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ASIGNATURA: Ética Personal, Social y Profesional II.

PARALELOS: “I”, “J”.


DOCENTE: Mgs. Luis Farinango.
FECHA: 26-06-2019.

Deontología: documento de análisis en el aula.

1. ¿Qué es un Código Deontológico?


El Código de Ética Profesional o Deontológico es un conjunto de normas,
procedimientos y responsabilidades que se deben observar en el ámbito del
ejercicio profesional. Cuando las normas deontológicas se especifican de
manera clara y concisa, son un factor decisivo en la creación de un ambiente en
el cual la conducta ética es la norma. Es la declaración concreta de las reglas
generales para la conducta positiva del profesional, es decir; la responsabilidad
es la exigencia ética que fundamenta los Códigos Deontológicos.

El experto en Deontología Periodística, Porfirio Barroso, propone una definición


de Código Deontológico muy acertada y expresa lo siguiente “Un código ético o
deontológico es el conjunto de principios de conducta, derechos, deberes y
normas profesionales emanadas de los propios profesionales o de una empresa
u organización determinada, cuyo cumplimiento se asume voluntariamente. Por
otro lado, es el conjunto de creencias y valores que una organización profesional
considera válidos, y representan una forma de entender la profesión y una
orientación sobre el modo de practicarla”.

Disponer de un código de ética es una característica principal y símbolo que


distingue a una determinada actividad profesional, y es el modo en que los
profesionales de un sector económico o productivo, reconocen el servicio social
que cumplen y la manera de asumir su responsabilidad frente a ello.

2. ¿Cuáles son las características de los Códigos Deontológicos?

a) La dimensión ética de una profesión o actividad, por quienes la llevan a


cabo.- Es decir que, frente a una concepción meramente mecanicista o de
rentabilidad económica de lo que es ser un buen profesional; lo que se busca
con la aprobación de los códigos de ética es valorar la profesión por su
dimensión moral y al profesional por la ejemplaridad ética en su trabajo. En
este sentido, los códigos de ética también sirven de tarjeta de presentación,
del grupo de profesionales frente a su cliente para que este lo identifique.
En el caso del periodismo y la comunicación, existe la tendencia a entender
por profesionalismo al dominio de técnicas y herramientas, aparejado a la
rentabilidad y al éxito, sin tener en cuenta el cultivo de las virtudes personales;
por la rutina del trabajo diario siempre se está en riesgo de deshumanizar el
trabajo. Esto es bastante peligroso teniendo en cuenta la dimensión
eminentemente humanista de algunas profesiones como la Abogacía, la
Psicología, la Medicina, la Educación y otras, que actúan directamente sobre
la vida de las personas y sobre asuntos muy delicados de las mismas.

b) Específica los contenidos morales concretos de una profesión.- Se


refiere al conjunto de normas y obligaciones que guía el ejercicio de una
profesión. Esta labor descriptiva de los códigos tiene varios objetivos: por un
lado, conocer los aspectos éticos de la profesión permite a los profesionales,
tener un punto de referencia para los problemas que se le presentaren; por
otro lado, la existencia de códigos combate el relativismo y el subjetivismo, y
exigen consensuar en un marco común ético de principios, valores y normas,
a partir de los cuales dialogar y discutir. Finalmente, los códigos van
acumulando e incorporando contenidos y problemas éticos, a medida que se
van actualizando y de esta manera van constituyendo un acervo o patrimonio
moral de la profesión, reflejado en el progreso ético de la misma.

En este sentido, los códigos de ética tienen la función de ir construyendo una


sensibilidad hacia los valores éticos y profesionales, pilares sobre los cuales
se va formando la conciencia moral personal. Sin esta educación de la
conciencia moral, carecen de sentido y de eficacia los códigos y la ética
profesional, sería meramente teórico. Aquí radica la gran importancia de los
códigos de ética ya que recuerdan, orientan y disponen al profesional, a ir
formándose esa verdadera personalidad ética, ese Ethos profesional con el
que no nacemos y que hay que irse apropiando con el ejercicio de actos y
hábitos virtuosos.

c) El código de ética ayuda al profesional a defenderse mejor de las


presiones externas.- Es decir, de la presión de los intereses o bienes
extrínsecos que ya lo hemos mencionado como la presión del poder político,
el dinero, el prestigio, estatus, etc. Es decir, hacerse valer y hacerse respetar
frente a los condicionantes externos.

d) Compromiso profesional de llevar a cabo su misión de una forma moral


y digna.- La formulación y adopción de los códigos de ética, implica
reconocer que una profesión debe mejorar permanentemente y estar en
continua vigilancia sobre las prácticas éticas en el ejercicio de la profesión.
Por eso, “comprometerse a trabajar de acuerdo con un código de ética es la
señal más evidente de la reivindicación de un estatus social mejor por parte
del profesional”.

e) Espíritu de servicio del Código de Ética.- Los códigos deontológicos no


pueden servir únicamente para reforzar un espíritu gremial entendido como
defensa de unos privilegios de clase, o como incremento del poder de las
agrupaciones profesionales. La motivación de los códigos deontológicos
tiene que ser, el formar mejores profesionales para servir mejor al usuario y
la sociedad, es decir potenciar en el profesional su espíritu de servicio y
atención hacia el usuario.

3. ¿Cuáles son Las funciones del Código Deontológico?

a) La Autorregulación.- Los profesionales tienen la responsabilidad


permanente de autorregularse, la exigencia de la autorregulación tiene que
ver con el principio de autonomía colegial que choca después,
inevitablemente, con el principio de legalidad. Los profesionales son
creadores, sujetos y objetos de las normas deontológicas de su profesión.

La autorregulación corporativa implica una constante actividad crítica y de


evaluación. Po ello el público debe saber que el sistema normativo efectivo y
responsable de la autorregulación, genera confianza en él como recurso
justo, honesto y objetivo, para dirimir los conflictos relativos al ejercicio
profesional y a la atención recibida por los clientes o pacientes.

La autorregulación corporativa es una normativa general fuerte, que orienta


el régimen disciplinario de la profesión y son generalmente, los colegios
profesionales los responsables de ensamblar el principio de legalidad con la
autorregulación corporativa.

b) La Legalidad.- Respeto al principio de legalidad, es conveniente que las


normas deontológicas no aparezcan dispersas, sino ordenadas en un cuerpo
normativo que ofrezca a todos seguridad jurídica; documento al que ha de
darse la publicidad suficiente para que todos puedan conocerlas.

La Constitución y el Estado brindan a las normas deontológicas un fuerte


respaldo de legalidad; por esta razón las normas no son simplemente un
catálogo de deberes morales, sino que tienen consecuencias de tipo
disciplinario ya que establecen una serie de deberes de cumplimiento
obligatorio, por lo que no pueden entenderse como consejos acerca de un
comportamiento deseable en el ejercicio profesional. Un código deontológico
asegura en particular el respeto a las leyes.

c) La Tipicidad.- Este principio se refiere a la predeterminación normativa de


las conductas ilícitas y la necesidad de sanciones correspondientes.

En materia sancionadora las utilizaciones de los conceptos jurídicos deben


permitir ver con suficiente seguridad, la naturaleza o características
esenciales de las conductas tipificadas como infracción; así como la
flexibilidad en la tipificación de las infracciones y en la determinación de la
sanción correspondiente, sin que implique en ningún caso discrecionalidad.

d) La Publicidad.- La publicación de las normas deontológicas adoptadas por


el colegio profesional, es una constante exigencia, en términos que
garanticen su conocimiento y autenticidad. La eficaz difusión del código y las
normas deontológicas asegura el completo conocimiento de los miembros del
colectivo profesional, y hace posible su correcta aplicación y cumplimiento.
Además, en virtud del carácter esencialmente preventivo y didáctico de las
normas, es necesario que estas sean conocidas por todos los profesionales
y también los clientes o usuarios; es decir, es necesario un conocimiento
general. Particularmente, el profesional debe conocer su código
deontológico, el que además no es estático y va evolucionando y
adaptándose a la realidad social.

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