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Demanda agregada, producto interno y


balance externo en cuenta corriente
Prof. Jorge Ibarra Consejo. Revisión 2019

En este capítulo comenzaremos a analizar la determinación del nivel general de actividad


económica en una economía abierta al exterior desde la perspectiva de la cantidad total de
bienes y servicios que encuentran salida en el mercado. Es decir, desde la perspectiva de la
demanda agregada y situándonos para ello siempre dentro de los límites al tamaño del
producto total establecidos por la capacidad productiva existente en la economía. En otro
capítulo se hará la consideración de los factores que corresponden al lado de la oferta, es
decir, de los aspectos técnicos, aspiracionales e institucionales que condicionan a la
capacidad productiva.

Finalmente, en un último capítulo se reunirán los factores de demanda y los de oferta para
analizar la interacción entre el producto, el empleo, el nivel general de precios y el balance
externo.

El objetivo de este capítulo en particular es iniciar en una primera etapa el análisis de la


determinación del producto y el empleo en una economía abierta, como se ha dicho, desde el
lado de la demanda, colocando en un primer plano a las transacciones que componen la
cuenta corriente, y suponiendo, por el momento, que el saldo de los movimientos de capital
está dado. Los determinantes de los movimientos de capital serán incorporados en un
siguiente capítulo.

Nuestro recorrido nos permitirá en primer lugar apreciar cuál es la influencia de las
exportaciones, las importaciones y los flujos netos de pagos por servicios factoriales y
transferencias sobre la determinación del producto interno y el empleo. Por otra parte,
veremos cómo, en el marco de la economía abierta, además de la posible insuficiencia de la
demanda agregada, nos encontramos con otro frente de restricción para poder sostener un
alto nivel de empleo, representado por el desequilibrio de los pagos al exterior.

En el desarrollo de nuestro análisis seguiremos utilizando los mismos símbolos del capítulo
1, pero como se adelantó en el capítulo anterior, ahora asumimos que están medidos en
términos reales.
La demanda agregada
La demanda agregada estará constituida por los gastos privados en consumo e inversión, el
gasto que realiza el gobierno para proveer bienes y servicios de consumo público más las
obras de inversión pública, rubros todos estos a los que, como se señaló en el primer capítulo,
se acostumbra darles la denominación de absorción interna de bienes y servicios. A la
absorción interna le debemos añadir las ventas al exterior, es decir las exportaciones. Pero
recuérdese que lo que queremos es especificar la demanda total de bienes y servicios
producidos dentro de las fronteras del país, para establecer la determinación del producto
interno bruto. Por ello a los gastos anteriormente enumerados hay que restarle el gasto total
en bienes importados.

Utilizando los símbolos que ya conocemos y expresando a las variables que representan en
términos reales tendremos que la demanda agregada, D, de bienes y servicios producidos
dentro del país será:

(3.1) 𝐷 = 𝐶 𝑃 + 𝐼𝑃 + 𝐶 𝐺 + 𝐼𝐺 + 𝑋 − 𝑀

El gasto del sector privado

Consumo
Para establecer el gasto privado en consumo en función de sus determinantes debemos
recordar cual es la conformación del ingreso nacional privado disponible, YNPD, definido en
el primer capítulo. Y para ello debemos de adelantar que la recaudación total de impuestos
será representada como una tasa o carga tributaria, t, sobre el ingreso interno. Así, la
recaudación total de impuestos será:

(3.2) 𝑇 = 𝑡𝑌

Estamos suponiendo para simplificar que no hay otros impuestos más que los que tienen
como base al ingreso interno.

Entonces el ingreso nacional privado disponible, recuérdese del capítulo primero, será igual
a:

(3.3) 𝑌 𝑁𝑃𝐷 = (1 − 𝑡)𝑌 + 𝐹 𝑃 + 𝑅 𝐺


Es decir, será igual a la parte del ingreso interno que queda después de pagar impuestos, más
el valor algebraico del saldo de pagos al exterior por concepto de servicios factoriales y
transferencias que le corresponde al sector privado, más las transferencias del gobierno al
mismo sector privado.

La parte más importante del gasto en consumo privado surgirá del ingreso nacional privado
disponible, en la medida en que este va fluyendo. Ahora bien, una parte de este flujo de
ingreso no se gasta en consumo, se ahorra. Ahorran las empresas de acuerdo con sus políticas
de retención de una parte de las ganancias y ahorran, naturalmente, los hogares. Por otra
parte, una porción del gasto en consumo puede provenir del uso de ahorros previos al período
considerado o del recurso del crédito. Las decisiones de ahorro también son afectadas por
factores tales como la condición financiera predominante entre los actores económicos
involucrados en un momento dado, así como de las expectativas que se tengan mirando al
futuro. Tratando de cubrir todos estos factores de la manera más simple posible, nos daremos
la siguiente función para este rubro de la demanda agregada:

(3.4) 𝐶 𝑃 = 𝐶 𝐴 + 𝑏𝑌 𝑁𝑃𝐷

CA será un coeficiente expresado en producción real y b representa la fracción del YNPD que
se gasta en consumo. Habiendo ahorro, b será menor que uno. Representa al concepto de
propensión marginal al consumo. Los valores de CA y b dependerán de factores como los
antes mencionados. Por ejemplo, b puede aumentar si las empresas retienen un porcentaje
menor de sus ganancias y reparten más entre sus propietarios o accionistas, o ambos b y CA
pueden aumentar si hay confianza en que se puede gastas más del ingreso personal, o gastarse
ahorros de otros períodos previos o en que se puede recurrir al crédito. CA y b pueden
aumentar también si en un momento dado se incrementa el valor de los activos físicos o
financieros que se han acumulado en manos de los perceptores de ingresos a lo largo del
tiempo.

Sustituyendo los componentes del ingreso nacional privado disponible en la ecuación del
consumo privado y reordenando, nos queda que:

(3.5) 𝐶 𝑃 = 𝐶 𝐴 + 𝑏(𝑅 𝐺 + 𝐹 𝑃 ) + 𝑏(1 − 𝑡)𝑌

Inversión
El gasto privado en inversión comprende a la adquisición de bienes de capital: maquinaria,
equipo e instalaciones para la producción. Asimismo, la acumulación intencionada de
inventarios de insumos, bienes en proceso y bienes terminados son parte del gasto en
inversión. Algunas otras actividades, tales como el acondicionamiento de bases de recursos
naturales para su explotación y la investigación y desarrollo de nuevos productos y procesos
productivos que realizan los productores también caen dentro de este rubro. Todos estos
desembolsos los realizan, desde luego, las empresas. Por otra parte, la adquisición de
viviendas nuevas que realizan los hogares también está considerada como gasto en inversión.

El gasto en inversión que se realiza con fines empresariales es de una naturaleza distinta a la
del gasto en consumo, ya que no provee directamente los bienes y servicios que satisfacen
las necesidades de las personas. La adquisición de bienes de capital o la construcción de
instalaciones para la producción entrañan cambiar dinero, que es la más líquida de todas las
posesiones que conforman el patrimonio de una empresa o de una persona, por activos fijos
de larga durabilidad, que se planean utilizar para producir otros bienes de cuya venta se
espera, a lo largo de varios períodos sucesivos en el futuro, recuperar todos los costos
involucrados y obtener ganancias. Se trata, en pocas palabras, de compras de activos
productivos realizadas ante la expectativa de obtener un flujo de ganancias a lo largo de un
determinado tiempo en el futuro. Pero debemos subrayar que las ganancias de las que estamos
hablando son ganancias esperadas, más no aseguradas con certeza, y que lo que se espera en
el futuro siempre está amenazado por factores imponderables.

Las expectativas de ganancias que alientan al gasto en inversión se forjan sólo de manera
limitada sobre la base de información confiable sobre el futuro ya que, en realidad, el futuro
se presenta en gran medida y de manera inevitable bajo un manto muy espeso de
incertidumbre. Este solamente puede ser remontado tanto por el propio impulso
emprendedor, como por la confianza que se tenga en obtener rendimientos satisfactorios, y
también por la presión de la competencia que sostienen entre si los empresarios mismos. La
incertidumbre que enfrentan quienes están considerando realizar gastos en inversión abarca
diferentes aspectos relacionados, no sólo con el futuro de la rentabilidad de sus propias
actividades productivas en un entorno de competencia con otros empresarios, sino también
con otros factores que pueden influir, como por ejemplo con el curso general esperado de la
actividad económica en su conjunto. De la misma manera, los demás factores que configuran
el conjunto de la vida política y social son también una fuente importante de incertidumbre.
En este marco, es común que por distintas razones objetivas o subjetivas se produzcan
cambios recurrentes en la confianza que prevalece entre los empresarios, establecidos o
potenciales, lo cual modifica drásticamente el monto total de los gastos de inversión que se
llevan a cabo entre un período y otro a lo largo del tiempo. Esa es una razón poderosa por la
cual los procesos de acumulación de capital no son uniformes en el tiempo, sino más bien,
irregulares.

Por lo que toca a la demanda de vivienda nueva por parte de las familias, y reconociendo que
en buena medida ésta se sufraga a través del crédito, nos encontramos con que el grado de
confianza prevaleciente en torno a la posibilidad de cumplir en el futuro con los compromisos
provenientes de un endeudamiento, juega un papel fundamental en su determinación.

Por otro lado, debemos señalar que, dada la envergadura y la naturaleza de los bienes de
inversión, su adquisición requiere de desembolsos importantes, por lo que además de la
necesidad de contar con las ganancias acumuladas de las empresas se precisa que la
disponibilidad y el costo del crédito, expresado este último por el nivel de la tasa de interés,
resulten ser convenientes a la hora de tomar las decisiones sobre este tipo de gastos. La tasa
de interés es también, para cada sujeto en lo individual, el referente de una alternativa de
rendimiento sujeta a menor riesgo e incertidumbre, como lo es la adquisición de títulos
financieros, en comparación con la tasa de rendimiento proveniente de la adquisición y puesta
en funcionamiento de bienes de capital. Por lo anterior, dadas las expectativas de rentabilidad
imperantes en un momento dado, nos encontramos con que los cambios en la tasa de interés
influyen en el hecho de que las empresas (y en su caso los hogares) realicen ahora o
pospongan para otro momento su gasto en inversión.

En función de todo lo señalado hasta aquí, representaremos formalmente a los factores que
inciden sobre el gasto privado en inversión, IP, mediante la siguiente ecuación:

(3.6) I P = I A − vi

en donde IA será una variable central para nuestro análisis, dado que vamos a asumir que
representa a aquellos determinantes de la inversión que la relacionan con la incertidumbre y
con el estado de confianza prevaleciente entre los empresarios demandantes de bienes de
capital y entre los hogares demandantes de viviendas nuevas. También formaría parte de esta
variable la disponibilidad de crédito que ofrecen de las instituciones financieras más allá de
cuál sea la tasa de interés. Por su parte, i representa a la tasa de interés, que dados los
determinantes de IA influye de manera inversa a su valor sobre el gasto total en inversión
privada, siendo v la medida del grado de respuesta de la inversión en un momento dado
cuando se modifica la tasa de interés.

Esta manera de visualizar a la inversión privada nos permite entender situaciones en las que
por ejemplo a una caída en la tasa de interés no le siga necesariamente un aumento automático
en este rubro de gasto si, al mismo tiempo, ocurre que las expectativas a futuro de los
empresarios y los hogares se están tornando negativas, o en el mismo sentido, casos en los
que sin bajar la tasa de interés la inversión aumente de manera autónoma, impulsada por otros
factores como los antes enumerados.

Impuestos y gastos del gobierno


El marco conceptual y contable del capítulo primero ha dejado establecidos los rubros de la
tributación y del gasto del gobierno. Brevemente, la tributación total será igual a la tasa
tributaria promedio, t, multiplicada por el ingreso interno. El gasto corriente del gobierno es
todo el gasto público sin incluir la inversión. Da ahí podemos establecer el ahorro del
gobierno y, restando su inversión, el resultado de su balance financiero.

Queda claro que al incidir sobre el tamaño del ingreso nacional privado disponible, la
tributación tiene un efecto negativo sobre la demanda agregada, mientras que los gastos en
consumo e inversión públicos y los pagos de transferencia al sector privado tienen un efecto
positivo.
Exportaciones e importaciones

Importancia del tipo de cambio real

Para comenzar recordemos que en el capítulo anterior definimos al concepto de tipo de


cambio nominal como el precio de la moneda extranjera expresado en moneda nacional.
Reiteramos, además, que en lo que sigue vamos a razonar como si el resto de mundo fuera
un solo país, y que al tipo de cambio nominal frente a “la moneda del resto del mundo” lo
vamos a representar con la letra E.

Por otra parte, hemos visto que el tipo de cambio real establece la cantidad de producción
física doméstica que hay que dar a cambio de una unidad física de producción importada, y
que se determina a partir del tipo de cambio nominal y de los niveles de precios del país y
del resto del mundo. Como adelantamos en el capítulo anterior, si asumimos que el nivel
general de precios del resto del mundo es P*, mientras que el nivel interno de precios es P,
el tipo de cambio real, e, se define de la siguiente manera:

P*E
(3.7) e=
P

es decir, es el nivel de precios del resto del mundo, multiplicado por el tipo de cambio
nominal, dividido entre el nivel interno de precios. Recordemos que el numerador de la
expresión convierte al nivel de precios del resto del mundo a una expresión denominada en
moneda nacional cuyo valor real, es decir, su valor denominado en términos de producción
doméstica, lo obtenemos al dividir entre el nivel interno de precios.

El tipo de cambio real resultará fundamental para el curso de nuestro análisis por dos razones.
En primer lugar, al representar al precio de las importaciones expresado en producción
interna, nos permite convertir a la producción adquirida en el exterior a las mismas unidades
en las que se mide la producción interna del país en términos reales, para de esta manera
incorporar a las importaciones dentro del marco analítico y contable en el análisis de la
determinación de la producción interna. En consecuencia, el tipo de cambio real nos permite
establecer el gasto real en el que se incurre al adquirir una cierta cantidad de bienes y
servicios importados.

Por otra parte, también se señaló en el capítulo anterior que el tipo de cambio real es la
medida de la competitividad del país en materia de precios relativos frente al resto del
mundo. Si el tipo de cambio real sube, el país tiene que pagar más que antes en términos de
su propia producción por unidad de producción importada. Es decir, los productos del resto
del mundo se encarecen, mientras que los del país se abaratan, y como consecuencia el país
se vuelve más competitivo en el comercio mundial por este motivo. Como resultado podemos
asumir que el país tenderá, en mayor o menor medida, a exportar más bienes y servicios y a
importar menos si el tipo de cambio real sube, mientras que lo contrario ocurrirá si el tipo de
cambio real baja. El tipo de cambio real será por lo tanto una variable crucial (aunque desde
luego no la única) en la determinación de cuanto se exporta y cuanto se compra en el exterior.
A través de ello, incidirá sobre la demanda agregada de bienes producidos internamente, el
producto interno, el empleo y el resultado de la cuenta corriente.

Las exportaciones

Para introducir las exportaciones reales, X, al análisis de la determinación de la demanda total


de bienes y servicios producidos dentro del país, vamos a asumir que éstas dependen
directamente del nivel del flujo de producto-ingreso real del resto del mundo, Y*, e
inversamente del tipo de cambio real e. Para representar estas relaciones vamos utilizar la
siguiente ecuación, cuyo formato nos será de utilidad a lo largo de nuestro razonamiento:

+
(3.8) X = n(e)Y *

La ecuación (3.8) la debemos leer cuidadosamente de la siguiente manera: X es igual a un


coeficiente n multiplicado por el nivel de ingreso del resto del mundo, Y*, en donde
solamente se deja indicado que n, a su vez, depende directamente de e. El coeficiente n
representa a la tasa de cambio de las exportaciones con respecto a modificaciones en el
ingreso del resto del mundo.

Las importaciones.

En este punto resulta necesario recordar del marco conceptual y contable de la economía
abierta que el producto total del país adquiere la connotación de producto interno, es decir
del producto que se genera dentro de las fronteras del país.

Recordemos, por otra parte, que en el capítulo anterior hemos definido a Q como la cantidad
física de bienes y servicios no factoriales importados, y vamos a establecer como hipótesis
que ésta variable depende inversamente del tipo de cambio real y directamente del nivel del
producto interno del país, ya que al aumentar este último sus residentes requieren más bienes
y servicios importados de todo tipo, tanto de uso intermedio como de uso final.

De esta manera trabajaremos con la siguiente ecuación:


(3.9) Q = q (e)Y
que nos expresa que Q es igual a un coeficiente q multiplicado por Y. Dicho coeficiente q,
por su parte, depende inversamente de e, lo cual simplemente se deja indicado. q representa
a la tasa de cambio de Q con respecto a Y.

Pero como ya se vio en el capítulo anterior, el tipo de cambio real nos permite denominar a
la cantidad de importaciones en términos de lo que vale en producción interna. De esta
manera, el gasto real en importaciones, denominado en producción interna, M, será:


(3.10) M = eQ = eq (e)Y

Nótese que e aparece dos veces: multiplicando al término q(e)Y para convertirlo en M, y
además entre paréntesis solamente para mostrar la relación funcional inversa que existe entre
q y e.

Por último, debemos resaltar lo siguiente: como se ha dicho, q nos indica en cuánto se
incrementa la cantidad de importaciones, Q, cuando aumenta Y; por su parte, eq nos indica
en cuánto se incrementa el gasto real en importaciones, medido en producción interna, M,
cuando aumenta Y. Por lo tanto, eq es la tasa de cambio de M con respecto a Y, será una
variable muy importante en nuestro análisis y le daremos la denominación de propensión
marginal a importar.

Una vez que hemos dejado en claro que n depende directamente de e y que q depende
inversamente de dicha variable, omitiremos indicarlo cada vez que representemos a las
exportaciones y a las importaciones, por lo que nuestra notación será simplemente X = nY*
y M = eqY, respectivamente.

Una advertencia importante

Debemos reiterar que estamos relacionando a los coeficientes n y q con el tipo de cambio
real para resaltar la importancia de la competitividad en materia de precios de nuestros
productos frente a los del resto del mundo. A este respecto importa hacer algunas precisiones.
En primer lugar, la competitividad de precios atañe a aquellos bienes y servicios que pueden
ser objeto de comercio entre países. En segundo lugar, hay otros factores que inciden en la
competitividad distintos del tipo de cambio real, como el tipo específico de productos que se
ofrecen tanto en el país como en el exterior, en un mundo de productos diferenciados y en
innovación recurrente. También la calidad de los productos será un factor importante. Por
último, los coeficientes n y q también podrían ser afectados por otros factores, como por
ejemplo los costos de realizar las transacciones comerciales involucradas y, en su caso, la
presencia de aranceles o cuotas.
El producto interno y el balance externo en cuenta corriente

El balance de bienes y servicios y el balance en cuenta corriente


Como vimos en el capítulo 1, la diferencia entre X y M constituye el balance externo de
bienes y servicios no factoriales. Es muy común denominarlo también como exportaciones
netas de bienes y servicios no factoriales (se entiende que netas de importaciones). Seguimos
representando a este concepto, ahora medido en términos reales, como BBS. La ecuación del
balance externo de bienes y servicios expresado en términos de los determinantes de las
exportaciones y del gasto en importaciones se muestra en la siguiente ecuación:

(3.11) B BS = X − M = nY * −eqY

Si al balance de bienes y servicios le agregamos el saldo neto de los pagos factoriales y las
transferencias, al que representamos como F, obtenemos el balance en cuenta corriente, BCC.

(3.12) B CC = X − M + F = nY * −eqY + F

Las ecuaciones (3.11) y (3.12) de los balances externos BBS y BCC, aparecen representadas
como funciones del producto interno en la figura 3.1.

BBS, BCC
(+)
Superávit

nY* + F

nY*

nY* + F
Y
0

BCC (F >0)
BBS
BCC (F < 0)
(-)
Déficit
Figura 3.1
Los balances externos de bienes y servicios y en cuenta corriente
Obsérvese que la línea punteada representa a la ecuación del balance de bienes y servicios
no factoriales, en donde el intercepto con el eje de las ordenadas es el monto de las
exportaciones. Por lo tanto, hay dos líneas que representan al balance en cuenta corriente: la
línea superior corresponde al caso en el que F es positivo, en cuyo caso tenemos que a
cualquier nivel del producto interno BCC > BBS; por el contrario, la línea inferior corresponde
al caso en el que F es negativo y por lo tanto BCC < BBS. Por otra parte, la pendiente de las
tres líneas corresponde a la propensión marginal a importar, eq. El gráfico nos muestra que,
dados los valores de las exportaciones y de los pagos por servicios factoriales y las
transferencias, a medida que aumenta el producto interno se deterioran los balances externos
de bienes y servicios y en cuenta corriente, debido sencillamente a que al incrementarse Y el
gasto real en importaciones aumenta, siempre en una medida igual a eqY.

Vamos a concentrarnos directamente en el balance externo en cuenta corriente para analizar


lo que ocurre cuando se modifican las demás variables involucradas. Consideremos, en
primer lugar, el caso en el que aumentan las exportaciones y/o el valor de los pagos por
servicios factoriales y transferencias. Para ello observemos la figura 3.2. Nótese que en
cualquiera de los dos casos la función BCC se desplaza hacia arriba, ya que el valor del
intercepto de la función aumenta. Esto significa que al aumentar X o F, el balance en cuenta
corriente será más favorable (o menos desfavorable) que antes, a cada nivel de producto
interno. Desde luego que si X o F disminuyen nos encontraremos con el efecto contrario

Consideremos ahora el caso de una reducción en la propensión marginal a importar, eq, con
la ayuda de la figura 3.3. Esto significa que ahora a cada nivel de producto se gasta menos
en importaciones que antes. Gráficamente esto hace que disminuya la pendiente de la función
BCC y que, como consecuencia, el balance externo en cuenta corriente sea más favorable (o
menos desfavorable) que antes, a cada nivel del producto interno. El efecto contrario ocurrirá
si eq aumenta.

BCC BCC

Y Y
0 0

(X o F) (- eq)

BCC BCC

Figura 3.2 Figura 3.3


Los aumentos en X o en F mejoran el La disminución en eq mejora el balance
balance en cuenta corriente a cada en cuenta corriente a cada nivel de Y
nivel de Y
El nivel de producto con equilibrio en la cuenta corriente

Cualquiera que sea el nivel que alcance el producto interno, ello implica un cierto resultado
para el balance en cuenta corriente. En efecto, la ecuación (3.12) del balance en cuenta
corriente nos muestra que, una vez determinado Y, se puede establecer el nivel que alcanzan
el gasto en importaciones (recuérdese que M = eqY) y cómo se comparan estas con la suma
de las exportaciones y el saldo de pagos por servicios factoriales y transferencias. En este
marco, esta misma ecuación nos permite establecer cuál será el nivel del producto que
corresponde a un saldo igual a cero en la cuenta corriente. En efecto, si hacemos a la ecuación
(12) igual a cero, y llamamos al nivel de producto correspondiente YCC=0, la ecuación queda
planteada así:

nY * +eqY CC =0 + F = 0

por lo que, despejando a YCC=0, tenemos que,

nY * + F
(3.13) Y CC =0 =
eq

La representación gráfica de este nivel de producto que arroja un equilibrio en la cuenta


corriente aparece en la figura 3.4. En el panel (a) hemos trazado una línea punteada vertical
a la altura de YCC = 0 que divide el cuadrante en dos zonas, de modo que si Y se encuentra a la
derecha, BCC registra un déficit, mientras que si se sitúa a la izquierda se genera un superávit.
El panel (b) por su parte nos muestra que si aumentan nY* o F el nivel de producto al cual la
cuenta corriente se encuentra equilibrada se desplaza de Y0 a Y1. Finalmente, el panel (c) nos
muestra que lo mismo ocurre cuando disminuye eq.

Algo importante a destacar en este punto es que no hay razón por la que el producto interno
tenga que coincidir con YCC=0. Es decir que, como quedó establecido en párrafos anteriores,
Y será determinado por el tamaño de la demanda agregada, mientras que YCC = 0 constituye
solamente una demarcación que separa a los posibles niveles de Y de acuerdo con el balance
en cuenta corriente resultante: déficit o superávit.
BCC BC
BCC C

Y (Superávit) Y (Déficit)

Y Y
Y

YCC=0
Y0 Y1 Y0 Y1

(a) Nivel de Y al cual BCC =0 (b) Aumento en nY* y/o en (c) Disminución de eq
F

Figura 3.4. Nivel del producto interno al cual el balance en cuenta corriente es igual a cero.

La demanda total y la determinación del producto interno


La absorción interna y la demanda de bienes y servicios producidos
internamente
Ya hemos insistido en mencionar que, en el marco de la economía abierta, la variable
relevante para establecer la determinación del producto y el empleo totales es la demanda de
bienes y servicios producidos dentro del país, y no simplemente la demanda total. La
demanda que nos interesa está compuesta por la suma del consumo y la inversión privados,
el gasto del gobierno en la provisión de bienes y servicios públicos y las exportaciones, suma
a la que hay que quitarle la parte de las compras constituida por producción que no se llevó
a cabo dentro del país, incluidos los bienes de uso intermedio utilizados en la producción
interna. Es decir, que hay que restar todas las importaciones. Por otra parte reiteramos que,
el producto total, determinado por la demanda de bienes y servicios producidos dentro del
país, se denomina con toda propiedad producto interno.

De acuerdo con lo anterior, lo que procede entonces es considerar primero a la demanda total
de bienes y servicios que sirven al consumo y a la inversión, públicos y privados, que tiene
lugar dentro de las fronteras del país, a la que hemos llamado absorción interna, para después
sumar las exportaciones y sustraer las importaciones, lo que nos permitirá pasar de la
absorción interna a la demanda de bienes y servicios producidos dentro del país. Es decir,
que si la absorción interna, Abs, es igual a:

(3.14) 𝐴𝑏𝑠 = 𝐶 𝑃 + 𝐼 𝑃 + 𝐶 𝐺 + 𝐼 𝐺
el producto interno, determinado por la demanda de bienes y servicios producidos dentro del
país será igual a:

(3.15) 𝑌 = 𝐴𝑏𝑠 + 𝑋 − 𝑀 = 𝐶 𝑃 + 𝐼 𝑃 + 𝐶 𝐺 + 𝐼 𝐺 + 𝑋 − 𝑀

Con todas las especificaciones anteriormente presentadas sobre los determinantes de cada
rubro de la ecuación podemos rescribir la condición de equilibrio para la determinación del
producto interno expresada en la ecuación (15) de la siguiente manera:

(3.16) 𝑌 = 𝐶 𝐴 + 𝑏(𝑅 𝐺 + 𝐹 𝑃 ) + 𝑏(1 − 𝑡)𝑌 + (𝐼 𝐴 − 𝑣𝑖) + 𝐶 𝐺 + 𝐼 𝐺 + 𝑛𝑌 ∗ −𝑒𝑞𝑌

La forma resuelta para Y de la condición de equilibrio es entonces:

1
(3.17) 𝑌 = 1+𝑒𝑞−𝑏(1−𝑡) [𝐶 𝐴 + 𝑏(𝑅 𝐺 + 𝐹 𝑃 ) + (𝐼 𝐴 − 𝑣𝑖) + 𝐶 𝐺 + 𝐼 𝐺 + 𝑛𝑌 ∗ ]

De la ecuación de equilibrio se pueden resaltar las siguientes relaciones entre el producto


interno y los intercambios con el exterior:

(a) Por lo que toca a los flujos de comercio, el producto interno será mayor, en primer lugar,
entre más grande sea la diferencia de las exportaciones por encima del gasto en
importaciones. Para ser más específicos diríamos, por una parte, que el producto interno será
mayor entre más grandes sean Y* y el valor de n. Por otra parte, el producto interno será
mayor entre más reducido sea el valor de eq.

Recuérdese de las ecuaciones (3.8) y (3.9) que n y q dependen del tipo de cambio real, la
primera de manera directa y la segunda de manera inversa. Así que, en principio, podríamos
suponer que un tipo de cambio real más elevado contribuiría a exportar más y, al mismo
tiempo, a importar menos, dando lugar así a un mayor nivel de producto interno. Pero existe
una reserva muy importante con respecto a lo anterior. No olvidemos que si bien cuando e
sube q baja, el efecto sobre la propensión marginal a importar, eq, que es la variable que
cuenta en la ecuacion (3.17), no está determinado de antemano. Depende del cambio relativo
que se produce entre ambas variables, de modo que eq puede aumentar, quedar igual o
disminuir. Si cuando el tipo de cambio real sube, eq aumenta y su acción más que compensa
al efecto positivo del incremento en n, en realidad ocurrirá una contracción en Y. En efecto,
ello significaría que con un tipo de cambio real más alto la economía está importando menos
cantidad (ecuación (9): baja en Q debido a la reducción de q) pero está gastando más en
importaciones (ecuación (10): incremento en M debido a que el aumento en e supera a la
disminución en Q). Si el alza en las exportaciones no compensa este efecto, la demanda de
bienes y servicios producidos internamente bajará. Posteriormente analizaremos esta
posibilidad en la que un tipo de cambio real más alto tiene un efecto contractivo sobre la
demanda y el producto.

(b) Por lo que toca a los pagos factoriales y a las transferencias, tenemos que el producto será
mayor entre más grande sea FP, ya que con ello aumenta el ingreso nacional privado
disponible y en consecuencia también lo hace el gasto privado en consumo.

El empleo y la tasa de desempleo

Supongamos que la productividad de la economía por persona ocupada está dada y no varía
con los cambios en el tamaño del producto total. La representaremos como z. Entonces, el
número de personas ocupadas, es decir el empleo total, al que representaremos como N será:
𝑌
(3.18) 𝑁= 𝑧

Si a la población económicamente activa la representamos como L, la tasa de desempleo, u,


será igual a:
𝐿−𝑁 𝑁
(3.19) 𝑢= =1− 𝐿
𝐿

Y dado que N = Y/z, sustituyendo nos queda:


𝑌
𝑧 1
(3.20) 𝑢 = 1− = 1 − 𝑧𝐿 𝑌
𝐿

Es decir, que la tasa de desempleo es una función inversa del producto y directa de la
productividad por persona ocupada y de la población económicamente activa.

Un formato de la determinación del producto conveniente para el


análisis gráfico: la función IS
A partir de la condición de equilibrio resuelta en la ecuación (3.17) podemos establecer una
de sus posibles representaciones gráfica. Se trata de la función IS que destaca la relación
particular que se da entre la tasa de interés y el producto interno determinado por la demanda.
Esta conocida representación gráfica aparece en la figura (3.5).

La relación del producto con la tasa de interés tiene que ver con la influencia de esta variable
sobre la inversión privada expresada en la ecuación (3.6). Dado todo lo demás constante, una
baja de la tasa de interés influye para que aumente la inversión privada y esto, por la vía el
efecto multiplicador hace que el producto crezca en un monto aún mayor, expresado esto por
aumentos adicionales en el consumo privado. El efecto multiplicador en este caso está
representado por la expresión fraccionaria del lado derecho de la ecuación (3.17). La
pendiente de la curva depende, por un lado, de que tanto responde la inversión cuando cambia
la tasa de interés (coeficiente v) y, por el otro del tamaño del efecto multiplicador, que a su
vez depende positivamente de b y negativamente de t y eq. De acuerdo con la ecuación (3.17),
cada punto sobre la función IS representa a la cantidad de producto interno que puede ser
absorbida por la demanda agregada. Significa que Y = D. Ahora bien, cuando esto ocurre, se
cumple que la inversión total de la economía es igual al ahorro total: I = S. De ahí el uso de
estos símbolos para nombrarla.

Por otra parte, si las demás variables distintas a la tasa de interés se modifican, la función IS
completa se desplazará, lo que significa que para cualquier tasa de interés posible la demanda
agregada será mayor o menor, según la dirección del desplazamiento, y con ello mayor o
menor será el producto interno. La figura (3.5) indica que cambios en que variables hacen
que aumente la demanda agregada para cada tasa de interés posible. Estos cambios aparecen
clasificados en los que corresponden a variables de las ecuaciones del gasto privado, al
gobierno o al sector externo. La presentación en dos figuras obedece a que hay dos formas
de desplazamiento de la función IS. En la primera ocurre de manera uniforme, mientras que
en la segunda ocurre girando sobre su eje (cambiando su pendiente).

Si los cambios indicados se dan en sentido inverso a los indicados en la figura, la función se
desplaza a la izquierda, lo que significa que la demanda agregada se contrae a cada tasa de
interés posible.

CA,IA, (sector privado)


i CG, RG,IG (gobierno) i
n, Y*, FP (sector externo)
b, - v Sector
privado
- t (gobierno)
- eq (sector externo)

Y Y

Figura 3.5
La función IS y sus desplazamientos en función de cambios en las variables del sector
externo
Determinación conjunta del producto interno y el balance
externo en cuenta corriente
Hasta ahora hemos analizado la determinación del balance externo para cualquier valor que
pudiera tomar el producto interno, y que se sintetiza en las ecuaciones (3.11) y (3.12).
Seguidamente, hemos establecido también los determinantes del producto interno, en los
términos expresados por la ecuación (3.17). Podemos en consecuencia reunir ambos aspectos
para visualizar, en un solo esquema, la determinación conjunta del producto interno y el
balance externo.

Hacer esto es muy sencillo: una vez resuelta la ecuación (3.17) a partir de las variables
exógenas del modelo, que son CA, b, t, RG, FP, IA, v, i, CG, IG, n, Y*, e y q, obtenemos el valor
de Y, que a su vez conduce a obtener el resultado para BBS de acuerdo con la ecuación (3.11)
y, conociendo el valor completo de F, el resultado para BCC de acuerdo con la ecuación (3.12).

La representación gráfica de esta solución, utilizando la función IS, aparece en la figura 3.6.
Obsérvese en la figura que el producto interno determinado por la demanda agregada a la
tasa de interés i1, es igual a Y1, y que a ese nivel de producto el balance en cuenta corriente
registra un déficit, ya que el nivel del producto al cual la cuenta corriente estaría equilibrada
es menor: Y0.

i
IS

Figura 3.6
Determinación del
producto interno y del
i1 balance externo en
cuenta corriente.
Y
Y0 Y1
BCC

Y
Déficit

YCC = 0
BCC
Una advertencia importante

Antes de continuar con nuestro análisis vamos a dejar sentado que, en lo que sigue de este
capítulo, estaremos suponiendo en principio que los valores de los tipos de cambio nominal
y real están dados. Cuando el análisis nos conduzca a considerar los efectos de
modificaciones en el tipo de cambio real, supondremos que los cambios son inducidos de
manera discrecional por el gobierno (devaluación o revaluación del tipo nominal) o que
obedecen a un cambio en el nivel interno de precios. El análisis del caso del régimen de tipo
de cambio flexible aparecerá hasta el próximo capítulo.

La restricción del sector externo


Pasemos ahora a analizar dos situaciones relevantes que pueden resultar de la solución del
modelo. La primera de ellas aparece en la figura 3.7 y representa el resultado óptimo al que
pudiera desembocar una economía, consistente en que se logra un nivel de producto de
ocupación plena de las capacidades productivas, Y(OP), -como quiera que ésta se defina en
términos prácticos- mientras que al mismo tiempo la cuenta corriente se encuentra
equilibrada. Este caso representa lo que en la literatura recibe el nombre de un estado de
equilibrio interno que ocurre a la par de un equilibrio externo. Desde luego que se trata
solamente de un referente teórico, que difícilmente se puede observar o en su caso sostener
en la práctica.

i i

IS IS

i1
i
Y Y
Y (OP) Y0 Y1 Y(OP)
BCC BCC

Y Y
BCC
BCC
YCC = 0

Figura 3.7 Figura 3.8


Ocupación plena con equilibrio Desocupación con desequilibrio
externo externo
Dicho lo anterior, nos encontramos con una segunda situación, especialmente relevante para
muchos países en diferentes momentos, que aparece en la figura 3.8. Obsérvese que en este
caso se presenta un doble problema: por una parte, al nivel de producto determinado por la
demanda, Y1, hay un nivel de ocupación inferior al óptimo, al mismo tiempo que ya en ese
punto se registra un déficit en la cuenta corriente. En estas condiciones, lograr el equilibrio
interno, es decir la ocupación plena, con los valores existentes de n, Y*, F y eq, agranda el
déficit externo; por el contrario, el equilibrio externo implica tener un producto menor y por
lo tanto una mayor desocupación. Este caso nos muestra un tipo de restricción adicional al
tamaño de la demanda agregada para lograr y sostener la ocupación plena, o algún nivel
cercano a ella, Ahora tenemos enfrente la restricción proveniente del sector externo y que
consiste en la imposibilidad de sostener niveles de alta ocupación si ello implica un déficit
externo permanente.

En este punto, es muy importante reiterar algunas consideraciones ya referidas al balance


externo en el primer capítulo: en primer lugar, tenemos que un déficit financiado con pérdida
de reservas internacionales es insostenible más allá del corto plazo, ya que las mencionadas
reservas siempre serán limitadas. Naturalmente que la movilidad de capital entre países hace
que esta restricción se vuelva mucho menos estricta, ya que, teniendo una entrada neta de
capital positiva, un país puede registrar un déficit en cuenta corriente durante un tiempo más
extenso. Sin embargo, como ya hemos visto anteriormente, las entradas de capital generan
compromisos futuros de pagos por concepto de servicios factoriales. En tales condiciones, si
el balance de bienes y servicios no mejora, el déficit en cuenta corriente se tornará creciente;
esta dinámica puede ser viable por un tiempo, incluso prolongado, pero no se puede mantener
tampoco de manera indefinida.

Lo anterior se muestra en el cuadro 3.1. Supóngase que, en un primer período, como resultado
de haber alcanzado un cierto nivel de producto, se genera un déficit de bienes y servicios de
1.2 billones, mientras que el pago neto por servicios factoriales y transferencias es de -0.14;
en consecuencia, el balance en cuenta corriente es igual a -1.34, financiado con una entrada
neta de capital que aumenta los compromisos del país con el exterior. Ahora bien, si en el
siguiente período el valor del producto simplemente se mantiene, y no cambian ni las
exportaciones ni las importaciones, el déficit de bienes y servicios se repetirá y el déficit en
cuenta corriente será mayor debido a que el valor negativo de F incluirá los primeros pagos
por compromisos provenientes de la entrada de capital del período anterior, que suponemos
que ascienden a 0.02.

Cuadro 3.1. crecimiento del déficit externo

Periodo 1 Periodo 2

BBS -1.2 -1.2


F -0.14 -0.16
BCC -1.34 -1.36
La restricción externa: crecimiento interno y efectos provenientes
del exterior

Vamos a continuación a trabajar con nuestro modelo a partir de la resolución de ejercicios


numéricos, tal y como lo hemos hecho en capítulos anteriores, para con ello derivar e
interpretar un conjunto simulado de situaciones relevantes.

La situación inicial
Fijemos los siguientes valores de las variables exógenas del modelo para construir un caso
inicial de referencia con el cual comparar los resultados que se producen al modificarse
algunas de las variables más importantes que seleccionaremos en una sucesión de ejercicios.

Cuadro 3.2. Valores iniciales de las variables exógenas

CA 1.40 FP -0.1 CG 1.86 q 0.236 FG -0.03


b 0.72 IA 3.72 IG 0.65 P* 1.025 BCK 0.44
t 0.15 v 0.2 Y* 640 E 1.1 z 0.0000005
RG 0.46 i 6.5 n 0.006 P 1.08 L 35,800,000

Adviértase que asumimos que los valores de los coeficientes n y q que nos estamos dando
arbitrariamente serán los que correspondan al tipo de cambio real resultante de los valores de
E, P y P*. Adelantando su resultado, este será igual a 1.04. Mientras e mantenga este valor
n y q no cambiarán. Cuando e se modifique cambiaremos los valores de estos coeficientes en
el sentido estipulado en el modelo.

A continuación, el cuadro 3.3 nos indica cómo obtener un conjunto de resultados


seleccionados para llevar a cabo nuestro análisis. En el cuadro se hace referencia a las
ecuaciones del texto que corresponden en cada caso o simplemente se recuperan algunas
definiciones de capítulos anteriores ya conocidas.

Cuadro 3.3. Resultados referidos a las ecuaciones del modelo y a las definiciones conocidas

e (3.7) X (3.8) YN Y+F T tY Abs (3.14)


eq eq YNPD (3.3) Gcor CG + RG - FG
Y (3.17) Q (3.9) CP (3.4) SG T - Gcor SN SP + SG
N Y/z M (3.10) SP YNPD - CP BG S G - IG BN BP + BG
u(%) (1- N/L) *100 BBS (3.11) IP (3.6) SX - (BCC)
F FP + F G BP S P - IP
BCC (3.12) S SN + S X
RI BCC- BCK I IP + I G

La solución inicial del modelo aparece en el cuadro 3.4, y se resume de manera gráfica en la
figura 3.9.
Cuadro 3.4. Situación inicial

e 1.04 X 3.84 YNPD 14.33 T 2.47 I 3.07


eq 0.246 CP 11.72 Gcor 2.35 SN 2.73
Y 16.44 Q 3.88 SP 2.61 SG 0.12 BN - 0.34
N 32,879,997 M 4.05 IP 2.42 IG 0.65 SX 0.34
u(%) 8.16 BBS - 0.21 BP 0.19 BG - 0.53 S 3.07
F - 0.13
BCC - 0.34 YN 16.31
BCK 0.44 Abs 16.65
RI 0.10

Lo primero que podemos observar es la presencia simultánea de una cierta tasa de desempleo,
que suponemos demasiado alta, y de un déficit en la cuenta de bienes y servicios. Si a ello
agregamos el saldo negativo de pagos por servicios factoriales y transferencias, tenemos un
déficit aún mayor en la cuenta corriente. Otra manera de entender este resultado del sector
externo es que el ingreso nacional es menor que la absorción interna. Ahora bien, si los datos
iniciales suponen que la entrada neta de capital es de 0.44, el país obtiene un aumento en sus
reservas internacionales, pese a haber registrado un déficit en cuenta corriente.

i
IS
Figura 3.9
La situación inicial
6.5

Y
CC 16.44
B

Y
- 0.34

BCC

Podemos observar, asimismo, que el sector privado tiene un balance financiero positivo,
mientras que el gobierno registra un déficit. Juntos, sector privado y gobierno tienen un
balance financiero negativo, igual al déficit en la cuenta corriente, que es cubierto por una
cantidad igual de ahorro externo.
Aumento del producto y crecimiento del déficit externo
Comparemos la situación inicial con una en la que el gasto privado en inversión ha
aumentado; para ello incrementamos el valor de la variable IA de 3.72 a 4.07. Los cambios
operados en la economía aparecen en el cuadro3.5 y, de manera resumida, en la figura 3.10.

Al subir IA, aumenta la inversión privada aunque la tasa de interés sea la misma, y ello
naturalmente conduce a un incremento del el producto interno que, por el efecto
multiplicador, incluye también un aumento en el consumo privado. A partir de lo anterior se
registra una reducción del desempleo. Pero como consecuencia del aumento del producto
interno aumenta el volumen importado, Q, y con ello el gasto en importaciones, M, por lo
que los déficits de bienes y servicios y en cuenta corriente crecen. Nótese que otra manera de
ver esto es que la absorción interna, que se incrementó como resultado de los mayores niveles
tanto de inversión como de consumo privados, crece más que el ingreso nacional. Siendo la
entrada de capitales de 0.44, ahora el país cubre parte del déficit perdiendo reservas
internacionales.

Cuadro 3.5 Un aumento en la inversión privada

Situación IA sube Situación IA sube Situación IA sube a


inicial a 4.07 inicial a 4.07 inicial 4.07

e 1.04 1.04 YNPD 14.33 14.80 I 3.07 3.42


CP 11.72 12.06 SN 2.73 2.94
Y 16.44 16.99 SP 2.61 2.74 BN - 0.34 - 0.48
N 32,880 33,983 IP 2.42 2.77 SX 0.34 0.48
u(%) 8.2 5.07 BP 0.19 - 0.03 S 3.07 3.42

X 3.84 3.84 T 2.47 2.55 YN 16.31 16.86


eq 0.246 0.246 Gcor 2.35 2.35 Abs 16.65 17.34
Q 3.88 4.01 SG 0.12 0.20
M 4.05 4.19 IG 0.65 0.65
BBS - 0.21 - 0.35 BG - 0.53 - 0.45
F - 0.13 - 0.13
BCC - 0.34 - 0.48
BCK 0.44 0.44
RI 0.1 - 0.04
Cifras de N en miles
i IS IS(IA)

Figura 3.10
Un aumento en la inversión
6.5 privada hace crecer al
producto y al déficit en
cuenta corriente

Y
16.44 16.99
BCC

- 0.48

- 0.34 BCC

En este caso, la mayor absorción interna proviene enteramente del sector privado, el cual
también registra un ahorro más elevado, como consecuencia de un ingreso disponible más
grande; sin embargo, después del aumento en la inversión este sector presenta un déficit
financiero. En cambio, ahora el gobierno recauda más impuestos como resultado del
crecimiento de Y, con lo que su ahorro aumenta y su déficit disminuye, sin que hayan
cambiado sus montos de gasto ni la tasa impositiva. Naturalmente que la inversión y el ahorro
totales son ahora más grandes, pero como el balance financiero nacional empeora, también
crecen el monto y la participación del ahorro externo.

Imaginemos que en lugar de aumentar la inversión privada, este ejercicio lo hubiéramos


llevado a cabo simulando un aumento en el gasto público en bienes y servicios, esto es en CG
y/o IG, por el mismo monto. Los resultados para el producto interno y el empleo, así como
para el déficit externo habrían sido los mismos. Pero una diferencia importante estribaría en
que, en tal caso, el déficit financiero nacional se habría configurado con un balance financiero
privado positivo más elevado que en la situación inicial y un agravamiento del déficit fiscal.

Efectos provenientes del exterior

Un aumento en el ingreso del resto del mundo


Comparemos ahora la situación inicial con otra en la cual el ingreso del resto del mundo, Y*,
pasa de 640 a 740. Los resultados y los cambios ocurridos aparecen en el cuadro 3.6 y se
resumen en la figura 3.11.
Cuadro 3.6 Un aumento en el ingreso del resto del mundo

Situación Y* sube a Situación Y* sube Situación Y* sube


inicial 740 inicial a 740 inicial a 740

e 1.04 1.044 YNPD 14.33 15.14 I 3.07 3.07


CP 11.72 12.30 SN 2.73 3.10
Y 16.44 17.39 SP 2.61 2.84 BN - 0.34 0.30
N 32,880 34,772 IP 2.42 2.42 SX 0.34 -0.30
u(%) 8.2 2.87 BP 0.19 0.42 S 3.07 3.07

X 3.84 4.44 T 2.47 2.61 YN 16.31 17.26


eq 0.246 0.246 Gcor 2.35 2.35 Abs 16.65 17.23
Q 3.88 4.10 SG 0.12 0.26
M 4.05 4.28 BG - 0.53 -0.39
BBS - 0.21 0.16
F - 0.13 -0.13
BCC - 0.34 0.03
BCK 0.44 0.44
RI 0.10 0.47
Cifras de N en miles

El aumento en Y* hace que suban las exportaciones, y con ello el producto interno, lo que
nos da cuenta de que la expansión del resto del mundo afectó favorablemente a nuestra
economía. Naturalmente que el incremento en el producto interno es más grande que el
aumento en X, ya que debido al efecto multiplicador también sube el gasto privado en
consumo; de esta manera, las exportaciones aumentan en 0.60 mientras que el producto lo
hace en 0.95. Como consecuencia de lo ocurrido disminuye la tasa de desempleo.

Por otra parte, vemos que los balances externos de bienes y servicios y en cuenta corriente
pasan ambos de un déficit a un superávit, impulsados por el incremento en las exportaciones,
a pesar de que también al crecer Y aumenta el gasto en importaciones. El mejoramiento en el
balance de bienes y servicios ocurrirá siempre que las exportaciones crezcan de manera
autónoma y la propensión a importar sea menor a uno, ya que de acuerdo con la estructura
de nuestro modelo el producto internó aumentará en kX mientras que el gasto en
importaciones lo hará solamente en eqkX. El resultado de la cuenta corriente, junto con el
monto de la entrada de capital, hace que el país gane reservas internacionales en un monto
mayor al de la situación inicial.

El resultado que acabamos de obtener nos ilustra sobre algo muy importante relacionado con
la restricción del sector externo. En este caso, si los valores de n, de eq y de F están dados,
y no es posible incurrir de manera sostenida en un déficit en cuenta corriente, el crecimiento
del producto interno se encuentra finalmente restringido por el crecimiento de la economía
del resto del mundo. Obsérvese entonces como en nuestro ejercicio el incremento de Y*
permitió (de hecho propició) que Y aumentara y además se obtuvo un superávit en cuenta
corriente. Esto último significa que la economía obtuvo un margen que le hubiera permitido
crecer aún más, si el gasto interno se hubiera incrementado de manera autónoma o debido a
la aplicación de alguna medida expansiva de política económica
Analicemos el resto de los resultados. Con el aumento en el ingreso nacional ocasionado por
la subida de Y, se incrementan el consumo y el ahorro privados, así como el balance
financiero de este sector. También el gobierno se ve afectado favorablemente ya que recauda
más impuestos, y con ello su déficit se reduce. Como consecuencia de todo lo anterior, el
balance financiero nacional mejora, tornándose incluso positivo, lo cual está asociado a un
ahorro externo negativo que, como se vio en el capítulo 1, significa que en realidad el país
invirtió en el exterior. Como se puede ver también, todo ello se expresa en términos
resumidos diciendo que el ingreso nacional subió más que la absorción interna.

Naturalmente que, si ocurriera lo contrario, es decir, una reducción en Y* partiendo de la


situación inicial, nos encontraríamos con que el producto interno disminuiría, crecería el
desempleo y los déficit de bienes y servicios y en cuenta corriente se harían más grandes. Es
decir que la contracción del producto del resto del mundo nos afectaría de manera
desfavorable.

i
i IS
IS

IS(Y*)
IS(-FP)
Y Y
B CC 16.44 17.39 B CC 16.21 16.44

0.30

Y Y
- 0.34

- 0.34 BCC(Y*) - 0.48 BCC


BCC BCC(-FP)

Figura 3.11. Figura 3.12.


Un aumento en Y* hace que crezca el Una reducción de FP hace
producto interno y que mejore el decrecer al producto interno y
balance externo que suba el déficit externo
Regreso de trabajadores emigrantes

Regresando a la situación inicial supóngase ahora que, por la causa que sea, 600,000
trabajadores del país que laboraban en el exterior no lo pueden hacer más y regresan. Como
resultado la población económicamente activa aumenta -de 35,800,000 a 36,400,000-, y
además dejan de recibirse las remesas que estos trabajadores enviaban, es decir que bajan, en
la misma magnitud, FP y F. Nótese en consecuencia que, en este caso, además de que la
cuenta corriente va a resentir la baja en las entradas por servicios factoriales, al reducirse FP
caen el ingreso nacional y el ingreso nacional disponible del sector privado, con lo cual se
gasta menos en consumo privado: como resultado la economía sufre una contracción.
Además, el desempleo aumenta en mayor proporción, ya que a los puestos de trabajo
perdidos internamente se le agrega la incorporación de los trabajadores que regresan.

Supongamos que la reducción en FP es de 0.20. Como consecuencia de ello su saldo neto


pasa de -0.10 a -0.30 y el saldo total de F baja de -0.13 a -0.33. Los resultados y la nueva
situación aparecen en el cuadro 3.7 y en la figura 3.12.

Cuadro 3.7. Regreso de trabajadores emigrantes y reducción en las entradas por servicios factoriales

Situación L sube en Situación L sube en Situación L sube en


inicial 600,000 y inicial 600,000 y inicial 600,000 y
FP baja a FP baja a FP baja a
-0.30 – 0.30 – 0.30
e 1.04 1.04 YNPD 14.33 13.94 I 3.07 3.07
CP 11.72 11.44 SN 2.73 2.58
Y 16.44 16.21 SP 2.61 2.50 BN - 0.34 - 0.48
N 32,880 32,426 IP 2.42 2.42 SX 0.34 0.48
u(%) 8.2 10.92 BP 0.19 0.08 S 3.07 3.07

X 3.84 3.84 T 2.47 2.42 YN 16.31 15.88


eq 0.246 0.246 Gcor 2.35 2.35 Abs 16.65 16.37
Q 3.88 3.83 SG 0.12 0.08
M 4.05 3.99 IG 0.65 0.65
BBS - 0.21 - 0.15 BG - 0.53 - 0.57
F - 0.13 - 0.33
BCC - 0.34 - 0.48
BCK 0.44
RI 0.10 - 0.04
Cifras de N en miles

Como se puede ver el producto interno se redujo y el desempleo aumentó, reiteramos, por
dos razones: la menor contratación de trabajadores y el aumento de la población
económicamente activa. El primer efecto contractivo sobre la demanda agregada proviene de
una reducción en el consumo privado igual a b(-FP), que con las cifras de nuestro ejercicio
nos da 0.72(-0.20) = -0.14. Pero el producto baja en un monto mayor (-Y = 0.23) a causa
del efecto multiplicador.
La contracción económica hace que baje el volumen de importaciones, y con ello M, por lo
que el déficit externo de bienes y servicios disminuye. Pero a pesar de ello, con la cifra de
reducción en FP que nos hemos dado, la reducción de F más que compensa esta mejoría, con
lo que la cuenta corriente registra un déficit más grande que el de la situación inicial, y el
país acaba perdiendo reservas internacionales.

Por lo que toca al sector privado, vemos no sólo que su gasto en consumo es menor, sino que
también lo son su ahorro y su balance financiero. El gobierno corre con una suerte parecida
ya que la recaudación se reduce y con ello su déficit aumenta. Esas son las causas de un
mayor déficit financiero nacional y su contrapartida: el crecimiento del ahorro externo.

Este ejercicio nos permite apreciar el papel tan importante que la emigración de trabajadores
en una escala significativa puede llegar a representar para algunas economías, ya que
contribuye a reducir la presión del problema del desempleo y genera remesas que
incrementan la demanda agregada interna, además de ser favorables para el saldo de la cuenta
corriente. La emigración de trabajadores sin embargo es un fenómeno complejo que, como
bien sabemos, produce efectos personales y sociales negativos entre los que se pueden señalar
la ruptura de lazos familiares y comunitarios, los trastornos asociados con la adaptación a
una cultura ajena, la fragilidad económica en la que se adentran quienes emigran y sus
dependientes, y los conflictos políticos que se crean entre países, por solo mencionar algunos.

La corrección del déficit en la cuenta corriente y las alternativas


de política
Interpretemos ahora la situación inicial como una en la cual ya se precisa disminuir el déficit
externo, debido a que se comienza a resentir una disminución en la entrada neta de capital,
por lo que BCK baja de 0.44 a 0.20. En estas condiciones el déficit en cuenta corriente, que
asciende a 0.34 ya no alcanza a ser financiado por la cuenta de capital, de modo que el país
pierde reservas internacionales por 0.14. Como esta situación no puede mantenerse por
mucho tiempo, vamos a considerar dos tipos alternativos de política para reducir el déficit en
la cuenta corriente: la intervención directa del gobierno y el banco central para reducir la
absorción interna y la devaluación real de la moneda.

Políticas contractivas y reducción del déficit


Supongamos que ante la necesidad de reducir el déficit en cuenta corriente el gobierno reduce
su gasto, con lo que CG baja a 1.75 e IG a 0.58; por su parte, el banco central aumenta la tasa
de interés a 7.5 %, con lo que la inversión privada también disminuye. Como se puede
anticipar, al caer la demanda también lo hará el producto interno y con ello bajarán las
importaciones, por lo que el saldo de la cuenta corriente va a mejorar. Este caso está
representado en el cuadro 3.8 y la figura 3.13.

Lo primero que resiente la economía es la caída del gasto del gobierno en la provisión de
bienes y servicios públicos, tanto de consumo como de inversión, que asciende a 0.18, así
como la caída de 0.20 en el gasto privado en inversión inducida por el aumento en la tasa de
interés. Es decir que la demanda agregada baja inicialmente en 0.38 y, como consecuencia
del efecto multiplicador, el producto interno disminuye finalmente en 0.60. Como resultado,
la tasa de desempleo aumenta.

Por otra parte, la contracción en el nivel de actividad económica provoca que disminuya el
gasto real en importaciones, es decir, que se reduzca el monto de Q y con ello el valor de M.
Como consecuencia de lo anterior se reducen ambos, el déficit de bienes y servicios y el
déficit en cuenta corriente. Finalmente observemos que, aunque la entrada neta de capital es
ya únicamente de 0.20, el país gana reservas internacionales por 0.01.

En resumen, en este caso tenemos que las medidas de política económica para reducir el
déficit en cuenta corriente surten efecto, pero al costo de aumentar la desocupación y de
reducir el volumen de inversión.
Otra manera de visualizar lo ocurrido la encontramos en los flujos de ahorro. En primer lugar,
como cayó la inversión total (la suma de la privada y la del gobierno) en 0.27, el ahorro total
también se redujo, lo que nos permite reiterar que la inversión determina al ahorro. Obsérvese
sin embargo que si bien disminuyeron ambos, el ahorro nacional y el externo, el primero vio
crecer su participación en el ahorro total. En este sentido debe resaltarse que la mejoría se
corresponde en parte importante con el hecho de que el déficit del gobierno se redujo, ya que
sus gastos cayeron más que la recaudación.

Cuadro 3.8. Políticas contractivas del gasto y reducción del déficit externo
CG e IG
Situación CG e IG Situación CG e IG Situación bajan a
inicial bajan a inicial bajan a inicial 1.75 y
1.75 y 1.75 y 0.58; i
0.58; i 0.58; i sube a 7.5
sube a 7.5 sube a 7.5
e 1.04 1.04 YNPD 14.33 13.82 I 3.07 2.80
CP 11.72 11.35 SN 2.73 2.61
Y 16.44 15.84 SP 2.61 2.47 BN - 0.34 - 0.19
N 32,880 31,682 IP 2.42 2.22 SX 0.34 0.19
u(%) 8.2 11.5 BP 0.19 0.25 S 3.07 2.80

X 3.84 3.84 T 2.47 2.38 YN 16.31 15.72


eq 0.246 0.246 Gcor 2.35 2.24 Abs 16.65 15.90
Q 3.88 3.74 SG 0.12 0.14
M 4.05 3.90 IG 0.65 0.58
BBS - 0.21 - 0.06 BG - 0.53 - 0.44
F - 0.13 - 0.13
BCC - 0.34 - 0.19
BCK 0.20 0.20
RI -0.14 0.01
Cifras de N en miles

Como siempre se puede señalar también de manera abreviada que la reducción del déficit
externo se debe a que en este caso la absorción sufre una caída mayor a la del ingreso
nacional.
i
IS

7.5
6.5

IS(-CG, -IG, i) Figura 3.13


Las políticas contractivas
Y del gasto consiguen la
BCC 15.84 16.44
reducción del déficit
externo, pero al costo de
disminuir el producto y el
empleo
Y

-0.34

-0.19 BCC

Depreciación cambiaria nominal y aumento en el tipo de cambio real

Ocupémonos ahora de una opción diferente para reducir el déficit en cuenta corriente, que
consiste en la modificación deliberada del tipo de cambio nominal, llevada a cabo con la
intención de hacer subir el tipo de cambio real y de esta manera provocar que las
exportaciones del país se abaraten para el resto del mundo, al mismo tiempo que los bienes
importados se vuelvan más caros; es decir, se trata de mejorar la competitividad en materia
de precios del país en el comercio internacional. Decimos que en este caso se está aplicando
la política cambiaria, de manera discrecional, con lo que se busca exportar más y, al mismo
tiempo, que a cada nivel del producto interno se realicen menos compras en el exterior que
antes, sustituyéndolas por producción interna. La diferencia con las políticas contractivas de
la demanda agregada consiste en que con el aumento en el tipo de cambio real se espera
conseguir una reducción del déficit en cuenta corriente sin propiciar una contracción del
producto interno. De hecho, como veremos, de producirse tal mejoría en la cuenta corriente,
se generará un efecto expansivo sobre el producto y el empleo. Por eso se dice que la
depreciación real de la moneda no conduce a la reducción del gasto sino a un cambio en las
proporciones de sus componentes, para que se incluyan relativamente más exportaciones y
menos importaciones que antes.

Ahora bien, como lo demostrará nuestro análisis, las consecuencias favorables que se esperan
de esta política pueden cumplirse o no, o no cumplirse en lo inmediato, sino hasta después
de transcurrido algún tiempo. Ello se debe a un factor que ya señalamos antes, al referirnos
al efecto contradictorio que una modificación en el tipo de cambio real tiene sobre el gasto
en importaciones. Recuérdese que un tipo de cambio real más elevado hace que se reduzca
en mayor o menor medida el monto de bienes que se compran en el exterior, es decir la
magnitud de Q, pero al mismo tiempo hace crecer su valor real, es decir su valor en términos
de producción interna, eQ = M. El efecto neto sobre el gasto en importaciones, es decir sobre
M, depende de cual efecto domine, la baja en Q o la subida en e. Si en el peor de los casos,
al subir el tipo de cambio real, M en lugar de disminuir aumenta, y si este aumento supera al
crecimiento de las exportaciones, la política tendrá efectos contraproducentes, es decir,
ocurrirán al mismo tiempo un aumento en el déficit externo y una caída en el producto
interno.

Veamos un primer caso en el que la política cambiaria sí surte el efecto esperado.


Supongamos que a partir de los datos de la situación inicial, el tipo de cambio nominal sube
a 1.26; si en lo inmediato el nivel interno de precios permanece igual, y tampoco cambia el
nivel de precios del resto del mundo, el tipo de cambio real sube a 1.2. Ahora bien,
recordemos que de acuerdo con las ecuaciones (3.8) y (3.9), nuestro modelo especifica que
los coeficientes n y q dependen de e, de manera directa el primero e inversa el segundo.
Supongamos entonces que, como consecuencia del incremento del tipo de cambio real, el
coeficiente n aumenta a 0.0064 mientras que q se reduce a 0.195. Veamos y analicemos los
resultados de estos cambios en el cuadro 3.9 y en la figura 3.14, sin olvidar que el balance en
cuenta de capital en la situación inicial ha bajado a 0.20.

Los resultados nos indican que se reduce el déficit en cuenta corriente (de hecho el déficit de
bienes y servicios se convierte en superávit) al tiempo en que el producto interno crece y la
tasa de desempleo disminuye.

Cuadro 3.9 Depreciación cambiaria, reducción del déficit externo y aumento del producto

Situación e sube a Situación e sube a Situación e sube a


inicial 1.2, n a inicial 1.2, n a inicial 1.2, n a
0.0064 y q 0.0064 y q 0.0064 y q
baja a baja a baja a
0.195 0.195 0.195
e 1.04 1.2 YNPD 14.33 14.98 I 3.07 3.07
CP 11.72 12.19 SN 2.73 3.02
Y 16.44 17.20 SP 2.61 2.79 BN - 0.34 - 0.05
N 32,880 34,402 IP 2.42 2.42 SX 0.34 0.05
u(%) 8.2 3.9 BP 0.19 0.37 S 3.07 3.07

X 3.84 4.10 T 2.47 2.58 YN 16.31 17.07


eq 0.246 0.233 Gcor 2.35 2.35 Abs 16.65 17.12
Q 3.88 3.35 SG 0.12 0.23
M 4.05 4.01 IG 0.65 0.65
BBS - 0.21 0.08 BG - 0.53 - 0.42
F - 0.13 - 0.13
BCC - 0.34 - 0.05
BCK 0.20 0.20
RI -0.14 0.15
Cifras de N en miles

Por lo que toca al frente externo tenemos en primer lugar que, de acuerdo a lo estipulado en
el modelo, al subir el valor de n, las exportaciones aumentan. Al mismo tiempo el monto de
las compras al exterior, Q, disminuye, ya que se q reduce, y en este caso el gasto en
importaciones, eQ = M, también lo hace: lo que ocurrió es que la reducción de q dominó
sobre el aumento de e, razón por la cual la propensión marginal a importar, eq, bajó de 0.246
a 0.233, lo que quiere decir que ahora se gasta un menor porcentaje del ingreso interno en
bienes importados, sustituyéndose por gasto en bienes producidos internamente. Con el
resultado obtenido para BCC igual a -0.05 y dado el valor de BCK igual a 0.20, el país gana
reservas internacionales por 0.15.

En este caso en el que además el producto interno creció, el cambio total que se dio en el
gasto en importaciones, que es una reducción de 0.04, debe ser visto en dos tiempos. Si
tomamos el nivel original del producto, es decir 16.44, el gasto en importaciones se reduce
en primera instancia en:

- eq (16.44) = (0.246 – 0.233) (16.44) = - 0.21

Pero al aumentar Y de 16.64 a 17.20, las importaciones sufren el efecto contrario, es decir
que a pesar de ser más caras suben en:

(Nuevo valor de eq) ( 17.20 – 16.44) = 0.233 (0.76) = 0.17

De modo que el cambio neto en esta variable es -0.21 + 0.17 = - 0.04


i i
IS

IS(e)

IS

Y Y
CC 16.44 17.20 CC 16.16 16.44
B B

Y Y

BCC
-0.34 -0.45

-0.05 -0.34 BCC(e)

Figura 3.14 Figura 3.15


Aumento en e, crecimiento del Aumento en e, contracción del
producto y reducción del déficit producto y aumento del déficit

En otras palabras, si el producto no hubiera aumentado, la disminución de M habría sido más


grande de lo que fue y también más grande la reducción del déficit externo. Pero como
sabemos, en realidad habría sido imposible que el producto hubiera quedado igual, ya que
ambos, el aumento en X y la reducción inicial en M, o lo que es lo mismo el incremento
inicial en las exportaciones netas, (X –M) hace subir la demanda de bienes y servicios
producidos en el país, por lo que si no ocurre otra cosa, Y crece.

Otros resultados que merecen ser señalados son los aumentos de YN y de YNPD, y por lo tanto
del consumo y el ahorro privados, así como del balance financiero de este sector. Por otra
parte, el gobierno recauda más impuestos, con lo que su ahorro aumenta y su déficit se reduce.
La consecuencia de todo ello es que el ahorro nacional y el balance financiero nacional son
más elevados que antes, pero como el ahorro total no cambia -dado que la inversión sigue
igual-, lo que se reduce en términos absolutos y relativos, es el monto del ahorro externo.

De manera abreviada podemos decir que la reducción del déficit en cuenta corriente se
expresa en el hecho de que al subir el tipo de cambio real la absorción interna creció, pero
más lo hizo el ingreso nacional.

Los resultados obtenidos nos muestran un caso en el que la aplicación de la política cambiaria
surte efecto, ya que como hemos visto, al tiempo en que se reduce el déficit externo aumenta
el producto interno y el desempleo baja. Este resultado contrasta positivamente con el de las
políticas de contracción de la demanda interna, en el cual el déficit se reduce pero a costa de
obtener menores niveles de producto y empleo.

Ahora bien, aunque funcione, la política cambiaria no está libre de costos. Recuérdese que
un tipo de cambio real más elevado implica dar más producción interna que antes por unidad
de producción importada, lo que significa que los habitantes del país tienen que soportar esta
carga. En particular, si la productividad del trabajo se mantiene constante, el aumento en el
tipo de cambio real tiene como consecuencia inevitable la reducción del ingreso real
promedio de los habitantes del país. Además, con ello surge el problema de cómo repartir
dicha carga, lo cual deriva en conflictos distributivos como los que tratamos en el capítulo
10. Más adelante, en el capítulo 17, veremos que el aumento de e y sus efectos favorables
sobre la producción, el empleo y el balance externo, se podrán sostener o no dependendiendo
de la manera en que se procesen estos conflictos distributivos.

Veamos ahora, en contraste con los resultados anteriores, el caso en el que la depreciación
cambiaria tiene los efectos opuestos. Para ello partimos de los mismos aumentos en E y e del
ejercicio anterior, pero ahora supondremos que n sube solamente a 0.0062 y que q baja
únicamente a 0.222. Los resultados aparecen el cuadro 3.10 y en la figura 3.15.

Como se puede observar, al aumentar el tipo de cambio real subieron las exportaciones y, al
reducirse q, se redujo el monto, Q, de bienes importados, todo tal y como lo estipula el
modelo; sin embargo el déficit externo aumentó y el producto se contrajo. ¿Por qué sucedió
todo esto? La respuesta estriba en que a pesar de la reducción en el monto de bienes
importados, el gasto en importaciones, M, resulta ser mayor que en la situación inicial, y a
que su incremento no logra ser compensado por el aumento que se da en las exportaciones.
Lo ocurrido con las compras al exterior en este caso es el resultado de que el aumento en e
dominó sobre la reducción en Q, por lo que el valor de la factura de las importaciones
expresada en términos de producción interna es más elevado que antes. Como podemos
observar, lo anterior se manifiesta en el hecho de que la propensión marginal a importar en
realidad subió, de 0.246 a 0.265, ya que el aumento en e superó a la disminución en q.

El aumento en el gasto en importaciones es de 0.24, y para explicarlo podemos separar lo


ocurrido en dos tiempos. Si tomamos el nivel inicial del producto tenemos que el gasto en
importaciones en primera instancia subió en

eq (16.44) = (0.265 – 0.246) (16.44) = 0.31

Pero con la caída del producto se produce un efecto en sentido contrario igual a

(Nuevo valor de eq) (16.44 – 16.16) = 0.265 (- 0.28) = - 0.07

De modo que el cambio neto en esta variable es 0.31 – 0.07 = 0.24


Cuadro 3.10 Depreciación cambiaria, aumento del déficit externo y caída del producto

Situación e sube a Situación e sube a Situación e sube a


inicial 1.2, n a inicial 1.2, n a inicial 1.2, n a
0.0062 y q 0.0062 y q 0.0062 y q
baja a baja a baja a
0.222 0.222 0.222
e 1.04 1.2 YNPD 14.33 14.09 I 3.07 3.07
CP 11.72 11.55 SN 2.73 2.62
Y 16.44 16.16 SP 2.61 2.55 BN - 0.34 - 0.45
N 32,880 32,311 IP 2.42 2.42 SX 0.34 0.45
u(%) 8.2 9.75 BP 0.19 0.13 S 3.07 3.07

X 3.84 3.97 T 2.47 2.42 YN 16.31 16.03


eq 0.246 0.265 Gcor 2.35 2.35 Abs 16.65 16.48
Q 3.88 3.59 SG 0.12 0.07
M 4.05 4.29 IG 0.65 0.65
BBS - 0.21 - 0.32 BG - 0.53 - 0.58
F - 0.13 - 0.13
BCC - 0.34 - 0.45
BCK 0.20 0.20
RI -0.14 - 0.25
Cifras de N en miles

La caída del producto ocurre entonces a partir de una reducción inicial en las exportaciones
netas, y tiene como consecuencia que el aumento del déficit sea menor que lo que habría sido
con el nivel de producto anterior.

Al reducirse el producto interno bajan YN y YNPD, y también lo hacen el consumo, el ahorro y


el balance financiero privados. Por su parte, el gobierno recauda menos impuestos y su déficit
se hace más grande. Como consecuencia, el ahorro y el balance financiero nacionales se
reducen y crecen el monto y la participación relativa del ahorro externo.

La comparación del caso en el que la depreciación cambiaria tiene efectos positivos y del
caso contrario, nos sugiere que la diferencia entre uno y otro estriba en el grado de respuesta
de las variables n y q al aumento en el tipo de cambio real. En otras palabras, no es suficiente
que n suba y que q baje cuando aumenta e, sino que sus cambios combinados deben tener
cierto orden de magnitud para que se dé el resultado favorable. La respuesta formal nos la da
la llamada condición Marshall-Lerner, cuya expresión simplificada aplicada a nuestro
modelo establece que para que el resultado favorable se produzca se tiene que cumplir que
el valor de la elasticidad de n con respecto a e y el valor absoluto de la elasticidad de q con
respecto a e, sumados, deben dar un resultado mayor que uno. Por el contrario, si esta suma
es menor que uno lo que se produce es el resultado desfavorable.

Las elasticidades de n y de q con respecto a e, ne y qe respectivamente, son iguales a:


n q
q
 ne = n  qe =
e e
e e

y la condición para que un aumento en el tipo de cambio real cumpla su cometido de reducir
el déficit externo es:

(3.21)  ne +  qe 1

En efecto, si tomamos los valores de nuestros ejercicios tenemos que la suma de las
elasticidades en cada caso es igual a

n sube a 0.0064 y q baja a 0.195 n sube a 0.0062 y q baja a 0.222

n q n q
n + q = 0.067 + − 0.174 = 1.651 n + q = 0.033 + − 0.059 = 0.636
e e 0.146 0.146 e e 0.146 0.146
e e e e
Se cumple la condición Marshall-Lerner No se cumple la condición Marshall-Lerner

Ahora bien, nuestros ejercicios presentan una entre varias combinaciones posibles de
resultados para cada uno de los casos. Por ejemplo, un efecto favorable de la subida en el
tipo de cambio real se puede producir también, por ejemplo, aun cuando M crezca, siempre
y cuando el aumento en las exportaciones más que compense este hecho. Lo importante en
cualquier caso es la condición general de la suma de las elasticidades.

En este punto cabe preguntarse qué factores pueden determinar que la condición Marshall-
Lerner no se cumpla o, que no se cumpla en lo inmediato, sino después de transcurrido un
tiempo determinado. Sin pretender ser exhaustivos podemos mencionar algunas
explicaciones relevantes. Por el lado de las exportaciones podemos señalar que existen
productos cuya demanda no aumenta sensiblemente, aunque se abaraten, como es el caso
frecuente de muchos bienes primarios o de bienes manufacturados de calidad inferior. Por
otra parte, también podemos considerar la posibilidad de que el problema resida en que la
capacidad productiva de los sectores exportadores no permite incrementar la producción,
cuando menos en el corto plazo. Finalmente, está el caso de los bienes manufacturados que
contienen una proporción alta de insumos importados en relación a su valor agregado interno,
cuyo contenido de “exportación neta” es, en consecuencia, bajo, aunque su volumen crezca.
Por el lado de las importaciones, tenemos principalmente el hecho de que para muchos países
es imposible producir internamente ciertas clases de bienes de capital y de insumos
elaborados que son indispensables para mantener la actividad de muchos de sus sectores
productivos más importantes. En tales condiciones, la sustitución por producción interna de
lo que antes se importaba, cuando no resulta materialmente imposible, puede requerir
cambios profundos en la estructura de la producción que tal vez no se intenten llevar a cabo
o que no puedan cubrir a todos los sectores y rubros de actividad involucrados, o que en
cualquier caso tomen mucho tiempo en concretarse. Por otra parte, la reducción del gasto en
bienes de uso final importados también ofrece resistencias en economías que presentan una
alta concentración en la distribución del ingreso privado disponible.

El grado de respuesta de cada país ante un aumento en el tipo de cambio real será siempre
diferente en función de la flexibilidad y capacidad de adaptación de su estructura productiva,
pero podemos suponer en general que los efectos favorables sobre el balance externo y el
producto no se dejarán sentir inmediatamente, sino que se irán produciendo después de un
cierto tiempo. Un perfil representativo de los efectos del aumento en el tipo de cambio real
para muchas economías nos lo proporciona la llamada “curva J” que aparece representada en
la figura 3.16. Obsérvese que partiendo de un déficit señalado por el punto A, tras el aumento
en el tipo de cambio real el balance externo empeora por un tiempo para desembocar después
en un nivel más favorable, indicado por el punto B. La figura contempla con una línea
punteada el ajuste más lento para un país con menor capacidad de respuesta.

BCC
Figura 3.16
La curva J

Tiempo
B
A

Ahora bien, en la medida en que los efectos positivos de la política de aumentar el tipo de
cambio real no estén al alcance de la economía, a causa de la rigidez de alguno o algunos de
los factores antes señalados, el crecimiento de su producto total y el sostenimiento de un nivel
de ocupación elevado tenderá, en ausencia de entradas netas de capital suficientes, a estar
severamente restringido por el crecimiento de la economía del resto del mundo.

Inflación interna y balance externo


En este capítulo hemos tomado al nivel interno de precios como un dato. A reserva de estudiar
cuáles son sus determinantes en un capítulo posterior, veamos finalmente cual es el efecto de
un aumento en el nivel interno de precios superior al que ocurre en el resto del mundo,
manteniendo el tipo de cambio nominal constante. Naturalmente que la consecuencia será
una disminución en el tipo de cambio real, lo que significa una pérdida de competitividad del
país en el comercio internacional. Las consecuencias para la economía dependerán del grado
y del tiempo de respuesta de las exportaciones y del monto de bienes que se importan.
Volviendo a los resultados de la situación inicial, vamos a simular un caso en el que se cumple
la condición Marshall-Lerner. Supongamos que P sube a 1.12 mientras que P* lo hace a
1.04: esto significa que mientras que en nuestro país la inflación es de 3.7%, en el resto del
mundo es de sólo 1.5%. Naturalmente que si el tipo de cambio nominal sigue igual, la moneda
del país aparece sobrevaluada en comparación con la situación inicial, lo que significa que
nuestras exportaciones se encarecen mientras que los bienes del exterior se abaratan. La
expresión de esto es que el tipo de cambio real baja a 1.02. En este ejercicio volvemos a
asumir, como ocurría inicialmente que la entrada neta de capital es 0.44.

Ahora bien, si suponemos que como efecto de la baja en el tipo de cambio real n se reduce a
0.0058 y q aumenta a 0.25, obtenemos los resultados mostrados en el cuadro 3.11 y la figura
3.17.

Cuadro 3.11 Inflación interna y balance externo

Situación P sube a Situación P sube a Situación P sube a


inicial 1.12 y P* a inicial 1.12 y P* inicial 1.12 y P*
1.04. n a 1.04. n a 1.04. n
baja a baja a baja a
0.0058 y q 0.0058 y q 0.0058 y q
sube a 0.25 sube a sube a
0.25 0.25
e 1.04 1.02 YNPD 14.33 13.97 I 3.07 3.07
CP 11.72 11.46 SN 2.73 2.56
Y 16.44 16.01 SP 2.61 2.51 BN - 0.34 - 0.51
N 32,880 32,023 IP 2.42 2.42 SX 0.34 0.51
u(%) 8.2 10.55 BP 0.19 0.09 S 3.07 3.07

X 3.84 3.71 T 2.47 2.40 YN 16.31 15.88


eq 0.246 0.255 Gcor 2.35 2.35 Abs 16.65 16.39
Q 3.88 4.00 SG 0.12 0.05
M 4.05 4.09 IG 0.65 0.65
BBS - 0.21 - 0.38 BG - 0.53 - 0.60
F - 0.13 - 0.13
BCC - 0.34 - 0.51
BCC 0.44 0.44
RI 0.10 - 0.07
Cifras de N en miles

Obsérvese que el diferencial de inflación entre el país y el resto del mundo y la consecuente
sobrevaluación de la moneda en relación a su nivel anterior tienen como consecuencia un
deterioro del balance externo y una caída del producto. El balance externo se deteriora debido
en este caso tanto a una baja en las exportaciones como a un aumento en el gasto en
importaciones. Merece la pena resaltar que, a pesar de que el producto interno es menor que
en la situación inicial, el monto de importaciones, Q, resulta ser mayor, debido a que el
aumento en q domina a la disminución en Y. En cualquier caso, lo determinante de los
resultados obtenidos radica en que el gasto real en importaciones, M, ha aumentado.

De acuerdo con lo que nos revela este ejercicio podemos comenzar a percibir que, en la
economía abierta, la inflación, se entrelaza con el problema de la restricción del sector
externo. Pero en realidad la relación entre la inflación interna y la conexión con el resto del
mundo nos presenta otras facetas además de ésta, tal y como veremos más adelante al reunir
el análisis de los determinantes de la demanda con los factores que inciden sobre el lado de
la oferta.
i
IS(P)
Figura 3.17
IS La inflación interna produce una
pérdida de competitividad
internacional y conduce a la
contracción del producto y el
aumento del déficit externo
Y
16.01 16.44
BCC

-0.51
-0.34 BCC

BCC(P)

Anotaciones finales
Este ha sido un capítulo extenso a lo largo del cual hemos ampliado nuestra comprensión del
funcionamiento de la economía al comenzar a incorporar las variables que corresponden al
sector externo, en este caso enfatizando la presencia de la cuenta corriente del balance de
pagos con el exterior. Algo de lo más importante que hemos descubierto es que el balance en
cuenta corriente se determina a partir del curso general que sigue la economía y que en un
punto se puede convertir en una restricción adicional para conseguir y sostener niveles
elevados de ocupación. Por otra parte nos hemos encontrado con que la relación entre el
balance externo y el producto interno corre también en sentido inverso, es decir que los
cambios en los parámetros que configuran a las funciones de exportación e importación
inciden sobre la demanda agregada. En relación a ello hemos visto cómo la economía puede
verse afectada favorable o desfavorablemente por factores provenientes del exterior.
Finalmente hemos considerado el tipo de políticas que, en teoría, pueden instrumentarse para
contender con una situación de pagos al exterior desfavorable que no puede sostenerse por
más tiempo.

Pero nuestro panorama de la economía abierta al exterior no ha sido completado. Por lo


pronto, en el próximo capítulo, ampliaremos nuestro análisis incorporando al dinero y a los
flujos internacionales de capital. Más adelante, en el capítulo 17, analizaremos el lado de la
oferta.

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