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Garantía de acuerdo compra:

Las consumidoras y consumidores debemos conocer qué cubre la garantía de una compra.
Cuando un consumidor compra un producto de carácter duradero (se excluyen alimentos,
ropa, literatura, videojuegos, DVDs…), tanto en un establecimiento comercial como en una
compra a distancia, tiene dos años de garantía sin perjuicio de que el vendedor pueda
ampliar este plazo.

Durante los primeros seis meses de garantía de una compra se presupone que el daño viene
de fábrica y el vendedor debe asumir todos los gastos de la reparación: desplazamientos,
piezas, mano de obra, etc. El plazo de la garantía queda en suspenso durante el tiempo que
el producto esté en reparación. Desde el séptimo mes hasta los dos años, el vendedor podrá
exigir al consumidor que demuestre que el vicio o irregularidad existía a la entrega del bien.

En caso de que el producto no responda a las características anunciadas, el consumidor


puede optar entre la reparación del bien o su sustitución, salvo que esto resulte imposible o
desproporcionado. Por ejemplo, la sustitución no será exigible si se trata de un pequeño
defecto de fácil reparación; la reparación será desproporcionada si resulta más cara que el
valor del producto.
Si la reparación o sustitución no son posibles, o son desproporcionadas, el consumidor
puede optar por una rebaja adecuada en el precio o por la resolución del contrato y la
devolución de su dinero. El consumidor no podrá exigir la sustitución cuando se trate de
bienes de segunda mano o bienes de imposible sustitución (objetos únicos).

Como consumidores y consumidoras, tenemos un derecho reconocido por la Ley, que nos
protege durante un tiempo frente a los defectos existentes o a la falta de conformidad
con los productos que adquirimos en el momento de la compraventa. Es lo que se conoce
como garantía, y en este artículo vamos a intentar resolver las principales dudas que suelen
surgir a la hora de hacer uso de la misma: en qué consiste, cuándo se aplica, qué tipos de
garantías existen y cómo funciona.

En primer lugar, es importante saber que el régimen legal de las garantías de bienes de
consumo se aplica a los contratos de compraventa de productos (electrodomésticos,
ropa, calzado, vehículos,…), a los contratos de suministro de productos que se tengan
que producir o fabricar (muebles, cortinas,…), así como al agua o al gas, cuando estén
envasados para la venta (botellas, bombonas,…). También queda cubierta por la
garantía la instalación del producto, siempre que esté incluida en el contrato de
compraventa o suministro y haya sido realizada por la parte vendedora o por ti cuando la
instalación defectuosa se deba a un error en las instrucciones de instalación.
Además, para que se aplique el régimen de garantías debe producirse una relación de
consumo entre una persona consumidora y una empresa o profesional. Cuando la relación
se establece entre particulares no se aplica el régimen de garantías.

Por otra parte, conviene saber que existen dos tipos de garantía: la legal y la comercial.
La garantía legal es obligatoria por ley, mientras que la garantía comercial es ofrecida de
manera voluntaria por la empresa o persona vendedora, adicional a la garantía legal y nunca
inferior a la misma.

La garantía legal

Esta garantía obligatoria implica una serie de derechos: devolución, reparación, rebaja del
precio o resolución del contrato.

Es importante conocer los plazos. Si se trata de un producto nuevo, el plazo de protección


que ofrece la garantía es de 2 años, a contar desde la fecha que aparece en el tique o factura
de compra, o en la del albarán si la entrega es posterior. Sin embargo, si se trata de un
producto de segunda mano, se puede pactar entre la parte vendedora y compradora un
plazo menor de garantía, que nunca será inferior a 1 año. En caso de no pactarse ningún
plazo de garantía, se aplicará el general de 2 años.

Si el defecto o falta de conformidad con el producto, ya sea nuevo o de segunda mano,


surge en los primeros 6 meses tras su compra, se presume que se trata de un defecto de
origen o de fábrica que ya existía cuando el producto fue entregado. Será la empresa
vendedora la que deba demostrar que no es así, y que se debe, por ejemplo, a un mal uso o
mantenimiento del producto.

A partir de los 6 meses, sigue existiendo garantía legal pero en esta ocasión corresponde a
la persona consumidora demostrar que el defecto o falta de conformidad ya existía en el
momento de la venta y que no se ha dado por mal uso o mantenimiento del producto por su
parte. Esta demostración se realiza generalmente a través de la realización de un peritaje.

La empresa vendedora es quien debe responder durante el plazo de garantía. Sólo en


los casos en que resulte imposible o suponga una carga excesiva dirigirse a la persona que
lo vende, por ejemplo, ante el cierre del negocio donde se adquirió el producto o por
haberlo comprado en otra región o país europeo distinto, se podrá directamente reclamar a
la empresa fabricante o productora.

Si encuentras falta de conformidad o defectos en productos que estén en garantía podrás


optar por exigir su reparación o sustitución, salvo que una de estas opciones sea
objetivamente imposible o desproporcionada. Debes tener en cuenta las siguientes
cuestiones:

 Ambas opciones son gratuitas, así como todo coste relacionado con las mismas:
gastos de envío, transportes, recambios, costes relacionados con la mano de obra,
siendo todos ellos a cargo de la entidad vendedora.
 La reparación o sustitución se deberá llevar a cabo en un plazo razonabley sin
mayores inconvenientes.
 Mientras dure la reparación los plazos de la garantía quedan suspendidos hasta
que se entregue el producto En el caso de sustitución del producto se suspenderán
los plazos de la garantía hasta que se entregue el producto sustituido, que no cuenta
con un nuevo plazo de 2 años de garantía, sino que se activa el plazo restante que
quedara por cumplirse. En todo caso, si durante los 6 primeros meses tras la entrega
del producto sustituto presenta faltas de conformidad, se presumirá que ya existían
cuando fue entregado.
 No se podrá exigir la sustitución de productos de segunda mano, ni de
productos no fungibles (aquéllos que no pueden ser sustituidos por otros al ser
únicos).
 Si un producto es reparado durante el periodo de garantía, la propia reparación
cuenta con una garantía de 6 meses.
 Si, estando en garantía, el producto es reparado o sustituido, ha sido entregado y
sigue siendo no conforme con el contrato, se podrá exigir la sustitución del
producto, salvo que resulte desproporcionado, la rebaja en el precioo la resolución
del contrato.
 Una vez observada la falta de conformidad o los defectos en el producto, se deberá
informar a la empresa vendedora en el plazo de 2 meses. Si no se hace así no
implica la pérdida de la garantía, pero la persona consumidora deberá responder de
los daños o perjuicios ocasionados de manera efectiva por el retraso de la
comunicación.
 Si se repara o sustituye el producto en garantía, la entidad vendedora deberá
entregar un justificante a la entrega del producto en el que conste la fecha de
entrega y el defecto, así como un documento a la recogida en el que figure la fecha
de entrega del producto sustituido o reparado, en su caso y la reparación efectuada.

Cuando la reparación o sustitución del producto no sean posibles, o no se realicen en un


plazo razonable o sin mayores inconvenientes, podrás exigir una rebaja del precio o la
resolución del contrato. Esta última opción no procederá cuando la falta de conformidad o
defecto sea de escasa importancia. En cuanto a la rebaja del precio, deberá ser proporcional
a la diferencia que haya entre el valor del producto no defectuoso y el valor del producto
con el defecto cuando fue entregado a la persona consumidora.

La garantía comercial

La garantía comercial deberá ser formalizada al menos en castellano y por escrito o en


cualquier otro soporte duradero y accesible. El documento de la garantía comercial debe
incluir información sobre el bien o servicio, el nombre y dirección del garante, el plazo de
duración y su alcance territorial, las vías de reclamación disponible, así como indicar que la
garantía no afecta a los derechos legales de la persona consumidora ante la falta de
conformidad o defecto del producto, sino que supone un derecho adicional.

En los productos de naturaleza duradera, como pueden ser los vehículos,


electrodomésticos o aparatos informáticos, la persona consumidora tendrá derecho a un
adecuado servicio técnico y a la existencia de repuestos durante el plazo mínimo de 5
años a partir de la fecha en que el producto deje de fabricarse.

Recomendaciones sobre garantías

Es importante conservar siempre el tique o factura de la compra, así como el albarán de


entrega si ésta es posterior, para poder probar las faltas de conformidad o defectos en el
producto y presentar la reclamación en caso necesario. Siempre conviene leer bien las
condiciones del contrato, y conservar la publicidad, catálogos o folletos, por si tuvieras
que interponer una reclamación. Además, recuerda solicitar siempre a la empresa
vendedora la documentación correspondiente si envías a reparar o sustituir un producto
defectuoso, a efectos del cómputo de los plazos de la garantía.

Si realizas la compra por Internet, es preferible que lo hagas en establecimientos que


tengan su sede en España o en la Unión Europea, ya que en caso de algún problema
relacionado con garantías, se aplicará la normativa europea. Si la empresa es de España, el
organismo competente para gestionar la reclamación será la Comunidad Autónoma en
cuestión. Si es una empresa europea, entonces la tramitación se puede realizar a través del
Centro Europeo del Consumidor en España. Más compleja será la resolución de un
problema de garantías cuando la empresa sea de fuera de la Unión Europea. Además, en el
caso de que se utilice Internet para realizar una compra, se recomienda adoptar una serie de
precauciones para evitar riesgos de seguridad.

Asimismo, es recomendable, siempre que sea posible, realizar las compras en


establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, ya que de esta manera se
garantiza que cualquier posible discrepancia pueda quedar resuelta de forma rápida y
gratuita, sin necesidad de acudir a los Tribunales.

Igualmente, se recuerda que todos los establecimientos que presten servicios en Andalucía
deben contar con hojas oficiales de quejas y reclamaciones a disposición de las personas
consumidoras y usuarias que las soliciten, y exhibir un cartel que anuncie claramente su
existencia. Si te encuentras con algún problema durante la compra, trata de encontrar una
solución con el establecimiento, y en caso necesario, no dudes en presentar una
reclamación para dejar constancia de la situación.

En todo caso, si sigues teniendo alguna duda sobre este asunto, puedes ponerte en contacto
con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las
personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud de la Junta de
Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada
a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página web www.consumoresponde.es,
del correo

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