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EL MOMENTO MÁS DETERMINANTE

DEL DIA
2019-10-12

1. Oración inicial
"Señor, este es el momento más importante del día,
cuando me acerco a ti en oración, te entrego todos los
asuntos que tengo en este día, quiero recibir tu guía,
escuchar tu voz por medio de tu Palabra y llenarme de
tu Espíritu. Amén"
2. Lee la palabra de Dios
“Pero su fama se extendía más y más; y se reunía
mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus
enfermedades. Mas él se apartaba a lugares desiertos,
y oraba.” Lucas 5:15-16
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy
oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”,
Marcos 1:35
"Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y
turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa
es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la
cual no le será quitada.", Lucas 10:41-42
3. Reflexiona
El Señor Jesús en el día enfrentaba diversas
situaciones y atendía a multitudes, recorría muchos
lugares, sanaba enfermos, se enfrentaba a
contradictores y religiosos, perdonaba, enseñaba,
mostrando el amor y misericordia de Dios por medio de
Él. Pero el tiempo de la oración, de comunicarse con el
Padre, siempre era prioridad. Se apartaba y buscaba el
silencio para hablar con Dios. Esto le daba las fuerzas
para enfrentar todas la cosas, aun en los momentos
más difíciles de su ministerio, como lo vemos en la
oración en el monte Getsemaní antes de ir a la cruz.
A nosotros nos pueden ocurrir muchas cosas en el
transcurso del día, desde dificultades, alegrías, trabajo,
encuentros, conversaciones, pero una sola cosa nos
dará la paciencia, la fuerza y la sabiduría con que
enfrentamos todo: el momento del encuentro personal
con Dios. ¿Cuánto tiempo le dedicas a ese encuentro?
¿Cuán importante es ese momento a solas con Dios?
Es el momento más determinante del día porque
podrán sucedernos muchas cosas, pero solo una
determinará cómo resolveremos las demás.
Busquemos ese instante, dándole prioridad sobre
cualquier otra cosa, buscando estar a solas con Dios,
escuchándolo en la intimidad, en el silencio y
entregando todos nuestros asuntos en sus manos.
Pidamos su guía, Él de seguro nos escucha y nos dará
el entendimiento necesario para abordar con sabiduría
cada asunto, porque el ruido del día probablemente nos
distraiga o trate de confundirnos, pero nuestro corazón
estará lleno de fe y fortalecido por su presencia.
Hermanos, estamos preocupados por muchas cosas y
andamos en muchos asuntos, pero solo una cosa es
necesaria, esto es, una conversación con Dios. (Lucas
10:38-42).

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