Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La cualificación es aquel avance que nos va a permitir establecer una conexión entre
nosotros y la persona que tenemos delante, es decir, por qué estamos compartiendo
nuestro tiempo con esa persona y no otra.
Ahora bien, ¿cuándo nos cualificamos? Nos cualificaremos siempre y cuando esa persona
que tenemos delante se interese por nosotros, esto es, cuando quiera saber más cosas de
nosotros en un intento sincero de conocernos y establecer una conexión. Es importante
tener en cuenta que no por cualificarnos (o vendernos) de una manera correcta,
humilde y natural perderemos valor, nos regalaremos, ni mil chorradas de esas. Al
contrario, resultaremos más atractivos al mostrar a la otra persona que sabemos cómo
somos, que nos conocemos bien y que sabemos lo que queremos en la vida.
Por ejemplo:
Con estos ejemplos quiero transmitir que a veces lo que nosotros consideramos que es
un piropo súper efectivo, no lo es tanto porque la otra persona tiene una percepción
distinta de la realidad de la que tenemos nosotros. No es lo mismo, pues, decir piropos a
la ligera, que saber detectar precisamente lo que la otra persona más valora de sí misma.
De ahí que recalquemos tanto siempre la importancia de la observación y el desarrollo de
dicha habilidad.
Por tanto, si somos capaces de detectar aquello que más valora de sí misma esa persona, y
además le comunicamos de forma verbal o no verbal que eso nos gusta, percibirá que
nuestro avance será justificado y que nuestro interés es real y sincero. Por esto, debemos
hacer únicas nuestras cualificaciones e inspirarnos en la persona que tenemos
delante, pues cada persona es única y nos puede impresionar de una manera u otra
cualquier habilidad que tenga. Si hacemos esto, nos aseguramos de que nuestra
cualificación quede totalmente natural, sincera y cautivadora.
Como veis, aunque el ejemplo es un poco exagerado y la situación es adversa, hemos sacado
una cualidad importante y hemos hecho la cualificación correctamente respecto a la actitud
de la chica. Es por ello que ella se sentirá cómoda, valorada, y ante un hombre atractivo y
magnético que no necesita ser pesado para que la relación entre ambos fluya.
Estos son los principios de la cualificación natural: hacer sentir cómoda a la otra
persona, ser generosos, sinceros y buenos observadores y comunicadores.
No olvidéis nunca que hacer daño a una persona gratuitamente, a la larga, sólo os traerá
desgracias. Ser sincero no significa ser sincericida. Si se hace la cualificación de una manera
honesta y generosa no recibiréis rechazos. Y si los recibís, podréis darles la vuelta con una
facilidad pasmosa. Así mismo, si queréis rechazar a alguien porque no os atrae o
cualquier cosa, tened en cuenta que hay mil maneras de comunicarse sin herir los
sentimientos de nadie.
GOOD LIFE