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DISCERNIMIENTO DE LA TUTELA

Se entiende por discernimiento de la tutela el acto judicial mediante el


cual el Juez autoriza al Tutor para entrar en el ejercicio de su cargo. También
se utiliza el vocablo «discernimiento» para hacer referencia al documento
(emanado del Tribunal) en el cual consta que el Tribunal ha autorizado al
Tutor para el ejercicio del cargo. La doctrina entiende que el discernimiento
del cargo de Tutor tiene, en el Derecho venezolano, una doble función: por
una parte, permite verificar que en la organización de la tutela se han
cumplido todos los trámites previstos en la Ley (comprobar la regularidad
de la constitución de la tutela), y, en segundo lugar, el discernimiento
facilita al Tutor la prueba de su calidad de tal; es decir, acredita su posición
de Tutor con relación a un pupilo determinado.

El discernimiento (como documento) debe contener: a) el nombre,


apellido, edad y domicilio de la persona sujeta a tutela (pupilo); b) el
nombre, apellido, edad y domicilio del Tutor y Protutor; c) la mención del
título que confiere la cualidad de Tutor y Protutor y d) la mención de que se
han cumplido todas las formalidades previstas en la ley para el ejercicio del
cargo. Este documento debe protocolizarse (inscribirse en el protocolo
correspondiente) en la Oficina de Registro Público de la jurisdicción del
domicilio que tenía el menor para el momento de la apertura de la tutela
dentro de los quince días contados a partir de la fecha en la cual el Tutor
entró en ejercicio del cargo (Art.413 CC). El decreto judicial del
nombramiento de Tutor y Protutor debe publicarse por la prensa dentro de
los quince días a partir de su fecha (Art.415 CC). Es procedente recordar en
este lugar que cuando el Tutor es abuelo o abuela no es necesario el
discernimiento del cargo (Art.312 CC). Igualmente, si el Tutor es abuelo
abuela no es necesario caucionar o garantizar las resultas (Art.360 CC,
encabezamiento).

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