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LAS SAGRADAS ESCRITURAS

BIBLIOLOGÍA
La Biblia, formada por sesenta y seis
libros, en Antiguo y Nuevo Testamento,
es la base única de nuestras creencias.
Fue inspirada verbal, completa y
únicamente por el Espíritu Santo; y fue
escrita sin errores en los manuscritos
originales. Como Palabra de Dios, es
la autoridad suprema y final en cuanto a
la fe, la conducta y la vida en todas las
épocas.
Jer. 1:9, Mt. 5:17-18, Jn. 14:26, 1 Co.
2:10, 1 Ts. 2:13, 2 Ti. 3:16-17, He. 4:12,
2 P. 1:21

Sólo la Biblia
1. Bibliología: Parte de la Teología Sistemática que trata los hechos esenciales relacionados
con las Sagradas Escrituras. Los hechos esenciales son: la revelación, la inspiración, la
inerrancia, la iluminación, la canonicidad, y la autoridad.

2. Exposición.

2.1. “La Biblia, formada por sesenta y seis libros, en Antiguo y Nuevo Testamento, es la base
única de nuestras creencias.”

2.1.1. Canonicidad: Se le llama así al derecho de un Libro de ser contado como parte
de la colección de Escrituras Sagradas.

El termino castellano ‘canon’ procede de una palabra griega que se traduce


literalmente como “límite,”, “área”, o “esfera” pero que define en sentido
figurado lo que son las normas, reglas, conductas o principios de comportamiento
aprobados por una comunidad (Gá. 6:16, 2 Co. 10:13,15,16, Cf. Fil. 3:16). Esto
se debe a que originalmente denotaba una vara recta, utilizada como regla o
instrumento de medida. Se dice, entonces, que los Libros Bíblicos llegaron a ser
canónicos después de que fueron “medidos” y “aprobados”.

El canon del Antiguo Testamento ya estaba confirmado para el año 100 a.C. El
concilio judío de Jamnia en el año 90 d.C. lo ratificó sin incluir los libros
apócrifos ni, obviamente, los deuterocanónicos. El canon del Antiguo
Testamento fue usado por Jesús y sus discípulos (Cf. Mt. 11:13, Lc. 24:44).

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• Algunos criterios de canonicidad para el Antiguo Testamento: Escrito en
hebreo, ampliamente aceptado por la comunidad judía, veraz, con autoridad
(“Así dijo Jehová...”), antiguo, de calidad literaria.

El canon del Nuevo Testamento comenzó a ser propuesto por los apóstoles
mismos (2 P. 3:15-16). Fue reconocido en el año 97 d.C. por el concilio de
Cartago. Fue confirmado en concilios posteriores.

• Algunos criterios de canonicidad para el Nuevo Testamento: escrito por una


apóstol o por alguien íntimamente asociado a un apóstol, escrito en el Siglo I,
con autoridad (elevados principios morales y un alto nivel espiritual),
universales (respondiendo a intereses de la iglesia a través de los siglos), con
pruebas evidentes de inspiración divina (no contradecir al resto de las
Escrituras, reflejar cumplimiento de profecías del Antiguo Testamento,
unidad en cuanto a la salvación, unidad en propósito de dar gloria a Dios,
testimonio de vidas transformadas).

Libros del Antiguo Testamento:

• Pentateuco (históricos): Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio.

• Profetas anteriores (históricos): Josué, Jueces, Rut, 1-2 Samuel, 1-2 Reyes.

• Libros poéticos: Salmos, Cantares. Libros sapienciales: Job, Proverbios,


Eclesiastés.

• Libros proféticos pre-exílicos: Jonás, Amós, Oseas, Isaías, Miqueas, Nahum,


Sofonías, Habacuc.

• Libros proféticos exílicos: Daniel, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel.

• Libros históricos pos-exílicos: 1 y 2 Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester.

• Libros proféticos pos-exílicos: Abdías, Hageo, Zacarías, Joel, Malaquías.

Libros del Nuevo Testamento:

• Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas, Juan.

• Históricos: Hechos.

• Epístolas Paulinas: 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Corintios, Romanos, Gálatas,


Filemón, Colosenses, Efesios, Filipenses.

• Epístolas Pastorales: 1 Timoteo, Tito, 2 Timoteo.

• Epístolas Generales: Santiago, 1 y 2 Pedro, Judas, 1, 2 y 3 Juan.

• Hebreos.

• Apocalipsis.

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2.1.2. La iluminación: (Un orden lógico pondría a la iluminación después de la
revelación y la inspiración de la Biblia, pues tiene que ver con el “significado” de
lo que se nos ha revelado por escrito.) La iluminación no tiene que ver con la
comunicación del mensaje de parte de Dios, sino con la comprensión del mensaje
mismo que ha sido revelado.

De manera general, la iluminación es la obra divina que se realiza en el hombre


para que éste reciba y entienda la inspiración de Dios.

De manera específica, la iluminación se relaciona con la obra del Espíritu Santo,


al hacer clara a la mente y al corazón del hombre, la verdad de la revelación
escrita.

La iluminación es necesaria porque el estado caído del hombre no le permite


apropiarse de la Revelación, además de que Satanás mismo está interesado en
que el hombre no se apropie de la Palabra de Dios (1 Co. 2:14, 2 Co. 4:3-4). Aún
para los cristianos con mayor conocimiento de la Biblia, la iluminación sigue
siendo necesaria, y es particularmente condicionada al hecho de que el cristiano
permita ser controlado por el Espíritu Santo (1 Co. 2:11-3:3, Cf. Jn. 16:12-15).

2.2. “Fue inspirada verbal, completa y únicamente por el Espíritu Santo; y fue escrita sin
errores en los manuscritos originales.”

2.2.1. Revelación: (Tiene que ver con el “qué” de la comunicación de Dios al


hombre.) “El acto divino por medio del cual Dios le comunica al hombre lo que
de otra manera no podría conocer.” La revelación viene de la mente de Dios a la
mente del hombre y se consigna por escrito en la Biblia.

Revelación natural o general: Es la auto-revelación de Dios por medio de sus


obras en la naturaleza y en Su providencia. Es la que Dios da continuamente a
todos los hombres y por la cual da a conocer Su potencia y Su majestad. (Ver
Sal. 8 y 19; Hch. 14:15-18, Ro. 1)

Revelación especial: Es la revelación que ha quedado escrita en la Biblia. Las


formas registradas incluyen, entre otras: la revelación directa de Dios a los
escritores, revelación a los escritores mediante sueños, visiones o por intermedio
de ángeles; y, de la manera más especial, la revelación por medio de Cristo.

La revelación en las Sagradas Escrituras es sobrenatural: Evidencias “externas”


de ello son su singularidad, su universalidad, su actualidad, su perennidad, su
poder para transformar vidas. Evidencias “internas” son las afirmaciones de la
Biblia misma para subrayar su carácter especial.

La revelación bíblica fue progresiva: Dios no dio de una vez toda Su revelación.
Lo hizo por períodos o etapas.

La revelación bíblica es completa en cuanto a la necesidad de fe y conducta: En


cada etapa de la progresión de la revelación, Dios dio a conocer todo lo que el
hombre necesitaba. Al concluirse el canon, la revelación llegó a ser
“completamente completa” para todo asunto de fe y de conducta para la vida.

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La revelación bíblica es selectiva: Hay elementos que Dios se ha reservado dar a
conocer. La Biblia no dice todo lo que Dios es, ni todo lo que Dios puede hacer.
Vea Deuteronomio 29:29. Nuestra mente es finita, sencillamente no podríamos
conocer todo, mucho menos aplicarlo todo.

2.2.2. Inspiración: (Tiene que ver con el “cómo” de la comunicación de Dios al


hombre.) “Es la cualidad que poseen los libros canónicos de la Biblia como
resultado de la obra por la cual el Espíritu Santo dirigió y gobernó a los escritores
humanos, sin anular la personalidad de ellos, para que consignaran sin error la
revelación divina en las palabras de los manuscritos originales.” Así, por medio
de la inspiración, Dios garantiza el registro fiel de Su revelación.

Nosotros sostenemos una inspiración plenaria y verbal; es decir, que en los


manuscritos originales, todas (plenaria) las palabras (verbal) fueron inspiradas
por Dios. Nótese que más que a los escritores, la inspiración se refiere a los
Escritos.

Las Escrituras no dependen de la iglesia sino del testimonio del Espíritu Santo.
La Biblia misma da testimonio de su propia inspiración, y sólo el Espíritu Santo
puede traer convicción del carácter inspirado de Ella.

2.2.3. Inerrancia: La inspiración plenaria y verbal garantiza que todas las palabras
reveladas en los manuscritos originales fueron escritas bajo la supervisión del
Espíritu Santo y por lo tanto son sin errores.

Aunque todas las aparentes contradicciones en las copias de manuscritos, y en las


versiones que se han traducido, tienen solución, debemos reconocer que hay
cosas en la Biblia que no podemos entender ni explicar a cabalidad.

Hay dificultades existentes porque nosotros somos criaturas finitas, incapaces de


sondear las profundidades de todo lo que Dios nos ha revelado.

2.3. “Como Palabra de Dios, es la autoridad suprema y final en cuanto a la fe, la conducta y
la vida en todas las épocas.”

2.3.1. Autoridad: La Biblia es la suprema autoridad del cristiano en materia de fe y de


práctica. Es su “tribunal supremo de apelaciones”; no la razón, no las
experiencias, no las “visiones”, no otras “fuentes” de revelación.

Esto es lo que llamamos posición ortodoxa o conservadora. Si decimos que


somos “conservadores en la doctrina”, lo es porque la base fundamental de
nuestras creencias y de nuestra conducta es la Biblia.

Las experiencias en obedecer y aplicar la Biblia son una realidad extraordinaria a


la que se debe dar importancia. Estas van dando oportunidad a que el Espíritu
Santo vaya moldeando nuestra vida. Pero observemos la condicionalidad de
estas experiencias: se trata de obedecer y aplicar la Biblia.

2.3.2. Actitudes hacia la Biblia: Diferentes grupos han mostrado y muestran diferentes
actitudes en cuanto a reconocer a la Biblia como fuente de Revelación y como
autoridad máxima en cuanto a la fe. Los siguientes son algunos ejemplos:

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El catolicismo-romano: Ellos aceptan que la Biblia es la Palabra de Dios, pero
incluyen 14 libros deuterocanónicos en el Antiguo Testamento. Además,
consideran al mismo nivel de la Biblia las conclusiones de los Concilios, la
tradición formada a través de los siglos, y las bulas papales.

El misticismo: De acuerdo con este concepto, los escritores de la Biblia estaban


simplemente “llenos del Espíritu Santo”, y por eso escribieron. La inspiración
es, entonces, un fruto del Espíritu y todo creyente puede ser inspirado. La unión
inexplicable entre el alma del creyente lleno del Espíritu y Dios, puede entonces
ir acompañada de éxtasis y revelaciones. Por lo tanto, la Biblia y una experiencia
humana juntas son la autoridad que pauta las decisiones para la vida de los
cristianos.

Los existencialistas: Según ellos, la Biblia llega a ser Palabra de Dios en el


momento de una gran necesidad personal, que impulsa a una experiencia
“interior” con la Biblia. El problema aquí es que la experiencia del individuo es
la que determina lo que es, o más bien cuándo es, Palabra de Dios.

Los neo-ortodoxos (liberales): Para ellos la Biblia simplemente contiene la


Palabra de Dios, pero no es Palabra de Dios. Explican que la Biblia se convierte
en Palabra de Dios en el momento que “me habla”. Si no “me habla”, no es
Palabra de Dios.

Las sectas: Algunas niegan parcialmente la autoridad de la Biblia, mientras otras


la ponen a un nivel paralelo, y hasta inferior, de otros libros supuestamente
revelados.

3. Reflexión.

3.1. ¿Cuánto tiempo meditas diariamente en las Escrituras? ¿Estás compartiendo con otros
lo que has estado aprendiendo?

3.2. ¿Cómo explicas que en nuestras iglesias podemos tener una metodología cambiante,
mientras mantenemos una doctrina conservadora?

3.3. ¿Cuál es la diferencia primaria entre la Bibliología aquí explicada y la creciente


popularidad contemporánea de “nuevas revelaciones”?

3.4. Escribe a continuación cuál es tu actitud hacia la Biblia:

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