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De aquí la gran creación del barroco que es del concepto de Estado Nacional, como
una forma de monarquía absoluta con la concentración del poder y con esto la
aparición de ciudad capital como una forma de representación y centralización del
poder. En este período surgen los planes reguladores de lo que ha venido a llamarse
la ciudad capital.
“La ciudad capital (del latín caput, capitis, “cabeza”) se refiere a que es una nueva
cara representante del poder de un país, centralizando en una ciudad, como una
especie de centro de control el poder absoluto. En donde se instaura la cabeza
principal del poder, sea el gobernante electo o la máxima autoridad de una
monarquía en representación del pueblo custodiado. Es por esto que en la ciudad
se ve reflejada a modo de darle un ordenamiento que no existía en épocas
anteriores, y de una preocupación para los habitantes de la ciudad. Las medidas
que se tomaron fueron regidas por cuestiones de manifestaciones del poder a través
de grandes edificios públicos; tratando la higiene dado las urgencia sanitarias de las
anteriores ciudades, como enfermedades mortales, se preocupan de reparar tanto
en los servicios básicos como en la vida urbana como la circulación de las aguas y
el aire por las calles y edificios; además darle un ordenamiento a una escala urbana
a la ciudad a través de elementos arquitectónicos como los grandes bulevares,
avenidas, ejes ordenadores, etc. Siempre buscando el bienestar de la sociedad
custodiada y la exhibición del poder.”
“La ciudad no es sólo un objeto de estudio importante de las Ciencias Sociales, sino,
sobre todo, un problema que ha ocupado y preocupado a los hombres desde que
éstos decidieron asentarse formando agrupamientos estables. Es obvio que los
asentamientos humanos, aún en sus formas más simples, requieren de un mínimo
de acuerdos sociales para asegurar el equilibrio del grupo, y que de la fragilidad o
solidez de dichos acuerdos depende de la estabilidad necesaria para la convivencia
adecuada. Es por ello, que la ciudad debe entenderse como un fenómeno vivo y
permanente, íntimamente ligado a la cultura con la que comparte la característica
de la complejidad.”
“Son variados los conceptos que se podemos formular sobre ciudad. A lo largo de
la Historia, la han destacado con el elemento material (la pavimentación, el cierre
amurallado, los equipamientos), mientras que otros han considerado las relaciones
sociales o a las visiones utópico-filosóficas del fenómeno urbano.”
Debido a esto es que en las primeras ciudades del mundo antiguo respondían a una
concepción simbólica del espacio, propia del pensamiento mágico y del
pensamiento religioso.
“Toda la cultura europea durante la Edad Media tiene un acusado carácter agrícola.
La ciudad medieval es una ciudad amurallada que aparece como lugar cerrado
dentro del paisaje agrícola y forestal, sirviendo de fortaleza defensiva y refugio de
sus habitantes y campesinos del entorno, a la vez que constituye el mercado del
área de influencia. Durante la Edad Media, caracterizada por las sucesivas oleadas
de invasiones que se sucedieron hasta el siglo X (refiérase a germanos,
musulmanes, vikingos, húngaros, etc.), continuó el proceso de ruralización que se
remonta a la crisis del siglo III e impone el feudalismo.”
“En cambio la ciudad renacentista el auge del pensamiento racional durante el
Renacimiento determinó un resurgir de estas ideas. Se trata ahora de una ciudad
señorial donde los hombres se dedican a cultivar las artes y las letras, en la que
vuelve a resurgir el ágora como un centro público en donde se puede compartir los
conocimientos. Un concepto de ciudad donde el arte urbano adquiere un
protagonismo importante, cuyas calles invitan al paseo y a la conversación.”
Aquí, a diferencia de otros edificios del mismo estilo y época, los pabellones
angulares no fueron destinados a locales de servicio, sino que contenían estancias
principales en cada planta.
“La plaza como elemento urbano tiene un significado distinto en Roma o en París.
En la primera se integra en un plan amplio, mientras que en la capital francesa se
convierte en lo que podríamos llamar un episodio suelto. La Plaza del Popolo se
relaciona a la famosa tridente que forman las Stradas del Babuino, Corso y Ripetta,
vías de acceso a la Roma moderna, con la construcción de las iglesias gemelas de
Rainaldi. La solución de Pietro de Cortona en la plaza de Santa María della Pace
hace dudar de si estamos ante una obra integrada en un espacio urbanístico o si
éste está en función de aquella. La columnata de San Pedro es un espacio de doble
significación: potenciador plástico de la fachada de San Pedro y símbolo de la
Iglesia.”
“Por último, en lo que a Roma se refiere, la plaza Navona es el ejemplo más
significativo de lo que podríamos denominar urbanismo puntual, y que tiene en los
ejemplos de Plaza Mayor, Place Royale las manifestaciones más afines. La
unitariedad de sus edificios, la singularidad de la fachada de Santa Agnese y las
fuentes de Bernini, crean un todo unitario en el que las arquitecturas parecen más
superficies continuas que masas individualizadas.”
Sin duda alguna podemos darnos cuenta que el urbanismo de la época del Barroco
es un urbanismo abierto en contacto con la naturaleza y que busca la integración
de las partes en un todo organizado.