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El “petro” venezolano, una variedad de criptomoneda entre las 600 circulantes

Por Fernando Del Corro


El gobierno venezolano encabezado por Nicolás Maduro lanzó una
nueva criptomoneda, el “petro”, al mercado financiero mundial entre las 600
hoy circulantes, de las cuales la más difundida es el “bitcoin”, como una forma
de buscar salida a la crisis en que se encuentra para llevar adelante sus
transacciones internacionales y para financiar un creciente déficit que no
puede dilatar vía endeudamiento ante las trabas estadounidenses.
Las monedas virtuales, ahora llamadas criptomonedas, del griego
kriptos (oculto), tienen una larga historia como que ya en la Antigua Roma
cuando el sestercio de plata dejó de acuñarse y prácticamente había
desaparecido de escena, las cuentas se seguían haciendo en esa antigua
moneda creada, a tiempos actuales, 2230 años atrás mientras se las cancelaba
hasta con otras acuñadas en el exterior amén de otras locales del momento.
Una de las diferencias sustanciales del nuevo “petro” con el “bitcoin” y
otras monedas ocultas es que éstas son regidas por un método conocido
como “blockchain” (cadena de bloques) y no están emitidas por bancos
centrales sino que están al margen de cualquier eventual operación
gubernamental como que el “bitcoin”, aparecido en 2009, fue creado por un
desconocido que usó el pseudónimo Sakoshi Nakamoto.
Otra diferencia es que la nueva moneda venezolana, emitida
virtualmente por un total de cien millones, es que tiene como presunto
respaldo las reservas hidrocarburíferas que posee el país y que cada uno de
esos “petro”, en principio se va a cotizar a razón del precio actual de un barril
de petróleo venezolano, unos 60 dólares estadounidenses, pero luego
fluctuará libremente en el mercado.
¿Cuál será entonces el respaldo de las reservas?. El precio del barril de
petróleo una década atrás superó los u$s 120 para luego desplomarse a
bastante menos de la mitad y más tarde, en una larga recuperación, situarse
en los actuales 60 que es el punto de partida para la colocación en el mercado
de los primeros 38,4 millones de “petros”, del total previsto de 100 millones,
por parte del gobierno del presidente Maduro.
¿Si el petróleo volviese a tener una fuerte suba y los tenedores de
“petros” jugaran a recuperar sus inversiones el gobierno los recibiría en base
a la garantía con el consiguiente quebranto?. Nada de eso se ha dejado en
claro en el anuncio formal del lanzamiento que estuvo a cargo del
vicepresidente Tareck Zaidan El Aissami Maddah quién destacó que fue un
exitoso proceso de preventa del que denominó “criptoactivo”.
Mientras lanzó su criptomoneda el gobierno venezolano mantiene su
tradicional papel moneda, el bolívar, a diferencia del sistema financiero
japonés que se prepara desde hace más de un año para ir eliminando el yen
papel para operar solamente en forma virtual con otra moneda que en
principio se denominará MUFG y que surge de la propuesta del Mitsubishi UFJ
Financial Group, el principal banco nipón.

Las monedas virtuales, aún antes que el sestercio, tuvieron como base
referencias materiales, el ganado, pecunia en el caso romano, que dio lugar al
término pecuniario, y luego a los metales de bronce o cobre calculando sobre
una litra (libra) de 324 gramos, y desde esas relaciones se establecían los
intercambios comerciales entre las partes lo cual, a partir de los contactos
con los griegos fue dando lugar a las monedas.

No faltó tampoco una moneda virtual de gran importancia como el ECU,


la European Currency Unity (Unidad Europea de Moneda) creado el 13 de
marzo de 1979 para relacionar las monedas de los miembros de la Comunidad
Europea entre sí y que sólo se imprimió formalmente para actividades
conmemorativas hasta que, con el correr del tiempo se lo transformó en el
actual euro que terminó con el franco, la lira, el marco y demás.

De alguna manera las monedas virtuales están ligadas al sistema de


“libre moneda” impulsado por el gran economista argentino Jean Silvio
Gesell, el muy admirado por John Maynard Keynes, pero mientras aquél
propugnaba el mismo como una forma de evitar la especulación financiera, lo
que se fue desarrollando profundizó la misma como puede ocurrir con el
nuevo “petro” y su vinculación con el valor del barril de petróleo.

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