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LA ATENAS SURAMERICANA: EL ESPACIO CAMBIANTE, EL TIEMPO VIAJANTE

El espacio escénico del teatro Luis Carlos Galán es el arquetipo de los teatros actuales, pues en este
espacio los actores trabajan, crean la ambientación y se desplazan, pero este espacio se puede y está
delimitado físicamente, como la disposición del público respecto al escenario donde se desarrolla la
trama.

Por otra parte está el espacio ficticio éste surge del físico ya que representa la separación de los
actores y el público, éste último no siempre se da, ya que en distintas ocasiones, la trama involucra la
participación del público directamente.

Así mismo los cuerpos están dispuestos de tal manera que se pueda observar el foro, ya que hacia allí
ocurre el acto, esto se ha presenciado desde el teatro en Grecia y Roma, donde el mismo está
dispuesto de una manera circular que se alza sobre el proscenio para tener una visión detallada de lo
que ocurre, el Luis Carlos Galán, no posee esta manera circular tan peculiar; pero la inclinación que
posee el teatro con respecto al campo escopico es de unos 45°, esto resulta útil ya que permite que
las personas que observan la obra desde el fondo no vean sobre su horizonte al público que se
encuentra delante de ellos. Esta misma disposición del teatro, permite que se cualifiquen ciertas
propiedades físicas, como por ejemplo el sonido, este al producirse desde el proscenio, viaja
directamente hacia el público de tal manera que se escuche claro y no se distorsione a causa de los
cuerpos, es por esto que el teatro está ordenado de tal forma.

Sin embargo, los cuerpos en el escenario se ordenan de otra manera, estos interactúan, se mueven,
hablan; aquí se observa esa retórica, aparecen bloques, desaparecen, hay puntos de fuga, se observa
esa cultura en el movimiento, en las expresiones, en las mismas sensaciones, es decir, traer lo que no
está, lo que estuvo; con el lenguaje de la época, con las acciones, con la humanización de los
personajes, donde esa estética coloca lo inadmisible, en esa gramática de los cuerpos, de los mismos
grupos y de lo social como un todo.

Los objetos del mismo vienen de la misma arquitectura del teatro, aquí se ve por ejemplo la
organización del techo, este posee triángulos, pues el sonido viaja en todas direcciones y estos
triángulos que van de pared a pared del mismo teatro, sirven para aumentar la resonancia, pues el
sonido viaja por la “hipotenusa” del triángulo choca con el cateto opuesto y baja del techo al suelo
permitiendo un sonido más envolvente, la reverberación del mismo sonido, esto permite que no haya
eco en los teatros y se confunda o distorsione el mismo, aquí influyen, el tiempo de reverberación, la
forma y el tamaño de la sala. Por otra parte los asientos son más pocos desde el proscenio, a muchos
en el fondo, están ordenados como ondas sonoras, es decir semielípticamente, a su vez permite una
visión del escenario desde distintos ángulos.

En este punto el teatro funciona como una caja, donde se proyecta más la visión y el sonido, aquí el
efecto Doppler tiende a apaciguarse, debido a que la frecuencia del sonido percibido por el público es
diferente a del sonido emitido debido movimiento, al aire o ambos. Ahora la difracción de luz que se
alcanza a percibir en la sala es corregida con la ausencia de luz, el mismo techo hace que la refracción
de luz no se note tanto.

Electra es una obra del filósofo y escritor Sófocles, se desarrolla en el siglo IV a.C aquí se evidencian
las maldiciones del linaje de Atreo, del cual pertenece Agamenón. Es una obra llena de amor y
tragedia, pues en ella se hacen más explícitas las complejas preguntas, inherentes a la naturaleza
humana, incluso desde sus mismos albores, frente a su existencia en el universo, frente al papel y la
función que juega en el mismo, incluyendo al amor, pero este parece ser la respuesta a las preguntas
y el odio parece ser la antecesora de la verdadera respuesta, todo esto se evidencia dentro de la
familia misma.

Electra es hija de Agamenón, hermana de Orestes y Crisótemis, la situación articulante de la obra se


presenta al instante ya que ella decide vengar la muerte de su padre, asesinado por su madre
Clitemnestra, respondiendo con un odio incontrolable por su madre, pero Clitemnestra justifica las
acciones de tal caso, contándole a Electra el sacrificio que realizó Agamenón a su hija Ifigenia,
valiéndole poco a Electra y haciendo más grande el odio hacia su madre; por si fuera poco Egisto
sostiene un amorío con Clitemnestra, primo de Agamenón.

Orestes, hermano de Electra, finge su muerte ante ella y el resto que habita el palacio, alegando que
este había perdido la vida en una cuadriga, esto es solo una distracción para planear el asesinato de
su madre y el de Egisto, pero luego Orestes se presenta ante Electra y juntos idean un plan para
asesinar a ambos. Las relaciones que aquí se presentan son un tanto curiosas, ya que Electra la
personifican dos actrices, al igual que Clitemnestra.

El ritual de paso más representativo de la obra se presenta cuando el mismo Orestes, se manifiesta en
el palacio de Agamenón, donde se encuentra Electra, con un cofre donde están las supuestas cenizas
del mismo cuerpo de Orestes, ya que este supuestamente había muerto.

Los mitemas aquí vistos son un tanto peculiares, porque la obra en sí es un mitema, desde la muerte
de Agamenón, este aparece en distintas obras como héroe al igual que Hércules, Cratos y demás.
Hasta la muerte de Clitemnestra, estos mitemas son característicos en las tragedias griegas, como la
de Edipo Rey o la de Antígona, escritas por el mismo Sófocles.

Lo no visible en la obra es por una parte, la preocupación de enseñar que las pullas entre el núcleo
familiar es más posible y trágico de lo que se cree; siendo lo visible, la gramática cultural, la semántica
corporal y la misma retorica corporal, esa gramática social de los grupos se evidenció más en el
momento en que le dan la espalda a Electra, ese lenguaje se puede apreciar como lo no admisible.

Siempre se construye el yo a partir del otro, incluyendo la mirada del otro; pues ese “expediente” que
se erige no está construido por uno mismo, por ello los pares antitéticos sirven como construcción del
yo como expediente, configuran una oposición, una dicotomía; estas relaciones están articuladas a un
acontecimiento.

En la obra se evidencia esas dimensiones de lo público, tales como la existencia de formas


organizativas, como el palacio de Agamenón, los requisitos de admisión, cuando aquella mujer llega
con la mala noticia, lo simbólico, como la caja donde reposan las cenizas de Orestes.

Electra no es una obra común y corriente, esta obra presenta sensibilidad, a partir de aquí se
construye el carácter de cada personaje, donde cada comportamiento está sujeto por una práctica
moral y o racional. En la obra se presencia lo simbólico como orden de la misma, aquí la ausencia y
presencia de cada personaje es característica a su moralidad, manifestándose mayormente con
Electra. La semántica corporal, incluso juega un papel determinante, ese espacio de producción sirve
como referencia para diferenciar al otro, donde incluso el mismo sistema de objetos, está atravesado
por un sistema de objetos, tanto la vestimenta, como el movimiento llevan al público a un viaje por
ese espacio hasta ver esa presencia característica del tiempo en el cual se desarrolla todo.

La representación del significante, viene a desarrollarse por la estética, aquí lo normal, se interrumpe
rápidamente por lo excepcional, la muerte de Orestes hace que ese estado de normal se vea
perturbado, donde aquella representación narrada por aquella mensajera se hace presente, mientras
lo otro como amenaza, es visto por Electra, pues esa notoriedad negativa que envuelve a su madre,
hace que esa relación social que existe tenga un estigma. Orestes y Electra, se alzan ante una labor,
labor que es para ellos necesaria e injustificable, esa resolución de necesidades, está dada por una
común necesidad, necesidad de ver a Clitemnestra muerta, al igual que Egisto, pero esa denegación
les servirá para intentar reducir, para expresar eso no admisible, por lo que lucha Electra y Orestes,
para ello se imponen ante ellos, esa representación de ese orden es el que permite que ese
dispositivo funcione correctamente.

Ahora la civilidad también se hace presente en la obra, pues aquí se ve como una construcción, tal es
el caso de la representación de las sociedades o comunidades, aquí se ve como se regula el
comportamiento social e individual de cada personaje, basado, en los valores corporales y la cultura
en general.

Esta naturaleza común existente en los personajes, es la misma que en cualquier otro animal, ese
instinto de supervivencia, esos intereses que adquieren un discurso y luego una acción, da
capacidades al individuo para dedicar y gestar su accionar.

Es el amor el que hace que esta obra adquiera ese rasgo distintivo, esa lucha por el honor, por el
prestigio de un nombre o por la simple estimación hacia un ser, es lo que permite que Electra y
Orestes maten a su madre, presentándose también el odio como el segundo pilar clave, esas luchas
familiares, a pesar de que la misma familia esté fragmentada, pero presente, hace que las querellas
aquí presentadas se expongan ante el público, esa no intimidad, hace que los demás se enfrenten a la
familia. Cabe preguntarse si ese honor del linaje Atreo se pierde o se refuerza.

Pero como bien se sabe que las familias y los otros conocen su situación a partir de la situación del
otro, permite definir si el status que posee cada personaje está mejor o peor que el otro, sirviéndole a
Orestes para como punto de partida para su aparición ante Electra, ya que la conoció que su situación
era bastante dura, ya que no se encontraba su padre Agamenón y mucho menos su propio hermano
Orestes.

Orestes le sirvió fingir su muerte, pues tuvo tiempo de conocer lo público y lo privado, ya que se
movía en distintos espacios, con ayuda de aquella anciana, es decir de la familia, pasaba al público,
conociendo la verdad de los hechos ocurridos.

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