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EDUCACION SEXUAL EN NUESTROS HIJOS

Educar en sexualidad es función de los padres y la recomendación es hacerlo con naturalidad


desde que los niños son pequeños, atendiendo a su madurez emocional e intelectual, evitando
adelantar contenidos que pueden entenderse con facilidad más adelante.

¿Cuándo debemos comenzar la educación sexual de nuestros hijos?

Desde que nacen nuestros hijas o hijas. Se educa con los abrazos, con las caricias, con las
muestras de afecto, con el contacto piel con piel y esto se empieza a educar en la cuna. Mucho
antes de las preguntas o los 'tocamientos'. El contacto corporal y la comunicación con
las figuras de apego del bebé, pueden ser decisivos para establecer una sexualidad sana.

Porque en los brazos el bebé aprende los sentimientos de seguridad y protección. Los bebés
también tienen capacidad de sentir placer, de encontrarse a gusto y a disgusto, aunque
todavía estén muy lejos de incorporar significados eróticos a estas sensaciones. En definitiva,
desde la cuna ya se aprende a reconocer y expresar emociones.

¿Cuáles son las edades infantiles del descubrimiento de la sexualidad y qué necesitan los
niños en cada una de ellas?

Las primeras manifestaciones de vida sexual en la infancia se producen desde bebé. Poco a
poco, el bebé va desarrollando nuevas capacidades lingüísticas y motoras, con las que
progresivamente irá participando e incorporándose a su entorno. Hablamos de la etapa que va
entre los 18-24 meses hasta los 6 años.

Es a partir de este momento cuando, cuando cobrará importancia cómo se resuelva


la curiosidad o sus preguntas, la actitud que se tenga ante sus tocamientos o los modelos de
pareja, hombres y mujeres, que les ofrecemos para que se identifiquen.

Es lógico que, en estas primeras edades, aparezca la curiosidad por los genitales y por
las diferencias entre niños y las niñas o con las personas adultas.

¿Qué es lo que no debemos hacer si se tocan sus genitales ?


- Hacerles sentir que están haciendo algo malo. Regañar, castigar, insultar.

- Montar un escándalo que involucre a los demás

- Recordar continuamente el hecho y comentarlo con otras personas.

Cada padre y madre podrá razonar por qué son contraproducentes todas estas reacciones de
los adultos. No vayamos a generar un problema donde no lo hay, o a transmitir un concepto de
la sexualidad basado en el miedo, en lo prohibido, en lo tabú, concepto que cuando queramos
cambiar en otras edades, como la adolescencia o la juventud, ya lleguemos bastante tarde.

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