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Reseña de “Sobre la guerra”

“Solo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la guerra, maduro


para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz”
Estanislao Zuleta

Éstas son las palabras que resaltan y finalizan el texto del autor paisa, famoso filósofo y
escritor colombiano. Considerado, además, como uno precursores del pensamiento
moderno en Colombia. En sus escritos, como en su vida, la rebeldía, autenticidad,
grandilocuencia y austeridad no han faltado. Sobre la guerra, no es la excepción. En este, se
percibe un pensamiento innovador, como diría William Ospina, Zuleta “asume el riesgo de
pensar por sí mismo”. Y después de leerlo, nos atreveríamos a decir que sí, porque Estanislao
afirma que la única manera de contender la guerra, es reconocer los conflictos internos de
nuestra sociedad.
Ampliando más la idea, decimos que el texto gira en torno a la pregunta clave: ¿cómo
combatir eficazmente la guerra? Y, a lo largo del desarrollo, presenta disímiles puntos de
vista que dan respuesta al interrogante, entre los cuales, el autor se identifica con el
expuesto en el acápite anterior. Siguiendo con el hilo del texto, el primer enfoque se centra
en las ideas pacifistas; según éstas, es necesario forjar una sociedad en valores y construir la
armonía para evitar los conflictos. El segundo criterio, opuesto al anterior, afirma que la
guerra es fiesta, porque palabras solemnes como honor o patria sólo sirven para entregarse
a la borrachera colectiva. Del primero, Zuleta replica que se ignora la naturaleza conflictiva
del ser humano; del último, que se reducen los conflictos internos, a meros conflictos
externos, con el otro, con el enemigo.
Ahora bien, reflexionar sobre la solución del autor en Colombia, un país desangrado por la
violencia a lo largo de los siglos, no sólo resulta compleja y polémica, sino - a falta de mejor
término - abstracta, utópica. ¿Cómo se reconocen los conflictos en una sociedad, cuando se
es difícil reconocerlos para sí mismos? Zuleta distingue la “esencia de la humanidad”, al igual
que lo hizo Hobbes hace poco más de trecientos años: somos naturalmente conflictivos,
egoístas… El hombre es un lobo para el hombre (Hobbes, 1651), decía el contractualista en
el Leviatán. Pero al igual que Zuleta, sabía que la ley primera y fundamental de la naturaleza
es buscar la paz. Y esto, no se niega, porque la cuestión no es diferir sobre el fin último de
todo pueblo maduro, sino en incansablemente preguntar cómo obtenerlo. En cómo
alcanzamos la paz, en cómo escudriñamos nuestras disparidades, en cómo ser escépticos de
la fiesta de la guerra… en cómo.
A pesar de la composición del texto y del léxico poco especializado, no son todos los lectores
capaces de asumir un rol frente a este, pues, aunque es abierto al público, requiere de un
mínimo de curiosidad y escepticismo.
En conclusión Zuleta desarrolla estrategicamente una tesis que por más utópica que parezca,
es capaz de fundar en cada lector una dicotomía sobre cómo abordar la guerra. Pues rompe
los paradigmas comunes de paz; no hablamos de esperanza y comprensión, hablamos de
una fría realidad, una guerra que solo se solucionará en palabras de Zuleta cuando el pueblo
madure en el conflicto. Sin duda aún todo no se ha dicho; tú, como lector ¿asumes el reto
de madurar?

REFERENCIAS
Estanislao Zuleta. (1985). Sobre la Guerra. Bogotá
Thomas Hobbes. (1651). Leviatán. Inglaterra
William Ospina. (2003). El desafío de vivir. Bogotá

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