpretados también por ellas a la mañana siguiente.

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También están al frente las mujeres cuando de producción hablamos. Colocan ellas con sus manos la semilla de maíz en
la tierra fértil como sus vientres, de la cual nacen las mazorcas que nos dan de comer, las que atraviesan las oscuras sombras
en la recolección del cacao, las que sostienen las pesadas cargas sobre sus cabezas, las que suben las montañas recolectando
el café y las que de niñas caminan kilómetros para llevar el avío al jornalero. Son las mujeres que en el mercado gritan ofre-
ciendo productos y enseres, y las que preparan el alimento que nutre a nuestro pueblo.
Son abuelas y madres de esta patria de cuyos cuidados depende el porvenir del colectivo, ellas nos despiertan la alegría
del festejo por los logros alcanzados y son las primeras en traer la música para celebrarlos. Pero también son las primeras
en llorar nuestra ausencia, la de sus propios hijos, las del vecino, los hijos del pueblo y los de la patria, por ello son también
las primeras en defender este país en las calles, en la voz de ellas la verdad se hace grande, tan grande que ni las empresas
privadas de comunicación pueden callar.
Son también mujeres con agudo pensamiento transmitido en la palabra rebelde, en la escritura insurgente, en la mágica
poesía, en la educación de nuestros hijos, en la investigación científica, en la invención tecnológica y en la medicina especia-
lizada. Son mujeres luchadoras sociales y en este país son muchas: lideresas sindicales, comunitarias, comandantes guerri-
lleras, oficiales militares, impulsoras de movimientos sociales de indígenas, afrosdescendientes, campesinos, de la lucha por
la equidad de género y por una salud sexual y reproductiva.
Catorce mujeres acudieron a escribir para esta quinceava edición de la revista Así Somos, mirando nuestro país y el mundo
desde sus distintos lugares de enunciación, desde su condición femenina pero a la vez de indígena, mestiza, afrodescen-
diente, investigadora, luchadora social o servidora pública, buscando de esta forma tratar de aproximarnos a la problemática
de la exclusión, la desvalorización y la estigmatización de la mujer en nuestra sociedad desde la diversidad sociocultural que
nos caracteriza, todas ellas conscientes de los avances que hemos logrado como país soberano y revolucionario en la lucha
por la equidad de género, pero al mismo tiempo problematizadas a partir de esta preguntas: ¿por qué si la mujer en nuestro
país es un soporte fundamental para la patria, nos hacemos portadores de su exclusión y su estigmatización? ¿Cuáles son los
antivalores en el sistema de mercado-mundo, en nuestra sociedad, en las tradiciones y en las costumbres que en cada una de
nuestras culturas patrias sirven de sustento a la opresión y a la dominación de la mujer?

Luis Adrián Galindo C.


D i r ector de l M useo N aciona l de l a s C u lt u r a s
La mujer venezolana, ¿emancipada o esclavizada? M a r í a M a r t h a M i j a r e s
Las mujeres en las cofradías de los santos B e t t y M e n d o z a C h a c ó n

Breviario de la imagen y símbolo de María Lionza D a i s y B a r r e t o


o

De la cultura patriarcal a una cultura liberadora L í d i c e N a v a s


Embarazo adolescente: ¿problema de quién? G i o c o n d a M o t a
Comadronas: un oficio en el corazón del tiempo B e l k i s R o j a s
d

Comunidad wayúu: sociedad matrilineal L u z Fe r n á n d e z

La mujer y los oficios socioproductivos N o r a C a s t a ñ e d a


i

La belleza femenina como síntoma J e s s i e B l a n c o


n

Ideas Para Dialogar C a s i m i r a M o n a s t e r i o s


e
t
n

Así Vamos L a r i s s a C h a c ó n
o
C
así somos
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04 07 12 15 18 22 26 29 34 37 40
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La sociedad wayúu se organiza


mediante clanes matrilineales,
identificados por el e’irukuu —que
Los nuevos tiempos hablan de significa literalmente “carne”—,
igualdad, pero también de derecho y corresponden a un número
La mujer, víctima principal a la diversidad. ¿Somos iguales determinado de personas unidas
del sistema patriarcal, lleva el los hombres y las mujeres? por lazos de consanguinidad y
mayor peso en la formación de ¿O somos diferentes con roles carnal en línea materna, quienes
los miembros de la familia, sociales definidos e iguales derechos? comparten una condición social y
en una sociedad que paradójica- El papel que juegan las mujeres un antepasado mítico común.
Según sean las necesidades, en cada
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mente la oprime, la discrimina y en la realización de las fiestas
tradicionales es muestra de ello. tiempo histórico, espacio territorial
desavaloriza, convirtiéndose
y cultura dominante, así serán las
así en factor fundamental
al reproducir valores de esa sociedad 12 respuestas productivas de unos y otras.
En lo que se refiere a los trabajos de
machista, de manera que resulta
Hace cuatro años forma parte del larga tradición (cuidado de la especie
pertinente revisar los patrones
Colectivo Radio Rebelde 91.5 FM. Se humana, agricultura, ganadería, pesca,
culturales de nuestra sociedad
confiesa una lectora empedernida de caza, cerámica, artesanía utilitaria y no
para comprender por qué nuestras
las cartas de Bolívar, sobre todo de utilitaria, tejeduría, queseras, orfebrería,
propias contradicciones no nos
aquellas en las que exalta las luchas etc.), las respuestas tendrán que ver con las
permiten avanzar en ese campo.
femeninas. En abril de este año cubrió especificidades de cada género humano
07 la VI Cumbre de las Américas. Catia y la viabilidad de sus respuestas productivas.
es su barrio y no cría cuaimas.
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H o m e n a j e

División del trabajo: ¿discriminación sexual o de género? D o r i s A c e v e d o


La mujer: sinónimo de paz pero víctima de violencia J u d i t h L ó p e z

Sabores y Saberes D o r i n d a R o d r í g u e z / M a i l y n g B e r m ú d e z S c u l p i

La Ruta de la Tradición A r i a n n e Ve l i s
Qué Leemos E r n e s t o Ye v a r a
Argelia Laya
Otras Voces J a e l P a l a c i o s

Docente, guerrillera, madre. El 10 de julio de


1926, la población de Río Chico, en el estado
Miranda, vio nacer a Argelia Laya, una de las
mujeres del siglo XX que ha trascendido en la

así somos
historia venezolana.
La labor y el legado de Argelia Laya se funda-
mentan en su compromiso y sacrificio por las

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43 46 50 54 58 61 ideas de igualdad y justicia, su trabajo incan-
sable por los derechos humanos y sociales, la
solidaridad incondicional en la lucha por los
derechos de las mujeres, así como la defensa 03
de los más altos valores y el amor infinito por

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su patria.
Desde la década de los 40, no hubo
conquista de la mujer venezolana en la cual
Argelia Laya no haya combatido con el fervor
de su condición de mujer aguerrida y política.
Desde su vocación y profesión como educa-
En esta sociedad una mujer no
dora defendió el derecho de las mujeres a la
es mujer sino es madre. educación, la participación cultural y la capa-
Mucho se ha debatido sobre el
Y ser madre constituye la patriarcado, sobre todo durante el siglo
citación con la formulación del Plan Nacional
razón central de su vida. XX por las socialistas y el movimiento Educando para la Igualdad, donde estableció
En muchísimos casos una mujer feminista de los años sesenta, los principios y estrategias para una educa-
solo comienza a ser valorada en la búsqueda de los orígenes ción por la paz y la justicia, con fundamento
cuando empieza su carrera de la situación de opresión y en la erradicación de toda forma de discri-
materna, aunque esta valoración dominación de las mujeres y la
signifique un continuo juicio sobre
minación por sexo en el sistema y proceso
lucha por su liberación.
“ser buena o mala madre”. educativos.
34 40 Honramos la presencia sólida y respetada
de Argelia en la vida política y social del país,
La ruta de la matria es una invitación su influencia determinante durante su exis-
a recorrer el país colocando el acento tencia, así como en las actuales y futuras
en las mujeres que desde su hacer generaciones, constituyendo una de las
silencioso han ido construyendo las bases fundamentales del movimiento feme-
identidades de los diversos pueblos que
nos conforman como nación; no solo
nino popular venezolano, en su lucha por la
desde la socialización primaria en el seno conquista de la plena igualdad de condiciones
de sus propias familias, sino también en y oportunidades para las mujeres.
la construcción de los referentes que dan
sentido de pertenencia a los pobladores/as
El 27 de noviembre de 1997, Argelia Laya
de las localidades donde habitan. nos dejó para permanecer por siempre como
símbolo representativo de las mujeres lucha-
61 doras de nuestra historia.
A sí Va m o s
Hacia la construcción de
un gran movimiento social de base cultural

Primer
EncuentroNacional
de Museos
Comunitarios
se realizó en
Táchira
así somos

Los museos comunitarios deben constituirse como un espacio


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para la investigación así como para el fortalecimiento


de la historia local y la capacidad productiva de cada región .
04 Los proyectos deben ser liderados por la comunidad
y la experiencia debe multiplicarse en espacios
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de características similares con el fin de contribuir con


la construcción del movimiento social de base cultural

L ar is s a C hacón
Secretaría de Información y Comunicación MPP Cultura, Gabinete Táchira

B
ajo el manto de las pulso de los saberes populares.
montañas andinas se abren Lisneida Nieto fue la encargada
nuevas rutas para una de dar la bienvenida, a princi-
organización comunitaria donde pios del mes de noviembre, a
la cultura es fuente de fortaleci- las diferentes delegaciones que
miento de las potencialidades y arribaron a la colorida casona
capacidades productivas, muestra de la Fundación Agromuseo
de ello fue el recién realizado Estación El Tabor ubicada en
Primer Encuentro Nacional de el municipio Rafael Urdaneta
Museos Comunitarios, en el de la entidad andina.
cual representantes de diversos Entre los asistentes se contaron
puntos de la geografía venezolana representantes del Museo
se congregaron para sentar las Monseñor Jáuregui y del Museo
bases de la conformación de un Comunitario de San Lázaro
movimiento social para el reim- (ambos del estado Trujillo),
Este Primer Encuentro de Museos Comunitarios
en Venezuela fue posible gracias al proceso de construcción
de un modelo de gestión democrático, descentralizado e incluyente,
en pro de coadyuvar a la estabilización y consolidación de las artes,
la imagen y el espacio en el territorio nacional.

Museo Comunitario de Chuao


(Aragua), Museo Comunitario
La Vela (Falcón), Museo de La
Zaragoza (Lara), Ecomuseo
del Café y del Agromuseo
Estación El Tabor (Táchira).

Del movimiento de base


Sobre este Primer Encuentro
Nacional de Museos
Comunitarios, Nieto destacó que

así somos
durante cinco días los asistentes a
la actividad realizaron un diagnós-

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tico de la situación de cada museo,
a través de la metodología de las
mesas de trabajo: “Nuestro obje-
tivo es conformar un movimiento 05
social que trascienda”, detalló,

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Sede del Museo Comunitario Murükunî, El Palomo, estado Bolívar, 2011. Fotografía: Archivo MNC
haciendo énfasis en la necesidad
de estrechar relaciones entre las los museos comunitarios, estén a la estabilización y consolida-
comunidades que se han sumado constituidos o no”, explicó Nieto, ción de las artes, la imagen y el
a la gran cruzada de la organiza- al extender una invitación a otros espacio en el territorio nacional.
ción cultural. “Estamos en pie de colectivos para que se incluyan De esta forma el Ministerio del
lucha para formar un movimiento en la conformación y consoli- Poder Popular para la Cultura,
nacional que permita fortalecer dación de este tejido social de a través de un Convenio de
resguardo de los saberes de los Cooperación Cultural, estableció
pueblos. De igual modo resaltó un aporte a la comunidad de
la anfitriona de este evento la El Tabor para la realización de
necesidad de continuar captando este encuentro. Este convenio
comunidades dispuestas a dar igualmente señala que el proyecto
Parte de la exposición del Agromuseo Estación El Tabor,

sus primeros pasos en la creación comunitario se incorpore al Museo


de sus propios museos, así como Virtual de América Latina y el
aquellas que desean fortalecerlos. Caribe, a fin de visibilizarlo como
estado Táchira. Fotografía: Archivo MNC

una iniciativa vanguardista que


Pueblo y gobierno demuestra el trabajo mancomu-
Este Primer Encuentro de Museos nado entre los colectivos organi-
Comunitarios en Venezuela fue zados del poder popular en acción
posible gracias al proceso de cons- con los entes gubernamentales.
trucción de un modelo de gestión Luis Galindo, representante del
democrático, descentralizado e Ministerio del Poder Popular
incluyente, en pro de coadyuvar para la Cultura, explicó que
A sí Va m o s
Primer Encuentro Nacional de M u s e o s C o m u n i ta r i o s

este organismo nacional se ha


dedicado a la tarea de acompañar
el proceso de organización del
Movimiento Social de Museos
Comunitarios: “Nos incorpo-
ramos a la mesa buscando la
horizontalidad en el proceso
de gestión cultural, a fin de
proporcionar la metodología
de participación para definir
cómo se debe llevar la organi-
zación de bases comunitaria”.
En este sentido, Galindo enfatizó
que este encuentro nacional ha
dejado saldos positivos en la
organización cultural, pues los
asistentes definieron un perfil
así somos

Primer módulo del Museo Comunitario de Chuao, estado Aragua, 2012. Fotografía: Archivo MNC
común de participación del
proyecto de movimiento social. El sentir telúrico comunitario vinculadas a la agricultura,
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De esta forma, y gracias a las Los asistentes pudieron utilizándolas para la producción
experiencias comunitarias que observar la exitosa experiencia de alimentos y dulces tradicio-
se han desarrollado en Táchira, del Agromuseo Estación El nales con salida al mercado.
06 Lara, Trujillo, Aragua y Falcón, Tabor, cuya principal forta- Así es como se llegó a la primera
el debate se alimentó y fue in leza ha sido desarrollar las definición dentro del perfil de
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crescendo en cada jornada. capacidades productivas participación para el proyecto


de movimientos sociales, y es
que los museos comunitarios
postulados sean un espacio para
la investigación y fortalecimiento
de la historia local, así como de
la capacidad productiva.
Igualmente, los proyectos deben
ser liderados por la comunidad y
estar disponibles para multiplicar
la experiencia en otros espacios.
Finalmente, los organizadores de
este primer encuentro nacional
informaron que se acordó
realizar, en febrero de 2013,
en la comunidad de Chuao el
Parte de la exposición del Museo Comunitario Monseñor Jáuregui, en Niquitao, estado Táchira. próximo encuentro de este tipo. as
Fotografía: Archivo MNC

“ Nos incorporamos a la mesa buscando la horizontalidad en el


proceso de gestión cultural, a fin de proporcionar la metodología de
participación para definir cómo se debe llevar la organización


de bases comunitaria
Id ea s Pa ra Dia lo ga r

El papel de la mujer
en
nuestra sociedad
La mujer, víctima principal del sistema patriarcal, lleva el
mayor peso en la formación de los miembros de la familia,
en una sociedad que paradójicamente la oprime, la discrimina y
desavaloriza, convirtiéndose así en factor fundamental
al reproducir valores de esa sociedad machista, de manera
que resulta pertinente revisar los patrones culturales de
nuestra sociedad para comprender por qué nuestras propias
contradicciones no nos permiten avanzar en ese campo

así somos
C asim ira M onas t er io s
Investigadora del Museo Nacional de las Culturas

R E V I S TA
E n este número dedicado a la
mujer en Venezuela nos plan-
teamos abonar la reflexión
desempeñan las féminas en nuestra
sociedad. Transformar la sociedad
es una ardua tarea que nos convoca
La permanencia patriarcal
Si asumimos que la lengua es un
elemento cultural fundamental
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sobre tan importante tópico a partir a todos y todas a la reflexión crítica y un medio de expresión del
del hecho cultural que significa el y autocrítica acerca de cómo somos, pensamiento, los dichos, refranes
papel de las mujeres en revolución; por qué somos, qué queremos ser y y proverbios son reveladores de
problematizarnos como pueblo qué hacer para lograrlo. Ello implica nuestra cultura, he aquí estas perlas:
en torno a los generar cambios profundos en el “la mujer venezolana es padre y
roles que sujeto individual y colectivo, lo cual madre y no se deja morir el hijo en
es solo posible en la medida en la barriga”, “el hombre pa’ la calle y
que nos sumerjamos en un las mujeres pa’ la cocina”, “hombre
proceso de reflexión-acción- es hombre y siempre cae parao”,
reflexión que nos permita por nombrar solo algunas…
insurgir con la fuerza nece- Estas frases son expresadas por
saria para la construcción hombres y mujeres de esta tierra
de la nueva república. con mucha naturalidad; en sus
Por tal motivo, en esta aparentes contradiciones se expresan
edición de Así Somos identidades socioculturales acerca
deseamos orientar del rol y el comportamiento de
nuestras cavilaciones la mujer en nuestra sociedad,
hacia un tema tan quien —es bueno recordarlo— es
fundamental para mayoría en nuestro país y asume
nuestro país: el cada día con más convicción
papel de la mujer en actividades fundamentales en
nuestra sociedad. los ámbitos educativos, sociales,
culturales, agrícolas, petroleros,
industriales, políticos, jurídicos,
etc., para el desarrollo de la patria.
Fotografía: Miguel García Moya
Id ea s Pa ra Dia lo ga r
El pa pe l d e l a muj e r e n n u e st r a soci e da d

Lo paradójico es que hombres y africana) tiene un gran peso en la cotidianidad estamos muy lejos de
mujeres, en desacuerdo o no con conformación de las comunidades esa sociedad que nos planteamos
esos conceptos, terminamos, de rurales y urbanas populares, en el preámbulo constitucional.
una manera u otra, reproduciendo situación que se resume en la frase: Refundar la república implica
y fortaleciendo patrones de vida, “hijo con su mae”, fomentando con cimentar la sociedad con nuevos
hábitos y costumbres que “supuesta- ello la paternidad irresponsable. principios, valores y creencias.
mente” deseamos cambiar. La mujer, Realidad que la institucionalidad Si bien es una cuestión de orden
víctima principal de la sociedad (pública y privada) se niega a aceptar político, puesto que se trata del ejer-
patriarcal, lleva el mayor peso en esgrimiendo el concepto del modelo cicio del poder (en el ámbito público
la formación de los miembros de la de familia nuclear occidental como y privado), para erigir la nueva
familia en una sociedad que paradó- único posible en nuestra sociedad, sociedad no bastan los cambios jurí-
jicamente la oprime, la discrimina solapando otras formas de convi- dicos expresados en la Constitución
y desavaloriza, convirtiéndose así vencia familiar que por negarlas o y en las nuevas leyes de la república,
en factor fundamental al reproducir invisibilizarlas no son inexistentes. tampoco se trata de un problema
valores de la sociedad machista, Si observamos el mundo indí- cuantitativo: cuántas mujeres
de manera que resulta pertinente gena, más allá de los falsos mitos egresan de los centros de estudio o
revisar los patrones culturales de inventados por los europeos y su cuántas se incorporan cada año al
nuestra sociedad para comprender descendencia, los roles de la mujer mercado de trabajo o cuántas ocupan
así somos

por qué nuestras propias contra- varían de una etnia a otra, pero hoy cargos públicos en las más altas
dicciones no nos permiten avanzar siempre poseen un papel funda- esferas. Se trata de revisar cómo en el
en ese campo. Así, nos topamos mental. Así mismo, en sociedades y juego social, en nuestra cotidianidad,
R E V I S TA

día a día, sin el menor asombro, cofradías religiosas de comunidades se asignan los distintos roles a partir
con compañeras de alto vuelo afrodescendientes se prohíbe la de aquello que cada una de nuestras
intelectual, manejando altos cargos, participación visible y directa de la culturas considera adecuado según el
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cuyo desempeño no se diferencia mujer en ciertos rituales, pero sin el ¿sexo? o el ¿género? Si reconocemos
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en nada del ejercicio masculino, concurso de estas sería imposible su que la mujer es el gran motor material
pero que siguen la recomendación: realización y sobre todo su perma- y espiritual de nuestra sociedad,
“búscate a un hombre para que te nencia y sostenibilidad en el tiempo. cómo es posible que persista una
represente”; o muchos quienes dicen No obstante, en la Venezuela de situación histórica de opresión,
llamarse“revolucionarios” pero son hoy las antiguas y nuevas organi- explotación e invisibilización
incapaces de fregar un plato, darle zaciones comunitarias responden de este sector de la población.
un tetero o cambiarle el pañal a un a las demandas de una sociedad
hijo o hija porque “las mujeres son patriarcal mientras una parte Diversidad cultural
las que saben de eso”… Mientras de la sociedad comulga con los y tradición ideológica
combatientes vecinas del barrio o del valores expresados en los refranes En este sentido y dado su papel en
caserío crían hijos, cumplen con sus anteriormente mencionados, nuestra sociedad, es importante
“obligaciones” laborales tradicionales otra, aún minoría, se escandaliza reflexionar sobre los temas que
y paralelamente asumen la creación y lucha para romper con eso que convocamos para la decimaquinta
de las nuevas organizaciones que la considera dogmas del pasado. edición de Así Somos desde nuestra
refundación de la república demanda. Nuestra carta magna, además de diversidad cultural, rompiendo con
reconocernos multiétnicos, pluri- la visión falaz de una sola cultura,
La liberación en la cotidianidad culturales y diversos, entre otros de comportamientos y modos de
Conformamos un país altamente valores, establece la igualdad de vida uniformes. Partendo del hecho
urbanizado, sin embargo, en género en procura del ejercicio de de que somos diversos y diversas
nuestros ethos se conservan valores la equidad, la inclusión de todas y socioculturalmente, es importante
de la ruralidad perdida con la todos, sin discriminación alguna revisar cómo se desarrollan esas
bonanza petrolera. Constituimos entre quienes habitamos esta concepciones, percepciones y
una sociedad patriarcal (impuesta nación, base fundamental para la autopercepciones sobre la mujer y
por el colonizador) donde la familia conformación y establecimiento de su papel en las diferentes regiones
matrilineal (de origen indígena y una sociedad justa. Pero, en nuestra geohistóricas del país y en lo interno
de las diferentes etnias (indígenas, La mujer en la construcción de humanidad
afrodescendientes y mestizas),
La humanidad es construcción de mujeres y hombres y por lo tanto
asumidas las diferencias entre lo
requiere de ambos para realizar los cambios que la sociedad actual
rural y lo urbano, lo provinciano y lo
reclama. Ciertamente no todo lo construido debe desaparecer. En
capitalino, lo elitesco y lo popular,
nuestras culturas tradicionales, las que nos definen y constituyen
para no repetir el error de algunas
nuestra nación, existen elementos contundentes de resistencia
feministas venezolanas quienes
cultural vinculados al papel de la mujer en nuestra sociedad. Según
asumieron sus luchas reinvindica-
Lenin, en la conformación de la nueva cultura convergen elementos
tivas de género desde una visión
de la vieja cultura que queremos erradicar junto a elementos de
unicultural: blanca, clase media, cita-
la nueva cultura que queremos implantar. Entonces, en tanto
dina; avasallando e invisibilizando
que transformación cultural no se trata de pasar tabla rasa.
precisamente a esa gran mayoría que
La sociedad se transformará en la medida que hombres y
pretendía reivindicar y defender. campo
mujeres modifiquen su praxis en el juego social y para
Con este número buscamos como en la
ello se hace necesario conocer y reflexionar acerca
aproximarnos a nuesta realidad ciudad? En este
de cómo se concreta en nuestra realidad la
actual desde la complejidad de lo orden de ideas, es
cultura patriarcal en una sociedad de familia
diverso inclusivo que reconoce al pertinente y necesario
matrilineal y donde nunca falta quien nos
otro/a para la reflexión colectiva revisar el papel de la

así somos
recuerde que Venezuela es mujer.
que ayude a hombres y mujeres de mujer en nuestra sociedad,
esta tierra a comprender el ahora, eje integrador de nuestra gran
y así poder visualizar la nueva familia extendida y articuladora decidir sobre cada rol a ocupar en la

R E V I S TA
sociedad que queremos mañana. de comunidades, trasmisora de sociedad) al costo de la doble y triple
Problematizarnos en torno a nuestra conocimientos, valores y afectos, jornada. Es imperativo reflexionar
sociedad no desde una esfera desde sus diferentes roles desempe- sobre la persistente visión acerca del
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feminista, sino principlamente desde ñados según los patrones culturales trabajo doméstico como oficio de

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nuestras propias culturas, desde actuales; analizar cuáles valores mujeres sin valor alguno. De igual
los distintos modos de vida, de las reafirmar, cuáles transformar y cuáles manera, muchas personas (hombres
diversas cosmovisiones, desde los negar y superar para la conformación y mujeres) perciben el trabajo comu-
diferentes sistemas de valores y de las nuevas subjetividades feme- nitario o voluntario como diversión
creencias que se han venido desa- ninas y masculinas. Comprender y o como simple ocupación del tiempo
rrollando históricamente en este analizar los diversos modos de vida libre, cuando de ambos (trabajo
territorio que decidimos nombrar concebidos y establecidos desde y doméstico y comunitario) depende
República Bolivariana de Venezuela. para la reafirmación de la sociedad la vida familiar, privada y pública.
¿Qué tanto funcionan los patrones patriarcal, y desde ahí proceder al También es importante revisar la
culturales tradicionales para desmontaje de los mecanismos de percepción y autopercepción de
enfrentar los nuevos retos que dominación que le son inherentes. la belleza femenina a partir de los
plantea la formación de niños, niñas Ergo, es importante conocer y patrones sociales establecidos y
y adolescentes en una sociedad con comprender cómo es la percepción cómo la publicidad incide en esta
un alto consumo de tecnología y y autopercepción de lo femenino percepción y autopercepción de la
donde los medios de difusión masiva y lo masculino en nuestra cultura mujer venezolana, cómo funcionan
y la publicidad funcionan como venezolana latinoamericana y los estereotipos de vieja y nueva data,
mecanismos de alienación y estímulo caribeña, cómo concebimos el papel los cambios de patrones estéticos,
para el consumo, homogenizando de la mujer y los oficios productivos cómo pasamos de la voluptosidad
a la población e invisibilizando tradicionales de larga data, cómo latinocaribeña a la anorexia gringa-
nuestra diversidad? ¿Los ciudadanos se da la distribución sexual del eurocentrista, y qué importancia
del mañana han de criarse con los trabajo en la sociedad industrial. tiene y qué significa que nuestro
mismos patrones con los cuales Puesto que la mujer “gana” espacios gran culto nacional esté precedido
fuimos criados nosotros o se hace en el ejercicio de sus derechos por una mujer: María Lionza. as
necesario revisar y cuestionar nues- como ciudadana (estudio, trabajo,
tros patrones de crianza tanto en el recreación, libertad de escoger y
10
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vene
z
u
e
l
a
p
l
u
r
a
l
La quinceava edición, Mujeres que paren patria,
presenta sendos artículos que ofrecen a
los lectores una mirada ref lexiva sobre
diversos ámbitos que sitúan al mundo de lo
femenino en un lugar significativo dentro de la
sociedad, a la vez que muestra sus facetas más
humanas,visionarias y trascendentales.

así somos
R E V I S TA
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N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
Las mujeres
Ve n ez ue la Plura l

en las cofradías
de los santos
Los nuevos tiempos hablan de igualdad, pero también de derecho
a la diversidad. ¿Somos iguales los hombres y las mujeres?
¿O somos diferentes con roles sociales definidos e iguales
derechos? El papel que juegan las mujeres en la realización de las
así somos

fiestas tradicionales es muestra de ello


R E V I S TA

B e t t y M en doz a C hacón
Docente, Universidad Nacional E xperiment al
de las Ar tes (Unear te)
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La normativa excluyente

…y así mismo prohibimos que en las procesiones,


y en especial en la festividad del Corpus,
salgan danzas de mujeres; sino que las que
hubieren de salir sean de hombres, y estas
honestas, y con los trajes decentes.

Con este decreto, emitido por las auto-


ridades eclesiásticas en 1687, se inicia la
exclusión de las mujeres de los bailes que reali-
zaban las cofradías y muy especialmente en la cele-
bración de Corpus Christi que reunía en la Provincia de
Caracas a una buena cantidad de mulatas que mostraban
sus bailes durante un largo recorrido. Muchas cofradías
obedecieron la prohibición que, en importantes casos,
sobrevive en nuestros días, siendo un claro ejemplo las
festividades de los Diablos Danzantes.
La cofradía fue una institución traída a América por los
españoles, se puede definir como la asociación volun-
taria de fieles laicos para venerar a un santo patrono.

Celebración en honor a San Juan Bautista. Curiepe, estado Miranda, 2009.


Fotografía: Harold Palacios
Organizan la festividad, visten al santo, adornan la
iglesia, cantan, cocinan, preparan el cacao caliente que
servirán durante la celebración, pero el presidente de la
cofradía es un hombre.
Sin embargo, las palabras de Liendo no hacen más que
evidenciar la realidad que se vive en la mayoría de los
pueblos de la costa en los que se realiza el culto a San Juan
Bautista, y es que la festividad es de las mujeres.
Ellos sustentan la autoridad solo desde el plano jurídico
pues son ellas las que definen el papel que cada quien
jugará durante la fiesta y quiénes (hombres) tocarán el
tambor o cargarán al santo durante la procesión.
Celebración del Corpus Christi, Diablos de Yare. Yare, estado Miranda, 2012.
Fotografía: Claris Triguero
Gaita de mujeres
Las establecidas de manera legal disfrutaban en la colonia En las cofradías de San Benito de Palermo, en el sur del
de indulgencias parciales o plenarias que garantizaban la estado Zulia, que desde hace mucho son llamadas vasallo,
vida eterna al lado del creador. sucedió algo diferente ya que a la prohibición de participa-
A América llegaron estas instituciones como una forma ción de la mujer en sus actividades se le agregó la función de
de mantener bajo el control de la Iglesia al cada vez más preparar la comida para el vasallo durante las festividades.

así somos
amplio universo laico que iba surgiendo. Estas normali- En su momento ellas decidieron que, estando dispuestas a
zaban su funcionamiento y en muchos casos establecían aceptarlo, tomarían el día anterior para realizar su propia
la exclusión de las mujeres en su conformación. Cada fiesta y es cuando nace la gaita de tambora, que toma

R E V I S TA
cofradía debía generar sus propios recursos, por lo que prestados dos tambores de la batería de chimbangueles.
acostumbraban realizar “bailes” con el fin de recaudarlos, Apenas finalizado ese día y entrando el día de San Benito
y hacia ellos se dirigió la prohibición. sale el chimbanguele a buscar los tambores que le faltan,
realizando una persecución de la gaita por todos los espa- 13

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
Una festividad femenina cios del pueblo hasta que los recupera, y así el chimban-
guele y los hombres vuelven a dominar.
San Juan es de las mujeres, pero somos los hombres
los que dirigimos la cofradía.
Jonathan Liendo, presidente de la Cofradía
de San Juan Bautista de Chuao.

En Chuao, hermosa población del estado Aragua, las


mujeres aún tienen que enfrentarse al imperativo esta-
blecido en su Cofradía de San Juan Bautista. Son ellas
las madres y protectoras de San Juan, a quien llaman “el
hombrecito”, siendo las guardianas del orden social y
sustentadoras de la cohesión cultural de la comunidad.

Procesión en la celebración a San Benito. Bobures, estado Zulia, 2012.


Fotografía: Luis Trujillo

Son ellas las madres y protectoras de San Juan, a quien llaman


“el hombrecito”, siendo las guardianas del orden social y
sustentadoras de la cohesión cultural de la comunidad. Organizan
la festividad, visten al santo, adornan la iglesia, cantan, cocinan,
preparan el cacao caliente que servirán durante la celebración, pero
el presidente de la cofradía es un hombre.
Las
Ve n ez ue la Plura l mujere s en l a s cofr adía s de los santos

En ese sentido podríamos suponer que existe un convenio tácito en


el que se aceptan los roles que hombres y mujeres cumplen
en el desarrollo de las festividades, cada grupo lo asume como su
responsabilidad y lo realiza amorosamente, sin que por ello se sientan
unas menospreciadas por los otros…

Xiomara Sánchez, integrante de la agrupación tocuyana Expresión Morandina.


Barbacoas, estado Lara, enero 2013. Fotografía: Antonio Zapata
así somos
R E V I S TA

14
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

El respeto a la diversidad preciadas por los otros; al respecto dice la señora Augusta
Podemos considerar que en la actualidad esta situación está Chavez a Carmen Alemán en Chuao: “No mi amor, porque
cambiando, pues en la mayoría de las fiestas tradicionales, para nosotros el Santo es muy grande para que una mujer
que son la actividad heredada de las cofradías coloniales, le bata una falda, eso no puede ser, porque la danza del
las mujeres están ocupando cada vez más espacios que Corpus Christi es sagrada (…) la mujer siempre es mujer, y
usualmente ocupaban los hombres. ¿qué es eso de pasarle por delante al Santisimo alzándole las
Por ejemplo, en el estado Lara podemos observar que piernas? Porque tú sabes cómo es esa danza. Prácticamente
existe un grupo de mujeres tocando tamunangue, algo esa danza es para hombres, a mí no me parece”.
que anteriormente era impensable. En El Tocuyo una Sabiduría ancestral aplicada a la asignación de roles en
mujer toca el cuatro con los tamunangueros: Xiomara las fiestas tradicionales, cada cual sabe lo que le corres-
Sánchez, quien desde muy pequeña ha estado apren- ponde hacer… as
diendo y demostrando que puede hacerlo bien, aunque
los hombres le han ofrecido la oportunidad de tocar como Para seguir leyendo y viendo…
si de una excepción se tratará.
En el Sur del Lago algunas mujeres han sido nombradas “Bailes y pataleos”, El desafío de la historia, año 3,
mayordomas de San Benito, pero aún no se visualiza nº 17, 2011.
la probabilidad de que puedan llegar a ser capitanas, al
Venezuela: tradición en la modernidad. Primer
parecer es un oficio solo asignado a los hombres.
Simposio sobre Cultura Popular. Caracas,
En ese sentido podríamos suponer que existe un
convenio tácito en el que se aceptan los roles que hombres Equinoccio, Ediciones de la Universidad Simón
y mujeres cumplen en el desarrollo de las festividades, Bolivar, 1998. http://www.fundacionsur.com/
cada grupo lo asume como su responsabilidad y lo realiza IMG/pdf/Frater.pdf
amorosamente, sin que por ello se sientan unas menos-
La mujer
venezolana,
¿emancipada
o esclavizada?
Usando como base un contexto político, económico y social
que enmarque la diversidad y complejidad del tema,
¿qué significa en nuestro imaginario venezolano ser mujer?
Procuraremos ofrecer una visión crítica de nuestra realidad

así somos
en la búsqueda de una meditación profunda dentro
del proceso transformador y revolucionario

R E V I S TA
que se lleva a cabo en la actualidad
Mar ía Mar t ha M ijare s Pach eco 15
Antropóloga

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
H
oy día en Venezuela vivimos un proceso de
reflexión que constantemente estamos revisando
en busca de mejoras para alcanzar lo que Simón
Bolívar denominó “la máxima felicidad posible”, frase que
recoge un proyecto libertador que nuestro presidente Hugo
Chávez ha rescatado para darle un nuevo sentido emanci-
pador. Dentro de los cambios que permanentemente procu-
Madre. Santa Elena de Uairén, estado Bolívar. 2010. Fotografía: Filippo Bilotti

ramos en este sentido resulta de primer orden tomar en


cuenta los roles tanto individuales como colectivos de
nuestra población, con miras siempre a la equidad e igualdad
de condiciones sin que esto menoscabe el libre desenvolvi-
miento de nuestras aptitudes y nuestro sentir humano. Para
llevar a cabo esta misión es necesario revisar las dinámicas
sociales y las formas como nos desempeñamos dentro de
nuestra comunidad, teniendo en cuenta que la reflexión debe
llevarnos a la rectificación y con ello a la eficiencia de nuestras
acciones dentro de este largo camino a la independencia.
Tomando lo anterior como base, en este artículo nos
proponemos revisar el rol que la mujer venezolana
representa en nuestro imaginario colectivo, el porqué de
algunos patrones de comportamiento y, con suerte, dar
con algunas alternativas a ciertos estereotipos que se ciñen
sobre nuestro país retrasando el desenvolvimiento real de
la mujer venezolana como pieza clave de la revolución.
La mujer vene zol ana , ¿ e m a n c i pa d a o e s c l av i z a d a ?
Ve n ez ue la Plura l
La "súpermujer" como epíteto sino de la inteligencia y la fuerza de voluntad, sin embargo,
Resulta interesante escuchar por las calles de Venezuela ¿qué recibe a cambio? El mismo trapeador esperándola en
a mujeres de todas las edades decir de sí mismas que son casa para cuando llegue. Hemos sido engañadas y enga-
independientes, “echadas pa’ lante”, y que el epíteto de ñados, la mujer no se emancipó, ¡se esclavizó doblemente!
esta frase siempre refiera al hecho de ser madres/traba- Porque ahora no solo debe realizar las labores domésticas
jadoras/amas de casa/hermanas/hijas/amigas al mismo (que vaya que es un gran trabajo) sino que también tiene
tiempo y sin la necesidad de tener un hombre al lado. que trabajarle a un extraño durante ocho horas al día para
Pareciera que haber alcanzado todo lo anterior y mante- poder ganar un sueldo más o menos decente.
nerse en pie es considerado una especie de “graduación
El cuidado de los hijos
de mujer” en algún registro del imaginario venezolano. Es
cierto que el hecho de realizar tal multiplicidad de tareas y
aun así tener el tiempo de salir a tomarse un café o de ir al
cine resulta un logro de grandes magnitudes, sin embargo,
¿dónde queda el papel del hombre en toda esta historia?
Podríamos llamarlo logro si estuviésemos hablando
de un lugar en el que el género masculino ha desapare-
cido y las mujeres han tenido que repoblar la tierra por sí
mismas generando un nuevo orden social; pero esta no es
la realidad, muchas de estas mujeres, que se consideran
así somos

“súper mujeres” por haber alcanzado tal nivel de respon-


sabilidad, en muchos casos son casadas, con esposos, Pueblo Llano, estado Mérida, enero 2013. Fotografía: Flor Perozo
novios, parejas, hermanos, padres, etc. Entonces, dentro
R E V I S TA

Si consideramos todo lo anteriormente expuesto resulta lógico


de esta ecuación, ¿dónde queda el hombre? Y más aún, si preguntar: ¿quién cuida a los hijos? Lamentablemente las esta-
esa es la tarea de la mujer, ¿cuál sería el rol del varón en dísticas indican que en la mayoría de los casos no es el padre,
este juego social? ¿Realmente son mujeres independientes termina siendo la hermana, la cuñada, la abuela e incluso la
16 vecina o la amiga, quien acude al rescate de la mayoría de esas
o simplemente hemos vuelto a caer dentro de otra trampa madres llenas de responsabilidades y tareas.
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

del capitalismo?
Los mamíferos suelen agolparse por manadas, y esto no
La mujer se ha emancipado, o eso nos han hecho excluye a nuestra especie, las hembras humanas, al igual que las
creer, ya que de ser cierta esa emancipación no serían las de otros géneros de mamíferos, deben recurrir a la ayuda de sus
mujeres las receptoras de la mayoría de los productos pares para el cuidado de sus hijos e hijas, inconscientemente
pareciera entretejerse una red de solidaridad entre hembras
de limpieza, de productos del hogar y, sobre todo, no que las impulsa a ayudarse, sobre todo si se trata de la cría de
serían las emisoras principales de las publicidades nuevas/nuevos miembros de la casta, por lo tanto no resulta
dedicadas a vender mercancía relacionada con bebés. para nada extraño escuchar decir a una mujer venezolana: “voy
a buscar a mi hija en casa de mi amiga tal” o “mi hermana me
Esta “estrategia de mercado” no solo responde a unas buscó a la niña mientras presentaba mi examen en el posgrado”.
estadísticas de venta que beneficia al capital, sino que El cuidado de las hijas e hijos “ajenos” es una práctica muy común
responde a una política que pretende mantener un status en las zonas rurales, esta situación tiene que ver con la forma
como se establecen las relaciones vecinales dentro de esos
quo en cuanto a la repartición de responsabilidades dentro espacios geográficos, en las zonas de casas cercanas se ve con
del hogar. Solo bastaría con ver una publicidad al azar frecuencia a la vecina de alguien cuidando a varias niñas y niños
para darnos cuenta de que para los publicistas las mujeres de la cuadra mientras sus madres se dedican a otras tareas.
limpian, cocinan, planchan y crían a los hijos, mientras los En el ámbito urbano podemos observar estas prácticas en
los sectores “populares” o de bajos recursos económicos, allí
hombres trabajan en la calle y leen el periódico mientras
la comunicación es horizontal y, por lo general, las manifesta-
mamá se encarga de lo demás. Todo esto podría parecer ciones culturales son semejantes a las de los sectores rurales.
lógico si viviésemos en la Venezuela de los cincuenta, Tanto en el contexto rural como en la “barriada” prevalece
el inconsciente colectivo de familia extendida propio de los
en donde lo “común” (entre muchas comillas) era que el
grupos indígena y afrodescendiente. En los ámbitos urbanos
hombre trabajara y la mujer se quedara en el hogar; sin de medianos recursos económicos la situación es mucho más
embargo, la mujer de este siglo (y desde hace rato) trabaja complicada ya que geográficamente hablando los edificios son
espacios mucho más privados y alejados de las áreas comunes
jornadas completas al igual que el hombre, el género feme-
que se pueden disfrutar en las zonas rurales, además la concep-
nino conquistó (por ponerle un término) el mundo laboral, ción de familia que prevalece en ese contexto es producto del
demostró que el trabajo no depende de los cromosomas modelo de familia nuclear, propio de la cultura occidental.
así somos
R E V I S TA
Niñas de Santa Lucía. Santa Lucía, estado Zulia, 2012. Fotografía: Miguelangel Machado

17
Una insana costumbre un agregado ni un actor secundario sino el encargado del

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
Es importante rescatar el hecho de que el machismo no 50 por ciento de las labores tanto domésticas como las
es una característica de los hombres como especie, es una referentes al cuidado y trato de sus hijos. Si queremos
responsabilidad que comparten hombres y mujeres casi lograr esto resulta imprescindible deslastrarnos de mucha
por igual y es reforzado por una serie de factores sociales información que erróneamente se ha tomado como veraz
que se arraigan en el imaginario colectivo, uno de estos en la crianza de las niñas/niños, en este sentido un instru-
males es la publicidad, que ya mencionamos arriba, y mento legal como la Lottt (Ley Orgánica del Trabajo, los
otro factor fundamental es el costumbrismo, que solemos Trabajadores y las Trabajadoras), por ejemplo, propor-
confundir con tradición. Nos han enseñado a pensar ciona un permiso de 14 días al padre y dos años de inha-
que el hombre es “torpe” en las tareas del hogar, que es bilidad laboral, lo cual simboliza un gran avance dentro de
“inútil” cuidando niños y que el “instinto materno” sabe los procesos judiciales en cuanto a la equidad de género,
cómo hacer para solucionar cualquier problema que se esta ley representa un gran paso para las luchas reivindi-
pueda presentar relegando al padre a un segundo plano de cativas reales que buscan la igualdad de condiciones y
“proveedor de alimentos” y “ayudante de la madre”. derechos para todas y todos, avanzando cada día más
Es necesario recordar que el padre debe formar parte hacia la constitución de una nación libre de prejuicios y
activa y equitativa en la crianza de sus hijos, que él no es desigualdad social. as

Nos han enseñado a pensar que el hombre es “torpe” en las


tareas del hogar, que es “inútil” cuidando niños y que el “instinto
materno” sabe cómo hacer para solucionar cualquier problema
que se pueda presentar relegando al padre a un segundo plano de
“proveedor de alimentos” y “ayudante de la madre”.
wayúu:
Comunidad
Ve n ez ue la Plura l

sociedad matrilineal
La sociedad wayúu se organiza mediante clanes matrilineales,
identificados por el e’irukuu —que significa literalmente “carne”—,
y corresponden a un número determinado de personas unidas
por lazos de consanguinidad y carnal en línea materna, quienes
comparten una condición social y un antepasado mítico común
así somos

L uz Fer nán dez ( U t ina)


R E V I S TA

Clan Ja´yaliyuu, Pot shoui, Alta Guajira. Parlamento Indígena

18
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Origen del pueblo wayúu desde su cosmovisión enaltecer la familia, las que van a encaminar la
vida, las conductas y las costumbres. La carne
Según la mitología, en aquellos días sagrados del continuará en sus descendientes, la carne de
primigenio origen la mujer wayúu emergió de las los Wayúu se formará y se heredará de la madre,
entrañas de Mma —la Tierra—. Primero salieron las y sabrán siempre que son hijas de la Tierra”. La
jierü —mujeres— y luego los toolo —hombres—. Madre Tierra prosiguió hablando: “De esta forma
Al mismo tiempo que los Wayúu emergían, salió se organizarán y vivirán las familias wayúu, cada
la voz de la Tierra llamando a las mujeres para una de ustedes tendrá un nombre, así: Tú vas a
comunicarle su palabra, el mensaje para todos sus ser una mujer Uliana, tú una mujer Sapuana, tú
hijos wayúu, tal como lo haría una madre wayúu al serás una madre Aapüshana, tú serás Iipuana,
hablarle a sus hijos a la usanza de hoy. tú serás la abuela de los Epieyuu”, y así suce-
En aquellos días estas fueron las palabras que sivamente salieron todos los e’irukuu encabe-
desde un principio la Tierra dirigió a sus hijos, en zados por una mujer.
las narraciones de los abuelos wayúu: “Ahora que Desde entonces, la mujer se convirtió en la base
están todos ustedes, mis hijos, van a escuchar mis de la organización social y política de la sociedad
palabras. La palabra wayúu la usarán para llamarse wayúu, de carácter matrilineal, donde las auto-
entre sí, ustedes están dotados de espíritu y de ridades son los atuushii o abuelos y tíos
sabiduría, que fueron aprendidos en nuestros maternos, a’laülaa. La mujer es la orienta-
primeros sueños, que enriquecerán con el tiempo dora de la formación de la familia, del
en todos los lugares. Para siempre dirán, nosotros sistema de parentesco, de la orga-
somos wayúu por todos los tiempos, por donde nización de las relaciones sociales y
estén y por donde caminen. Vengan a mi presencia políticas, del poder político descentra-
todas las mujeres, ustedes van a ser las autoras lizado en la sociedad wayúu, así como de la
de las nuevas existencias, las mujeres orientarán organización de los patrones de asentamientos y
las leyes de los Wayúu, las que harán crecer y comunidades dentro del territorio wayúu.
Dorila Echeto, cultora y artesana wayúu. La Guajira, estado Zulia, 2012.
Fotografía: Miguel García Moya

La organización social
La sociedad wayúu se organiza mediante clanes
matrilineales, identificados por el e’irukuu —que
significa literalmente “carne”—, y corresponden a
un número determinado de personas unidas por lazos
de consanguinidad y carnal en línea materna, quienes
comparten una condición social y un antepasado mítico
común.
En tal sentido, la familia se define a través de la carne
o e’irukuu materno. Es una sociedad matrilineal donde el
poder político está totalmente descentralizado, las autori-
dades de los clanes o familias wayúu son los tíos maternos;
cada clan es autónomo y tiene carácter totémico; es decir
que los clanes están representados por un animal ancestral de los valores y las normas de conducta que deben observar
y un símbolo gráfico que los identifica. las familias que integran un clan o e’irukuu. La abuela está
plena de obligaciones y responsabilidades para con sus
Sistema matrilineal descendientes, su familia y su clan. Dada su condición de
Aunque históricamente en el mundo social y político ser la anciana, quien ha vivido la plenitud de su existencia,

así somos
wayúu las mujeres no sean la figura representativa, en el quien tiene conocimiento de las leyes, del arte, de las virtudes,
seno del grupo familiar tienen un gran peso sus opiniones, de las costumbres y de los valores, para poderlas trasmitir a
en especial las de las mujeres mayores. Ellas ejercen las nuevas generaciones, ella se constituye en la fuerza inte-

R E V I S TA
influencia en las decisiones de los hombres, por ser las gradora de la familia, en la que se fundan las bases de las
reproductoras de la familia y las trasmisoras del conoci- relaciones interfamiliares e interclaniles entre los Wayúu”.
miento a las futuras generaciones. La abuela es la principal colaboradora en la forma-
En este sentido, Jorge Pocaterra apunta: “La abuela es el ción integral de los hijos, es la primera educadora de la 19

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
origen del parentesco familiar wayúu o sea de los apüshii. familia, enseña a sus nietas el arte de tejer, la preparación
Las abuelas progenitoras comunes de de los alimentos, las normas sociales, la virtud, el idioma
todas las generaciones pasadas y y la comunicación, los valores, y, sobre todo, a ser mujer
presentes se constituyen en la cabeza
Los roles por género desde la concepción wayúu
de las familias o clanes wayúu.
Desde entonces las abuelas se insti- Las mujeres mayores desempeñan un rol vital para la cultura
tuyen en fuentes primordiales de la como es la educación de los más jóvenes de la familia. Esta
función es compartida con el tío materno quien asume
historia de las generaciones de una
la formación de los hombres, mientras la tía materna se
familia, del clan o e’irukuu, que forma encarga de la de las mujeres, con la finalidad de definir
en lo específico el parentesco clanil. el rol de cada uno en la colectividad wayúu. La cultura
Es el inicio del sistema matrilineal de wayúu tiene predeterminados los roles por género y
la sociedad wayúu, o sea el parentesco por actividades socioeconómicas y socioculturales. Sin
organizado por la línea materna. La embargo, la libertad de elegir lo que se quiere hacer se
realiza ante las posibilidades y distintos escenarios de
abuela es la depositaría común de las
elección frente a diversas situaciones.
tradiciones, de los preceptos morales,

La mujer es la orientadora de la formación


de la familia, del sistema de parentesco, de la
organización de las relaciones sociales y políticas, del
poder político descentralizado en la sociedad wayúu, así
como de la organización de los patrones de asentamientos
y comunidades dentro del territorio wayúu.

Baile de la Yonna. Celebración wayúu. La Guajira, estado Zulia, 2012. Fotografía: LARRY PARRA
C o m u n i d a d W ay ú u :
Ve n ez ue la Plura l s o c i e d a d m at r i l i n e a l

pondían única y exclusivamente al hombre, como es el


manejo y la movilización de los recursos económicos a
través del ejercicio del comercio. No obstante, esta respon-
sabilidad inicialmente consistió en una estrategia para
garantizar la integridad física del hombre wayúu en la
comercialización, ante el atropello constante de las auto-
ridades del Estado; aunque posteriormente la agresión se
trasladó hacia ella, sin importar su condición de mujer y
en violación a la excepción de la cual goza en su sistema
normativo propio.
Actualmente el liderazgo de la mujer wayúu ha tomado
un auge que va más allá de lo social, lo económico y lo
Mujeres wayúu en faena de preparación y distribución de alimentos durante
reunión de clanes wayúu. La Guajira, estado Zulia, 2012. Fotografía: Larry Parra político. Se ha profesionalizado, cada vez es más notoria
su participación en las organizaciones sociales y/o movi-
wayúu, madre y abuela, quienes tendrán la responsabi- mientos indígenas, así como su incursión en la política y en
lidad sobre las nuevas generaciones. Muchas de estas ense- el ejercicio de cargos públicos importantes. Esto ha contri-
ñanzas se imparten en la fase del encierro de las señoritas o buido a hacerla más visible como cabeza de familia, líder
majayülü, cuando reciben la formación en el ser wayúu, en de su comunidad y de su clan.
así somos

la cultura social, espiritual y material. A pesar de estos avances, muchas mujeres wayúu conti-
núan siendo discriminadas y explotadas por el sistema capi-
Nuevos paradigmas en el rol de la mujer wayúu talista patriarcal occidental, como en el caso de aquellas
R E V I S TA

Las últimas décadas del siglo XX, con los procesos de que se desempeñan como domésticas en casas de familia
proyección política de las sociedades nacionales colom- de las principales ciudades; otras son víctimas del narco-
20 biana y venezolana hacia La Guajira, trajeron consigo la tráfico. Lamentablemente este sistema no tiene ojos para
creciente demanda de actividades comerciales, generando valorar los grandes aportes de las mujeres en general,
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

el surgimiento de nuevos modelos de riqueza basados mucho menos para visualizar la diversidad y complejidad
en actividades económicas de tipo occidental capitalista de la naturaleza de la mujer originaria. No obstante, esta
propias del medio urbano, y otras como el trabajo asala- situación ha sido revertida por la mujer wayúu mediante
riado como complemento de las formas de subsistencia su fortaleza; ha sabido superar las barreras de carácter
tradicional. Aunada a esta situación, la sobrecarga demo- cultural, económico, social y hasta político, convirtién-
gráfica del territorio ancestral Wayúu ha causado el despla- dose hoy día en ícono de liderazgo para el resto de la
zamiento de excedentes de población hacia los centros sociedad nacional.
urbanos. Esto estimuló inéditos procesos de jerarquización De igual modo es destacable que si bien las mujeres
social, así como un clima favorable para la aparición de wayúu siempre han sido reconocidas por su labor de
nuevas formas de liderazgo. formadoras y trasmisoras de los conocimientos tradicio-
Todos estos elementos han impactado la forma de vida nales de su pueblo, en la actualidad cobra mayor fuerza
de los Wayúu. Por un lado, han potenciado el liderazgo de su liderazgo mediante su incorporación al ejercicio de la
la mujer, quien asume roles que tradicionalmente corres- docencia institucional, efectivamente existe un altísimo

Actualmente el liderazgo de la mujer wayúu


ha tomado un auge que va más allá de lo social, lo económico
y lo político.
Se ha profesionalizado, cada vez es más notoria
su participación en las organizaciones sociales y/o movimientos
indígenas, así como su incursión en la política y en el ejercicio de
cargos públicos importantes. Esto ha contribuido a hacerla más
visible como cabeza de familia, líder de su comunidad y de su clan.
La mujer wayúu como mediadora
En caso de conflictos entre clanes, la mujer wayúu goza
de una condición de excepción en honor a su función
de garante de la continuidad del e’ìrükuu, por lo cual
es respetada por los clanes o partes involucradas de
acuerdo con el sistema normativo wayúu. En el caso
de disputa con otro clan, las mujeres ayudan a movi-
lizar apoyo y contribuyen con sus bienes al pago de la
compensación. Es por ello común que públicamente
muestren siempre un gran respeto hacia sus varones,
aunque en privado suelen aconsejar a los hombres impe-
tuosos y reprender a sus tíos maternos y hermanos.
Mujer wayúu pastoreando. La Guajira, estado Zulia, 2012. Fotografía: Larry Parra
Existen situaciones particulares donde interviene
índice de educadoras que representan un importantísimo la mujer como autoridad. Es de destacar el papel de las
bastión en la educación de las nuevas generaciones; ellas mujeres mayores como la abuela oushii o la tía aa´irüü,
cuando estas expresan sensatez a favor de la paz pueden
tienen una gran responsabilidad frente a una generación
intervenir en la mediación e influir con sus argumentos
con una forma de pensar y de actuar diferente. en la negociación de la querella. Y en la realización de
Se trata de una nueva generación que considera la tradi- los rituales la mujer chamán (ouutsü) es quien asume el
ción como cosa del pasado, devalúa el componente de la control momentáneo de las acciones del grupo familiar

así somos
historia, tan esencial para nutrirnos de ella y poder asumir a través de la celebración de ceremonias y demás tareas
nuestro papel protagónico de estos días. Cada uno/a de que se desprenden de su contacto con los ancestros
séyuu, expresado a través de los sueños.
nosotros/as tiene un rol en su familia, su clan y dentro de la

R E V I S TA
sociedad wayúu, el cual no se está asumiendo por múlti-
ples razones, entre ellas el desconocimiento de la propia queremos volver al lugar de donde venimos por el temor
cultura. Caemos en el irrespeto a nuestras autoridades, de encontrarnos con nuestro pasado. Cuando finalmente 21
por ejemplo a los a’laülaa, por asumir el protagonismo, regresamos con una formación profesional en las manos

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
influenciados por los recursos de transferencia y demás nos sentimos más que cualquier otro de nuestra comu-
elementos externos que han incidido en esta situación. A nidad, queriendo solapar el rol de los a’laülaa, preten-
todo esto debemos ponerle atención si queremos mante- diendo decidir por ellos, usurpando un lugar que no nos
nernos vivos culturalmente. Debemos valorar nues- corresponde, decidiendo arbitrariamente por las autori-
tras costumbres para que los demás puedan respetarlas. dades de la familia e irrespetando la tradición que durante
Si entendemos con claridad quiénes somos y de dónde generaciones se ha venido ejerciendo dentro del clan. as
venimos será más fácil comprender hacía dónde vamos y
cómo vamos a enfrentar las múltiples adversidades que se Para seguir leyendo…
nos presentan actualmente y en un futuro. Guerra Curvelo, Weildler. La disputa y la palabra.
Otro factor exógeno que ha influido de forma nega- La ley en la sociedad wayúu. Bogotá, Ediciones de
tiva ha sido la escuela occidental con su visión de familia Antropología. Premios Nacionales de Cultura 2001.
nucleada, que desarticula la visión de la familia wayúu. Ministerio de la Cultura, 2001.
Es en la escuela alijuna (no wayúu) donde aprendemos a
Pocaterra, Jorge. Los Wayúu. Na Wayuukana. Estudios
repetir su idioma muchas veces sin llegar a entenderlo
etnográficos. Caracas, 2009.
realmente, porque es difícil transmitir lo que pensamos y
sentimos desde un idioma que no es el nuestro. Solo apren- Unicef -Ministerio de Educación. Documento final
demos a repetir lo que creemos que es aunque muchas del Proyecto Educativo Wayúu, Ekirajawaa Süpüla
veces no es. Esto nos hace sentir que lo nuestro es inferior Wayuuwaa. Elaborado por el pueblo y comunidades
a lo de los demás, y en esta misma dirección queremos wayúu del estado Zulia, docentes, investigadores,
igualarnos a los alijuna, tratamos de parecernos a ellos sin organizaciones indígenas y organizaciones del poder
importar quiénes somos. En ese proceso de cambio no popular con presencia wayúu. Maracaibo, 2011.
Ve n ez ue la Plura l
Saberes, prácticas y representaciones en el Páramo andino

Comadronas:
un oficio en el
corazón del tiempo
B e lk i s Rojas
Etnohistoriadora, profesora e investigadora, Universidad de Los Andes (UL A)

Partera y sobandera. Mucuchíes, municipio Rangel, estado Mérida, 2011. Fotografía: Amilciar Gualdrón
así somos
R E V I S TA

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El continuo y vertiginoso avance de la medicina moderna en el siglo XIX


aparta a las mujeres de la atención oficial en relación con el embarazo,
el parto, el posparto y, en general, los problemas relacionados
con la salud femenina e infantil. Sin embargo, el saber de las comadronas
ha permanecido en el tiempo y se muestra en distintos espacios
sociohistóricos como un conocimiento válido, eficaz y necesario
dentro de comunidades rurales, lejanas y de difícil acceso
Depositarias del saber tradicional
El oficio de comadrona o partera es una ocupación muy
antigua y, al parecer, de carácter universal. En Europa,
entre los siglos XIV y XVII, estas mujeres fueron tildadas
de brujas maléficas y fueron llevadas a la hoguera por el
delito de conocer las virtudes curativas de las plantas y
otros elementos utilizados en el desempeño de su oficio.
Generalmente la actividad de la comadrona abarcaba otros
aspectos aparte de los referidos al parto, incluía el oficio de
curar, pues muchas de ellas desarrollaron una comprensión
de los huesos, de los músculos, de la sangre, de las drogas y
los ungüentos útiles en su quehacer.
En el siglo XVIII, con la conversión de la obstetricia en Al lado del fogón. Mitivivó, municipio Rangel, estado Mérida, 2011.
Fotografía: Amilciar Gualdrón
ciencia, los hombres se apropian de ese campo y excluyen
a las mujeres quienes se convierten en auxiliares por no Las comadronas en el Páramo
pertenecer al campo académico, pues las universidades No cabe duda de que las comadronas han representado
estaban cerradas para las féminas y las leyes prohibían y continúan representando una alternativa práctica y
toda práctica médica a quienes no fueran doctores entre- humana de parto natural o parto sin cesáreas. Por otra
nados en las universidades. El continuo y vertiginoso parte, los médicos universitarios tradicionalmente han

así somos
avance de la medicina moderna en el siglo XIX aparta a considerado que las parteras o comadronas son figuras
las mujeres de la atención oficial en relación con el emba- que muestran un gran retroceso en la práctica gineco-
razo, el parto, el posparto y, en general, los problemas obstetra, aun cuando estas hayan sido instruidas y, en la

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relacionados con la salud femenina e infantil. actualidad, profesionalizadas. Me comentaban las coma-
Sin embargo, el saber de las comadronas ha permanecido dronas de Mucuchíes que cuando se fundó el hospital de
en el tiempo y se muestra en distintos espacios sociohis- esa localidad algunos médicos aceptaron de buen grado
y hasta requirieron la presencia y ayuda de las coma- 23
tóricos como un conocimiento válido, eficaz y necesario

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dentro de comunidades específicas, por ejemplo, los asen- dronas, siempre y cuando estas presentaran sus debidos
tamientos rurales, lejanos y de difícil acceso, en los que aún certificados de “instrucción”. Sin embargo, con el paso
hoy se carece de servicios médicos o estos son insuficientes. del tiempo los galenos fueron rechazando sus saberes por
A raíz de la reunión de Alma Atta en 1978 y de las considerarlos folklóricos y anacrónicos en la práctica de
reflexiones sobre la “salud para todos en el año 2000”, los la preservación de la salud femenina e infantil.
organismos internacionales de salud, así como los Estados, En la visión campesina del cuerpo femenino el parto
consideran pertinente retomar las figuras de los agentes es considerado como uno de los momentos máximos de
comunitarios y tradicionales de salud, entre ellos las parteras desequilibrio pues, después de este, el cuerpo de la mujer
y/o comadronas, quienes como miembros de las comuni- queda abierto y en un estado precario de calor muy peli-
dades podían convertirse en aliados del bienestar. Así, se groso. Tradicionalmente las mujeres parían en sus casas
contempla la necesidad de incorporarlos a las actividades y eran atendidas por la comadrona de su confianza, esto
de atención primaria de salud, dándoles el adiestramiento brindaba ciertas ventajas pues las parturientas no tenían
correspondiente. Se diseñan y ponen en práctica políticas que moverse de sus hogares ni alejarse de su entorno
de formación, supervisión, evaluación, función y prác- familiar. La comadrona se hacía ayudar por otra coma-
ticas de curanderos y parteras. drona o por la madre o el esposo de la parturienta, lo cual

...las comadronas han representado y continúan representando una


alternativa práctica y humana de parto natural o parto sin
cesáreas. Por otra parte, los médicos universitarios tradicionalmente han
considerado que las parteras o comadronas son figuras que muestran un
gran retroceso en la práctica gineco-obstetra, aun cuando estas hayan
sido instruidas y, en la actualidad, profesionalizadas.
Comadrona s:
Ve n ez ue la Plura l
un oficio en el cor a zón del tiempo

En las comunidades rurales el oficio de comadrona es respetado


y ha llegado a considerarse casi sagrado, no solo por estar vinculado
a los misterios del nacimiento y la muerte, sino porque, como señalan
algunas mujeres parameras, ellas poseen “un don de Dios, es un don de
nación”, que se va desarrollando con la experiencia y el entrenamiento
que reciben de otras parteras con mayor experiencia en la tarea de traer
niños al mundo, cuidando la salud física y psíquica de las mujeres.

conformaba un ambiente de confianza y calidez, entre dores: la aplicación de conocimientos quiroprácticos


otras razones porque todos compartían un mismo modo como las“sobas” o masajes así como sus “bebedizos”, sus
de ver el cuerpo, la salud, el nacimiento y la muerte. lavados con aguas de hierbas de “naturaleza caliente y
A finales de los años noventa, cuando realicé mi trabajo cordial”, la eficacia del rezo de sus oraciones, preveen las
de campo en Mucuchíes y sus aldeas, el hospital era enfermedades que pueden ser causadas por la entrada de
percibido por las mujeres como un lugar hostil, extre- “los hielos del hospital y los malos aires” en sus cuerpos,
madamente frío, extraño, ajeno, formado por “gente de o por “entradas de calor excesivo” en el cuerpo del recién
afuera” que no conocían o nunca habían visto y que las nacido, provenientes de miradas y manipulaciones de
así somos

trataban de manera distante y muchas veces déspota. personas ajenas a su entorno familiar. Por otra parte, las
Aunque las comadronas ya no eran solicitadas para atender atenciones de la comadrona, tanto a la madre como al
partos, pues la mayoría de las mujeres se familiarizaron niño, ofrecen confianza y tranquilidad a la mujer, pues
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rápidamente con la medicina hospitalaria oficial, sus estas le revelan constantemente la dimensión simbólica
servicios seguían siendo —y aún hoy es así— requeridos de su cuerpo-persona.
para la atención anterior y posterior al parto. La ayuda En las comunidades rurales el oficio de comadrona es
24 de la comadrona es muy reconocida por estos pobla- respetado y ha llegado a considerarse casi sagrado, no
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solo por estar vinculado a los misterios del nacimiento


y la muerte, sino porque, como señalan algunas mujeres
parameras, ellas poseen “un don de Dios, es un don de
nación”, que se va desarrollando con la experiencia y el
entrenamiento que reciben de otras parteras con mayor
experiencia en la tarea de traer niños al mundo, cuidando
la salud física y psíquica de las mujeres.
Hoy claramente el oficio de comadrona ha ido desapa-
reciendo. En la zona del páramo de Mucuchíes las mujeres
acuden al hospital para atenderse a lo largo del embarazo,
el parto y el posparto. Las jóvenes que son señaladas en las
comunidades como “poseedoras de cualidades o curio-
sidad para curar o asistir partos” prefieren profesionalizarse
en enfermería o en medicina y a lo largo de sus estudios
olvidan o banalizan la “cualidad de médicas o de parteras
que les venía de nación”, además casi ninguna de ellas
regresa a trabajar a su lugar de origen.
Sin embargo, es necesario aclarar que posiblemente
las comadronas en el páramo andino han perdido o
han cedido su oficio de parteras, pero no su oficio de
curanderas y cuidadoras de la salud femenina e infantil.
Son ellas las que soban a las mujeres para “ajustarlas o
acomodar al niño” en posición para su nacimiento. Son
estas mujeres las que atienden “las enfermedades que
Bernardina, partera. Fotografía: Luis Trujillo
Una práctica integral de la salud los doctores no conocen”, como el mal de ojo, la caída o
movida de la paletilla, el cuajo caído, que comúnmente
afectan a los niños. O el mal de madre que afecta a las
mujeres.

Recuperar el ámbito de lo humano


En las sociedades actuales urbanas, la medicalización
progresiva y cada vez más acentuada de la vida reproduc-
tiva femenina ha implicado para las mujeres una despo-
sesión del control de sus cuerpos, de sus experiencias de
embarazo y parto, las cuales han dejado de ser un proceso
natural para convertirse en un asunto de la mercantiliza-
ción y tecnocratización de la medicina; desposesión y
Las comadronas se ocupan de la salud integral de las familias. Mucuchíes,
estado Mérida, 2011. Fotografía: Amilciar Gualdrón devaluación de las prácticas y saberes terapéuticos feme-
Por otra parte, rituales que tienen que ver no solo ninos que han sido subordinados al conocimiento biomé-
con la salud física y psíquica de la mujer sino también dico y masculino que los ha convertido en no-saberes.
con el desarrollo y mantenimiento del sentido de perte- En ese sentido, el rol terapéutico de las comadronas,
nencia e identidad con la familia y la comunidad, como profesionalizadas o no, ha permanecido resistente en el
el entierro de la placenta y el “cierre” de ciertos orifi-

así somos
tiempo y claramente está relacionado con necesidades
cios corporales del recién nacido (el ombligo y la fonta-
sociales y culturales a las que ellas dan respuesta. Es
nela), solo pueden ser llevados a cabo con eficiencia
oportuno e inteligente superar el paradigma tecnocrá-
por las comadronas; pues son ellas las “dueñas de las

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oraciones” que deben hacerse en estos momentos. tico de salud dominante y refuncionalizarlo en aras de
Rituales como el “aliño” con plantas aromáticas clasi- un sistema más humano que le devuelva el dominio y el
ficadas como calientes, el entierro y posterior quema poder de decisión sobre sus cuerpos a las mujeres y valide
y se conjunte con los saberes de los otros y las otras. as 25
de la placenta en un lugar de la casa preservado de la

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humedad y el posterior consumo simbólico de la misma,
aseguran la salud (equilibrio del estado corporal calor-
frío ideal) de la madre y del niño o niña, evita peligros
de brujería y actitudes futuras de desarraigo y desamor
en su hijo o hija y propicia la abundancia de leche para Para seguir leyendo y viendo…
amamantar al recién nacido, así como su fertilidad Ehrenreinch, Barbara. “Brujas comadronas y enfer-
para seguir teniendo hijos vivos y sanos. meras”, en Medicina popular. Santo Domingo-República
En definitiva, el trabajo de la comadrona en las socie- Dominicana, División de Recursos Humanos en Salud/
dades denominadas tradicionales no se limita a la aten- Secretraría de Salud Pública y Asistencia Social, Serie
ción del parto, sino que va mucho más allá, la relación Salud y Medicina Popular, 1981.
es cotidiana, familiar y abarca la vida de las mujeres, de
sus maridos y de sus hijos, es decir, se ocupan de la salud Rojas, Belkis. Cuerpo y enfermedad en Mucuchíes.
integral de las familias. Casi siempre la comadrona es la Trabajo especial de grado para optar al título de
“mamita” de la parturienta y, algunas veces, también de Magister Scientiae en Etnología, mención Etnohistoria,
su marido, pues fue ella quien cortó sus ombligos, lo cual Universidad de Los Andes, Mérida-Venezuela, 2000.
genera una relación de respeto y afecto entre ellos. Así
lo señalaron varias mujeres de Mucuchíes, por ejemplo ———. “Comadronas o parteras y curanderas: guar-
la señora Elodia Rangel de Serpa, de la aldea de Misintá, dianas de la salud y de la tradición en Mucuchíes”, en
en una conversación en el año 1988: “A uno le enseñaban J. Clarac, B. Rojas y O. González Ñañez (comps.). El
que la que le cortaba el ombligo, lo asestía y todo eso, discurso de la salud y la enfermedad en la Venezuela de fin
era mamita y en todo tiempo uno le pedía la bendición. de siglo (enfoques de antropología). Mérida (Venezuela),
Era como otra mamá, uno tenía que respetala mucho y
CIET/Grial, Universidad de Los Andes, 2000.
llevale alguna cosita cuando se podía. Le enseñaban a
uno que tenía que arrodillase y pedile la bendición a la Matecki, Rosana. Las comadronas en Mucuchíes.
mamita onde quiera que la viera, porque le había cortao Producciones Kiskakuna, Conac y Villa del Cine.
el ombligo a uno”. Documental. 25 minutos. 2006.
Ve n ez ue la Plura l

Breviario de
la imagen y símbolo de

María Lionza
María Lionza simboliza la naturaleza, la tierra y el agua. Lo
animal, lo humano, lo virgen y lo reproductivo. Condensa diversas
facetas de lo femenino y de la identidad nacional. Expresa el
pasado, el presente y el devenir de la nación venezolana
así somos

Dais y J . B ar re t o, R .
Antropóloga, Universidad Central de Venezuela (UCV )
R E V I S TA

Sierpe de las aguas Como deidad dadora de las lluvias, ríos, lagunas, serranías,
26 La divinidad venezolana María Lionza concentra variados montañas, es protectora de los animales salvajes, en especial
sentidos de feminidad gracias a sus originales y variables los de caza (danto, venado, onza o jaguar), cuya represen-
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transformaciones. En su imagen primigenia tación asume al igual que la de la gran sierpe de las aguas: la
es un espíritu o fuerza cósmica, telú- anaconda. Simboliza la naturaleza virgen personificada en
rica, símbolo de la fecundidad de una joven desnuda de seductora belleza.
la tierra y por analogía Esta antigua simbolización de María
de la mujer madre. Lionza la asemeja a algunas deidades
femeninas de los pueblos indí-
genas ya extintos y a otros super-
vivientes. En el noroccidente de
Venezuela, la región en la que se
asienta su origen, existen abun-
dantes piezas arqueológicas de
los indígenas precolombinos
Réplica de la estatua de María Lionza, estado Yaracuy, 2011.
Fotografía: Iván Calzadilla

que permiten establecer esta filiación, tales como De esta forma la Reina simboliza lo indígena o lo
vasijas decoradas con los motivos de la culebra originario, por ende, lo nacional, y al mismo tiempo,
y el tigre, y estatuillas femeninas y masculinas lo extranjero, entendido en su sentido más amplio,
cuyas formas evidencian su sentido sagrado. La como el mestizaje biológico y cultural que se inicia
mayoría de estas piezas fueron halladas en cuevas en la conquista, se transfigura en el tiempo y se
y al fondo de lagunas, donde la antigua tradición prolonga hasta el presente actual. Como símbolo
describe que vive María Lionza en un palacio. supremo de la identidad nacional, ella encarna las
Igualmente, en diversos documentos de la complejidades del devenir de nuestra reconfigura-
colonia y los siglos siguientes hay suficientes ción social y cultural. Complejidades profundas y
testimonios sobre los rituales que los indígenas, de carácter muy diverso, que de manera más visible
los negros, los campesinos y hasta los potentados se expresan a través de los rituales de posesión por
hacendados —“gente supersticiosa y adora- el creciente número de espíritus que conforman
dora de la naturaleza”— le rendían a una deidad las cortes de su panteón. Entre las más antiguas se
femenina en cerros, cuevas y lagunas. Deidad que pueden identificar la corte de los caciques aborígenes
tiene el doble atributo o poder de proveer de la conquista, la de los negros rebeldes de la colonia
el bienestar y las desgracias, de proteger y la corte libertadora integrada por los héroes de la
o castigar a los que respetan o lesionan la independencia. Estas son, en conjunto, expo-

así somos
naturaleza y a sus congéneres, por lo que los nentes de la resistencia, la rebelión y la emanci-
creyentes solicitan su intervención y favor pación frente a cualquier dominio extranjero.
para hacer tanto el bien como el mal. Resistencia que de igual manera mantiene

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esta creencia y culto nacional frente al ataque,
Emblema del mestizaje la represión y la descalificación histórica de la
biológico y cultural Iglesia católica, y más recientemente evan-
Pocos venezolanos conocen las raíces gélica, que la condenan como prácticas de 27
profundas de esta creencia ancestral. brujería y hechicería.

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Pocos saben que entre los siglos XVII,
XVIII y finales del XIX, en documentos y Deidad ecléctica
mapas antiguos de la región de los actuales La deidad María Lionza reúne además los
estados Yaracuy y Portuguesa, los nombres atributos femeninos que hacen de ella un
María la Onza, Marilonza, Aldonza, María símbolo del amor, del erotismo, de la unión
Alonso y María Lionza designan, alternativa- de los sexos en el sentido libre. Pues si bien el
mente, diferentes elevaciones montañosas; y rasgo que más han destacado artistas, poetas
que la antigüedad de su nombre, evidentemente e intelectuales, ha sido el de sus favores para
cristianizado, se remonta a cuatrocientos años. atraer y “encantar” a los hombres, los testi-
Estas variaciones históricas testimonian, a monios escritos sobre el culto, desde hace
su vez, el doble origen transmitido por las medio siglo, exponen la confluencia y
leyendas míticas, en las que se muestra aceptación en este de la más amplia
como a una mujer india o blanca (espa- diversidad sexual.
ñola o europea).

De esta forma la Reina simboliza lo indígena o lo originario, por


ende, lo nacional, y al mismo tiempo, lo extranjero, entendido en
su sentido más amplio, como el mestizaje biológico y cultural que
se inicia en la conquista, se transfigura en el tiempo y se prolonga
hasta el presente actual. Como símbolo supremo de la
identidad nacional, ella encarna las complejidades del
devenir de nuestra reconfiguración social y cultural.

Celebración del Baile de la Candela. Quibayo, montaña de Sorte, estado Yaracuy, 2012. Fotografía: Miguel García Moya
Ve n ez ue la Plura l
Breviario de l a imagen y símbolo de María Lionza

¿Sabías qué?

Erguida sobre un danto


a cuyas patas se deslizan serpientes,

Fotografía: Miguel García Moya


la Reina María Lionza
muestra la carga erótica de
su exuberante cuerpo, sosteniendo
en lo alto, desafiante, con
los brazos elevados, el hueso sacro María Lionza está representada popularmente como
una diosa o reina. Es la figura central del llamado espiri-
(la pelvis). María Lionza cabalga tismo marialioncero, culto híbrido en el que convergen
marcada por un destino: sumergirse ritos y creencias católicas, indígenas y africanas.
También ha absorbido elementos de la religión yoruba,
en el devenir, en la transfiguración vudú, así como elementos místicos y teológicos de otras
así somos

culturas. Dentro de las cortes espirituales de mayor


en el tiempo de la nación Venezuela. jerarquía, María Lionza es el centro de la trilogía confor-
mada por el Cacique Guaicaipuro –líder de los indios
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Caracas– y el Negro Felipe –soldado durante las guerras


de independencia.

En la estatua monumental que la muestra cabalgando Para seguir leyendo…


28
desnuda, el escultor Alejandro Colina enalteció todos
Barreto R., Daisy J. María Lionza. Mito e historia.
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

estos variados sentidos de la feminidad que ella como


Trabajo de Ascenso. Escuela de Antropología,
símbolo congrega: la naturaleza, la tierra, el agua, lo animal
Universidad Central de Venezuela, 1987.
y lo humano, lo virgen y lo reproductivo, lo autóctono y lo
nacional. Erguida sobre un danto a cuyas patas se deslizan ———. “El mito y culto de María Lionza: identidad y
serpientes, la Reina María Lionza muestra la carga erótica resistencia popular”, en Historias de identidades urbanas.
de su exuberante cuerpo, sosteniendo en lo alto, desafiante, Composición y recomposición de identidades en los territo-
con los brazos elevados, el hueso sacro (la pelvis). María rios populares urbanos. Teresa Ontiveros y Emanuel
Lionza cabalga marcada por un destino: sumergirse Amodio (comps.). Caracas, Fondo Editorial Tropykos y
en el devenir, en la transfiguración en el tiempo de la Ediciones Faces-UCV, 1995.
nación Venezuela. as ———. María Lionza. Genealogía de un mito. Tesis
doctoral. Faces-UCV, 1998.
Ferrándiz, M. Francisco. Escenarios del cuerpo: espiri-
tismo y sociedad en Venezuela. Bilbao, Universidad de
Deusto, 2004.

Fotografía: Miguel García Moya


La mujer
y los oficios
socioproductivos
Según sean las necesidades, en cada tiempo histórico, espacio
territorial y cultura dominante, así serán las respuestas
productivas de unos y otras. En lo que se refiere a los trabajos
de larga tradición (cuidado de la especie humana, agricultura,
ganadería, pesca, caza, cerámica, artesanía utilitaria y no

así somos
utilitaria, tejeduría, queseras, orfebrería, etc.), las respuestas
tendrán que ver con las especificidades de cada género humano

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y la viabilidad de sus respuestas productivas

N ora C as t añ e da
Economista / Militante del Movimiento Amplio de Mujeres 29

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Francisca Serrano, locera, patrimonio cultural de la región. Manicuare, municipio Cruz María Salmerón Acosta, estado Sucre. Fotografía: Amilciar Gualdrón
La
Ve n ez ue la Plura l
así somos
R E V I S TA
mujer y los oficios socioproductivos

Señora Ligia, quesera de la comunidad. Mitivivó, municipio Rangel, estado Mérida, 2011. Fotografía: Amilciar Gualdrón

El trabajo de la mujer, ¿oficios? Así, el proceso productivo, diverso como es, ha encon-
Queremos comenzar por expresar, aunque parezca poco trado a mujeres y hombres realizando procesos de trabajo,
30
ortodoxo, que la necesidad de desarrollar el tema “la mujer también diversos, en la construcción de la vida humana y
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

y los oficios socioproductivos” me condujo de inmediato en relación con el resto de los seres vivos. De manera que
a pensar el concepto de trabajo en el proceso de humani- todos los seres vivos (la naturaleza) son transformados,
zación de la sociedad y su posterior deshumanización. De y este proceso alcanza a las mujeres trabajadoras y a los
manera que, en lo posible, lo tendré presente a fines del trabajadores, en el espacio y en el tiempo.
desarrollo de este artículo.
En efecto, cuando se habla de la mujer en relación con el El trabajo de la mujer en el espacio y en el tiempo
trabajo se tiende, por lo general, a pensar este último como Según sean las necesidades, en cada tiempo histórico,
un oficio, lo que no ocurre si el sujeto social es un hombre. espacio territorial y cultura dominante, así serán las
En este caso resulta obvio que la acción social que realiza respuestas productivas de unos y otras. En lo que se refiere
es trabajo transformador de la naturaleza; productor de a los trabajos de larga tradición (cuidado de la especie
valores de uso y de cambio, de larga tradición o no. humana, agricultura, ganadería, pesca, caza, cerámica,
artesanía utilitaria y no utilitaria, tejeduría, queseras, orfe-
brería, etc.), las respuestas tendrán que ver con las espe-
cificidades de cada género humano y la viabilidad de sus
respuestas productivas.
Como se sabe las mujeres somos las reproductoras
directas de la especie humana, lo que condujo a que se nos
considerara cuidadoras, por excelencia, de tal especie. Así
un hecho biológico determinó la distribución social del
trabajo, de manera que nuestro trabajo llegó a no ser consi-
derado como tal, sino que se le denominó como oficios
del hogar; siempre subvalorados en relación con el trabajo
realizado por el hombre fuera del hogar como proveedor
de la familia.
Secado natural de la lana de ovejo cruda, estado Mérida. Fotografía: Carmen Ángel
Como se sabe las mujeres somos las reproductoras directas
de la especie humana, lo que condujo a que se nos considerara cuidadoras,
por excelencia, de tal especie. Así un hecho biológico determinó
la distribución social del trabajo, de manera que nuestro trabajo
llegó a no ser considerado como tal, sino que se le denominó como
oficios del hogar; siempre subvalorados en relación con el trabajo realizado
por el hombre fuera del hogar como proveedor de la familia.

En tanto el cuidado de la especie humana permitía o de la realidad, incidencia en las políticas públicas y parti-
requería de otras labores las mujeres hacemos presencia cipación activa en la lucha permanente contra los flagelos
tempranamente en la agricultura, la artesanía, la teje- comprendidos en este aparte del artículo.
duría y la cerámica. Todos oficios que permiten utilizar el Así mismo, damos cuenta de los avances alcanzados en
espacio en los tiempos de embarazo, lactancia materna, el país, sobre todo con el proceso bolivariano: los logros
enfermedad de los niños y niñas y del resto de la familia. constitucionales (1999) y otros instrumentos legales poste-
Paralelamente los hombres, proveedores, realizan trabajos riores; los cambios institucionales a favor de las mujeres y
que suponen un alejamiento temporal, a fin de cumplir con con visión de género en todos los poderes del Estado; la

así somos
su función primordial, del espacio donde se desarrolla la fuerte alianza de género con el presidente de la República,
familia, por ejemplo, se dedican a la caza y a la pesca. quien se ha asumido públicamente como militante socia-

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Si analizamos hoy día el modo de producción de nues- lista y feminista y por tanto constituye un aliado funda-
tras comunidades originarias, históricamente, podremos mental a la hora de continuar superando y manejando las
entender cómo surge la actual división del trabajo y por contradicciones que aún persisten. as
ende podríamos intervenir respetuosa y de manera parti- 31
cipativa en tales comunidades; con una visión étnica, de

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género y de clase.

Taller de tejido de Moriche, comunidad Jubasujuro, estado Delta Amacuro, 2006. Fotografía: Carmen Ángel
Desigualdades, inequidades y exclusión
Está claro para el movimiento amplio de mujeres en el
mundo, que los hombres y mujeres somos diferentes, lo
que no aceptamos es que sobre la diferencia se monten
desigualdades, inequidades, subvaloración de nuestro
trabajo y, más grave aún, la exclusión.
Sobre este particular, en nuestra América hay avances
importantes tanto en la comprensión teórica-conceptual
del asunto, como en el desarrollo de estrategias, políticas,
proyectos y programas que permitan una práctica trans-
formadora positiva de la realidad imperante, en un tiempo
que necesariamente debe ser lo más perentorio posible.
Sin temor a equivocarnos podemos afirmar, a partir de
una evaluación sumamente rigurosa, que el avance de las
mujeres en América Latina y el Caribe es altamente signifi-
cativo, lo que no implica que lo hayamos alcanzado todo.
En efecto, la región y el país se destacan por haber alcan-
zado grandes logros de cara a la superación de lo aquí
planteado como problemas.
Venezuela, por ejemplo, cuenta con un movimiento
de mujeres que desde los movimientos sociales realizan
esfuerzos coordinados en la investigación, comprensión
3 Actividades productivas

Ganado Dulcería Queseras


caprino criolla

1 Actividades productivas

Cerámica Textiles Piscicultura


wayúu wayúu
así somos

2 Actividades productivas Cultivos y recolección


Devoción San Benito Chimbánguele
Las mujeres participan como
promeseras, bailando y preparando
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las comidas
Tejidos de Tejidos de Dulcería Papa Maíz Leguminosas
fibras fibras tradicional
vegetales animales
32 (cola ‘e mula (lana de
o bejuco) ovejo)
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La mujer en Venezuela
1 ZULIA
La mujer es agente activo en todos los
ámbitos de la educación, transmite valo-
res sociales y conocimientos de larga tra-
dición, al tiempo que se desempeña
como docente en los diferentes ámbitos
Para apreciar el alcance del rol de las mujeres en nuestro país, es necesario entenderlas como el de la formación académica. En el mundo
verdadero centro de todas nuestras relaciones afectivas; es el vínculo fuerte y estable urbano trabaja en la industria petrolera.
en nuestra sociedad. La familia matricentrada (relación mujer-madre y hombre-hijo) es el lugar Como indígena, mantiene el equilibrio es-
piritual-material de su familia y comuni-
permanente y privilegiado de la convivencia, es espacio humano de revelación de sentido, dad; es tejedora, ceramista, sabia y dirige
de la elaboración del pensamiento y las aspiraciones más profundas de nuestra realidad cultural. la política.
De igual manera, la mujer participa en la construcción, mantenimiento material y 2 LOS ANDES
organización del hogar, ejerce el liderazgo en las comunidades, así como en los espacios productivos La mujer extiende su espacio de acción a
primarios; es decir, la mujer reproduce biológica y socialmente a la sociedad, transmite nuestros los campos de cultivo, los valles y las
valores (incluso prejuicios), patrones de comportamiento, los idiomas y el conocimiento. cuencas, trabaja en la producción de

Fuentes: Documentación: Ernesto Yevara.


4 Actividades productivas 5 Actividades productivas Festividades
Devoción a la sagrada Cruz de Mayo,
Virgen del Valle y santos patronos de cada
ranchería o comunidad
Parteras y sanadoras con medicina
Administra- Servicios y Pesca Industrias Comercia- Cestería y tradicional
Industria
ción pública comercio artesanal lización del tejido de
petrolera Cantadoras de calipso, aguinaldos,
pescado hamacas galerones, punto de velorio, gaita oriental
Cultivos

Cacao Plátano Frijoles Hortalizas

Festividades
Devoción a San Juan Bautista, Cruz de Mayo
y al Corpus Christi

6 Actividades productivas

Quesos de Talabartería Ganadería y


búfala y siembra
vaca

El parrandón llanero

así somos
Las mujeres organizan la preparación de
las comidas, y participan bailando y
cantando

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7 Cultivos Actividades productivas

Yuca Plátano Maíz Trabajo Producción


agrícola de casabe,
Liderazgo comunitario mañoco,
en capitanías indígenas, consejos naiboa
comunales, consejos de ancianas/os y panela

papa, maíz, legumbres, flores, en la reco- reina de las Turas), asociado a la produc- ca, procesamiento de sardina, pepitonas, sos, cachama y plátano. También son arte-
lección de plantas medicinales y coloran- ción del maíz. camarones y caracoles, así como en la co- sanas del cuero, fabricando campecha-
tes. Es promesera y organizadora de mercialización del pescado. También tie- nas, alpargatas y bolsos. La mujer es tam-
rituales y festejos como novenas, proce- 4 CENTRO-NORTE-COSTA ne su espacio en la industria petrolera, bién sujeto inspirador de la poesía y el can-
siones, rosarios cantados, paraduras de La mujer asume tareas en todos los espa- en la producción de cacao y fabricación to llanero.
Niño Jesús, siembra de agua y baila para cios laborales, en las industrias tradiciona- artesanal de cestas y hamacas. En lo cere-
San Benito y Santa Lucía. les como la cacaotera y la pesquera, en monial, la mujer es quien organiza los ve- 7 GUAYANA
las industrias procesadoras de alimentos lorios a la Sagrada Cruz de Mayo. La trans- El trabajo agrícola para obtener yuca,
3 CENTRO-OCCIDENTAL maíz y plátano es compartido con la mu-
(carnes, vegetales y harinas), producto- misión de la lengua Patuá, los saberes de
El trabajo femenino está presente en la ras de papel, materiales de construcción, la medicina tradicional y la atención del jer, así como la recolección de frutas/os
industria del ganado caprino, en la fabri- etc. En la comunidad, el liderazgo femeni- parto también son labores femeninas. estacionales, como el seje, la manaca o el
cación de dulces y quesos; las mujeres no organiza las mesas técnicas de agua, copoazú. La producción de casabe, maño-
además ejercen los oficios de artesanas los consejos comunales, movimientos so- 6 LOS LLANOS co y naiboa es femenina. De igual manera,
textileras y loceras. En el mundo ceremo- ciales y acompaña las cofradías religiosas. La mujer administra y organiza el hogar y es importante el papel de la mujer en los
nial y festivo, la mujer es fundamental en las fincas, compartiendo las responsabili- movimientos sindicales y el liderazgo co-
la organización de cofradías, los rituales 5 ORIENTE dades de crianza de hijas e hijos con la munitario, así como en la producción y or-
a María Lionza y el ritual de las Turas (la El rol de la mujer es importante en la pes- faena de producción de arroz, carne, que- ganización del Carnaval de El Callao 

Infografía: Mauricio Vivas


Ve n ez ue la Plura l
Problema social, cultural, de salud pública

Embarazo
adolescente:
¿problema de quién?
En esta sociedad una mujer no es mujer sino es madre.
Y ser madre constituye la razón central de su vida.
En muchísimos casos una mujer solo comienza a ser valorada
así somos

cuando empieza su carrera materna, aunque esta valoración


signifique un continuo juicio sobre “ser buena o mala madre”
R E V I S TA

Gioconda Mo t a Gu t iér rez


34 Educadora, comunicadora popular / Colec tivo La Araña Feminista
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Estudiantes de bachillerato.
Villa de Cura, estado Aragua, 2011.
Fotografía: Filippo Bilotti
D
esde pequeñas, dos de los mandatos cultu- en esta problemática hay un problema de conocimiento,
rales más contundentes hacia las mujeres y acceso y uso de métodos anticonceptivos, también lo es
que se constituyen luego en valoraciones muy que un conjunto de mandatos culturales también afectan
profundas a lo largo de toda la vida —en ellas y en todo el de manera muy sustantiva y poco se les presta atención. El
contexto que les rodea— son ser madres y ser bellas. mandato materno, los mandatos machistas que se resisten
El segundo mandato se expresa a través de sutiles y no al uso de métodos anticonceptivos, entre otros.
tan sutiles expresiones simbólicas, propias del mercado Y aunque se llegue al embarazo adolescente de forma no
capitalista, que conllevan a la generación de falsas necesi- deseada o planificada, una vez que se está en esa situación,
dades y que a su vez suponen destinos estéticos infinitos luego de los regaños y chaparrones, se erige el mandato
e inalcanzables que inciden directamente en la obse- materno y existe un nexo casi fantástico con la nueva y
siva búsqueda de la belleza “hegemónica” y se traducen futura condición de “madre”. Ya pasó, hay que aceptarlo.
en la práctica concreta en una vida llena de consumos Y allí empieza la carrera materna. La mayoría de las culpas
múltiples, sistemáticos y eventuales para alcanzar dicho recaen sobre las chicas: “te acostaste antes de tiempo”,
anhelo de belleza. Esto abarca desde la ropa, el maqui- “no te cuidaste”, “y los valores que te di, tanto que te lo
llaje, los diversos productos cosméticos, la peluquería y dije…”, etc., pesando sobre ellas toda la carga valorativa de
sus múltiples servicios hasta gimnasios, dietas, etc. Toda la responsabilidad y en muy buena medida evadiendo la

así somos
una vida siendo “esclavas” del mandato. Hasta llegar a lo responsabilidad de los chicos. Incluso, la reacción cultural
más extremo —lamentablemente hoy muy común y con más común de padres y madres de los varones es “esa
consecuencias conocidas—: intervenciones quirúrgicas barriga no es tuya…”.

R E V I S TA
del cuerpo de la mujer. Con frecuencia se afirma: ¿cómo es Vivimos una sociedad que mantiene constantemente
que llega una mujer a esas cosas si saben que les hace mal? un “doble mensaje” hacia la sexualidad. Como el sexo
Pero nadie se plantea cómo es que desde que nace la “vende”, por un lado, existe una gran hipersexualiza-
mujer el mandato de “ser bellas a toda costa” es enfático ción de todo lo que nos rodea, casi desde que naces 35
e incesante a lo largo de toda la vida y en absolutamente todo lo que te rodea te dice “ten sexo, ten sexo…”, pero

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
todo lo que la rodea. Es fácil pensar en las nefastas conse- cuando esto ocurre y se generan sus consecuencias, toda
cuencias que esto genera. la sociedad te sataniza, mucho más aún si eres adoles-
cente. En muy buena medida las y los adolescentes que se
Mandato materno y embarazo adolescente inician temprano y sin protección alguna responden a este
En cuanto al primer mandato, en esta sociedad, una mujer continuo mandato cultural-mercantil.
no es mujer sino es madre. Y ser madre constituye la
razón central de su vida. En muchísimos casos una mujer
solo comienza a ser valorada cuando empieza su carrera
materna, aunque esta valoración signifique un continuo
juicio sobre “ser buena o mala madre”. Lo cierto
es que desde muy pequeñas estamos viendo
a nuestro alrededor “el sagrado mandato
materno”: en los juguetes que nos regalan,
en la mayoría de todas las conversaciones
familiares, comunitarias, escolares, etc.
No en balde existen expresiones colo-
quiales como “lo entenderás cuando seas
madre”, “solo una madre sabe…”, “quien
no ha sido madre no comprende…”.
El embarazo adolescente es el que
ocurre en una mujer entre los 10 y 19
años. Regularmente no ha sido deseado
ni planificado. Y si bien es cierto que

Madre e hija. Caracas, 2009.


Fotografía: Filippo Bilotti
Ve n ez ue la Plura l
Embar a zo adolescente: ¿p ro b l e m a d e q u i é n?
así somos
R E V I S TA

36
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Caracas, julio 2012. Fotografía: Flor Perozo

Otro elemento que es importante nombrar es el abuso lo cultural. En la valoración de la mujer como mujer y
sexual, pues también sucede que un alto porcentaje de emba- todas sus potencialidades de desarrollo y no solo en la
razos adolescentes tiene su origen en casos de violaciones. valoración de la mujer como madre. Asimismo, una
Una madre adolescente corre riesgos de salud física discusión abierta y menos pacata sobre la sexualidad,
durante el embarazo y durante el parto. Pero también su goce y también su protección. Una discusión que
está expuesta a importantes riesgos de desarrollo en su implica posicionamiento masivo de estos temas y trans-
proyecto de vida integral que, muchas veces, está ausente versalización en la educación (en todos los niveles), en
y “pareciera” que la exigencia materna intentara susti- la comunicación, y muchas otras políticas públicas.
tuirlo. Una madre adolescente regularmente no culmina Venezuela es uno de los países de la región con índices
sus estudios, tiene trabajos precarios, con frecuencia es más altos de embarazos adolescentes, de hecho ocupa el
víctima de múltiples formas de violencia, entre muchos primer lugar en Suramérica, sin embargo, no pareciera ser
otros aspectos que afectan su realización personal y su un tema que esté priorizado entre las políticas públicas
realización en un contexto social. con una acción coherente, sistémica y mancomunada. Es
tiempo ya de que el gobierno revolucionario preste aten-
Políticas públicas ción estructural a esta problemática que incide directa-
Políticas integrales deberían combinar estrategias mente en nuestro desarrollo integral como país. Porque
de prevención y estrategias de atención directa a la la limitación de desarrollo de cualquier mujer adoles-
problemática. Entre las estrategias de prevención es cente, así como de sus hijos(as) que nacen en condiciones
muy importante abordar aspectos que impacten en adversas, es también limitante del desarrollo de la patria. as
La belleza
femenina
como
síntoma
Para el capitalismo los cuerpos de las mujeres se convierten
en un objeto incesante de consumo. Ser bella es un síntoma social
del cual pareciese que ninguna mujer puede desprenderse.

así somos
¿A qué se debe esta necesidad imperante de ser bella?
¿Qué costo trae para las mujeres esta aspiración?

R E V I S TA
J e ssie B lanco
Psicóloga y socióloga / Profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV )
37

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Centro Comercial San Ignacio. Caracas, 2011. Fotografía: Brahma TORRES


La
Ve n ez ue la Plura l
así somos
R E V I S TA
belle z a femenina como síntoma

Sabana Grande, Caracas, 2010. Fotografía: Edgar Martínez


38
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

La belleza como síntoma hegemónico La naturalización de la idea de belleza asociada exclu-


El peso que le otorga actualmente nuestra cultura a la sivamente a la mujer es síntoma de las relaciones asimétricas
“belleza” femenina es producto de la imposición hege- de poder entre los sexos en una cultura patriarcal. Dichos
mónica de ideal de belleza que emerge desde el siglo XX, como “el hombre es como el oso mientras más feo más
caracterizado por un estereotipo de feminidad que se hermoso” y “para ser bella hay que ver estrellas” develan
difunde masivamente para su consumo encarnado en un el lugar que las mujeres ocupan en este posicionamiento
cuerpo de mujer reducido a un objeto-mercancía. A pesar simbólico. Las mujeres son objetos de la mirada mascu-
de que cada cultura y cada época ha tenido una definición lina de la cultura y esta mirada afecta su propia auto-
propia de lo que es la belleza y la propia diversidad es lo percepción. Las crecientes industrias de las cirugías
que la ha nutrido, existe una representación de la belleza cosméticas y estéticas, que atentan contra la salud física
hegemónica que se ha impuesto y ha pretendido inclusive y psicológica de las mujeres, se sostienen gracias a la
mermar su diversidad a través de la homogenización e esclavitud que genera el consumo ilimitado de este ideal
imposición de un estereotipo predefinido. La universaliza- de belleza. Las mujeres aspiran alcanzar este ideal y los
ción de este ideal y su naturalización hace que este modelo hombres anhelan tener mujeres que lo representen.
de belleza o “mito de la belleza” se erija como el referente
único desde el cual se compare cualquier forma de expre-
sión de la belleza femenina.

Esta falsa pero imperante necesidad de parecerse al ideal de mujer


que vende el sistema del capital, al costo que sea, incluyendo el riesgo
de muerte, trae serias consecuencias en la salud de la mujer, no solo
física sino psicológica, tales como la anorexia, la bulimia, el desarraigo
o la falta de identidad, la esclavitud cosmética, todas producto de la
inconformidad con sus propios cuerpos.
El ideal tóxico
A pesar de los cambios en los ámbitos político e ideológico
que se han sucedido, en nuestro país, desde los noventa,
la industria que gira en torno a la mercantilización del
cuerpo y la imagen de la mujer no solo ha permanecido
intacta sino que ha proliferado de manera indiscrimi-
nada. Esto suele hacerse notorio de manera paradójica
cuando los costos en los cuerpos de las mujeres cobran sus
propias vidas. Ejemplos de esto son las recientes denun-
cias a médicos por el uso y abuso de biopolímeros para
implantes mamarios, así como mujeres que mueren en
operaciones negligentes tratando de cambiar, a través de
cirugías estéticas, alguna parte de su cuerpo que les inco-
moda. Sin embargo, las mujeres protestan por insumos de
calidad para sus implantes más que en contra de la estruc-
tura misma de esclavitud y dominación que les exige dejar
de ser ellas para ser aceptadas social y culturalmente. Esto
ilustra el lugar que ocupa la mujer en el intercambio de
bienes simbólicos y cómo ellas se perciben a sí mismas
desde la mirada cultural de la dominación masculina. Esto
es, como objetos deseables y no como sujetas deseantes.
Se cosifica su propia autopercepción.

así somos
Esta falsa pero imperante necesidad de parecerse al
ideal de mujer que vende el sistema del capital, al costo
que sea, incluyendo el riesgo de muerte, trae serias conse-

R E V I S TA
cuencias en la salud de la mujer, no solo física sino psico-
lógica, tales como la anorexia, la bulimia, el desarraigo Caracas, 2012. Fotografía: Susana Arwas
o la falta de identidad, la esclavitud cosmética, todas
producto de la inconformidad con sus propios cuerpos. ginia estética refleja la necesidad del sistema capitalista 39
patriarcal de ejercer un dominio masivo sobre las mujeres

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
El consumo del cuerpo femenino desde sus cuerpos y la función social de los mismos.
Solas frente al espejo la mayoría de las mujeres reflejan En talleres realizados con grupos de mujeres encon-
su insatisfacción con sus cuerpos y con la imagen que de tramos que la mayoría señalaban malestar, disconfor-
este tienen, producto del bombardeo mediático contra las midad y tensión en aquellas zonas de su cuerpo asociadas
mujeres: contra su edad, su peso, su talla, pero sobre todo al hecho de ser mujeres; esto es el abdomen, el vientre,
contra la posibilidad del ejercicio de su libertad. La miso- las caderas y los senos. Cuando se compara con las publi-
cidades sexistas de las revistas, donde el 99 por ciento
está basado en el modelo o estereotipo hegemónico de
DATO CURIOSO la mujer, no es casual constatar tal malestar. Ahí donde
• En 2012, aproximadamente 256.000 venezolanos se some- se pide un cuerpo delgado, las mujeres tienen curvas; ahí
tieron a una cirugía plástica, prácticamente el doble de inter- donde se pide un cabello alisado las mujeres tienen rizos;
venciones que hubo en 2011: 130.595 cirugías. ahí donde se piden unos senos de plásticos las mujeres
• Se estima que 40.000 venezolanas recurren anualmente al tienen senos caídos producto del ejercicio de la mater-
bisturí para aumentar el tamaño de su busto. nidad. Estos efectos psicológicos producto de la soma-
tización del mito de la belleza expresado por las obse-
• 33.000 pares de prótesis PIP fueron usadas por venezolanas
siones físicas, el terror a envejecer y el miedo a perder el
en los últimos veinte años.
control, se sostienen desde la subjetividad de las mujeres
• En 2012 se estima que un número indeterminado de y las convierten en esclavas de un consumo para tratar de
personas se practicó tratamientos no quirúrgicos para alcanzar un ideal de belleza que se les impone
reducir el peso, talla o para disimular la edad. Datos que
En el caso de las mujeres latinas, que se alejan
colocan a Venezuela entre las veinte naciones con más inter-
venciones estéticas. mucho en su apariencia física de este ideal de mujer,
el consumo de los artículos, instrumentos y juguetes
• Venezuela, según los récords y los cánones impuestos por para alcanzar este ideal se incrementa masiva y consi-
la organización Miss Venezuela, es el país de las mujeres más
derablemente. Podríamos decir que a mayores diferencias
bellas. Sin embargo, las ganadoras de altura superior a 1,80
centímetros, de medidas 90-60-90 y facciones simétricas no entre el cuerpo real de las mujeres y el cuerpo objeto ideal
representan el tipo promedio de la morfogenia de la venezo- que vende la industria publicitaria, mayor será el nivel de
lana, que es de facciones bellas pero de mediana estatura. consumo y la esclavitud estética. as
Ve n ez ue la Plura l

De la
cultura patriarcal
a una cultura

liberadora
Mucho se ha debatido sobre el patriarcado, sobre todo durante el siglo XX
por las socialistas y el movimiento feminista de los años sesenta,
así somos

en la búsqueda de los orígenes de la situación de opresión y


dominación de las mujeres y la lucha por su liberación
R E V I S TA

40 L ídice Navas
Antropóloga
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
Los roles heredados Desde esa perspectiva, la mujer debía estar limitada a
“Cambia, todo cambia… cambia, todo cambia…” Pero ser reproductora de la especie humana y ocuparse de los
hay una cultura que por ser milenaria se resiste a cambiar. quehaceres del hogar. A la idea de lo femenino, por otra
Venimos al mundo físicamente diferentes, con sexos parte, se vinculan los sentimientos: el amor, la sensibilidad,
distintos: una parte de los seres humanos nacen mujeres, la sensiblería, la felicidad, el dolor, el llanto; la novela rosa,
otros seres humanos nacen con sexo masculino. así como la debilidad y la fragilidad. Según ese patrón
Sobre esa diferencia física se define intensamente cultural la mujer debía ser sumisa, obediente al hombre.
el papel que se nos asigna en la sociedad a hombres y
mujeres con base en patrones socioculturales que nos ¿Sabías qué?
imponen una manera de pensar, de comportarnos y una
determinada manera de sentir desde el momento mismo
de venir al mundo. De allí los colores con que nos visten
al nacer: el rosado para la niña; generalmente el azul para
los hombres. Comienza luego el aprendizaje, según esos
patrones culturales, acerca de cómo ser, actuar, pensar y
sentir como hombres, y las mujeres aprenden a ser, actuar,
pensar y sentir como tales. Así se nos enseña a desem-
peñar un rol en correspondencia con lo que dicta la cultura
patriarcal desde hace miles de años, la cual posteriormente

así somos
le da fundamento a la opresión capitalista.
El término patriarcal o patriarcado significa gobierno
de los padres; ha sido utilizado para designar un tipo de

R E V I S TA
organización social o sistema en el que la autoridad la
ejerce el varón jefe de familia, dueño de un patrimonio
del que formaban parte los hijos, la esposa, los esclavos 41
En 2007 se promulgó la Ley Orgánica sobre el Derecho
y los bienes. Mucho se ha debatido sobre el patriarcado,
de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
sobre todo durante el siglo XX por las socialistas y el movi- comprende un logro significativo de diversas organi-
miento feminista de los años sesenta, en la búsqueda de los zaciones y movimientos de mujeres venezolanas en
orígenes de la situación de opresión y dominación de las materia de protección y seguridad relacionada a la
mujeres y la lucha por su liberación. violencia de género.
Algunas investigaciones encuentran sociedades patriar- La presente ley establece 19 tipos de violencia contra
la mujer reflejados en el Capítulo III, Definición y Formas
cales en Mesopotamia, entre 6.000 y 3.000 a.C., en las
de Violencia Contra las Mujeres, Artículo 15: violencia
cuales el hombre ejercía la autoridad absoluta sobre los psicológica, acoso u hostigamiento, amenaza, violencia
hijos, sobre la esposa y sus otras mujeres. En todo caso, en física, violencia doméstica, violencia sexual, acceso
la medida en que las sociedades avanzaron hacia el sistema carnal violento, prostitución forzada, esclavitud sexual,
capitalista, esa concepción del gobierno de los padres, ese acoso sexual, violencia laboral, violencia patrimonial y
poder del pater (padre), le fue transferido al Estado. Así, al económica, violencia obstétrica, esterilización forzada,
violencia mediática, violencia institucional, violencia
hombre se le forma para ejercer el poder, para ser el sostén
simbólica, tráfico de mujeres, niñas y adolescentes y
económico del hogar y, en este sentido, se le asocia con el trata de mujeres, niñas y adolescentes.
valor “racional”, es el que tiene el derecho a estudiar.

... la mujer debía estar limitada a ser reproductora


de la especie humana y ocuparse de los quehaceres del hogar.
A la idea de lo femenino, por otra parte, se vinculan
los sentimientos: el amor, la sensibilidad, la sensiblería,
la felicidad, el dolor, el llanto; la novela rosa, así como
la debilidad y la fragilidad. Según ese patrón cultural
la mujer debía ser sumisa, obediente al hombre.
De
Ve n ez ue la Plura l l a c u lt u r a p at r i a r c a l a u n a c u lt u r a l i b e r a d o r a

Así encontramos refranes y dichos populares,


aparentemente inocentes, que funcionan como
reproductores de la dominación patriarcal:
“el hombre pa’ la calle y las mujeres pa’ la cocina”.
Expresiones sostenidas o prácticas alimentadas por
las propias mujeres, de manera consciente o no,
que continúan multiplicando los valores dominadores

Redes de la dominación Hacia la conquista de la equidad


Esta cultura patriarcal se asienta en los estados modernos
mediante un complejo sistema expresado en leyes, estruc-
turas, lenguaje, usos y costumbres, y es reforzada a través
de todos los instrumentos reproductores, tal es el caso
de la religión, los medios de comunicación masivos y la
educación. Así encontramos refranes y dichos populares,
aparentemente inocentes, que funcionan como reproduc-
así somos

tores de la dominación patriarcal: “el hombre pa’ la calle


y las mujeres pa’ la cocina”. Expresiones sostenidas o
prácticas alimentadas por las propias mujeres, de manera
R E V I S TA

consciente o no, que continúan multiplicando los valores


dominadores, incluso desde los medios de comunicación
42 masiva que como sabemos cuentan con un contundente
impacto en la formación de los pueblos. Como decimos al comienzo de este artículo:
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

A estos factores que refuerzan los patrones dominantes


“Cambia, todo cambia… cambia, todo cambia…”.
Efectivamente. Todo ha venido cambiando. En
en nuestra conciencia profunda e histórica se suman nuevos
primer lugar, la resistencia de la mujer en el
mecanismos de dominación tales como las imágenes de la
mundo contra ese orden de opresión patriarcal,
mujer como objeto comercial o la realidad de la mujer como sobre todo desde el siglo XX, ha sido permanente,
fuerza de trabajo en condiciones de explotación, sin pasar por aunque haya sido invisibilizada a pesar de la heroi-
alto otras formas de violencia contra la mujer: física, sexual o cidad que alcanzó esa lucha en algunos momentos
de otra índole, la discriminación laboral por embarazo o por (recordemos las 140 jóvenes mujeres que
otras razones. Es larga la lista de las diversas expresiones de la murieron en el incendio de la fábrica de camisas
cultura patriarcal. as Triangle Shirtwaist, en Estados Unidos, en marzo
de 1911). Esta perseverancia por la conquista
de sus derechos de las mujeres organizadas en
el mundo y en Venezuela ha demostrado hasta
la saciedad que son un sexo fuerte, con enormes
capacidades y potencialidades políticas y econó-
micas antes menoscabadas.
Esas capacidades están quedando demos-
tradas en las victorias que han ido alcanzando
frente a la cultura patriarcal aún dominante,
desde la nueva Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en el plano legisla-
tivo, en el plano político y en un cada vez más
poderoso nivel de organización que avanza con
propuestas hacia el socialismo feminista.
La mujer:
sinónimo de paz
pero víctima de violencia
El capitalismo implantó un doble juego que enaltece a la mujer
al tiempo que la aprisiona y esclaviza. La paz como principio
al que se aspira tiene como imagen a la mujer, pero
paradójicamente la mujer como ser humano ha sido

así somos
oprimida durante siglos y excluida de la historia

R E V I S TA
J ud i t h Lóp ez Gue vara
Economista / Vicepresidenta del Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer) /
Defensora de los Derechos Humanos
43

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Niña indígena del pueblo Añú que posa delante del mural del casique Nigale. Isla Zapara, estado Zulia, 2009. Fotografía: Miguel García Moya
Ve n ez ue la Plura l
La muj e r : si nón i mo d e pa z pe ro v íc t i m a d e v iol e nci a

La paz incluye la liberación


Al considerar el tema de la importancia de la paz en el
mundo, debemos primero definir el significado de la
palabra paz, la cual comprende un estado de tranqui-
lidad, equilibrio y quietud o, mejor dicho, de ausencia de
guerra o violencia. Partiendo de esta reflexión podríamos
inferir que para alcanzar un estado de tranquilidad y
quietud debe existir en el planeta un sistema que ofrezca
equilibrio y armonía en la sociedad; es decir, un Estado
hacedor de paz que se refleje en el individuo, en la familia
y en la sociedad; que garantice las relaciones entre las
comunidades de individuos; con capacidad de defenderla
y acrecentarla: hablamos de un Estado socialista para la
igualdad y la equidad.
Es necesario un Estado que comprenda las desigual- Madre e hijas. Manicuare, municipio Cruz María Salmerón Acosta, estado Sucre. 2012.
dades sociales que han surgido desde la sociedad Fotografía: Amilciar Gualdrón
así somos

patriarcal, donde las relaciones de poder que se esta- los símbolos relacionados con ella. La paz es considerada
blecen son dominadas por los hombres y causan la opre- como un principio o un bien natural, siempre latente, del
sión de la mujer. Desde esta visión el símbolo que tradi- que se parte y al que se aspira llegar.
R E V I S TA

cionalmente ha representado la paz ha sido la imagen de Para asegurar la paz se debe desmontar el sistema
una mujer con niños y niñas en sus brazos o en su regazo capitalista y opresor que nos divide en clases sociales,
significando la fertilidad de la paz; por medio de mujeres representadas por los propietarios de los medios de
44 portando la cornucopia (cuerno de la abundancia) como producción y los dominados que nos vemos obligados
símbolo de la riqueza que la paz permite desarrollar a la a vender nuestra fuerza de trabajo para subsistir; un
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

tierra y a los pueblos. sistema donde la mujer es considerada solo como repro-
ductora biológica y es explotada tanto en el trabajo
Concepto abstracto como en el hogar, este es el circuito capitalista y de allí la
Si bien es cierto que la paz viene representada con el violencia de género. Simplemente la mujer se convierte
símbolo de la mujer, no es menos cierto que esa represen- en mercancía, en un producto comercial, este esquema
tación debe ir acompañada de la liberación de la propia se refuerza en los medios de comunicación que esta-
mujer, oprimida durante muchos siglos de la historia, una blecen estereotipos de belleza que la mujer debe
historia contada y construida por los hombres. adoptar y copiar para ser aceptada en la sociedad, los
Aún cuando la historia y la sociedad han condenado, cuales la llevan a desmejoras en su estado de salud como
discriminado, aislado y excluido a las mujeres, todavía la anorexia o la bulimia, por ejemplo, y a someterse a
hoy la paz como abstracción y contemplación ha sido procedimientos quirúrgicos para lograr la “belleza ideal
considerada mujer, ha tomado su cuerpo y muchos de capitalista y occidental”.

En Venezuela, la violencia machista es un problema grave a pesar


de los esfuerzos que se hacen a través de las leyes y las estructuras del
Estado que existen para combatirla, pues la raíz de la violencia hacia las
mujeres está en el sistema patriarcal, que consiste en convertir
la trivial diferencia física entre mujeres y hombres en desigualdad
económica, social y cultural, mediante la afirmación de que los hombres
son más valiosos que las mujeres.
Afirmación de lo femenino El capitalismo se retroalimenta del patriarcado creando
Federico Engels, en su obra Origen de la familia, la un sistema de opresión cultural que invisibiliza a la mujer
propiedad privada y el Estado, señaló que las mujeres eran y divide a la sociedad para la guerra. Por eso es impor-
las poseedoras de la reproducción de la vida, alimentaban tante la implementación de estrategias de prevención
a las tribus por medio de los conucos familiares, mientras de la violencia de género para la paz, con el objetivo de
los hombres se encargaban de la caza y de la pesca, que desmontar los patrones socioculturales impuestos desde
no todo el tiempo eran productivas; cuando llegaban con el capitalismo en una sociedad que no le da valor al ser
las manos vacías siempre en casa había frijoles y verduras humano, al cual lo divide en lo sexual y lo social.
para comer. Cuando se dieron cuenta del poder que tenía En Venezuela, la violencia machista es un problema
la mujer le arrebataron sus derechos y la degradaron grave a pesar de los esfuerzos que se hacen a través de las
hasta convertirla en servidora del hombre. leyes y las estructuras del Estado que existen para comba-
tirla, pues la raíz de la violencia hacia las mujeres está en
el sistema patriarcal, que consiste en convertir la trivial
Emprendimientos en revolución diferencia física entre mujeres y hombres en desigualdad
Nuestro país es uno de los pocos en el mundo que cuenta económica, social y cultural, mediante la afirmación de
con una Constitución transversalizada con la perspec- que los hombres son más valiosos que las mujeres.

así somos
tiva de género, que visibiliza a las mujeres y está escrita Las mujeres hemos luchado por nuestros derechos
en un lenguaje no sexista. La revolución, teniendo como desde la época precolombina y hoy continuamos en
punta de lanza al Inamujer, ente ejecutor de las políticas esa búsqueda por una sociedad igualitaria y paritaria,
públicas adscrito al Ministerio del Poder Popular para la

R E V I S TA
hemos alcanzado muchos logros, pero aún faltan muchos
Mujer y la Igualdad de Género, creó la infraestructura
institucional para la defensa de los derechos de la mujer. caminos por recorrer, hemos abierto muchos espacios de
Así nacieron la Defensoría Nacional de los Derechos participación gracias al apoyo irrestricto que hemos reci-
de la Mujer, las líneas telefónicas 0800-MUJERES y bido del gobierno revolucionario, bolivariano y socialista 45
que lidera el comandante Hugo Chávez Frías. as

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
*112 Movilnet para denunciar en completa privacidad
la violencia de género y el Banco de Desarrollo de la
Mujer. Así mismo, impulsó la creación de 18 institutos
estadales, 142 institutos municipales, 18 casas de
la mujer y 17 oficinas de Atención para las Mujeres,
el primer Instituto Municipal de Atención a la Mujer
Indígena en el Alto Orinoco, estado Amazonas, la Casa
de la Mujer Indígena en Kumarakapai de San Francisco
de Yuruani en la Gran Sabana y la Oficina de Atención
a la Mujer del Inamujer en Santa Elena de Uairén. Para
combatir la violencia de género en la zona fronteriza Para seguir leyendo…
viene ejecutando el Memorando de Intención firmado
entre Brasil y Venezuela. Engels, Federico. Origen de la familia, la propiedad privada
Con la promulgación de la Ley Orgánica Sobre el y el Estado, disponible en www.espartaco.cjb.net
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la
impulsada por el Inamujer conjuntamente con los
Igualdad de Género/Instituto Nacional de la Mujer
frentes de mujeres organizadas, fueron creadas 64
fiscalías y 46 tribunales especiales con competencia (Inamujer). Mujeres en revolución. Caracas, 2012.
en materia de violencia de género y las defensorías Martínez López, Cándida. Las mujeres y la paz en la
delegadas que brindan no solo asesoría y orientación
historia. Aportaciones desde el Mundo Antiguo. Instituto de
legal, sino que acompañan y representan a las mujeres
cuando el caso lo amerite. Las luchas por la liberación la Paz y los Conflictos/Universidad de Granada, 1998.
de las mujeres desde la paz no es contra los hombres, Montero García, María Luisa y Mariano Nieto
sino al lado de ellos, para lograr una sociedad justa,
Navarro. El patriarcado: una estructura invisible, dispo-
donde no exista la explotación de los seres humanos
y humanas, donde podamos vivir en igualdad de condi- nible en www.stopmachismo.net/marmar2.pdf
ciones y derechos. (julio, 2002).
Ve n ez ue la Plura l

División del trabajo:

¿discriminación
sexual
o de género?
Como consecuencia de la división sexual del trabajo
que identifica a los hombres con la producción y
así somos

a las mujeres con la reproducción, estas son percibidas


como fuerza de trabajo secundaria, con efecto
R E V I S TA

discriminatorio en su inserción laboral


46
D or is Ace vedo
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Docente-investigadora del Centro de E studios en Salud de los Trabajadores,


Universidad de Carabobo

Sargento Liebano. Caracas, 2011. Fotografía: MIGUELANGEL MACHADO


así somos
R E V I S TA
Trabajadoras de Pdvsa. Intevep, estado Miranda, 2012. Fotografía: Iván Calzadilla

División sexual del trabajo Internacional del Trabajo (OIT): “las mujeres y los 47
La división sexual del trabajo consiste en la asignación de hombres aparecen concentrados en diferentes tipos y

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
tareas y responsabilidades específicas en la organización niveles de actividad y empleo, estando las mujeres confi-
social del trabajo de acuerdo con el sexo de las personas, nadas en una gama de ocupaciones más restringidas que
alude a atributos naturales y culturales, donde el sexo los hombres (segregación horizontal) y tareas de nivel infe-
masculino se ha identificado con fuerza física, seguridad, rior (segregación vertical)”.
autoridad; y el sexo femenino con docilidad, delicadeza, Las mujeres, a partir de la segunda mitad del siglo XX,
protección, fertilidad. Debido a la identificación del han tenido mayor acceso a la educación en general, pero
género femenino con la reproducción biológica y las tareas se mantiene la discriminación sexista en algunas cate-
domésticas, el trabajo productivo de la mujer ha sido consi- gorías profesionales, así vemos, por ejemplo, ingenieras
derado complementario al del hombre y subvalorado. Las realizando actividades poco lucrativas en la economía
mujeres son percibidas, erróneamente, como fuerza de informal. El sector servicios, que es el mayor empleador en
trabajo secundaria, lo que tiene un efecto discriminatorio ambos sexos, constituye un nicho de las mujeres, concen-
en sus aspiraciones laborales. trando 80 por ciento de la fuerza de trabajo femenina.
La segregación ocupacional de género es conse- Áreas de mayor dinamismo económico como la cons-
cuencia directa de la división sexual del trabajo, basada trucción, el transporte y la agricultura son fuertemente
en estereotipos y prejuicios acerca de la función de la masculinizadas, con pocas posibilidades de empleo para
mujer y el hombre en la sociedad; según la Organización las mujeres.

Debido a la identificación del género femenino con


la reproducción biológica y las tareas domésticas, el trabajo
productivo de la mujer ha sido considerado complementario al del
hombre y subvalorado. Las mujeres son percibidas, erróneamente,
como fuerza de trabajo secundaria, lo que tiene un
efecto discriminatorio en sus aspiraciones laborales.
Ve n ez ue la Plura l
División del trabajo: ¿d i s c r i m i n ac i ó n se x ua l o d e g é n e ro?

7,8 por ciento. Nos preguntamos: ¿cuáles son las opor-


tunidades de trabajo para las mujeres en estas opciones?
Es necesario repensar las políticas públicas de formación
para el empleo con visión de género, donde se conciba a las
mujeres como trabajadoras con iguales derechos y oportu-
nidades que los hombres.

Desigualdad en las responsabilidades


productivas y reproductivas
Las mujeres están en la producción y en la reproducción y
los hombres no asumen sus responsabilidades reproduc-
Trabajadora de la empresa Fama de América, estado Carabobo, 2011. tivas. La mayoría de los hombres venezolanos no brinda
Fotografía: Iván Calzadilla
acompañamiento ni apoyo a sus parejas durante el emba-
Políticas públicas e igualdad de género razo y el parto, pocos se ocupan del cuidado y atención a
Gracias a recientes políticas de acción positiva ha aumen- los hijos e hijas. Crecen los hogares mantenidos y soste-
tado el ingreso de mujeres en sectores masculinizados, nidos por mujeres, de acuerdo con datos aportados por
así somos

como seguridad y defensa (policía, ejército, bomberos). Sin el Instituto Nacional de Estadísticas, estos han pasado de
embargo, estos procesos de inclusión suelen ser dolorosos 24 por ciento en 1990 a 39 por ciento en 2011. Las traba-
para las mujeres quienes son frecuentemente víctimas de jadoras remuneradas dedican de tres a cuatro veces más
R E V I S TA

resistencia por parte de sus compañeros varones por acoso tiempo a las tareas domésticas y responsabilidades fami-
laboral y sexual, o se ven presionadas a asumir estereo- liares que los trabajadores. En 2007 se decreta la Ley para
48 tipos conductuales masculinos para ser aceptadas, con Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad,
un costo psicológico importante. En el camino muchas la cual contempla la licencia de paternidad para que los
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

desisten, otras resisten. padres puedan compartir el nacimiento o la adopción


Hay una fuerte presión de las mujeres en el mercado de de sus hijos e hijas (Artículo 9); la recién aprobada Ley
trabajo, sin embargo sus opciones de empleo no son las Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores
mejores. Las mujeres representan 60 por ciento de quienes determina inamovilidad laboral por dos años del padre y la
buscan trabajo por primera vez. En la Misión Saber y madre por razón de nacimiento o adopción (artículos 335
Trabajo, de 1.190.749 inscripciones en 2012, 55,6 por y 339). También se considera la inamovilidad laboral para
ciento fueron mujeres, siendo las áreas más demandadas: las trabajadoras o trabajadores que tengan hijos o hijas
educación 25,6 por ciento, vivienda 20,2, faja petrolífera con enfermedades que les impidan valerse por sí mismos
10,5, médicos asistenciales 10,3, agricultura y forestal (Artículo 347).

Mientras tienden a igualarse las responsabilidades económicas


de los hombres y las mujeres, la desigualdad en las cargas
reproductivas de ambos sexos permanece inamovible (…) Este
desequilibrio responde a una ideología de género que pudiera ser
transformada por medios y mecanismos educativos contundentes,
pero las acciones de igualdad de género en la educación aún marchan
lentamente y los medios de información y comunicación tienen
contenidos profundamente sexistas que afianzan todavía más las
desigualdades de género en nuestra sociedad.
así somos
R E V I S TA
49

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
Profesora de la Unidad Educativa P.P. Alfonso Cobos López en La Pastora, Caracas, 2011. Fotografía: Iván Calzadilla

Mientras tienden a igualarse las responsabili- Para seguir leyendo…


dades económicas de los hombres y las mujeres, la
desigualdad en las cargas reproductivas de ambos I nstituto Nacional de Estadísticas (INE). Censo
sexos permanece inamovible, asumiendo las mujeres Nacional 2011. Caracas, INE, 2012.
todo el peso en las responsabilidades familiares. Este Ley para la Protección de las Familias, la
desequilibrio responde a una ideología de género Maternidad y la Paternidad. Caracas, República
que pudiera ser transformada por medios y meca- Bolivariana de Venezuela, 2012.
nismos educativos contundentes, pero las acciones
Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los
de igualdad de género en la educación aún marchan
Trabajadores (Lottt). Caracas, República Bolivariana
lentamente y los medios de información y comunica-
de Venezuela, 2012.
ción tienen contenidos profundamente sexistas que
afianzan todavía más las desigualdades de género Ministerio del Poder Popular de Interiores y Justicia
en nuestra sociedad. En este escenario se hace inmi- (Mppii)-Consejo General de Policía (CGP). Tras la
nente la formulación e implementación de políticas equidad de género, disponible en www.consejopolicia.
públicas para superar el desequilibrio que representa gob.ve/index.php/bibliotecadigital/lineaeditorial/
adjudicar la responsabilidad familiar predominante- linea-editorial/tras-equidad-de-genero/detail
mente a las mujeres. as
Organización Internacional del Trabajo (OIT). ABC
de los derechos de las trabajadoras y la igualdad de género.
Ginebra, OIT, 2003.
O t ra s Vo c e s
E ntrevista a
I r ene G o n z á l e z comu n i c adora p op u l ar

“El Miss Venezuela


tiene que acabarse”
Jae l Palacio s Fotografías: Ra Ú L COL M E N A R E S
Comunicadora social

Hace cuatro años forma parte del Colectivo Radio Rebelde 91.5 FM. Se
confiesa una lectora empedernida de las cartas de Bolívar, sobre todo de
aquellas en las que exalta las luchas femeninas. En abril de este año cubrió
así somos

la VI Cumbre de las Américas. Catia es su barrio y no cría cuaimas


R E V I S TA

50
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
Jael Palacios : ¿Por qué te dores populares y no tenemos varias conversaciones surgió
interesaste en hacer radio? carnet de periodistas porque la posibilidad de que una dele-
Irene González: La necesidad somos rebeldes. Tenemos que gación de Medios Alternativos
de comunicarnos la tenemos formarnos. No hablo exclusi- y Comunitarios asistiera a
todos y más las mujeres que histó- vamente de la academia. Hablo Cartagena de Indias, Colombia,
ricamente hemos sido reprimidas. de la discusión, del intercambio para dar cobertura y reportar para
Por siglos nos han impuesto que colectivo, de la lectura que otros medios comunitarios en el
la mujer esté a un lado mientras nos permita blindar la comu- país. Estas experiencias deben
el hombre manda, decide por nicación popular. Es mucho lo continuar. Llegará el momento en
una. Yo descubrí el poder de la que nos falta por construir. que los medios alternativos estén
comunicación la primera vez de igual a igual con los medios
que hablé por Radio Rebelde en Nacen nuevas vías de expresión tradicionales. Para eso el Sistema
junio de 2008, descubrí que la para el pueblo comunicador y se Nacional de Medios Públicos
radio es una herramienta para inicia una fuerte batalla contra debe comenzar a respetar y
romper con esos patrones. los medios hegemónicos que visibilizar nuestras capacidades.
intentan callar a los comuni- No dejamos de preguntarnos, si
¿La radio comunitaria cadores populares ¿Habla esto los comunicadores populares lo
es un hobbie? del verdadero poder popular? que queremos es construir, ¿por
No, para nada. Es un compro- Los monstruos imperialistas qué han sido pocos los espa-
miso. Yo estoy enamorada de este siempre estarán alertas frente a cios abiertos dentro del SNMP

así somos
rollo, me siento más humana. la fuerza colectiva de los pueblos para nuestra participación?
Ayudar a alguien a conseguir que despiertan. Apenas el
un bastón por ejemplo, a través pueblo alza la voz, el monstruo ¿El hombre pa' la calle,

R E V I S TA
de la radio, me llena de alegría. se levanta henchido de rabia. Por la mujer pa' la cocina?
Gabriela Mistral dice: “creo en ejemplo, un Colegio Nacional Cuando éramos pequeños, en
mi corazón, siempre vertido, de Periodistas que amenaza a navidad, a mis hermanos varones 51
pero nunca vaciado”. Todos, no los comunicadores alternativos les regalaban una caja registra-

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
solo las mujeres sino también porque han ganado espacios dora y a mí un jueguito de cocina.
los hombres revolucionarios, de comunicación que ellos ya ¿Cuál era el mensaje? Tú, varón,
debemos verter nuestro corazón no tienen. Lo más importante eres el dueño del negocio y tú,
en cada acción que hagamos. es que caigamos en cuenta del hembra, te toca ir a la cocina a
poder que tenemos en la mano, lavar. Yo jugaba con la cajita regis-
¿Qué pasaba con la en la voz. Ya no hay “droga tradora escondida de mis padres
comunicación alternativa en este imperialista” que adormezca (risas). Desde ahí comencé a
país antes de abril de 2002? de nuevo a este pueblo. rebelarme. Cuando llegó internet
Era un volcán dormido. Al hacer eran pocas las amas de casa que
erupción, a raíz del golpe de ¿Cómo fue la experiencia se conectaban. ¿Quienes usaban
Estado, toda esa lava que salió de cubrir la VI Cumbre internet? Los hombres de oficina,
no la detuvo nadie, formó bases de las Américas? de negocios. Ahora la mujer es
fuertes. Ahora nosotros estamos Radio Rebelde participa activa- ama de casa, mujer de negocios y
construyendo el resto. No basta mente en una mesa de comuni- usa la tecnología para estar infor-
decir que somos comunica- cación con la Cantv. Luego de mada. Pero, aún no hay igualdad.

“ La necesidad de comunicarnos la tenemos todos y más


las mujeres que históricamente hemos sido reprimidas. Por
siglos nos han impuesto que la mujer esté a un lado mientras el
hombre manda, decide por una.

E n t r e v i s ta Irene González
O t ra s Vo c e s
así somos
R E V I S TA
a

52 Allí está mi responsabilidad ¿Cómo, a través de la recibir de las instituciones del


como comunicadora popular. radio, has encontrado Estado creadas para escuchar y
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Recordar a las mujeres que me formas para desmontar canalizar nuestros intereses y en
escuchan que tenemos tantos los patrones patriarcales? el importante papel de la mujer
derechos como deberes. Para mí Yo siempre digo en mi programa: para la revolución bolivariana,
ha sido reconfortante ver a una ¡Yo no crío cuaimas, le abro los tal como el mismo presidente
mujer que le explica a su hijo ojos a las mujeres! (risas). Quizá, Chávez lo dice. A mí me resulta
varón que sí puede jugar con una el "espacio" donde se encuentran fácil entender cuál es el papel
muñeca porque esa muñeca es no es el apropiado. Entonces de la mujer en esta revolución
reflejo de su madre. ¡Yo he visto deben romperlo, cambiarlo, leyendo a Bolívar, un hombre
eso! Sin embargo, la lucha por intervenirlo, modificarlo. Y a de batallas que siempre tuvo
encontrar espacios de igualdad veces tienen que hacerlo solas. tiempo para escribir sobre noso-
ha sido y seguirá siendo fuerte. En mi programa hago muchísimo tras con sensibilidad, como si nos
La sociedad patriarcal se hincapié en el valor de la mujer conociera a todas. Escribía a las
forma por valores impuestos latinoamericana en cuanto a las mujeres de Tunja en 1816: “A la
difíciles de transformar. luchas que hemos librado, en el mujer, nuestros antepasados la
¡Pero nada es imposible! acompañamiento que podemos consideraban inferior al hombre y

“ Ahora la mujer es ama de casa, mujer de negocios y usa


la tecnología para estar informada. Pero, aún no hay igualdad.
Allí está mi responsabilidad como comunicadora popular.
Recordar a las mujeres que me escuchan que tenemos
tantos derechos como deberes.


La mujer es el motor material y espiritual de esta
revolución. Tenemos a nuestra disposición herramientas
para conformar empresas de producción social, por ejemplo.
Pero seguimos teniendo mujeres que dejan escapar las
oportunidades. En la medida en que nos reconozcamos valiosas,
importantes, útiles, nos será más fácil integrarnos a la fuerza
productiva necesaria para construir la patria nueva.

nosotros la consideramos nuestra nueva. Debemos valorar el papel



una cultura impuesta. ¡Gracias
igual. Unos y otros estamos de nuestras mujeres a lo largo a Dios cada vez son menos las
grandemente equivocados porque de la historia para comprender jóvenes que quieren ser misses!
la mujer nos es muy superior”. hoy nuestra responsabilidad Cuando yo era chamita y veía
individual primero e inte- el Miss Mundo, escuchaba las

así somos
En esta etapa de reflexión, grarnos a la unidad colectiva. respuestas de la china o a la rusa,
¿qué cosas debemos ¿Entonces, vamos a dejar que ¡esas mujeres nunca ganaban!
corregir las mujeres? toda esa sangre se pierda? Una mujer inteligente no ganaba.

R E V I S TA
La mujer es el motor material Ganaba la del pelo más brillante,
y espiritual de esta revolución. Seguimos viendo avisos publi- porque garantizaba un contrato
Tenemos a nuestra disposición citarios en los que mujeres millonario. Romper con esos
herramientas para conformar semidesnudas anuncian marcas patrones es un trabajo en conjunto 53
empresas de producción social, de jeans ¿Cómo enfrentamos de los Medios Alternativos y

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
por ejemplo. Pero seguimos el reto de romper con patrones Comunitarios con el Sistema
teniendo mujeres que dejan culturales tradicionales? Nacional de Medios Públicos.
escapar las oportunidades. En Produciendo mensajes que
la medida en que nos reconoz- fortalezcan la autoestima de ¿Cuánto nos falta para que nues-
camos valiosas, importantes, mujeres que siguen siendo tras niñas quieran ser Marías
útiles, nos será más fácil inte- blancos de mensajes que esta- Lionzas, Josefas o Manuelas?
grarnos a la fuerza productiva blecen que eres bella mientras El Miss Venezuela tiene que
necesaria para construir la patria más te pareces a una miss. Es acabarse. Hay un despertar en
nuestras niñas y adolescentes.
Ellas se revelan frente a los
patrones de belleza impuestos y
comienzan a imponer los suyos
propios. Tenemos la seguridad
y la satisfacción de que en esta
generación que se viene formando
va a prevalecer la ideología revo-
lucionaria. Tenemos una gran
responsabilidad. Y la vida me
puso en esa trinchera revolucio-
naria que es Radio Rebelde para
contribuir en esa lucha. Hasta
el último día de mi vida haré
todo lo que está en mis manos
por el bienestar colectivo. as
Moviendo
Sa b o re s y Sa b e re s

las pailas...
La cocina es el colectivo, lo nuestro, lo compartido. Allí la mujer-madre,
la mujer-trabajadora, la mujer-hermana, la mujer-amante, la mujer-hija…
es la productora, acarreadora, procesadora, distribuidora, ecónoma,
botánica, alquimista, artista, de alimentos y saberes,
dueña de los fogones de la familia y de la cultura

D or in da Ro dr íguez / Mail y ng B er múd ez Sculp i


Docentes de Ciencias Sociales
así somos
R E V I S TA

Fogón. San José de Guaribe, estado Guárico, 2011. Fotografía: MIGUEL GARCIA MOYA

54
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Los primeros años de mi vida, los pasé junto al fuego de la cocina de mi madre y abuela,
viendo cómo estas sabias mujeres, al entrar en este recinto sagrado se convertían en sacer-
dotisas, en grandes alquimistas que jugaban con el agua, el aire, el fuego, la tierra (…)
Lo más sorprendente es que lo hacían de la manera más humilde, como sino estuvieran
transformando al mundo a través del poder purificador del fuego, como si no supieran
que los alimentos que ellas preparaban y que nosotras comíamos permanecían dentro
de nuestros cuerpos por muchas horas, alterando químicamente nuestro organismo,
nutriéndonos el alma, el espíritu, dándonos identidad, lengua, patria.

Laura Esquivel.
Íntimas suculencias.
Tratado filosófico de cocina.
Fogones de mujeres contaminación. El hecho de que una La cocina no es un paraíso domés-
La cocina es el espacio femenino por mujer esté menstruando la imposi- tico, es un terreno inhóspito y que
excelencia dentro del hogar, allí han bilita, culturalmente hablando, de demanda paciencia y energía por
sido recluidas, durante milenios, preparar ciertos platos, como las parte de las mujeres, son horas de
por la cultura patriarcal dominante, tortas, el guiso de las hallacas, porque preparación en preparación que
las mujeres. Pero ha sido también su estado haría que estos se cortasen tienen sus picos según el calendario
un lugar-espacio-horizonte donde o pasmasen, acontecimientos que festivo: familiar, local y nacional;
las mujeres han hecho arte, política; son sinónimos de corrupción de los donde las mujeres literalmente se
han ejercido su sororidad y con alimentos, de enfermedad o muerte. instalan a vivir en la cocina y son las
ello crean, recrean y comparten la Desde la cocina las mujeres últimas en disfrutar las festividades.
cultura. Porque elaborar los alimentos propician con sus conocimientos Son los hombres de la casa los que
es presentar y transmitir cotidia- botánicos y sazón las fiestas: con la recordaran, de manera melancó-
namente estructuras simbólicas torta de cumpleaños, el quesillo de licamente egoísta, las horas que
raigales de nuestra cultura, donde coco, los dulces de lechosa y cabello pasaban sus abuelas, madres, tías
todos y todas pastamos y abrevamos de ángel, los suspiros, los besitos y hermanas preparando los platos
desde tiempos inmemoriales. de coco, la gelatina de colores, los tradicionales y los aromas a canela,
Por tanto, la cocina es el colectivo, tequeños, las bolitas de carne, los clavo, comino, romero, salvia,
lo nuestro, lo compartido. Allí la huevos de codorniz con su impres- coco, orégano, tomillo, albahaca,

así somos
mujer-madre, la mujer-trabajadora, cindible salsa rosada, la leche de Miradas, mujeres y comida
la mujer-hermana, la mujer-amante, burra, la chicha… Sanan con la sopita
La comida y las mujeres entran por los
la mujer-hija… es la productora, de pichón, la de pollo, las cataplasmas
ojos, la sabrosura, plenitud y salud se

R E V I S TA
acarreadora, procesadora, distri- devuelve alientos, los guarapos manifiestan por la abundancia, lo volup-
buidora, ecónoma, botánica, milagrosos quita dolores y pesares tuoso, los colores vivos, la redondez, la
alquimista, artista, de alimentos de llantén, yerbabuena, sauco, suavidad y lo jugoso de los alimentos y
y saberes, dueña de los fogones malojillo, anís estrellado, la infusión las formas de presentarlos, que invitan 55
de manzanilla, el tilo, la valeriana, a degustar en un banquete donde el
de la familia y de la cultura.

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
erotismo está presente.
La cocina es un espacio con conno- la cayena y la lechuga… Sueñan
En Venezuela los alimentos deben
taciones sagradas donde las mujeres el futuro con los logros familiares
estar servidos con abundancia y colo-
ejercen rituales que se trasmiten donde no faltan la parrilla, la carne rido, además de frescos, jugosos, con
generacionalmente, por eso en toda en vara, el mondongo, el cruzao… un toque de picante y aromáticos:
familia, al calor de los fogones, se En y desde la cocina la mujeres similar a la imagen que se tiene de la
escuchan y guardan con celo recetas gobiernan el mundo de lo privado; mujer joven, lozana, de formas abun-
y secretos para la elaboración de es donde señorean, impartiendo dantes, firmes, suaves, redondeadas,
con sentido del humor y picardía.
los alimentos, también es el ámbito consejos y justicia; propician
Cuando se sirve la mesa se sirve la
donde lo natural y lo cultural se situaciones y decisiones, de allí
cultura y la nuestra es machista; esto se
encuentran en comunión perfecta, sale la última palabra en asuntos evidencia cuando la mujer distribuye
donde lo crudo y lo cocido; lo duro familiares trascendentes, desde en cada plato las raciones de alimento,
y lo blando; lo dulce y lo salado; lo mucho antes del alba y hasta bien según el sexo y edad de los comensales.
caliente y lo frío y la vida y la muerte, entrada la noche, las mujeres, en Por ello, los primeros en ser servidos y
a cada instante se complementan, el duro trabajo de procesar los con abundancia son los hombres de la
casa, le siguen los enfermos, luego los
en las manos de mujeres que alimentos de todos y todas, son las
niños y por último y en menor cantidad
traspasan sus saberes y sabores. primeras en conocer lo que pasó, las niñas y mujeres que han elabo-
Lo sagrado y lo profano giran en pasa y pasará en la vida doméstica rado los alimentos. Esto responde al
torno a la cocina, ella nos muestra de su grupo familiar. Desde la imaginario colectivo, los hombres por
indicadores de nuestro proceder colada del café y la preparación de ser más grandes y ser considerados
social que se reflejan en la cultura las arepas, ellas y solo ellas sabrán proveedores deben o merecen ser
mejor alimentados. Esto resulta para-
culinaria del país. Por ello, allí encon- mantener el orden dentro del caos
dójico en un país donde cada vez más
tramos espacios y momentos donde cotidiano que parece hacer naufragar las mujeres son jefas de familia.
está presente lo sagrado y su posible a todos y a todo menos a ellas.
Sa b o re s y Sa b e re s
Moviendo l a s pa i l a s …

Otro bocado es la sabrosa


cachapa, la de maíz y queso, que
en los últimos tiempos se rellena
también de jamón y pernil y que las
transnacionales de los alimentos
han intentado industrializar,
incorporándole el inconfundible
sabor a plástico, desdeñado por
la mayoría que la prefiere recién
hecha de maíz tierno y doradita.
Esa misma que a la cultura hete-
rosexual homofóbica le sirve no
solo para el buen comer, sino para
denotar preferencias sexuales, de
dos mujeres que se aman y son
etiquetadas de forma hiriente
así somos

y sexista como “cachaperas”.


La hallaca, ese indicador
identitario por excelencia de lo
R E V I S TA

venezolano que es la vedette más


preciada y esperada en los festejos
decembrinos, es un bocado de
56 mujeres, donde tiene cabida desde
su elaborada preparación hasta
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

sus ingredientes la feminidad


venezolana. En la sabrosa masa,
con su color y sabor indescriptible
que le confiere el milenario onoto,
encontramos la alquimia perfecta
ante la cual los comensales deleitan
sus sentidos: olor, sabor, textura;
son inducidos a un encuentro con
los secretos de sacerdotisas que
Cuyagua, estado Aragua, julio 2012. Fotografía: Nahuel Valentini hacen de su preparación un rito,
donde confluyen los saberes de
menta, ají dulce y picante, lavanda y presencia. El pan nuestro de cada las indígenas con sus ancestrales
romero que su piel, sonrisa y cabellos día es un ejemplo de ello, la arepa, manos de moler; el sofrito excelso
desprendían en una bucólica y ascética que dependiendo de su relleno se de las afrodescendientes y el uso
imagen con visos de postal familiar. le denomina y pide como la catira delicado de las especias de las
“Nadie cocina como mi mamá.” (de queso amarillo), la pelúa (con blancas criollas. “Porque la mejor
carne mechada); o hace referencia hallaca es la de mi mamá.”
Bocados de mujer a su estatus económico o senti-
En Venezuela hay bocados esenciales mental, tenemos así a la viuda El cuerpo femenino: una fruta
de nuestra cultura culinaria que no son (una arepa íngrima y sola) y la por describir y descubrir
solo hechos por mujeres, sino que han estrella dentro de los gustos de los La cultura venezolana hace refe-
recibido, no por estas precisamente, comensales: la reina pepeada (con rencia a la anatomía femenina
nombres que hacen referencia a su ensalada de gallina y aguacate). usando metáforas alimenticias,
por ello el busto, ese ámbito de la
femineidad por excelencia, y más R E C E T A
en estos tiempos del silicón, puede,
según su talla, ser denominado
como limones, naranjas, cocos y
melones; frutas que nos invitan
Torta de auyama
a degustar lo dulce y lo ácido.
Si hablamos de la piel se echa
mano de las especias como clavo,
guayabita y canela para denotar
sabor y color, “…piel canela que me
llegan a desesperar”, y la vainilla,
por el aroma dulce de la madre
nutricia, la hacedora de tortas
de cumpleaños; para la textura
tenemos el durazno y la fresa, por
eso escuchamos: “tienes la piel

así somos
suave como un durazno y la boca
jugosa y carnosa como una fresa”.

R E V I S TA
Ni Rómulo Gallegos se escapa
de esta actitud gastronómica
para acercarse a la anatomía de la
mujer, en su famosa Doña Bárbara as 57
Rosa González, vendedora de tortas. Bellas Artes, Caracas, 2013.
describe a Marisela como “sabrosa

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
Fotografía: Oriana Orozco

muchacha de vigorosas formas”,


y comentaba con zalamería Ingredientes el siguiente orden los ingre-
costumbrista: “sabroso aroma dientes: margarina hasta que
• ½ kilo de auyama
incitador de las frutas maduras”. esté totalmente integrada a la
Desde la obra de un escritor • 3 tazas de agua
pasta de auyama, la leche, los
renombrado hasta la esquina • 1 taza de harina huevos (con clara y yema), el
de cualquier barrio, plaza, calle, • 2 cucharadas de leche en polvo azúcar y por último la harina y
esquina, callejón o puente venezo-
• 1 ½ taza de azúcar la vainilla. La consistencia de
lano podemos escuchar la anatomía
• 2 huevos la mezcla debe ser más liquida
deseada de la mujer a través de un
• 3 cucharadas de margarina que espesa. Colocar la mezcla
ingenioso refranero alimenticio que
en un molde previamente
une en síntesis perfecta lo natural • Vainilla al gusto
y lo cultural: “está más buena que
enharinado y llevar al horno a
• Un puntito de sal una temperatura de 250°C por
comer con los dedos”; “Quien
fuera ese mango… para estar en 30 minutos. La consistencia,
esa boquita”; “Si caminas como Preparación una vez que se haya enfriado,
cocinas…”; “Yo no como mango Sancochar la auyama en el es similar a la de un pudín.
verde porque me pela la boca / yo agua y la sal. Luego, triturar Esta receta tiene algunas
lo como madurito porque así es que la auyama con un poco variantes que consisten en
me provoca”; “Sabe tanto, que sabe del agua en que se cocinó. añadirle una lata de leche
a corocoro frito”, “De la flor viene Posteriormente agregar en condensada, licor y canela.
el olor y de la fruta el sabor”… as
Qué Leemos
Para conocer más de quienes están trabajando, escribiendo y haciendo
desde una perspectiva de género existen muchas publicaciones
(digitales e impresas), programas y experiencias, aquí te proponemos
solo algunas para orientar tu búsqueda
E r n e s t o Ye vara Investigador Museo Nacional de las Culturas

Bolivariana”, mediante diferentes de familia popular sobre el cual


etapas y anécdotas del mandatario. se ha constituido y reconstituido
Las letras de Mercedes Chacín, nuestra sociedad, cuyo centro y
Asalia Venegas, Mariadela Linares, punto de articulación es la madre.
Laura Antillano, Maryclen Stelling, Sobre los roles de la mujer madre,
Carola Chávez, Helena Salcedo, el padre Moreno teoriza para
así somos

Chela Vargas, Sol Linares, Teresa describirnos la episteme desde


Ovalles, Carmen Castillo y donde nos constituimos realmente
María Lucía Díaz de Nazoa y las como sociedad, la convivencia. En
R E V I S TA

ilustraciones de María Centeno este análisis podemos observar


impregnan las más de 500 páginas las fortalezas y debilidades de
58 con la esencia del hombre. Entre nuestras familias y de nuestra
los textos encontramos: “Para sociedad, con los peligros a los
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

hablar de este presente visto”, de que estamos todos expuestos al


la escritora Laura Antillano; “El dañar a la mujer madre.
por ahora de Santa Inés”, escrito
por la socióloga Maryclen Stelling;
“Viviremos para vencer”, de la
periodista Carola Chávez, y “La
Chávez en tinta de mujer pobreza tenía rostro de mujer”, de
“El Presidente es objeto de análisis, la periodista Helena Salcedo. Este
estudio y preocupación de las libro se puede encontrar en la Red
mujeres escritoras, periodistas, de Librerías del Sur, fue publicado
intelectuales. Por sí mismo, por por Ediciones Correo del Orinoco.
sus cualidades como líder, por su
carisma, por sus dotes de esta- El aro y la trama. Episteme,
dista y su visión de futuro (…) Las modernidad y pueblo
mujeres escriben sobre Chávez...” Escrito por el padre Alejandro
La obra, como lo plantea en sus Moreno, a partir 50 biografías o
páginas iniciales, “recoge una historias de vida, confidencias y
muestra pequeña, pero sustan- experiencias producto de la convi-
ciosa, que toca una serie de vencia con toda la comunidad de
visiones, acercamientos y lecturas un barrio caraqueño, este libro
sobre el líder de la Revolución centra su atención en el modelo
Según el padre Moreno, la familia
matricentrada, como modelo fami-
liar estructurado, con sus valores y
carencia, ha cumplido hasta ahora
adecuadamente su función en la
sociedad y en la vida de los vene-

así somos
zolanos (a lo largo de toda nuestra
historia). No ha sido productora de
delincuentes y anormalidad. Los

R E V I S TA
que la culpabilizan desde afuera
nunca han intentado compren-
derla. No está en crisis pero sí 59
se cierne una amenaza sobre la

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
gran columna que la sostiene: la
madre. La figura materna está
siendo golpeada por la economía, Mujeres en tiempos de cambio la acción política compartida por
el mundo del trabajo (la separación En esta obra la investigadora mujeres y hombres, la cual sería el
espiritual con el hogar, más que Iraida Vargas aborda la realidad fundamento de una reflexión que
física) y la ideología dominante. venezolana contemporánea para explore sus propios límites y las
Si la madre tambalea, entonces explicarnos aspectos específicos potencialidades emancipatorias de
surgirá una familia inestructurada como la historicidad de las luchas las mujeres, sumada a una historio-
y enferma. Editado por el Centro femeninas en Venezuela, haciendo grafía crítica, comprometida con
de Investigaciones Populares (CIP) énfasis en las ocurridas desde hace la democracia, la cooperación y la
e impreso por la Editorial Texto, en 500 años, el carácter político de las justicia social. Con el subtitulo Las
Caracas, 1995. Este libro se debe relaciones de género, las contro- mujeres populares en la estructura-
buscar con libreros. Un video del versiales relaciones del feminismo ción de las familias nuestroameri-
padre Moreno hablando sobre este con los Estados liberales, el papel canas, Vargas también analiza los
trabajo se puede ver en Youtube. que han jugado distintos enfoques roles de la mujer en la organización
marxistas sobre el género en las social a partir de la familia. Editado
ciencias sociales y la necesidad por el Archivo General de la
de una revolución femenina de Nación y el Centro Nacional de
corte socialista. A este fin, Vargas Historia, este libro se puede conse-
considera necesario contar con guir en la Red de Librerías del Sur a
una teoría feminista originada en bajo costo.
Q ué Lee m o s

Banmujer Colectivos feministas. de las Mujeres a una Vida Libre de


Esta es una institución microfi- Encuentro feminista Violencia (Lodmvlv). Sobre esta
nanciera pública que facilita a las En nuestro país existe un enorme ley explican: “no es de ninguna
mujeres con pocos recursos econó- movimiento de colectivos manera una ley punitiva, su
micos, organizadas en colectivos feministas ocupados en la lucha enfoque es principalmente de
solidarios, acceso al microcrédito por el respeto a la dignidad de las cambio cultural, por eso da espe-
de manera oportuna y correspon- mujeres y lograr el reconocimiento cial importancia a las medidas
sable, para incorporar a la mujer al pleno de sus derechos humanos, de sensibilización, educación y
desarrollo económico a partir de sociales y políticos. Un portal prevención. Dispone crear estruc-
así somos

sus capacidades. Las solicitudes de web al que podemos acceder turas de formación y comunica-
crédito se tramitan directamente para conocer este movimiento ción y programas de prevención
con las promotoras en cada estado es http://encuentrofeminista. dirigidos a educar para la igualdad,
R E V I S TA

y están dirigidas a grupos orga- weebly.com/ A través de este sitio exaltando los valores de la no
nizados dedicados a una misma podemos acceder a algunas de violencia, el respeto, la equidad
actividad socioproductiva o estas organizaciones: Colectivo de género y la preparación para
60
complementaria, como Unidades Cimarrón, Cumbe de Mujeres una vida familiar con derechos y
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

Económicas Asociativas (UE) Afrovenezolanas, Colectivo de obligaciones compartidas y para


(conformadas de dos hasta nueve Mujeres de Aragua, Colectivo Red construir la sociedad justa para
personas), Brigadas Feministas Nacional de Turiteros y Turiteras todas y todos”. Para comunicarse
de Producción Socialista (BFPS) Socialistas, Lactarte (dirigido con EncuentroFeminista, puede
(integradas por siete hasta nueve a exponer la importancia de la hacerlo a través de webfeminista@
personas), Cooperativas (créditos lactancia materna), Entrompe gmail.com as
hasta 50 mil), Unión de Usuarias de Falopio, Género con Clase
de Créditos y Servicios (asociación (su lema: “¡Por un socialismo
civil sin fines de lucro conformada feminista, construyamos poder
por un mínimo de siete personas) y popular!”), Guarura, Insumisas
Unión de Extensión Agroecológica (“Sin feminismos no hay socia-
(conformada por una máximo de lismo, sin socialismo no hay
45 familias campesinas). Las tasas futuro”), Momumas, Red de
de interés van del 0 al 6 por ciento. Mujeres Campesinas María
La dirección web de esta institu- Lionza, Mestruarte y muchas
ción es www.minmujer.gob.ve/ otras más.
banmujer/ Estos colectivos han incidido
en la redacción y aprobación de
la Ley Orgánica sobre el Derecho
La ruta

L a Ruta d e la Tra d ic ió n
de la matria
La ruta de la matria es una invitación a recorrer el país colo-
cando el acento en las mujeres que desde su hacer silencioso
han ido construyendo las identidades de los diversos pueblos
que nos conforman como nación; no solo desde la socializa-
ción primaria en el seno de sus propias familias, sino también
en la construcción de los referentes que dan sentido de perte-
nencia a los pobladores/as de las localidades donde habitan

así somos
A r iann e Ve l is O rd o sgoi t t i

R E V I S TA
Investigadora Museo Nacional de las Culturas

E ntender que la cultura


es un proceso social
suele recordar las realidades
de su pasado; pero la manera
ella determina la mayor
influencia cultural, es decir que
61

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
y no únicamente la de ‘refrescar’ esos recuerdos la cultura se transmite mayori-
representación que de ella es dialogar con quienes tariamente por la vía materna.
se hace como producto es comparten su relevancia”. Partiendo de la aseveración
comprender la importancia La cultura es mujer, en anterior, podríamos pregun-
de estas mujeres en la forma- Historia, mujer, mujeres, de tarnos: ¿el machismo es mujer?
ción de la identidad local, Iraida Vargas, Delia Delgado ¿Somos nosotras mujeres y
porque en la socialización señala que las mujeres somos madres responsables de la
secundaria que se da en la responsables no solo de la naturalización y reproducción
comunidad ellas tienen un reproducción biológica sino de los roles sociales impuestos
rol importante para la valora- también ideológica de los a cada uno/a según el sexo? Las
ción, revalorización y refe- sujetos sociales. Cuando nos que hemos tenido la suerte de
rentes del ser mujer oriental, establecemos en pareja se da tener hermanos, cuántas veces
llanera, andina, indígena, un proceso de conculturación, escuchamos decir a nuestras
afrodescendiente, guayanesa, generalmente en la distribu- propias madres que ellos sí
zuliana, etc. En esta ruta ción de los roles establecidos podían llegar tarde o ir solos a
los/as invito a conocer a estas por la sociedad criolla la las fiestas, entre otras cosas. En
mujeres, a dialogar con ellas, mujer es ama de casa, en este otras palabras, la transforma-
a preguntarles de la vida, sentido es quien decide acerca ción de la sociedad depende
del pueblo, de historias, de del hogar, qué alimentos se fundamentalmente de noso-
mitos, de sus saberes. Como consumen, cómo se decora, tras, porque la revolución es
señalan Berger y Luckman: los valores que se establecen, cultural y la cultura se viste
“Es verdad que un individuo entre otras cosas, por lo tanto de mujer.
L a Ruta d e la Tra d ic ió n
La r u ta d e l a m at r i a

Hay un dicho popular y


machista que dice que detrás
de cada gran hombre hay una
gran mujer, lo que no termina
de expresar el dicho es que es
una gran mujer que plancha,
lava, cocina, cría a los hijos,
entre otras funciones, es decir,
la perfecta ama de casa, en
otras palabras, ellos necesitan
de nosotras para llegar a ser
grandes, bien sea atrás, al lado,
adelante, arriba o abajo... lo
que sí usted nunca va a escu-
char es que detrás de una gran
mujer hay un gran hombre.
Por lo tanto si usted mujer,
así somos

quiere llegar a ser grande, esté


tranquila que puede andar
R E V I S TA

sola, pero mejor si consigue


a uno que sepa cocinar, lavar,
planchar, hacer las tareas
62 con los hijos/as y además ser
cariñoso, de esta manera el
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

trabajo doméstico tomará otro


valor y no se sorprenda cuando
el dicho se transforme y diga:
"Detrás de cada gran mujer
hay un gran cocinero, un gran
lavandero, un gran planchador Berta Cova, cultora. Campoma, estado Sucre, 2011. Fotografía: Iván Calzadilla
y un gran criador, por lo tanto
el grande es él". Las mujeres de oriente verdadero nombre es Alberta,
Pido disculpas, una vez más, Cuando recorra el oriente del pero todos/as la conocen como
ya que por falta de espacio país, si va a isla de Coche, Berta; cantautora y bailadora
no puedo incluir a miles de en el estado Nueva Esparta, de joropo oriental, conoce-
mujeres luchadoras y empren- pregunte por Nelly Lunar, dora de medicinas naturales
dedoras ni a todos los estados cultora de las diversiones tradicionales, le hará reco-
del país. orientales, quien le podrá mendaciones para combatir
Bueno, ahora la invitación contar sobre estas fiestas la diabetes, la piedra de los
es a recorrer el país y visitar tradicionales y además riñones o la úlcera, entre otros
a estas mujeres, a dialogar tiene la Escuela de Folklore remedios. Mientras ella le
con ellas, por ejemplo si va a Cochense. Ya en tierra firme, cuenta de su población natal
Cumaná en el estado Sucre en el estado Sucre, cerca del aproveche para que le haga
y no conversa con María golfo de Cariaco, se encuentra un peinado de trenzas de los
Rodríguez es desaprovechar la la población de Campoma, allí tantos que sabe tejer.
mitad de su viaje. pregunte por Berta Cova, su
Siguiendo en Sucre, en la vía Mejías, dulcera, artesana del Las mujeres de los Llanos
del Turimiquire, como quien barro, además de trabajar la De oriente a Guárico entre
va para el estado Monagas, cestería con cola de mula y por San José de Guaribe y
pase por la población de cascarón de cambur. En el de allí siga para Altagracia
Cerezal, allí encuentra a la estado Táchira, en la frontera de Orituco, en esta pobla-
muñequera Amada Rojas, con Colombia se encuentra el ción pregunte por Silene
quien elabora las muñecas Agromuseo Estación El Tabor, Valero, una trabajadora y
y muñecos tradicionales en aquí está una de las promo- promotora cultural de toda
trapo y les coloca a cada obra toras del Museo Comunitario la vida. Ella le contará de los
su nombre propio, yo adquirí Lisneida Nieto, ella le contará Diablos Danzantes de San
a Serapio. Ella los/as llevará a de sus cultivos y sus saberes Rafael de Orituco, del joropo
recorrer su casa y le contará acerca de la producción de guariqueño, los tambores
la historia de sus creaciones. duraznos además de hacerles de Lezama y la Parranda de
Amada le cantará alguna de un recorrido por el museo. Negros. Si sigue camino a
las canciones que compone Portuguesa llegue hasta su
para narrar sus historias y le capital Guanare, en el Instituto
dará para probar la bebida

así somos
tradicional que prepara, chin-
guirito. Pero si toma la vía de

R E V I S TA
Sucre para Anzoátegui pasará
por el golfo de Santa Fe, en la
meseta vive Lourdes Campos,
quien es artesana, sanadora 63
de la etnia Kariña y ardua

N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3
luchadora por la defensa de los
derechos indígenas, entre sus
logros está su participación en
la redacción de la Ley Orgánica
de Pueblos y Comunidades
Indígenas y que la cédula de
cada uno/a de los pobladores
de los diferentes grupos origi-
narios señale además de su
fecha de nacimiento, el pueblo
indígena al que pertenece y la
comunidad donde reside.

Las mujeres andinas


Del estado Portuguesa puede
seguir rumbo al estado Trujillo,
hacia Boconó encontrará canti-
dades de mujeres artesanas del
barro, textiles y tallas, dirijase
al paseo artesanal Fabricio
Ojeda, allí, entre tantas arte-
sanas, se encuentra Cerafina
Cerafina Mejías, artesana del barro, estado Trujillo. Fotografía: CORTESÍA ENRIQUE GONZÁLEZ MEJÍAS
L a Ruta d e la Tra d ic ió n
La r u ta d e l a m at r i a

Las mujeres del sur


Carolina Bastidas es estu-
diante de Gestión Ambiental
y pertenece a la comunidad
originaria Mapoyo, ubicada
en El Palomo, estado Bolívar;
por supuesto es conocedora
de su cultura ancestral y una
de las promotoras del Museo
Comunitario Mapoyo, con ella
no solo conocerá su cultura
sino que le servirá de guía
para visitar el cerro Las Piñas,
el cerro Castillito y los ríos y
lagunas que se encuentran en
este territorio.
Y antes de despedirme,
así somos

porque hasta aquí nos trajo el


río, la corriente y la quebra’a,
R E V I S TA

debo nombrar entre las


mujeres del sur, a las madamas
de El Callao, como un recono-
64 cimiento especial a Lourdes
Basanta, Cleotilde de Billings
N º 1 5 • E ne r o - A b r i l 2 0 1 3

e Isidora Agnes. as

Carolina Bastidas, promotora del Museo Comunitario Mapoyo Murükuní, estado Bolívar, 2012. Fotografía: Archivo MNC

llanero. De allí siga camino Para seguir leyendo…


de Cultura pregunte cómo
ubicar a Jóvita Nieto, mi al estado Cojedes, en San Berger, Peter y Thomas
maestra, de quien aprendí Carlos vive Lesly Alvarez, Luckman. La construcción social
a bailar el joropo llanero maestra de danza, patrimonio de la realidad. Buenos Aires,
criollo. Ella le contará cómo de cultural del municipio y quien Talleres Gráficos Color Efe,
pequeña bailaba con las ramas puede prestarle colaboración 2001.
de una escoba, su participa- y llevarlos/as a conocer el
Vargas, Iraida. Historia, mujer,
ción en festivales nacionales fandanguillo de Macapo o de
mujeres. Caracas, Fundación
e internacionales, cómo ganó Mango Redondo, el joropo
Editorial el perro y la rana,
el Festival del Silbón, cómo horconeao, el merengue
Biblioteca Popular para los
creó la vuelta del picure y su campesino, los diablos
Consejos Comunales, Serie
participación en el programa danzantes de Tinaquillo, las
Inventamos o Erramos, 2007.
Maestros de Tradición; además locainas de Lagunitas o San
de que le enseñe a bailar joropo Pascual Bailón en Libertad.

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